NovelToon NovelToon

Amor De Un Rato

Mi nombre es...

Es obvio que no me conoces, la verdad no tengo la intención de hacer que me conozcas, pero, tengo muchas cosas que contar y por ende sabrás quien soy. No quiero hacer muy cliché la parte en la que me presento, aunque siento que no debería, pero aquí vamos.

Mi nombre es …

Lo siento, se me fue la inspiración. Basta de parloteos ¿alguna vez te has enamorado? Supongo que sí, a todo el mundo le pasa, aunque veamos muy lejana esa posibilidad de encontrar a nuestra media naranja. Déjame decir que yo tuve a mi media naranja y se fue, tan efímera, tan cautelosa, tan espontánea. Pero vamos, es un poco inhóspito de mi parte empezar así, sin aclarar muchas cosas y seguramente te estarás preguntando ¿A que nos lleva toda esta mierda? Nos lleva a una aventura de mierda a amores muertos de mierda, a besos de mierda y a “te amo” de mierda; no me mal entiendas, todo lo anterior fue fantástico, sin duda lo mejor que me ha pasado en la vida, sin embargo odio ver la realidad de las cosas y asimilar que todo eso jamás volverá, ahora sólo son recuerdos, recuerdos que me carcomen el alma sin dejar de lastimar, eso es lo que los hacen tan mierda, y el saber de qué hubiera preferido un millón de veces terminar nuestra relación como cualquier ruptura ordinaria que nunca terminarla, es la historia de amor que no termina y eso me mata todos los días.

Actualmente en mi vida...

Corro más rápido cada vez. Más rápido. Él me besó.

Después de tanto tiempo haciéndome la vida imposible, sin dejar pasar la oportunidad de decirme que me odiaba, él me dijo que era hermosa y me besó.

Estoy tan confundida, seguramente es por el exceso de alcohol en sangre que hace que actúe de forma extraña y que hiciera la mayor estupidez de su vida.

_Oye, sube de nuevo al auto _ me grita.

Yo aún sigo sin poder asimilar lo que ocurrió con nosotros, seguramente pensó que era Aime o alguna otra chica con las que tiene sueños húmedos.

_Déjame en paz, puedes irte sin mí_ dije sin ser capaz de mirarlo a la cara.

Él al ver mi renuencia baja del auto y eso me pone los pelos de punta, él le ocasiona un poco de miedo, pero no porque sea agresivo, es que él tiene un gran porte.

Se acerca a mí y me toma del brazo, como siempre cuando no le hago caso.

_Estás loca si piensas que te voy a dejar aquí. Así que súbete al maldito auto_ me dijo imponente.

Sus ojos estaban rojos, no era él. No sé porque me pone mal que no me haya besado sobrio, sabiendo lo que hace. Es estúpido, no debería sentirme así cuando se supone que es la persona más nefasta que hay en la tierra. Hoy lo ví con su novia, Aime. Y tampoco me gusta que no me guste que sea novio de mi mejor amiga. No sé en qué punto de nuestra... lo que sea que tengamos, me empezó a generar emociones que no sentía desde que el amor de mi vida marchó.

El corazón me late a mil por hora y yo estoy tan confundida. Evito su mirada, porque no sé que estimuló sus labios a mi conciencia.

_No_ con fuerza me safo de su apretada mano.

_Te he estado aguantando toda la maldita noche y ahora no me puedes decir que no, vámonos_ me jaló y me llevaba hasta su auto. Pero yo ponía resistencia.

_No quiero estar contigo. Te odio, te odio, te odio_ le dije cada vez con más coraje y me eché a llorar.

Él se detuvo y yo me derrumbé. ¿Por qué me hace esto? está claro que lo hizo porque soy una débil mental, seguramente ha pasado gran parte de su insignificante vida pensando como destruirme.

_¿Qué ocurre?_ por primera vez sonó preocupado.

_No tenías que besarme, no tienes que jugar con los sentimientos de las personas, no tenías que hacerme esto si tanto me odias_ digo.

_Si tú también me odias tanto como dices, no debería haberte puesto mal, ¿por qué te afecta tanto que te haya besado? yo lo hice porque llevo mucho tiempo pensando en hacerlo y este me pareció el momento y el lugar correcto_ dijo arrastrando las palabras, la típica voz de un ebrio.

Yo no pude creer lo que me decía. Era tonto pensar que tenía ganas de besarme cuando tiene a Aime. Llevamos tanto tiempo juntos, siendo su enemiga nata que piensa en besarme. Seguramente es parte de su juego mental.

Pero tiene razón, si yo también lo odio, no debería sentirme así, mi corazón no debería doler. Debería darme asco y repulsión porque el idiota me besó.

_Me diste asco _ me limpio el rostro y finjo descontento_ Espero que mañana te acuerdes de esto, maldito miserable...

_Tú siempre eres mala, desde el primer día que nos conocimos fuiste mala, me golpeaste el rostro. Nunca eres linda, pasas tanto tiempo pensando en ese estúpido muerto que no ves lo que puedo sentir por ti_ nada de lo que decía tenía sentido, solo estaba borracho; pero por más que yo trataba de no sentirme mal, lo sentía_ Te odio porque no puedo odiarte, odio que sigas pensando en él_ su rostro era como la de una persona herida.

