Emilia, ese es mi nombre, y aunque solo tengo 20, soy independiente y vivo mi libertad plena. Fanática de la historia de mitología como místicas. Trabajo en una tienda de antigüedades, cada día, personas con distintas cosas viene a vender y a donar. Llegó una chica dando su libro para donarlo ya que lo había leído. De inmediato se lo recibí al ver la portada con un dragón y lo que parecía el ave fénix en ella. En mi hora de descanso aproveché y empecé a leer. Le daré un breve resumen...
Todo comienza con una joven estudiante que aprendía en el instituto de magia y hechicería. Su poder se asemejaba al del mismo fénix, capaz de destruir todo a su paso eh igual manera de sanar las heridas de cualquier grado. Envidiada por los demás al tener un poder que insinúan que el mismo fénix le otorgó como bendición. La joven se dejaba humillar y no utilizaba ese poder para defenderse contra ellos. Un día, harta de que le tratarán de esa forma, se escapa del instituto ya que no era capaz ni de dañar a una mosca así que huye como cobarde al bosque donde las criaturas mágicas habitan. De noche era cuando ella se dio cuenta que se había perdido. En medio de los árboles habitaba una bestia o mejor dicho, un dragón, con su ala lastimada no podía tomar el vuelo y irse de ahí, la joven agarró el valor y se acercó al dragón de un hermoso color azul, grande como ninguno y fascinante criatura dentro de este reino. La bestia al principio se mostraba hostil ante la presencia de ella, claro que la joven estaba muy acobardada pero eso no la detuvo en sanar las heridas de él. Una vez curada, la criatura al ver que estaba lista para volar le devuelve el favor a la joven en llevarla de nuevo a la civilización, ella específico que la dejara en su instituto y así fue como pasó, dejándola en un espacio amplio para el aterrizar, en eso el le preguntó su nombre...
— Ofelia le'Bach...
Dijo ella con miedo en su voz. Sí, Ofelia era una joven demasiado hermosa y cualquier que la viera se enamoraría de ella, hasta el dragón... Desde ese entonces, la criatura buscaba a la joven en donde sea, sin embargo, ella seguía siendo maltratada por sus compañeros en el instituto, la criatura aveces veía eso en ella, pero Ofelia lo negaba rotundamente al tal punto de que él ya no insistió más. Llega una noche en el que él aparece en su forma humana, primera vez que ella lo veía así, y solo para pedirle que se fuera con él a su mundo. Ésta lo rechaza al confesandole de sus verdaderos sentimientos ya que estaba enamorada de otro, dando el resultado de que el dragón se fuera y no apareciera más, lo peor de todo fue que Ofelia ofreció sus sentimientos en alguien que solo quería tener relaciones con ella de una noche y listo, era el hombre más apuesto del instituto de magia, el tipo era conocido como el rompe corazones puesto que solo enamoraba a las mujeres y jugaba con sus sentimientos... Una vez que concedió la noche con Ofelia, ahí mismo en la cama le declaró que solo era un juguete más en su lista y que no le agradaba las cobarde como ella... La joven se llenó de tristeza al tal grado de irse del instituto, buscaba desesperada al dragón, pero se dio cuenta de que se fue para ya no regresar. Para no sentirse culpable de no haber aceptado esa propuesta esa vez y dejar de sentí ese dolor en los sentimientos, se suicidó ella misma al lanzarse de un lugar alto hacia el vacío...
Ok... Que historia más loca eh leído. No está mal el relato, lo único malo era la protagonista que descuadró todo. Su actitud, sus elecciones y entiendo que todos nos podemos equivocar en eso pero ella le encantaba vivir en lo malo como lo era en ese instituto. Además, tenía ganas de saber más sobre ese dragón que ni su nombre sabía la tarada de Ofelia. Con tan solo su poder podía dejar en claro que no era alguien con quien meterse. Si fuera ella primero, antes de irme de ese lugar, le enseñaría quien manda y sobre ese hombre que piensa que el corazón de una mujer es solo un juguete, le daría una cucharada de su propia medicina...
