Nerea
Por Dios, ¿qué es lo que sucede? Estos últimos meses han sido un total desastre en mi vida. No han dejado de pasar cosas horribles. Mi prometido me traiciona con mi madrastra en mi propia habitación. Mi padre no es mi padre y le importa poco que mi novio se acueste con su mujer. Solo disfruta hacerme sufrir por ser la hija de la mujer que lo uso para criarme y nunca lo amo.
He vivido en un mundo totalmente falso desde que tenía un año de nacido. Lo único real en mi vida fue mi madre, su muerte y mi trabajo, el cual amaba hacer con todas mis fuerzas y de hecho es el culpable de que esté en esta situación ahora.
Todos esos pensamientos pasan por mi cabeza mientras corro totalmente asustada de lo que me persigue, a través de un bosque, en el que la noche está haciendo acto de presencia.
Eso empeora mi situación, pues casi no veo, por lo que cada rama que paso, deja una marca en mi cuerpo y duele mucho, pero no me detengo. Estoy casi sin aliento y lloro desesperada al escuchar los sonidos del animal que viene detrás, me esta cazando como si fuese su presa. Que de hecho, lo soy. Y, aun así, mi cabeza sigue pensando cosas que no ayudan en nada.
No puedo creer que esta situación sea cierta, lo que mis ojos han presenciado en las últimas horas debe ser falso, rezo porque lo sea. Mi imaginación se debe haber vuelto más vívida por todo lo que he pasado en estos últimos meses. No me cabe en la cabeza que esas maravillosas personas que me han cuidado y protegido cuando el accidente, al final sean monstruos.
Recuerdo lo que paso en el día, yo caminando por la casa tarareando y encontrándome los ojos grises más expresivos del mundo.
Sentí que perdía toda conexión con el universo cuando lo conocí, era como si hubiese encontrado algo, ¿qué? No lo sé y todo dejo de importar cuando se acercó, tomo mi mano y me arrastro hasta el borde del bosque. Allí vi la mirada más dulce que un hombre podría darme y la sonrisa más pura que he experimentado.
Lo siguiente me dejo sin habla, me beso sin previo aviso y no me importo porque el mundo dejo de girar. Sus labios eran el lugar correcto para estar viviendo el momento, tanto así, que estaba quedándome sin aire y no me afecto.
Otra primera vez con él, nunca me habían besado de esa manera tan profunda y llena de amor.
Mas, de repente, todo se volvió una total locura, cuando dejo de sostenerme en sus brazos.
Un empujón me hizo chocar contra un árbol y quejarme de dolor. Lo miré tratando de entender qué sucedía, para terminar encontrando un rostro deformado por la rabia. Alcé las cejas tratando de entender que sucedía, como era que había cambiado todo en segundos.
—Tienes cinco minutos para empezar a correr por ese bosque y rezar por no caer en mis manos o dejaras de existir.
Mis ojos se abrieron de par en par y más al ver como comenzaba a quitarse la ropa.
—¿Qué…? ¿Qué hace? ¿Quién es usted?
—No hagas preguntas innecesarias y corre, es lo último que te diré.
Lo siguiente me dejo sin habla, aunque no sin gritos, temblando logré hacer que mis pies se movieran y comencé a correr. Creo que nunca en mi vida lo había hecho tan rápido, el viento agitaba mi pelo que empezaba a soltarse de la trenza que tenía hecha.
Pedí ayuda hasta casi perder la voz, pero nadie acudió a mi rescate y aquí estamos, en el principio. En donde ya no puedo más, pero el terror me impulsa a continuar.
"¿Por qué? ¿Por qué me persigue de esa manera tan desesperada? ¿Por qué me odia?" Me pregunto y a pesar de todo el miedo que le tengo, algo dentro de mí tiene sentimientos encontrados por ese desconocido. Exhalo con fuerza y sollozo porque me duele todo y es en serio, siento que mi cuerpo quiere romperse en pedazos. "¿Cuándo va a detenerse? ¿Pretende asesinarme de verdad?" Veo un claro adelante y me arrojo desesperada hacia este para detenerme en seco al ver que estoy sobre un acantilado que, aunque no es tan alto, igual la caída puede matarme. Si no lo hace la altura de seguro, el río que está debajo, lo hará.
