Un vestido blanco sucio y rasgado. Un cabello hermoso pero despeinado. Parecía ser la imagen perfecta de la desilusión.
Se veía perdida y cansada, como si hubiera corrido por kilómetros sin descanso y sin rumbo fijo.
Sola y asustada recostada en el suelo en medio de la penumbra que causaban grandes árboles.
Una mujer de unos veinticinco años, muy bella, aunque su rostro estaba manchado del sucio lodo que también cubría su hermoso vestido. ¿De qué huia? ¿O de quién? Sólo ella parecía saberlo porque nadie más estaba a su alrededor.
¿Dónde pasaría la noche que ya se acercaba? El bosque era un lugar peligroso y en especial para una mujer.
Pero se sentía tan cansada. Y no sólo físicamente. Su alma estaba adolorida. Y su mente parecía ya no dar más. Rendida se abandonó a su suerte y se quedó dormida..
¡Mire eso señor!- Dijo curioso un muchachito
¿Que es lo que vez Andrey? - le preguntó un hombre alto y delgado.
Es.. Sí, ¡Es una muchacha señor!
¿Esta muerta? - preguntó intrigado - ¿Quién se podría atrever a dejar el cuerpo de una mujer en sus tierras? - Eso ameritaba una investigación y en su mente ya tenía al detective a quién le pediría investigar el caso - Su mente volaba a mil pensamientos por segundo imaginando lo que le harían a aquel canalla que fue capaz de asesinar a una chica tan joven
¡Esta viva señor! - dijo el muchachito emocionado - Su pulso está muy débil señor pero sigue viva
Abre paso Andrey la llevaré a mi casa ¡y tú corre por el medico!
Sí, sí, ¡Eso haré señor! - Aquel muchachito después de abrir la puerta del auto de su patrón y de ayudar a acomodar a la muchacha en el auto salió corriendo a más no poder por entre el bosque. Ese era el camino mas corto para llegar a la casa del doctor Harrys.
¡Doctor! ¡doctor! - Gritaba Andrey golpeando la puerta - ¡Abra doctor!
¿Que pasa muchacho? ¿Porque gritas y golpeas mi puerta como si quisieras tirarla? - le preguntó el doctor después de abrir la puerta sobresaltado de la urgencia con que aquel muchacho insistía en que la abriera
Doctor el señor Buster y yo regresabamos de la ciudad y vimos en el bosque debajo de unos árboles a una muchacha parecía como muerta ¡Pero no lo está doctor! - jadeante el muchacho se detuvo para tomar aire y continuó - Pero esta muy débil y si usted no va ¡se va a morir doctor!
¡Vamos entonces! ¿Que estamos esperando? - le dijo el doctor, tomando su pesado maletín y las llaves de su auto
Mientras ellos iban rumbo a la casa del señor Buster, el señor Pablo Buster que era un hombre retirado que había comprado esas tierras para pasar sus últimos años en la tranquilidad del campo, lejos de la bulliciosa cuidad donde trabajo por años.
Llegaba en su auto y daba órdenes a sus sirvientes para que llevarán a la muchacha, que se veia bastante pálida a una habitación y la asearan antes de que llegará el medico.
Un sirviente alto y fuerte la cargo en sus brazos y dos sirvientas lo siguieron. Todos parecían alterados y preocupados por la joven extraña que parecía languidecer en los brazos de aquel sirviente.
Pronto las mantas y el agua caliente cubrían a la joven que se veía cada vez más bella conforme la limpiaban.
¡Pobrecita! ¡Mira! ¿Que animal podría haberle hecho esto? Mira esas marcas en su espalda - decía con tristeza una de las sirvientas
Él que se lo hizo ¡debería estar en la cárcel es allí donde deberían estar esos delincuentes despiadados!
Tienes razón Estela.. ¡Pobre niña!
¿Terminaron? - Preguntó el señor Buster
Ya señor.. Sólo recogeremos todo esto y ..