Miré el reloj en mi muñeca y maldije al ver que ya debía de haber regresado al trabajo. Dejé el libro y a punto de salir del cuarto de descanso, la luz se va... Bien bello, ya es la cuarta vez en esta semana... Aunque no veía nada, sabía dónde estaba la puerta, tomé la perilla y la gire... Escuchaba las voces de jóvenes con risas, de seguros son clientes... Pero...
— oh. Miré quien se atrevió a salir de su escondite, Ofelia...— dijo una mujer rubia, usando un vestido que no va a mi tiempo... Espera, ¿Dijo Ofelia?
— que lastima que el Fénix la haya elegido a ella, una portadora tan inútil como cobarde...
Ya no hay duda... Soy la protagonista del libro Fénix y el dragón...
Ofelia le'Bach. Doncella de la gran casa le'Bach, hija única y presionada por sus padres al tener el gran poder del Fénix. La única razón del porque ella estudia aquí es para aprender más sobre sus poderes. Desde que llegó aquí la han humillado por ser tan cobarde y llorona. Pero ahora ya no es la misma, puesto que Emilia extrañamente a ocupado el cuerpo de esta joven y no se dejará someter por estos compañeros. Su apariencia es de una hermosa dama con cabello plateados y ojos de color amatista.
Todos sus recuerdos ahora son míos. Tanto como cuando era una niña de 4 hasta como usar un poco el poder del Fénix... Miraba a esta gente reírse sin parar, primero el olor me había llegado y luego veo mi vestimenta y ya sabía cuál era el chiste.
— ¿Quién fue que se atrevió a llenarme el vestido de excrementos?
— primero échate un baño ¿Quieres?— dijo la rubia entre pequeñas risas— vamos... Es hora de que salgas retorciéndote como la maldita lombriz...— me miraba ella.
Luego la rubia se tapa la nariz y dice con envidia.
— que asco ver a la que se supone ser la portadora del gran ave Fénix llena de porquería... Desperdiciando el gr-...— la mujer se calló al ver el fuego abrasador recorre la espalda de Ofelia.
Ofelia habla afincando más su voz.
— no importa quien haya sido, ya que todas serán devoradas por las llamas de Fénix...
Al ver que este fuego crecía más, todas ella ponen una cara de miedo puro eh intentan salir corriendo, pero ésta lo acorrala con el mismo fuego. Ofelia sale de la habitación y todo su vestido estaba sucio de una manera muy repugnante. Al ver que Ofelia no seguirá como lo planearon, una del grupo delata al quién tuvo la brillante idea de hacerle eso.
— ¡Fue Susan!... ¡Ya te dije quién fue, ahora déjanos ir!
— ¡Maldita traidora!...— dijo la rubia llamada Susan— ¡Ella jamás le haría daño a una persona, solo se hace la valiente y no es-...— la joven chasquea los dedos y la cabeza de Susan comienza a incendiarse, ella comienza a gritar desesperadamente pues sus cabellos dorados muy pronto serán carbón con pelones...— ¡APAGA EL FUEGO!
— ¿Disculpa?... ¿Y tus modales?
Mirá con resentimientos hacia Ofelia, ella sólo le esperaba la respuesta... Susan rechinaba los dientes para no soltar más las palabras pero al sentir más el fuego en su cabeza lo grita.
— ¡POR FAVOR, NO ME QUIERO QUEDAR CALVA!... ¡NO TE MOLESTARÉ MÁS!... ¡LO JURO!
— ¿Y ustedes?— preguntó Ofelia a la demás.
— ¡Por supuesto!... ¡Fue nuestro error de haber seguido a Susan en su juego de maltratarte!... ¡Te lo suplicamos, no nos dejes calva como Susan!— Ofelia vuelve a chasquear los dedos y el fuego deja de consumirse.
Un gran daño había causado en la instalación, a ella no le importaba un lugar donde siempre pedía ayuda contra el bullying que la acosaba y con la única respuesta de ser ignorada, además de que su familia tiene dinero y puede pagar los daños, excepto Susan, que desde ahora se quedó pelona y sin arreglo. Queda sollozando al tocarse la cabeza con los pocos cabellos que le quedaba...
