^^^Nina Klein.^^^

Es gracioso ver como entierran las pertenencias de nuestros padres en un solo ataúd para evitar gastos innecesarios. Hubiera preferido llorar por sus cuerpos ya sin vida, pero los lobos solamente dejaron el dedo índice de mi madre y una oreja que posiblemente sea de mi padre.

—Odio el invierno.—Dije mientras observaba como mi hermano mayor tiraba la tierra con la única pala disponible que nos habían entregado para el entierro de nuestros padres.

Vivimos en un pequeño pueblo en medio de la nada y los pueblerinos de aquí ya están demasiados acostumbrados a la pérdida de los seres queridos por causa de los lobos.

El bosque que nos rodea tiene una gran variedad de historias que causan el miedo de los niños y dichas historias son lo único que mantienen a los pequeños alejados del peligro, pero en invierno es diferente, cuando cae la nieve es cuando los lobos llegan al pueblo en búsqueda de alimento y dicho alimento resultó ser mis padres.

—Yo también lo odio.—Respondió Jack, mientras dejaba la pala de lado para limpiar las lágrimas que se deslizaban por sus mejillas.

Ver a Jack llorar sería un motivo de burla, casi nunca demuestra sus sentimientos en mi presencia y aunque me gustaría poder burlarme de él, no puedo hacerlo porque sus lágrimas son por la reciente muerte de nuestros padres.

—Finalmente, hay algo que tenemos en común.—Intenté forzar una pequeña sonrisa, pero las lágrimas no ayudaron con mi intentó de olvidar al menos por un pequeño momento que estamos solos enterrando a papá y mamá.

—Todos odian el invierno, Nina.—Limpio otra vez sus lágrimas y sostuvo la pala para continuar con el entierro.

Jack es mi hermano un solo año más mayor que yo, tiene 18 años y su cabello al igual como sus ojos son de un marrón oscuro. Es alto y fornido, también es un idiota malhumorado que tiende a ignorarme.

Por mi persona no puedo decir mucho, soy una chica del promedio, ni tan baja ni tan alta, ni linda ni fea, mi cabello y ojos son del mismo color que Jack y estoy descubriendo cuál es exactamente mi personalidad. Hay días que intento ser linda y amable, como también hay días en los que soy una idiota que solo piensa en su bienestar.

—¿Qué haremos ahora?.—Pregunté en un hilo de voz, demasiado baja y rota.—No tenemos a nadie más, solo teníamos a nuestros padres.

—Nos tenemos a nosotros.—Jack siguió tirando tierra sobre la tumba.—Me tienes a mí, Nina.—Su voz también desbordaba tristeza, pero estaba mucho más firme y segura que la mía.

—Mientes.—Mis lágrimas seguían saliendo y ahora no me molesté en intentar limpiarlas.—Me odias y me dejarás atrás porque no tienes la obligación de quedarte.

Jack nunca ha demostrado el mínimo cariño o afecto hacia mí.

Él me odia, pero no me importa porque yo también lo odio. Odio que nunca escuche mis palabras y ofenda todo lo que hago o diga.

—¿Eso piensas de mí?.—Su agarre hacia la pala aumentó, dejándome ver sus nudillos blancos.—¿Piensas que abandonaré a la única familia que me queda?

—Si, eso pienso.—Afirmé.

—Te equivocas, Nina.—Dijo apenas en un susurro de dolor.—Tú serás la que me abandoné.—Fijó su mirada en mí y nunca pensé que tendría la oportunidad de verlo tan destruido, tan frágil, tan humano, el hermano que siempre evitó mi mirada, ahora finalmente me estaba viendo.—Me haré cargo de ti, es mi deber como tu hermano mayor.

Más lágrimas salieron de mis ojos y caí al suelo porque mis piernas no fueron lo suficientemente fuertes como para sostenerme.

—Mamá hg..—Lloré.—Papá...—Lleve mis ambas manos y oculté mi rostro mientras daba pequeños sollozos.—No es justo, ¿por qué ellos?, eran nuestra única familia.—El dolor en mi pecho era agonizante.—No quiero arruinar tu vida, Jack

Mi hermano es demasiado joven para tomar la responsabilidad de cuidarme, pero aún si tengo 17 años no me veo capaz de salir adelante sola.

