Mi vida era una rutina, una que realmente me gustaba. Amaba los pequeños tiempos de tranquilidad que tenía, está era una recompensa por todos los amargos ratos que pase, mmm... si tal vez lo eran.
Eran las 2 de la tarde, me encontraba en mi día de descanso, al fin un poco de tranquilidad, aunque las deudas las tenía encima necesitaba relajarme un poco.
Hace seis años que estoy en está situación, independiente, sobreviviendo día a día. Desde
que salí de casa el tener una comida al día ha sido un poco difícil pero lo he hecho bastante bien en los últimos años.
Me prepare un café para entrar en calor, el invierno está cerca y el frío se siente más intenso.
-Espero que este invierno caiga nieve. -
Empiezo a quedarme dormida, pues es muy tranquilo el día, creo que hoy será un gran día,
de repente suena el timbre, no espero a nadie tampoco no he pedido nada, es molesto así
que mejor lo ignoro, pero siguen insistiendo. Tanto que empiezan a golpear la puerta.
-Que molesto.-
Me levanto pues no hay otra opción, si no terminarán tirando mi puerta. Cuando abro veo un rostro tan familiar y la sorpresa se delata en mi, luego miedo, me empieza a invadir el miedo, por qué está aquí?, Cómo? . No sabía que hacer, que decir, que hago? De repente el odio empezó a emerger, si yo odio a esta persona, por un segundo lo olvide, cuando me estaba decidiendo en mi próximo movimiento el hombre hablo.
- Tanto tiempo, hablemos. -
Fue todo, entonces entro y se sentó.
Estaba nerviosa y asustada pero sobre todo enojada, cómo me encontró? Me quedé de pie viendolo, el miro a su alrededor y dijo.
- Iré al grano, vine aquí por una razón.-
Su mirada tan penetrante me dió un escalofrío, sabía que lo que fuera a decir era el fin de mi vida tranquila y alejada de ellos.
- Tú abuelo hablo con un amigo suyo y decidieron unir las familias y como tú hermana ya está casada, tu tienes que hacerlo.-
Me miró fijamente esperando una respuesta, pero que carajos quiere que le responda, estaba en shock como espera que me case porque ellos lo decidieron. Estaba molesta, empece a enojarme, quiero gritarle pero no lo hago, respiro y me calmo; me siento en el lado contrario de la mesa. Con una sonrisa en el rostro le digo.
- Padre, creí que desde el momento que salí de casa deje de ser tu hija y ahora después de tanto tiempo vienes a mi para que contraiga matrimonio por tu familia?. -
Realmente no puede creer tal descaro, lo único que puedo hacer es reírme del hombre frente a mi.
Su padre solo la observó en silencio, cuando ella terminó lo miro con una mirada tan fría al igual que la de él. Ambos se miraron por un tiempo que parecieron eternos para ella; le tenía miedo pero también lo odiaba pero no lo demostraría jamás, sabía de lo que era capaz su padre si se enojaba, jamás tocó a la familia ni siquiera a ella al menos no físicamente, pero lo vio hacerlo con otras personas, el se encargó de que nadie le diera apoyo mientras estaba sola, eso la llevo a entrenar cuando salió de su casa, no quería que abusaran de ella. Su padre hablo primero.
-Qué es lo que quieres?.-
La miro intensamente y sabía que no iba a
ceder, no podía huir está vez, tal vez o iba por las buenas o por las malas. Trago saliva, no tenía otra opción, iba a enfrentar este problema de frente.
- Bien, si quieres llevar a tu hija al altar tengo algunas condiciones. -
Su padre la miro extrañado, no creía que aceptará tan rápido, pero así era mejor
-Qué condiciones?, Depende de lo que pidas las cumpliré.-
Ella suspiro de alivio, parece que si pueden tener una conversación, ahora tenía que pensar en las condiciones, algo que sea beneficioso para ella.
-Primero antes que eso por qué no me cuentas cómo me encontraste "Padre"?.-
Su sarcasmo fue muy notorio para el. Se miraron un momento, se sentía la tensión pareciera que ninguno cedería, ella aprendió por las malas a ser fuerte, el creció para ser el líder de la familia, ambos a su manera eran tercos.
-Siempre supe dónde estabas y que estabas haciendo.-
Respondió simple y directo, cómo siempre sin emociones. Este era su padre, sólo haciendo negocios por beneficio. Ella rió.
