Me enamoré sin querer de alguien tan hermoso ante mis ojos, cuando creí que podía ser feliz con él, pasó algo inesperado que me rompió el corazón.

- Amarnos? Yo jamás sentiría amor por ti.

- Qué me estas diciendo? Por qué me haces esto?!._ Le reclamé mientras lloraba.

- No siento nada por ti, no se porque hablas de amor Leri? Tu solo eres la hija de mi padre.

- No!! No te creo!!

- Debe saber dar un paso al lado señorita Leri, dentro de poco me casaré con Liam._ Dijo Aidé con esa expresión que me provoca náuseas.

Aveces nos enamoramos de las personas menos esperadas pero que podemos hacer si así es el corazón.

- Estoy embarazada?..

- Si señorita.

- Escuchaste eso Arón?._ Le pregunté mientras me miraba sorprendido y a la vez feliz.

Fui a donde el estaba y lo abrazé, la unica persona que en estos momentos estaba a mi lado.

Para empezar, primero contaré un poco mi historia, hace meses llegué al universo uno, un universo en donde para la gente de acá, la vida eterna es muy común, pueden pasar varios años pero no envejeceras.

La persona que amo es el hijo de un mitad Dios, quien resulta que es mi padre, pero no se confundan, ps aquí les explico todo.

Nada me une a Liam, así se llama la persona que me gusta, es el Rey del Reino imperial.

El padre de Liam recibió un castigo dado por todos los Dioses, este era que en todas sus próximas vidas sufra muertes espantosas y cometa algunos crímenes, no era más que un alma que vagaba hacia destinos crueles.

Su última reencarnación fue en la de mi padre quien se llama Alex, con esa última reencarnación pudieron salvar su alma y que ya no sufra en las próximas vidas que tenga, pero eso no es todo, la esposa de mi padre de su primera vida también rencarno solo para estar al lado de el quien ahora es mi madre, en su primera vida crió a Liam como si fuera su hijo aunque no lo sea, ella recordó su pasado y ahora está más que feliz de haber vuelto a estar con su persona amada.

Liam junto a su tía la Diosa Anahi estuvieron buscando el alma de mi padre por doscientos o más años hasta que lo encontraron.

Pasaron muchas cosas pero al final hicieron que mi padre recuerde sus vidas pasadas y con ello también recuerde a sus primeros hijos.

Antes vivía en el universo 2, me quedé por cuatro años más ahí y ahora tengo dieciocho, mi hermano menor sigue teniendo nueve, el se quedó en el universo 1 y la que creció más fui yo.

- Ya llegamos Leri, esta va a ser tu habitación, como la primera vez que viniste acá.

- Gracias padre.

- Te veo desanimada.

- Solo es el cansancio.

- Hermana!!!

- Leonardo, cómo has estado?

- Bien!! Has crecido mucho, te veo diferente?

- Jajaj obvio que crecí.

- Leri, tu tía vendrá en uno de estos dias para darte la vida eterna.

- Padre la Diosa Anahi no es mi tía, es la suya.

- Pero quiero que se traten como una familia.

- Dejemos ese tema para después, Leonardo ya recibió la vida eterna?

- No, a él se le dará cuando tenga más edad.

- Esta bien, estaré en mi habitación.

- Y no me saludaras a mi?

- Madre, pensé que estaría descansando, ya que es de noche.

- Estaba esperándote, has crecido mucho, me perdí cuatro años contigo aunque para mi solo fueron meses.

- Pero ahora ya estoy acá.

Después de un rato de esa pequeña reunión familiar, decidí descansar.

No sé cómo abro los ojos cuando escucho la risa de alguien que provenía de afuera, desde mi habitación puedo tener una gran vista hacia el exterior del palacio, mostrándome el enorme jardín y también la bella luna.

Ahí lo vi también a el, la persona que me encontré una vez por accidente y resulta que es al que tengo que llamar hermano por pedido de mi padre, pero no lo haré, yo no lo considero mi hermano porque como dije, nada! absolutamente nada! me une a él.

Pero volviendo a lo de antes, Liam no se encontraba solo, estaba acompañado de una mujer Bonita, sabía que esto sucedería, tal vez debo resignarme?

No me doy cuenta que lo sigo mirando, hasta cuando el alza la vista hacia mi y me vee con esos ojos verdes hermosos que en la noche parecieran que se tornan un poco oscuros.

Retrocedo varios pasos y comienzo a sentir que mi corazón late con fuerza, no quería que me viera de esta manera, como si lo estuviera espiando, me metí a la cama y cerré mis ojos fuertemente para quedarme dormida y valla que si lo logre.

