El primer indicio de la guerra era el sonido de la batalla que se escuchaba a lo lejos, disperso y poco nítido en el fondo. El segundo indicio de esta batalla eran los cientos de cadáveres que rodeaban un camino. Este camino estaba lleno de gotas de sangre que avanzaban lentamente sobre la grava blanca de una calle que antes había sido glamurosa y ahora no solo no conduce a lo que antes había sido un palacio, sino a la ruina.
Un paisaje se desvelo lentamente, personas y grandes bestias demoniacas en el fondo luchando, destellos de armas, luces de poder y sombras borrosas que huyen y después atacan. Los sonidos del hierro se esclarecen por momentos, pero al siguiente una bruma los desdibuja al igual que las siluetas.
De todas las figuras sobre este campo de batalla, un hombre camina lenta y lánguidamente por este camino de grava manchada de sangre. Su figura estaba ligeramente encorvada y vestia sencillas túnicas de negro, al acercarse uno puede distinguir claramente los contrastes. Su cabello corto y blanco caía despeinado sobre su rostro arrugado, sus ropas despedían un débil humo de color negro, tenía heridas, sangre y sudor por todas partes. Uno de sus brazos fue gravemente herido, si sobrevive, este brazo inevitablemente quedará lisiado.
Arrullada con su paso, una espada atada a su cintura emitia un tintineo.
Sangre chorreando y chorreando, el hedor a sudor y podredumbre con el sol se hizo más intenso, era como un llamado a comer para todas las aves carroñeros carroñeros la distancia, un banquete de sangre y muerte. El calor casi quemaba la piel y el sudor que escurria por la frente y las mejillas, hacia que sus ojos lloraran.
Este hombre al punto del colapso, demacrado, sucio y polvoriento era un sacerdote de una gran conglomeración, una institución poderosa sobre la faz de la tierra.
Un exorcista de nombre MuJin Shin.
Sobre este paisaje, a donde se dirigía su figura es a las ruinas de un antiguo sello. Este sello estaba protegido por un palacete de mármol grande y lujoso. En este mismo palacio había una ventana al otro mundo llamada "puerta al abismo".
Esta puerta era un gran marcó de mármol refinado, tallado con figuras de bestias míticas y de heroicos héroes, recubierta con una capa de luz brillante. A través de este manto brillante se puede observar una bruma de humo y un par de ojos brillantes como diamantes que se destellaban casi con luz propia.
Detrás de esta puerta, un ser maligno se escondía entre la polución y el polvo que revoloteaba, retenido solamente por una barrera de fina y delgada luz púrpura.
Al acercarse a este sello, inevitablemente se estaría frente a este marcó sagrado, siendo visto por esos ojos y la persona a la que le pertenecían.
—¿Cansado?—pregunta una voz. Su tono es bajo y burlesco como si disfrutara de la vista. MuJin no habla cuando llega, este ente detras de la barrera lo mira con unos ojos llenos de diversion y curiosidad.
Dentro de este gran palacio la única luz que debería verse era naturalmente la luz de las velas y el resplandor de la puerta, sin embargo, debido al ataque anterior con los demonios, una gran parte de la cúpula superior había colapsado. Había polvo y ruinas sobre la exuberancia de este palacio. El interior que antes era lujoso ahora se hallaba completamente destruido, todo claramente visible gracias al sol entrando por ese gran agujero que dejó la cúpula.
MuJin camino alrededor de los escombros hasta llegar al centro del palacio. Su figura entre estos altos pilares ya era pequeña, encorvada se hacía mucho más pequeña en comparación. Se inclinó suavemente justo dónde había un gran círculo pintado, esta pintura estába desgastada y habia un pedazo de techo que habría caído sobre ella, destruyendo una parte. Este gran círculo lleno de runas es precisamente el sello casi destruido por completo, agrietado y lleno de agujeros.
El mundo se derrumbaba a su alrededor, habia motas de polvo en todas partes que escurrian en finos hilos o flotaban. El temblor de la batalla afuera hacia que este palacio se derrumbara lentamente y se deteriore aún más rápido en comparación.