- Jajaja Bueno, no es como si no tuviera la sospecha que me tuvieras vigilada ( Siempre velando por tus intereses). -
Hubo silencio no es como si quisiera decirle algo ya no quería perder el tiempo hablando con alguien como el. Así que solo hizo la única pregunta que siempre estuvo presente en su mente. Pero se detuvo, era mejor ir despacio, guardarlo para después, ya tendría tiempo. Así que cambio su pregunta.
- Tú... quisiste a mi madre?-
Era lo único que quería que le respondiera, lo demás no era importante ya conocía su personalidad, el mataría cualquier sentimiento positivo con tal de hacer crecer su patrimonio.
El la miró, y algo cambio, su mirada fue ... Diferente. Una sola palabra, solo eso dijo.
-Si.-
Si, eso fue suficiente para desgarrar mi corazón, y tener miles de pensamientos y querer decirle millones de maldiciones, quería golpearlo en la cara, pero no, no podía hacerlo yo no soy quien para hacerlo. Mejor pasó a otro tema de importancia, mi futuro y como lo quieres arruinar.
- Quién es con el que se supone que tengo que casarme?.-
Me mira con un poco de intriga pero al final decide contestar.
- El nieto del señor Ootani.-
Su semblante era malo, no le agradaba la idea pero sabía porque, si es el nieto del señor Ootani, debe referirse a...
- Ootani Ren? (Qué diablos, hablas en serio?), mi hermana lo sabe?.-
Ambos se miraron y no dijeron ni una palabra. Este era un tema delicado, pero sobre todo algo positivo para mí, tendré la dicha de ver a mi hermana con la mejor expresión cuando se entere. Claro si todo sale bien.
Sabia que mi hermana hace algunos años salió del país a buscar a su amado el cual nunca mostró interés alguno, ya que el estaba comprometido en ese tiempo creo, pero ella estaba empeñada en hacerlo su esposo pero fallo miserablemente, o al menos eso creo porque cuando regreso estaba de un genio, empezó a ser más cruel con las personas a su alrededor y a gastar más en lujos, lo cual su madre permitió pero mi padre no lo tolero y la mando a estudiar a otro país, cuando regreso fue la pesadilla para mi. En fin esto es retribución? O karma?.
Sólo sonreí, sabia que esa sonrisa sería suficiente para que el entendiera.
El se enfureció y grito.
- QUE TE PASA? , CREES QUE ESTO ESTARA A TU FAVOR PARA REPROCHARLE Y BURLARTE DE TU HERMANA?.-
Lo mire y me reí burlonamente.
- Jajaja Padre, no olvides que tu has venido a buscarme, bien podrías hacer que mi hermana se divorcie y se case con el. Pero supongo que ya pensaste eso y no creo que esté a tu favor si vas y haces semejante estupidez, sobre todo con una familia tan grande y respetada cómo los Ootani , dudo mucho que quisieran aceptar a alguien como mi "hermana".-
- QUE ESTAS INSINUANDO?.-
- Tranquilízate, no insinuó nada, lo estoy afirmando (De seguro sabes que es verdad, pero no lo aceptas), pero estoy en una posición igual o peor que mi hermana, echada de casa por más de seis años jajaja.-
Ambos están muy alterados, no saben dónde puede terminar está discusión, la tensión se siente en el aire, así que optan por ir al punto. Nada se arreglará después de seguir yendo por las ramas.
- Bien, mejor dejemos claro todo. Quieres que me una a los Ootani, pero por qué? Y que gano yo?.-
Me dió una mirada fulminante, vaya qué si intimida, el miedo sigue arraigado en mi, pero no voy a ceder, no sé que puede pasar, menos con esta familia y ahora quiere que me una a una familia igual de complicada o puede que sea peor.
- No acabas de pedir condiciones, eso ganas. Respecto a lo que yo gano pues... (Hubo una pausa muy grande, el realmente no iba a ganar poco) ... Una posible fusión de algunas empresas y apoyo financiero en otros países. -
Vaya mierda, enserio vas a lo grande, expandirse a otros países, y quieres que yo cargue con los problemas familiares mientras te haces más rico.
- Ah! Entonces me estás vendiendo, vaya qué padre más amoroso, pero que puedo esperar , verdad?.-
- Vas a empezar con tus cursilerías?, Sabes que eso no va a funcionar.-
- (Vaya mierda de humano, jamás debió ser padre) De que hablas, estoy dejando claro el hecho de que eres basura, en fin.-
Lo veo muy molesto pero ha resistido todo, será que realmente quiere esta unión, pues te voy a arruinar el día.
