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Iraida Y Raúl

Capitulo 1.

Aviso importante:

Antes de comenzar nuestro paseo imaginario a través de esta historia, que dicho sea de paso espero sea de su completo agrado, quiero comunicar a mis lectoras argentinas, que de diciembre a marzo visitaré por primera vez este país del cual me han comentado es muy hermoso, de gente cálida, hermosa hospitalaria y gentil Será un gran gusto para mí conocerlas para reunirnos y así compartir nuestras vivencias literarias y hasta podríamos conformar un grupo de lectoras de esta plataforma.

—¿Qué les parece?

—Bueno, a quien le interese puede escribir al privado y así compartir WhatsApp para estar comunicadas.

¡¡Saludos de oso mis estimadas!!.

.................🌹................

¡¡Ahora sí, comencemos nuestra lectura!!

Año 1986

Estoy muy contento, hoy es la fiesta pro graduación, falta muy poco para ser un bachiller, y muy poco también para cumplir diecisiete años. Claro, mi felicidad fuese completa si nuestro padre hace cuatro años no hubiese sufrido aquel terrible accidente donde perdió la vida dejándonos con tanto dolor y tristeza, pero bueno, son los designios de Dios y nadie puede cuestionarlos., lo importante es mantenerlo vivo a través de los recuerdos. Estoy seguro que, desde donde se encuentre estará orgulloso de su familia que dejó en este mundo.

Somos tres hermanos y yo soy el menor, mi mamá trabaja todo él día en una oficina gubernamental en el área de finanzas. Desde que éramos muy pequeños hemos estado al cuido de mi abuela que ha sido una madre para nosotros. Bueno, actualmente ya no nos cuida, somos unos hombres. Sin embargo sigue atendiendo el hogar como si fuese realmente necesario. Nosotros la dejamos, ya que eso la hace feliz.

Hace unos días conocí a Iraida, estudia 9no año en el mismo instituto que yo, apenas tiene catorce, pero como es delgadita parece que tuviera doce.

Estoy emocionado ya que estará en la fiesta de esta tarde, sé que no le soy indiferente, creo que voy bien encaminado.

La fiesta comenzó y allí estaba Iraida, verla sin el uniforme la hacía verse tan distinta, incluso de más edad.

Me encanta bailar, sobre todo la música que suena en la actualidad, merengues que si de Fernandito Villalona, Sérgio Vargas, las chicas del Can, The New York band, Wilfrido Vargas, así como la salsa romántica, que algunos la llaman erótica, también el Breakdance. La verdad que disfruto de toda la buena música.

Bueno, he bailado toda la tarde esas canciones, como soy el presidente del centro de estudiantes, me conocen, y por eso bailé con casi todas, también con Iraida, pero solo una que otra, no quiero qué nos vean muy seguido y comiencen hacer murmuraciones que ni siquiera tienen veracidad.

A las 4 de la tarde veo que ella se está despidiendo de sus compañeros y me acerco para preguntarle el por qué se va tan pronto, me dijo que tiene permiso solo hasta las 5.00 p.m. Bueno, está bien le digo, debemos ser obedientes para que después vuelvan a darnos permiso.

Decido acompañarla. Cuando llegamos a la puerta de su casa le pido un vaso de agua, me hace pasar y al preguntarle quién más está con ella, me dice que solo son ella y su mamá qué trabaja como enfermera en un hospital en el turno de 1 a 7 de la noche.

Entonces nos ponemos a conversar sobre lo que estudiaremos después de finalizar el bachillerato. Pero, hubo un momento en que la miré muy profundamente, me acerqué y la besé, no puso resistencia, asombrada observó mi rostro y me dijo que nunca ha besado a nadie, entonces la miré nuevamente y le dije que solo hiciera lo que yo hago, y así nos hemos besado durante mucho rato. Pero a medida que lo hacíamos, fui sintiendo algo indescriptible, sentía que necesitaba más que solos besos. Comencé a quitar su ropa poco a poco, y con toda la inexperiencia que me da mi edad, hicimos lo que no debíamos hacer. Sin embargo, en honor a la verdad debo decir que este momento lo he disfrutado muchísimo, para mi ha sido muy especial. Me quedo con ella abrazada un rato más, la admiro toda, es delgada pero con sus curvas y tiene buen busto. Ahora me gusta muchísimo mas.