De rodillas, MuJin puso sus manos sobre el sello, temblando furiosamente como si pasara por el sufrimiento de un frío extremo. Enrealidad estaba transmitiendo energía a este sello. Esto fue poco efectivo, como mucho los contornos de este sello se iluminaron con una luz blanca y debil.
El demonio habló:
—¿No entiendes aún que el sello no sirve de nada?¿O es que te inclinas para pedir misericordia?
—No me estoy inclinando a ti, te estoy sellando –Dijo Mujin Shin. Sus palabras fueron dichas con extrema convicción en la voz de un viejo sabio, un poco ronca y un poco cansada. En el momento en el que dejo de hablar, la luz del sello incremento.¡Una energía poderosa comenzó a revolotear por todo el palacio ruinoso, apresurando así su destrucción!
Una pesada energía llenó el espacio y condenso el aire, el palacio comenzó a temblar, el sello emitió una luz tan brillante y cegadora tan similar al sol, pero en realidad era, era... ¡Un escudo de luz que rodeo el cuerpo de MuJin!
Como si no hubiera gravedad, los escombros flotaron al cielo, piedras y motas de polvo revoloteando como un remolino alrededor de este círculo, el palacio estaba desvaenciendose hacia el cielo en cientos de fragmentos, pero la puerta al abismo permaneció inamovible. El demonio detrás de la barrera comenzó a reír, su risa grave y estruendosa llamó la atención de muchos guerreros alrededor del palacio.
—¿Intentas repararlo?, ¡Olvidalo!, ¡Ni siquiera un milagro puede acompañarte ahora! ¡Rindete y tendré piedad!
Sacerdotes alrededor del lugar se dieron la vuelta, mirando la luz que se hacia más intensa como un rayo disparando al cielo, todos tenían una idea de lo que podría estar pasando.
El sacerdote mayor, un hombre delgado al punto de ser enfermizo y tan viejo que su ser era casi polvo se acercaba corriendo. Sus pies moviéndose tan rápido como solo un anciano podría, su voz cansada y sus labios moviéndose con desesperación. Sin embargo, su grito se opaco por el sonido del cielo rompiéndose.
Como el cristal estrellado, cayéndose a pedazos y desbordando detrás de una bruma oscura, dispersados tan rapido como el humo el cielo comenzó a fragmentarse. Sombras oscuras como fnatasmas bajaron y revolotearon por la tierra dirigiéndose al palacio.
—¡Nada de lo que hagas slavara nada!—el demonio aullo.
Al transmitir tanta energía al sello MuJin en el suelo se sintió extremadamente débil, poco lucido. En su mente no había nada más que una fe excesiva, pero en su cuerpo había un cansancio extremo. Abandonando su posición un momento uso su brazo herido y lo movió con mucho dolor para trazar con la sangre algunas líneas improvisadas para hacer un sello nuevo.
Debido al dolor no fue cuidadoso y por eso el nuevo sello estaba mal escrito y era demasiado pequeño en comparación al anterior. No tenía orden e incluso podría tener el efecto contrario, sin embargo, tenía una enfermiza fe en que funcionaria por dos razones:
1: Cualquiera podría dudar de su fe, menos el.
2: Iba a ofrecer su alma en sacrificio.
Rulan Van, Rey de los demonios del otro lado de la barrera obtuvo un resquicio de cordura para dilucidar lo que MuJin planeaba hacer. Poniéndose de pie camino hasta estar frente a frente con la barrera.Con ambas manos hechas puño comenzó a golpear frenéticamente.
—¡Nada de lo que hagas me va a impedir tomar esta tierra!
Esto no detuvo a MuJin. En cambio, se sentó en medio de estas líneas desiguales del nuevo sello y sacó su espada. El filo hizo un guiño a la luz cuando corto sus muñecas con mucha dificultad.
Rulan Van qué lo observó no podía creerlo, hoy, que finalmente casi rompió la barrera, iba a probar el amargo sabor de la derrota de nuevo.
Un trueno se escuchó en todo el campo, era el cielo rompiéndose, agrietandose cada vez más y anunciando el inicio del fin. Rulan Van se relajó por un momento, eran sus sombras fantasmas que comenzaron a entrar por estas grandes grietas en el cielo espiritual. Finalmente, estaba más cerca de tomar la tierra como su territorio.
