Mi historia comienza con un dejo de desesperación insoslayable, veme aquí sentada en un futón japonés, tratado de comprender donde me encuentro, mi cabeza me duele tanto, siento que miles de agujas se clavan de forma simultánea en mi cerebro, para que comprendan deberé comenzar contando quien soy…
Mi nombre es Mary o ese era hasta hace poco, fui una niña muy enfermiza desde pequeña, tenía una enfermedad en mi sangre, que requería tratamiento constante, vivía de hospital en hospital, mi familia estaba conformada por mis padres y dos hermanos mayores, si bien no vivíamos con lujos nos arreglábamos, ellos me amaban a pesar de todas las dificultades…
Mis hermanos eran un apoyo emocional muy grande, con ellos solía escapar para disfrutar un poco de la vida… mis padres solía enojarse con ellos porque después mi cuerpo demostraba la fatiga de la peor forma y constantemente enfermaba un poco más….
Siempre fui consciente de que mi final podría estar a la vuelta de la esquina, pero eso no me detenía para ser quien era yo, una joven animada, me gustaba bailar, cocinar, aprender artes marciales aunque mi cuerpo no me lo permitiera, en fin me gustaba vivir a pleno cada experiencia…
La sonrisa era algo que me caracterizaba, más allá de lo que muchos decían a mis espaldas compadeciéndose de mí, ellos pensaban que cada día que despertaba era un día menos…. Para mi despertar significaba una oportunidad más de ser feliz por lo menos por un día más, era poder ver la sonrisa brillante de mis padres y de mis hermanos…
También tenía una mejor amiga quien sufría de mi misma enfermedad, con ella pasábamos noches enteras jugando, hablando e imaginando un mundo donde no doliera más… Si a pesar de mi optimismo y mi sonrisa diaria, esta vida era dolorosa, las agujas que nos clavaban todos los días, perder peso constantemente, el dolor en las articulaciones, la pérdida de cabello, el no saber quién va a morir al otro día en tu pabellón, ya que somos todos enfermos terminales…. Ver cómo se van antes que tú, duele, cada día duele… pero no puedo dejar que lo malo me arrastre por eso decidí sonreír siempre….
Una noche de verano nos escapamos con mi amiga Evelyn, a la azotea del hospital, mis hermanos me habían traído cerveza y bocadillo sin que nadie sepa, tenemos ambas veinte años, pero ninguna tuvo una vida fácil, yo enferme a los diez y Evelyn a los quince…. Por ello, mis hermanos cumplían estos caprichos míos….
Ambas estábamos tomando cerveza y leyendo una novela romántica, solíamos hacerlo e imaginar que éramos las protagonistas de la historia, ella siempre quería ser la heroína, por mi parte siempre me atraían los papeles de villana, decía que seguro las villanas eran malas porque tuvieron una vida difícil, pero si yo fuera ellas tomarían mejores decisiones… quien diría que este deseo en algún momento me jugaría en contra….
Cuando nos faltaba poco para finalizar la historia, Evelyn me mira con una sonrisa, ella aprendió de mi optimismo, solía deprimirse mucho…
-Mary, prométeme algo-
-Si corazón dime…-
-Cuando yo no esté aquí, tú vas a tratar de sobrellevar las cosas-
-No empieces como siempre, ¡seguiremos luchando juntas, hasta el infinito del cosmos…!-
Mientras decía mi frase me ponía en pose como si estuviera recibiendo un trofeo en el primer puesto… ella seguía sonriendo y con lágrimas en los ojos me dice…
-Dejo de funcionar el tratamiento, los médicos no me ven mucho tiempo más-
Mi cara se endureció, por favor ella no, no quiero verla morir a ella….
-¿Cómo lo sabes? ¿Te lo dijeron?-
-No, sabes que no nos cuentan cuando ya no hay esperanzas… lo escuché a escondidas, pero no te preocupes, no tengo remordimientos, gracias a ti y tus hermanos conocí la vida nocturna, me reí y disfrute mis días por aquí… mi único lamento es que no pudimos encontrar ningún sexi protagonista para perder nuestra virginidad… por encontrar un amor de novela en nuestras próximas vidas-
-por encontrar al más sexi protagonista y hacer todas las cosas perversas que imaginamos-
Brindamos con nuestras cervezas… Esa noche no paramos de reír, disfrutamos tanto esa última noche, de haberlo sabido, por lo menos hubiera terminado la novela con ella, era una novela de fantasía, romance y sobrenatural, el género favorito de ambas….