...¿Cómo podría intentar vivir por mi cuenta?...

...Todo es tan aterrador....

—Hey, deja de pensar estupideces.—Ordenó.

—Pero..

—Pero nada, seas una carga o no, voy a cuidar de ti por nuestros padres.—Dijo con determinación.—Ahora deja de distraerme o no voy terminar nunca con este entierro.

Los gritos de mamá y los de papá se quedaron grabados en mi mente, ambos pidieron ayuda con desesperación, pero nadie salió para salvarlos. Ni siquiera nosotros que estábamos a pocos metros de ellos, Jack y yo estábamos seguros dentro de casa mientras nuestros padres no lograron llegar a la puerta cuando los lobos empezaron a comerlos vivos.

No puedo perdonarme por no ser valiente y salir para ayudarlos.

No puedo perdonar a Jack por haber cerrado la puerta cuando mis padres cayeron al suelo y fueron arrastrados por esas bestias.

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Las horas pasaron y como siempre el tiempo parecía avanzar sin molestarse en esperar a nadie.

El dolor no desapareció, ahora era más evidente que en un inicio, ahora dolía más cuando empecé finalmente a extrañar nuestra cena familiar, con nuestros padres, con los chistes de papá y con las risas de mamá.

—Empieza a comer, Nina.—Recomendó Jack del otro extremo de la mesa mientras observaba su plato de comida, dicha comida que mamá había preparado ayer y que ahora tuvimos que recalentar porque no tuvimos tiempo en preparar nada más para la cena.

–Este será el último platillo que coma hecho por mamá.—Mencioné.

—Ahora tienes más motivos para comerlo.

...Fruncí el ceño hacia él....

Había llorado en el entierro, pero ahora su cara inexpresiva había vuelto y odio sentir que soy la única sufriendo por nuestra pérdida.

—¿Por qué no estás llorando?.—Pregunté con molestia y mis ojos ardían por seguir llorando desde esta mañana.

—Porque tú lo estás haciendo.—Respondió.—Eres débil y necesitas de alguien fuerte para apoyarte o pensarás que tu vida llego a su fin.

—¿Significa que tú serás mi soporte?.—Sonreí con burla.—Imposible, nunca te importaron mis sentimientos, entonces ¿por qué ahora?

—Porque nuestros padres murieron y no quiero perder a la única familia que me queda.—Dijo y se levantó de su silla para rodear la mesa y arrodillarse a mi lado.—No quiero perderte también, Nina.—Sostuvo mis manos y las abrazo con las suyas.—Puedes llorar, puedes mandarme al diablo por todas las cosas hirientes que te hice, pero no puedes dejarme, no permitiré que lo hagas, así que vive con este dolor y empieza a comer de una jodida vez.

...¿Eso fue una petición o una orden?...

—Voy a comer.—Respondí sin ánimos.

...🐺...

Nota Importante: Como tema principal tiene un amor extremadamente tabú, luego no se quejen porque están advertidos.

Esta historia es después del primer libro de "No Entres En El Bosque" pero se puede leer sin necesidad de leer el anterior, aunque se recomienda leer el primer libro para no recibir Spoiler de la primera pareja.

Dicho esto, espero que disfrutes de la lectura.

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^^^Nina Klein.^^^

Sus gritos ahogan mis pensamientos, la desesperación de sus voces pidiendo ayuda es lo único que puedo escuchar.

...Los gritos de mamá....

...Los gritos de papá....

—¡¡No!!, ¡¡por favor, basta!!.—Tapé mis oídos, pero todavía podía escucharlos, sus gritos son todo lo que escucho, solo sus gritos se grabaron en mi cabeza y no puedo sacarlos.—¡¡Ya basta!!, ¡¡por favor, por favor!!

—¿Nina?

—¡¡Por favor!!.—Mis lágrimas se deslizaron por mis mejillas.—¡¡Mamá, Papá!!

—Fue una pesadilla.—Afirmó mi hermano cuando sostuvo mi rostro con sus manos e hizo que mantuviera contacto visual con él.

...¿Cuándo entró a mi habitación?...

—Fue una pesadilla.—Repetí para mí.—Una horrible pesadilla.

Jack limpió mis lágrimas con sus manos y su expresión era suave, no era la típica cara inexpresiva que siempre me daba. Ahora estaba actuando más amable de lo que nunca fue conmigo.

