Persiguiendo La Luna (EN PAUSA)
Hacer historia:
¿ ...?
¿Cómo te sientes, cariño?
El joven se encogió de hombros, con la mirada perdida en el reflejo del espejo
Walter
Así tiene que sentirse
Walter
Hará historia para nuestro Clan y el suyo
La sirvienta se apartó a un lado, cabizbaja y temerosa ante la presencia del hombre
El joven, harto de escuchar a Walter, su padre, quién repetía estás palabras una y otra vez
Kuyén
¿Tú te comprometes hoy?
Siquiera se molestó en voltear hacia él, podía ver perfectamente el reflejo de su padre en el espejo, ceñudo y amargo
Walter
¿Ahora sí estás comprometido?
Kuyén
No es como si tuviera otra opción, según tú
El hombre soltó un largo y cansado suspiro, a la vez que avanzaba hacia su hijo
Kuyén
¿De verdad debo casarme?
Kuyén
Estamos en pleno siglo XXI
Walter
No es solo una alianza, es...
Walter
No, no siemplemente hacer historia
Walter
Nuestros clanes estarán unidos, hasta que el último de tus descendientes muera
Walter
Nunca más tendremos que sufrir hambrura ni guerra, estaremos protegidos
Walter
Porque no hay nada más poderoso que la sangre para cualquier clan de cambiaformas de estas tierras
Walter
Así que alza la cabeza, y siéntete orgulloso
Seguido, el hombre se marchó de la habitación, dejando al Kuyén junto a la anciana sirvienta
¿ ...?
Perdón por preguntar, cariño
Kuyén
Siéntase libre de preguntar, lo que menos hará es molestarme
En ningún momento dejó de mirar el reflejo del espejo, a sí mismo en aquella habitación
¿Por qué? Quizás porque se sentía aislado de esa realidad de esta manera, como si fuera un mero espectador
Cómo si él no fuera aquel joven, vestido de gala, con un traje que le quedaba algo chico, con aquel anillo en su dedo, cuya talla no era la correcta
Está noche, haría historia, para gusto de su padre, para alegría de sus clanes, para desgracia suya
La fiesta de compromiso en breves comenzaría, y más que asentir y sonreír, opción no le quedaría
Opción:
La gente celebraba en las calles de piedra, bailando en parejas alrededor de las hogueras al ritmo de los tambores, mientras un aroma a carne y vegetales asados flotaba en el ambiente
Las personas en la mansión, eran otra historia, bailes rígidos e incómodos, musica clásica y estridente de fondo, platos "finos" y nada llenadoras
Él no estaba con la gente, tampoco con la otra gente, solo y tranquilo en un balcón junto al salón, mirando el firmamento
¿ ...?
¿No deberías estar adentro?
No conocía al dueño de aquella voz, más siquiera se molestó en voltear en su dirección, y su "identidad" conocer
Kuyén
Es una noche hermosa
Kuyén estaba borracho, de tanto vino que había tomado en el salón, copa tras copa que lxs invitadxs le compartieron y que su padre no le permitió rechazar, por "educación"
¿ ...?
¿No es tu fiesta de compromiso?
¿ ...?
Deberías estar adentro festejando
¿ ...?
No te casarás con cualquiera
El joven soltó una ruidosa y estridente carcajada, aún con la vista en el cielo, portadora de una gran amargura
Kuyén
¡Es un cualquiera para mí, un desconocido!
Kuyén
¡No sé siquiera quién es él, ni me importa la verdad!
Kuyén
¡Y tendré que compartir mi vida con él, hasta el día de mi muerte!
Volteó y golpeó el muro detrás suyo, quedando su puño, a menos de un milímetro del rostro del "desconocido"
Un hombre, un poco más alto que Kuyén, robusto y de aspecto fuerte, pelirrojo y de cabello largo, al igual que su barba, ojos brillantes como los de una bestia
Este tomó su mano, hecha un puño aún, y miró el anillo que Kuyén portaba, hermoso y delicado como un tallo de flor, una piedra blanca y brillante como una pequeña luna, más no del talle correcto, entrando solo hasta la mitad de su dedo anular
¿ ...?
Lindo anillo, más no está hecho para tí
¿ ...?
Ya te conseguirán uno nuevo, acordé contigo
¿ ...?
¿Acaso tienes opción, Kuyén?
Y como si nunca hubiera estado frente suyo, desapareció, junto al anillo en su dedo
Anillo:
Este seguía con la vista fija en la pared, dónde el desconocido había estado hace un momento
Aún con aquel aroma, colonia de jazmín, flotando suavemente cerca de su nariz
Parpadeo un par de veces, y miró confundido a su padre, ceñudo y amargo, cuya voz siquiera con la borrachera que tenía encima desconocería
Kuyén
Estaba tomando aire...
Walter
¡No falta oxígeno allí dentro!
Walter
¡Deberías estar con lxs demás invitadxs!
Walter
¡Entra ahora mismo!
Kuyén soltó un largo suspiro, y siguió a su padre, antes de que este hiciera un escándalo
El tiempo pasó, copas y platos se vaciaron, palabras se agotaron, la gente se fue, la Luna del cielo se marchó, y la noche pronto la siguió
El amanecer no fue cálido y tranquilo, fue más como un balde de agua fría sobre el rostro de Kuyén, cuya cabeza se partía debido a la resaca que cargaba
¿ ...?
¡Es hora de levantarse, niño malcriado!
Kuyén
Tú... Tú me criaste... Es tu culpa
El joven contestó, aún entre dormido, con la cabeza oculta bajo la almohada y los ojos cerrados
Walter
¡Muy gracioso, Kuyén!
Walter
¡Te espero abajo en treinta minutos!
Poco a poco, salió de su escondite improvisado, apartando las mantas y acostumbrándose a la luz que entraba por la ventana
Kuyén
¿Y ahora que quiere ese viejo malhumorado?
Miró el reloj sobre su mesita de luz, siquiera eran las nueve de la mañana, había dormido menos de cinco horas y le dolía la cabeza, ni hablar del baile de su tubo digestivo
Lentamente, se sentó en el colchón, dejando sus pies caer sobre el frío suelo de madera clara, mientras rascaba su nuca distraídamente
Se levantó y fue derecho al baño a hacer sus necesidades, seguido se tomó una ducha corta de agua tibia, salió del cuarto ya vestido, con una camiseta lisa y un pantalón de hacer ejercicio, caminando descalzo, bajó las escaleras
Su padre lo miró ceñudo de pies a cabeza, este se encontraba vestido elegantemente con un fino traje gris
Walter
¡No te hagas el tonto!
Walter
¡¿Dónde está tu anillo?!
De inmediato levantó su mano izquierda, dónde se suponía que lo llevaba
Más este no estaba, solo la marca de su piel casi a carne viva por lo ajustado que era aquella argolla de metal
¿Dónde lo había dejado? No recordaba habérselo quitado en algún momento
Kuyén
Iré a buscar en mi cuar...
El hombre se agarró de las canas irritado, más sacudió su mano, quitando importancia al asunto
Walter
Prepara tu maleta, Kuyén
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