Cuenta la leyenda que cuando estás dispuesto a estar con la persona que tanto deseas y nunca quieres separarte de ella, puedes pedir un contrato "Mantenerse juntos para siempre". Aparecerá un ser que te conceda ese deseo, pero, debes dar algo a cambio; lo que es más importante para ti, si no lo haces y le mientes, se anulará el contrato castigandote eternamente.
—Ja, por favor eso es solo un mito Nana —dijo Evano no muy creyente de lo que le dijo.
—¿Tu crees que sea cierto Nana? —Daren tenía la ilusión cuando le contaba las historias.
—Niños, es lo que dicen. La realidad es solo de los que lo vivieron —dijo muy seria.
Nana les dio un gran beso en la frente.
—Ya duerman, que tienen muchos deberes el día de mañana, y la Reina si los ve cansados los castigará.
—Sí, Nana —respondieron en dúo, aunque suelen hacerlo muy frecuentemente ya que tienen una conexión muy especial.
Nana se levantó de la cama donde se encontraban acostados —Ahora si me retiro espero que no se levanten después de que me vaya eh niños — entrecerró los ojos amenazando que estaban bajo sospecha, después se dirigió al buró dónde se encontraba la la vela que iluminaba el espacio le soplo fuertemente para apagarla y se retiró.
Ya en la oscuridad…
—Hermano quiero estar siempre unido contigo, nunca quiero separarme de ti -dijo Evano abrazando muy fuerte a Daren.
—Cuando nos llegué a suceder algo, pediré estar siempre contigo, aunque haga ese contrato que dice Nana.
—Por favor Daren eso son palabras de la gente, la única forma de estar juntos es cuidarnos siempre hasta que la muerte nos lleve.
—No digas eso hermano, siempre vamos a estar juntos.
—Hay hermano, te quiero mucho —Evano lo tomó de las manos, para dormir.
La noche transcurrio y el amanecer llegó...
—¡Buenos días! -dijo Nana al abrir la puerta y fue directamente a los cortineros para poder quitar la oscuridad y hacer entrar la luz.
—Ummm... Nana porque siempre haces eso... —Daren se frotaba los ojos que le dolían por la luz de la mañana que era demasiada intensa.
—Y aparte haces demasiado ruido como si fueras una cacatúa —dijo Evano muy molesto.
—Ja, así que me consideran una cacatúa, entonces ya no vendré a despertarlos y mejor hago que venga directamente el ama de llaves, ya que ella es demasiado estricta y tal vez no le respinguen como a mi.
Rápidamente los gemelos se asustaron y decidieron detenerla...
—Nooo, Nana, no traigas a la señorita Butrick.
—Pues quiero ver si es cierto, así que hay que vestirse y no demoren que la Reina los espera.
Rápidamente entraron a la habitación tres jóvenes doncellas de 15 años aproximadamente, para vestir a los pequeños gemelos de apenas ocho años, que eran muy juguetones cuando les colocaban la ropa.
—¿En serio desean que venga la señorita Butrick verdad?
—¡No!, no Nana, ya nos dejaremos vestir —dijo Evano muy atemorizado de que llegara la señorita Butrick.
Ella era una señora de casi 50 años, su apariencia era casi de un ogro, su cuerpo era robusto como de una luchadora, siempre tenía una cara muy enojada, y cuando alguien cometía un error, ella lo castigaba con trabajos pesados del castillo o podía inmediatamente enviarlos a encerrar en lo mas profundo del castillo, todo dependia de como se sentía ese día, por eso le temían los pequeños gemelos.
—Muy bien parece ser que si me quieren aquí —le era fácil manipularlos con esa amenaza a la cual temían tanto.
Terminando de vestirse con atuendos pequeños príncipes fueron llevados con el Rey y la Reina...
Llegando a la sala principal del rey
Se abrieron las colosales puertas, allí hasta el fondo y sentados en el estrado, se encontraban La Reina y el Rey.
—Bienvenidos sean mis dos preciados hijos —dijo la Reina mientras bajaba las escaleras negras de mármol ornamentado y los recibía con una cálida sonrisa.
—Como crecen mis pequeños —dijo el rey mientras se levantaba del trono y abría sus brazos para recibir a Daren y Evano.
—Hola padre —dijeron los dos.
La reina los recibió con un cálido beso en la frente y los abrazo.
—Mis pequeños cómo los quiero, crecen cada vez más, en el futuro, de seguro que me van a llevar cargando a dónde yo desee ir .
Ellos le sonrieron orgullosos de que así lo harían cuando sean más grandes.
Después se dirigió a Nana.
—Nana, necesito que desayunen y los prepares con sus mejores ropajes, llegó una visita de imprevisto y desea verlos. Es una persona muy importante, así que no podemos quedar mal.
— Puedo preguntar ¿quién es Reina?
—Esta mañana llegó sin avisar Gran Rous. Cuando se presenta en algún lugar, es porque viene a decir algo que puede ayudar o puede advertir desgracias. Aún no sabemos qué vino anunciar, pero pregunto por los gemelos —suspiro la Reina algo angustiada y preocupada —tambien mande a pedir la mejor recepción para ella a pesar de que diga que no le importe, solo quiere discreción y humildad de las personas, aún así quiero que sea bien recibida por favor.