Respiro con fuerza, el escenario es hermoso, lástima que el instante no lo sea. Me giro lentamente pidiendo que se haya detenido, por lo que miro alrededor a ver si ya no me persigue y me alivia ver que no está. Trato de centrar mis sentidos para ver si puedo sentir el peligro, como conejo asustado estoy en alerta máxima, mis ojos recorren el campo abierto con desespero.
Mi tranquilidad dura poco, pues siento movimientos. Se dirigen hacia mí y ya no es solo lo que me cazaba, hay más. Ante mí aparece el señor Dobre, el jefe de todo el pueblo en el que me he quedado estos meses luego del accidente. Otros a su alrededor se muestran, la luna ilumina y los reconozco a todos, me miran con piedad, puedo verlo.
A ellos les debo mi vida y estaba fuera de mí hasta hace unas horas creyendo que podría vivir a su lado, ya que no tengo nada a lo que regresar. Mas, acabo de descubrir que tampoco puedo quedarme, puesto que no son lo que espere.
Me irrita que la vida no quiera darme un respiro, cierro mis ojos y siento un dolor enorme. Y es que aparte del de mi cuerpo cansado, también siento mi alma en pedazos. La soledad se apodera de mí y la tristeza me deja sin el poco aliento que había recuperado. Mis manos se aprietan en mi pecho y vuelvo a lo que sucede cuando la voz del señor Boris me hace reaccionar.
—Nerea, por favor querida, aléjate de ese borde y volvamos a casa con Ela que te espera.
Lo miro con lágrimas y trago el dolor que quiere desbordarse al sentir su bondad, pero recuerdo que no es lo que parece, por lo que el miedo regresa.
—Yo no tengo casa y por si no se ha dado cuenta no me quieren allí, aunque tampoco me interesa volver. —Niego con mi cabeza, tiemblo al verlos rodearme, hay varios como la mano derecha del señor, el hijo de este y otros. Los vigilo, no quiero hacer algo tan horrible, pero me he vuelto a quedar sola. En eso avanza quien más temo, solo está en un pantalón, Dios es hermoso y me odio por sentir algo por él—. ¡No se acerquen!
—Puedes lanzarte, nos harías un favor.
—¡Cállate Izan! Hija… no lo escuches, no es cierto, todos te queremos.
Aunque escucho lo que me dice, mis ojos no se despegan de su hijo, quien me ha herido profundamente con sus palabras. Así que se llama Izan, al menos sé su nombre ahora.
—¿Por qué? Yo no te he hecho nada, ni siquiera te conozco y tú nunca sabrás quien soy realmente.
Digo con los ojos desbordados en dolor mientras sonrío con tristeza. Solo giro para mirar la luna por última vez, para con dos pasos apurados cubrir la distancia que queda y dejarme caer. El miedo me domina porque descubro a último minuto que no quiero morir, pero ni modo, este es el fin y lo siento cuando me estrello contra el agua fría. El aire se escapa de mis pulmones, siento que me arrastra la corriente y quizás lucho, no lo sé bien, sin embargo, un fuerte golpe en la cabeza me hace perderme por completo.
—¡Nerea! ¡Nerea!
—¿Madre?
—Hija, despierta, no estamos lejos de casa y quiero contarte algo antes de llegar. Ahora que ya tienes tus quince años es hora de que sepas la verdad sobre nuestra vida.
—¿De qué hablas?
—Hablo de que tu verdadero nombre no es Nerea Bolear, sino Nerea Cobo Lamar. Tu padre no es Reynold, solo me casé con él para mantenerte a salvo cariño, pero ahora que ya eres grande, deberíamos irnos. Ya no soporto vivir a su lado y no hay motivo para seguir ocultándonos cuando en todos estos años no nos han encontrado.
>> Verás, la realidad es que tuve que huir de nuestras tierras para ponerte a salvo cuando tu padre y hermano fueron asesinados. —Sus ojos se humedecen y aprieta el volante con fuerza—. Si continué viviendo luego de perderlos fue por ti, porque tú eres la continuidad de los Lamar. Una generación que devolverá la jerarquía a nuestro pueblo, el cual ha sido explotado por los regentes. ¿Como puedo explicarte todo esto y que creas lo que digo?
—Creo que hasta ahora vas bastante bien, ya que te he creído que Reynold no es mi padre.
Sonríe con tristeza.
—Bueno… lo cierto es que en este mundo hay más que simples humanos, de hecho, todas esas series y películas que ves sobre supernaturales son ciertas.
—¿Perdón?