_Porque yo lo amaba, y te guste, o no, siempre lo amaré, entiéndelo. Morirá cuando yo me olvide de él, o sea, NUNCA _

_Tu entiende que hay más gente mirándote, esperando a que les des una oportunidad. Él ya no está, Isabell, jamás volverá_

Mi corazón se hizo añicos, tenía razón en todo. Odio admitir esa dolorosa realidad.

_¿Y qué si aún lo amo?_ jadeaba entre lágrimas_ ¿Qué es lo que sientes realmente por mí para atreverte a besarme y decirme algo así?_ me interesaba saber lo que tenía que decir sobre mi, lo deseaba.

Permaneció en silencio un rato.

_Nada, no siento nada por ti y nunca lo sentiré. Lo dije solo para verte en donde estás ahora_ dijo con frialdad.

Me levanté del piso sin despegar mi mirada de la suya. Lo sabía, ¿qué esperas, niña boba? Él quiso verme más destruida de lo que ya estoy por dentro, estaba jugando conmigo.

_ Muérete, miserable hijo de perra_ lo empujé y me retiré de donde estábamos, tan enojada, tan adolorida y olvidando que la razón por la que temblaba era por el frío, pero hasta eso lo dejé de sentir.

Pero su mano volvió a jalar de mi brazo delgado y mi cuerpo se pegó al suyo haciendo un sonido agudo. Yo le pegaba débilmente, aunque intentara no podía hacerle daño.

_Te llevaré a casa, déjate de tonterías y súbete o te subo yo_ solo nos separan unos centímetros para tocar sus labios. Yo seguía hinchada y la boca la sentía pastosa..

_Ni loca...

Fue tan rápido que ni siquiera sentí mi cuerpo alzarse, cuando me di cuenta ya estaba sobre su hombro.

_Te lo dije_ me dijo y yo me sonrojé, sentí su mano sobre mi trasero.

_Vete a mierda, Alexander...

Esto sigue sin tener sentido, retomaremos el punto cero de mi vida. Donde todo comenzó

No fui planeada, les arruiné la vida a mis padres, pero quién los manda a tener sexo sin protección.

Mi nombre es…

-Quítate-

Que bien, ahora, en este preciso instante quiero golpear a alguien, vaya que este es un buen comienzo de ciclo escolar en una escuela nueva lejos de México. Y esa tonta con traje de porrista me acaba de tirar mis últimos quintos en comida, y todavía se atreve a mofarse de mí. Pero esta sí que me las pagará, algún día...

Me dirijo al baño para limpiarme mis Converse que se mancharon con puré de manzana, pero me olvido completamente de ellos, me meto a un cagadero y me dispongo a llorar como una bebé manchada de papilla. Es mi primer día de escuela en un país que desconozco. Mi mamá adquirió un nuevo empleo con un mejor sueldo, con mejores prestaciones y un nuevo esposo que nos ofreció su casa como si fuéramos una familia...al menos tiene una alberca olímpica, Xbox, mesa de billar y todo lo que hubiera tenido si me gustaran los viejitos multimillonarios a punto de morir.

-¿Hola?

Me limpio las lágrimas y vuelvo a fruncir el ceño-Está ocupado

-¿Te encuentras bien?

Me indigno al saber que alguien me escuchó llorar.

-Sí, solo que sufro de estreñimiento.

Seguramente la chica puso cara de asco, le dije eso para que se callara y me dejara de molestar.

-Te vi en mi clase de química.

Silencio.

-¿Quieres que almorcemos juntos?

-¿Quiénes?

-Tú, yo y un idiota.

Jalé al inodoro, salí y me encontré con una chica super guapa, con los ojos más lindos y cabello rojo. Y su nombre si combina con su físico

Sonrió al verme y le devolví la sonrisa.

-Soy Darien.

El otro idiota era Darien, es un chico bastante simpático, es deportista y está en el equipo de futbol de la escuela, mide 1.87 metros y podría decir que es guapo.

-Yo soy Aime

Aime, la chica pelirroja, es muy inteligente pese a al preconcepto que probablemente unos cuantos tienen de ella, es muy guapa y su lista de pretendientes es tan larga como un rollo de papel higiénico. Lo que más me gustó de ella es su sonrisa.

-Greta

Y esa soy yo.

-Me gusta tu acento - Darien

Le sonreí.

¿Te gusta usar bra?- me preguntó Aime

-Bueno, si no quiero ver mis tetas caídas a corto plazo tengo que usarlos.

-Que estupidez que hayan inventado algo tan patético para el uso femenino, digo los hombres no usan sostén para su miembro-

-Solo buscas excusas para exhibir lo que no tienes- Dijo Darien, Aime lo miró de soslayo

-Idiota

Dime, Greta. ¿te gustaría ser nuestra amiga?- Darien me miró

Eso nunca me lo habían preguntado, sin embargo, creo que es ridículo que alguien lo pregunte, la amistad fluye sin que nos demos cuenta. De todas maneras, dije:

-Claro- con una sonrisa.