¡Lo quemaran! - dijo el señor Buster, mirando con tristeza el rostro pálido de la joven que llacia en la cama. Pudo ver marcas en sus brazos de manos que la sujetaron con violencia. De la pena por lo que pudo sufrir la chica no quiso mirar más. Salió de la habitación dolido y esperanzado de que pudiera superar lo que había vivido..
El médico llegó y subiendo a toda prisa llegó hasta donde llacia la joven. Le bastó mirarla para darse cuenta de que había sido atacada.
Sólo una de las sirvientas estaría con él mientras la revisaba y veía como podría ayudarla.
¡Pobre chica! ¿Cómo va a vivir con eso? - lloraba la sirvienta. Una mujer regordeta y de mejillas sonrosadas.
Señora Trudy, ¡Eso no lo sé! Por ahora me preocupa que viva. Parece no querer hacerlo - Exhalaba el doctor, como si hubiera hecho una tarea titánica al tratar de curar a esa bella jovencita
¿Como está Harrys? - le preguntó el señor Buster al doctor
¡No muy bien amigo! ¡Fue atacada! Lamentablemente ¡está embarazada!
¡Tan pronto! - dijo con asombro el señor Buster
Nooo.. ¿Como crees? - Tiene dos meses y según me dijo Trudy traía un vestido de novia cuando llegó. Supongo que iba a casarse con el padre del niño. Y algo debió salir mal y después no sé.. Algo paso y - alguien la atacó..
Por suerte no le hicieron daño al bebé - dijo el médico aliviado
¿Por suerte? ¿Y no has pensado que huía del padre del niño? - le preguntó al médico. Su mirada puso al doctor en retrospectiva
¡Tienes razón! Si deseara al niño lucharía por vivir, ¡Y no lo hace! - Comprendió el médico
¿Te das cuenta? ¡ese niño no debe nacer! ¡Ocupate de eso! - le ordenó el señor Buster al médico. Mirandolo con severidad
¡No puedo hacer algo así! Además Pablo esa debe ser la decisión de ella, ¡No la tuya ni la mía!. ¡Es su hijo! - le reprendió Harrys
Ese bebé solo le recordará su desgracia. ¡Ella no será feliz! Ni su hijo tampoco. ¿Y quién la tomará por esposa? ¡Ah! Con un hijo de quién sabe que malnacido que le hizo esto
- El señor Buster estaba indignado y muy preocupado por la pobre muchacha que parecía querer morirse. Obviamente esa pobre muchacha había sufrido mucho.
Le envolvían sentimientos de ira y recuerdos de dolor. Él no podía tener hijos y por eso nunca se casó. Ahora había un pobre inocente en el vientre de una desconocida y él quería deshacerse de él. Se sentía frustrado y confundido. Indignado y angustiado.
Dime Harrys. ¿Que harías tú?
Esperar a que ella despierte y tratar de hablar con ella..
Y.. ¿Cuándo crees que eso suceda?
No lo sé Pablo.. ¡Está muy triste! La pobre chica no parece convencida de querer seguir viviendo - Dijo preocupado el doctor
Tú te encargarás de mantenerla con vida y yo.. Yo me encargaré de lo demás.- Algo en ese ¡Lo demás! No le gustó mucho al doctor Harrys. Conocia demasiado bien a su amigo y algo en sus palabras no le gustaba mucho. Pero sabía que preguntarle sería en vano. Cuando Pablo Buster se cerraba era una tumba.
Los días pasaban y la señorita mejoraba pero no abría los ojos. Ya no se veia pálida y sus labios se veían vivos y rojos. Sus cabellos bien peinados por Trudy que le había tomado mucho cariño se veían suaves y bien cuidados. La joven mujer no parecía ser pobre. Su piel y sus facciones demostraban fineza y su belleza sin querer hacía que Buster la contemplará más de lo que debía.
A Harrys ese detalle no se le escapaba. Y le preocupaba lo que su amigo máquinaba en su mente.
