¿Persona favorita? Caleb Abels.

¿Materia favorita? No importa mientras comparta clase con Caleb Abels.

¿Meta a corto plazo? Conquistar a Caleb Abels.

¿Meta a mediano plazo? Comprometerme con Caleb Abels.

¿Meta a largo plazo? Casarme con Caleb Abels y tener sus hijos.

Estudiante más popular del ciclo actual. Caleb Abels.

Caleb Abels es un estudiante de cuarto semestre en psicología, ama su carrera, tiene buenos amigos. Conoce a mucha gente, siempre que camina por el campus más de diez personas le saludan. No hay nadie en la universidad que no conozca a Caleb Abels. Así es él de popular.

Tiene enemigos, pero ninguno bastante intenso o molesto, simples sujetos que no lo soportan o lo ven como un rival o mujeres rencorosas por el rechazo, algunas un poco obsesivas.

Tiene fama de ser un ángel, su belleza deslumbra a cualquiera que lo vea. Tiene personalidad. Tiene inteligencia. Tiene buen cuerpo, una grandiosa retaguardia y bastante dinero. ¿Qué más necesitaría alguien como Caleb que lo tiene todo? Por supuesto, una novia.

Muchos relacionaban a Caleb con una chica igual de popular que él, aunque muchas fanáticas de Caleb quisieran negarlo, ambos hacían una pareja de cien. Amberlly Preston, la chica de cuarto semestre de criminología, ambos se conocen, han participado en eventos de caridad y de la universidad, hacen equipo la mayoría de las veces.

Cualquiera pensaría que son la pareja perfecta que puede tener hijos perfectos.

Pero eso es todo lo contrario. Caleb Abels tiene novia, y no cualquier novia. Nada más y nada menos que la más perra de la universidad: Gretel Wagner.

Gretel tiene historial, si le preguntarás a un policía cuántas veces a visto a Gretel en su vida como policía, todos los policías de la ciudad dirían que mínimo una vez. Arrestada por asalto. Por manejar un arma sin permiso. Exceso de velocidad. Conducir ebria. Portar drogas. Todo eso y más puedes encontrar en sus antecedentes penales. Ha sido demandada más de cinco veces. Estuvo en la correccional para menores cuando tenía dieciséis. Duro tres meses. Ha pagado tantas fianzas como para pavimentar de nuevo toda la ciudad.

No le molestan las malas habladurías sobre ella. Tampoco le importa acostarse con tres hombres a la vez, mucho menos le interesa si fotos de ella comprometedoras son circuladas por toda la universidad. A ella no le interesa nada de eso, porque siempre la venganza sabe mejor.

Un ex novio de Gretel envió sus fotos desnudas a cinco de sus amigos, al día siguiente, ellos seis habían desaparecido. Las cinco demandas, nunca continuaron porque retiraron los cargos y las víctimas se fueron de la ciudad. Salió a los tres meses de ingresar a la correccional por supuesto buen comportamiento, misteriosamente el jefe de la correccional decidió renunciar ya que estaba forrado de dinero, lo suficiente para mantener a tres de sus generaciones siguientes.

Todos hablan de ella, ninguno confía en ella, entonces, ¿por qué el Dios de la universidad saldría con el peor demonio de todos los tiempos?

Gretel

Anoto lo que viene en la pizarra en mi laptop. Lo hago tan rápido como puedo antes de que el profesor decida borrar los apuntes y terminar la clase. En una esquina de la pizarra veo la tarea pendiente que acaba de dejar, una investigación. Escribir un ensayo de una persona que conozcamos y nos parezca interesante. Un diagnóstico prácticamente. Una persona que conozca... conozco a mucha gente, pero si uso a uno de mis más cercanos para diagnosticarlo, él terminaría en el manicomio, sonrío divertida de solo pensar en esa persona encerrado en un manicomio. Sería satisfactorio para mí.

—Con esto, terminamos la clase. Muy bien, muchachos, los veo la siguiente semana, traten de descansar, el examen se acerca, no quiero tonterías de respuesta, ¿de acuerdo? —dice el profesor sacudiendo sus manos, dándole fin a la clase. Todos aceptan en coro, aunque eso es falso. Cierro la laptop y la tomo junto con mi mochila para salir del salón—. Señorita Wagner, por favor venga —me detengo cinco segundos de lo que estaba haciendo, para ver al profesor que no me observa, sabe que iré si me habla, veo a los alrededores, nos estamos quedando solos. Suspiro, no me queda de otra. Bajo los escalones hasta llegar a su podio, levanta su mirada una vez que llego enfrente de él—. Tienes que hacer equipo con alguien, necesito el nombre de tu compañero. No puedes simplemente hacer el trabajo sola, es bastante pesado para una persona, no dudo en que seas capaz de completarlo, pero no quiero que te desmayes a mitad de la excursión —comienza a sermonear. Hago una mueca.

—Si no lo ha notado profesor Craig, nadie quiere ser mi compañero. Evito causarles traumas a mis compañeros guardando la oportunidad de ser mi pareja en el equipo, por eso, prefiero hacerlo sola —suspira cansado, como si lo hubiera agotado completamente, me ve a través de sus lentes redondos.

—Sabía que responderías eso, por eso te dije con anticipación del trabajo. Ya que planeas hacerlo por tu cuenta, me encargaré de conseguirte una pareja para que completes el trabajo. Lo harás sin rechistar Wagner, tengo un grupo de veintidós personas, número par, habrá alguien que quiera ser tu compañero, incluso si no, será mi turno de elegir a las parejas. Puedes irte.

—Lo odiarán si hace eso profesor —se ríe entre dientes, no le importa recibir odio.