—Por supuesto Reina, los tendré listos lo más pronto posible —dijo Nana inclinándose ante la Reina.
—Daren, Evano vayan a darle sus respetos a su padre que los está esperando.
—Sí madre.
Llegando al trono los gemelos se acercaron al Rey, el los tomo de sus pequeñas caras, los miró fijamente y les dijo:
—Ustedes serán grandes hombres forjados por mi, sabrán gobernar este reino con fuerza y espíritu entre los dos. Vayan con Nana que los espera para llevarlos a su recámara.
—Sí padre, nos retiramos —le hicieron una reverencia y se fueron.
Al llegar a su habitación de los gemelos…
Se encontraba una pequeña mesa con dos sillas iguales, hechas para los gemelos.
—Vayan a sentarse que pronto les traerán el desayuno —los apuro Nana— Tienen que comportarse muy educados, no vayan a cometer una diablura por favor.
—Pero Nana, ¿quien es esa persona que le tiene tanto respeto mi madre la Reina.
— Sé que es una vidente, no sé más detalles, ya que nunca la he podido ver de cerca. Solo recuerdo cuando su padre era joven y anunció que se casaría con una mujer que le daría dos varones y estos serían muy importantes para el destino de la gente.
En eso interrumpieron las tres jóvenes sirvientas, con el desayuno. Mientras ellos conversaban, ellas les servían las guarniciones.
—Entonces, esa era mi madre —dijo Daren emocionado.
—Es correcto —le dijo Nana.
—Y los varones entonces somos nosotros —le dijo Evano.
—Así es. Bueno ya basta de platica y apúrense a desayunar que aún falta que se vistan para estar presentables.
Cuando ya se encontraban listos. Se dirigieron a un salón que se encuentra pasando el castillo. Este se encontraba escondido entre los jardines, era un salón cubierto de vidrios parecido a un invernadero, dentro tenía una inmensa fuente con varias esculturas talladas bellamente, además tenía sillas para descansar y apreciar el lugar que era rodeado de plantas exóticas traídas desde diferentes lugares del mundo.
En otra sala se encontraba una pequeña anciana, de casi ochenta centímetros de altura, era más pequeña que los gemelos, sus ropajes eran grises y muy sencillos, no necesitaba más que eso para vestir ya que había conocido el mundo y este le enseño la sencillez.
Se encontraba contemplando la fuente, mientras se encontraba de pie.
—Gran Rous llegaron los gemelos —le dijo una de tres pequeñas niñas que la acompañaban. Ellas tenían aproximadamente unos siete años de edad, vestían con capas, una portaba capa roja, la otra azul y la otra amarillo.
—Que pasen —dijo la anciana...
UN ENCUENTRO INOLVIDABLE
Al entrar los gemelos donde se encontraba la sala.
—Buen día —dijeron los gemelos al entrar.
Pero no se encontraba ella, solo estaban las trillizas acomodadas en hilera presentándose para recibirlos. Los gemelos no sabían qué hacer en ese momento.
—Ustedes son Gran Rous —dijo Daren sorprendido ante la situación.
—Yo creía que eran una anciana arrugada. Ja...y solo son tres niñas casi de nuestra edad —. Evano se encontraba más en confianza al verlas.
—Por favor hermano, no hables así ante las señoritas —Lo silencio Daren con su mirada y sus palabras.
Las niñas sólo permanecieron en silencio.
—Creo que la anciana arrugada de la que hablas soy yo, joven Evano.
Evano comenzó a voltear lentamente con la cara aterrorizada, ya que por tales palabras que salieron de su boca podía ser castigado, en ese momento recordó lo que Nana le pidió que no hiciera << tal vez me castiguen y me lleven con la señorita Butrick, yo y mi bocota que siempre se anticipa, debo aprender a callarme >> —. Pensó Evano en una fracción de segundo. Pero al voltear a su altura (media 1.50 CM y la anciana Gran Rous solo 60cm) del miedo que tenía su vista periférica se le cerró y no vio nada a su alrededor —. ¿Eh?
—Em...ejem, voltea más abajo muchachito —puso su puño acomodado cuando se tose.
Y así lo hizo Evano, lentamente bajo la mirada, y pudo ver ahora sí a la pequeña anciana.
—Eh...era broma lo que decía. No se crea, como cree que voy a decir eso de usted, si mi madre la Reina le tiene mucho respeto, jeje. —Agitaba sus manos en negación y después volteo a ver a Daren —¿Verdad hermano? —tratando de enmendar lo que dijo.
Daren trato de ayudar en la situación.
—Claro que si Gran Rous, solo fue una broma de mi hermano, es muyyyy bromista, jeje — risita nerviosa — le tenemos gran respeto jeje.
Gran Rous colocó su mano izquierda en forma de puño sobre su boca de nuevo y dijo;
—Umm… Ummm...bueno dejemos eso por el momento y vamos a continuar después de este inconveniente —Volteo a ver a Daren —. Joven Daren —y después se dirigió a —. Joven Evano —y este le contestó sorprendido antes de que se le anticipará Daren con la misma duda.