Ya son casi las 7 de la noche, me visto y salgo de su habitación, y al llegar a la puerta solo le digo

—Has sido una mujercita conmigo. Gracias.

Ella apenada bajó la mirada. La beso de nuevo y salí feliz de su casa.

No puedo dormir, siento de todo, por un lado alegría, y por otro lado arrepentimiento. Eso no debió pasar, ella ni siquiera tiene quince años y la perjudiqué. De pronto hasta temor siento.. ¿Y si le dice a su mamá? y entonces venga furiosa a exigir y con todo derecho que repare la falta. No sé qué pensar.

¿Y si hablo con mi hermano Miguel Ángel? tiene veintidós años, quizás pueda darme un consejo. Si, eso haré — Me dirijo a su habitación, él, como siempre aún despierto leyendo.

—Miguel Ángel, necesito hablar contigo.

—¿Qué pasó, ya no hay graduación?

—No hermano, no es eso. Necesito un consejo o una orientación y como eres mayor que yo, y hasta eres mi héroe por eso acudo a ti.

—¿Qué dices macho, tu héroe? — «jajajaja» qué risa, gracias por eso, pero no me veas asi, simplemente soy tu hermano, y para eso estoy, para ayudarte en todo. Bueno, suelta la sopa pues.

—Hermano, hay una chica que me gusta demasiado, estudia noveno, tiene catorce años, bueno, dentro de poco va a cumplir quince

—¡Enhorabuena Raúl! eso no me lo esperaba.

¡Mi hermanito está enamorado! — pero a ver cuenta, cuenta,

—¿Qué pasa, no te para bolas?

—No es eso Miguel Ángel, mira, esta tarde luego de la fiesta, la acompañé a su casa. No había nadie, ya que solo es ella y su mamá que trabaja toda la tarde, bueno, el caso es que como estábamos solos yo comencé a besarla y después ....después eh, eh

¡Ay hermano me da vergüenza decírtelo!. Después le quité la ropa y pasó.

—¿¡Quuuééé!?

— ¿Quieres decir que tuviste relaciones sexuales con una niña de catorce años?

—Si hermano, ella me gusta mucho, pero es que solo quería besarla, pero la verdad no pude contenerme, y bueno pasó, ahora no se qué hacer.

—Hermano, no sé qué decirte, tampoco tengo esa gran experiencia como para darte un buen consejo. Lo único que se me ocurre y si estás de acuerdo es hablar con Reinaldo, tiene treinta años y si sabrá que decirte,

—¿Qué te parece?.

—Es que seguro me va a regañar.

—No chico, nuestro hermano mayor nos ama demasiado, ven, ven, vamos a su habitación antes que se duerma.

Estaba sumamente nervioso, no tanto porque Reinaldo me va a regañar, si no por la vergüenza de lo que he hecho. Así que tendré que sacar coraje de donde no lo tengo, reconozco que si he tenido el valor de hacer lo que hice pues tengo que asumirlo y de ahora en adelante actuar como un hombre.

Tocamos a su puerta y enseguida nos hace pasar.

—¿ Aún despierto hermano?

—Si.

—¿Qué le pasa a Batman y Robin?

—«jajaja» graciosito el tipo este...Bueno no pasa nada, solo que tu hermanito se hizo hombre y ahora está preocupado ya que su estreno fue con una damita de catorce años..

—¿Qué te parece?

—¿¡Quuéééé!?

—¿están jodiendo?

—No Reinaldo, esta tarde estuve con una compañera del instituto en su casa, ella vive solo con su madre, que trabaja hasta en la noche. Así que aprovechando la situación y el hecho que me gusta mucho, me acosté con ella, no creí que sucedería eso, es que no pude controlarme, y ahora me preocupa, es que creo que actúe muy mal, y aparte temo de que se lo diga a su madre.

—¿Qué puedo hacer? — ¡Ayúdame hermano!

Mi hermano Reinaldo se ha quedado asombrado, me abraza y me dice:

—¡Te me estás haciendo hombre carajo! — Bueno, obviamente es preocupante por varias razones, la principal, es que es una menor de apenas catorce años y la has desflorado, y por el otro lado, como bien dices, si su madre se entera vas a estar en serios problemas. Claro, nosotros como tus hermanos mayores que somos estaremos apoyándote en todo, no te dejaremos solo. Lo que te aconsejo es que mañana hables con la chica y averigua si se lo comentará a su mamá. Ahora bien, de no ser así...