—Me diste un susto de muerte, Nina.—Suspiró.

—Lo siento, no era mi intención despertarte.—Mi cuerpo estaba tembloroso y mordí mi labio inferior por instinto para confirmar con el dolor el despertar de aquella pesadilla, y si, estaba despierta porque la mordida si me dolió.

—Eso no importa ahora.—Sus manos abandonaron mi rostro y me empujó suavemente de regreso a la cama.—Intenta conciliar el sueño.

—No quiero tener otra pesadilla.—Supliqué como si mi hermano pudiera evitar que los recuerdos recientes sean borrados.—No puedo olvidar sus gritos, Jack.

—No puedes olvidar algo que ocurrió esta mañana, sería imposible para cualquiera.—Respondió.—Solo el tiempo te ayudará, ahora vuelve a dormir.

—No quiero estar sola.—Aferré mi mano en la suya.

Jack permaneció parado a un lado de mi cama mientras observaba mi rostro lleno de lágrimas.

—Tienes 17 años, ya no eres una niña.

—Lo sé, pero realmente no quiero estar sola ahora.

—¿Y qué?, ¿acaso quieres dormir conmigo?.—Su voz tranquila y suave fue remplazada por una tosca y molesta.

—¿No puedes hacerlo solo por esta noche?.—Pregunté con esperanza.

Jack sería la última persona en este pueblo en ayudarme, por otro lado, prefiero buscar ayuda en alguien más antes que recurrir a mi hermano, pero ahora es distinto porque ambos estamos compartiendo un mismo dolor y solo él puede entender como me siento.

—Por favor, hermano.—Pedí.—Tengo miedo.

Jack se rascó la cabeza y desordenó su cabello castaño con el movimiento, luego dio un breve suspiro y levantó las mantas para acostarse a un lado mío.

—Te mataré si le cuentas a alguien.—Sé dio la vuelta dándome la espalda.

—¿Puedo abrazarte?.—Susurré.

—Hazlo y tu pesadilla ahora será muriendo asfixiada por mis manos.—Amenazó.

Supongo que este es su límite, no puedo pedirle demasiado a un hermano que me estuvo ignorado hasta esta mañana cuando nuestros padres murieron.

—Buenas noches, Jack.—Limpié otra lágrima que se había escapado de mi ojo.

—Dulces sueños, Nina.—Respondió sin signos de emoción.

...¿Acaso es un robot?...

Su sistema se habrá descompuesto con la muerte de papá y mamá, pero ahora volvió a estabilizarse.

—Me preguntó donde estará el botón de reinicio.—Murmure.—Tal vez con una nueva configuración pueda cambiar tu horrible actitud.

—Guarda silencio, intento dormir.

—Todavía estamos en invierno y nadie puede salir de sus casas, ¿qué haremos cuando se acaben nuestros suministros?

En invierno, cuando la nieve cubre todo a nuestro alrededor es cuando inicia el encierro para evitar ser alimento de lobos, debemos quedarnos en casa y sobrevivir la estación con el alimento que hemos guardado con anticipación, pero en algunas ocasiones el invierno se niega a marcharse y los suministros se acaban provocando nuestra salida y de ese modo corrimos el riesgo de encontrarnos con los lobos antes que lograr conseguir algo que comer.

—Ahora que nuestros padres están muertos, el alimento nos dudará incluso para la próxima estación.—Respondió Jack.

—Idiota insensible.—Me queje porque lo dijo como si estuviera aliviado de no tener que preocuparse por nuestro alimento.

—Seré un insensible, pero aquí tú eres la idiota.—Sé dio una media vuelta y ahora su rostro estaba enfrente del mío.—Ahora duerme.

—No necesito que lo repitas, ahora me iba a dormir.—Está vez fui yo quién le dio la espalda.

No sé en qué estaba pensando cuando le pedí que se quedara.

—Será un largo invierno.—Murmure lo suficientemente bajo como para no molestar el jodido oído sensible de mi molesto hermano mayor.

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Los rayos del sol atravesaron la delgada tela de la cortina de mi ventana, llegando su luz en mis ojos y provocando mi despertar.

Di un pequeño bostezo y cuando deseé estirar mis brazos como lo hacía por costumbre, unos brazos que estaban rodeando mi cintura me lo impidieron.

