...Narra Greta Hamilton:...

Había sido un largo y tedioso viaje de casi dos horas en bus desde el campus de la Universidad de Derecho hasta mi pueblo natal, bajo agotada del ómnibus en la parada más cercana a mi calle y cuando por fin llegó a casa, suelto mis maletas en la entrada y me apoyo dramáticamente en la puerta.

-Mamá.. įEstoy en casa! -gritó animada y no pasan ni unos segundos hasta que veo aparecer a mi loca e infantil madre chillando y corriendo hacia mí con la cara llena de un polvo blanco que parece ser harina y un delantal viejo que al parecer ahora ocupa para cocinar.

-Cariño!-chilla alegre y por poco me asfixia en un muy apretado abrazo. -Ay Greta, te extrañé taaanto...

-Ma.. mamá -me quejó apenas pudiendo hablar.-Me estás...a-ahogando.

-Ay-me suelta de inmediato y luego me mira preocupada pero risueña aún. -Lo siento, lo siento...¿Estás bien? -sonríe acariciando mi cara tal como si tuviera 10 años otra vez y no me hubiera visto en siglos.

Asiento divertida mirando sus ojos celestes idénticos a los míos y hablo antes que me gané la nostalgia y me empiece a emocionar por estar de regreso en casa.

-Al menos ahora puedo respirar -bromeo y ella sonríe de oreja a oreja para luego volver a abrazarme fuerte erntre sus brazos.

-Mi pequeña Greta...te extrañé tanto-finge llorar mientras acaricia mi cabello y de seguro me llena de harina la cara y mi oreja.

-Mamá, nos vimos ayer -digo con mi voz apenas saliendo de mi pecho. -Me ayudaste a empacar mis cosas en el campus y coqueteaste con mi profesor de Derecho Penal.

-Lo sé-me ignora y sigue acariciando mi cabello.-Pero ha pasado tanto desde entonces -lloriquea y ahora soy yo quién ríe fuerte.

-¿Te han dicho lo loca que estás?-pregunto tratando de zafarme de su abrazo y al fin me libera.

-Muy seguido -sonríe y quita los enmarañados mechones de su cabello rubio de su rostro.

Ambas nos miramos divertidas y una vez más agradezco al mundo por haberme dado una mamá tan única y especial como lo es Laura Hamilton.

...¿Ya mencioné que solo tenemos 15 años de diferencia?...

Sí, mamá me tuvo a sus 15 años, y luchó contra viento y marea, contra todo el mundo y todos los prejuicios del embarazo juvenil solo por protegerme y seguir adelante.

Es por eso que nuestra relación es tan única. Hoy tengo 21 y ella 36, Más que mamá e hija, somos mejores amigas. Compañeras de vida podría decirse.

-¿Qué es todo esto? -apunto su cara volviendo al escenario frente a mi. -En serio espero que la respuesta no sea cocaína -alzo mis cejas y ella frunce el ceño ofendida.

-Greta-chilla y yo río mientras esquivo su falso manotazo hacia mi persona. -Estaba preparando algo...amm... la cena, o un intento de ella -sonríe como niña pequeña.

...Okey. Algo muy raro está pasándole a mi madre....

-¿Desde cuándo sabes prender la estufa? -digo curiosa y ella me da un pequeño golpecito en mi hombro.

-Eres cruel.. -finge un puchero-Pero bueno, eso lo sacaste de mí -sonríe orgullosa.

Cierro la puerta al mismo tiempo que muevo mis maletas y me volteo para ver a mi mamá de nuevo. Ella está mordiendo su labio y me mira nerviosa, como si tuviera algo realmente importante que decirme.

-Ya suéltalo, que hiciste ahora -me cruzo de brazos jugando a intercambiar roles, y como es de esperarse, ella esconde su rostro detrás de sus manos. Tal como una niña pequeña otra vez.

-No puedo -se ríe nerviosa y la curiosidad me empieza a ganar.

