CONTINUAMOS DESDE DONDE QUEDÓ SECRETOS MORTALES
Aunque a Isabella le gusta mantener la ciudad segura, para ella resultaba bastante tedioso estar parada durante varias horas en el mismo lugar y las veces que tenía que moverse no era por buenas razones.
Todo iba normalmente, el cielo estaba parcialmente nublado y era un día fresco, este sería un día tranquilo si no fuera por un individuo corriendo hacia ella mientras gritaba;
-Le dispararon a mi amigo.
El individuo vestía un atuendo deportivo azul oscuro y una gorra en la nariz de color verde.
-¿A quién? -Le pregunta Isabella al chico que se detiene frente a ella.-Donde paso?
-Mi amigo recibió un disparo. -Le respondió el hombre.
Isabella hace un gesto poniendo sus ojos en blanco.
-Señor cálmese, necesito que me escuche para que yo pueda ayudarlo de lo contrario no voy a poder hacer nada.
-Sí, venga rápido! -Repito el sujeto manteniendo su nerviosismo.
Isabella intenta tener paciencia, ya que ella cree que el nerviosismo del tipo tal vez hizo que no la escuche bien así que intentando mantener la calma y manteniéndose paciente le repitió lo que dijo con cordialidad:
-¿Dónde está?
-Está sangrando, le dispararon para robarle. -Le dice el sujeto a Isabella.
Isabella intentaba mantener la calma, parecía que no la estaba escuchando.
-Mantenga la calma, señor, estoy intentando ayudarlo, pero para eso necesito que se calme y me responda lo que yo le estoy preguntando... -Le dice Isabella al tipo. -Por favor señor, enséñeme a dónde fue.
-Sí, ven conmigo, te mostraré dónde está. -Le contesta el extraño individuo a Isabella.
-Si, ahora vamos, espéreme un minuto. -Le responde Isabella mientras toma su radio comunicador para avisar al oficial de policía que está del otro lado que esté atento mientras ella va a ayudar a una víctima de asalto.
Isabella siguió a la persona que corría, pasaron varios minutos caminando algo que se le hizo raro a Isabella así que pregunto:
-¿Falta mucho?
-No, estamos cerca -Le respondió el sujeto mientras seguía corriendo.
-Si, se está desangrando. -Le dice Isabella al sujeto mientras lo sigue.-¿no hubiera sido más rápido que me digas donde fue y llamó directamente a una ambulancia o que llamarás tú cuando le dispararon?
Siguieron así hasta llegar a un callejón, pero cuando ella llegó pudo ver que no había nadie en el callejón.
-¿Dónde está él? No hay nadie aquí. -Pregunto Isabella mientras avanzaba pensando que tal vez estaba detrás de los cubos de basura.
-¡Aquí está!. -Respondió mientras le apuntaba con un arma.
Isabella se dio la vuelta para ver al sujeto, cuando vio que él le estaba apuntando con un arma fue que ella se dio cuenta; había sido una trampa.
Ella caminó hacia él levantando sus manos mientras intentaba convencerlo de rendirse diciéndole:
-No sabes en qué lío te estás metiendo.
El sujeto dispara al suelo cerca de los pies de Isabella y luego le apunta a la cabeza.
-Si te mueves te mato! -Le grita el sujeto a Isabella mientras continúa apuntando a la cabeza.-Levanta las manos.
Isabella levantó las manos lentamente, ella mantenía la calma a pesar de la situación.
-¡Empieza a caminar!, ¡muévete! -Le grita el tipo mientras ella lo observa seriamente.
-Pero ¿a dónde quieres que vaya?. -Le pregunta Isabella.
Detrás de ella solo había una pared así que no podía ir en esa dirección. El sujeto observa a los lados y luego señala detrás de él con su mano mientras sigue apuntando con el arma en su otra mano.
-¡Ve hacia allá! ¡Hay un camión!
-¿Un camión?. -Le pregunta Isabella mientras mira hacia donde señala.
-¡Sí, un camión! ¡Apúrate!
-Está bien, está bien, ya voy.
-¡Espera! ¡Dame esa arma que tienes! -Dice el sujeto mientras apunta al arma que Isabella tiene en su cintura.
Isabella mira su arma enfundada, luego mira hacia arriba para verlo y le responde:
-Está bien, ¿puedo bajar las manos para sacarlo y poder dárselo?
-No! -Le grita el tipo mientras da unos pasos hacia ella.-Yo voy a agarrarla.