- Está bien "Padre", acepto el matrimonio pero primero quiero reunirme con el , con la persona que quieren que me case y saber que piensa sobre toda la situación. Voy a ser yo la que va a estar en ese matrimonio y necesito conocer a la persona.-
Me miró con duda y algo más, pero no importa yo decido, es mi matrimonio. Lo pensó mucho y me contestó después de dos minutos.
- Bien hablaré con tu abuelo para que agende una cita.-
Dudo lo que voy a preguntar pero tengo que
hacerlo.
- Bien, le vas a decir a mi hermana?.-
- No, por ahora lo mantendremos en secreto hasta que sea anunciado oficialmente en unas semanas-
- Bien (Vaya qué cruel, y yo pensando que tenía un poco de cariño por ella, pero me equivoqué) Quisiera conocerlo pasado mañana, si es otro día no aceptare.-
Se rió burlonamente, el realmente se estaba riendo.
-Bien,qué más?.-
Vaya, yo quería golpearlo en la cara, muy pero muy fuerte, lastima.
-Segundo, yo organizo mi boda, en caso que el acepte casarse, claro (Voy a hacerlo posible
porqué acepte este matrimonio y voy a hacerte sufrir "padre").-
-Tercero nadie de la familia se mete en ninguna de mis decisiones, si necesitas algo pues consíguelo tú mismo. ... Si, creo que sería todo. -
Sonreí amablemente, espero y me tomé enserio.
Me miró un buen tiempo que creí que sería puesta en una tabla de picar y me partiría en pedazos, es muy exagerado, pues si algo, pero el es muy aterrador, como aquella vez que uno de sus subordinados decidió robarle, el le cortó los dedos uno por uno enfrente de nosotras, de su familia, tuvimos que ver eso realmente fue asqueroso y muy traumático.
Así que yo le tenía miedo pero también lo odiaba y estaba preparada para cualquier reacción, por eso había estado entrenando como loca, artes marciales, cualquier cosa que me ayude a sobrevivir. El me miró y lo que dijo realmente me congelo.
- No pienso tocarte, por qué estás tan alerta?.-
- Yo... Tengo miedo, no puedo evitarlo.-
Otro silencio incómodo, realmente no sé cómo es que somos familia, porque no pudo dejarme tranquila, olvidada. El se rió, cómo si supiera que no es verdad, saco su teléfono y mando un mensaje, supongo. Luego más silencio.
- (No puedo seguir con esto, yo no quiero seguir con esto, me estoy asfixiando, no quiero estar con esta persona... bueno ya que vino a mi le haré cada encuentro incómodo peor de lo que yo siento.) Padre, crees que el joven Ootani me acepte pues me abandonaste y viví en las calles, además de que... no voy a llegar pura al matrimonio.-
Sonreí lo más dulce que pude esperando su reacción y vaya qué reaccionó. Levantándose y aventando todo a su pasó hasta llegar a mi, estaba abrumada pero no baje la mirada aunque mi mano apretaba el brazo del sillón con mucha fuerza, segui mirándolo. Hasta que sonó su teléfono y nos saco del trance. Lo reviso cómo si no fuera nada y camino hacia la puerta, cuando estaba abriendo se detuvo y me dijo:
- Tienes tu cita con Ootani Ren para pasado mañana como querías, ve a su oficina en el centro el te estará esperando al medio día, no me decepciones.-
Volteo a verme, esperando que?, Que le hiciera una reverencia, jajaja, maldito cretino. Me levanté lo mire y reí.
- Jajaja jajaja... Decepcionarte? , Que gracioso hijo de puta.-
Fue como si prendieran algo dentro de el, me miró como si estuviera muerta, y si de cierta manera lo estaba.
- No tientes tu suerte, Saori.-
- Tu tentaste la tuya al venir aquí, Casio.-
Eso fue todo, no sé dijo más y se fue. Cómo si nada hubiese pasado, igual que siempre. Sinceramente no sentía nada por el, nada más que odio y no se la dejaría facil.
En fin, tengo otro problema, que voy a hacer con este matrimonio, no quiero casarme, pero tampoco quiero morir. Aunque la tentadora idea de que sea la persona que mi hermana más quería y busco desesperadamente me complace.