Volvimos muy tarde a nuestras habitaciones, al día siguiente cuando desperté ya era tarde, salté de mi cama y Salí a buscar a mi amiga….
Pero una de las enfermeras estaba en la puerta de su habitación abrazando a su madre, sabía muy bien que significaba eso, cuando me acerco puedo ver un cadáver sin vida siendo cubierto con la manta del hospital, solo sobresalía el brazo donde colgaba una pulsera de la amistad que ambas habíamos aprendido a hacer en las clases de manualidades, yo le di la mía y ella me concedió la suya… La madre de Evelyn me dio el libro que mi amiga tenía en sus manos al momento de dar el último respiro…
-Mi niña, no te pongas triste, le dejo de doler, tú tienes que ser fuerte, este libro seguro era para ti, te lo dedico antes de irse…. Espero que mi ángel vuele alto-
Con lágrimas en mis ojos y una sonrisa de dolor solamente la abracé, no tenía palabras, ella era mi mejor amiga, desde los quince años, por cinco años fue mi confidente, mi compañera, mi todo, ella sufría conmigo, ahora sufro sola….
Los días pasaban, la tristeza de la ausencia de mi amiga iba calmándose, ya que era algo que sabíamos que tarde o temprano podía pasar, nada más me imaginaba que su alma había sido llevada para que viva una historia de amor, de aquellas que no se nos permitió vivir aquí…. Eso calmaba mi consciencia por haberme quedado por más tiempo aquí…
Luego de un año, para mi cumpleaños veintiuno, sabía que mi cuerpo se estaba deteriorando rápidamente, me preguntaba si Evelyn habría sentido lo mismo que yo… dolía, cada día un poco más, me veía en el espejo y mis ojos color verde iban perdiendo su brillo, me costaba despertar más que de costumbre y cada día costaba más y más sonreír…
Sin embargo, quería que mi fiesta de veintiún años sea espectacular, quería cantar, bailar, ser feliz por última vez, así que mis padres cumplieron mi deseo, los cuatro integrantes consiguieron los permisos para festejar en una sala del hospital, pues no podía ir muy lejos, los padres de todos mis compañeros de aventura, ayudaron para hacer un festejo a lo grande y por una noche todo el pabellón en el que estaba se vistió de fiesta para hacerlo a lo grande, desde pacientes, a doctores y enfermeras… todo aquel que me dio su mano en esta vida estaba allí….
Mi madre me confeccionó un hermoso vestido, corte sirena, lleno de pedrería, como sabía que mi color favorito era el turquesa, lo hizo en ese color con las hermosas piedras azules, vino una maquilladora quien preparo una peluca rubia… ya no recuerdo mi pelo, pero hay fotos que dicen que fue un color parecido a ese adorno, me maquillo, me ayudo a vestir y a poner mi peluca… estrene zapatos nuevos de tacos, literalmente arrojamos la casa por la ventana….
Recuerdo toda la noche… Baile con mis dos hermanos y mis padres durante toda la noche, reí, cante y fui feliz… si a pesar de todo fui feliz… no conocí el romance, pero si el cálido abrazo de una familia que me amaba, se los agradezco porque gracias a ellos me voy sin arrepentimientos…. Gracias madre, gracias padre… gracias hermanos son mis tesoros más grandes…
Así me fui esa misma noche, me recosté en mi cama cuando todos se marcharon y abrí el libro que me dejo mi amiga, en él había escrito, “Mary, aquí te estaré esperando, te amo…. Evelyn” bajo la letra de mi querida amiga escribí “allá voy, con una sonrisa”…
Sentí mi cuerpo pesado y mi respiración agitada, dolía mi cabeza como mil demonios… una luz brillante se aparece ante mí y una mujer que llevaba un vestido largo y blanco, tan pura se veía que pareciendo una santa, me sonríe
-Mary ¿Cómo te sientes?-
-Mal, me duele la cabeza, ¿Quién eres?-
-Dentro de poco ese dolor pasará, aguanta un poco más…. Soy una diosa y me conmovió tu historia, una de las almas de mi historia me pidió que le diera un final porque sentía mucho dolor, no quería seguir viviendo aquí, por lo que la trasladé a otro mundo como una recién nacida, pero tú creo que estarás bien con esta vida…. Necesito un alma para ese cuerpo, así que te elegí a ti…. Ten buena suerte-
No pude contestar nada, sentía como caía al vacío, el cuerpo dolía, pero no tanto como estaba acostumbrada, era un dolor más parecido a haber estado en la misma posición durante mucho tiempo, podía respirar y podía sentir, quiere decir que estoy viva… abro lentamente mis ojos y veo un techo que no era conocido para mí, estaba acostumbrada a los hospitales, pero este lugar qué será, el techo era de madera, las paredes shoji, al igual que la puerta, había solo una cómoda, un kimono colgado listo como para ponerlo, un espejo de cuerpo entero y un biombo para cambiarse la ropa…
Me encontraba sentada en el futón, era la primera vez en mi vida que veía una decoración clásica japonesa, comúnmente las describían en mis novelas románticas, pero nunca las vi de primera mano y este estilo de cama en el suelo era raramente cómodo, comienzo a mirar mi cuerpo, llevaba un camisón largo, parecía que estaba en un templo o algo así, diviso un espejo así que me acerco y me veo en él.