—¡Detengan a MuJin Shin!—Ordenó. Su voz fue alta y clara, todas las sombras del cielo se precipitaron hacia MuJin mientras chillaban y jadeaban. Sus chillidos eran como lastimeros gritos de dolor, sus jadeos como el jadeo de un perro sediento.
La expresión de Rulan Van no mostró demasiado, miro fijamente al frente, al otro lado de la barrera a las sombras oscuras que bajaban del cielo para intentar detener a MuJin, estrellándose contra la luz del sello y disolviéndose en un mar de gritos y chillidos después.
—¡No lo hagas!—un grito que rompió en llanto y se transformó en sollozos. Era una dama que se apresuró a llegar, pero la energía era tan poderosa alrededor del palacio que la repelía—¡Es peligroso, detente!
—Maestro Shin, ¡Pensemos en otra opción!¡Hay otras opciones! —gritaba otra voz, esta era la de un joven que en una de sus manos sostenía un bulto ensangrentado cubierto de mantas y en la otra una espada, peleando una batalla a muerte con los demonios.
Pero MuJin Shin no escucho, sus oídos se volvieron sordos y mientras se concentraba sus ojos se volvieron ciegos. Sangre escurrió de todos los orificios de su rostro al recitar: —Ofrezco este cuerpo santo como ofrenda para reforzar este sello entre los mundos ¡Que la sagrada sangre no permita que los malvados pasen!¡Que mi cuerpo y mi alma puros sean tomados como sacrificio para reforzar este sello celestial!
La luz del sello se intensificó en medio de una explosión. La onda expansiva de poderes destruyo todo a su paso, el ejército de la sombra había sido reducido a nada y al mismo tiempo todo alrededor comenzó a desvanecerse.
El vasto campo fue casi destruido por completo y con su lugar relieves santos se levantaron como el nuevo sello, árboles y hierba fueron arrancados de tajo, el aire y la tierra, piedras revoloteando en un gran tornado y después estallando en una poderosa onda expansiva de densa energía.
Así, esta guerra que había durado días y años terminó finalmente. El ejército sombra se disolvió con la poderosa luz y por fortuna la ola de energía y la luz no eran mortales para los humanos.
Esta luz que se disparó al cielo oscureció el día y opaco al sol, durante pocos segundos fue visible, pero pasaría a la historia siendo conocida como la luz del "Sello de un milenio". De esta manera dejando otra vez sellado a un poderoso demonio se podría decir que sé salvo el mundo conocido de una destrucción inminente.
Este hecho, encerraría a los demonios en su mundo por lo menos los siguientes mil años, así mismo, el nombre del sacerdote MuJin Shin se transmitiría de generación en generación. De esta manera, por una vez, se había evitado la destrucción del mundo actual conocido.
Sin embargo, quien diría que exactamente treinta años después, en un lugar muy lejano Rulan Van sostenía entre sus manos una moneda de oro, jugando con ella.
Con sus ojos fríos como el hielo miró la figura que se desdibujaba en la sombra de la pared gracias a la débil luz de una lámpara de queroseno. Esta figura estaba recostada sobre una cama, delicadas sábanas de seda la recubrían, pero su contorno indicaba que se trataba de un cuerpo en reposo, o más bien, un cadáver.
Con una sonrisa este demonio malicioso arrojó la moneda y la atrapó, jugando con ella no pudo evitar que la emoción hablara por sí misma usando sus labios.
—Esa vez no iba a ser la última en la que nos viéramos, Ah-Jin...
Rulan lanzó esta moneda una vez más y al atraparla de nuevo, está figura que había estado recostada comenzó a mecerse suavemente. Una sonrisa se pintó en los labios de Rulan Van.
¡Esta persona estaba respirando!
Autor quiere decir algo: este de aquí es un experimento momentáneo, espero que no se sea demasiado cruel con las críticas. Lector por favor entienda que es mi primera vez escribiendo algo serio ¡Tenga paciencia y diviértase!♡
En el palacio del señor de los demonios existía una leyenda con poca antigüedad, pero muy poderosa. Esta leyenda decía que en el palacio del emperador Rulan Van habia una esposa.