-Maaa-me quejo riendo y le quito sus manos del rostro. -¿Qué es todo esto? ¿Por qué tan nerviosa, y porque estabas cocinando? No creo que sea porque tu hija salió de vacaciones y estará junto a ti todo el verano -bromeo y ella niega con la cabeza.

-Es eso, y algo más-vuelve a reír cómplice de sus propios pensamientos y da saltitos en su lugar.

-¿Qué rayos estás ocultando? En serio me asustas-río contagiándome con su nerviosismo.

Mi mamá no dice nada más y sale disparada corriendo hacia la cocina, dejándome con una expresión confusa en el rostro y mil preguntas atoradas en mi garganta.

...¿Qué coños está pasando?...

La sigo corriendo tal como lo hizo ella, pero al cruzar el arco de la puerta de la cocina, freno de golpe cuando veo que, sentado en el mesón junto al lavaplatos, hay un tipo rubio comiendo una rebanada de tarta de manzana y mi mamá está de pie a su lado mirándome divertida.

...¿What the hell?...

Él tipo que está igual de perplejo que yo, me queda mirando en silencio con unos hipnotizantes ojos verdes asustados y se mantiene inmóvil como si eso le ayudara a pasar desapercibido ante mí. La cuchara está metida en su boca y me mira super quieto en su lugar. Expectante a mis reacciones.

-Greta...él es Jack Miller-dice mi mamá tomando la mano del tipo. -Mi novio.

...OH POR DIOS...

...¿Su Novio?...

...¿Qué demonios?...

...i¿Qué?!...

-Jack, ella es mi hija Greta-le dice al tipo. -Sé que no les dije a ninguno de los dos, pero.¡Sorpresa! Al fin se conocen-sonríe nerviosa y yo debo tener la mejor cara de póker de toda mi jodida existencia porque "Jack" aún no se mueve ni dice nada.

Mi mamá se volvió loca.Definitivamente esta vez perdió la cordura.

Y claro, yo he perdido la mía, porque lo único que reacciono a hacer es a quedarnme callada como si de la nada me comieran la lengua los ratones y luego, me giro para salir corriendo disparada a mi habitación como si mi vida dependiera de eso.

...He hecho el ridículo....

...Greta Hamilton:...

-Tres meses -digo impactada mientras observo el suelo de mi habitación.-Han pasado tres jodidos meses desde que empezaste a salir con un tipo llamado Jack Miller y yo acabo de enterarme al verlo sentado, en el estúpido mueble, junto al estúpido lavaplatos, en la estúpida cocina, de mi estúpida casa -la miro en shock y mi mamá solo sonríe culpable.

...Esto no puede ser cierto. Esto es sinceramente lo más descabellado que ha hecho mi madre. Y demonios, sí que ha hecho cosas locas....

-Greta, tienes que volver abajo y saludar a Jack-me ruega afligida mientras da vueltas por mi habitación nerviosa. Yo estoy sentada en la orilla de mi cama aún tratando de procesar la idea del nuevo novio de mamá y no sé que decir. Simplemente estoy en shock.

-Sé que debí contarte antes-continua.-Lo sé, pero...

-Mamá...dame un momento ¿sí? -susurro mirando el piso. -Hoy es mi primer día de vacaciones después de un agotador semestre en la universidad y apenas llego a casa, te veo cocinando, lo cual casi nunca haces por cierto -río irónica. -Y de la nada me encuentro con el sucio secreto que estabas guardado hace meses.

-Tener novio no es un sucio secreto -hace puchero y se sienta a mi lado.

Que mi mamá tenga un nuevo novio y que actúe como si tuviera 15 y no me cuente, si es un sucio secreto. Mucho más entre nosotras, que por poco nos llamamos y nos contamos cada vez que vamos al baño -la miro dolida y ella luce triste ahora.

-Greta... no quería...

-Mira, no quiero que pienses que no estoy feliz por ti y todo el asunto, pero..Dios! Esto es algo que debías haberme dicho apenas se puso serio Soy tu hija, tu amiga-hago un puchero dramático.

