Irma es una modelo de 21 años que se acaba de graduar en diseño de modas. Hoy cumple dos años de estar con Danilo. El hombre que ama literalmente más que a si misma.
Ella al ser una modelo famosa, viaja mucho, acaba de estar en una pasarela muy importante en Londres y hoy regresa de su cansado trabajo.
Su avión aterriza en Nueva York a las 8:00 de la mañana. Lo primero que hace es ir a su departamento.
Hace un poco de ejercicio, se da un baño, se pone una mascarilla, después lava su rostro y se maquilla delicadamente. Por último busca un buen vestido y se lo coloca con delicadeza.
Ya lista sale para la empresa dónde trabaja su novio y también ella.
.....
Irma llega a la empresa y todos los empleados la saludan respetuosamente, ella los ignora y sube al elevador, presiona el botón para ir al último piso y unos minutos después ya está en el. Baja y camina cómo si no existiera nadie a su alrededor.
Llega a la puerta de la oficina y cuándo está a punto de tocar escuchá ésto...
— ¿Terminarás con ella? — Pregunta Sebastián el socio y mejor amigo de Danilo.
— No hay nada que terminar, yo jamás he estado en una relación. — Danilo usa un tono de voz qué no muestra tristeza en absoluto.
— Por Dios Danilo, llevas dos años con ella, ¿cómo puedes decir que no tienen una relación. — Sebastián se siente indignado ante la actitud de su amigo.
— Eso es lo que ella les ha hecho creer, pero yo le dejé claro que lo nuestro sólo era diversión, si ella quería eso adelante, pero si lo que buscaba era una relación seria se equivocaba conmigo.
Irma se siente cómo una estúpida. Pero las palabras de Danilo no son del todo erróneas.
...Flashback....
Dos años antes.
Danilo e Irma se encuentran en una fiesta universitaria. Desde que Irma lo vió por primera se sintió muy atraída por el.
Danilo está en una esquina con Sebastián.
— Esa chica es en verdad hermosa. — Comentá Sebastián sin dejar de ver a Irma.
— Hoy me acuesto con ella. — Danilo también tiene sus ojos en ella.
— ¿Qué?
— Iré por mi próxima conquista.
Danilo se acerca a Irma y la invita a bailar. Irma acepta encantada. Después de un rato ambos están en una habitación de hotel teniendo sexo desenfrenado.
— ¿Y ahora que somos?. — Pregunta Irma con una sonrisa y la respiración agitada.
— Eso lo decides tú. Podemos ser amigos con derechos, o nunca volver a vernos.
Irma se queda impactada con la respuesta.
— No me digas que pensaste que por un simple acostó ¿tú y yo? — Danilo la ve con una sonrisa burlona.
— Pensé que te gustó. — La voz de Irma suena entrecortada.
— Me gustas, eres hermosa y te mueves increíble, pero yo no estoy interesado en una relación. Sólo quiero divertirme, si quieres seguir con esto no tengo problema.
Irma se conforma. Piensa que con el tiempo el la vera con otros ojos. Sobre todo porque sabe que su padre le comprará acciones en la empresa de el. Está segura de que con la convivencia el definitivamente se va enamorar de ella.
^^^Fin del flashback.^^^
...Irma....
La palabra estúpida no me queda. Debieron inventar una con un mayor valor.
— ¿Y se puede saber porque terminas con ella?. — Sebastián sonaba enojado. El es un buen tipo, siempre he notado lo mucho que le gustó, pero no es mí tipo. Y el de ninguna chica creó.
— Me enamoré.
— ¿Qué tú qué? — Sebastián estaba igual o más sorprendido que yo.
— ¿Quienes es ella? — Parece que Sebastián me leyó la mente porque preguntó lo mismo que yo quería saber.
— Es una mujer extraordinaria, es hermosa,alegré, cariñosa, y lo mejor de todo es que es una fiera en la cama.
¿Así que el maldito ya se acostó con ella?, ¿que podía esperar de el?, siempre ha sido un mujeriego, y yo una estúpida que le ha perdonado cosas impermeables.
— Buenos días. — La secretaria de Danilo estaba parada detrás de mí.
— Hola Leslie, ¿cómo has estado?
— Muy bien señorita, ¿puedo ayudarle en algo?. — Si. Dame una pistola para que pueda matar al imbécil de tu jefe. Se me ocurre una mejor idea. Dame un cuchillo para que le corté la parte de abajo.. Pensé pero no dije nada de eso. Una dama cómo yo no debería pensar ese tipo de cosas.