-¡Caramba! ¿Soy esa chica?-
En el espejo se reflejaba una joven de unos doce años, tenía el pelo rosado y los ojos rojos, era impresionantemente bella. Paso mi mano por mi cabello
-¡Qué emoción, tengo cabello!-
No podía creer lo que pasaba, me siento nuevamente en el futón tratando de organizar mi mente, mi cabeza vuelve a doler esta vez como mil demonios gritándome en mis orejas… de pronto comienzo a ver de quien es este cuerpo que ahora habito, vinieron recuerdos ajenos a mi mente y allí es cuando me comienzo a desesperar….
De saber que esto era posible hubiera preferido hasta pedir ser un extra en esta novela…. Así es, termine siendo la villana de la novela que dejo mi amiga antes de morir…
Mi nombre ahora es Elizabeth Benedetti.
Estaba atónita con lo que pasaba, debía acomodar mis pensamientos para saber cómo actuar…
Por lo que recuerdo haber leído, esta chica comienza su ruta hacia la muerte en el momento que fija sus ojos en el protagonista, tuvo una infancia difícil, el único familiar vivo era su abuelo, Antonio Benedetti, quien la crio pensando que lo mejor era hacerla fuerte a toda costa, no la abrazaba, la obligaba a entrenar constantemente, no le demostraba lo mucho que la quería, pues la amaba, ya que describen que su abuelo fue la única persona que sufrió su muerte…
Esta chica ósea yo, tengo una herencia en mi sangre un poder que se supone que no puedo manejar por mi misma, planean casarme cuando sea mayor con uno de los miembros de las familias más antiguas de este lugar. Así yo entregaría mi poder voluntariamente a ese hombre y él lo controlaría… ese es el momento de inflexión, ya que el protagonista es este miembro de la familia con el que me querrán casar, gracias a mis supuestos celos enfermizos me convierto en una loca que busca su amor y amenaza constantemente la vida de la heroína... como adivinaron... ellos se enamoran y yo seré el mal tercio...
Pero siempre que leí la historia hay cosas que no me cierran de este prota… se supone que es bueno y no sé cuánto verso más, si era tan honorable, porque me dejo morir, además él se supone que me convenció para darle mis poderes….
El pro de esa decisión, que no sería responsable de ese enorme poder, contra que a partir de la perdida de mis poderes comienzo a enfermar seguido, y ¿queremos que eso pase? Así es, no queremos que eso vuelva a pasar….
Por lo que primero tengo que aprender a llevar este poder conmigo, el mismo consiste básicamente que soy una vidente del más allá, según las tradiciones de este poblado mi línea de sangre es muy peligrosa, ya que un mal manejo de este poder puede ser fatal y abrir una brecha entre los dos mundos, pero un buen uso puede ser genial, porque ayudaría a ambos mundo, y mantendría la línea entre ellos… dejando lo malo donde tiene que estar….
Junto con este poder vienen consecuencias muy grandes como poder ver fantasmas que estén aquí, si entreno, hasta podría saber algo de hechicería e incluso podría irme de este lugar para evitar a los protagonistas….
Si bien no estoy en una época antigua, vivo en este momento en una montaña, si una montaña… en este sitio se mantienen las tradiciones antiguas, en mi caso vivo en el templo, ya que mi abuelo es el sacerdote principal. Los demás ya están más modernizados, tienen casas más normales… pero yo no….
Algo tengo en claro, en esta vida voy a hacer todo lo que no pude antes, ahora si poseo un cuerpo sano, no dejaré que este personaje muera y haremos de todo… desde estudiar hasta correr… cosas que jamás pude hacer….