Quiero tomar en cuenta algo muy importante, nunca he tenido novio o algo cercano a ello, y es porque simplemente yo no quiero, los chicos se me hacen la cosa mas aburrida de perder el tiempo, además, solo gastas dinero y baba.

Solo veo a gente guapa.

Nunca he dado un beso, y creo que me da repulsión ver a una pareja besarse, desde niña me han dado asco los besos...

Cuando hubo acabado la clase de Matemáticas me fui a casa, estaba algo agotada, esto de ser nueva en la escuela tiene su precio.

Actualmente vivo en los ángeles California, con mi mamá y su novio Jonathan. Jonathan es un buen tipo, se comporta casi como mi papá, le costó mucho tratarme, lo conozco desde que tengo seis años, era un amigo de la familia y estaba completamente flechado con los encantos de mi mamá, cuando ella se enteró que mi papá le era infiel con una guapa española de origen griego, Jonathan aprovechó esa tragedia y sacó lo mejor de él para acercarse a ella, enamorarla y dejara de ser un simple amigo. A los pocos meses se casaron e hicieron planes, uno de ellos era vivir en Estados Unidos, el país nativo de mi madre, Jonathan es ahora su esposo. Mi mamá, una mujer encantadora, con los ojos más hermosos, alta y de caderas anchas, sin duda la esposa que todos quisieran tener.

Llego a casa, por fin.

Subo a mi habitación, el único lugar en tierra en donde me siento en paz, libre y completa. En donde ni un huracán puede arruinar mi tranquilidad.

Pongo el álbum homónimo de Slipknot a todo volumen y simplemente me relajo, parece inusual, pero la verdad si es relajante, pensar con el estruendo de mi alrededor simplemente hace el momento único y especial. A veces quisiera fumar mientras pienso en lo que debería hacer con mi vida. No sé a que vine a la vida, siento que no tiene sentido nada de lo que hago. Hasta que algo interrumpe mis pensamientos...

-Greta, ¿puedes bajarle a tu música?

Pongo los ojos en blanco, debido a que me encanta llevarle la contraria a la persona que me trajo al mundo, subo el volumen mucho más de lo establecido. Sonrío y cierro los ojos, preparándome para la batalla que tendré después de 5 segundos

-GRETA, ¿QUÉ TE OCURRE? LOS TÍMPANOS NORMALMENTE DEJAN DE FUNCIONAR A LOS NOVENTA AÑOS. – mamá entra en la habitación hecha una furia. Apaga las bocinas y me mira con una mirada destellante

-¡Hey! ¿Por qué quitas mi música?

-¡Esos alaridos de perros no es música!

-Es arte, Karen – vuelvo a poner el sonido

-APAGA ESO

Ella vuelve a apagar las bocinas, las enciendo, las apaga, las vuelvo a encender y al final las desconecta.

-Estás castigada, niña insolente- me señala con el dedo índice

-¿Con qué me vas a castigar, madre? – le lanzo una mirada retadora

-No juegues conmigo, Greta, sabes muy bien que odio que me retes.

Y tu sabes muy bien que amo los retos.

-Pues, te reto a que limpies tu habitación y…. – se detuvo al ver que algo salía de mis cajones, y no precisamente ropa - ¿Qué demonios... – fue hasta la cajonera, cierro los ojos sabiendo que es mi fin - ¿Condones? ¿Es en serio?

Okeey, sigo siendo virgen, tan virgen como llegué al mundo. Los condones me los regalaron de camino a casa, una campaña que promueve que los adolescentes como yo no se embaracen a temprana edad. Pero, mi mamá le creerá a un vagabundo que la tierra es plana antes que a mí.

-No es lo que tú crees, me los regalaron, ¿comprendes? - no dije más que la verdad

-Comprendo perfectamente, a tu edad yo decía lo mismo.

-No somos iguales, mi vida sexual no es activa y no debería importarte lo que haga con mi cuerpo – le quité los condones y lo arrojé a la basura, que probablemente después lo sacaría y procedería a inflarlos- Además, si me pusieras un poco de atención sabrás que nunca en mi vida he dado un beso siquiera.

-Mañana hablamos de esto.

Salió, yo me quedé en la misma posición durante un rato.

Él antes de ti

Andando iba por las calles que claramente no conocía. Me salí de casa, Karen me regañó porque no ordené mi habitación, le dije que arreglara primero su vida antes de querer enderézame con estúpidos argumentos que no vienen al caso. Además, aún no olvida el asunto de los condones. Al final nos enojamos y me salí temporalmente de casa, probablemente saldrá a buscarme. Estas caminatas son muy terapéuticas.

Sigo caminando, caminando, caminando… La verdad me veo en la obligación de volver a casa, no traigo dinero y no conozco a nadie por estos rumbos, se supone que en el área habitacional en la que me encuentro es muy segura, técnicamente lo único malo que me puede suceder es caerme. Mi estómago hizo el peculiar rugido de un león al ver a su presa. Tengo hambre, el estómago me empezó a gruñir hace más de quince minutos y solamente llevo medio día desde que me salí de casa y no veo la hora en que mi madre empiece a preocuparse por mí. Me toqueteo los bolsillos de la ropa por si la suerte me acompaña y me encuentre con un billete… ¡YES, 20 dolaritos! Toma eso Karen. Camino más rápido, el hambre puede ser mi arma mortal en estos momentos. He incluso pude advertirles a las mamás de niños pequeños que cuidaran bien de sus monstruitos ya que la leona estaba suelta y tenía hambre.