Esta esposa era una dama distinguida e importante. Muy hábil pues se decía que se escondía de todos aquellos que no fueran su marido.
Durante el día se escondía en la torre más alta del castillo para mirar el vasto y oscuro territorio demoníaco de su amado mientras que, en las noches, ambos esposos se encontrarían para pasar las horas.
Esta leyenda no era creída por muchos, solo por algunos. Lo curioso es que aquellos que no la creían eran aquellos que trabajaban de manera externa en el palacio, tales como guardias y sirvientes menores. Incluso algunos soldados o demonios habitantes. Otros demonios que tenian mas fe en esta clase de cosas eran también las personas más acercadas a la familia real, los subalternos de Rulan Van, sus sirvientas de alto rango, las matronas, las sirvientas personales de la realeza y la misma raza demoniaca de la elite.
Sin importar cuál sea la verdad, a muchos realmente no les importa. Los demonios no suelen ser especialmente preocupados, pero se toman los asuntos como el odio o el amor demasiado enserio. Esto solo preocupaba a las personas más allegadas al señor emperador.
Naturalmente esto solo era una leyenda, entre muchos demonios no era nada que les interesara.
Claro que, como toda leyenda, ha surgido especialmente de un hecho especial, un suceso desconcertante, pero llamativo. Este hecho era que el emperador Rulan Van pasaría sus largas noches en sus aposentos hablando y hablando. Su voz profunda y baja hablaba con un tono de tanto cariño que hacia que uno se le enchinara la piel.
No había una voz respondiendo de regreso y ninguna sirvienta tenia permitido el acceso a esta habitación así que se asumió una cosa: “Nuestro emperador en realidad tiene alguien con quien es cariñoso y afable. Me pregunto ¿quién será esta persona?”.
Esta persona de la que hablaban, aunque fuera tomada como una criatura mitológica en realidad existia y se hallaba durmiendo sobre una cama.
Dentro de los lujos de la habitación de Rulan Van había una amplia y espaciosa cama con un pequeño y delgado cuerpo en ella.
La persona recostada no era especialmente hermosa, mas bien, estaba en un estado muy deplorable. Sus ojos estaban hundidos en amplias ojeras, su piel era de un color tan pálido que era enfermizo, sus labios estaban agrietados y secos, tenía unas facciones cadavéricas demasiado marcadas en el rostro y un largo cabello que se extendía a lo largo de la almohada, largo y bien cepillado.
Cualquiera que viera a esta persona no pensaría en que sería la amada esposa de Rulan Van.
Más bien parecía un enfermo terminal del mundo humano. Sin embargo, este enfermo terminal abrió los ojos por primera vez en décadas.
La vista no era especialmente buena, ligeramente borrosa, aunque lo que habia para ver era dificil de procesar de todas formas.
Había formas y contornos de todo tipo, un dosel amplio de un color tan claro como el agua que se extendía sobre su cabeza y mantas del color de la luna cubriendo una figura extremadamente delgada.
El resto de la habitación tenia muchos colores claros con demasiados detalles.
Sillones y sofás cocidos con intrincados bordados, cortinas con perlas brillando como estrellas, adornando una ventana a través de la cual se divisaba una oscuridad infinita y vasta.
Este panorama es realmente precioso, hace a uno pensar que la escena es sublime y delicada, excepcionalmente preciosa como un diamante.
La persona en la cama no tenía un pensamiento por un momento, la mente estaba en blanco, pero lentamente parecía haber una energía en su interior que comenzaba a fluir.
Un momento después unas preguntas aparecieron en su mente:
“¿Dónde estoy?¿Qué hago aquí?”
Al tratar de abrir la boca para hablar se dio cuenta de que se sintio extremadamente seca, como si no bebiera agua en años. Frunció el ceño delicadamente y se preguntó si esto era normal.
Esta persona en la cama no era otra que MuJin Shin en un estado deplorable, mover sus manos resultaba tan pesado que dolía, y abrir y cerrar los ojos ya era una tarea laboriosa. Añadido a esto, su cuerpo esta tan deteriorado y delicado que era imposible explorar la situación actual.
