NovelToon NovelToon

Déjalo Libre

Mi familia

Aidee: Me llamo Aidee Cervantes, nací en los años setentas, necesito contarles todo lo que tuve que vivir, para que puedan entender esta historia, para convertirme en la mujer que soy actualmente, las pruebas que nos pone la vida, uno piensa que es malo, pero en realidad no es así, esas lecciones te hacen aprender, como dicen por ahí, "lo que no te mata te hace más fuerte".

Provengo de una familia cien por ciento mexicana, ustedes dirán cuál es esa, les explico, padre machista total, madre abnegada a más no poder, ser la única mujer y tener tres hermanos, educados por tu papá.

Entonces ya se imaginarán, esta situación, dicen que estas familias ya se están extinguiendo, lo dudo, todavía existen tal vez en menor cantidad pero por ahí están.

Soy la número tres, tuve dos hermanos mayores que yo, cuando nací mi papá le reclamo a mi mamá, que yo no era su hija, que él no podía, engendrar mujeres, pobre desconocía que los hombres son los qué determinan el sexo de los hijos, todos le decían, que fuera a verme al hospital, de tanto insistir accedió y fue el día que salíamos mamá y yo, al verme se enamoró de su pequeña niña, desde entonces fui su luz su tesoro, cuando cumplí cuatro años, nació mi tercer hermano, él quería otra niña, había cambiado de opinión y nació otro varón, ahí mi mamá cerró la fábrica.

Mi papá era Policía Judicial, así se llamaban en esos tiempos, se encargaba del los narcotraficantes, siempre andaba viajando por todo el país, mi mamá lo andaba persiguiendo, por cada estado donde lo mandaban, acompañada de cuatro pequeños niños, lo malo era que no le avisaba que iba y lo cachaba en muchas de sus infidelidades, pero como buena mujer abnegada siempre lo perdonaba, por las buenas o por las malas, su frase favorita hay mujer que te preocupa "Si tú eres la catedral y las demás son las capillas" ¡causa gracia verdad! Pero a mí nada de eso me importaba, era una niña, yo lo adoraba, el me cuidaba, me consentía y me protegía.

Como mi mamá era una persona, abnegada era sumamente, religiosa, siempre decía que si le pasaban las cosas, esa era su penitencia y tenía que soportar, era el destino que Dios había elegido para ella y claro, yo como su única hija quería que yo fuera igual, aunque no se imaginaba, que eso jamás iba a suceder y su letanía de todos los días era, jamás dejes que un hombre te ponga una mano encima o te vas a ir derechito al infierno, sucede que tanto te lo dicen que lo llegas a creer.

Cuando cumplí nueve años, mi papá me enseñó a mí y a mis hermanos a disparar con una pistola, pequeña claro, y siempre me decía, mire mija ponga atención, cuando sea grande y un cabrón se quiera pasar de listo, no sé deje, le mete unos buenos plomazos, yo dentro mi inocencia le dije, entonces papá, cuando le pegas a mamá ella puede sacar la pistola y darte unos plomazos, se quedó callado, me quito el arma y jamás me permitió volver a tocarla.

Me volví una niña consentida y caprichosa, lo tengo que reconocer, la atención y el cariño que mi papá me daba, me hacían ser de esa manera, mis hermanos no podían tocarme un solo cabello, porque hacía un escándalo de ello, tanto que a veces les pegaba con el cinturón, por mi culpa, grave error, pero era solo una niña, eso no lo comprendía, pero eso sucedía.

Me encantaba, ir con mi mamá a los lugares donde estaba mi papá, porque era divertido había prisioneros y yo iba a sus celdas a llevarles su torta, mi pequeña vida estaba llena de aventura, así pasaron los años pero lo malo de todo esto era lo peligroso de ese trabajo, cuando mi mamá le perdía la pista a mi papá, de donde andaba, ya sabía que había pasado algo malo, porque él siempre le avisa donde estaba, hasta que le llamaban, para informarle que había recibido un balazo, que fuera al hospital a verlo o había tenido un accidente por alguna persecución, ella tenía que ir a cuidar de él, hasta que se recuperara.