—Gran Rous tengo una duda ¿cómo es posible que sepa quién es quién de nosotros?, ni siquiera nuestra madre la Reina sabe distinguirnos.
—Ya nos acostumbramos a que nos cambien constantemente nuestros nombres y solo fingimos ser quien nos dicen.
—Antes de comenzar aclararé su duda. Cada ser en el universo es único, así que proyectan una energía y esencia diferente, cada uno escoge como vivir y sentir, tal vez tengan una conexión fuerte, pero cada uno percibe diferente su mundo en el que existe. Yo veo sus energías, por eso los se distinguir.
—WOWW —dijeron los dos.
—Ahora sí, vamos a comenzar a lo que vine. Quería saber qué había pasado con ustedes, desde la última vez que vine a anunciar su existencia a su padre. Pero no podía ver nada de ustedes, pensé que tal vez no habían nacido y pude haber fallado en mi premonición, aunque eso sería muy extraño ya que nunca fallo, pero al llegar aquí, su madre me informó que sí habían existido, así que me sentí tranquila por eso, pero aún así hay hay algo que me genera conflicto por eso solo pedí verlos —. Gran Rous los observaba pero por mas que intentaba adentrarse para ver más de su futuro, este se tornaba oscuro.
—Lo que no entiendo es porque no me permiten ver.
—Nosotros ver —dijo Daren.
—Esto es muy extraño —se acercó a ellos —Hummmm — con su dedo índice hizo una señal — agáchate pequeño.
— ¿Yo? —dijo Evano mientras señalaba a sí mismo — por supuesto.
—¡Está bien !— Él se agachó y comenzó a pestañear varias veces por los nervios.
—¡Tranquilo no pestañees!.
—Es que me pone algo nervioso lo que está haciendo.
—Necesito ver tus ojos.
—De hecho mi mamá siempre nos dice que tenemos unos ojos hermosos, que son muy parecidos a los ojos de su madre. ¿Para eso los quiere ver, para ver que son bellos como dice mi madre?
—No.
—Y entonces para qué quiere ver mis ojos.
—Para…
Y en ese momento antes que terminara la frase Gran Roux él dijo:
—¡No puede ser!!! es de esas señoras pervertidas que les gustan los menores ¿verdad? —se tapó los labios y la miró con una mirada señalando que era pervertida.
—¡Niño grosero! ¿Cómo es posible que pienses eso de mi? —Detrás de ella las trillizas comenzaron a reír disimuladamente, al igual que Daren — . No es por eso, solo quiero ver dentro de tu mirada lo que está sucediendo.
—¿Cómo lo que está sucediendo?
—Se dice que los ojos son la mirada del alma y a través de ellos se puede ver todo de ti.
—¿Todo de mi? Ahhh… ¡señora! cada vez me da más miedo —hizo un movimiento tapándose su cuerpo.
—En serio contigo jovencito, compórtate.
—No es cierto solo bromeaba.
—Hmm… Se puede ver lo que sucede queda vivido tu alma y que está por vivir.
—Ah… ya entiendo.
—Bueno, ya. Que no puedo ver, intentaré con tu hermano, acercarte jovencito — Señaló a Daren.
El inmediatamente atendió inclinándose para que viera sus ojos.
— Tampoco hay nada de ti.
—¿En serio que nada?
—Nada de nada Jovencito —se tomó la barbilla mientras pensaba — y eso es muy extraño y preocupante
—¿Qué tan preocupante? —interrumpio Evano
—Lo suficiente para tener que hacer este método.
Los gemelos no entendían qué pasaba. En eso Gran Rous se dirigió a las trillizas y con solo la mirada ellas entendieron a qué se refería.
—Entren al agua por favor, coloquense en sus pociones.
—Sí Gran Rous —dijeron en coro.
Gran Rous miró a Evano y Daren, ahora ustedes cuando les diga "Ahora" necesito que introduzcan sus manos en el agua, no duden en ese momento, porque si lo hacen una de las trillizas podría morir.
—Pero, ¿qué dice? está bromeando ahora usted. Cómo que no dudamos nos dice así porque sí—dijo Evano
algo exaltado —.Está refiriéndose a una vida, y ja, como si nada nos dice que si no lo hacemos bien se muere.
—Es un ritual que tengo que hacer necesariamente, ya que me preocupa que no pueda a simple vista ver su futuro, es demasiado incierto. Necesitamos aclarar esto, antes de que suceda algo peor..
—No estoy seguro Gran Rous, y menos con lo que dijo —Dudo Evano.
—Solo les digo que está en juego su futuro y el futuro de su reino, puede haber miles de muertes si no se aclara esta situación.
—Hay que hacerlo hermano —dijo muy seguro de sus palabras Daren.
—Pero tú escuchaste lo que dijo…
—Tú tienes la decisión final hermano, por mi parte yo lo haré, además solo hay que hacer bien las indicaciones ¿verdad Gran Rous?—Daren no dudaba ni un segundo. Después se dirigió a Gran Ríos.
—Exactamente, solo no hay que dudar.
—Señora Gran Rous.¿Puedo intentarlo yo solo?