—¿Qué piensas ofrecerle?

— ¿La harás tu novia?

—A esas preguntas les tengo respuestas desde ya...

—Si me acepta, pues .. ¡Seremos novios y le ofreceré todo mi amor!

—Bueno, hermano, si te acepta como novio, sé que seguirán manteniendo relaciones sexuales, eso va a ser así. Entonces debes aprender a cuidarla de un embarazo, te corresponde a ti hacerlo, ya que ella no podría estar tomando anticonceptivos por su edad. Otra cosa Raúl, tampoco es que vas a estar como gavilán pollero, con una y con otra. Aprende desde joven que si tienes una relación trata en lo posible ser fiel. Eso hablará muy bien de ti como persona y como ser humano. Además de que estarás a salvo de enfermedades venéreas. Te recomiendo que leas al respecto

—Gracias hermano, te prometo tomar en cuenta tus consejos. Eres un gran padre.

Ahora me siento mejor, es cierto lo que dicen, que al compartir la carga, ésta se aligera

Miguel Ángel, comienza a bromear

—¡Caramba, como cambian los tiempos, Yo tuve mi debut a los diecinueve, y mira el mocoso este a los dieciséis... ¡Quién te ha visto, y quién te ve!

Pues hermano, para tu información, esta no es mi primera vez, y ocurrió cuando tenía justamente catorce.. ¿Cómo te quedó el ojo? — ¡muérete de envidia!

—¿¡Cómo!? — Versia pues, está bien, la caja de Pandora resultaste ser.

—Bueno, bueno, ya está bien, dejen de joder — dijo Reinaldo y esperemos que esta situación tenga un buen desenlace.

—Chicos, cuenten conmigo para todo que para eso soy su hermano mayor y siempre, siempre, estaré para apoyarlos. ¡Los amo mis hijos!

Capítulo II

Iraida:

Esto no ha debido pasar, si mi mamá se entera me matará, capaz, y aprovechando que es enfermera me aplica la inyección letal. Es que no es para menos. ¿Por qué hice eso? no he debido, me dejé llevar y ahora no soy virgen y ni siquiera tengo 15 años. Me repudio a mí misma

¿Cómo voy a verle la cara a mi madre qué se esfuerza trabajando para mí, y que yo le salga con ésta atrocidad? — Ella no lo merece.

Cuando me duchaba, me he tocado por allí abajo, y eso se siente raro, siento como hinchado, y además como más ancho. Tengo ganas de llorar, que he hecho. Perdí mi virginidad así cómo así, con un muchacho que apenas si conozco, y que además, aunque no es muy atractivo que se diga, lo persiguen las chicas del liceo, será por su condición de ser presidente del centro de estudiantes, que para algunas chicas eso es demasiado importante, o que realmente les gusta.

Bueno, a mí me gustó desde el primer día que lo ví cuando comencé en séptimo año. Recuerdo que estaba jugando básquet y ahí mismo me causó cierto no sé qué en el estómago. Pero, obviamente el no se fijaba en mi, para ese momento yo apenas tenía doce años y él tendría catorce. Para mí ya era grande. ¿Que me iba a imaginar que el sería el primero en besar y al primero en darle mi preciado tesoro?

En lo que llega mi mamá, no puedo mirarla a la cara. Sin embargo me siento con ella como todas las noches, para hablar de cómo nos fue en el día.

—¿Cómo te fue en la fiesta?

—Bien mami, me vine a las 4pm.

—Claro, eso lo sé, me lo dijiste cuando te llamé a las 6pm.

—Te veo rara, estás como ausente — ¿Te sientes bien mi niña? — ¿Acaso pasó algo?.

—No pasó nada mami, estoy bien, no pasa nada. Es que tengo sueño.