El destino me trajo a una cafetería muy conocida alrededor del mundo, ni siquiera consideré el café como una opción anti-hambre, de hecho, ni siquiera me gusta el café, pero ya estoy aquí. No es como que aquí solo sirvan café, el menú tiene muchas variedades de alimentos y bebidas. La gente es muy escasa obviamente, es la hora de la comida y nadie está demasiado estúpido para tomarse un café a estas horas. Entra alguien, un chico, ahora somos dos estúpidos que tomarán café a las 3 de la tarde con una temperatura a más de 35° grados. Me formé tras él para pasar al mostrador

-Dame lo de siempre, un iced vainilla latte

Dijo el joven.

-Claro Alexander, en seguida sale

Mi turno

-Hola- digo con una sonrisa, la empleada me devolvió el gesto.

Esperé un rato mientras estaba mi Iced caramel machiato.

El joven lleva sus gafas de sol oscuras, se me hace ridículo que las utilice a dentro.

Miré a fuera, el calor es intenso y los niños aprovechan el infierno para comprar helados, no necesariamente tiene que hacer calor para comprar helados.

Estaba tan aburrida...

Me considero una gran fan de Superman, no de sus impresionantes, estrambóticos, exuberantes e irrepetibles superpoderes, si no del mismo Superman, Clark Kent. Esa moral de no matar a humanos ni a cualquier habitante de la tierra lo hace ver, en lo personal, como un gran superhéroe y es inevitable que no me enamore de un papucho con principios morales por los cielos. De vez en cuando me veo a mis misma como Louisa, la atractiva periodista de la que Clark está perdidamente enamorado, pero en este caso es de mí de la que está perdidamente enamorado y no de Louisa. Yo lo llamo “El amor clandestino de Superman” es una serie que me inventé y salió al aire en mi cabeza cuando tenía 7 años y desde entonces la serie no ha dejado de transmitirse en los momentos más apropiados…

...-Hola, Clark- dice la sofisticada e inmensamente sexy Greta

...

...-Greta, no podemos seguir haciendo esto.

...

...La expresión de Greta pasó de ser coqueta a confundida, ¿Qué le pasa a Superman? ¿A caso a dejado de amarla? ¿Le pondrá fin a las escapaditas que se da con ella? ¿Es que acaso ya ha dejado de sentir algo, después de tanto tiempo?

...

...-No lo entiendo, ¿A caso te pasa algo? – le echó los brazos al cuello e intentó besarlo, pero él se negó.

...

...-No lo entiendes porque no sabes nada de mí.

...

...Éste le da la espalda, concentrándose en sus palabras.

...

...-Sí sé quien eres. Clark Kent- ella intentó seducirlo nuevamente sin éxito.

...

...Greta estaba atónita por la postura de Clark. Y eso la enfureció. Fue hasta su cómoda y saca la caja misteriosa que contiene, por muy extraño que a ella le parezca, la debilidad de Kent.

...

...-¿Qué haces?- dijo Clark alejándose de ella, sabia lo que tramaba

...

...-Dices que no sé nada de ti, pero sé perfectamente lo que este extraño metal hace reaccionar a tu cuerpo.

...

...KRYPTONITA

...

...Greta abre la caja y deja destellar la irradiante luz del mineral mortal para Superman.

...

...-Espera, por favor- dice Clark con voz débil

...

...Kent se dejó caer, pues sabía que no había poder alguno que evitara estar en ese estado estando frente a esa luz.

...

...Greta no se considera tan mala y guarda la debilidad de su amado.

...

...-Clark, no entiendes lo mucho que te amo. Necesito que me expliques muchas cosas. Pero lo único que consigo de ti son tus besos, tus abrazos y tu forma de mirarme.

...

...¡Cielos, Greta!

...

...-Si te cuento mi secreto, me dejarás de amar- dijo Clark bajando la mirada, no era capaz de contarle a la otra mitad de su corazón que él era Superman.

...

...-Dios, Clark jamás dejaría de amarte. Lo eres todo para mí- dijo Greta y al mismo tiempo dejó caer un par de lágrimas.

...

...Ese detalle obligó a Clark a besarla apasionadamente, sin dejar de repetirle lo mucho que la amaba.

...

...Hasta que, por un instante Clark ya no era Clark.

...

...Se apartó de Greta y se puso en pie, mostrándose muy serio y severo.

...

...-Soy Kal-El de Kriptón. Y voy a buscar mi destino.

...

...Greta lo miró a los ojos, pero no había rastro de su amor, era como si hubiera dejado de ser él, literalmente. Sus ojos eran fríos e insensibles.

...

...Kal-El la apartó de su camino mientras se dirigía al balcón enorme con inexpresividad en sus movimientos.

...

...-¿Qué? Estás loco

...