Abrí mis ojos como platos por la sorpresa, pero cuando gire un poco mi cabeza me encontré con el rostro dormido de Jack.

...Dios, lo había olvidado....

Casi me dio un infarto cuando lo sentí alrededor mío y estoy segura de que a él también le daría un infarto si descubre que me abrazó mientras dormía.

Mi hermano es demasiado orgulloso y poco afectivo como para abrazar a su hermana, eso es algo que odio de él.

Puedo entender que deseé su propio espacio con los demás, pero yo soy parte de su familia y que nunca haya demostrado algún tipo de afecto hacia nadie, ni siquiera por nuestros padres es algo que me niego a comprender.

—Jack.—Susurré su nombre.

Intenté salirme de su agarre, pero es inútil, mi hermano es más fuerte y grande que yo. Solo puedo optar por despertarlo para tener la libertad de levantarme e ir al baño.

—¡Joder Jack, me estás aplastando!.—Grité y el cuerpo de mi hermano se alejó de mí en un milisegundo.

—Que..—Sé sentó en la cama.—¿Qué haces aquí?

Ahora sin sus brazos rodeando mi cintura, pude salir de la cama con mucha facilidad.

—Te quedaste a dormir conmigo.—Le recordé.—Y no sabía que te gustaba abrazar a los demás durante la noche, eso es lindo viniendo de ti.

—¿Dices que te abracé?.—Hizo una mueca.—Debiste haberlo soñado, hermanita.

—Oh créeme, lo último que quiero es tenerte en mis sueños.—Rodee los ojos y me fui de la habitación para entrar en el baño.

No se lo diré, pero estar entre sus brazos hizo que me sintiera segura y un extraño sentimiento de calidez perturbó mi estómago.

No quiero pensarlo demasiado, pero creo que Jack es el mejor soporte que tengo para superar la trágica muerte de nuestros padres y me gustaría creer que yo también puedo ser de ayuda para él.

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^^^Nina Klein.^^^

Mis padres se vieron en la obligación de salir ayer por la mañana porque mi madre había olvidado comprar las medicinas que necesitaba para aliviar su constante dolor de cabeza.

Mi padre la acompaño hacia la única tienda que nos permite las pocas comodidades que podríamos encontrar en este pequeño pueblo, pero..

...Ambos murieron de regreso a casa....

Los lobos los atacaron a pocos metros de nuestra casa y los arrastraron dejándolos aún más cerca de nuestro hogar.

Sus gritos fueron escuchados a kilómetros de distancia y nosotros que somos sus hijos, no fuimos lo suficientemente valientes como para intentar salvarlos.

Nuestros padres fueron las primeras víctimas en este invierno y obviamente todos desean que sean las únicas muertes en esta estación del año.

...¡¡Ayuda!!...

...¡¡Por favor, Ayúdenme!!...

Sus gritos siguen en mi cabeza cuando cierro los ojos, es normal y será difícil superarlo tan pronto dice Jack, pero esto es la peor de las torturas.

No pude hacer nada por ellos y creo que fui la causante principal de sus muertes. Yo soy la responsable de la tragedia que ocurrió con ellos.

Antes de que iniciará el invierno, no escuché las recomendaciones del Doctor de nuestro pueblo y enfrente al alcalde exigiendo una cerca para separar el pueblo del bosque.

Nuestro alcalde no aceptó mi solicitud y fue cuando le empecé a gritar todo lo que ha estado haciendo con nosotros.

...Nuestro alcalde es un hombre lobo....

Suena loco, pero cuando era una niña lo vi cambiar su forma humana por una bestia peluda.

Las únicas personas que saben esto son nuestros vecinos.

El señor Vicente (el alcohólico del pueblo), su hijo mayor Asher (nuestro actual y único doctor) y yo, por supuesto. Al señor Vicente lo tacharon de loco cuando confesó lo que vio el día que fue a buscar a su hija dentro del bosque, jura haber matado a una mujer lobo y que dicha mujer provocó la muerte de Charlotte (su hija).

Nadie le creyó, nadie excepto su hijo que mantuvo silencio porque no quería perder su trabajo en el hospital y para no ser tratado como un demente al igual que yo.

Todos dicen que el señor Vicente y yo estamos locos por insistir con esa loca historia de los hombres lobos, pero..