La familia de mi papá era numerosa, tenía siete hermanos y dos hermanas, a su vez tenían muchos hijos, por lo tanto, yo tenía montones de primos y primas, más grandes, de mi misma edad y más chicos que yo, dirán por qué menciona esto, porque cuando mi papá trabaja en la ciudad, venían todos los domingos a la casa a comer, mi papa los invitaba, porque en ese tiempo, era el que estaba muy bien económicamente y adivinen quién tenía que preparar la comida para todas esas personas, pues mi mamá, porque las esposas de los hermanos, llegaban nada más a comer, se iban al anochecer y no ayudaban a recoger era una verdadera locura. Mientras estaba mi papá la familia de él, era muy interesada.

La familia de mi mamá era diferente, también era numerosa pero toda se encontraba en provincia.

Paso el tiempo y llego el momento de los quince años, como les comentaba tenía muchas primas, y durante ese año era una fiesta de quince años por mes, asistimos a las tres primeras, se acercaba el tiempo de la mía y no veía a mi papá, con intenciones de hacerme ninguna fiesta, como buen macho, no iba a gastar su dinero, en esas cosas sin importancia decía, así que tuve que llorarle quince días hasta que logre convencerlo, faltando un mes para el evento, con el corto tiempo que tuve para la organización, no quedó muy bien que digamos, pero no me importo, yo era la quinceañera más feliz de esta tierra y adivinen quién la disfruto más que nadie, por supuesto mi padre.

Me costaba un poco de trabajo entender a mi papá, no le importaba gastar dinero con los demás, por ejemplo sus hermanos, pero a su esposa y a sus hijos le pesaba darles, a mí eso no me importaba mientras tuviera su amor y su cariño que el mundo rodará.

Todo iba bien, mi vida transcurría con normalidad, acaba de entrar a la preparatoria, mi papá, estaba muy orgulloso de mí, hasta aquel fatídico día, que mi mamá recibió esa llamada.

El adios

Esa llamada, que tanto temía recibir llego, --Señora Cristina Robles de Cervantes-- si soy yo --Le informamos que su esposo el Agente Judicial José Cervantes falleció en el cumplimiento de su deber, lamentamos su pérdida, se escuchó el grito desgarrador de mi madre, todos corrimos a ver qué ocurría.

Cuando me enteré, sentí que me caía en un gran vacío, como él hubiera sido, a mí no me importaba, el era todo para mí, era mi papá solo tenía cuarenta y cinco años y dejó a sus hijos en la etapa más difícil de la vida, yo solo tenía quince años, mis hermanos diecinueve, dieciocho y diez, éramos muy jóvenes, teníamos que viajar, debíamos ir a recoger su cuerpo y traerlo para sepultarlo, fuimos a provincia por él, no estábamos en casa pero al regresar nos encontramos con la sorpresa, que habían entrado a la casa y la habían volteado de arriba abajo, buscaban las pertenencias de mi padre, la persona o las personas que entraron, sabían lo que había, el tenía armas y joyas, de las que en algún momento había decomisado, pero mi papá era sumamente inteligente, sabía esconder muy bien sus pertenencias, había mandado a construir escondites secretos, así que las perdidas fueron menores, solo se llevaron algunas chamarras y cosas de él.

La puerta no había sido forzada, así que mi mamá supo perfectamente quiénes fueron, algunos de sus hermanos, a quienes les dio la llave por si necesitaba algún documento, pero lamentablemente no tuvimos pruebas y no pudimos acusarlos.

Mi papá fue enterrado con honores, así como se ve en las películas, una larga caravana de policías tocando las sirenas, unas palabras del jefe de la policía alabando sus hazañas, la bandera de mi país enrollada, junto con su gorra, se la entregaron a mi mamá en sus manos y para terminar varios oficiales sacaron sus armas y dispararon al cielo, yo simplemente pensaba, de que sirve todo eso si no puedo volverlo a la vida, bajaron su cuerpo y todo acabó tristemente, terminando así con su historia.

Mi mamá quedó viuda joven, tenía cuarenta años, perfectamente podía volver hacer su vida y casarse de nuevo, pero por su forma tan peculiar de pensar decidió no hacerlo, pero para mi desgracia se encerró en su mundo y se autocompadeció olvidando todo lo que tenía a su alrededor, le faltaba carácter, fuerza, enseñarse a tomar decisiones, nunca aprendió, porque mi papá no se lo permitió, así que para ella fue más fácil dejar a cargo a los hombres de su casa, a sus hijos de diecinueve y dieciocho años, mi papá nos había dejado bien económicamente, solo era saber administrar adecuadamente el dinero o tener una buena manera de invertirlo. Los hermanos de mi papá desaparecieron, ya no regresaron más, ya no estaba el que les daba y los apoyaba su familia dejó de importarles era mejor así.

