El día era soleado y una brisa de primavera entraba por la ventana. TN estaba vestida con un vestido largo blanco, se miraba en un gran espejo que había en la estancia, junto a ella estaba su madre que lloraba desconsolada, su amiga Jisey estaba al otro lado, le sonreía con mucho cariño, se querían desde que estaban en primaria.
—Estás preciosa hija —le decía su madre entre lagrimas— tu padre allí donde esté se sentirá muy feliz de verte en éste momento.
Ella le besó la mejilla, estaba tan feliz, se iba a casar con Kim Taehyung, un hombre de un estatus social alto. Era el CEO junto a su hermano Kim Namjoon de una de las más grandes empresas del país. Guapo, con buen cuerpo y risueño había sido muy cotizado por las mujeres, pero ahora se casaría con TN y eso a ella la tenia en un estado de euforia total.
—Tae va a alucinar amiga cuando te vea —su amiga estaba también muy feliz por ella.
El vestido se ceñía a su cuerpo, era muy guapa y esbelta, conoció a Tae porque trabajaba para él en su empresa, era su secretaria y el amor llegó para atraparlos a los dos, Taehyung tenía veinticinco años y TN veintidós, mientras que Namjoon contaba con veintiocho años, su inteligencia junto a su buen cuerpo y facciones de un Dios lo hacían un tipo imponente a los ojos de los demás. Centrado y trabajador era el alma de la empresa y su hermano Tae no hacía nada sin que él lo supervisara.
Decían las malas lenguas que Taehyung era todo un mujeriego pero a ella la trató siempre con respeto.
Taehyung se encontraba en ese momento en su lujoso apartamento, aún no se había vestido. Sentado a un lado de su cama y con solo unos boxer puestos estaba encorvado y miraba al suelo, cogía su pelo castaño fuerte con sus dos manos, ahora tenia un problema existencial, no sabía si lo mejor para él era estar casado.
Las dudas aparecieron días atrás, cuando vio a uno de sus primos aparecer en la cena que la familia hizo para presentar a TN, querían sus padres que toda la familia la conociera.
Su primo estaba casado y venía con tres niños traviesos que no dejaban nada quieto, tanto la madre como el padre contaron los pormenores de la vida de casados y la de tener hijos, a Taehyung le pareció un horror, su carácter a veces aniñado lo hacía no querer responsabilidades.
A TN la quería, bueno eso creía porque nunca había querido a una mujer jamás, pero se acercaba a un cariño especial al menos.
Lo que ocurría es que no sabía si ese sentimiento era tan fuerte como para atar su vida a la de otra persona.
Estaba en ese estado de frustración cuando llamaron a la puerta, se levantó para ver quién era y cuando vio tras la mirilla a su hermano fuera ya con su smoking puesto abrió sin pensarlo.
—¿Aún estás así? En una hora tienes que estar en el gran salón, No esperarás que TN sea la que espere por tí ¿No? —le dijo Namjoon serio.
—Hiung no sé si quiero casarme —lanzó la bomba y el otro abrió la boca.
Tan hombre por fuera que cualquier mujer lo quería tener a su lado y tan cobarde que se comportaba.
—¡¿Estás loco?! ¡¿La vas a dejar plantada?! Todos se van a reír de ella, será la mofa de la empresa ¿No lo entiendes? —lo miraba con enfado.
Verlo más grande que él, mirándolo desde arriba no le gustó a Taehyung, se sentía intimidado, siempre había sido así, de ese modo desde niños cuando Namjoon le regañaba.
Tenían caracteres distintos, mientras Tae era risueño, coqueto, zalamero con las chicas, su hermano era distinto, Nam solo pensó en estudiar y prepararse para dirigir la empresa de sus padres. Tuvo una novia que lo engañó con otro, eso lo paralizó a la hora de poder conciliar su vida con una mujer.
—¡Vístete! ¡Ahora mismo! Te daré una golpiza sino me haces caso ¡Así que ponte el maldito traje que nos vamos! —le gritó y al otro no le gustó su mandato, sin saber porqué se encaró a él, nunca lo había hecho pero estaba tan asustado y enfadado por no querer aceptar su futuro que alzó su rostro y lo miró desde cerca.
—Si tanto temes que se rían de ella cásate tú —apretaba sus dientes.
Namjoon puso una sonrisa en sus labios de te meto un puñetazo que te comes la pared de golpe y le habló...
—Te vas a casar con ella hoy porque sino lo haces te juro que mañana a lo que asistiremos es a tu funeral —se acercó aún más a él— y sino me crees sigue con ésta tontería que te has propuesto tener hoy, eres un malcriado y me arrepiento de no haberte golpeado cuando eras un niño —se separó y cogió el smoking de novio que estaba colgado en una percha en la habitación y se lo extendió— te doy diez minutos, ni más ni menos —y se lo lanzó a la cara para salir deprisa y enfadado por la puerta.
