NovelToon NovelToon

LA VICTORIA AMA LA PREPARACION (Amat Victoria Curam)

EN EL PRINCIPIO ERA EL VERBO Y EL VERBO ERA DIOS

Era de noche y llovía, mientras caminaba por la carretera mojada, veía que los charcos iluminados por las luces de los autos que preñados de anónimos corrían a su lado, recreaban miles de imágenes que evocaban recuerdos que parecían querer salir para ser nuevamente vividos y de alguna manera corregidos.

La serie de eventos que la llevaron a ese momento en el que caminaba con el peso  del cansancio y con ganas de apagar su vida, se iniciaron veinticinco años atrás cuando decidió salir a vivir su vida bajo sus propias reglas.

Tenía 46 años y había vivido más que un septuagenario, en su morena cara se dibujaba la angustia, sus ojos ya no brillaban, era de baja estatura por lo que siempre usaba zapatos de tacón muy alto para disimular lo que ella consideraba uno de sus defectos, su cuerpo era fuerte, nunca fue ni sería delgada, batallaba con su peso lo que también consideraba otra debilidad, su cara era tan común y corriente como la de cualquier transeúnte que habitaba esta ciudad, sin embargo ella  siempre estaba perfectamente ataviada, su cara a pesar de lo común era muy agradable ya que la forma en la que se arqueaban sus cejas al hablar dibujaba una sonrisa tierna siempre, ese rasgo atrapaba a la gente, pero su verdadera virtud era el verbo y cuando ese verbo salía de una cara confiable y agradable, el paquete estaba completo, ella usaría ese encanto para entrar en un mundo que le era ajeno, confundirse en el y finalmente dominarlo.

Había huido, caminado por horas, sin saber por qué las cosas llegaron a ese estado, cómo fue posible perder todo en un minuto, siempre lograba salirse con la suya, pero esta vez, ésta única vez, todo salió mal, terriblemente mal.

A sus veintiún años había terminado la universidad y estaba segura de que su futuro sería brillante, sentía que poseía un cheque en blanco y vaya que quería cobrarlo inmediatamente, pero las cosas no sucedieron como esperaba, por más que se esforzaba no conseguía un puesto de trabajo o era "muy calificada" para algunos puestos o "poco calificada" para otros, así que a falta de lograr institucionalizarse y luego de hartarse de rogar por

lo que creía merecer, decidió ir por cuenta propia, aprender de sus errores y usar como brújula su intuición y sentido común.

Sin oficina, solo con su maletín y pretendiendo tener lo que no tenia, se presentaba a todos, No, no entregaba tarjetas de presentación porque alguna vez alguien uso una de sus tarjetas para decirse recomendado de ella; No, no recibía a nadie en su despacho porque no tenía tiempo para perder en una oficina; No, no llevaba a sus clientes en su auto porque conducir se le hacía insoportable ya que poseía tal grado de concentración que podría causar una tragedia automovilística y así para todas sus carencias poseía la excusa perfecta, ella siempre tan bien ataviada tan delicada en su andar y hablar y con ese título profesional no despertaba sospechas todos la veían como una triunfadora excéntrica y ella se ancló a esa descripción, aun luego cuando ya poseía todas esas cosas, seguía llegando en taxi a todas las citas, se negaba a dar tarjetas de presentación ya que sus resultados la presentaban suficientemente y recibía a sus clientes en restaurantes.

Consideraba que era mágico como todo siempre salía le bien, como en cada oportunidad siempre todo se acomodaba para que ella saliera triunfante, aun en casos en los que no había tenido especial atención siempre sucedía algo que la hacía ganar, comenzó a experimentar una suerte de misticismo, ya no creía poder perder, el universo quería siempre que ella ocupara el lugar del ganador.

Cliente tras cliente, creaba lazos, se enamoraba de cada situación y lograba su cometido, era capaz de prever todas las soluciones y escenarios posibles, era pues, una persona confiable quienes la habían contratado ya la consideraban dueña de cualquier verdad y la consultaban para casi todo lo que podía ser consultado, eso la exasperaba ya que no era afecta a la gente, es decir no empatizaba, sino con los retos que le presentaban, sin embargo una vez que terminaba el trabajo y se terminaba el contacto con el cliente a quien la había entregado tanto tiempo, sentía una suerte de despecho, se sentía vacía y eso solo era llenado cuando aparecía alguien mas con otro reto que sortear.

Justo cuando el triunfo ya era rutina, cuando la victoria era la regla y se encontraba huérfana de retos, sucedió algo que cambiaría su vida para siempre.