-Lo sé-chilla y esconde su cara avergonzada en mi hombro. -Lo sé fue estúpido. Pero quería estar segura esta vez Greta. Quería saber que Jack y yo de verdad tendríamos algo serio antes de meterlo en tu vida.

Observo su aquejumbrada expresión por algunos segundos y creo comprenderla.

-Bueno, si lo pones así -suspiro y me muevo para mirarla. -¿Cuántos años tiene? Hasta parece de mi edad -frunzo el ceño.

-Hey -me regaña. -Tiene 38. No soy una pedófila, niña.

Río por su comentario y luego vuelvo a mirar el piso.

-Luce muy bien para tener esa edad-susurro y de inmediato me doy cuenta que eso sonó mejor en mi cabeza.

De seguro debe estar prohibido opinar sobre el físico del novio de tu madre. Son reglas básicas de las mujeres. Pero es que el tipo que está allá abajo en la cocina parece sacado de una revista de galanes sexys.

-Lo sé -suspira enamorada.-¿Verdad que es guapo? Dios...no sé como pude conseguir un hombre así -rie como adolescente enamorada otra vez y me hace rodar los ojos. -Su pelo rubio, esos ojos verdes que ven a través de mi alma, esas pecas tiernas sobre su nariz...su voz tan varonil...

-Ya, ya no exageremos tampoco-río y ella entrelaza su brazo al mío.

-Siento que es el indicado cariño, Jack es el indicado-susurra y luego ambas nos quedamos un momento en silencio observando a la nada.

En mis 21 años, he escuchado a mi mamá decir eso al menos 4 o 5 veces, y nada bueno o al menos rescatable a salido de alguna de esas relaciones.

Todo empezó con la terrible decepción amorosa que ella tuvo con mi papá. Bueno, el tipo que me dio la otra mitad de mi ADN.

Hace 21 años, cuando ambos tenían 15 años de edad y eran compaññeros en la escuela, tuvieron un lindo romance-según mi mamá- donde fui procreada. Los dos lucharon por estar juntos y darme lo mejor en los primeros años de mi vida, eso hasta que papá decidió marcharse cuando yo había cumplido 4. Simplemente se cansó de nosotras y nos dejó.

Ese es mi papito querido.

Según mis escasos recuerdos, Mario fue un buen papá y me dio mucho amor, pero no puedo perdonar el hecho de que haya dejado sola a mamá con un niña de 4 años y sin ninguna otra mejor razón que el querer vivir una vida de estrella de rock. Joder, sí, era buen músico por lo que cuenta mamá, pero dudo que le haya ido bien de todas formas, ya que nunca más supimos de él.

A pesar de haber tenido solo 4 años y un poco más en ese entonces, recuerdo claramente el momento en que se fue.

Recuerdo el llanto y el sufrimiento de mamá, tan claro como si solo hubiese sido ayer. Y eso se repitió un par de veces más los últimos años cada vez que ella terminaba alguna relación.

Mamá se enamora muy fácilmente.

En lo personal, he tenido dos relaciones serias, pero que no duraron más de un par de años. Actualmente ya no creo en la frase "para siempre", aunque sé que hay casos que son contados con los dedos de una mano.

Es por esto y mucho más que ahora no sé como sentirme al respecto.

Todo se vuelve a repetir y sé que es normal. Mamá es joven, tiene un buen trabajo como abogada, yo ya soy adulta y vivo lejos en el campus de mi universidad, es obvio que ella busque a un tipo con quién pasar el resto de su vida.

Solo tengo miedo de verla sufrir otra vez. En serio me gustaría que al menos ella encontrará al amor de su vida de una vez por todas.

Sé que estoy siendo egoísta y quizás una mala hija al no mostrar alegría sincera ni interés ante Jack y la idea de que él se meta en mi tranquila vida donde mamá y yo somos o éramos, felices las dos, pero no puedo evitar desconfiar del tipo rubio que en estos momentos se debe preguntar a que se debió mi extraña reacción de no decir nada y salir corriendo escaleras arriba hacia mi habitación.