—No me interrumpas y solo escucha hasta el final, por favor. En fin, tú provienes de dos familias muy poderosas. La de tu padre, Ben Cobo, que es un lupus superior, y la mía que es una familia con poderes. —Pienso que los ojos se me van a salir, ¿de qué habla?—. Voy a contarte a largo rasgos sobre nosotros, no tengo mucho tiempo. Lo primero que debes saber es que los Lamar tienen una sangre especial, ya que producen a criaturas poderosas como a los grandes alfas de manadas.
>> Los hombres de nuestra familia pueden ser muy poderosos y las mujeres ostentan a veces altos mandos debido a la pareja del destino que le es asignada. No todos siguen la línea de los Lamar al nacer, ya que son escogidos por nuestra propia genética aquellos que lo hacen. No todos son de las altas esferas, pero si poseen poderes y habilidades extraordinarias.—¡¿De qué habla?! Esto es demasiada información—:
>> En fin, todo eso ha sido durante generaciones, orgullo para los nuestros. Pues como dije, además desarrollamos poderes. Cuando nacemos ya venimos todos con la habilidad de sanar más rápido que otros, pero al entregarnos a nuestras parejas todo cambia y de acuerdo con la unión, se desarrolla más el poder que tendremos de forma definitiva.
>>Algunos tienen fuerza bruta, otros telequinesis y así, todos somos especiales. Cada uno pertenece a una rama de la familia y solo el líder tiene más de un poder.
>> Ya quisiera saber cuál será el tuyo, es una lástima que solo podré verlo si encontramos a tu pareja. También es una pena que al final no tengas los genes de tu padre. Por desgracia las mujeres de la familia no tomamos los genes de nuestro progenitor, al menos, solo ha pasado esa excepción dos veces, que se sepa.
>>Pero bueno, mientras buscamos, es bueno que sepas que por desgracia nuestra sangre despertó codicia y envidia. Lo que llevó a que las mujeres fueran a veces raptadas y los hombres asesinados e incluso algunas mujeres fueron también eliminadas por celos. —Dijo con tristeza —. Sobre todo, por las parejas de vida de esos malditos que las raptaban. Los cuales eran capaces de dejar a su destino y hasta asesinar a sus verdaderas mitades solo por el poder. Por suerte, un hijo con verdadero poder solo se obtiene con la auténtica unión que nos toca.
>> No obstante, eso no impidió que la caída de nuestra familia fuese planeada. Se logró descubrir el plan de eliminarnos y por ello decidimos escondernos. Seríamos cobardes, pero la sangre de los Lamar, no se perdería por completo. Por desgracia eso no funciono totalmente y hasta hoy nos persiguen, por eso nuestra familia fue casi totalmente exterminada, no sé dónde andarán los otros y espero que no seamos las ultimas.
>> Pero como estamos a salvo, creo que es hora de comenzar la búsqueda de tu futuro. Escucha, sabrás quien es cuando tu mundo se pierda por esa persona y tu marca se haga presente en tu vientre bajo, aunque eso solo debe ocurrir, cuando completen la unión carnal. —Abrí los ojos en grande y mi madre se rio—. No es tan malo como parece cariño, sobre todo si es con quien amas.
>> Debes saber que no puedes decirle a nadie que eres una Lamar o estarás en peligro. Por desgracia, tenemos un defecto en nuestra familia y es que nos reconocemos unos a otros, y por eso hemos tenido traiciones hasta de la misma estirpe. Por lo que debes desconfiar de todos menos de uno, tu pareja designada por ley de la vida y tus hijas o hijos. Los Lamar tendemos a tener familias grandes para cubrir las necesidades de creación de poder, para que la continuidad sea más segura. Por desgracia yo solo tuve dos, pero gracias al cielo fue un varón llamado Don y una hembra, tú, así que cumplí con ambas partes que se me exigían.
>> Tu no te preocupes por eso, ahora nadie puede exigirte nada, ya que nuestra familia cayo en declive total y quedamos pocos regados por todo el mundo. Igual, de tocarte un alfa o beta deberás crear un heredero varón con preferencia y luego será lo que quieras si deseas tener más de uno. ¿Has entendido todo lo que te he explicado?
—La verdad es que no, madre... ¿de qué diablos hablas?
En eso un auto nos embistió y ambas gritamos por el impacto, mi madre me miro asustada.
—Nos han encontrado, solo prométeme que estarás a salvo. Busca a tu pareja ideal y trata de salvar a nuestras futuras generaciones, eso es lo que te encargo hija. Si deseas saber más sobre nosotros ve a donde nacimos los Lamar, Catempur, y encontraras nuestra historia. Te amo mucho, nunca lo olvides.