Se preparaba para asistir a un Congreso de Derecho de Genero en Caracas en la sede del más alto Tribunal del País, sabía que su asistencia era esperada ya que su fama la precedía, había culminado más causas de este tipo que cualquier otro Abogado en el País, sus dramáticos escritos eran referencia en las Universidades y jurisprudencia en su país, ya que poseía dominio total del lenguaje y la palabra era su herramienta más poderosa, aunque tristemente su fama la había ganado "defendiendo" a mujeres "abusadas" de alta cuna que aprovechaban la desigualitaria ley para lograr acuerdos muy ventajosos y de paso salir de matrimonios que en principio fueron convenientes para ambas partes, ya que ellos obtenían una bella y joven esposa pero ellas obtenían mucho a cambio también, con estos arreglos orquestados por la competente abogado ellas obtenían el paquete completo libertad y mucho dinero para ejercerla.

Los ponentes eran especialistas en la materia, pero ella también lo era, así que la jornada fue aburrida, se escurrió hacia la salida del aula y busco el área de refrigerios, necesitaba un café fuerte para espabilarse y soportar la segunda tediosa parte del evento.

Tomaba su café cuando notó que alguien la veía insistentemente, era un hombre de aproximadamente 50 años, vital y atractivo y pensó que era un cazador de alguienes tal vez, ya había tenido fugaces encuentros con hombres de ese tipo, van a esos eventos a ligar a mujeres de poder, suelen ser hombres venidos a menos o esos que nunca logran desarrollarse por sí solos y cual prostitutas, esperan atrapar a alguna mujer con dinero que quiera compartir sus comodidades a cambio de su sincero cariño.

EL PRINCIPIO DEL FIN

Y ahí venía él, con un vaso de jugo de frutas en su mano y una incipiente sonrisa, ella solo pensaba:

 “Diablos, no me depile las piernas, me pregunto si mi peinado y maquillaje estarán bien". Se le acercó el extraño con una extraña sonrisa y con un  gesto de timidez le dijo:

-Doctora Van Horn, que gusto encontrarla, soy un admirador de su trabajo, me presento mi nombre es Harold Méndez y vine a este evento sólo para tener la oportunidad de hablar con usted.

Ella escuchó ese apellido que amaba, lo había obtenido con un infeliz matrimonio, realmente se había casado con Harry solo por tener su apellido, tan nórdico, tan extranjero, tan lleno de tradición, su esposo pertenecía a una dinastía de grandes Abogados, que lamentablemente había acabado con su suegro ya que su esposo era totalmente mediocre y solo servía para jugar golf y realizar tertulias donde acudían intelectuales de todas las artes, religión y política, él se limitaba a organizarlas y eso le daba una visibilidad social envidiable, luego solo repetía como un loro lo que escuchaba en esas reuniones, ella lo sabía pero increíblemente la gente lo consideraba un sabio, sólo ella lo conocía.

Ella pensó: Como imaginé un cazador de alguienes.

-Buenos días, caray muy directo usted, me declaro atrapada, cuénteme en qué podría ayudarlo.

-Tengo un interesante caso, disculpe, me presentaré de forma correcta, soy Detective de Homicidios de la Policía Técnica y en uno de mis casos me encontré con una situación que dada su amplia experiencia tal vez podría ayudarnos o por lo menos ponernos en el camino de la resolución del caso.

Lejos de molestarse por haberse equivocado con su interlocutor y dejando de lado las preocupaciones por depiladas y maquillaje sintió un escalofrío correr por su cuerpo, era un reto, una cuestión que solucionar, eso la emocionaba se le hacía agua la boca, quería saber más, sin embargo con voz altanera le dijo:

-No creo tener tiempo para eso querido Detective, revisaré mi agenda y tal vez le haga un hueco para verlo en algún momento, déjeme sus datos de contacto y nos comunicaremos con usted, ahora debo despedirme ya toca mi intervención y luego tengo compromisos por el resto del día, fue un placer conocerlo.

Mentía, estaba dispuesta a salir de ese evento con él, su nivel le permitía cualquier berrinche, y todos la disculparían, en cualquiera de las situaciones ya sea para un encuentro amoroso como para escuchar ese nuevo caso, pero su ego no le permitía parecer tan dispuesta, así que de cualquier manera se haría de rogar.

-Perfecto Doctora tenga mi tarjeta llámeme en cuanto pueda le estaría muy agradecido, pero quisiera que sepa que se trata de un caso de violencia extrema contra una mujer y todo nos hace pensar que el victimario es alguien de mucho poder.