Tenía que irme de ahí, no podía soportar la mirada de mi madre sobre mi rostro. Creo que si seguía allí, iba a terminar confesandolo todo. La verdad es que las madres, lo saben todo, o por lo menos lo sospechan. Ella dice que me encuentra rara, claro, cómo no voy a estar después de lo que pasó en mi cama ésta tarde. Ella ni siquiera puede imaginar que su hijita del alma dejó de ser señorita, sin haber llegado a esa edad, donde se pasa de niña a señorita. Por cierto, cada vez que me movía en el asiento de la silla sentía ardor y un leve dolorcito.. Cuando me levanté casi no podía caminar bien, mi madre se quedó mirando, tuve que decirle que era un calambre que me había dado. Oye, la verdad que cada momento me siento más desvergonzada, nunca en mi vida había mentido tanto como lo he hecho en estos últimos minutos. ¡Qué desastre total!

—Ojalá, que ésto pase rápido. Ahora realmente mi preocupación es que mañana tengo que verlo. ¿Cómo iré hacer para hablarle, para saludarle?

Tengo mucha vergüenza, creo que sí me ven a su lado van a saber inmediatamente lo que pasó entre los dos.

Y hay otra cosa qué me preocupa muchísimo. ¿Y si salgo embarazada que haré? — ¡Ay no Dios no lo permitas!... y lo peor que no puedo prometer que ésto no volverá a pasar, es que creo que no tendré la fortaleza para rechazarlo cuando él quiera volver a estar conmigo. Es que eso me gustó muchísimo. Ésta noche no dormiré, solo estaré pensando en todo lo que pasó allí mismo en mi cuarto y en mi cama.

Capítulo III.

Raúl.

Al día siguiente lo primero que hice fue buscar a Iraida, tal como lo imaginé estaba en el cafetín. Pude percibir su inquietud cuando me vió llegar.

—Buenos días — dije.

—Buenos días Raúl, saludó el grupo, pero ella ni pío. Sin embargo de manera aparentemente normal dije:

—Oye Iraida, ¿Puedes venir un momento por favor?. Pude ver sus mejillas encendidas.

—¿Es necesario?

—No es tan importante, pero si eres tan amable.

—Okey — y se levantó de la silla y caminó a mi lado. Se le veía nerviosa.

—La llevé cerca del polideportivo, a esa hora no había alumnos ni nadie por allí. En lo que observé bien que no hubiese nadie, la atraje hacia mí, la abracé y la besé muy suavemente, y le pregunté:

—¿Cómo estás?

—Bien, y ¿tu?

—No dormí, pensando en ti. Solo deseaba que amaneciera pronto para poder verte y tenerte así en mis brazos.

—Raúl por favor, ésto es un error, si nos ven por aquí, vamos a tener problemas, yo sé que tenemos que hablar, pero no aquí, te lo suplico.

—Okey ¿Nos vemos en tu casa? — te prometo que no pasará nada que tú no quieras.

—Está bien, está bien, pero por favor suéltame, suéltame.

—Si ya te suelto, pero antes te besaré profundamente para aguantar hasta la tarde. Y la besé, la besé tiernamente, con mucho cuidado como si fuese de cristal. A duras penas la solté. Ella salió apresuradamente para dirigirse a su salón de clases, y yo me quedé con mi corazón desbocado y una fuerte erección entre mis piernas.

Deseaba que pasaran las horas rápido para tenerla de nuevo entre mis brazos, y quién sabe dónde más.

Bueno, a las tres de la tarde salimos del liceo como si nada, al igual como lo hacen todos los alumnos.

Llegamos a su casa. De inmediato ella marcó el número del trabajo de su mamá para decirle que ya había llegado, y claro eso de alguna manera me alivió, ya que podíamos estar unas cuantas horas juntos.

No la dejé ni respirar, la besé hasta quedar sin respiración. Subimos a su habitación, parecíamos desquiciados, no parábamos de besarnos, nos desnudamos, y ésta vez si acaricié todo su cuerpo qué me tenía loco. Yo no sabía si lo estaba haciendo bien, o no, solo actuaba por instinto. Pero por recomendación de mis hermanos que dijeron que usará condones, yo con mucha vergüenza en la farmacia compré varios.Y fue realmente cómico cuando trate de ponerlo, no sabía cómo usarlo obviamente nunca lo había hecho, pero como pude me lo puse. Iraida no me veía, estaba apenada entonces le dije.

—Mi flaca, perdóname, yo no tengo experiencia en éstas cosas. Así que nos toca aprender juntos, No sientas vergüenza, seremos uno solo.