...Kal-El, estando ya en el balcón, volteó hacia ella y se quitó el esmoquin que llevaba puesto sobre su traje de superhéroe, dejando a la vista la S que lo caracterizaba.

...

...Greta tenía los ojos y la boca muy abiertos, como sí Jesucristo se le hubiera aparecido ahí mismo.

...

...-No lo puedo creer. Superman

...

...Y con un gran impulso y dejando una gran ola de polvo, Superman se marchó de ahí. Dejando sorprendida a su amada Greta.

...

...-WOOOW

...

...Greta lo miraba desde arriba, mientras él pululaba por lo cielos.

...

...^^^...Ending.

...^^^...

Justo por esa clase de detalles, no dejo de repetirme lo boba que soy.

Escuché que llamaron al muchacho, que ya me sabía su nombre. Alexander.

Escuché mi nombre. Bob Esponja. Aproveché que no había casi nadie para ser un poco ridícula. Me levanté de un salto. Iba directo al mostrador jugando a no pisar las rayas de los azulejos que decoraban el piso, sin inmutarme en la posibilidad de chocar con alguien.

… PUTA MADRE… ESTÁ TAN FRÍO.

Abro demasiado la boca porque literalmente sentía que me ahogaba, el líquido espeso discurría por mi ropa, principalmente en mi cabeza y lo demás quedó salpicado en el muchacho. Me sentía pegajosa, mojada y avergonzada. Lo que pude haber hecho en esos momentos era darle con el puño directo en su cara, o sin duda gritarle mil insultos sin quedarme corta, aunque ha decir verdad no se exactamente quién tuvo la culpa, si él o yo, pero, estaré tan tonta como para culparme a mí misma.

-¡Que cabeza hueca eres, niña ¿Por qué no te fijas por dónde caminas, tonta?!

Escuché.

Un momento... Miré a la persona que estaba fulminándome justo delante de mí, tenía las gafas de sol salpicadas del batido congelado. Pero qué tipo tan antipático es ese, ni que fuera el fin del mundo para ponerse a la defensiva con una chica tan agradable como yo, es obvio que no sabe tratar con damas. Fruncí el ceño y de un movimiento brusco me pasé el pelo hacia atrás. Yo no me he quejado exteriormente a pesar de haber sufrido más los daños.

-¿A quién llamas cabeza hueca, eh?_

El cabrón se quitó las gafas y por un maldito instante olvidé el incidente al ver el azul de sus bellos ojos. Brutal. Se suponía que estaba muy molesta. Mis manos me sudaron al instante y me erguí teniendo en cuenta que no me yergo desde que me empezaron a salir las tetas. Carajo, no es normal que yo llame a una persona Guapa, pero ese chico en verdad lo es. Sin contar el pésimo humor que tiene. Es muy guapo. Juro por mi maldita vida que desbocar algo de mi corazón.

-Deja de mirarme

Sacudí la cabeza recobrando la compostura, sentí que me ruboricé. Diablos, no sé por cuanto tiempo estuve embobada mirándolo, pero el simple hecho de que se diera cuenta de que lo hacía me hace desear darme un puñetazo a mí misma.

-Ten más cuidado a la próxima, jovencita. Hiciste un desastre con mi ropa.

_Yo lo siento mucho_ intenté disculparme, pero él parece no aceptarlas.

Me miró molesto, limpió sus gafas de sol, cuando terminó volvió a ponérselas y sus ojos se ocultaron en ellas, en su momento, le hubiera lanzado otro batido en la cara para que volviera a quitarse las gafas y dejara exponer los lindos ojos que tiene.

-Intenta sonreír un poco para que te veas menos fea, por poco y me asustas con lo horrible que es tu cara- sonrió con aire de suficiencia

¿Me llamó fea? Pues claro que me dijo fea y no solo fea, “horrible” Podría decir que aceptaría cualquier insulto menos los anteriores. Me limité a contestarle. Mi respuesta fue una tremenda bofetada en la cara que casi hice que se le saliera la baba. Me miró sorprendido, la empleada se quedó boquiabierta y yo estaba que me llevaban los mil demonios.

Y me fui del lugar, dejando mi hambre y mi batido.

Diablos.

_Eres una maldita bestia _ me gritó

Sin voltear hice la seña del dedo medio.

Primer encuentro.

Ya es hora de que empieces a madurar niñita- dijo mi madre alterada

-Como esperas que madure si sigues llamándome ‘niñita’- estaba a la defensiva

-Greta, no siempre saldré a buscarte a la calle cuando claramente nunca quieres solucionar nada, siempre tengo que ser yo la que sale a dar la cara y arreglemos nuestras diferencias y tú nunca haces nada para remediar lo que claramente ocasionas.

-¿Qué?, dices que nunca hago nada y que siempre soy yo la del problema, ¡Pero es que esto es el colmo! Tú nunca dejas de molestarme, eres asfixiante siempre quieres controlarme y meterte en mis decisiones, eres el sinónimo de lo insoportable - la alterada era yo

-Por favor, di algo más coherente- mi madre hizo una mueca mientras encendía un cigarrillo y yo me enfadaba cada vez más, seguramente estaba roja

-Greta, sabes muy bien que me molesta que te salgas de casa, ¡ya van tres veces que salgo a buscarte!