— No, yo ya me estaba yendo. — Prácticamente salí corriendo. No tuve el valor suficiente para entrar y gritarle a ese patán todas las cosas que se merecía. Aunque en realidad si merecía lo del cuchillo.
Soy una maldita cobarde. Tengo que alejarme de él. No quiero ni debo estar en un lugar dónde mi corazón sale lastimado. Cualquier hombre se sentiría afortunado si yo le hiciera caso. ¿Porqué debería sufrir por un idiota como el.?
Una llamada interrumpió mis pensamientos. No era el contacto de cualquier persona. Era mi hermana gemela.
— ¿Que quieres? — Lo que menos necesitaba era hablar con esa traidora que me abandono. Nuestros padres se divorciaron y cada una se fue con uno de ellos. Hace más de 6 años que no la veo. Y habló con ella prácticamente nunca. De niñas y adolescentes teníamos una conexión muy bonita, ella siempre me protegió y pensé que sería así para siempre, pero no lo fue.
— No creas que te habló por gusto, necesito dinero. — Se que he dejado de importarle, pero al menos debería intentar ser menos franca.
— ¿Qué piensas que soy?, ¿un cajero automático?. — La actitud de Maribel en verdad me molesta. Primero mi novio y ahora ella. ¿Acaso a nadie le importan mis sentimientos.?
— No hermanita, no eres un cajero, pero el dinero no es para mí, es para mí madre. — ¿Mi madre?, parece que se le está olvidando que también es mi madre.
— ¿Porque no se lo pides a papá?. — Se perfectamente porqué no lo hace, preferiría morir de hambre a pedirle algo a el.
— No tengo uno. Depositame lo más pronto que puedas, necesito 200 mil dólares.
— ¿Para que?
— Sólo depositame el dinero. — Con esas palabras colgó el teléfono. Esa mujer de verdad es fría. Seis meses sin hablarme y ahora que lo hace ni siquiera me preguntó cómo estoy. — Aventé el teléfono por ahí cuándo llegué a mi departamento.
...Maribel....
Desde hace dos años la empresa de mi madre está pasando por un momento difícil. Ella está enferma así que a la corta edad de 19 años tuve que hacerme cargo del negocio. Es difícil. Muy difícil, pero no puedo darme por vencida.
De una u otra forma salvaré la empresa. Aunque pedirle ayuda a mi padre no es una opción. Ni para mí madre ni para mí.
Para mí desgracia el orgullo es mi mayor defecto. Y eso lo heredé de mi madre.
...Flashback....
...Seis años atrás....
Estaba jugando en el jardín de la escuela con mi hermana. Un chico tropezó con ella y casi la tira.
— Irma, ¿estás bien?
— Estoy genial. — Se quedó embobada viendo al tipo que la tenía abrazada de la cintura para qué no cayera.
— Si estás bien vámonos. El chófer ya nos está esperando. — Sólo quería que ése imbécil quitara sus sucias manos de mi hermana.
En el auto....
— Porque siempre arruinas mis momentos de coqueteó. — Irma quejándose cómo siempre.
— No puedes andar coqueteando con uno y otro.
— Pareces mi mamá.
— Soy tu hermana mayor. Mi deber es cuidar de ti.
— Solo naciste 20 minutos antes que yo.
— Esos veinte minutos hicieron la diferencia. Yo soy más lista que tú.
— Pero yo soy más bonita.
— Tonta, tú no puedes ser más bonita que yo porque somos gemelas.
— Pero yo tengo mejor gusto.
Ya estamos discutiendo cuándo el chófer nos puso nuestra canción favorita. Ambas nos pusimos a cantar hasta que llegamos a nuestra mansión.
— Buenas tardes papi. — Saludamos al unísono.
— ¿Cómo están mis princesas?. — Nos dió un abrazo.
— Hoy Maribel me espantó a un galán. — Irma me acusó.
— ¿Otra vez?, — Preguntó mi padre con un poco de molestia en su voz. — Si continúas así tú hermana se quedará soltera toda su vida.
— Yo sólo cuidó a Irma. — Le hablé con ternura para calmar su irá, aunque sabía perfectamente bien que no estaba enojado.
— Muy mal hecho señorita. — Me regañó delante de mi hermana. Luego antes de la comida hablamos en el jardín.