Yo trataba de aconsejar a mi mamá, le decía que no les diera el dinero a mis hermanos, que pusiéramos un restaurante de comida, que era muy buena cocinera y sabía hacer grandes cantidades de alimentos, pero no me escuchaba, decía que ellos eran los hombres de la casa y nos tenían que proveer, yo solo veía como tiraban el dinero en borracheras, en amigos, en malos negocios, trataba en verdad de detener las cosas, pero sin apoyo, era imposible, ahí fue cuando se me desató el infierno en la tierra.

Una mañana muy temprano siento como jalan mi cabello y me levantan de la cama, era uno de mus hermanos mayores, que me dice --deja de estar de huevona y prepararme el desayuno, le conteste que te pasa eres un imbécil, hasta lo tú si tantas ganas tienes y recibo un fuerte golpe en el estómago y varias cachetadas, realmente me saco el aire, jamás nadie me había golpeado mi papá nunca lo hubiera permitido, pero ya no estaba, así que en cuanto me recupere corrí, avisarle a mi mamá lo que había ocurrido, pero más me decepcionó su respuesta -- Tú tienes la culpa por no atenderlos, recuerda que ellos son hombres y nuestro deber servirles-- Que te pasa mamá, estás mal reacciona, era lo que le decía pero todo era inútil, mis palabras se las llevaba viento.

Que podía hacer solo tenía quince años, por suerte cuando me quedé en la preparatoria, mi papá me compró ropa para ir a la escuela, porque jamás volví a ver un centavo para mí, solo recibía lo necesario para mi trasporte y comer algo, tenía que servir y atender a los "dos hombres" de esta casa, pero la verdad lo hacía de muy mala gana, como dicen por ahí "En el pedir está el dar" pero era muy mala idea por poner la tortilla de mala gana en el plato me llovieron los golpes, ellos buscaban cualquier pretexto para lastimarme, un día pensé que iban a matarme, tuve que preguntar por qué me hacen esto, yo que les he hecho, me respondieron, --Todavía lo preguntas ya se te olvido todas las veces que mi papá nos golpeó por tu culpa-- pero solo era una niña no sabía lo que hacía, --Es para que pruebes una cucharadita de tu propio chocolate-- Volteó a ver a mi mamá buscando su apoyo nada solo silenció.

Mi hermanito y yo éramos los únicos que estudiábamos, estaba pequeño no tenía tanta maldad en su alma, tenía que buscar una solución para tratar de sobrevivir, porque cualquier día me iban a matar, si trataba de defenderme me iba peor, si no me golpeaba uno era el otro y como no estudiaban, no trabajan, únicamente gastaban lo que nos dejó papá, estaban de holgazanes sin hacer nada, solo fingían con mi mamá que lo invertían en un gran negocio pero era mentira, mi única salvación era la escuela así que decidí regresar a casa lo más tarde posible.

Ustedes diran porque tanta tragedia, solo son pruebas que la vida nos pone, para aprender una lección mayor, aunque yo en ese entonces no lo sabía solo quería, hacerle compañía a mi padre.

Buscando la solución

Tenía que tener un plan, para tratar de sobrevivir a la agresión que estaba sufriendo, la escuela era mi única salvación, así que entraba a las siete y regresaba a las siete, que era la hora, en que ese par, salía de parranda, comía y corría a encerrarme a mi recámara, jalaba el tocador para atrancar la puerta.

La ventaja de todo esto, era que me gustaba estudiar, me iba la biblioteca ahí me quedaba hasta el atardecer, tenía varias amigas que a veces me hacían compañía, ya iba a cumplir dieciséis años y nunca había tenido novio, tenía ganas de saber, que era tener a alguien con quien poder compartir mis penas, sentirme, protegida, pero me daba miedo, por todas las cosas que mi mamá me metía en la cabeza.

Un día conocí un chico de la escuela, que le gustaba tocar la guitarra, se quedaba hasta tarde, porque le gustaba cantar y que lo escucharan, empezamos siendo amigos y me volví su fan número uno, hasta que un día se animó y me dijo que le gustaba, que si quería ser su novia, acepte y fue cuando recibí mi primer beso, sentí mariposas en mi estómago, sentía que flotaba, era una pequeña luz en mi vida, pero la magia duró muy poco, termino conmigo a la semana de novios, sin darme una explicación, sin ningún motivo, aparente, regrese a mi casa triste y desolada sentía una nube gris en mi cabeza que me llovía todo el tiempo.