Y yo sé muy bien que todo le molesta, es que no soporto a mi madre, la verdad no la soporto.

-Y vuelves a lo mismo, busca otro argumento que ese ya me lo sé de memoria.

Mi madre se estaba molestando más, lo supe porque sacó el humo de tabaco por la nariz, esa no es buena señal.

-Lárgate a tu habitación, no te quiero ver la cara

-¡Entonces debiste haberme dejado en la calle, o mejor aún, debiste haberme abortado si te hago la vida más infeliz y miserable de lo que ya era!

Tomé mi bolsita y me fui a mi fortaleza lo más rápido que pude para no darle oportunidad a mi madre de decirme algo más. Por suerte no lo hizo, se quedó perpleja. Casi siempre aprovecha que Jonathan no está en casa para que pueda desfogarse y así no tenga motivo de interrupción.

Me tiro en la cama y me relajo, no le tomo importancia a lo que dice mi madre. No dejo de darle vueltas al asunto de mi madre y yo. ¡Es increíble! Si no me quiere, ¿Por qué estoy con ella? Estaría mejor con mi papá, estoy segura de que no tendría ningún problema con él, él no es un dictador histérico como Karen.

Después de bañarme bajé a la cocina, la discusión que tuve con mi madre no arruinó mi hambre. Busqué algunas opciones y solo encontré espagueti con queso que Jonathan preparó la noche pasada. Al voltearme, vi a Jonathan parado de tras mío.

-¿Quieres unirte a la logia contra Greta de mamá?- fui irónica

Mi comentario no le hizo gracia, seguía mirándome con severidad, lo cual era extraño viniendo de él. Por lo regular, no se mete en los problemas de Karen y míos, prefiere guardar su distancia.

-¿Tienes algo que decir o solo me mirarás feo?

-Greta, eres como mi hija y te quiero mucho, eres parte de mi vida, pero, si piensas que las cosas se solucionan escapando y burlando la autoridad de esta casa, estás equivocada; porqué te quiero te digo esto, eres una joven pensante y no siempre saldrá alguien detrás de ti para buscarte, el mundo puede comerte en un dos por tres si no eres lo suficiente inteligente, no a todo el mundo le agradas y no puedes ser grosera e insolente con las personas que quieren lo mejor para ti.

Se dio la vuelta y me dejó sola. Me sentí patética.

Han pasado semanas.

En lo personal, no soy muy fan de la escuela, no me gusta estudiar ni hacer exámenes, tampoco hacer tareas. Pero soy muy lista y saco buenas notas, pero no es suficiente, para mí no es importante tener la excelencia académica que la mayoría desea. Y eso me pone en un conflicto inconmensurable, no es que piense que la escuela sea mala, o que las matemáticas sean lo peor y que no debieron haber existido, bueno, eso sí lo pienso; pero hay algo en mí que desea estar bailando, cantando, dibujando, actuando, pintando y ser una persona que está enlazada felizmente con el arte, que es lo que me apasiona, estoy enamorada del arte. Pero claro, mis sueños de ser una artista exitosa no son más que simples sueños. Y ahora, esta melómana artista reprimida está parada justo en frente de los atletas matemáticos que buscan más cerebritos como yo para completar su equipo de superdotados, ¿Que por qué lo hago? Para darme a conocer de alguna forma, y elijo la menos deseada.

-Muy bien casi estamos completos, sola falta un integrante más, ¿alguna sugerencia?- preguntó Clarence (el líder) al equipo

-Yo- conocí esa voz al instante

¡Qué!

-¿Aime?- dije

-¿Aime?- dijeron al unísono los taraditos de mis nuevos compañeros con cara de babosos al ver a mi sexy amiga acercarse con una sonrisita

-Ho, hola, hermosa Aime- Clarence tartamudeó y se acomodaba las gafas como tic nervioso

-Hola- saludó ella- Quisiera estar en su equipo de mate-atletas o como quiera que se hagan llamar.

A Clarence se le iluminaron sus 4 ojos al escuchar esas 4 primeras palabras, yo llegué y no hizo más que darme el cuaderno sin siquiera mirarme.

-Claro que sí, mi querida Aime- Decía Clarence muy amable y emocionado

Y los otros 8 chicos no dejaban de mirarla, seguramente estaban teniendo pajas mentales los cerdos, podrán ser muy inteligentes, pero son pésimos para llamar la atención de mi linda amiga.

Aime por su lado, los ignoraba, y honestamente ignora a todos los hombres, incluso al que tiene un flechazo hacia ella desde hace tiempo, Darien. A veces la veo besarse con Paxton, el brabucón tonto de la escuela, es un tonto que se cree el mejor en todo, y su narcisismo me enferma. Aime tiene gustos feos.

Le devolvió la libreta a Clarence, y me miró después, me sonrió, tiene unos dientes preciosos.