Afortunadamente no pasó mucho tiempo antes de que la puerta se abriera y entrara a una persona.
Esta persona que entro era alta y delgada, tenia un aspecto elegante y sombrio, tambien era muy guapo. Su rostro era refinado y delicado, su piel era pálida y brillante.
Este hombre, con un par de ojos tan negros como el abismo más profundo y con unos labios sumamente delgados y brillantes estirados en una sonrisa perfecta, se acerco lentamente.
—Me alegra mucho que despertaras al fin —dijo. Su voz era tan suave y profunda que se sintio como una delicada caricia al oido.
Este hombre vestía abrigos con pieles oscuras y una capa de invierno, su semblante era majestuoso y al caminar sus suaves risos rebotaban suavemente.
Al verlo, MuJin quería hablar con urgencia y trato de abrir sus labios, pero nada salió de ellos.
—No te fuerces —tranquilizo el hombre, se acercó a la cama y se sentó a su lado.
Una de sus manos salio de entre su capa y en ella habia una botella de brebaje. Con suavidad toco el rostro de MuJin con sus palidos dedos largos y delgados. Con su pulgar abrió sus labios y vertió el brebaje dentro de su boca.
MuJin realmente no pudo hacer más que dejarlo pasar a su garganta y tragarlo con mucho esfuerzo.
—No hables, shhh. En un momento te sentirás mejor, tesoro mío.
Estas palabras fueron extremadamente dulces, dichas con una voz tierna. MuJin pensó que esta persona no podía tener buenas intenciones.
Poco a poco sintió que su cuerpo se recuperó y cuando pudo sentir que podía mover sus brazos y piernas lentamente trato de sentarse. El hombre a su lado lo ayudo con mucho cuidado, poniendo su mano en su espalda para darle soporte y otra en su pecho para cuidarlo. Bajo sus palmas este cuerpo estaba ligeramente calido y en su corazon se sintio muy feliz.
MuJin Shin se molestó por este acto y en cuanto se pudo sentar, con una mano les dio un manotazo a las manos de este hombre, alejandolas.
—Rulan Van… ¡bastardo! —gruño MuJin con una voz ronca y lastimada, en sus ojos un mirada que reflejaba absoluto odio y desprecio.
Rulan Van, el hombre sentado en esta misma cama junto a él, ladeo su cabeza y sonrió con una expresión juguetona.
—“Bastardo” no es un apodo para un esposo ¿por qué no intentas con un “mi amor”?
El corazón de MuJin se volvió frío y se abalanzo para atacar a este hombre con un golpe de puños.
...…...
El golpe de MuJin había fallado terriblemente. No solo este golpe, todos los golpes anteriores que trato de insertar en el perfecto rostro de Rulan Van fueron esquivados por mucho.
Rulan había sido delicado y juguetón protegiéndose a sí mismo y evitando que MuJin hiciera demasiados esfuerzos, cuando noto que MuJin comenzaba a fastidiarse y jadear de cansancio, tomo sus muñecas y lo obligo a acostarse en la cama.
—Tesoro mío, si seguimos jugando así, tengo miedo de que te lastimes. Vamos a parar el juego ¿bien?—dijo Rulan Van con una voz y un rostro preocupados.
—¿Quién mierda está jugando? ¡Suéltame maldito, suéltame! Juro que te daré la paliza de tu vida. En este momento te voy a destrozar, ¡voy a hacerte pedazos grandísimo hijo de…!
Antes de poder continuar ocurrió un hecho que lo hizo callar repentinamente. Rulan Van inclinó su cuerpo contra el suyo, no demasiado para aplastarlo, pero lo suficiente para que sus pechos se toquen. Entonces, con esta fuerza sobre MuJin, Rulan Van que tenia el control, bajo su rostro y sus labios se robaron las palabras de MuJin.
“¡Pero que mierda!”
La presion era suave y fria, un poco incomoda, pero fresca. MuJin trato de moverse y forcejear, pero estaba aprisionado. Cunado penso en patear, un toque humedo presiono sus labios.