—No hay problema, lo intentaremos primero primero contigo jovencito, tal vez se nos aclare algo para tener alguna respuesta, antes de que suceda una tragedia.
—Muy bien adelante, usted me dice la indicación.
—Claro que si jovencito —Gran Rous afirmó con su cabeza, después se dirigió a las trillizas haciéndoles la indicación de que comenzarán.
Ellas se colocaron en forma triangular, sus ojos cambiaron se tornaron uno lo tenían blanco y el otro lo tenían oscuro, de sus bocas emergió el color qué correspondía al color de sus cabellos y sus capas. Lanzaron un rayo qué se dirigía al centro de la fuente, y mientras chocaba el rayo se creaba un círculo qué recorría la gama cromática de los colores. El círculo al principio era de forma de neblina pero después empezó a expandirse hasta generar un gigantesco ojo de más de 9 m de diámetro, y dentro de su córnea se generó la gama cromática que al principio se reflejaba.
La reacción principal de Evano y Daren fue el tener miedo de tal aparición, ya que nunca antes habían visto algo similar y de este temor hizo dudar a Daren, qué se sentía al principio muy seguro y dispuesto a participar, pero después de verlo empezó a temblar, sentía como el ojo lo miraba hasta su más profundo ser.
—Te… te… te —balbuceaba Daren no podía salir de su boca ni una sola palabra completa, tenía miedo de completar y que de esto surgiera algo malo.
Evano vio como las trillizas se mantenían concentradas y después vio temblar a su hermano.
—Entra… —le susurraba una pequeña voz en su interior.
—¿Eh?, me hablaste hermano —le preguntó Evano a Daren, pero Daren aún permanecía colapsado.
—Entra al agua… —le habló de nuevo la voz —No dudes...
Daren escucho las mismas palabras en su interior y este comenzó a caminar como un zombi introduciendose en la fuente. Evano también le siguió.
—¡Esperen!!! —Extendió su mano para detenerlos y no podía pedirles a las trillizas en ese momento que los detuvieran, ya que se encontraban en un trance —. ¡Aún no he dicho el ritual y no he dado las indicaciones! —les decía Gran Rous, pero ellos no la escuchaban y seguían andando hacia la parte interna de dónde proyectaban las trillizas la energía. Además ella no podía introducirse ya que si lo hacía con su energía afectaría la energía de las trillizas.
Ellos no hablaban, solo se mantuvieron quietos como si muñecos se tratara, mientras la fuente comenzaba a vibrar tenuemente, pero después comenzó a descontrolarse y al hacerlo empezó a temblar en todo el castillo creando un gran sismo en sus alrededores.
Gran Rous solo suspiro, no se movía de ahí en ese momento a pesar de que todo estaba comenzando a colapsar, ella debía permanecer allí, sabía que era lo mejor.El ojo se dirigió y comenzó a ver a Gran Rous, ella sin decir ninguna palabra solo lo contemplaba, cómo si lo entendiera.
Mientras tanto a las afueras del salón, comenzaron a golpear la puerta insistentemente los guardias del palacio, y mientras más temblaba, más lo hacían a la vez que querían derribar la puerta, pero a pesar de que eran demasiados y llevaban armas no podían abrir, algo se los impedía.
—¡Abran es una orden real! —gritaba el líder capitán de los guardias reales a través de la puerta
TZAZZ... TZAZZ
—¡Qué está pasando adentro!!!. Deben abrir. —Después se dirigió a los guardias —Nadie abre, tal vez le pasó algo, y tal vez se trabó la puerta.
—¡Guardia! —Se dirigió al más cercano —Vaya inmediatamente a informar al Rey y a la Reina de lo sucedido.
—¡A sus órdenes mi Capitán! —hizo un saludo e inmediatamente se fue corriendo a pesar de que la tierra temblaba.
En los adentros…
El ojo permanecía viendo a Gran Rous sin siquiera moverse, después de un largo tiempo este este comenzó apagar su brillo cromático que reflejaba en su pupila e hizo una implosión sin dejar ningún rastro pero antes de desaparecer por completo dejó caer dos esferas de cristal, una blanca para Evano y otra negra para Daren. Cuando cayeron encima de ellos al primer tacto ellos reaccionaron.
—¿Qué está pasando Gran Rous? —le dijo Evano algo asustado.
—¿Por qué estamos aquí dentro de la fuente?
—¿En qué momento llegamos aquí? ¿Quién nos dió estás esferas?
Gran Rous solo les dijo;
—Esas esferas que tienen en este momento en sus manos, las deben cuidar hasta qué encuentren: el "Por qué y para qué son". No se las den a cualquiera, ni siquiera las muestren si es mejor para que estén seguras hasta saber si motivo, solo manténgalas siempre con ustedes.
Ahora entiendo porque no veía sus futuros, y estos tienen un porque, se enfrentarán a muchas circunstancias donde su corazón y su lazo que los conecta es lo que los mantendrá a flote en esta vida. "Ustedes son el Inicio. Quiero que recuerden estas palabras porque ya no diré más, ya que no me es permitido, hasta que se vean reflejadas algunas situaciones apareceré, no antes, no después. Ahora guarden las esferas —ellos las introdujeron en sus bolsillos — Pueden salir de la fuente y a su pregunta anterior ustedes se introdujeron en ella, así que no pregunten porque están mojados ya que no se los dire.