En el gran salón de un hotel de prestigio estaba todo preparado para la ceremonia, TN esperaba nerviosa a que su amado Tae apareciera para hacerla su mujer.
—Se está retrasando ¿Le habrá pasado algo? O ¿Lo habrá pensado mejor? —le decía ella a su amiga Jisey con angustia.
—No seas tonta, solo son quince minutos, aparecerá no te preocupes y cambia esa cara que parece que estás en un velatorio —le retocó el velo mientras ella suspiraba.
—Me hace tan feliz saber que voy a ser su mujer que aún no me creo que dentro de poco lo sea —al fin sonreía.
—Serás la envidia de todas amiga —las dos asintieron sonrientes.
Su madre abrió la puerta y entró deprisa con una sonrisa— Hija vamos, ya llegó el novio.
Como no tenía padre porque murió hace años el que la llevaría al altar era Namjoon, se había ofrecido al ver que ella sufría con ese tema.
Él la esperaba fuera, los dos pusieron una sonrisa al verse.
—Estás muy bella TN —era alguien seductor pero comedido, así que ese cumplido era verdadero.
—Gracias Nam, tú también estás muy guapo —se cogió a su brazo.
—Pues vamos que el tonto de mi hermano nos espera —y fueron para andar por la pasarela.
Taehyung los esperaba en lo alto de la escalinata con la cara de los muertos, se notaba forzado, no quería y tendría que casarse a la fuerza.
Cuando su hermano y su novia llegaron a su altura pudo ver la sonrisa de TN bajo la transparencia del velo, eso lo hizo sentirse culpable, le puso una sonrisa que no sabía ni cómo le salía del cuerpo.
Luego vio que su hermano lo miraba con fuerza y quitó sus ojos para coger la mano de TN.
La ceremonia empezó bajo la presencia de todos sus familiares y Taehyung sudaba sin poder remediarlo.
Llegó la gran pregunta, la que se le resistía al novio contestar.
—¿Señor Kim Taehyung quiere usted por esposa a la señorita Lee TN........................
Allí estaba Taehyung con la palabra atragantada, no le salía por mucho que lo intentaba, miró a TN que se estaba poniendo nerviosa.
—Cielo, no sé si me podrás perdonar algún día, pero es que no puedo casarme contigo —dijo ante el desconcierto de todos.
—¿Como dices? ¿Tae que ocurre? No te entiendo —estaba en shock ella.
Namjoon se acercó a él y lo miró de forma asesina.
—¡Dile que sí quieres! ¡Dilo!
—¡No! ¡No puedes presionarme ha hacer algo que no quiero hacer!
Los dos hermanos peleando, los invitados cuchicheando, la madre de ella que se desmayó y TN mirando fija a su novio que la rechazaba.
Namjoon estaba colérico.
—¡Tae no puedes comportarte como un niño en éste momento, ésto no es un juego! —le gritaba.
—¡No puedo, no puedo! ¿Tan difícil es de entender? —decía apretando sus puños.
—¡No hagas que te dé un puñet........
TN cortó a Namjoon cogiendo su brazo, él paró de hablar y la miró, sabía cómo era ella porque la conocía desde años, desde que entró a trabajar como secretaria de su hermano. No le gustaba ser el centro de atención y menos mendigar afecto, también tenía su genio y no se dejaba amedrentar.
—Déjalo, no lo fuerces, si se dió cuenta que no me quiere no le voy implorar para que esté conmigo —dijo tragando las lagrimas, menos mal que el velo tapaba su vergüenza.
—Pero tiene que responder por tí, no puede dejarte aquí delante de todos de éste modo tan bajo y denigrante —Namjoon odiaba a los cobardes.
Miró a su hermano de nuevo duramente. Pero Taehyung miraba a TN.
—No es que no te quiera, es que no sé si podré hacerte feliz, no me siento capaz de tener que responder a un matrimonio entre tú y yo —en lo alto de la parte central del salón era todo una película.
Namjoon rodaba los ojos y apretaba sus puños, paraba a duras penas el golpear a su hermano.
—Sabes lo que significaba para mí éste matrimonio, si me ibas a tratar de éste modo delante de todo el mundo al menos podías haberme quitado ésta vergüenza, podías haberlo dicho antes si no querías casarte conmigo —bajo el velo hablaba pausado y bajito, el dolor era enorme.
—Yo te quiero aunque no lo creas....
—No lo suficiente por lo que veo....
—Cielo.....
—Deja ya lo de cielo, ya no tiene sentido ¿No crees?.....
