Nahira Soler De Luna, de 1.58 de estatura actualmente, piel blanca, ojos grises, cabellera blanca y larga, pero cuando es día de luna llena sus ojos cambian a color azul cielo, en su mano derecha posee una marca en forma de luna que al igual que sus ojos cabía en luna llena, haciendo que esta brille, ella es nacida en el Cairo, ahora bien sus padres Berenice e Itzae después de un año de mantener su relación en secreto se fugaron a una corta edad debido a que el abuelo de su madre no apoyaba que estuvieran juntos, Itzae al no tener familia y por lo tanto no darle cuentas a nadie aprovecharon y viajaron a donde su presupuesto les permitió, viviendo como podían, viviendo al día, después de todo ¿qué podían hacer un par de muchachos por la vida solos sin nada de apoyo? Como sea, poco después de que lo hicieron Berenice se enteró de que esperaba a Nahirara, por desgracia él falleció en un accidente cuando Berenice cursaba su segundo trimestre, haciendo que ella estuviera a punto de perder a su bebé, pero por la intervención de Selene, la actual diosa de la luna se pudo salvar ahora la pequeña esta sana y salva así como obtuvo el título de "la hija de la luna" y desde entonces su vida estuvo teniendo cambios constantes, tanto de la madre como de la niña.
Pero ¿qué importaba más? ¿Tener una vida un tanto normal sin su pareja y con el recuerdo de un hijo que nunca nació o tener sorpresas, cambios y de vez en cuando como en todo apostar todo para seguir adelante? ¡claro que apostar lo todo por su bebé! Y así lo hizo.
Si, la niña ya no sería normal y cuando llegara el tiempo ocuparía el puesto de Selene, pero viviría para ver un mañana ya sea bueno o malo, su madre con tal de no perderla aceptó y entro a este mundo sobrenatural.
Así Nahiara obtuvo una vida peculiar llena de aventuras esperando el día en que la llamen…
"Nahiara, la nueva luna"... teniendo cambios constantes ya sea por parte de su origen o que cambiaban de vivienda por su madre...
La chica debido a lo que era y a las exigencias de las personas alrededor de su familia, especialmente los que rodeaban a Selene, aprendió una gran variedad de habilidades desde arte, moda, música, artes marciales, medicina especializándose en el veneno, y muchas cosas más, con el paso del tiempo se ganaría orgullosamente el nombre que tenía predestinado para ella desde un principio y ayudaría a quien pudiera sin importar nada, honrando el nombre de su familia se volvería la mejor de los mejores en lo que hiciera y cuando llegara el día todos acabarían con devoción a la única descendiente de su benefactora y una de sus gobernantes "la diosa luna".
(Espero y les guste, como pueden notar no tengo un buen método de escritura y suelo confundir palabras, aún así si estas leyendo esto y te gusta agradecería que me apoyes y siempre serán bienvenidos los consejos :3)
Hola, mi nombre es Nahiara Soler y desde que tengo memoria he viajado con mi madre, la madre que me ha criado desde pequeña y vive conmigo, mi madre biológica, ella es una escritora mundialmente reconocida y también hija de un gran diseñador aunque no se hablan mucho, por lo que viajamos mucho, en cada viaje después de cumplir los 5 he ido aprendiendo algunas habilidades o practicándolas en donde llegamos, así aprendí a tocar todo tipo de instrumentos, aprendí también cada uno de las danzas tradicionales de los lugares a donde viajaba, al igual que defensa personal y diferentes artes marciales, pintura, costura, cocina, entre otras cosas por lo que mi madre dice que soy una cajita de monerías.
Hasta la fecha como ya mencioné no nos hemos quedado mucho tiempo en un solo lugar, pero hubo una excepción, en Japón vivimos durante un año entero, algo extraño pero agradable. Antes duramos por lo mucho un par de meses, viajábamos para que mi madre consiguiera inspiración, algunos eventos de firma de libros o algo por el estilo... aunque ambas aprendimos de los viajes estos siempre eran cansados, durar horas sentados en un avión no es para nada agradable si es que no te gusta fusionarse con el asiento claro.