Las puertas del salón se abrieron solas como si ya nada las sujetará, permitiendo entrar a los guardias sin ningún bloqueo. Pero ellos al entrar, no recordaban el porque se encontraban ahí, ni tampoco la Reina que llegaba con sus súbditos a toda prisa después de haber sido avisada.
—¿Por qué se encuentran aquí adentro capitán? —cuestionó al capitán algo apenada frente a Gran Rous
—No lo sé mi Reina, no lo recuerdo.
—Como que no lo saben… Les advertí que no molestaran a mi visita ya que es muy importante, es una falta de cortesía hacia ella, esto tendrá para ustedes un gran castigo Y en especial a usted capitán ya que es el responsable.
—Lo siento reina, aceptaré humildemente el castigo que nos imponga.
En eso Gran Rous interrumpió la plática, sonriendo amablemente y dirigiéndose a la Reina.
—No es necesario que haga eso Reina, ellos vinieron porque les pedí que se llevarán a los pequeños. Por fin ya los pude ver y me siento más tranquila de hacerlo, además que ellos se estaban divirtiendo con mis trillizas y los dejé adentrarse en el agua. Así que también no los vaya a castigar por ser niños.
La reina no sabía que decir en ese momento y algo apenada dijo:
—Entiendo Gran Rous… ya que si esto no fue molestia no hay problema alguno.
—Por cierto le agradezco que también usted haya venido a presentarse conmigo, ofrezco que se quede un rato más, para que me platiqué qué fue después de conocer al Rey.
La reina se quedó encantada de tal invitación.
—Por supuesto qué me quedaré. Permítame un momento Gran Rous, para que nos dejen solos —después se dirigió hacia al capitán.
—Capitán su castigo queda anulado gracias a la explicación que dió mi invitada, ahora le pido por favor que lleve a los niños a sus habitaciones, y aclarado todo esto le agradezco que haya venido al más pronto llamado de mi invitada, permítame felicitarlo por su eficacia. Pueden irse por favor.
Los gemelos salieron de la fuente al igual que las trillizas. Las gemelas al salir se acercaron y se quedaron junto con Gran Rous, pero lo extraño de ellas, es que cuando salieron de la fuente estaban completamente secas mientras que los gemelos estaban totalmente empapados y algo temblorosos por el frío. El capitán no dijo nada solo los ayudó a salir con algo de prisa, después se dirigieron a despedirse de Gran Rous.
—Muchas gracias por su visita Gran Rous —Dijo muy atento Daren.
—Espero y muy pronto nos vuelva a visitar — dijo Evano sonriéndole como un gran amigo.
Gran Rous les devolvió la sonrisa —gracias a ustedes por la enseñanza que me dieron el día de hoy y espero pronto visitarlos cuando tenga el tiempo suficiente, ya que debo visitar muchos lugares y muchos seres, todo depende como esté de visiones esa temporada te.. te.. tee.
—Jaja… Hasta pronto Gran Rous —le hicieron una reverencia y salieron del lugar. Mientras la reina se quedó acompañando a Gran Rous todavía un rato más.
Ya los gemelos estaban apunto de terminar sus 14 años, solo faltaba un día antes para sus 15 años…
—Hermano antes de cumplir los 15 años deseo conocer el pueblo. Nunca hemos podido salir debido a las restricciones de mi padre el Rey, pero si tú deseas ayudar a cumplir mi deseo te lo agradeceré infinitamente —dijo Evano a Daren mientras se ponía los pijamas para irse a dormir.
—Ja… ¿Cómo quieres que cumplamos ese deseo Evano?, si hay guardias por todo el castillo y no podemos salir de aquí tan fácilmente, hay demasiadas restricciones, ni siquiera un gato puede salir tan fácilmente sin ser detectado —Daren le decía a su manera que era muy incrédulo ante tal idea.
—Jeje...crees que no se eso, no soy tonto hermano. De hecho tengo la solución solo que no te había dicho. He estado planeando detalladamente cómo poder salir del Castillo sin que se note nuestra ausencia.
—¿Estás seguro hermano? porque si nos atrapa podríamos ser castigados. Que no recuerdas cuando intentamos escapar disfrazados de sirvientes y al tratar de salir por dónde ingresan al castillo fuimos interceptados por toda la guardia, después no no las acabamos con la señorita Butrick, tan solo que tengas otro plan diferente a ese.
—Sí, estoy seguro que tengo otro plan.
No muy creyente Daren primero se anticipó a analizar la situación —Quiero escuchar tu plan primero antes de aceptarlo, no vaya a ser que digas una barbaridad y después vaya a pagar por ella.
—Muy bien… Al despertar e ir a dar nuestro respeto rutinario de la mañana a nuestro padre y madre, pediremos que de regalo nos dejen pasar toda la mañana en el Palacio de descanso sin que nadie nos moleste, ni siquiera un guardia real que nos esté vigilando, solo nosotros dos.