-Nos comunicaremos con usted en cuanto sea posible, fue un gusto.

Se dio la vuelta y caminó sin mirar atrás no quería demostrar interés, pero las piernas casi no le permitían caminar derecha, estaba muy intrigada, quería saber, quería resolver el caso ella sola.

Dejó pasar dos días, en los que buscaba en las noticias una mujer violentada o asesinada, revisó hasta las más mediocres redes sociales, quería saber de qué se trataba y llegar preparada, sabía que con solo una ojeada al caso su intuición le daría las pistas correctas, pero no consiguió nada, llamó a algunos amigos del Ministerio Publico, pero nadie le dio pistas así que decidió llamar al Detective Méndez, pero no lo llamó personalmente le pidió a su secretaria que lo llamara.

-Laura, llama a este Detective y dile que puedo verlo en el Bar Restaurant del Hotel Marriot, a las 4 pm del día de mañana.

-Bien Doctora, lo llamaré, ¿quiere que haga la reservación para dos personas?

-Sí, reserva una mesa por favor.

Estaba ansiosa pero necesitaba estar en su elemento cuando finalmente le plantearan el caso y ese sitio era prácticamente su oficina, allí se sentía cómoda.

Esperó la respuesta de su secretaria impacientemente.

Casi una hora después Laura la llamó.

-Doctora el Detective se disculpó, dijo que la necesitaba en la Comisaria para poder enseñarle el caso, pero que sin problema podía esperarla mañana en la Sede Principal de la Policía Técnica a las 4 de la tarde.

-Ok, dígale que tal vez no pueda ir, tengo otras citas en el mismo sitio antes y después de las 4, dígale que será en otro momento.

Eso realmente la molestó, no le gustaba que la contrariaran en nada, no quería demostrar su interés, debería esperar y morderse las uñas hasta que finalmente pudiera conocer el caso.

Pasó la noche inquieta, no logró conciliar el sueño y decidió dar su brazo a torcer, lo llamaría en la mañana a primera hora.

-Detective, buenos días, logré sacar un tiempito para usted, puedo verlo ahora mismo si está disponible.

-Perfecto Doctora nos vemos en la comisaría a las 9 am?

-Puedo ahora mismo, son las 6 estaré allá a las 6 :30, por favor no me haga esperar solo puedo darle una hora de mi tiempo.

-Bien Doctora estaré esperándola.

Por lo menos ganó esa pequeña batalla, fue como una bandita para su orgullo herido.

Se había duchado y vestido muy temprano, estaba lista para salir en cuanto colgó la llamada.

La sede principal de la Policía Técnica es un Edificio lúgubre, aunque muy concurrido y ruidoso, sin embargo, sobre sus paredes y largos pasillos pesa la angustia vivída por las miles de personas que han pasado por allí, llegó a la recepción y se presentó ante el recepcionista, un Agente uniformado de unos 55 o 60 años de edad que parecía desinteresado.

-Buenos días el Detective Méndez me espera, en la unidad de Homicidios.

-Viene en calidad de testigo o imputada?

Se sintió realmente ofendida por la pregunta, pero lo dejó pasar y aprovechó el momento para demostrarle a ese imbécil personaje con quién estaba hablando.

-Soy la Doctora Van Horn y No, no soy imputada ni testigo, soy Doctora en Derecho Especialista en Violencia de Genero, vengo a colaborar con la unidad de homicidios.

El Agente la miró de reojo y restándole importancia, solo respondió:

-Aquí todos son Policías, Fiscales o Abogados, siga adelante, piso 6 Oficina 606, camine al final del pasillo ahí están los ascensores.

Subió aun molesta con el irreverente Agente, pero al llegar al piso 6 la angustia por el caso le hizo olvidar el mal momento, allí estaba el Detective Méndez, esperándola, sin afeitar y con la ropa arrugada.

-Buenos días Doctora, pase por acá le hablaré del caso que nos ocupa.

La oficina era impersonal, realmente era un sitio desagradable, nada acogedor, las sillas incomodas, al sentarse el Detective dejo caer frente a ella con estrepito una gran carpeta, lo que la sorprendió, pero estaba tan ansiosa por

conocer el caso que lo dejo pasar.

-Fíjese Doctora, este caso nos tiene en un callejón sin salida, no logramos dar con el culpable y esa falta de pruebas sólo me dice una cosa, alguien está borrando su rastro y lo peor es que lo está logrando.

Al abrir el expediente y ver la foto de la occisa, sus ojos casi se salen de sus orbitas, la conocía, la había visto en varias ocasiones, hace un par de meses en el Restaurant del Hotel Marriot donde solía recibir a sus clientes. Sus

sentidos se estremecieron, pero prefirió callar, algo no encajaba.