Mientras trazaba una línea en mi mente, sobre los hechos de esta novela, llegue a la conclusión que lo más lógico era primero entrenar y luego buscar la forma de salir de esta montaña para que mi futuro no se vea negro…
Mientras planeaba mi ruta de escape comencé a sentir hambre, lo hermoso que es sentir hambre sin tener náuseas debido a los medicamentos que invaden tu cuerpo, pero lo que llamaba mi atención es que desde que desperté nadie vino a verme, por lo que me mostró este cuerpo la anterior usuaria había tenido un pequeño incidente en uno de sus entrenamientos, más que incidentes uno de los hombres que se suponía sería su tutor, la golpeó mal y la hizo caer, cuando ella cayó golpeo fuertemente, su cabeza contra el suelo…
En mis nuevas memorias hay mucho abuso físico de parte de profesores e iguales, no entiendo por qué esta chica no se quejaba con su abuelo, pues en esta ensalada de recuerdos que estuve revisando como si estuviera viendo una película, ella nunca habló con su abuelo y todos aquí se aprovechan, la desprecian y la maltratan, le suelen decir que sus padres la abandonaron y que su abuelo no la quiere… Si ella lograba ser un personaje fuerte, sería la heredera de este santuario, y este lugar es el que rige las reglas para todo aquel que pise la montaña.
Como todos codician el puesto, si no me maltratan por quererlo ellos, lo hacen para colocar a alguien que ellos puedan manejar.
Por el momento tengo que cuidarme de dos grandes familias quienes enviaron a la mayoría de mis profesores, como ”regalo “para aportar a mi enseñanza. Ja no me digas… ya verán… no soy vengativa, pero las cosas crueles que le hicieron a esta niña no las soportaré, primero me vengaré y luego escaparé, buscaré trabajo y estudiaré fuera de esta montaña… Pero lo primero es conseguir aliados… Va lo primero es conseguir una comida decente... Muero de hambre, espero que sea deliciosa la comida de aquí, cuando estaba pensando en un rico filete de carne con papas, se abre la puerta y una joven con mirada arrogante habla
-Por fin despertaste, aquí está tu comida-
Deja de mala gana una bandeja con un trozo de pan y un vaso de agua, cree que voy a comer eso… no sé ni como se llama esta chica, pero se metió con la persona hambrienta equivocada…
Me levanto la miro de arriba a abajo y la ignoro, me coloco el kimono como puedo y acto seguido camino pasos firmes hacia la salida, podía escuchar sus gritos diciendo donde iba, yo seguí firme hacia mi destino, el mismo era la cocina.
Busqué en mis memorias para donde ir mientras esa mocosa me seguía, escucho a alguien sufrir y la voz imponente de un hombre mayor, mis piernas se manejaron solos hasta donde venía el ruido veo una puerta entre abierta y joven un poco más grande que yo en edad, estaba recostado en el suelo del templo, una mujer lo tomaba de la mano, su torso estaba al desnudo y mi abuelo al lado contrario que esa mujer, había hombres con trajes negros por todo el salón, al estar viendo que hacían siento una mano que me zamarrea y comienza a gritarme, el hombre mayor se gira y se acerca a la puerta donde yo me encontraba, en realidad eran secundarios tanto mi abuelo como esa chica, mi vista estaba centrada en ese muchacho, a su alrededor había una sombra negra que parecía que lo absorbía, podía ver todo lo que pasaba… El hombre abre de pronto la puerta y habla
-¿Qué hacen aquí… tú porqué zamarrearás así a mi nieta?-
-Señor ella no me escucha, le envié la comida, pero fue muy maleducada y me ignoró-
En ese momento vi la mano de la chica que venía hacia mi rostro en busca de mi mejilla, cuando el hombre le toma la muñeca a centímetros de mi rostro y empuja a la muchacha
-¿Cómo te atreves a tratar de golpear a mi nieta ante mis ojos? Alguien llévese a esta inútil, no la quiero volver a ver-
Con su mirada dura el hombre mayor me toma de los hombros
-Ven siéntate espera que termine, tengo que lograr sacarle a un fantasma que lo está acosando, el muchacho la está pasando mal-
-¿El fantasma es esa sombra negra que quiere absorberlo?-
-¿Puedes verla?-
-Si abuelo ¿Cómo no voy a poder verlo? ¿Acaso no puedes verlo?-