—Y… ¿qué hacemos después de ahí?, ¿cómo se supone que saldremos a los exteriores?.
—Ja... En serio nunca te diste cuenta de lo que hay ahí verdad hermano.
—Lo siento pero no entiendo a qué te refieres con eso Evano, al parecer no pongo atención en los detalles ¿qué es lo que me quieres decir? . Cuándo yo voy a ese espacio, solo me dedico a descansar y punto.
—Bueno… Pues mañana te mostraré que hay en ese lugar.
—Estás loco hermano, siempre me creas problemas.
—En serio que esto es diferente está manera y muy fácil.
—Cuando dices fácil creo que se va a poner difícil, hmmm.
Evano hizo un gesto de ternura —Andale hermano, ¿no crees en mí…? Soy tu hermano emmm, solo di que si, quiero vivir esa experiencia junto a ti, recuerda que somos gemelos y debemos estar conectados y divertirnos juntos.
Ante tal expresión que hizo, Daren accedió— No se que estás planeando pero está vez, enserio que si algo sale mal tu vas a hacer los castigos por mi.
—Todo va a salir bien, no te preocupes.
—Esta bien te seguiré solo por esta vez, ya que siempre he deseado poder estar y conocer los alrededores de la ciudad. Pero estás advertido.
Evano se emocionó —Qué bueno que te decidiste Daren. Bueno hay que dormirnos hermano porque mañana a primera hora debemos estar listos, tenemos que estar frescos para poder rendir todo el día, gracias, te aseguro que no te arrepentirás.
—Bueno ya tranquilizate… Pues ya hay que dormir entonces.
—¡Ah! Por cierto, antes de que lleguen las doncellas para colocarnos los ropajes, hay que anticiparnos a ellas, debemos estar vestidos con unos ropajes que coloque debajo de la cama —dijo Evano mientras se acostaba.
—¿Ropajes?
—Si, ropajes. Qué, ¿acaso creías que te ibas a ir vestido de Príncipe?
—Pues sí, eso creí.
—Sabes que no podemos salir así a la ciudad Daren. Si nos llegaran a ver con las vestimentas podrían saber quiénes somos.
—No pensé en eso hermano, pero, por cierto,¿ cómo conseguiste esos ropajes?
—Je, je jeeee, es obvio que utilice mis encantós.
—¿Y cómo se supone que lo utilizaste? —Daren estaba incrédulo con lo que le decía Daren.
—Enserio que eres muy despistado… Qué no te das cuenta qué las doncellas desde que crecimos nos observan con otro tono, cada que sonreímos se quedan anonadadas y se ponen sonrojadas.
—Lo llegué a ver Evano, pero no le dí más ya importancia.
—Pues es ahí donde debes darle más interés. Pues como te venía diciendo, cuando estaba una doncella poniéndome el saco le guiñe el ojo, ella se quedó petrificada como un escultura jajaja… después le susurré al oído: ¿ podrías hacerme un gran favor? le dije e inmediatamente aceptó sin siquiera escuchar primero, le conté mi plan sobre qué deseaba conseguir unos ropajes sencillos de gente común cómo la que vive fuera del Castillo y que la colocara debajo del colchón sin que nadie se diera cuenta. Cómo agradecimiento al traerme los ropajes, le dio un beso en la mejilla, y cuando lo hice se desmayó. Me dio tanta risa su comportamiento jaja —Evano recordaba esos momentos.
—Ay hermano tu y tus inventos, pero bueno pues ya a dormir si no mañana nos va a ganar la alondra .
Y así la noche pasó... el sol ya comenzaba a asomarse por el horizonte. Se levantaron y se pusieron los ropajes que eran demasiado andrajosos para su personalidad.
—No puedo creer que estén así de horripilantes estas vestimentas —dijo Evano cuándo sacó las prendas debajo del colchón.
—Pues se supone que fueron tu idea hermano… Qué más te puedo decir.
—Debí haberlo mirado antes de premiar aquella doncella —se encontraba muy molesto que no le agradaba la idea de colocarse las prendas.
—Si no te las vas a poner hermano, entonces quiere decir que realmente no deseabas salir a conocer el exterior.
Chisto Evano —Tsss.
—¿Entonces te las vas a poner o no? porque ya va a ser tiempo de que lleguen a venir a levantarnos.
—Umn, pues ya que, no hay otra opción.
—¡Pues ya apúrate! —rápidamente Evano se colocó las prendas.
TOC… TOC… se anticipó Nana, tocó la puerta antes de entrar.
—Vamos Daren, métete a la cama. Tú solamente sígueme la corriente y no hables de más ¿entendiste?
—Si — respondió mientras de un brinco se introdujo dentro de la cama y rápidamente comenzaron a taparse.
—Adelante Nana.
Nana entró.
—Buenos días jóvenes príncipes.
—Buenos días Nana.
—Cómo saben, deben apurarse a vestirse y a darle los debidos respetos a su padre y a su madre. Antes de comenzar su itinerario para el festejo de su cumpleaños.
—Entendemos Nana.
Alzó la voz Nana para hacer el llamado
—¡Doncellas!, ya pueden entrar para realizar su trabajo.