Y cogió la falda de su vestido con sus dos manos para subirlo y bajar la escalinata. Namjoon cogió su mano y la paró.
—Espera —la miró y suspiró— no te vayas.
Miró a su hermano después y le habló sin rodeos.
—¡Vete o te mato! No te aparezcas hoy ante mí o serás hombre muerto..
—Hiung lo siento...
—¡Vete! Te he dicho...
El otro se fue cabizbajo y la madre de los dos llorando se fue con él hacia la salida.
Namjoon se puso ante TN y la miró aún con su mano cogida.
—Soy el responsable de ésta familia, mi padre sabes que está enfermo y eso me hace ser el que toma las decisiones, lo que voy a decirte es una locura pero quiero que sepas que mi familia no es tan irresponsable como lo es mi hermano —se miraban— sé que estáis en la ruina y tu madre perderá la casa sino te casas con Tae.
Ella avergonzada porque sabía su secreto se sintió mal.
—No irás a darme dinero, no me pongas tú también en ridículo Nam, no podría ya soportarlo —iba a llorar ya sin remedio.
—Nunca haría eso TN, solo quiero decirte que te cases conmigo —aquello fue un terremoto.
—¡Dios mío! ¿Nam cómo puedes decir eso?
—Escúchame primero y luego decides.... será solo un año, el que la nación da por válido para que sea en realidad un matrimonio consolidado, después te dejaré libre, piensa en tu madre —la miraba serio, estaba afectado porque todos hablarían de lo informal que era su familia, mejor que dijeran que un hermano le había quitado la novia al otro, que no fuera un caos por la irresponsabilidad de los Kim.
—No sé qué decir Nam —miró frustrada hacia atrás y vio que su madre estaba medio aturdida, habían conseguido animarla un poco de su desmayo.
—Te prometo que no te haré nada, será solo un arreglo entre tú y yo, tengo que cuidar el apellido Kim, mi hermano es un irresponsable —respiró hondo— tú y tu madre seréis de mi familia ahora y los usureros no os molestarán, nos ayudaremos el uno al otro, yo pagando tus deudas y tú haciendo que ésto no afecte a mis padres y a mi empresa.
Ella suspiró derrotada, no sabía que hacer con todo lo que le estaba pasando.
—No sé qué hacer.
—No creas que quiero presionarte porque no es eso, pero piensa que quedarás libre dentro de un año, todo acabará pronto y cada uno hará su vida como si todo ésto no hubiera pasado — él la tenía aún cogida de la mano y se miraban de frente sin apartar la mirada.
—Está bien, lo haremos, pero solo te pido que me dejes trabajar en la empresa, es mi trabajo y no quiero perderlo por ser la mujer del jefe, eso me lo había prohibido Tae y no me gustaba la idea —lo dijo como un ultimátum, ella también tenía su genio— pensaba persuadirlo cuando estuviésemos casados.
Eso era algo que la ponía intranquila, el genio de los dos juntos podía ser una bomba, sabía del temperamento de Namjoon, llevaba en la empresa lo suficiente para haberlo visto con su aspecto de malas pulgas.
—Vale.... cambiaremos de secretaria Tae y yo, no es bueno que después de lo que ha pasado estéis juntos en el trabajo, vendrás conmigo ¿De acuerdo? —ella asintió.
Y después de tenerlo todo claro la ceremonia empezó de nuevo, el aspecto de todo el mundo era de un caos palpable pero el asunto era de ese modo y no había más que replicar.
En ese momento Namjoon y TN fueron marido y mujer por un año................
No hubo celebración tras el enlace de Nam y TN, no cabían esas cosas en algo que se había tornado raro ante los ojos de todo el que presenció aquella escena tan diferente a otras bodas.
Namjoon vivía en un lujoso apartamento del centro de Seul, rico, famoso en su profesión, muy inteligente y además un hombre que dejaba huella por su estatura y por sus facciones duras, todo ésto hacían de él alguien deseable para muchas que lo acechaban para encontrar un poquito de atención.
Sin embargo hace años rompió con su novia, era la única mujer con la que había mantenido una relación seria, tuvo amigas especiales que satisfacían sus deseos más íntimos pero nada serio, sufrió tanto con esa relación que no quiso saber nada de volver a tener sentimientos por ninguna.
TN fue a vivir con él, tenían que cuidar las apariencias, su madre de quedó en su casa, no quiso acompañarlos.
—Podrás dormir en la habitación de invitados, no es muy grande pero sino te sientes agusto puedo pedir que uno de los salones lo conviertan en tu dormitorio —le decía Namjoon mientras ella paseaba con su mirada la estancia.
—No te preocupes, yo no soy de esa clase de chicas que quieren vivir entre lujos —se miraron por un momento.