-Vamos Greta, al menos baja y dile hola, luego puedes volver aquí y no te molestaré más -mamá se voltea hacia mí y hace un par de movimientos con su cabeza tal como si fuera un gato que quiere ser acariciado.

Río por el pensamiento y sé que debo dejar el drama a un lado. No es la primera vez que me presenta a un novio ni la última...aunque eso espero. Debo dejar de ser tan inmadura y enfrentar la situación como lo he tenido que hacer antes. Tampoco es que odie a Jack, ni siquiera lo conozco.

-Bien. Bajaré y trataré de comportarme esta vez-suspiro y ella se levanta de un respingo tomando mi mano y jalándome hacia la puerta.

Sonrío al verla tan emocionada mientras bajamos las escaleras y trato de calmar las aceleradas pulsaciones de mi corazón. Si, soy media antisocial a veces, y si hay algo que odio, eso es conocer gente nueva.

Odio las presentaciones y desearía no tener que hacerlo, pero en estos momentos debo apoyar a mi mamá. Ella siempre ha dado todo por mi, yo debo hacer lo mismo por ella.

Antes de llegar a la cocina donde Jack debe estar esperando igual de incómodo y ansioso como yo, mamá se detiene y pone sus manos en mis hombros.

-Greta, Jack es buena persona -susurra.

-Si tu lo dices...-respondo pensativa.

-Sé que es difícil y odio pedirte esto pero al menos ¿Podrías darle una oportunidad?

–Lo haré-digo decidida.

-¿Y podrías sonreír mientras lo haces?-bromea.

-Mamá, ¿Acaso no ves lo feliz que estoy?. Mira, estoy desbordando felicidad por todos mis poros-sonrío falsamente y ella resopla molesta.

-¿Tienes que ser tan sarcástica siempre?

-No, solo cuando la ocasión lo amerita-bromeo otra vez y ella rueda los ojos un poco más cabreada que antes.

-Greta...yo sé que...

-Mamá escucha -la detengo y tomo sus manos de mis hombros.-Sé que no lo parece, pero de verdad estoy feliz por ti. Amo verte tan emocionada y todo -río y la hago reír. -Es solo que.. ya sabes. Me gustaría ir con un poco más de calma.

-Pero..

-Ya sé-sonrío. -Sé que tú y Jack llevan un par de meses juntos y es bueno contigo y todo eso, pero...yo recién lo supe hoy -alzo mis cejas bromeando otra vez. -Y no de la mejor manera -abro mis ojos grandes alzando mis cejas. -Déjame procesar la noticia.

-Ay Greta-suspira y me abraza. -Sé que debí contarte antes pero quería estar segura. Quería estar segura de que Jack se quedaría conmigo y no sería algo pasajero como los demás. Sabes que te respeto y que no quiero tener que involucrarte con mis citas -ríe algo avergonzada mientras retrocede unos pasos.-Solo quiero lo mejor para las dos carifño, y si tu decides que Jack no es apto para entrar en nuestra mini familia, voy a aceptarlo, y cortaré lazos con él..

-¿Estás escuchándote? -la miro asombrada. -¿Cómo puedes pensar eso de mi? Jamás te haría elegir mamá. Por muy mal que pueda llegar a caerme ese tal Jack Miller, -susurro. -Si veo que es bueno contigo y te ama, no seré yo quien los separe. Así que no te atrevas a pensar así.

-Yo no podría poner mi felicidad sobre la tuya preciosa -acaricia mi mejilla.

-¿Y crees que yo si lo haría? -la miro dudosa y ella niega con la cabeza. -Bien, entonces deja de pensar cosas ilógicas y vamos a saludar al tipo.

Mamá se voltea con una sonrisa nerviosa y ambas entramos a la cocina al fin. Aquí vamos de nuevo.

Al entrar, ambas vemos a Jack parado junto al mesón. Él tiene una taza de café en la mano y sin notar nuestra presencia, termina de comer el trozo de tarta de manzana que le quedaba.