Bien es hora de ir a dormir para mañana tomar el avión, y comenzar con una nueva aventura que me estará esperando en la nueva casa en París…
El siguiente día llegó antes de lo esperado pues a pesar de dormir temprano nos levantamos un poco mas tarde de lo habitual y aún así quedamos con sueño ¿cómo está eso?, bueno cuando terminamos de hacer nuestras maletas pues como siempre lo dejábamos al ultimo, hicimos varias cosas antes de irnos al aeropuerto como es por ejemplo desayunar, el despedirnos de todos los que conocimos en nuestra estancia aquí, algo que hicimos relativamente rápido, ver los alrededores por última vez este año entre otras cosas... al llegar al aeropuerto hicimos lo de rutina y cuando terminamos ya estaban anunciando nuestro vuelo por lo cual salimos corriendo a donde nos tocaba. Tomamos el avión y comenzó nuestro viaje, una nueva aventura nos esperaría, una nueva casa, un nuevo país, nuevas personas así como una nueva escuela nos esperaba.
Después de algunas horas, que me pareció una eternidad llegamos a París, salimos del aeropuerto y tomamos un taxi a la cual seria nuestra nueva casa, esta vez mi madre me había prometido dejarme terminar el año escolar sin ningún viaje de entremedio, pues se suponía que en Japón duraríamos dos años pero como podrán notar no fue así pero ella me lo repondría aquí.
Cuando llegamos al nuestro nuevo hogar bajamos las maletas y entramos en el, mi madre me mostró cual seria mi dormitorio y después de ver toda la casa comencé a desempacar, tarde un poco más de una hora era un domingo por la tarde, hoy debía descansar lo más que pudiera ya que al día siguiente mi madre me inscribiría a la escuela, ellos ya sabían sobre mi llegada solo tenían que ver algunos asuntos y me podría quedar a clases.
Cenamos y después de un rato de hablar fuimos a dormir, al día siguiente mi madre me despertó para ir a la escuela, de lo que me dijo sobre la escuela me gusto la mayoría de lo mencionado. Me vestí, llevaba un vestido celeste unos cuantos centímetros arriba de la rodilla, un saco blanco y botines del mismo color, llevaba el cabello suelto una gargantilla que me había regalado mi madre en mi cumpleaños con la forma de alas de ángel…
Al llegar a la escuela nos dirigimos a donde un hombre nos había dicho que quedaba la oficina del director, parecía ser el conserje, en ese lugar mi madre hablo con el director durante unos minutos después este pregunto:
—Señorita ¿Necesita ayuda en algo o se le dificulta nuestro idioma? -lo dijo mirando de reojo a mi madre ya que más que para mí la pregunta se la hacía a mi madre, pues si no supiera su idioma ¿Cómo le contestaría?
—No necesito nada señor, y como ve no tiene por que preocuparse -dije con un fluidez y con una sonrisa en mi rostro,
—Maestra -dijo el hombre llamando a una mujer que estaba parada junto a la puerta, a la que no había notado asta que el hombre la llamo- por favor lleve a la señorita al salón de su primera clase -después se dirigió a mi- la maestra le mostrará los salones y todo lo que debe saber sobre la escuela antes de llevarla al salón.
Me entrego una hoja donde estaban las clases y el salón donde se impartiría cada clase, después de tomar la hoja le agradecí y salí de su oficina despidiéndome de ambos, una vez afuera revise la hoja que me entrego al parecer en 15 minutos tocaba clase de historia, aunque no era mi clase favorita no podía quejarme y debía aprender más sobre el lugar donde viviría. La maestra me mostró la escuela y en aproximadamente 25 minutos terminamos el recogido y llegamos a un salón, la mujer que me guiaba llamo a la puerta y otra maestra abrió esta, la persona que me guiaba explico y asintiendo me dejo pasar una vez adentro hablo:
—Jóvenes, como pueden ver hoy tenemos una nueva alumna, a la cual han transferido a nuestra escuela -al decir esto volteo a donde estaba- ¿podrías por favor presentarte? -Nahiara asintió.
—Buenos días, mi nombre es Nahiara Soler De Luna, tengo 16 años y a partir de hoy seré su nueva compañera -dije he hice una pequeña reverencia- estaré a su cuidado.
—Bien Nahiara, veo que hablas con fluidez nuestro idioma, ¿podrías contestar algunas preguntas de tus compañeros?
—Claro maestra -dije con una sonrisa y entonces después de que la maestra digiera algo una chica castaña hablo.
—No eres de aquí ¿verdad? ¿De donde eres?
—No, no soy de aquí, yo soy nacida en el Cairo pero he viajado a muchos países con mi madre por su trabajo y me han trasferido desde Japón.
—Eso explica la reverencia -dijo un chico rubio en vos baja que al parecer nadie más escucho.
—¿Podemos saber que trabajo tiene tu madre? -dijo un chico con lentes en la primera fila.
—Mi madre es escritora… -dije sin más pues aunque aceptara contestar ya no quería hablar ya había hablado más de lo que hubiera hecho al principio pero no podía negarme a la petición de la maestra.