—Yo tengo algunas manías TN, espero que nos respetemos, cada uno tendrá su espacio ¿Estás de acuerdo con eso?
—Claro, no te molestaré, tú sigue viviendo como antes, cómo si yo no estuviera aquí —dijo ella toda amable.
—Ok, pues ve a tu habitación y descansa, mañana hay trabajo, la luna de miel se fue al infierno —quiso ser gracioso pero ella cerró los ojos con dolor, eso lo hizo sentirse nervioso— venga vete....estoooo bueno.....buenas noches.
Y se volvió un poco descolocado por haberla hecho sentirse mal.
Ella de pronto lo llamó.
—Nam...
—¿Sí? —se volvió a verla de nuevo.
—Siento pedirte ésto, pero.... el vestido no puedo quitarlo por mí misma —dijo nerviosa.
—Ah....claro.....el vestido —se acercó a ella— ¿Como puedo ayudarte?
—Tienes que desabrochar los botones de mi espada.
Tragó él y se puso de espalda a ella, con sus largos dedos empezó a desabrochar uno por uno, cuando bajaba pudo ver la ropa interior blanca y de encaje que ella tenía preparada para su hermano y la noche de bodas.
¡Tonto! Pensó.....lo que tenía a su lado y lo dejó escapar, esa piel tersa iba apareciendo ante él y sin poder remediarlo le rozó la yema de su dedo, paró y lo dejó estar, ella no era una mujer de esas que veía de vez en cuando. Terminó y se separó, la dejó libre después de sentirse deseoso de algo más que desabrochar unos pequeños botones.
—Ya está —le dijo con una sonrisa.
—Gracias, me voy a dormir —ella se fue avergonzada, lo conocía muy bien pero en la intimidad era todo muy diferente.
Nam llegó a su habitación y se quitó la chaqueta del smoking, desabrochó los puños de la camisa y la subió hasta sus codos, quitó los botones superiores y dejó ver ese pecho trabajado que tenía. Respiró hondo y sacó una botellita de alcohol que tenía en su mini bar dentro de su habitación. Se lo bebió todo de golpe, necesitaba contrarrestar el rencor que sentía contra su único hermano pequeño.
Lo había envuelto en una situación que sería difícil de llevar, pero no podía poner en peligro el prestigio de su familia y de su empresa, cogió otra botellita de alcohol y después otra y se las bebió todas desesperado.
Se tendió en la cama cuando ya no pudo más y se durmió.
Al cabo de unas horas despertó, le dolía la cabeza enormemente, se la tocó y peinó su pelo con fuerza con sus dedos para sentarse al final en la orilla de la cama. Su estómago estaba revuelto y su aspecto eta horrible.
Se levantó y tropezó con las botellitas que bebió cuando llegó de su horrible boda.
—!Maldita sea mi existencia! —su genio era ese aunque supiera ser amable, siempre sabía como tratar a las personas aunque si alguien lo retaba o se pasaba con él sabía como parar todo de golpe.
Aún con su pantalón de pinzas negro y su camisa blanca desabrochada salió hacia la cocina, debía beber agua.
Allí estaba TN vestida para ir a trabajar, estaba haciendo el café. Al verlo con esas pintas y que no hablaba lo saludó.
—Buenos días —dijo amable.
—Si tú lo dices así será —con tono borde y no acostumbrado a tener a nadie por la mañana en su apartamento se comportó frío.
—Vaya, el genio que te gastas cuando los japoneses no quieren firmar tu propuesta también lo tienes en tu casa por lo que veo —lo había visto en el trabajo a veces de ese modo y no se sorprendió.
—Mira TN anoche bebí demasiado y hoy no puedo ni con mi existencia, así que no saques tu sarcasmo conmigo que te conozco —también la conocía, su genio y su peculiar sentido del humor.
—De acuerdo, te haré un café y nos iremos a trabajar —dijo y se alzó para coger una taza de arriba del estante.
Namjoon bebía agua no muy lejos de ella, se descontroló un poco y al verse que caía al suelo se agarró a él, tocó sus fuertes hombros.
Él la atrapó y la pegó a su pecho. Después de darse cuenta de la proximidad que los unía la soltó y se alejó.
—Espérame un poco, me daré una ducha e iremos juntos al trabajo —se fue sin decir nada más.
TN se bebió el café absorta en la imagen mental sobre los pectorales de Nam. Había tocado muchas veces el cuerpo de Taehyung pero nada tenían que ver un hermano con el otro.
Respiró hondo pensando en éste último, la había abandonado, dijo que la quería, que quería hacerla su esposa, sin embargo había acabado con su hermano. Todo era complicado, lo seguía amando así que verlo en la empresa sería duro pero no le demostraría el dolor que sentía, sería la TN fuerte e inteligente y ante nadie bajaría el rostro................
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