Fue lo último que dijo antes de que todo se volviera oscuro otra vez y esta vez abrí los ojos de par en par recordando por completo lo que una vez olvide.
He estado recordando esto desde que desperté hace algunos días en los que solo he visto al doctor, pues no quiero ver aun a los demás. Sin contar que no tengo muchos deseos de hablar.
Solo pienso en que Nerea Cobo Lamar es mi nombre y es el que deseo utilizar a partir de ahora o eso creo. Aunque pensándolo mejor aún no es hora, mi verdadero nombre nada más puede ser usado por quienes lo necesiten saber. Que se conozca puede atraer a mis enemigos y ponerme en gran desventaja, pues mientras ellos me conocen, yo, en cambio, no sabré quiénes son.
Nerea
Dirijo mi mirada a quien me llama y reconozco a Ela, le sonrió porque desde que llegue ha sido un amor conmigo. Además, es la primera persona a quien dejó entrar.
—Qué bueno verte despierta mi niña, pensamos que nunca volverías a despertar.
—¿Cuánto…?
¿Mi voz? Me duele la garganta de repente y trato de tragar a ver si mejora.
—Espera, necesitas agua. —Se levanta y vuelve con un vaso, me ayuda a incorporarme y me da de beber. Siento que mejora, aunque molesta su poco—. Así, con calma para que no te ahogues. Bien…
Me deja caer en la almohada y se mueve para dejar el vaso en la mesa a mi lado.
—¿Cuánto tiempo llevo aquí?
—Tu voz va a mejorar con los días, no te preocupes y llevabas dos semanas dormida hasta hace unos días. Aunque la verdad es que no es difícil de imaginar que descansaras tanto con el golpe que tienes en la cabeza. Sin contar que volviste a lastimarte la pierna que te habías roto y aunque tu recuperación es buena, así todo no es posible que te recuperes como…
—¿Cómo ustedes?
—Bueno… yo siento mucho que te hayas tenido que enterar de esa manera lo que somos y que mi hijo, tu pa…
Veo que se pone nerviosa y evita mirarme, lo que me hace sonreír. No tiene idea de que todo ha cambiado y que ahora ya no me provocan miedo. Tengo una nueva meta de vida que cumplir y por eso, acepto que debo quedarme aquí si quiero lograr lo que prometí.
—Ela, sé que son y quien es tu hijo, pero nada de eso me interesa. —Me miro asombrada—. Quiero decir con esto, que si la vida me ha dado otra oportunidad es porque aquí es donde debo estar. No me interesa que son o quienes son, no han hecho nada malo. Solo quiero, si se puede, quedarme aquí y ayudar de alguna forma. No lo sé… —En eso se me ocurre una idea que quizás nos beneficie a ambas. Mi objetivo de vida ha cambiado y debo encontrar a los míos en secreto—. De hecho, tengo una idea… —Respiro, pues he hablado mucho y molesta—. Usted se quejaba de tener mucho trabajo y no tener apoyo real a su lado, ya que Zenya tiene sus tareas también.
—Si, así es.
—Déjeme quedarme y ser su secretaria. —Me mira con duda y veo que no entiende bien lo que deseo—. Prometo solo hacer lo que se me ordene, pero será una forma de ayudar. Puedo trabajar en cualquier cosa, no obstante, tendrá que ser lejos de los demás, pues ya todos saben que yo…
Dejo de mirarla porque mis mejillas se pintan, siento como suspira.
—Entiendo… tienes razón, ahora que todos saben quién eres, solo habrá aquellos aduladores que querrán algo de ti o los verdaderos que te querrán. Ninguno de los dos es bueno, no te permitirán trabajar como deseas, siendo útil. Y te entiendo… todas las lunas queremos ser personas capaces de aportar.
La miro al escuchar esa palabra.
—¿Quiénes son las lunas?
—¡Oh! —Se ríe—. Cierto, no sabes nada de nuestro mundo, es por eso por lo que debo hablar sobre ese puesto que quieres con mi esposo. Él es el alfa de la manada y yo soy la luna de esta, la pareja del jefe y la segunda al mando. Todos los clanes tienen estas clasificaciones. —Respira al verme abrir los ojos—. No dudo de tu capacidad, pero debes aprender mucho para ser mi secretaria o mano derecha, sin contar que puedes correr peligro. Nunca he sabido que una luna tenga una secretaria.