La escena es casi adorable y divertida. Cuando nota que mamá y yo lo estamos viendo, nos mira con una sonrisa nerviosa y alza su mano libre para saludarme tímidamente. Perfecto, de seguro ahora piensa que estoy loca.

-Hemos vuelto -dice mamá sonriendo como si nada pasó hace un rato.

-Hola de nuevo Greta-sonríe tímido mientras camina hacia mí. -Soy Jack.

...Mierda....

Me quedo perpleja al oír su ronco tono de voz y pestañeo como estúpida antes de volver a reaccionar y tomar su mano limpia para saludarnos cordialmente.

-H-hola -titubeo sintiéndome más idiota de lo normal y retiro mi mano muy pronto como sea posible. -Lo siento por mi reacción de hace un rato-rasco mi cabeza.

-Supongo que puedes comprender la gran sorpresa que mamá tenía preparada para ambos-digo irónica mirando a mi mamá quien solo sonríe culpable.

-En serio lo siento si te sentiste incómoda con todo esto Greta-rasca su nuca y sonríe de lado, casi rogando perdón.

-Laura no me dijo que vendrías hoy -continúa mientras retrocede y se acerca hacia donde está mamá. -De haberlo sabido hubiera traído algo para comer los tres, o me hubiera vestido un poco mejor -ríe un poco avergonzado mientras se mira a si mismo.

Su sonrisa es igual de sexy que su voz. Parece ser muy gentil y educado. Me agrada este tipo. Y es guapo. A pesar de que su ropa tiene algunas manchas de grasa y su cara está manchada con un poco de mermelada...es muy guapo.

...Ok, ya para Greta. Es el maldito novio de tu madre de quién estamos hablando....

-Jack y yo.. -mamá interrumpe el silencio que de seguro hicieron mis pensamientos. -Planeábamos decirte antes sobre nuestra relación pero, yo pensé que sería una buena idea esperar -mira a Jack y aprovecha para limpiar el resto de mermelada que quedó cerca de su boca con el dedo.

-Claramente no fue una buena idea -dice él poniendo una sonrisa de lado.

-Oh, no, no. No piensen que estoy en desacuerdo con esto -me encojo tratando de hacerme más pequeña. -Es solo que... fue algo inesperado, pero estoy feliz -sonrío y ellos también lo hacen.

-Bueno, ya que se presentaron -dice mamá.-Veo que ya sacaste la otra tarta del horno -le dice a Jack -Y la pizza debe estar por llegar-se quita el delantal viejo por encima de su cabeza, desordenando un poco su cabello.

-Laura, la tarta quedó asombrosa. No sé porqué dudabas tanto de ti y tus habilidades para cocinar-dice Jack volviendo a actuar un poco más normal mientras toma otra rebanada de un plato ya servido y se la lleva a la boca con una amplia sonrisa.

Le gusta comer, eso también me agrada. No como el anterior hijo de...que solo nos hacía comer ensaladas para mantener la figura.

El rostro de mi mamá se ilumina al escuchar las palabras del rubio y es la primera vez que puedo notar lo feliz que está con él. Ha pasado un buen tiempo desde que alguien la hacía sentir así, así que inevitablemente siento una oleada de felicidad y envidia sana por ella.

Ya quisiera no estar tan loca y poder tener algo así de bonito con un chico. Pero bueno, soy un tanto insoportable para los hombres al parecer. O simplemente no he tenido suerte de encontrar al indicado.

Jack abraza a mi madre tiernamente pasando un solo brazo por detrás de su espalda y ambos me miran mientras yo me siento a la mesa y saco una rebanada tibia para probar.

-¿Ves Greta? Eres la única que no me tiene fe-me hace un puchero y sonrío mientras yo pruebo el alabado postre.

...Mmm...en serio está bueno. No debí juzgar antes de tiempo, aunque......

-Es tu culpa, tu me diste esos horribles macarrones con queso mal preparados el año pasado, que me hicieron vomitar toda una semana-digo divertida haciéndolos reír a ambos.

-No le creas cariño- le dice mamá a Jack.-Esta chica solo quiere difamarme -finge desprecio en su voz haciendo que Jack y yo riámos um poco más.