-Muy bien, estamos completos. Ahora, las reglas son las siguientes: nada de celulares en horas de estudio, debemos ser puntuales y por favor no falten a ninguna reunión, porque esas son importantes, si queremos ganar hagan lo que les digo, ¿de acuerdo?- mencionó el líder y me gustó su tono autoritario

-De acuerdo- dijimos el resto

-Ahora si me disculpan- miró a Aime con la sonrisa más torcida- Estaré en el aula de química si necesitas ayuda en algo

-Ah, ¿gracias? - Aime estaba incómoda, pero divertida a la vez

Clarence se fue y sus discípulos lo siguieron, menos Aime y yo.

-Casi no se nota que le gustas- fui sarcástica.

Aime me sonrió dulcemente. Yo le devolví la sonrisa. Me miraba de arriba a bajo mientras se mordía el labio, eso me causó un poco de vergüenza, así que me ruboricé. Pero antes de que huyera de ahí, Darien llegó.

-Aquí están mis chicas- Darien se apareció, no lo veía desde la mañana- Oigan, las estuve buscando

-Estábamos en una junta, somos parte de las olimpiadas matemáticas- dije

-¿Qué? ¿Tú también Aime?

-Si idiota, recuerda que soy multifacética

-Claro, claro. ¿Y en tus cualidades también está que te beses con Paxton?

-¿Celoso?- dijo con aires de suficiencia

-¿Celoso yo?, pff, por favor, solo quiero decir que Paxton no es el mejor de los partidos.

-¿Bromeas? Si no sabes lo delicioso que es besar a Paxton, guárdate tus palabras.

-¡Se come los mocos!- dijo Darien

-Ya cállate Darien

-Es la verdad, no tengo la culpa de que tengas gustos tan bajos…

No me sorprende por qué no están juntos, pelean todo el tiempo. Y esta vez le doy la razón a Darien, Paxton no es el mejor partido para Aime.

La escuela termino por este día. Y ahora estoy a punto de enfrentarme con el adonis que me encuentro siempre a fuera de la escuela, me pone tan nerviosa que prefiero esconderme tras la espalada de Darien para que no me vea y se me quede viendo como un loco enamorado, no es el único que tiene pésimos gustos.

Hace unos días me sonrió y juro que le vi las intenciones de acercarse a mí, pero me fui antes de que lo hiciera, y en otra ocasión me señaló y los chicos que lo acompañan solo me miraron, eso sí fue muy incómodo, no pude evitar hundirme en los hombros y sentir un cosquilleo en el corazón, me sentí tan caliente (literalmente) que mi cara estaba tan roja como un tomate. Y me gusta, me gusta ese chico, no quería admitir que él es el motivo de que asista todos los días a la escuela, ni me imaginaba que siendo él, un chico tan guapo mirara a una chica como yo, no soy yo quien lo mira, él me mira a mí.

Salimos de la escuela, vi a ese hermoso joven y me olvidé de Aime y Darien. Como siempre, lo primero que veo al salir es a él, y como siempre, él me mira de inmediato. El mundo se detuvo, entre tantas personas, él se da a notar a simple vista, es como si solo estuviéramos nosotros, estos momentos son tan únicos, tan lindos. Mi corazón palpita de una forma que desconocía, en el punto que pienso que no es mi corazón, me humedezco los labios, porque me siento atractiva, linda, halagada. Lo miro, es guapo, su pelo es hermoso, sus ojos son hermosos. Nunca imaginé que mirar a alguien fuera tan satisfactorio.

Nunca me imaginé que yo esté pensando todas esas cosas.

¿Así se siente estar enamorado? ¿Qué es estar enamorado? ¿Es lo que estoy sintiendo en este momento? ¿Qué cosas estoy diciendo? ¡Diablos, Greta cállate!

-Olvidé mi laptop- dijo Darien

-Ah, ¿otra vez tú, Darien?

-Aguarden aquí, iré por ella- Darien echó a correr, esquivando a todos los alumnos que salían por montones

-Te acompaño- Dijo Aime corriendo tras él.

Me alegra que por fin me hayan dejado sola, desde que los conozco no hacen mas que estar pegados a mí.

Volteé, la vista era maravillosa, porque ese joven de ojos verdes estaba ahí, viéndome, su mirada era suave, no solo son sus ojos los que me hacen despertar mis fantasías voyeristas, también la playera ajustada que enfunda su espalda ancha, la tela se le tensaba por sus músculos y ese cu10… dios mío, nunca en mi vida me había fijado en el cu10 de un hombre, pero el de él era sexy, muy sexy. Parece que su figura fue esculpida por un dios griego, y su cara delgada y atractiva no ayudaban mucho a que dejara de fantasear. Carajo, me sonrojé. Ese rubio si me pone loca.

Y en un abrir y cerrar de ojos, él estaba acercándose a mí con una sonrisa ladina. Y la adrenalina se apodero de todas mis facultades, el nerviosismo en mis ojos y movimientos eran tan obvios que seguramente al muchacho se la hacía divertido verme en ese estado crítico. Lo que me preocupaba era la facha que traía, no me veía guapa como Aime o como las demás chicas que trataban de llamar su atención. Le di la espalda para disipar mi falta de autocontrol a verlo caminar hacia mí de una manera tan provocativa. Mierda.