—¿Cual es su nombre? ¿Podrías decirlo por favor? -dijo el rubio junto al chico de la pregunta anterior.
—Berenice Soler... -entonces veo como algunos de los chicos se miran entre si.
—¿La escritora con el mayor número de libros vendidos en todo el mundo y que se presentara al fin de mes aquí en París para una firma de libros? -lo dijo muy rápido y sin respirar, note que se quedo sin aire, era la castaña que había hablado al principio.
—¿Si? -al parecer conocía a mi madre pero yo estaba deseando que la maestra detuviera las preguntas y me permitiera tomar asiento.
—¿Qué tiene eso? -dijo una rubia en la primera fila- no es más que una escritora, ni mas ni menos, ¿y ya con eso te crees superior? Ese trabajo no es nada mi padre es secretario del alcalde de París…
—Señorita disculpe pero… -dije interrumpiéndola- ¿me podría decir en que momento me creí superior? Si alguien más creé eso de mi lo siento pero si fue solo usted le pido el favor de que se guarde sus comentarios -al decir eso observo que la chica me mira algo molesta sin darle mayor importancia miro a la maestra- disculpe maestra pero… ¿podría pasar a sentarme por favor?
—Oh claro, tu lugar será en la ultima fila junto a Damián -miro como un chico pelirrojo se sobresalta al escuchar esto, agradezco a la maestra y camino a mi lugar entonces escucho que ella continua con la clase
—Hola -le digo al chico y este me regresa el mismo saludo, la clase pasa rápido para mi pues como no conocía nada del lugar se me hizo interesante, después de esa clase seguía el almuerzo, mi madre me había preparado un almuerzo así que esperaba con ansias saborearlo, al terminar la clase todos salieron pero antes de que yo lo hiciera la maestra me llamo.
—Nahiara ¿podrías pedirle los apuntes a alguno de tus compañeros? -yo asentí pues debía hacerlo si quería saber lo que han visto asta ahora y para tenerlo en cuenta para algún futuro examen- por cierto ya se les informo a los demás maestros sobre ti, Damián será tu compañero de asiento en cada una de mis clases más no te podría decir en las demás clases…
—Esta bien maestra no se preocupe me adaptare -dije sonriente y después salí del aula.
Di una pequeña vuelta buscando un lugar donde sentarme a comer hasta que encontré una banca alejada de todos la cual me pareció perfecta para mi, me senté y de mi mochila saque un recipiente con mis fideos y unos palillos pues el día de ayer mi madre solo alcanzo a comprar algunas cosas ya que las compro de camino a casa saliendo del aeropuerto y por eso hoy compraría lo que hiciera falta. Así que aquí me tienen comiendo fideos en un recipiente con dibujos de gatitos comprado en una tiendas de recuerdos, aunque no se porque tenían esto en ese tipo de tienda.
—Hola -al escuchar la voz levanto la mirada era la chica castaña y su compañera de asiento- soy Rosalya y ella es Marianne -dijo señalando a la chica de ojos azules la cual me saludaba con su mano.
—Hola… yo soy Nahiara es un gusto conocerlas… -le conteste un poco sorprendida de que viniera a donde me encontraba para presentarse.
—Nahiara ¿podemos sentarnos contigo? -me pregunto Marianne a lo que asentí, cuando se iban sentando yo tapó mi traste y guardo las cosas en mi mochila entonces la escucho decir- ¿Qué comías?
—Fideos… -no se que más decirles, no quiero que piensen que no me agradan pero no estoy acostumbrada a hablar mucho con la gente pues en los viajes cortos madre contrataba un tutor para no estar inscribiéndome en una nueva escuela cada dos o tres meses… y tampoco es como que quisiera hablar con ellas en este momento.
—Hola chicas -escucho unas voces que me sacan de mis pensamientos, bien ahora ahí más gente ¡Fantástico!
—Hola -contestamos Rosalya y yo al mismo tiempo después escucho a Marianne contestar tartamudeando.
—Nahiara ¿cierto? -dice el chico rubio, yo me limito a asentir- soy Adrián y el es Ernesto -señala al chico con lentes de su lado el cual me saluda con su mano y yo hago lo mismo- ¿no hablas mucho?
—Por lo general hablo solo lo necesario… -los observo pasando mi vista por cada uno de ellos- no estoy acostumbrada a hablar mucho con las personas…
—¿Y eso? Eres muy guapa y tienes un pelo hermoso al igual que tus ojos -dice Rosalya ladeando su cabeza- no me digas que no tienes amigos en ninguno de los lugares a los que viajabas o un novio.