Al día siguiente me levanto con la vergüenza que aún sigue en mi y no se porque mi cuerpo me duele pero no le tomo importancia, espero que no diga nada de que me vio ayer espiandolo, sonaría extraño porque solo me levanté por el ruido que había escuchado.

Procedo a bañarme con las escensias aromáticas que traje del universo 2, mis favoritas son las que huelen a rosas, después de varios minutos salgo del baño y escojo un vestido ligero, me gusta moverme con facilidad cuando corro o camino.

TOC TOC.

- Si?

- Señorita, la están esperando para desayunar.

- Dígales que ya bajo.

El mayordomo se fue y yo aún no quería salir de mi habitación, pero que puedo hacer, tengo que salir y ver que es lo que tiene la vida para mi, tal vez pueda distraerme mientras estoy acá.

Al bajar escucho las risas de todos, cuando llego me encuentro con la sorpresa de que esa mujer que estaba con Liam anoche está aquí, acaso pasó la noche con el?

No pienso demostrar que eso me afecta, puedo guardar muy bien mis sentimientos y comportarme educadamente, paso por el lado de ellos sin mirarlos y me dirijo a mis padres.

- Lamento haberles hecho esperar.

Dije con un tono tranquilo sonriendoles a mis padres y hermano mientras que a Liam y a su acompañante los ignore, porque a pesar de que el me guste yo lo siento un poco extraño y por esa mujer aún más.

- No te preocupes hija, puedes comer lo que desees.

- Leri tu comes mucho.

Hablo mi pequeño hermano menor causando la risa de esa tipa que me cae mal.

- Y sigo comiendo más hermano, cuando estaba donde Leo, el me consentía mucho.

- Extraño a Leo..

- Tal vez un día vayamos a verlo y a mi pequeño sobrino también.

- Si!!!

El que mi hermano me haya dicho que como mucho no me importó ni me avergonzó, pero me enojó de que esa mujer se riera solo por eso? Que ridícula.

- Leri ella es la amiga de tu hermano._ Dijo mi padre señalando a la joven.

- Leonardo tan pequeño y ya tienes amigas mayores?._ Hablé aguantandome la risa.

- Es la novia de Liam hermana, no es mi amiga.

Respondio Leonardo haciendo que la risa que tenía por dentro se esfumara.

- Leri yo me refería a Liam.

- Lo siento padre, como dijo hermano pensé que me estaba hablando de Leonardo.

- Me presento, soy Aide, tus padres hablaban mucho de ti, Leri.

- Me alegra saber que mis padres me han extrañado como para hablar de mi.__ sonrió levemente.__ pero diríjase a mi de manera educada, no somos amigas y no me vuelva a llamar por mi nombre.

- Lo siento...

- Leri no te molestes, la señorita Aide quiere ser tu amiga._ Dijo mi madre viéndome.

- Madre no estoy molesta, pero desde pequeña he recibido una educación maravillosa por parte de usted que no me acostumbro a que cualquier persona venga y me trate como si me conociera de toda la vida.

- Creo que la pequeña tiene razón, Aidé solo dirígete a ella como señorita Leri.

Por fin habló la persona que he estado tratando de esquivar la mirada, para empezar quien se cree para decirme pequeña? Acaso esta ciego? Ya crecí y sigue llamándome así.

- Gracias por su ayuda pero esto también va para usted, no me vuelva a decir pequeña porque soy lo suficientemente grande.

Le digo en un tono tranquilo para que mis padres no noten que estoy enojada, pero me percaté de que Liam esbozó una pequeña sonrisa, fue mi imaginación o tal vez.. vi mal?

- Leri él es tu hermano, por qué lo tratas de usted?

- Padre, es su hijo de la primera vida pero no es mi hermano, no nos une la sangre, por lo menos con Leo si teníamos unión de sangre por eso lo llamaba hermano a pesar de ser mi primo pero lamento no poder decirle de la misma forma al Rey.

Miro a Liam de reojo y veo que no dice nada, más diría de que esta disfrutando de su desayuno que prestando atención a mi charla con mis padres.

El desayuno transcurrió rápido, me despedí de mis padres y me fui afuera del palacio para conocer más los alrededores, este Reino sí es glorioso y muy grande, mi padre me contó de que Liam tenía hace mucho para ser emperador al igual que otros gobernantes pero el decidió de que quería que se quede como un Reino y siga teniendo el nombre Imperial ya que con eso demuestra que su poder es igual al de un emperador.