Después de un rato, el tipo rubio va a la puerta para recibir y pagar las pizzas y los tres nos sentamos en la sala junto a la televisión para ver alguna serie o película.

Mamá y Jack se sientan en el sofá, y yo tomando un poco de distancia, me siento en el sillón de al lado.

Por suerte en la televisión están dado una buena película de terror que a los tres parece gustarnos y así evitamos la incómoda charla de presentación que tenía pensado que pasaría entre nosotros.

Mamá que siempre ha sido mala con estas películas, se esconde a cada momento en el brazo de Jack, haciéndolo reír cada vez.

Sinceramente se ven muy tiernos juntos, y solo espero que esta vez, lo suyo resulte por mucho tiempo.

...Mi mamá se merece ser feliz....

...Greta Hamilton:...

-Greta, despierta cariño.

-Mmm -gruño sin querer hacerle caso a la voz que acaba de interrumpir mis adorados sueños.

-Vamos..

-No quiero -escondo mi rostro en la almohada y mamá empieza a movermne como cuando era pequeña y no quería ir a la escuela.

-Levántate...estás en el sofá.

Abro los ojos de golpe y me toma unos cuantos segundos volver a la realidad. Estoy acostada en el sillón abrazando un cojín, mamá me observa divertida y enternecida por la escena, mientras que Jack está parado ordenando, quitando las cajas de pizza vacías de la mesa de centro y finge ignorar la situación.

-¿Me quedé dormida? -pregunto confundida mientras me enderezo en el sofá y trato de despertar un poco más. Siento mi mejilla mojada y me asqueo al darme cuenta de que es mi saliva.

Dios, cuando creo que ya me he humillado lo suficiente, voy y me sorprendo a mi misma otra vez. Solo espero no haberme puesto a roncar o balbucear dormida.

-Si, una hora o dos...de hecho creo que te perdiste más de la mitad de la película y de las pizzas -bromea mamá y hace que Jack se ría también. De inmediato la estranguló con mi mirada y limpio mi boca con la manga de mi polerón.

-Dios, soy lo peor -suspiro y me levanto a duras penas. -Siento como si tuviera 80. Tranquila, sé que estás cansada -acaricia mi espalda y bostezo sin poder evitarlo.

Además del sueño acumulado por las últimas semanas llenas de exámenes y trabajos, el asiento del autobus hizo que mi espalda viviera una tortura de dos horas.

-El viaje hasta aquí en ese jodido autobús me dejó mal-me retuerzo un poco haciendo sonar mis vértebras.

-¿Cuánto tiempo demoras del campus hasta aquí Greta?-pregunta Jack uniéndose a nuestra conversación y mamá se mueve a un lado para que ambos nos veamos.

Por un momento me quedo aturdida al verlo dirigiéndose de nuevo a mí con tanta naturalidad, hablando del campus como si mi mamá ya le hubiera dado un informe completo sobre mi vida personal.

Demoro unos segundos en reaccionar, pero luego recuerdo la promesa que me hice a mi misma por tratar de alejar los prejuicios y darle una oportunidad al tipo que quiere ser mi nuevo papá temporal.

-Dos horas dependiendo del tráfico -digo haciendo una mueca de disgusto. -Pero lo bueno es que vivo en el campus y mamá es quien viaja a visitarme-sonrío y ella me abraza de manera sobre protectora de nuevo.

-Ay si, no puedo estar un fin de semana sin ir a verla -me acaricia el cabello como si fuera una muñeca y Jack nos mira divertido.

Esa sonrisa hace que las pequeñas arrugas al lado de sus ojos verdes le den un toque de hombre mayor, y me sorprendo a mi misma al encontrarlo igual de atractivo con las marcas de la edad o sin ellas.

Dios, se ve demasiado bien para ser un hombre de 39 años.

...¿Por qué sigo teniendo esos pensamientos?...

Mamá me suelta de la nada y la miro asustada pensando en que ella acaba de leer mis pensamientos.