Suspiro pesadamente, metiéndose en sus recuerdos y planeando su próximo movimiento, ya no era la pequeña tonta que iba a dejar que los demás la tratarán cómo quisieran. Está vez ella los haría sufrir.
Tal vez está no es la mejor manera de vivir, pero ha estado demasiado tiempo sola, sin poder acercarse a nadie por miedo a que algún día la llegarán a encontrar, y lo hicieron o más bien jamás le perdieron el rastro, y apresar de todo lo que sufrió al principio de salir de esa casa, no, de que la echaran sin nada donde tuvo que dormir en la calle y pelear por tener un pedazo de pan, tener que arrastrarse y correr de los peligros. Vivir temerosa y sin esperanza. Una miserable vida, si tal vez así la veian algunas personas, pero ella siguió luchando tratando de sobrevivir y tener algo para ella hasta que una bondadosa alma se apiadó de ella y ahora puede tener un techo sobre su cabeza y comida en su mesa. Eso es lo maravilloso de la vida, vivir.
- Pensé que el karma les llegaría y yo miraría desde lejos pero supongo que tendré que ser yo la que le dé un empujón... jajaja jajaja... Jajaja.-
Rió como loca tan fuerte tan constante que ya no se podía distinguir si estaba riendo o estaba llorando.
Una vida miserable no lo volvería a permitir dónde le quitarán todo de nuevo, eso jamás pasaría y mucho menos ahora que tiene la oportunidad de casarse con la persona que ama su hermana, esa "hermana" que se encargó de torturarla en esos años que vivieron juntas.
Después de un rato de calmarse, se decidió, no quería casarse, atarse a alguien que no conoce pero si eso logra llevar a su hermana a la desesperación estaba dispuesta a hacer un trato, si un gran trato.
Fue a recostarse, parecía que tenía que pelear por sobrevivir, otra vez. Pero si eso la lleva a regresar todo aquello que fue hecho y dicho lo haría. Ella bailaría con el diablo para hundir a su "familia".
- Ja, si claro, "familia"... Les voy a mostrar lo que se siente morir de hambre, pelear contra un gato por un pedazo de pan, ver morir lo que más aman en su peor momento... Si eso y mucho más, mucho más.-
Mientras recordaba todas las terribles cosas que tuvo que vivir, se quedó dormida pensando en la dulce venganza. Una dulce venganza que puede llevarte al cielo y al infierno al mismo tiempo.
En una oficina muy lujosa, amueblada, un poco opaca y sombría se encontraba un hombre alto, guapo y un poco fornido. Su tez blanca y fina, su cabellera negra y peinada hacia atrás con ese traje gris a la medida y esos ojos negros que atraviesa tu alma. Realmente parecía que pudiera ver a través de ti, leer tus pensamientos.
Su carácter era bien conocido pues era muy estricto y nada tolerante o al menos eso es lo que todos creían. No, no, no, mentira si que era un amargado de lo peor, por cosas de la vida se volvió un engreído gruñón.
Ya no confiaba en nadie simplemente era, el contra el mundo buscando ser el mejor en todo.
Pero como siempre la familia siempre va a estar detrás de ti, buscando hacer que sientes cabeza a que formes una familia, que tu legado pase a la siguiente generación, o simplemente poniéndote el pie para verte caer y ellos tomar lo tuyo, bla, bla, bla.
Esto era algo que molestaba mucho a Ren, desde que terminó sus estudios ha estado trabajando en la empresa y se ha superado, llevo a la empresa más allá. Logrando un crecimiento en los últimos 5 años y eso le ayudo a que su familia no le molestará demasiado sobre matrimonio hasta ahorita, su abuelo le llamo a su oficina para informarle que tiene a una prometida para el, lo cual realmente lo molesto demasiado, que derecho tenían el al decidir eso. Así que fue a su oficina a reclamarle pues el no tenía el derecho de hacer esto, no podía aceptar que lo comprometiera otra vez.
Pero realmente su abuelo era más astuto que el. Mientras el siguió negándose a casarse su abuelo retraso cederle el liderazgo total de la compañía. Era algo que le molestaba mucho, tenía que enfrentarlo una vez más, ya estaba cansado de hacer esto muy seguido, tenía que ponerle fin a esto.
Entro en la oficina sin tocar, solo entro y se sentó frente al anciano. Mirándose mutuamente sin decir ni hacer nada hasta que uno cedió.