—Por cierto, no te metas en ninguna pelea el día de hoy —me pide mientras me marcho, sonrío divertida una vez fuera del salón.

Tengo mi siguiente hora libre, así que puedo ir a comer. Mientras camino para ir a la cafetería, escucho bastante ruido de un lado. Ni siquiera volteo a ver, no me interesa la bulla que hagan.

—¡Cuidado! —gritan, sigo avanzando hasta que siento unos brazos rodearme y un cuerpo aplastarme por completo, me encojo sorprendida y escucho un golpe. Veo al sujeto que me salvo de no sé qué, me encuentro con una dulce mirada de ojos miel, mejillas sonrojadas, cabello castaño claro y sudoroso, el sujeto se aleja de mí y lo identifico de inmediato—. ¿Estás bien? ¿No te golpeó el balón? —me alejo de unos pasos y visualizo un balón de soccer a lado de nosotros.

—Estoy bien, son unos idiotas —murmuro molesta. Le doy la espalda y sigo avanzando, logro escuchar chillidos de mujeres de preocupación.

—¿Caleb, estás bien? Ese golpe debió doler.

—Debiste dejar que esa perra se golpeará —ruedo los ojos y me largo de ahí, antes de meterme en problemas por golpear a una estudiante en la universidad.

Caleb

—Está loca —exclama Kevin, no volteo a verlos porque sé que llegarán hasta mí, siempre hacen eso, llegan después que yo a cualquier clase, pero siempre me localizan y se acercan a mí, no me equivoco, cuando segundos después, Kevin, Steve y Lance se sientan alrededor de mí, estoy en medio junto con Kevin, que parece estar molesto, lo cual no es muy común—. Mi balón murió por su culpa, lo abrió con una navaja, ¿quién trae una navaja a la universidad? —se exalta, Steve rodea mis hombros con su brazo y se inclina para que Kevin pueda verlo.

—¿Y lo viste todo?

—Nuestros ojos no se separaron en ningún momento desde que tomó el balón hasta que lo abrió como una loca psicópata —se sacude por el miedo y luego suspira—. Como sea, me da excusa suficiente para comprar uno nuevo, aunque le guardaré rencor por esto, maldita Gretel —eso llama mi atención.

—¿Gretel Wagner abrió tu balón? —pregunto interesado, Kevin asiente y hace un puchero—. ¿Por qué lo hizo?

—No lo sé, está loca. Los locos no necesitan motivos para hacer lo que sea que hagan —se encoge de hombros y niego con la cabeza.

—Ella siempre actúa con motivos, o eso es lo que escuche, ¿no es así? —insisto, los tres se quedan callados pensando en algún motivo, hasta que Lance chasquea sus dedos y llama la atención.

—El otro día, mientras jugábamos, lanzaste el balón hacía su dirección, por suerte no la golpeaste gracias a nuestro héroe —me señala Lance, todos asentimientos, de acuerdo con que ese es el motivo, aunque no la hayamos golpeado, el simple hecho de que pudimos haberla golpeado es motivo suficiente para abrir el balón de Kevin, el susodicho suspira dramático.

—Lo rumores nunca mienten, está loca y es una rencorosa, por eso es por lo que no tiene amigos ni amantes —ladeo mi cabeza, todavía más interesado en sus palabras.

—¿No tiene novio? ¿Ni siquiera ex? —pregunto, indagando un poco en los chismes sobre Gretel Wagner, no es que crea en todo lo que dicen, pero creo que muchas cosas sobre ella son reales, mis amigos no parecen confundidos por mi interés, ni siquiera les molesta contarme lo que saben, los chismes mueven mucho la curiosidad de los hombres, supongo que todos los hombres tienen su lado chismoso.

—Su último novio fue hace un año, creo. Ella es muy rara, cualquiera que le pida una cita o ser su novio, ella acepta, el problema es que ninguno puede controlarla o seguirle el ritmo, la mayoría termina con asuntos legales y serios problemas de estrés, lo que más caracteriza a Gretel, es que ella jamás ha roto con ninguno de sus novios —inicia contando Lance, Kevin y Steve asienten, estando de acuerdo con el mismo rumor o chisme, lo que sea, ambos van de la mano. Es extraño que no haya escuchado ninguno durante estos casi dos años y ellos lo sepan todo.

—¿Ella nunca ha roto con nadie? ¿Entonces por qué se queda sola? —si fuera su novio, no creo poder romper con ella, aunque no estoy seguro, nunca he tenido ninguna relación, la mayoría son pruebas de ver cómo funciona, al final todas me dejan porque creen que soy demasiado bueno o altero sus nervios porque hay muchas mujeres detrás de mí, o esas son algunas de las excusas que me dan antes de botarme.

—A ella siempre la dejan, de sus cinco relaciones que ha tenido en la universidad, eso es lo que se ha comentado, los cinco la han dejado, pero ese es el problema, a ella le gusta que la dejen para después vengarse, les hace la vida imposible.

—Algunos dicen, que una vez que te enredas con ella, jamás terminas, ni siquiera estando a kilómetros de distancia, jamás podrás huir de ella del todo —termina por decir Steve—. Da terror involucrarse con ella —antes de que vuelva a preguntar por otra cosa que sepan, Lance me golpea con fuerza en la espalda, lo miro confundido y justo entonces vemos pasar a Gretel, ni siquiera nos dirige una mínima mirada, ella se mantiene con la vista enfrente y se sienta muy alejada de todos.

—Terror —susurra con horror Kevin. Inicia la clase y yo me mantengo viéndola de vez en cuando durante los cincuenta minutos.