—Solo tuve un amigo pero no de mi edad era un par de años mayor que yo… -¿es extraño no tener amigos? Yo no tengo por todo lo que pasa a mi alrededor y lo que soy- él es hijo de una amiga de mi madre en Japón por lo que nos volvimos amigos así que es todo...
—¡Bien! ¡Te presentaremos a todos nuestros amigos y nosotros seremos tus nuevos amigos! -dijo Rosalya levantándose de un salto y poco después levantándome a mi- ¿verdad chicos? -todos contestan de forma afirmativa y Rosalya me comienza a arrastrar.
—¡Mi mochila! - me suelto y entonces el rubio me la entrega- gracias.
Me llevaron a con cada uno de los compañeros del salón y me presentaron a ellos excluyendo a un par que según ellas la rubia se llamaba Kloe y la chica que se sentaba a su lado era Amalia, me dijeron que evitara el hablar con ellas ya que a la rubia le gustaba molestar a los demás y así me evitaría un mal momento, pero ¿quien dijo que quería hablar con todos? Yo estaba un poco incomoda por hacer algo que no estaba acostumbrada, puedo hablar con muchos adultos sobre temas que les gusta pero me incomoda hablar con personas de mi edad, es irónico ¿no?.
—¿Ahora que hacemos? -escucho a Ernesto preguntar pero revisa la hora y descubre que ya casi era hora de clases- ¿Qué materia toca ahora? -al escucharlo comienzo a buscar la hoja que me entrego el director pero antes de que la encontrara Marianne dijo que tocaba de elección libre a lo que todos voltearon a verme.
—¿Qué clase tomaras? -dijo Rosalya mirándome fijamente.
—No lo se, ¿pueden decirme que clases hay?
—Música, artes plásticas y cocina -dice Adrián pensativo- ¿Cuál te gustaría tomar? Por las tardes la escuela da clases de pintura, esgrima, he idiomas por si gustas tomar alguna extra…
—Mmmmm, todas me gustan… y sobre las extras tendré que pensarlo ¿en cuales están ustedes?
—Cocina, -hablaron Rosalya y Marianne a la vez- así puedo probar lo que Mary prepara recién lo saca del horno -prosiguió Rosalya.
—Yo estoy en música aunque solo se tocar guitarra… -anuncio Ernesto.
—Estoy en música… -concluyo Adrián.
—Mmmm, puedo cocinar en casa pero no puedo tocar… ¡esta decidido entrare a música! Las artes plásticas no me llaman tanto la atención... -mientras daba mi grito lleno de decisión sonó la campana y todos fuimos a los salones que nos tocaba cuando llegue la maestra me observa y pregunta:
—¿Eres la chica nueva? -yo asentí había más gente de la que pensé al parecer en este tipo de clases pueden juntarse los diferentes salones sin importar el grado- ¿sabes tocar algún instrumento? -todos me miran esperando la respuesta, yo solo asiento- ¿Cuál?
—¿Cuál queda disponible? -me mira con una cara irritada de que no responda una pregunta con otra- ¿podría decirme por favor?
—Solo queda el piano y violín… -la observo sin decir nada al ver que después de un suspiro iba a seguir hablando- ¿Cuál quiere? Puedo conseguir el instrumento que quieras en la bodega no te limites.
—No, así esta bien quiero tocar el piano… -me observa, no me gusto su mirada era una mirada que me subestimaba- ¿puedo?
—Bien, Adrián ¿puedes enseñarle? Tengo que ver hoy un asunto con otros de tus compañeros y...
—Disculpe maestra -digo interrumpiéndola- no necesito que lo moleste yo puedo sola…
—Mmmmm, -¡otra vez esa mirada! ¡No me subestime maestra! puedo hacer más de lo que aparento- tengo que comprobarlo te pondré una canción fácil y si la tocas sin ningún error te dejare sola -asiento y ella pone las partituras en su lugar entonces tomo asiento- cuando quiera -me dice con un semblante serio entonces veo las partituras, es Beethoven “Für Elise” ¡una de mis favoritas! Esto lo puedo hacerlo asta con los ojos cerrados, veo como la maestra comienza a impacientarse y todos los alumnos me observan ¡que nervios!, la maestra iba a hablar y antes de que pudiera comienzo a tocar.
Esta melodía, siempre me envuelve en ella, imagino lo que quiere decir la canción, los sentimientos que comparte, en repetidas veces ciertos mis ojos y toco toda la canción viviéndola, al principio si dude de tomar esta clase pues no quiero sobresalir ya que estudie música por muchos años pero como no puedo tener un instrumento por tantos viajes y ya extrañaba el volver a tocar pues aquí me tienen. Termino de tocar y la maestra me observa con los ojos abiertos pues al parecer todos pensaron que no podría tocarla entonces veo a la maestra.