Ésta vez nos unimos, pero sentí su entrega muy diferente a la primera vez, menos tensa y más desinhibida. La sentí temblar debajo de mi, y apretaba su zona íntima haciéndome sentir un placer indescriptible. Yo tambien me sentí así cuando una gran explosión salió de mi como un volcán en erupción.

Me quedé sobre ella y sin aún salir, es más no quería hacerlo, pero unos minutos después lo hice para retirar el condón, precisamente eso me dijo Miguel Ángel, que evitara de que no fuese a derramarse dentro de ella. Ya que entonces no la estaría protegiendo.

Cuando ya estábamos más calmados, y aún desnudos la observé detenidamente, lo hice a propósito,

—Cariño, no sientas pena, no te avergüences de tu cuerpo que es bellísimo, y además me encanta verte desnuda. No me prives de ése hermoso espectáculo.

De una vez le pregunté:

—¿Quieres ser mi novia?

Levantó asombrada el rostro hacia mí,

yo la miré profundamente y volví a preguntar

—¿Quieres ser mi novia?

—No sé Raúl, estoy confundida.

—Pero mi flaca, intentémoslo, y veamos que resulta, si de aquí a unos meses vemos que ésto no resulta Pues bueno terminemos y ya ¿te parece? — Aunque yo estoy claro, estoy completamente enamorado de ti, no tengo la menor duda, por eso deseo que aceptes ser mi novia. Anda mi flaca, cariño mio, dime que sí.

—Está bien, pero no quisiera que nadie absolutamente nadie sobretodo en el Liceo se enteren.

—Si claro, pero no me has contestado mi pregunta

¿Quieres ser mi novia?

—Si, acepto ser tu novia amor mío.

—Ay gracias mi vida, mi flaca por aceptar ser mi novia. Te prometo con la mano en el corazón que te haré la mujer más feliz del mundo, y te amaré para toda la vida.

Nos besamos apasionadamente y volvimos a estar juntos, ésta vez ella me ayudó con el condón. Estamos progresando.

A partir de ese día en que me aceptó como su novio, todas las tardes de lunes a lunes estábamos en su habitación.

Así fue pasando el tiempo, mis hermanos estaban muy pendiente de mi relación con ella. Sobretodo que no vaya a embarazarla, y el único método que por ahora podríamos usar era los condones, porque anticonceptivos no, ya que tendrían que ser prescritos por un médico y quién la iba a llevar a consulta, siendo menor de edad.

Aunque mi hermano mayor Reinaldo, me indicó varias recomendaciones para en caso que no quisiéramos usar condón, pero tenía que aprender a tener mucho autocontrol para no derramarme dentro de ella, así también me indicó que buscara mucha literatura, y que no estaría mal que viera unas cuantas revistas XXX, que también eso me iba a ayudar, agradecí a mi hermano esos grandes consejos. Gracias a Dios lo tengo y actúa como el padre que no tengo.

Pasaron los meses, ya casi estaba por terminar el año escolar, por un lado me sentía contento porque dentro de poco comenzaría la universidad, pero por el otro lado ya no la iba a ver todos los días porque ahora tendríamos horarios totalmente diferentes.

Comencé a visitarla en su casa con más regularidad como amigos claro está, su mamá me veía con mucho cariño. Y un día sin son, ni ton, me preguntó: —Dime algo ¿A ti te gusta mi hija? — Pues aproveché el momento y le dije.

—Señora Victoria, pues le voy a decir la verdad, estoy profundamente enamorado de su hija, y aprovecho la oportunidad para qué me acepte como su novio.

—Lo sabía que te traías algo con ella. Bueno vamos a ver qué dice ella.

"«Iraida, puedes venir un momento»"

—Dime mami.

—Hija, le pregunté a Raúl que se trae contigo y me ha dicho que lo acepte como tu novio.

—¿Éstas de acuerdo?.

—Bueno, no sé, lo que tú decidas mami.

—Está bien, te acepto como su novio, porque no quiero que estén a escondidas por ahí. Pero eso sí, mucho cuidadito. Yo sé qué esas hormonas de los jóvenes están a millón, pero mucho cuidadito con una vaina pues, ya lo sabes, ella apenas acaba de cumplir 15 años. Te lo vuelvo a repetir, mucho cuidado. Porqué cualquier cosa y yo misma te corto esa tripa.

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