A parte de que este Reino es respetado porque se encuentra el descendiente de un Dios, su sangre es única y especial, diria que hasta con la sangre de un Dios pueden curar muchas enfermedades.

- Si querías pasear porque no le pediste a Leonardo que te acompañe?

- Puedo hacerlo por mi cuenta, no soy tan despistada.

- Me dice la niña que chocó conmigo dos veces?

Quería darle la contra pero era verdad, la primera vez que conocí a Liam fue en el pueblo mientras hacía algunas compras y tropeze con el ocasionando que me caiga al suelo, la segunda vez fue en la boda de mi hermano, pero ahí el logro sujetarme para no caerme delante de todos los invitados.

Pensé que tal vez el destino hizo que me encontrara con el de nuevo pero en mi segundo encuentro me enteré de que era el hijo de mi padre cuando tuvo su primera vida, al principio lo tomé a mal pero después pensé más las cosas y solo por el hecho de que sea el hijo que tuvo en su primera vida mi padre, no quiere decir que seamos hermanos.

- Ya le dije que no me diga niña.

- Si contamos las edades soy muchísimo mayor que tu, además eres mi hermana.

- No soy su hermana, si ya terminó quiero estar sola, vine para pasear yo sola!

- Lo siento, pero te puedo hacer una pregunta?

- Pregunte rápido que no tengo paciencia.

- Te caigo mal?

- Por qué pregunta eso?

- No me quieres tratar como un hermano, si se que no lo somos de verdad pero ya mi padre me dijo que quiere que trate a Leonardo y a ti como si lo fueran.

- Entonces tratelo a el como a un hermano, pero no a mi, yo solo tengo dos hermanos y son Leonardo y Leo.

- Aún así sigo pensando que no te caigo bien.

- Me caería mejor si me deja de llamar pequeña o niña como lo ha estado haciendo.

- Esque apenas hace cuatro meses solo eras una niña de catorce años y ahora ya tienes dieciocho.

- Eso es porque quería crecer más, por algo me había quedado en el universo dos, no iba a seguir creciendo si seguía acá.

- Bueno, cualquier cosa que necesites pideselo a cualquiera, ellos ya saben que eres de la familia.

- Si bueno, voy a seguir viendo los alrededores, nos vemos.

Le dije a Liam mientras me marchaba de su lado, si seguía con el iba me iba acostumbrar a su presencia y no quería eso.

- NARRA LIAM -

Conozco a Aidé de hace muchos años, no recuerdo ni como la conoci, se que quiere acercarse a mi con otras intenciones pero no quiero darle falsas esperanzas, pensaba que al encontrar el alma de mi padre podría estar tranquilo y formar una familia pero me di cuenta que el que no haya hecho eso no era solo por la búsqueda, era porque no conocí a nadie que me hiciera sentir lo que se llama amor.

Como todos los días, he estado tratando de acercarme a Aidé o sentir algo? pero eso es imposible, no la veo con otros ojos y cuando siento que se me acerca más de lo debido la aparto de mi.

Ayer quiso quedarse en el palacio ya que era de noche y por supuesto que no me negué, últimamente han estado secuestrando a muchas jóvenes en mi Reino y estoy en la búsqueda de aquellas personas que hacen eso, sospecho que no son solo humanos ya que a ellos los puedo atrapar fácilmente en cambio a estos no!

Mientras ingresaba a mi Reino y hablaba con Aidé que no se porque me dio la sospecha de que reía fuerte solo para que otros nos escuchen, sentí la mirada de alguien, alze mi vista y me encontré con los ojos de una hermosa joven, ella se alejó de la ventana y no la pude ver más, se me hizo extraño de que estuviera alguien ahí.

Cuando le ordené a mi mayordomo de que lleve a Aidé a la habitación de huéspedes, yo me dirigí a la mía pero al pasar por los pasillos recordé a la joven que había visto mirarme, solo pensaba en ella y quería saber quién era y que hacía en la habitación de la pequeña Leri, la hija de mis padres.

- Recién llegas?

- Hola Leonardo, qué haces despierto?

- Estuve entrenando.

- A estas horas?

- Es broma, fui a la cocina por algo de comer.

- Ya veo.

- Ven conmigo.

- A dónde?

- Solo sígueme.

El pequeño me llevó a la habitación que era de Leri y comenzó a tocar pero nadie abría.

- No me abre, creo que ya se durmió.

- Sabes quién está ahí?

- pues ahí está Leri, yo quería hablar con ella porque no tengo sueño, podríamos charlar los tres.

- Leri volvió?

- Mi padre te lo dijo ayer, no escuchaste?

- Estuve un poco distraído.