-Está bien.
-¡Y no te muevas porque te quemo!
Está bien, tómatelo con calma, no me voy a mover.
El criminal se acerca a Isabella señalándole, ya estando cerca de ella acerca su mano libre a la cintura de ella.
Cuando él iba a desenvainar el arma que tenía Isabella en la cintura para quitársela ella lo agarró por la muñeca del brazo con el que sostenía el arma. Isabella lo sostuvo firmemente para que no pudiera apuntarle, luego Isabella rápidamente le dio un golpe teisho uchi (golpe con la palma de la mano en la barbilla).
La fuerza con la que Isabella lo golpeó en la barbilla hizo que la boca del criminal se cerrará, el criminal sintió que sus dientes superiores chocaban con los de abajo. Luego de que Isabella lo golpeara con la palma de la mano en la barbilla, aprovechó que el criminal estaba aturdido para quitarle el arma con un tirón que casi le rompe los dedos.
Isabella logró desarmarlo y empujarlo hacia atrás.
-¡Vigilante!. -Gritó el chico sintiendo un sabor metálico a sangre en la boca.
-¡Quedate quieto!. -Le dice Isabella al criminal mientras le apunta al pecho.
El criminal escupe sangre, el golpe que Isabella le dio en la barbilla no le rompió los dientes, pero sí le hizo sangrar. Si Isabella le hubiera golpeado en la nariz sin duda le habría roto el tabique, aún así tuvo suerte Isabella deseaba maldecirlo y aunque a ella no le gusta su herencia gitana y muy rara vez usaba sus habilidades para maldecir a alguien esta vez sintió el impulso de hacerlo pero se contuvo.
Isabella como oficial de las fuerzas especiales está entrenada en el combate cuerpo a cuerpo, también está autorizada a disparar si está en peligro.
-¡Pu$@! -Le grita el criminal a Isabella.
-¡Apóyate contra la pared!, ¡Ahora!.
Isabella se le acercó y el criminal retrocedió hasta la pared, lo puso boca arriba y le puso las esposas. Isabella comenzó a comprobar que el criminal no tenía otra arma oculta, al revisar Isabella encontró la identificación del criminal.
-¡Suéltame o te mato!. -Dijo el criminal mientras Isabella lo revisaba.
-¡Cierra la boca! -Le respondió Isabella.
Una vez que Isabella terminó de revisar que no tuviera armas le dio la vuelta y lo empujó contra la pared.
-Suéltame o...
Antes de que el criminal terminara de hablar Isabella le dio una bofetada que sonó bastante fuerte, de hecho, lo golpeo tan fuerte que los dedos de ella estaban marcados en la mejilla del criminal y le preguntó:
-¿A quién llamaste pu#@? ¿A quién?. Isabella lo abofetea de nuevo con fuerza.
La mejilla del criminal comienza a ponerse roja, luego Isabella lee la tarjeta de identidad nacional del tipo para decirle;
-Entonces te llamas Diego Pena, ese apellido te describe perfectamente, realmente siento pena por ti.
-¡Déjame ir! No me puedes...
-¡Cállate!. -Le grita Isabella interrumpiendolo con una bofetada más antes de que el criminal termine de hablar.
Isabella estaba bastante molesta y aunque ya le había dejado la mejilla bastante roja a pesar de eso Diego no guardaba silencio ni le hacía caso cuando le decía que se calle. Ella mantuvo la identificación de Diego y comenzó a empujarlo para que camine.
-¡No me empujes! -Le responde Diego a Isabella.
-¡Camina ya te lo dije! -Le grito Isabella dándole una bofetada más desde atrás. - ¡Camina y cállate si no quieres que te pegue más! ¡Estúpido!
Más tarde, 15:20 pm, en el departamento de policía y fuerzas especiales de Felotimo Daniel Sanders estaba tomando un café junto a la máquina mientras esperaba a Isabella Ferrari. Desde que terminó el horario de Isabella pasaron 20 minutos y a Daniel se le hizo raro que aún no haya llegado aunque esa no era su única preocupación ya que aun estaba intentando apartar de su mente las fuertes imágenes del cuerpo del policía Fernández.
Repentinamente, se comenzaron a oír gritos, Daniel le pareció distinguir la voz de Isabella entre esos gritos va a ver que sucede. Al ir a ver a que se debían los gritos Daniel vio a Isabella forcejeando con Diego (su nuevo prisionero) a quien ella intenta inmovilizar sobre el escritorio del policía García.