—¿Lo has tocado antes? -asiento con una pizca de pena- ¿Qué otro instrumento sabes tocar?
—Bueno, en realidad se tocar todos los que conozco -digo bajando la cabeza de la vergüenza pues no quería que pensaran que era presumida pero tampoco quería mentir.
—¿Es así? -asiento- demuestra lo que dices -me dice incrédula, esta mujer en verdad cree que soy una mentirosa, pero ahora vera que no miento.
—¿Adrián? -se sorprende un poco al escucharme pero el trae un violín en la mano y la verdad soy un poco perezosa para ir a la entrada donde están al igual que no se si se pueden enojar o no- ¿me lo puedes prestar?- al parecer se olvido de lo que traía en la mano un poco sonrojado asiente y me lo entrega- por favor maestra ponga una.
Y así termine tocando el violín y la guitarra, estaba harta de la maestra que no quería creerme aunque ella dijo que tocara la guitarra para ver si no escogía los instrumentos que “ya sabia tocar” siendo que ya le había dicho que se tocar casi todo. Al final me dejo en paz y comenzó bien la clase según dijo, al parecer esta maestra es muy terca y orgullosa, ¿Qué pensaran mis madres de lo que hice hoy?, así pasaron las clases, no he hablado con los demás desde el almuerzo y ya estamos en la ultima con unos minutos para poder salir.
Tocan la campana, guardo mis cosas y salgo casi corriendo cuando la maestra se despidió y salió, no quería que Adrián, Ernesto o las chicas si ellos les contaron me preguntarás sobre la clase de música por lo que me he tratado de esconder entre clases. Iba bajando las escaleras y escucho como Rosalya me gritaba ¡si les contaron! ¡Me tengo que ir rápido si no quiero ser interrogada! Aunque pensándolo bien no tiene nada de malo y mis madre no me prohibieron mostrar este tipo de habilidades a los demás ¡pero no quiero que piensen mal de mi! Mientras estaba metida en mis pensamientos siento como se sube en mi espalda de un salto.
—¡Te atrape! -grita en mi oído, hombre ¡esta chica me dejara sorda! Y ¿Cómo me alcanzo? Es rápida…- ¿por qué escapas?
—¿Quiero ir rápido a la casa? -digo pero ni yo me la creo- ¿puedes bajarte por favor? -estaban mirándonos, esto es muy extraño…
—Oh si perdón...
—Estas perdonada ahora... -intento escapar pero una mano me detiene por segunda vez- ¿en serio?
—No escaparas -dice Adrián deteniendo mi brazo para que no pueda hacerlo- ¿Por qué lo haces?
—No escapo -desvió la mirada- solo quiero ir a casa rápido ya que… ya que quiero comprar un helado -¿En serio? ¿Un helado? Aunque si escuche que vendían unos muy ricos por aquí...- escuche que son deliciosos y… ¡quiero probarlos!
—Si es así ¿Por qué ir sola a tu casa? Podemos acompañarte a comprarlo de camino a tu casa y mientras tanto platicar ¿no? -dijo Ernesto, este niño ya no me simpatiza- vamos te acompañamos y puedes mostrarnos donde vives, dos pájaros de un tiro.
—Es que verán no tengo dinero conmigo porque mi madre aun no saca del banco y apenas llegamos ayer así que también mi casa esta hecha un desorden -me pregunto el ¿Por qué sigo hablando? Quiero desaparecer antes de que algo malo suceda esto me esta dando mala espina.
—Te invitamos, vamos Nahiara por el helado y ¡después a tu casa! -esta Rosalya y Ernesto están hechos el uno para el otro, ¿que no ven que me quiero fugar?- y ¿que tal una pijamada?
—No lo creo -lo sabia, esto no me gusta, por cierto, hablando de esto, tengo que ver cuando es luna llena, tendré que usar lentes, ponerme lentillas de color o esperar y que no noten el color de mi ojos aunque lo dudo pero por ahora a sacarme de esto- como dije mi casa es un desorden...
—Puede ser en mi casa -¿en cerio Marianne? ¿Ahora tu? Ya solo falta Adrián…
—No creo que tus padres dejen que chicos y chicas hagan una pijamada -por favor déjenlo ya me va ha dar algo si siguen y por si fuera poco seguimos frente a la escuela- así que…
—Yo diría que en la mía pero mis hermanas… no creo que sea buena idea -gracias a dios que esta chica tiene hermanas.