La lengua de Rulan Van se escurrió entre sus labios, allanando su boca sin su consentimiento. Esto era absolutamente humillante para MuJin.
“¿Por qué está pasando esto? Suéltame, suéltame maldita sea." Pensó MuJin.
Este beso comenzó a volverse forzado y MuJin tuvo que ceder al descubrir que su fuerza recuperada por el brebaje fue absorbida. Una corriente caliente recorrió su cuerpo y después se esfumó, corriendo hasta sus labios y cruzando la línea fuera de él. Rulan le estaba quitando sus fuerzas.
Cuando no tuvo más fuerza, Rulan Van finalmente se separó. Sus labios estaban brillantes y su mirada se volvio juguetona.
—No quería que este primer beso fuera de esta manera, pero fue bueno —dijo—. Deberías descansar, no pelear. Cuando duermas un poco vendré.
Diciendo esto dio un pequeño beso en la frente de MuJin y salió de la cama.
MuJin se quedó atónito mirando el techo del dosel, sus fuerzas se habían ido y su posición era incomoda. Rulan le hizo el favor de acomodarlo y después salió de la habitación.
MuJin no tenía fuerzas para hablar ni moverse así que lo dejo ayudaría hasta que se fue.
Quedándose solo de nuevo se preguntó en que problemas se había metido.
“Pero… si yo ya estaba muerto… ¿No sería este el reino de los muertos, ¿verdad?”
Pero Rulan Van no era un emperador de la muerte, por lo tanto, esto era improbable, Lo que es aun peor.
Si Rulan Van se metió con el mundo de los muertos ¡Esto absolutamente está mal, muy mal!
Si estaba vivo no podía estar bien, y si estaba en el reino demoníaco no podia estar a salvo. Había cientos de demonios queriendo matarlo, definitivamente necesitaba salir.
“Necesito salir de aquí”
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Autor quiere decir algo: Lo que sea que escriba lo escribo porque me gusta escribir, si a usted le gusta por favor deje un comentario, me haría muy feliz también ♡
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Después de despertar MuJin fue recibido por un hombre apuesto a su lado, dos iris tan negros como la tinta, pero brillantes como estrellas lo miraban con asombro.
—Buenos días panquesito mío ¿dormiste bien?
Estas palabras a pesar de haber sido dichas con extremada dulzura hicieron que el estómago de MuJin se retorciera.
“Bastardo hijo de puta", pensó MuJin. Si pudiera responder naturalmente se lo diría, pero momentáneamente su habla estaba restringida, así que nada impidió que, como de costumbre, Rulan hablara y hablara.
—Hoy es un buen día para quedarse en cama ¿verdad? Hace un poco de frío afuera hoy, también no hay muchos pendientes, pero al médico imperial le gustaría que hicieras más movimientos estos días, cosas como caminar por ti mismo y tomar tus propios alimentos.
El médico imperial era una existencia que MuJin no había visto con sus propios ojos hasta este momento. En este punto MuJin Shin lleva un mínimo de seis días despierto, los suficientes para saber que estaba alojado en el castillo de Rulan Van, pero no los suficientes para encontrar una manera adecuada de escapar. También era tiempo de sobra para saber que nadie más podría acercarse a MuJin, por lo tanto, no había visto a ninguna otra persona alrededor de él durante este periodo.
"Si pudiera tener un par de minutos para observar la entrada y la vigilancia, seguramente podría encontrar algo que usar para salir de aquí." MuJin pensó.
—El día de hoy deberíamos caminar un poco, tomar algo de aire fresco hará bien a tu cuerpo. No hay mucho sol aquí, pero hay luz vitamínica artificial, te hará bien exponerte a ella durante un rato, nutre la piel y la hace más suave y elástica. También... —Rulan siguió hablando por un buen rato, sus manos haciendo ademanes y su voz volviéndose animada cada tanto.
"Si hay un momento en el que pueda matar a este bastardo no lo desperdiciaré", MuJin pensó, "Atreverse a desafiar a la naturaleza, los cielos y a la vida. Si vuelvo a morir no dejaré que salga impune, vendré desde el más allá para molestarlo y hacerle la vida imposible".