Mi abuelo se vio sorprendido por mi respuesta
-No, solo lo siento yo, ¿quieres ayudarme a crear un talismán en el cuerpo de este joven para que las sombras no se le acerquen?-
-¿Estás seguro de que podré?-
-Ya veremos, yo te ayudaré, te diré que hacer-
Nos acercamos ambos al joven, era muy guapo, parecía que tenía dieciséis años, pelo negro y buena compleción, no podía relacionarlo con la novela…. Tengo que tener en cuenta que tal vez este chico no tenga nada que ver, ya que la trama comienza cuando yo tengo dieciocho años y a mis veinte sería mi final…
Al colocarme al lado de mi abuelo la mujer habla
-¿No es muy joven esta muchacha?-
-No se preocupe es mi nieta, solamente está aprendiendo el oficio y creo que será de ayuda para su hijo-
El joven sufría, en un instante abre los ojos y se vio el miedo, se ve cómo observa la sombra y comienza a temblar, en ese momento le tomo la mano
-Oye ¿cómo te llamas chico?-
El chico al sentir mi toque se gira y me queda mirando sin comprender
-Dime ¿Cómo te llamas?-
-Emm.. Alejandro-
-Bien Alejandro, ¿puedes ver esa sombra?-
-¿Tú también la ves? Quiere hacerme daño ¿no?-
-Si la veo y calculo que al absorber tu energía te quiere dañar-
Todos nos miraban sorprendidos hasta mi abuelo no podía creer lo que veía…. Pues soy una chica acostumbrada a consolar, no olvidemos que mi alma tiene veintiún años aunque mi cuerpo sea de doce, además de donde vengo solía calmar niños más chicos en medio de los largos tratamientos
-Necesito que estés calmado así mi abuelo te ayuda ¿sí?-
-Si, como digas-
Mi abuelo trae una pintura hecha con flores del jardín del santuario, al ser purificadas y crecer en terreno sagrado se obtiene una especie de tinta media rojiza, mi abuelo dibuja un símbolo en el corazón del joven y me pide que concentre mi energía en ese círculo y lo presione… acto que realizo sin estar muy convencida, esto solo lo veía o leía en novelas de ficción… cuando mi abuelo me grita
-¡Chica concéntrate en lo que haces!-
-No me grites que no vendes nada hombre… ya me concentro ya me concentro-
Nunca esta chica contesto ante la hostilidad, por lo que mi abuelo se quedó por un segundo sorprendido, pero hizo una media sonrisa y apoyo su mano sobre la mía y la guio, ayudando que las partículas de energía que veía a mi alrededor se acomoden en la palma de mi mano y al apoyarla en el pecho del chico el brillo se hizo más intenso
-Siento que me arde… ¡Duele!-
La mujer quiso intervenir, pero mi abuelo la freno, así que opte por tranquilizar al chico
-Confía en nosotros Alejandro, el abuelo no dejaría morir a nadie… soporta un poco más el dolor-
-Confiaré en ti-
Siento como me apretaba la otra mano que el joven aún sostenía, seguía temblando del miedo… una vez que la luz deja de verse mi abuelo me hace levantar la mano. En el corazón del joven quedo una pequeña marca de mariposa, la cual acaricie inconscientemente
-¿Qué es esto abuelo?-
-Esa es tu marca de magia, mientras posea esa marca ningún ser maligno querrá volver a tomar su cuerpo, se ve que tienes una magia muy poderosa, es una marca fuerte… Lo importante muchacho ¿Cómo te sientes?-
-Mejor, no sé qué hicieron, pero ya no veo a esa sombra que me perseguía-
-Si te sientes bien, deja de agarrar la mano de mi nieta... Y tu mocosa deja de tocar esa marca, ya la viste-
En ese momento el chico se sonrojó y me soltó rápidamente, comenzando a abrocharse la camisa que tenía abierta y yo solamente reía, hasta que mi estómago comienza a gruñir
-Abuelo me dio hambre, me voy a la cocina-
-Vete, vete niña-
-Espera un segundo-
la mujer que no se movió nunca desde que ingrese a este salón me toma de la mano y me da un colgante raro en forma de un dragón con las iniciales B.S.A.
-Cuando necesites algo en el futuro búscame mi nombre es Olga Bíter Belmont, muestra este colgante en cualquier empresa con ese logo, yo te contactaré y ayudaré… nunca lo pierdas niña-
-Gracias señora, es muy amable… Me retiro porque muero de hambre-
Así me fui en busca de la cocina, ahora tenía más hambre que hace un rato…
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