—Yo estoy igual no por hermanas si no que no puedo… -este... ¿que paso aquí? ¿Cuándo acepte hacer la pijamada?
—Puede ser en mi casa… claro si quieren -tierra trágame en cerio ¿Adrián también? En fin ya estoy muerta solo esperare un milagro- mi padre esta de viaje esta semana así que solo estarán Natalie y el gorila en casa… -¡no puede ser! estoy muerta solo falta que pase un perro y me orine.
—Por mi esta bien, tenemos que darle la bienvenida a Nahiara -Rosalya mira a Marianne, algo se traen estas dos, y… ¿quién quiere una bienvenida? Bueno ya que no me puedo salvar de esto por lo menos intentaré mi ultima carta, también me queda el consuelo de que se olvidaron sobre lo de la clase de música.
—A m-mi m-me parece buena idea –chica para por favor, empiezas lento y terminas como flash, tranquilízate.
—Entonces decidido, ¿esta bien mañana? -concluyo Ernesto.
—¡No puedo! -grite tratando de que me dejara en paz con eso.
—Entonces escoge un día en que puedas pero que sea de esta semana -me aconsejo el rubio.
—No puedo en toda la semana -desvío la mirada ¡no quiero ir! Seguro será incomodo, nunca he hecho una en toda mi vida, y ni siquiera se donde vive cada uno de ustedes o sus costumbres.
—¿Por qué? -pregunta Marianne.
—Bueno... -¿que digo? Ni modo mas vale algo a nada- tengo que ayudar a mi madre a desempacar y yo no tengo una pijama conveniente para esta ocasiones... -desvío la mirada por favor que me crean, aunque en realidad no tengo, solo yukatas y si tengo que desempacar.
—¿En cerio? -pregunta Adrián.
—si…
—Bueno podemos prestarte una y decirle a tu madre si te deja hacerla... -habla Marianne.
—¡No! Digo no es necesario es que estoy acostumbrada a usar solo yukatas -lo sabia debí haberme quedados dormida en casa o haber escapado mas rápido.
—Con eso estará bien, -comenta Rosalya- entonces mañana a las 7 en casa de Adrián, ¿esta bien Adrián?
—Claro -todos ustedes… a todos les gusta mi sufrimiento y tú chico rubio parecías más tranquilo al igual que Marianne ¡todos me han engañado!- todos saben donde vivo ¿verdad?
—Si -dice Rosalya con una gran sonrisa, casi como la del gato de "Alicia y el país de las maravillas".
— Si... -contesto Marianne con timidez, ahora la muestra ¿No pudo hacerlo antes y evitarme esto?
—Claro que si -dijo Ernesto abrazando a Adrián por el hombro.
—¿En cerio? ¿Qué no les acabo de decir que apenas ayer llegue? ¡No soy adivina! - ¿o si podre ser adivina? Yo creo que es más fácil preguntarle algunas cosas aunque sean del pasado a madre luna ella todo lo que pasa lo sabe o si no se lo pregunta a el tío.
—¿Qué piensas? -indaga Rosalya.
—¿Yo? Solo si mi madre lo permitirá…
—¡Podemos ir todos a preguntarle! -sugiere Ernesto... me rindo, parece que ni existo...
—No, no y no es más ya es muy tarde y tal ves mi madre no esta en casa así que yo me encargó mejor decidme… ¿como llego a casa de Adrián?
—Puedo pasar por ti mañana, si quieren paso por todos…
—Estoy bien -contestaron Rosalya y Ernesto, WOW sincronizados ¡que lindo!
—Yo no, digo ¡no es necesario Rosalya pasara por mi!
—Digan las opciones… -antes de que alguien me contestará llega un auto, me fijo en mi reloj ¡dios! Tenemos media hora hablando ¡mi madre me matara si esta en casa!- ¡me tengo que ir, me mataran!
—¡Espera! te llevo -ofrece Adrián, antes de que saliera corriendo.
—¡Gracias! Nos vemos mañana chicas y Ernesto… -se despidieron y Adrián me estaba dejando atrás lo alcanzó, subí a su coche, le dije mi dirección y arranco llegamos en poco y me bajo del auto- ¡gracias te debo una!
—Entonces permite que pase… -¿él es así? Pero debo pagar, aun así ¿para que quiere pasar?- solo permite que le diga a tu madre sobre lo de mañana…
—¿Eso esta bien? ¿No te causara problemas?
—No, solo serán unos minutos mientras hablo con ella.
—Me refería a lo de mañana, si no te lo permiten puedes cancelarlo, mañana si quieres se los digo yo aunque no creo que me hagan caso…
—¿EH? ¿te preocupa que me regañen?