EL NUDO GORDIANO

Sabía bien qué cosa no encajaba, era su presencia allí, el Detective le había tendido una trampa, como lo pensaba con una simple ojeada sabría de qué se trataba el caso.

Hace unos veinte años, cuando apenas iniciaba su carrera había defendido a su cuñado en un caso de la misma índole, fue investigado por la muerte de una joven que trabajaba para la familia y que fue encontrada muerta en una habitación de hotel, la joven presentaba heridas ritualistas, las cinco llagas de Cristo, la nariz fracturada, el hombro derecho dislocado, costillas golpeadas por látigos, rodillas heridas hasta la rótula, muñecas atravesadas por clavos y finalmente una herida punzo penetrante al corazón, tal como la victima de este caso.

Al ver la foto de la hoy occisa pudo notar de inmediato las inquietantes similitudes y entendió que no había sido llamada como experta, había sido llamada para que entregara a su cuñado. El hábil Detective intentaba sorprenderla en su buena fe y sacarle información, pero ella no cedería. El detective con sarcasmo le preguntó:

-¿Puede notar mi querida Doctora, el carácter indiscutiblemente ritualista del caso?

Se aclaró la garganta y expuso.

-Efectivamente, el carácter es ritualista, tal vez están en busca de un fanático religioso, alguien que debió actuar con auxilio de algún cómplice, obviamente no podría sólo una persona lograr tal caos, fue literalmente crucificada y la víctima no era persona pequeña.

Aprovechó el momento para hacer notar el paralelismo del caso con la víctima del pasado, dejando implícito que no pasaba por su cabeza que el Detective intentara alguna estratagema para sorprenderla, se negaba a aceptar que fue vencida y no hacer esa observación sería más que sospechoso ya que ambos crímenes evidentemente eran obra de la misma persona y el detective como ella al ver la foto supo eso.

-Este caso es similar a un crimen que se investigó hace unos años, la víctima presentaba las mismas heridas, pero no recuerdo todo, será necesario que busque en mis archivos y tal vez pueda ayudarlo a descartar o confirmar algún sospechoso.

El detective Mendez, con condescendencia le indicó:

-No es necesario Doctora, conozco suficientemente ese caso, ya estamos revisando las andanzas de los sujetos de interés que fueron investigados en aquella oportunidad, debe estar tranquila sabemos que usted asistió al Doctor Jack Van Horn, quien si no me equivoco es su cuñado y que los investigadores en aquella oportunidad no lograron conseguir pruebas en su contra, fue uno de los primeros en quien enfocamos nuestro interés dadas las similitudes con un crimen por el que ya había sido investigado.

-Sintió un golpe bajo a su ego...  ¿Cómo pudo cometer la estupidez de decir que no recuerda todo?, obviamente recordaba todo, por ese caso comenzó a estudiar el derecho de género, aquel cadáver la hizo pensar que alguien debía defender a las mujeres ante la violencia masculina, había sido tal vil aquel asesinato que decidió dedicarse a eso y finalmente especializarse en esa materia. Aunque seamos francos sus iniciales intenciones eran altruistas, pero ese ímpetu degeneró y terminó siendo la Abogado de mujeres adineradas en busca de acuerdos de divorcio provechosos.

-Entonces puede decirme ¿para que me trajo aquí?

-Que busca de mí, ¿qué quiere que le diga?

-Obviamente su experiencia con las víctimas, quiero que me diga que ve, ¿le parece violencia de género o es solo violencia independientemente del género de la víctima? Quiero además que me diga si considera que la víctima conocía a su asesino o si fue raptada, es solo la búsqueda de otros ojos expertos Doctora, tal vez usted vea algo que nosotros no podemos ver.

-La víctima se registró sola en el hotel, nadie la acompañaba, nadie escucho nada, no hubo ruidos, sólo música, como se pudo lograr tal daño sin gritos, la víctima no muestra pruebas forenses de haber sido amordazada.

Se sentía agobiada, la habían sacado de su equilibrio, no podía pensar, necesitó disculparse, quería salir de ahí para pensar.

-Siento no ser de más ayuda, ya es tarde y debo despedirme, pero por supuesto pensaré en el caso y tendrá noticia de mí más temprano que tarde.

Sentía un hueco en el estómago, no se creía el cuento de que necesitaban su ayuda, era una trampa y ella lo sabía.

Download MangaToon APP on App Store and Google Play

novel PDF download
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play