García es un oficial de la policía veterano que se encarga de ingresar al sistema y anotar los ingresos a prisión; es un hombre corpulento de cabello cano y muy simpático.
-Hola oficial García, fiche a este perro.
-Le dice Isabella al oficial García.
El oficial García observa forcejear a Isabella con Diego así que pregunta rápidamente:
-Sabe como se llama?
-Si, según su identificación se llama Diego Pena-Le dice Isabella al policía encargado de apuntar los arrestos.
Antes de que el oficial García pueda responder es interrumpido por los gritos de Diego Pena que intenta soltarse.
-Suéltame!. -Grita Diego Pena intentando soltarse.
-¡Cállate!-Le grita Isabella inmovilizando sobre el escritorio del oficial García.
-Bajo que cargos?. - pregunta el oficial observando la escena.
-Portación ilegal de arma de fuego-responde Isabella.-También e Intento de secuestro de un agente de la fuerza especial.
Al escuchar esto Daniel Sanders se acerca mientras el prisionero continúa gritando.
-Hola Isabella, ¿traes un nuevo inquilino?-le pregunta Daniel a Isabella en tono bromista.
-Exactamente y algo me dice que estará aquí mucho tiempo. -Le responde Isabella a Daniel.
-¡Me estaba golpeando! Miren mi cara!.-Le dice Diego a Daniel quien lo ignora.
-¡Cállate o te dejaré la cara inflamada! Le grita Isabella a Diego.
Al ver la cara de Diego enrojecida Daniel por poco se ríe al notar que efectivamente hizo enojar a Isabella.
-Ya está anotado oficiales.-dice el oficial García.
-Deja que le tome las huellas para meterlo en su celda y voy a darte una mano con el asunto de Roberto.
-¿Quiere que me encargue de él?, oficial.
-Dice una voz detrás de Isabella, ella y Daniel voltean a ver de quién se trata, es un hombre que ninguno de los dos había visto antes, tiene cabello negro.
Es un miembro de la F.E.F a juzgar por el logo que se ve en el hombro de su camiseta de mangas cortas negras que lleva debajo de un chaleco táctico negro, también lleva unos pantalones de cuero negro sujetos con un cinturón táctico y unas botas de cuero hasta las rodillas.
-Hola ¿estás seguro?.- Le pregunto Isabella.
-Sí, déjame a mí, yo te lo cuido.-dice el oficial sujetando a Diego del brazo.
-Sí, llévate a este perro sarnoso. -Responde Isabella.
-Camina perro sarnoso. -Le dice el oficial a Diego mientras comienza a caminar.
El oficial se lleva a Diego dejando a Isabella y Daniel viendolos irse.
-¿Lo conoces?. -Le preguntó Isabella a Daniel.
-No, tal vez es nuevo. -Le responde Daniel a Isabella.-Que querías mostrarme?
-Vamos a mi oficina. -Le dice Daniel a Isabella.
Daniel e Isabella fueron a la oficina, una vez allí Daniel mete la mano a su bolsillo y saca la carta doblada por la mitad para enseñársela a Isabella diciéndole;
-Esto lo dejaron en el cadáver del oficial Fernández.
-¿La abro? -Le pregunta Isabella a Daniel al notar que el sello de la carta está intacto.
Daniel asiente con su cabeza por lo que Isabella lentamente abre el sobre sacando de su interior una nota de papel blanco, el escrito no era a mano era una nota hecha con computadora y las letras estaban impresas en tinta roja. Isabella se acerca la hoja a su nariz y huele el papel.
-Está perfumada. -Le dice Isabella a Daniel mientras sostiene el papel.
-Si?. -pregunta Daniel extrañado.
-Si, el papel está perfumado. -Le dice Isabella a Daniel mientras le acerca el papel a la nariz.-Huele.
-Si es cierto. -Responde Daniel al sentir el delicado aroma de la carta.
Era un aroma delicado el embriagante, un aroma casi hipnotizante. Isabella se acerca una vez más la carta a su nariz, aunque no reconoce la fragancia si sabe que tiene un aroma femenino.
-Es perfume de mujer. -Le responde Isabella a Daniel.-Puede significar que una mujer está detrás de esto.
-También es probable que quiera despistarnos; tal vez sea un hombre que usará el perfume de su pareja. -Le dice Daniel a Isabella.
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