...¿Puedo ser más idiota?...

Me obligo a sonreír normal y ordeno las cosas del sillón que quedaron un poco revueltas luego de haberme quedado dormida allí.

-Bueno chicas, creo que ya es hora de irme -dice Jack luego de volver de la cocina.

...¿En que momento se fue hacia allá?...

-¿Tan pronto? -mi mamá hace puchero y por poco se lanza a sus brazos rodeando su cuello y besando su mejilla. Jack la mira con amor y luego le da un pequeño beso en los labios que me hace sentir un tanto incómoda.

Es mi mamá después de todo. Es raro verla en estas situaciones.

-Si, debo ir al taller mañana nena. ¿Pero los planes siguen en pie, verdad?-ahora gira su rostro hacia mí y arqueo una ceja sin saber de lo que habla.

-Hmm -murmuro.

-Salir...mañana, ¿Irás verdad? -dice animado y sigo con mi cara de wtf.

-¿De qué me perdí? -es todo lo que puedo decir y mamá vuelve a poner su rostro de culpabilidad.

...¿Por qué siento que Laura, alias mi madre, sigue contándome las cosas a medias?...

-Aún no le he dicho a Greta, cariño-sonríe culpable.

–¿Decirme qué? ¿Otro secreto? ¿Sobre qué? -pregunto cruzándome de brazos frente a ambos.

-Amm-Jack mira nervioso a mi mamá y ella me mira nerviosa a mi.

...¿En serio todo será así desde ahora?...

-Le dije a Laura hace un rato que mañana podríamos pasar la tarde juntos, los tres..ir a cenar o dar un paseo para conocernos-sonríe animado lo cual causa una extraña ternura en mi.

-No sé si te parece una buena dea, pero si no quieres...

-Si quiero -interrumpo a Jack quién me mira asombrado.-Suena como un buen plan -sonrío sincera.

Mamá me mira sorprendida por mi positiva respuesta y yo me limito seguir sonriendo de manera natural.

Por alguna extraña razón, quiero conocer a Jack. Hay algo en él que llama mi atención, y si va a estar con mamá de manera seria, es lógico querer conocerlo mejor.

-Genial-dice él y me guiña un ojo amigablemente. O eso quiero pensar porque si sigo teniendo pensamientos inadecuados sobre el novio de mamá juro que me encerraré en mi habitación todo el maldito verano para no verlo más.

Trato de evitar ver como ellos se despiden de manera amorosa y mamá sale corriendo en busca del celular de Jack que dejó cargando en la cocina.

Antes de salir por la puerta, Jack aprovecha el momento a solas para acercarse a mí con una tierma y amable sonrisa, y me habla con ese grave tono de voz que me hace erizar la piel. Por lo grave, claro está.

-En serio espero que tú y yo podamos llevarnos bien Greta, quiero que sepas que de verdad amo a tu mamá y sería genial si nosotros dos pudiéramos llegar a ser..no sé, cercanos-me mira tierno y siento que algo se derrite dentro de mi.

...Bien, vas ganando puntos Jack Miller...

-No quiero que pienses que vengo a meterme en tu vida a dar órdenes o imponer reglas, sería genial si luego de mañana pudieras verme como un amigo con más años de experiencia en el que puedes confiar-sonríe otra vez llevando levemente las comisuras de sus labios hacia arriba.

Mierda. Ahora empiezo a entender a mamá. Este hombre es aún más guapo de cerca, y con esa actitud amable y agradable, hace todo aún mejor.

Asiento como idiota sin saber que responder y él se despide de mí con una inocente caricia en mi brazo.

-Nos vemos mañana Greta.

-Nos vemos Jack- respondo tímida casi en un susurro.

Justo cuando él sale por la puerta, mi mamá lo sigue con el celular y el cargador en sus manos y de reojo veo como ambos se dan unos locos besos de adiós.

Río para mis adentros por el par de enamorados y no puedo evitar pensar en que deseo tener esa clase de relación alguna vez. Más si fuera con un tipo amable y simpático como Jack.