-Hola- una voz gruesa y varonil le toco las puertas a mi corazón

¡Oh, por Dios!

¿Volteo? No sé si sea lo correcto, creo que estoy a punto de orinarme y eso sería vergonzoso, y sería motivo para convertirme en una leyenda, por ser la chica que se meo porque un adonis le habló de cerca. Además, me pone muy nerviosa que esté justo de tras de mí, seguramente me está viendo el trasero, mi asqueroso trasero sudado, y hablando se sudor, estoy sudando a cataratas.

Está bien, está bien.

Tengo que mirarlo y decirle que es guapo y que me prende. No, no, mejor le diré que su culo es fantástico. No, no, mejor… Agh, ¡solo voltea!

Volteé y lo miré directo a los ojos, parece que cupido me lanzó una flecha justo en la frente, me derretía.

-Hola-

Me miró un tiempo determinado, y hasta dudé si en verdad lo dije en voz alta.

-Soy, Bill- me dio la mano

Me dio la mano, ya nadie da la mano en estos tiempos…

Bill Cooper.

Me estremecí al sentir su mano.

-Yo Greta- me dijo mientras sonreía

Tiene una sonrisa encantadora, ese tipo de sonrisas que te generan confianza.

Por fin la tengo frente a frente, había estado esperando este momento desde hace unas semanas, y de cerca es mucho más hermosa, me puedo dar cuenta del rubor que se le pinta en las mejillas genuinamente, eso me gusta, me gusta el calor que transmite.

-¿Te gusta Slipknot?- dije, no se me ocurrió decirle otra cosa

-Sí, me gusta mucho. Es una de mis bandas de metal favoritas, también me gusta Nirvana y otras que no recuerdo el nombre- decía nerviosa, sin dejar de ver que no le soltaba la mano, parece ser que es novata en el terreno de ligar. Eso me llama la atención.

He visto con frecuencia que lleva puestas unas playeras del doble de su talla, la mayoría son de bandas de metal, casi todas son de Slipknot. No me gusta el metal, pero me gusta que a ella le guste y no sé por qué.

-No te había visto antes, ¿Eres nueva en la escuela?

-Sí, llegué hace unas semanas a la ciudad.

Noté que estaba menos tensa.

-¿De dónde vienes?

-Soy de México.

Okey, eso explica su acento latinoamericano.

La miré un poco más, espero que no le esté incomodando el silencio que genera mi curiosidad por descubrir los secretos de su mirada, de su piel brillante y bronceada, de su tic de morderse el labio inferior. Eso me hace querer besarla, tomarla de su estrecha cintura oculta bajo esa sudadera, y traerla hasta a mi y agacharme para darle la mejor satisfacción de su vida.

Lo mejor o peor, es que no la conozco, simplemente la vi y me gustó, no hay nada más que decir. Y eso me pone en un conflicto que no puedo resolver, no es la octava maravilla, es chiquita y muy bonita, pero nada comparado con las otras chicas con las que he salido, nada. Y ahora, no sé en qué lío me estoy metiendo, es menor de edad, seguramente de los 15 no pasa, y además…

-Deja de mirarme- me dijo sonriendo

-¿Te gustaría salir conmigo algún día?- No sé carajo estoy haciendo.

Ella no dijo nada y tampoco sonreía. Tal vez le debió haber perecido muy atrevida mi propuesta, no la culpo.

-Ah, bueno yo… No sé si pueda además ni siquiera te conozco, podrías ser un traficante de órganos que me quiere conquistar solo para sacarme el corazón y venderlo a 15 mil dólares.

-Hay algo de cierto en lo que dices, menos en lo de ser un traficante de órganos- sonreí- Y no te sacaría literalmente el corazón, solo lo cuidaría desde su lugar.

Ella se echó a reír con estruendo, parece ser que nada la intimida.

-Ese lo cuido yo, no necesito de terceras personas.

-¿Tampoco quieres que entren y descubran tus más profundo secretos?

-Lo sé, soy un ser misterioso, pero desde que nací nadie ha podido entrar- decía con aires de suficiencia

-Y si te dijera que a partir de hoy eso puede cambiar.

-No lo creo, Bill

Mi nombre no me gusta, pero cuando lo dice ella me encanta.

Sonreí, me gusta Greta, me gusta.

-Eso ya lo veremos…

Greta

Este chico si que asusta, más cuando se calla y me mira sin perder un ápice de mis encantos, lo sé soy muy guapa, eso último fue un chiste.

Volteé hacia atrás para ver si había rastro de mis amigos, que por suerte ya venían hacia mí.

-Bueno, Bill, fue un placer haberte conocido- me alejé lo más rápido y disimuladamente de él.

-¿Te veré mañana?- preguntó, lo que provocó en mí una sonrisa de oreja a oreja.

-Siempre lo haces- dije sin mirarlo.

Mis amigos y yo nos reencontramos nuevamente, y a Aime pareció no agradarle mucho que Bill estuviera conmigo.

Parecía celosa.

^^^El preludio que convocó a nuestro amor.

^^^

^^^Te amé como a nadie más

^^^

Download MangaToon APP on App Store and Google Play

novel PDF download
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play