¿Por qué la verdad sería tratada como una lunática y la mentira sería nuestra verdad?

Solo hay una verdad aquí, pero nadie que verla, prefieren continuar con sus vidas justo como ahora y creer que esto es lo que la vida deseaba de nosotros.

Mi verdad es diferente a la de ellos, aunque es terrorífico y solitario, la prefiero a ella antes una dulce mentira.

...¡No puedes vivir en un engaño!...

No puedes creer que no hay nada que no puedas cambiar, hay muchas cosas que puedes hacer por los demás y por ti mismo y aunque para el pueblo soy la loca chica de la familia Klein, entonces esta loca chica a quien ignoran será la primera en ir contra del destino que ellos planearon para nosotros.

...No somos alimento de lobos....

...No estoy loca, ellos lo están....

Si mis padres murieron por algún tipo de castigo por insistir en demostrar la verdad, entonces sus muertes no serán en vano.

...Es mi culpa y es culpa de ellos....

Ahora más que nunca quiero evitar vivir bajo las reglas del Alcalde, cuyo hombre oculta su verdadera naturaleza para utilizarnos como reservas cuando hay escasez de alimentos.

—Llevas un largo rato en el baño.—Mi hermano golpeó la puerta del cuarto de baño.—Sal de una vez, yo también quiero entrar.

—Dame 5 minutos más.—Dije en voz alta y salí de la ducha para secar mi cuerpo con una gran toalla blanca.

Ahora que lo pienso, creo que mi hermano me odia desde entonces, cuando dije mi supuesta primera mentira sobre la verdad que hay en el bosque y en el pueblo en donde vivimos.

Jack siempre pensó que todo lo que dije era una mentira para llamar la atención y hasta el día de hoy odia escucharme hablar sobre el tema.

Las únicas personas que me escuchan son el señor Vicente y el Doctor Asher (nuestros vecinos), Charlotte también había escuchado mis palabras con atención, pero ella murió hace un tiempo atrás y no tuve la oportunidad de conocerla bien.

...Morir a los 16 años es una tragedia....

La familia Allen nunca volvió a ser la misma después de su muerte y luego del suicidio de la señora Clara (madre del Charlotte y Asher), todo fue peor para ellos y ahora padre e hijo continuaron con sus vidas sin volver a encontrar un motivo de alegría.

Siempre he sentido que su familia se adapta mejor a mí en comparación a mi propia familia.

Quiero al señor Vicente como un segundo padre e intento ayudarlo a manejar su adicción al alcohol.

También quiero al Doctor Asher, él intenta cuidar de mí, pero soy difícil de manejar y siempre termino haciendo todo lo contrario a sus recomendaciones.

...Dice que poseo un alma rebelde....

Me agrada porque no me trata como una deficiente mental y escucha mis quejas sobre todo este asunto de las personas bestias.

—Si tuviéramos internet podría averiguar cosas útiles para defenderme de los hombres lobo.—Dejé la toalla a un lado cuando mi cuerpo ya se encontraba seco y comencé a vestirme con mi típica ropa de invierno.

3 suéteres y una camiseta debajo de ellos, un pantalón polar y unas botas llegando casi a la altura de mis rodillas.

Recogí mi cabello con una desordenada coleta y salí del baño cuando lave mis dientes.

—¿5 minutos?.—Preguntó mi hermano con su ceño fruncido cuando abrí la puerta del baño.

De acuerdo, no fueron 5 minutos como lo había dicho, pero solo le habré hecho esperar unos 15 minutos como máximo, no es la gran cosa.

—El baño es todo tuyo.—Dije y lo aparté del camino para caminar hacia mi habitación.—Oh, por cierto.—Me detuve a medio camino y me di una media vuelta para verlo de frente, Jack estaba a solo un segundo de entrar en el baño, pero se detuvo cuando lo llamé.—Quiero ir al hospital.

—¿Estás enferma?

—No, pero..

—Entonces te quedarás en casa.—Me interrumpió y cerró la puerta del baño cuando entró en este.

Jack es el idiota más grande que podría conocer por el resto de mi existencia.

...Idiota....

...Idiota....

...¡Jodido idiota!...

—Lo peor de todo, es que juras que voy a obedecer tus jodidas ordenes.—Murmure para mi.

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