— Muy bien amor, no dejes que ningún tipo se acerque a tu hermana. — Éramos más que unos simples amigos, éramos cómplices.
— Nunca permitiré que alguien la lastimé. Y sí lo hace va pagarlo muy caro.
— Esa es mi hija. Por cierto, ¿a ti no te gusta nadie?
— Claro que no, yo sólo te tengo a tí en mi corazón. — Lo abracé y el olor de su perfume inundó mis fosas nasales.
— Te amo hija. Y el día que te guste alguien quiero ser el primero en saberlo.
— Si Papá, tú serás el primero en saber.Pero dudó que ese día llegué pronto.
Nos abrazamos de nuevo. Luego entramos a la casa. Mi madre ya había llegado.
— Hola mami. — La saludé con un beso.
— Hola mi amor. — Correspondió mi gestó.
— Amor que bueno que llegas. — Mi padre intentó besar sus labios pero ella se giró y el beso fue en su mejilla.
— Iré a bañarme. — Mi madre subió las escaleras.
— ¿Pasá algo entré ustedes dos?. — Pregunté al ver la actitud fría de mi madre hacia el.
— Nada cariño.
No le dí importancia. Pensé que era normal. Es decir, no conocía a ningúna pareja que no peleará de vez en cuándo.
Por desgracia unos meses más tarde descubrí lo que realmente pasaba.
Todo empezó porque me gustó un chico. Era la primera vez que alguien se quedaba tan clavado dentro de mi. Era una sensación muy extraña y bonita. Estar cerca de el me ponía muy nerviosa. La emoción me ganó y quise ir a contarle a mi padre. Siempre avisó antes de venir, sin embargo el deseó de compartir algo tan importantes me ganó y se me olvidó.
— Papá no lo vas a creer. Hay un chico que me ...
Cuando entré a su oficina mi mundo se vino a bajo. Trató de olvidar lo que ví en esa oficina. Pero a pesar del tiempo que ha pasado no he podido olvidarlo.
— Ya entendí porque Grace no está en su lugar. — Dije con decepción.
— Hija ésto no es lo que parece.
— Pero se parece mucho. — Cerré la puerta y me fuí a mi casa. No quise bajar a cenar ni ver a nadie por el resto del día.
Mi padre intentó entrar a mi habitación pero lo corrí. Luego fue mi madre la que tocó la puerta.
— Cariño por favor hablemos.
Levanté mi cuerpo de la cama y abrí la puerta.
— Mi amor. — Ella me abrazó.
— ¿Usted sabías?. — Creó que no era necesario preguntar, en el fondo ya sabía la respuesta.
— Si. Yo lo sabía. — Mi madre me guío a la cama y nos sentamos.
— ¿Cuando se enteró?
— Hace tres años.
— ¿Porqué sigue con el?
— Por ustedes. Porqué no quería verlas sufrir.
— Tu plan no funcionó madre. Sólo mírame.
— Voy a divorciarme. .
^^^Fin del flashback.^^^
Mis padres se divorciaron y yo me mudé a París con mi madre. De ese chico no volví a saber nada. Sé que un día volveré a enamorarme. La idea me asusta pero es algo que todo ser humano experimenta.
Por ahora no hay nadie. Y esperó que no llegué pronto, aunque preferiría que no llegué nunca. Siento qué el día que me enamoré saldré corriendo.
O tal vez no. No importa. Por el momento sólo me interesa la salud de mi madre y salvar la empresa.
— ¿En qué piensas? — Mi madre entró a mi habitación sin tocar.
— Una forma de salvar la empresa.
— Hija. Mi preciosa hija. —Acaricio mi rostro.— A tú edad deberías estar divirtiéndote con amigos, conociendo muchachos guapos, no estresandote por una empresa.
— No me estresa, adoró trabajar. — Le dediqué una sonrisa.
— Eres hermosa cuando sonríes, deberías hacerlo más seguido. Ya tendrías un novio si lo hicieras.
— Te prometo que en cuanto la empresa esté mejor me dedicaré a buscar chicos en Tinder. — Mi madre y yo sonreímos.
— Eso dices ahora, pero cuando salves la empresa pondrás más pretextos.
*Si es que logró salvarla. A veces dudo de mi misma. Pero frente a mi madre y el resto de mundo actuó cómo una mujer muy segura. *
— Me voy a la empresa, te amo. — Le di un beso en la mejilla y tomé mi bolso.
...Días después....
...Irma....