- No pienso aceptar un matrimonio arreglado abuelo.-
- Bien, no te cases. -
Lo miro molesto pero no dijo nada más, lo que a Ren le pareció muy típico de el, ya estaba acostumbrado a ello. Sólo lo ignoro igual que siempre y salió de su oficina, el abuelo suspiro, sabia que sería así, jamás cedería. Pero el tenía más trucos. El anciano sonrió, esto no acabaría tan fácil.
Al cabo de unas horas el abuelo regreso a su mansión ubicada a las orillas de la ciudad, un lugar muy tranquilo y hermoso detrás de la mansión se encontraba un pequeño bosque muy frondoso, un lugar de película.
Así que se sentó a observar el paisaje con un vaso de su bebida favorita.
Una hora después de llegar a su hogar, Ren apareció con el ceño fruncido, mirándolo cómo si quisiera cavar ahí mismo la tumba de su abuelo, el únicamente se rió y se recostó en su sillón favorito, pues no lo intimida para nada su lindo nieto.
Es el único de ellos que más ha trabajado en la empresa y llevándola más allá de lo que el había logrado, eso le encantaba pero el seguía necio a no sentar cabeza, desafortunadamente tendría que hacerlo a menos que tenga otras razones. Pero no quería dejar su empresa a alguno de sus otros hijos o alguno de sus nietos.
Su nieto se sentó frente a el sin decir nada, únicamente mirándolo molesto, así que tuvo que preguntar.
- Pequeño Ren, por qué no te quieres casar?.-
Le pregunto el anciano ya cansado, su voz ronca pues ya los años le pesaban y la fatiga era muy evidente.
Al mirar a su abuelo de esa forma suspiro, era mejor calmarse y arreglar esto rápido y pacíficamente.
Abrió la boca para responderle a su abuelo cuando su abuelo lo interrumpió para volver a hablar.
- Abuelo yo...-
- Si no quieres hacerlo porque tus preferencias son otras, debes decirlo, así te dejarán de molestar con el matrimonio.-
El se quedó pasmado, estaba procesado las tonterías que salían de la boca de su abuelo. El anciano seguía viéndolo con un semblante serio, lo que lo hizo enojar más, se levantó muy molesto y empezó a gritar.
- Oye anciano que te da el derecho a soltar mierda, yo no tengo esas preferencias!!.-
- Vaya que modales, pareciera que no te eduque correctamente .-
Esbozo una sonrisa burlona lo que lo hizo enojar más, quería reprender al anciano pero no podía. Entonces continuo con su burla.
- Se que te llevas bien con Jun, así que pensé que tal vez...-
Un silencio se hizo y Ren se exaltó por las palabras de su abuelo.
- De que demonios hablas, el solo es un conocido. Y mucho menos vayas a mencionar a su hermano, abuelo basta de tonterías . Qué es lo que quieres de mi?.-
- Boda en menos de tres meses.-
Una sola frase que le erizo el bello, un escalofrío sin igual. El se calmo y se sentó nuevamente.
- Abuelo entiende, no es algo que tú ni nadie puede elegir por mi.-
- Lo sé, pero mi pequeño nieto, compréndeme no queda mucho tiempo, tengo que hacer los preparativos necesarios para que quede todo arreglado para que te hagas cargo de todo. No quiero que tengas contratiempos y sabes que la familia encontrara fallas y esa sera una de ellas. -
Tomo un sorbo del vaso y siguió observando a su nieto. Quería decirle tantas cosas, pero sabía que el entendía, el era muy astuto y sabría lo que tenía que hacer a pesar que lo quisiera o no.
Estuvieron un gran rato sin decir nada, de la nada Ren se levantó y se sirvió de la bebida más cara que tenía su abuelo, esto era un vino muy, muy caro.
El anciano solo hizo una cara de disgusto y luego comenzó a reírse, pues conocía bien a ese nieto suyo, pues el lo crío bastante tiempo. Sabia que había cedido, al menos en parte pero eso ya era algo.
- Escogí a alguien que es de una familia peculiar pero se que es una buena decisión la que hice, solo es cuestión que la conozcas y evalúes tus opciones, si no te agrada bien puedes escojer a alguien más.-
- Bien.-
No sé dijo nada más, fue todo lo que hablaron mientras miraban la vista con el atardecer, algo muy lindo en esa época de frío.
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