MuJin estaba inmerso en sus pensamientos e ignorando al hombre a su lado cuando Rulan se estiró casi perezosamente en la cama que compartían, la suave y delgada túnica de satín negro sobre su cuerpo remarcaba los bordes de sus músculos fuertes y definidos, la tira que sujetaba la bata junta se deshacía lentamente y dejaba su pecho expuesto, una buena porción de piel suave y caliente al descubierto.
De los seis días que llevaba despierto, eran los mismos días que Rulan vendría a dormir a la habitación alegando que "Es la habitación conyugal, los esposos deben dormir juntos", debido a que Rulan no le había vuelto a dar el elixir energético MuJin no tuvo la oportunidad de quejarse o negarse en lo absoluto, de esta manera tuvo vistas como la ahora.
MuJin no era un hombre que le tomará atención a los detalles pequeños, pero este no era un pequeño detalle, era una vista panorámica completa y la estaba ignorando lo mejor que podía, pero todavía era una persona común y Rulan un hombre guapo y excéntrico agradable a la vista, por lo que era difícil no mirarlo un poco de reojo.
Rulan Van después de estirarse como un gato haría lo que naturalmente hacen los gatos después de despertar: bañarse.
–Es hora de... ¡La hora divertida! —chillo Rulan mientras se ponía de pie y rodeaba la cama. Sus brazos recogieron el delgado y enfermizo cuerpo de MuJin del colchón y se lo llevó de ahí.
Ya que el pobre MuJin no tenía ninguna forma de controlar la hora de despertar, el baño, el desayuno, las comidas, la cena y la hora de dormir simplemente acepto su destino por ahora. Se dejó cargar hasta una pequeña habitación contigua a la habitación "conyugal", en ella un grande espacioso y lujoso baño se hallaba.
Este baño era muy amplio, un espacio tan grande como un patio entero con grandes árboles de flores rodeándolo, paredes con pilares aperlados, el piso era de un material muy claro y tan blanco como si fuera porcelana, había una fuente en el medio, rodeada por piedras espirituales del tamaño de una cabeza cada una y había cientos de ellas. En el fondo de la fuente miles de gemas preciosas podían encontrarse destellando con la débil luz y distorsionándose en la superficie del agua como un manto de estrellas de colores brillando y bailando animadamente debido al sutil movimiento, cada una de ellas debía valer una fortuna.
Sin importarle la ropa a Rulan entró en la fuente de agua clara y caliente con MuJin en sus brazos. Esta no era la primera vez que se bañaban juntos de esta manera, MuJin no tenía el poder de protestar así que se dejó llevar y dejó que el hombre hiciera lo que quisiera y dejo que lo bañara.
–El doctor Imperial dijo que debías comer mejor para ganar un poco de peso en el futuro —Dijo Rulan sentándose en algún lugar dentro de la fuente con MuJin en su regazo, ambos a una altura prudente donde el agua le llegara a los hombros a Rulan pero a penas por debajo de las costillas a MuJin.
Rulan comenzó a retirar la ropa suavemente, empezando con la de MuJin. Fue extremadamente cuidadoso en el proceso, tan cuidadoso que parecía que manipulaba algo que podría romperse con facilidad. Aquí no había corrientes de aire fresco, pero aun así cuando Rulan retiro la ropa de cama de MuJin y tocó superficialmente la piel expuesta de su pecho y estómago, hubo corrientes de electricidad que hicieron la piel de MuJin estremecerse. Lentamente, la llamada 'piel de gallina' apareció y se desvaneció conforme MuJin se acostumbraba. Rulan siguió haciendo sus cosas, removiendo las capas de batas de cama con cuidado y sonriendo.
–Estoy siendo perezoso estos días, he descuidado algunos asuntos por aquí y por allá, debo hacer unas cosas pronto así que te asignaré a alguien para que te ayude a adaptarte. Cuando esté lejos podrás ser protegido y cuidado, si me extrañas también puedes pedirle a tu cuidador que te traiga a mí en cualquier momento ¿Eso está bien para mi esposa?