—¡Alto Nana!
—¿Por qué detiene esto joven Evano?
—Cómo cumpleaños, deseo qué el día de hoy nosotros nos vistamos por cuenta propia sin interrupción de las doncellas. Así es como queremos comenzar el día
—Umm...No entiendo el porque desea eso.
—Pues muy fácil, somos ya adultos, y creo que podemos hacerlo por cuenta propia.
—Además que demasiadas manos femeninas son un poco de más para nuestra edad —añadió Daren.
En ese momento Evano tapo la boca de Daren
—Eso no es cierto Nana, las manos de las doncellas son de gran ayuda, no le haga caso.
— Entiendo, muy bien por ser su petición de festejo aceptaré —. miró hacia las doncellas y les dijo:
—Coloquen los ropajes de los jóvenes príncipes en la cama y por favor esperen a que se cambien.
—De hecho, también deseamos que no esté nadie nuestra habitación, deseamos no es ser molestados en este momento.
—Esta bien, si así lo desea joven Evano. Nos pasamos a retirar esperaremos en los pasillos cuando se encuentren listos. Solo les recuerdo que tienen 10 minutos para hacerlo, ya que hay que ir con su padre y su madre que ya están en la sala principal esperando por ustedes —le hizo una reverencia a los gemelos, se dio la vuelta y detrás de ella le siguieron las doncellas que se encontraba muy tristes por no haber podido colocarle los ropajes a los gemelos que tanto adoraban.
Al cerrar la puerta.
—Pues apúrate hermano qué no tenemos tiempo —Dijo Evano.
Cuándo por fin se encontraban listos.
—Ya estamos listos, Nana.
Nana entró…
—Podemos ir ya con el Rey y la Reina a darle los respetos del día — dijo Daren.
—Creo que tienen más prisa de lo esperado.Adelante jóvenes príncipes vamos.
Se dirigieron al palacio principal donde ya los estaban esperando el Rey y la Reina. Ese día había algo diferente en la parte izquierda de las escaleras, se encontraba parado un personaje que nunca antes habían visto los gemelos, ellos estaban acostumbrados a que siempre se encontraba gente diferente, cómo viajeros, príncipes o reyes de otros lugares, alguna persona de alto mando, pero este personaje en especial tenía algo muy intrigante. Sus vestimenta se presentaba muy elegantemente, sus rasgos eran de una persona madura pero sus ojos eran extrañamente más grandes grandes que los que una persona tendría, de tonos verdosos y dentro de ellos se reflejaba correr diminutos hilos de sangre, su mirada era demasiado inquietante para los gemelos cuando lo percibieron al entrar, al igual que la energía pesada que imponía, en eso interrumpió el Rey.
—Buenos días, mis grandes festejados del día.
Los gemelos se encontraban tan absortos de lo que les hablaba el Rey, y esto hizo que la reina se enojara, ya que no habían hecho su reverencia tan siquiera.
—¡Daren, Evano!. No sean groseros ante su padre —pero aún así los gemelos no hacían caso. Al percatarse de eso Nana fue acercarse hacia ellos, hizo una reverencia ante los reyes al acercarse.
—Al parecer no se encuentran bien Rey y Reina —trato de suavizar la situación después los tocó de los hombros y les dijo con un tono bajo:
—Jóvenes príncipes Evano y Daren, les habla su padre el Rey y su madre la Reina —ellos reaccionaron ante las palabras de Nana.
—¡Eh!
—¿Se encuentran bien? —les susurro nana.
—Sí —respondieron los dos —y después se dirigieron a los reyes haciendo la reverencia que les correspondía.
—Siento esta grosería que le hicimos padre y madre, es solo que nos sorprendió la inoportuna aparición de su invitado —dijo Daren.
—Jaja… No se preocupen, es un invitado que llegó desde muy lejos para su fiesta.
El invitado les hizo una reverencia.
—Jóvenes príncipes, Muchas felicidades, estoy muy encantado de verlos, esperaré con ansias su fiesta y las sorpresas que les deparan.
Cuándo terminó de hablar, en sus ojos parecían cambiar a un tono de sangre. Esto atemorizó a los gemelos ya que ese invitado tenía una energía muy extraña. Al parecer nadie se percataba de lo que hacía, todos parecían comportarse normales sin asustarse.
—Muy bien continúen con la agenda que les corresponde el día de hoy, pueden retirarse Evano y Daren —dijo el Rey concluyendo su visita matutina.
—Padre y madre de eso queremos hablar mi hermano Daren y yo.
—Y… ¿de qué es lo que quieren hablar? —el Rey se tomó la barbilla.
—Cómo regalo de cumpleaños. Te agradeceríamos mucho si nos dejarás pasar el día de hoy descansando en la Sala de descanso, sin que nadie nos interrumpa hasta la hora de nuestra fiesta.
El Rey giró hacia la reina y le preguntó —¿Qué piensas de esto reina?
—Confío en su decisión. Qué es sabia para el bien de sus hijos —respondió la reina delicadamente.
—Les otorgare el permiso, solo por esta vez debido a su festejo. Los guardias reales estarán al tanto de ustedes, les pediré de favor que no los molesten.