Sólo debo esperar a que mi contrato terminé, pedirle a mi padre que venda mis acciones y me iré. No quiero ver más a ese idiota.
— ¿Todavía sigues aquí?. — La voz de una mujer hizo que yo levantará la vista.
— ¿Y tú eres?. — Pregunté con desdén. A todas las mujeres las trató así. Es una mala costumbre que adquirí después de que mi hermana me abandonará.
— ¿Cómo?, ¿Danilo no te a contado de mí?. — Preguntó con satisfacción. Ahí me dí cuenta de algo.
— ¿Porqué debería?. — Seguí fingiendo que no sabías nada de ella. Sospechaba que era la zorra que se estaba acostando con el.
— Déjame presentarme, soy Samantha, la prometida de Danilo. — Me mostró un anillo de compromiso. Yo abrí los ojos cómo platos. Luego recordé que estábamos hablando de Danilo Aragón.
— ¿Porqué piensas que me importa quién eres?
— Porqué a cualquier mujer le importa conocer a su socia. — Ése "socia" no me sonó profesional.— Me das lastima. — ¿PERDÓN?, ¿Qué yo le doy QUÉ?
— Has estado dos años con el y no lograste nada. En cambio yo llevó cuatro meses y ya conseguí todo. — ¿Cuatro meses.? ¿Y me vengo a enterar ahora.?
— A qué bien. — No se cómo me estaba controlando. La maldita no dejaba de restregarle el anillo.
— Qué humillada debes sentirte. A pesar de ser una super modelo, una niña de buena familia, Y accionista en esta empresa. — Sonrió. — No pudiste retener al hombre que amas.
Esa imbécil me sacó de mis casillas. Le dí dos bofetadas y jale su cabello. Quería arrancarle las extensiones. Sus gritos llamaron la atención de la gente y Danilo vino a rescatar a la princesa en apuros.
— ¿Te volviste loca?. — Me gritó enfadado.
Yo sólo lo miré de la misma forma.
— Pídele una disculpa.
— ¿Qué?. — Pregunté indignada.
— Que le pidas una disculpa.
— No es necesario amor. Ella sólo estaba un poco alterada. — ¿Así que te estás haciendo la buena?, eres más perra de lo que imaginé.
— Irma discúlpate.
— No quiero. — Danilo se acercó a mí y al oído me susurró una amenaza. No tuve más opción que hacer lo que él quería.
— Lo siento. — Ese lo siento sonó más a un muérete zorra.
— No te preocupes, entiendo que la estás pasando mal. — Hija de perra, me las vas a pagar.
Salí de la oficina y me fui a mi departamento. Horas después el idiota de Danilo apareció en mi puerta.
— ¿De verdad te atreverías a subir el vídeo a internet?. — Esa había sido la amenaza. Nuestro vídeo íntimo. Es que soy tan estúpida que me dejé grabar teniendo sexo.
— Es bueno que no hayas probado tú suerte. — Eso definitivamente fue un sí.
— TE DÍ DOS MALDITOS AÑOS DE MI VIDA. Y así me pagas.
— Nunca pedí exclusividad, era una relación abierta. Tú podías estar con quién desearas al igual que yo. Por favor no hagas drama.
— Tal vez no la pediste pero yo te la di.
— Irma también la pasaste bien conmigo. Y si quieres podemos seguir pasándola bien. Pero sólo hasta el día de mi boda.
— ¿Boda?, — Esa palabra salió de mi boca con dificultad.
— Así es, me casare, pero mientras siga soltero tú y yo... — Me acercó a él y me dió un beso. Un beso con el que ambos terminamos sin ropa. De verdad que no tengo dignidad, no puedo resistirme a sus caricias, a sus beso.
— Lo ves, la pasamos rico. Pero sólo es sexo. — Tomó su ropa se vistió y salió del departamento. No puedo seguir así. Debo largarme lo más pronto posible.
El molestó sonido de mi celular me interrumpió.
"Maribel". Ése era el nombre que aparecía en la pantalla.
— ¿AHORA QUE QUIERES?
— Mamá, mamá está en el hospital, por favor ven, ella te necesita. Yo te necesito. — La voz de Maribel sonaba muy angustiada. Nunca la había escuchado así, a diferencia de mí ella es toda una experta en ocultar sus emociones. Siempre se muestra fría ante cualquier situación.
El día que mis padres se divorciaron yo no dejaba de llorar, ella sin embargo tenía una mirada casual, cómo si de algo muy normal se tratará.
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