— ustedes, si no quieren lo mismo que a ella prepararme un baño y consígame una ropa más limpia...
— ¡En seguida lo haremos!— el grupito sale con los pasos apresurados en el pasillo. Ofelia miraba como se iba y a punto de hacer lo mismo...
— ¡¿Quién eres?!— preguntó Susan con suma impotencia.
Ella responde con ironía— Ofelia le'Bach, hija de los duques le'Bach, y portadora del gran poder del Fénix... Espero que hayas aprendido la lección, si se te olvida recuerda verte en un espejo...
Con esas palabras, la joven se marchó, aún no podía creer que ese era una cuarta parte del poder del ave inmortal, ya que no podía usar de más puesto a que están anulados al estar aquí en este instituto de magia y hechicería.
Reposaba en la tina con el agua a buena temperatura.
Tocan la puerta y era una de la seguidoras de Susan.
— ya está el vestido en su cama.
— perfecto... Ya puedes irte.
— s-si.
El poder del Fénix tiene también el poder de curar lo incurable. Quisiera comenzar por ahí, la antigua Ofelia solo se acobardada de hasta una simple persona, jamás ayudo a quien lo necesitara... Me sigue sorprendiendo como ayudó a ese dragón que es la más peligrosa de las criaturas. Pero eso no da relevancia ahora que ocupo su cuerpo. Vaya... Aún no puedo creer lo que está ocurriendo y como estoy aquí y si todo lo maneje bien fue gracias a los recuerdos de Ofelia, recordar cada burla y maltrato por esas mujeres me llenó de mucha molestia, pero eso se acabó.
El día comienza con un nuevo amanecer para la portada del Fénix. Ofelia no durmió toda la noche tratando de comprender toda la vida de esta chica, en otras palabras, hizo un repaso en sus nuevas memorias para saber más de ella y del Fénix. Sentada en la cama estaba.
Ya veo, Ofelia había nacido con el gran poder del ave. Sus padres al darse cuenta de que tenía un gran poder en sus manos decidieron darle una educación muy estricta y sin pocos amigos, nada más los maestros y libros era su única compañía, acostumbrandose a estar aislada de las personas, por eso es tan cobarde al no conocer a nadie, pero al darse cuenta que su poder estába creciendo sus padres temían a que no supiera como controlarlo y encontraron la solución al problema con meterla en el instituto de magia y hechicería hasta que pudiera controlar ese desorden. Además, ya está comprometida con alguien en este reino, una cosa que sus padres no le han dicho quién es para no ponerla nerviosa. Y muchos recuerdos traumáticos hay en esta cabeza... Pero es obvió con quién la comprometieron, si Ofelia conseguía controlar su Fénix, sus padres la sacarían del instituto y de inmediato sería ofrecida a mano con el príncipe de éste reino, Adrián Agres... Por supuesto que esto no sale en la historia puesto a que enfoca más la atención en lo llorona y humillada que era la protagonista que se olvidaron de lo demás.
Miraba la habitación y noté que es cuarto único, mayormente cuando hay institutos que son como un hogar, tiene habitación compartida con dos chicas más, supongo por ser hija de unos duques tengo estos privilegio.
Escuché la campana indicando que ya era hora de levantarse para en media hora bajar a las clases... No iré a esa clases, si ya vi eso de niña para que volverlo a repetir, es obvio que si Ofelia está aquí es para controlar el Fénix en su interior no para volver a la pesadilla de cualquier adolescentes, además, aquí lo menos que hacen es ayudarla y solo la retiene en este instituto para sacarle dinero a los duques le'Bach.
Al salir de la habitación, observé por la ventana del pasillo como los estudiantes salían y cruzaban el patio.
Luego mi vista se fija en una persona peculiar, venía acompañada con dos figuras de gran autoridad puesto a que eran los subdirectores de este lugar. Al estar frentes de mí Susan me acusa por haberla dejado calva, ella llevaba un gorro para eso. Ellos me pregunta de que si fue verdad lo que le hice a Susan, yo le respondí.
— por supuesto, la muy descarada se lo merecía. ¿Algún problema?
Se sorprenden por como respondí.