Cuando llegaba el fin de semana que no tenía que ir a escuela, buscaba la manera de salir de casa y se me ocurrió la brillante idea, de ir a las casas de mis primas, las que eran de mi edad, en primera no era bien recibida por mis tíos, ya que mi papá no estaba, no tenían por qué tener a su hija rondándolos, pero prefería sus malas caras a los golpes, empecé a salir con ellas a conocer amigos, pero no sé por qué se quedaban con todos los chicos, que a mí me gustaban, yo no me consideraba fea, pero jalaba mi nube negra, así que decidí alejarme de ellas y por supuesto mis tíos lo agradecían.

A nosotros nos quedaba como anillo al dedo, el refrán que decía "Al nopal solo lo vienen a visitar cuando tiene tunas" así era, mi papá era la tuna, se va él y nadie visita a los nopales

Era muy joven, quería encontrar el amor, buscaba el consejo de mi mamá, pero hablar con ella, era como hablarle a la pared, pensaba que era su manera de lidiar con el dolor y a la vez me cuestionaba no era más feliz sola, me canse de intentar hablar, simplemente me aleje y trate de resolver los problemas a mi manera.

Después se me ocurrió poner los ojos en el mejor amigo de mi hermano, gran error, me gustaba tanto y el me ignoraba en mi totalidad, no sabía el porqué, tenía ganas de zarandearlo y decirle mírame me gustas, pero era demasiado cobarde para hacer eso, hasta que un día hubo una fiesta en casa de unas de mis primas y ella invitó a mis hermanos y por alguna extraña razón, que después averigüe cuál, me invitan a ir con ellos, estaba muy contenta de ir, porque iba su amigo, era mi oportunidad, pero cuál va siendo mi sorpresa, que se besó enfrente de mí, con una de mis primas, se volvió su novio y después los vi más tarde, como salían de la fiesta, se subió a su carro y se marcharon juntos solo Dios sabe donde, mi pobre corazón quedo desecho, solo vi como mi hermano se burlaba de mí y me dijo -- Eres una estúpida acaso pensabas que mi amigo te iba a ser caso, por si no lo sabes, hicimos un pacto que ninguno de los dos se iba a enamorar, de la hermana del otro-- el también tenía hermanas y fue el trato que hicieron, se puso de acuerdo con mi hermano para romperme el corazón, porque sabía perfectamente que me gustaba.

Me pregunto como es posible que puedas odiar tanto a una persona de tu misma sangre, fue lo único que dije y salí corriendo de ese lugar.

Termine mi primer año en la preparatoria, y comenzó el siguiente, conocí a otro chico de mi salón que me gustaba y me empezó a pretender, me pidió que fuera su novia y acepte y sucedió exactamente lo mismo que con el anterior, así que decidí dejar por la paz, el intentar tener novio y mejor me enfoque en mis estudios, pero lo que no sabía era que la vida tenía planeado otra prueba más difícil para mí.

En el cuarto semestre, ya para terminar el segundo año, al profesor de matemáticas, se le ocurrió la idea de fijarse en mí, yo sin saberlo, claro, simplemente me doblaba la edad, jamás le di motivo alguno, nunca pasó por mi cabeza sus negras intenciones, un día que teníamos el examen final, me dice, --Aidee necesito hablar contigo, puedes esperar al final de la clase por favor-- claro profe le digo, mis amigas salen y me dicen, te esperamos afuera, se van todos y me quedo sola, con el mentado profesor

--Me puedes permitir tu examen-- le doy mi examen y de repente lo rompe en mi cara, le digo por qué hizo eso y me dice estás reprobada, si quieres pasar esta materia, tienes que aceptar salir conmigo, una vez y acompañarme al hotel, que le digo usted esta completamente loco, como cree que voy aceptar semejante propuesta, se empieza acercar hasta mi y me acorrala contra la pared, quise escapar pero me sujeta del brazo y mi cabeza la estrella con la puerta, cerrandola con el golpe que me dio, el pensó que yo con eso, me iba apanicar y podria salirse con la suya, lo que él no sabía, era que yo ya estaba curtida por los golpes y pude reaccionar perfectamente para defenderme, dándole un rodillazo, en las partes bajas, doblándolo del dolor, abro la puerta y salgo despavorida, solo escuche que grito maldita esto me las vas a pagar, corro donde estaban mis amigas y les cuento lo ocurrido.

Download MangaToon APP on App Store and Google Play

novel PDF download
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play