MuJin permaneció imperturbable, su expresión era no solo sería sino también relajada y suave, como si dormitar todavía, tan perezosa y desinteresada que a penas reacciono cuando Rulan le habló.
"¿Quién se supone que va a extrañarte? Ciertamente, no yo" pensó MuJin.
–Claro, puede ser complicado transportarte por aquí durante un tiempo así que también puedes llamarme cuando me necesites y vendré –añadió Rulan con una sonrisa–. Para mi querida esposa siempre tendré tiempo.
Rulan sonrió hermosamente, la imagen del diablo mismo que tenía las mejillas sonrojadas y los ojos soñadores, una fila de delicados y preciosos dientes blancos con colmillos afilados, labios rojos y llamativos, una piel clara y el cabello negro y suavemente rizado revuelto como el nido de un pájaro. La vista era extremadamente atractiva.
Cualquiera al ver a un hombre tan guapo no podría evitar sentir un estremecimiento, por no hablar de solo si sonreía, uno podía quedar cautivado de inmediato, en ese momento, al mirar a esos ojos tan brillantes en el corazón de MuJin hubo un pequeño temblor y su mente zumbo teniendo únicamente un pensamiento.
"Quiero golpearle la cara".
Un rato después de terminar el baño Rulan los saco a ambos de la fuente y envolvió a MuJin en toallas claras y suaves.
A pesar de estar desnudó y encontrarse con un potencial homicida MuJin sintió que estaba de alguna manera bien por ahora. En términos generales realmente no pareciera que Rulan le fuera a hacer algo malo, nunca intento nada más allá del beso del primer día y siempre procuraba que estuviera bien y bien atendido, que fuera alimentado y que su salud progresara bien.
Claro, esta no era una señal para bajar las defensas, al contrario, era una señal para estar más alerta, después de todo, incluso si Rulan mostraba tanto tacto y tantos cuidados MuJin no podía dejar de ser tan desconfiado.
Después de vestirse, Rulan los condujo a ambos al comedor.
Este comedor únicamente tenía dos asientos, durante los días aquí cada vez que MuJin fue traído la comida ya estaba servida en la mesa y todo lo que podrían requerir estaba ya previamente dispuesto para ellos.
Rulan los sentó a ambos, Mujin tenía un asiento ligeramente más cómodo, amplio y acolchado. Su silla contaba con un respaldo alto recubierto con un suave cojín de terciopelo púrpura, los reposabrazos eran amplios y lizos para poder descansar sus manos cómodamente.
En cambio, la silla de Rulan a su lado era más simple y sencilla, seguía teniendo un cojín en el respaldo, pero la altura era mucho menor.
Rulan es un hombre alto y ligeramente amplio en los hombros, la silla realmente no cubría su espalda y el reposabrazos estaba en un nivel mucho más bajo por lo que apoyar las manos en el resultaría incómodo.
MuJin no analizó esto a fondo, pero un pensamiento vago surgió en su mente al mirar su propia situación, sin embargo, el pensamiento no alcanzó a completarse cuando Rulan tomó una cuchara y tomo un cuenco con papilla y miró seriamente a Mujin.
–Está vez necesito que termines todo el tazón...
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...
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Los días pasaron de esta manera, MuJin no vio a nadie más en el castillo y comenzaba a pensar que nadie más habitaba en el de no ser por qué en las noches y ocasionalmente en el día se escuchaban pasos yendo y viniendo fuera de su habitación.
A veces estas entidades susurraban algo y se retiraban y luego volvían. Estas sin duda deberían haber sido las ayudantes de Rulan para el castillo, el personal de limpieza.
MuJin no podía verlas, pero tenía la certeza de que estaban ahí. Después de despertar y tomar un baño, alguien tendría que encargarse de la ropa y el aseo de la habitación conyugal. Antes y después del desayuno alguien tendría que hacer e cargo de la comida y los platos sucios, y lo mismo sucedía con la cena.
El primer mes transcurrió de esta manera, hasta que una mañana después del baño, Rulan llevo a MuJin en sus brazos hasta una habitación diferente en el castillo.
—Está es la sala de pócimas. El Doctor está aquí para la revisión.
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