—¡Puede decir que está entrenando a la futura luna!
—Pero mi hijo…
—Lo sé, no me acepta y… yo tampoco lo quiero.
—¿Cómo…?
Alcé mis manos en son de paz.
—No lo tome a mal, pero, aunque sienta cierta atracción por él, no tengo interés alguno, créame. Puedo superarlo y dejar que sea feliz.
—No es tan fácil chiquita, entre ustedes hay un vínculo…
—Que puso el destino… lo sé... —y para rematar algo me dice que no debo irme de aquí y que mi lugar está a su lado. Pienso con tristeza para luego mirarla—. Prometo que aprenderé rápido y puedo defenderme por mí misma, no importa que empleo me da, solo necesito trabajar, ser útil como ya dije.
Toma mis manos entre las suyas.
—Muy bien, déjame hablarlo con Boris y te daré una respuesta pronto.
—Gracias.
Me sonríe y luego se va para dejarme pensando en cómo ha sido mi vida hasta ahora. Me volví una influencer que viajaba por el mundo entero mostrando los maravillosos lugares de los distintos países y amaba la libertad de ir a donde quisiera. Muchos me conocían y era excitante ver a las personas reconocerme, compartir con ellas. Pero también era fantástico regresar a casa, pues tenía una pequeña familia a la que volver y una pareja que creía que me amaba.
Hasta que llegué ese día y encontré a mi novio de años e incluso mi prometido, revolcado con mi madrastra en mi cama. Luego de eso fui a buscar apoyo en mi padre y descubrí que no era mi progenitor y que me odiaba.
Al final quise huir de todo y volver a lo único seguro, que era mi programa, pero alguien coloco una bomba en el avión en el que viajamos. Nos derribó en lo alto de una montaña nevada, el avión no se incendió enseguida, por suerte.
Cuándo me desperté, traté de buscar si había sobrevivientes. Sin embargo, solo yo sobreviví con una pierna rota.
Como pude, recupere mis pertenencias, tome algunas cosas del avión y me arrastre hasta estar lo más lejos posible. El fuerte olor a combustible me decía que pronto estallaría y no me equivoque, minutos después de salir se prendió y exploto.
De espalda, apoyada contra un árbol, busqué par de ramas y logré inmovilizar la pierna a puros gritos. Con la ayuda de un palo que tomé como bastón comencé mi viaje, no podía quedarme allí. Fue evidente que me intentaron asesinar, por lo que no podían saber que sobreviví, tampoco tenía a qué regresar, así que este era el giro que necesitaba. Debía descender, pero el frío era abrumador y aunque lancé bengalas que encontré en el avión por si había alguien cerca, nada funciono.
Cuando el frío me tenía totalmente acalambrada, comencé a creer que la supuesta nueva oportunidad ya no era tan buena, para nada. Estaba muriendo en un lugar alejado de todo, sola y con una vida por delante. Me burlé de mí misma, al final tanto esfuerzo e iba a morir como querían.
Así que termine por sucumbir ante las bajas temperaturas, el hambre y la sed. Bajar aquella montaña era imposible sin un equipo adecuado, me di por muerta y recuerdo que cuando se cerraban mis ojos, lo último que vi, fueron lobos. Lo mejor era morir rápido para no sentir el dolor al ser devorada, aunque ahora entiendo que no iban a comerme. Solo estaban allí para ayudarme, pero quién se iba a imaginar semejante cosa.
Lo cierto es que cuando volví a dar el sí, me encontré en este mismo hospital. Y estuve un mes recuperándome de todo lo que sufrí, no nada más quebré mi pierna, tenía otras lesiones. Al final me enamoré de este lugar y pensaba quedarme hasta que paso toda esa locura con mi supuesta pareja del destino.
En cierta forma le agradezco este segundo encuentro cercano a la muerte, pues pude recordar todo lo que escondía mi mente e incluso me siento diferente.
Creo que tiene que ver con mi secreto de que no soy tan distinta a las personas de aquí, al final soy algo más que un ser humano y creo que mi cuerpo comienza a entenderlo. Es como abrir el chakra del tercer ojo, la comunicación espiritual, la conciencia y la percepción de que soy algo más y esto se ha hecho presente. Mi cuerpo ha comenzado a cambiar y no tengo ni la menor idea en que forma lo está haciendo, más algo pasa. Lo he ido descubriendo a medida que han ido pasando los días.
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