— por supuesto que hay problemas... Esta sumamente prohibido usar la magia en este lugar, dañate las instalaciones y también la usaste par-...
— para defenderme de ella. ¿O no puedo?... ¿Tengo que dejarme pisotear para cumplir la reglas de este lugar?... Mi primordial deber aquí era como aprender a usar a Fénix y ustedes son la menos ayuda para ésto... Con permiso, me voy a la biblioteca para encontrar yo misma la ayuda...— uno de los subdirectores detiene del brazo a Ofelia.
— lo que le hiciste a tu compañera merece un castigo, no podemos dejar que te vayas así como nada...— Ofelia miraba de reojo y el hombre no dejaba de agarrarla, eh ahí cuando utiliza un poco el poder del Fénix para calentar el brazo tomado y éste se le queme la palma de la mano dando el resultado a que la soltara con dolor al ardor...
— con todo lo que ella me ha hecho junto a su grupito, merecen la expulsión sin excepción. Cuánta veces le eh pedido su ayuda contra el bullying que ellas me hacían y ustedes se hacía la vista gorda, no tienen derecho a darme un castigo cuando no lo merezco y si están molestos por los daños, una carta a mis padres bastará paga cubrir los gastos...
Los tres andaban más que sorprendidos al ver que la tímida Ofelia se había defendido además que había utilizado el poder del Fénix con algo más de control. Con la boca cerrada ella lo dejo al decirle la verdad, ya que ahora sí recuerdan cuando ella insistía en solucionar sus problema con el bullying. Además la necesitan aquí para que sus padres envié el cheque cada quincena, por eso ya no insisten en castigarla...
Ofelia llega a la biblioteca del lugar, pues aunque sabía cómo utilizar algo el poder del ave, quería estar más informada para salir a este nuevo mundo.
— vaya... Si que es grande está biblioteca. Bien. Tengo todo el día.
Las horas transcurre entre los libros que Ofelia leía, y en otra parte, ya era más del mediodía, siendo la hora del almuerzo. Susan al ver que los subdirectores no hicieron nada por ella, decide buscar otro apoyo y no es nada más que el chico que en la historia original le rompe el corazón a Ofelia ya que era un pasatiempo.
— ¡Vincent!...— gritó Susan detrás de la espalda del chico. El se voltea y se queda algo sorprendido al ver las lágrimas de la chica más soberbia y ruda, luego ver el sombrero que lleva.
— Susan... ¿Que te ocurrió?— ella le cuenta sobre la nueva actitud de Ofelia, al quitarse el sombrero le declaró que la dejó pelona, en cuestiones de segundos él se ríe a carcajadas al ver la apariencia tan graciosa... Se limpia las lágrimas de tanto reírse causando más la pena de Susan— dios, Susan... No puedo creer que la cobarde de Ofelia te haya hecho eso...
— ¡Así fue como pasó!... ¡Y ya deja de reírte!
— no es mi culpa de que te veas tan graciosa. Mejor cómprate una peluca dudo mucho que te vuelva a salir cabello.
— ¡Vincent, ya basta!
— está bien... ¿Quiere que ya la vaya enemorando?
— has que pierda la cordura por tí, luego romperle el corazón como siempre se lo hace a las mujeres...
— tarea fácil de cumplir, hermanita. Aunque te haya hecho eso, sigue siendo la ingenua y estúpida portadora del Fénix...
— Vincent... No lo sé, desde ayer está más cambiada, no es la misma, no te confíes...
— pff, por favor... Verás que en menos de una semana estará en la cama conmigo... Nos vemos, trata de buscar una magia para arreglar esa calvicie tuya... Ya que no me gustaría que me compare que tengo una hermana fea.
Susan vuelve a sentir vergüenza y le duele al sentir que su hermano mayor se burla de esa forma de ella, pero su maldad es tan grande que lo único que le interesa es que Ofelia tenga su mal de amor con su hermano... Ambos son hijos de los marqueses Dubois Chen. Enviado a estar en este instituto para fortalecer más su magia pero lo único que hacen es arruinarle las vidas a las personas con sus maldades, Susan con humillar al más débil y Vincent con jugar con los corazones de las mujeres inocente...
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