—¿Por qué no lo haría? En primera no puedes hacer nada sin autorización de tus padres y en segunda seria por mi culpa aunque no quería esto…
—No te preocupes no creo que se molesten, y bien ¿puedo pasar?
—Oh si claro espera un segundo -abro la puerta y pasamos, invite al hombre que venia a pasar pero Adrián aun así le dijo que mejor lo esperará en el auto- ¡he vuelto! ¡mamá! ¿¡mamá!? – al no tener respuesta dejo a Adrián en la sala y salgo corriendo a buscar a mi madre pero no la encuentro entonces le marco.
—“¿Hola?” -¡contesto al fin mi madre!
—Madre ¿Dónde estas?
—“Estoy comprando algunas cosas, te he dejado en la estufa comida adelantarte yo tardare algunas horas más”
—Esta bien, te pasare a alguien que quiere hablar contigo…
—“¡Bien!”
Narra Adrián:
Vi a Nahiara tenderme su celular, lo tomo y la observo entonces me dijo que su madre no llegaría asta en algunas horas, cuando lo dijo hablo por el móvil.
—¿Hola?
—“¡Hola! ¿Qué tu querías hablar conmigo?” -me contesta una voz muy alegre.
—Si, así es… vera mi nombre es Adrián soy amigo de su hija quería preguntarle si podría dejarla ir el día de mañana a una pijamada en mi casa irán un par de amigas y otro chico…
—“¿Eres su amigo? ¡Fantástico y estas en mi casa! Nahiara nunca había tenido amigos aparte de Takane y nunca llevo a una chica a casa mucho menos un chico, -se quedo un minuto en silencio, comencé a pensar que se negaría, aún así ¿quién es Takane? ¿Por qué me preocupo de ello?- bien, pero deben comportarse, estará algún adulto en tu casa ¿verdad?”
—Si señora no se preocupe -aunque ellos parece que ni están.
—“Bien entonces yo le pregunto a ella en lo que quedaron de llevar o cualquier otra cosa, me tengo que ir ¡adiós!”
La mujer corto la llamada sin más, parecía una mujer muy enérgica y carismática, o por lo menos así se escucha, observo a Nahiara la cual me miraba sin ninguna expresión, y de nuevo ¿quién es Takane? Me gustaría preguntar pero no creo que sea conveniente… no se siquiera porqué me lo pregunto… si estaré mal.
—Tu madre ha aceptado… -le digo por fin entregando su celular- mañana pasare por ti a las 6:40 ¿esta bien?
—Bien, ¿que debo llevar?
—Oh, lo que necesites para pasar la noche… -la observo que ladea un poco su cabeza...
—Yo decía de comida o bebida...
—Nada, yo me encargo de todo no te preocupes por eso.
—¿Puedo protestar? - ¿es en serio? Veo como sentada a un lado mío comienza a mover sus pies de adelante para atrás, parece una niña pequeña, que linda… un momento en que pienso mejor me voy ya.
—No, no puedes… bien me debo ir -me levanto del sofá en el que estaba y veo como ella hace lo mismo, hablamos sobre unos cuantos detalles mientras nos acercamos a la puerta y al terminar nos despedimos.
Narra Nahiara:
Adrián se fue, después de que vi como se subía al auto y se iba entre a la casa y fui a comer, hice tarea y me duche, entonces llego mi madre hablamos sobre la pijamada del siguiente día y sobre otras cosas triviales, después de la charla mi madre y yo comenzamos a hacer la cena, comimos y fui a mi habitación, ya era de noche la luna estaba en lo alto por lo que salí al balcón de mi habitación, esta habitación me gustaba por eso mismo y como mi madre sabe que cada noche hablo con Selene me permitió quedarme con ella, salí con mi yukata puesta pues después de hablar un rato y contarle lo que me había pasado quería dormir. En verdad no tenia pijamas, pues en la casa donde vivíamos en Japón era algo tradicional y como vivíamos con la amiga de mi madre no podíamos quejarnos, allá usaba kimonos en ves de mis otra ropa, y en las noches usaba mis yukatas, pero ambos eran arriba de la rodilla, tenia alguno que otro kimono debajo de esta pero la mayoría de ellos los deje en Japón.
—Hola madre -dije en cuanto salí del dormitorio al balcón- ¿vistes todo lo que paso hoy? No puedo creer que hable tanto, y ahora sin saber como tengo nuevos amigos.
—Esa es una buena noticia hija mía, ¿Qué más te ha pasado el día de hoy?