—Padre, me refiero a qué no nos molesten, que no se encuentren parados los guardias reales observándonos mientras hacemos nuestras actividades, deseamos que no se encuentre nadie en la sala, solo Daren y yo.
—Hm…Les otorgare el permiso, solo por esta vez. Pero, con una condición, aún así los guardias custodiaran a las afueras del salón. ¿qué deciden aceptan o no?
—Me parece justo padre.
—Suspendere sus actividades el día de hoy, hasta que sea la hora de la gran fiesta y pues adelante pueden ir festejar su día.
—Gracias padre, dijeron los dos —realizaron una reverencia muy emocionados.
Los gemelos se retiraron de la sala. Y en el interior de la sala.
—Reina le pido de favor qué me deje solo con nuestro invitado, necesito hablar con él a solas.
—Entiendo —La Reina asintió a la petición del Rey.
Después el rey se dirigió a todos los presentes —Igualmente todos los de la sala salgan, no quiero a nadie en el interior solo mi invitado.
Todos salieron de la sala al igual que la Reina junto con sus doncellas, ella se encontraba muy molesta en ese momento y a lo lejos pudo ver las espaldas de los gemelos.
—¡Alto ahí! Daren y Evano —alzo la voz desde la distancia a la que se encontraba del pasillo.
Los gemelos se detuvieron al igual que Nana y sus doncellas, esperando a que se acercara la Reina hacia ellos, cuando de repente la reina alzó la mano y soltó tremenda bofetada a Evano y después a Daren.
Ellos se tomaron la mejilla que había sido golpeada.
—¿Pero por qué haces eso madre? —pregunto Evano enojado.
—No, me vuelvan a poner en ridículo frente a su padre.
—Pero eso no hicimos madre.
—Ja… por favor. Con los modales que demuestran, me ponen ante ridículo. Y lo más seguro, que la corte se pregunté qué es lo que les he estado enseñando.
—No teníamos intenciones de molestarte madre… —dijo Daren frotándose la mejilla que aún le dolía y los ojos comenzaban a tornarse llorosos.
—Este es el último llamado que les hago, porque al siguiente, los castigaré y los llevaré con la señorita Butrick —después se dirigió a Nana;
—También está es su última oportunidad Nana, no sé qué les ha estado enseñando, pero al parecer sus métodos no funcionan —Se dirigía a Nana con un tono amenazante y muy descortés.
—Discúlpeme Reina, pondré más atención a mi trabajo —Agacho la cabeza.
—Retirense y no quiero saber nada de ustedes hasta la fiesta. Les advierto qué deben comportarse y no volverme a dejar en ridículo.
—No lo haremos madre —dijeron en dúo.
La Reina, dio un giro déspota y se retiró. Daren continuaba frotándose la mejilla que ya estaba demasiado roja, mientras que Evano lo que más le dolía, era el comportamiento de su madre.
—Esa señora ya no es mi madre, antes era una persona amorosa, no sé en qué momento se volvió tan irritable y desgraciada —. Pelaba los dientes de la ira que tenía en su corazón.
En eso lo interrumpió Nana.
—Joven príncipe, no hable así de su madre. Tal vez la tomó en un momento inoportuno y por eso se comportó así, ella los ama demasiado aunque en este momento no lo demuestre.
—Pero te quiere quitar de nuestro lado Nana, y eso no lo voy a permitir —. Dijo Daren molesto.
—No se preocupen jóvenes príncipes, siempre permaneceré a su lado, hasta que ustedes deseen que ya no. Bueno, ya basta de lloriqueos qué es un día muy feliz para ustedes, y se supone que no deben de estar así —los tomo de las manos y les hizo una cálida sonrisa —Vamos, apresurense para llevarlos a la sala de descanso que tanto deseaban estar, sino van a permanecer menos tiempo de lo deseado.
Para no hacer sentir mal a Nana, controlaron sus emociones.
—Sí Nana, hay que apurarnos —Dijo Evano más tranquilo.
Se dirigieron a la sala de descanso y en las afueras de la puerta principal ya se encontraban los guardias respaldando el lugar. Y antes de entrar…
—Jóvenes príncipes, vendré a recogerlos a las 3 en punto de la tarde. Les pido de favor, qué se encuentren preparados para retirarse a sus aposentos, dónde se encontrarán las doncellas qué los prepararán para su fiesta.
—No te preocupes Nana, estaremos listos —dijo Daren muy risueño.
—En el interior se encuentran algunos bocadillos para que pasen más ameno su rato .Pues bien, pueden entrar.
—Antes de entrar Nana, gracias —le dijo Daren y le dio un cálido beso en la mejilla de agradecimiento.
—Te agradecemos Nana que estés con nosotros —Y le dio del otro lado de la mejilla un beso.
—Gracias príncipes, ustedes son por lo que permanezco aquí —les sonrió muy conmovida —. Anden, entren que me van a hacer llorar.
—Nos vemos al rato Nana —dijeron en dúo, dieron la vuelta y se introdujeron en la sala.
Mientras tanto Nana, cuando se dieron la vuelta se limpió con un pañuelo de tela una lágrimas que le brotaron.
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