—No mucho, solo que… se puede decir que me emocione y para mostrarle a una maestra que me estaba subestimando demostré que puedo tocar casi cualquier instrumento…
—Eso no es nada malo, como dice Berenice, tu eres una cajita de novedades -Escucho como suelta unas risitas y yo la acompaño.
—Pero madre Berenice no dice “cajita de novedades” si no una de “monerías”
—No importa de que seas cajita, pero recuerda Nahiara no muestres tus poderes si no es algo de mucha importancia.
—Lo se madre, no lo haré, mejor decidme ¿Cómo esta el tío Edgar?
—Igual que siempre, es algo gruñón pero ya sabes…
—¿Por qué el tío no quiere hablar conmigo?
—¿Quién sabe? Quizás te tenga envidia por tu belleza y por eso no habla contigo por vergüenza, pero sabes que él siempre cuida de ti cuando no estoy, aunque el no hable contigo te escucha, si necesitas algo dile a él y me lo comunicara, se paciente y algún día el hablara contigo…
—Eso espero… bien aun así dele mis saludos madre, ¡cierto! Mañana por la noche tendré una pijamada con mis nuevos amigos…
—Lo se, me lo dijo tu tío, también me dijo que te estabas resistiendo ¿Por qué lo hacías?
—Sabe que no estoy acostumbrada a socializar si no son mis mayores…
—Aun así esta es una gran oportunidad ¿no? Estoy feliz de que consiguieras nuevos amigos…
—Esta bien, pero mañana va ha ser un poco difícil hablar contigo… -mientras hablaba escuche un ruido en la calle volteo a esta y veo una sobra, ¿era una persona? ¿Qué hace una persona en la calle a esta hora?- ¿Quién anda hay? ¡Sal ahora!
—No te preocupes no es un ladrón o alguien peligroso -dijo madre luna entre risas.
—Pero es una persona ¿verdad? No puede ser un animal…
—Es ambos -al escuchar esto quede confundida entonces la sombra se paro frente a mi balcón.
—¿Con quien hablas? -pregunto acercándose, era una casa de dos pisos así que no estaba tan alto- no veo que tengas un celular en mano…
—¿Quién eres? ¿Qué haces rondando mi casa? -le pregunté estaba vestido completamente de negro y cubría su cabeza con la capucha de la chamarra, tapaba parte de su rostro con un tapa boca negro, solo se veían sus ojos verdes brillando bajo la luna.
—Nadie de importancia...
—¿Qué haces en mi casa?
—Supe de la llegada de nuevos vecinos y vine a darles la ¿Bienvenida?
—¿En cerio? ¿Entonces por qué lo hace a mitad de la noche? ¿Y te escondías? ¿no pudo venir algunas horas antes y tocar a la puerta?
—Esto… -vi que no sabia que decir y se llevo su mano a la nuca.
—Esta bien se que no eres peligroso, mi madre ya esta dormida y no quisiera despertarla… si que…
—Esta bien, solo vengo de paso estoy dando un paseo...
—Siendo así no le quito más su tiempo ¡hasta luego! -entro a la casa y cierro la puerta antes de que este dijera una palabra, adentro suelto un suspiro de alivio al alejarme de él ya que aunque no sea peligroso sigue siendo un extraño.
—Sabia que era atractivo -al escuchar la voz atrás de mi me sobresalto- pero no pensé que te haría suspirar la primera vez que me vieras.
—¿¡Qué haces aquí!? ¿A que hora subiste y por donde? Y… ¿Quién dijo que eras atractivo? -es chico estaba al otro lado de la puerta, en el balcón, como está no tenía seguro la abrió y paso.
—¡Oye! Lo ultimo dolió -dijo limpiándose unas lagrimas falsas ¡grandioso! Este chico con pasatiempos extraños es actor- y subí al mismo tiempo que tu entrabas, por si no sabes soy rápido, ¿Qué no sabes que es de mala educación dejar a alguien hablando solo y no prestarle atención?
—¿Y tú qué no sabes que es un delito entrar a la casa de alguien sin su permiso y mucho más a la habitación de una chica por la noche? -dije mirándolo enojada, aunque solo veía la mitad de su rostro- ¡sal de mi casa antes de que yo te saque y no vuelvas a entrar sin permiso!
—Pero…
—A la 1.
—¿Pero puedo volver verdad?
—A las 2.
—…
—A las… -me interrumpió dándome un beso en la mejilla y saliendo del cuarto- es un coqueto -murmure dirigiéndome a mi cama pero no sin antes cerrar la puerta con seguro, me fije a la hora eran la 1 de la madrugada, a partir de hoy no hablare con madre después de media noche.
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