Todos en la casa esperaban ansiosos a que la bella muchacha despertara.
Hasta que una noche mientras Buster leía junto a la cama de la muchacha velando su sueño algo sucedió..
No.. ¡Noooh! ¡Por favor noooh! - la muchacha ahogaba sus palabras entre lágrimas y gritos suplicantes
Levantandose del sillón se acercó a la muchacha y tomó su mano. Tratando de influirle paz y seguridad. Y lo consiguió. No era la primera vez que ella lloraba aún dormida. Y Buster tomaba su mano que aún débil ella no rechazaba. Su mano le daba tranquilidad. Esa noche ella se aferró a su mano y no la quiso soltar.
El sol salió y el señor Buster se había quedado dormido a los pies de la cama de la muchacha y al despertar aún ella no soltaba su mano. Sus dedos estaban adormecidos pero aún así decidió no soltarla
Algo se anidaba en la mente de Pablo y conforme pasaban los días se fortalecia dentro de él.
A todos en la casa la presencia de la linda señorita ya no les era extraña sino agradable. Todos se preocupaban por su salud. Y nadie quería preguntar ¿de dónde había venido o quién era? Veían al señor estar atento a ella. Pasar horas enteras cuidandola y dándole a sus horas los medicamentos. Su cuidado tan esmerado debía dar sus frutos
Trudy veía como ella cada vez que se sentía aterrada buscaba la mano del señor Buster. Que no se despegaba de ella desde que dio indicios de querer despertar. Al parecer no abría los ojos por miedo a lo que pudiera ver o encontrar a su alrededor. Se veía tan asustada cuando algo en su interior la hacía llorar..
A Pablo esas lágrimas le dolían y lo indignaban contra el miserable que la lastimó. Hasta que una noche ella gritó: ¡Dejenme! ¡No me toquen! ¡Aleksey ayúdame! ¿Como puedes dejar que me hagan esto? - de pronto se levantó de la cama y quiso salir corriendo como si alguien la persiguiera ..
¡Tranquila! ¡Estás a salvo! ¡Tranquila! - le dijo Pablo sin tocarla. Estaba en estado de Shock. No parecía ver a nadie, las imágenes en sus ojos la tenían nublada. No había nadie en la habitación para ella más que aquellos hombres y ella..
Tranquila...¡Todo está bien! Acuestate, descansa, ¡aquí estás segura! - le decía Pablo tratando de tranquilizarla - Pero ella se veia aterrada y lo único que quería era correr y salir de ahí..
Cuando trato de huir, Pablo la tomó de la mano y ella recordó esa sensación de paz y seguridad que le hacía sentir esa mano mientras dormía y reconociendola se echo en sus brazos y lloró hasta el cansancio en los brazos de Pablo.
Cuando ya no podía más se quedó dormida y Harrys le inyecto un cedante para tranquilizarla
Antes de quedarse dormida otra vez, le dijo a Pablo: ¡Quédate conmigo! ¡Por favor! ¡Para siempre! Y cerrando los ojos se quedó inmóvil
¡Pobre muchacha! No fue uno como creímos, ¡Fueron varios! ¡Bestias inhumanos! - Expresó indignado el doctor
¡Voy a casarme con ella cuando despierte y le daré mi nombre a su hijo! - dijo Buster completamente convencido
¡Claro que No! ¿Te volviste loco? ¡Ella nunca va a llegar a amarte! Es demasiado joven ¡Podría ser tu hija o tu nieta! - dijo el doctor
No seas tonto Harrys, ¡Eso lo sé! Ella necesita protección y ayuda. Necesita cobijo y abrigo de alguien en quien confiar. La veo como a la hija que pude tener con Alisa y que no pudimos tener. Ella se vio obligada a tomar marido cuando sus padres supieron de mi esterilidad.
Nos amabamos, de hecho yo la amaré siempre. Pero esta chica me recuerda tanto a ella. ¡La voy a proteger! Tendrá lo que necesita y ningún malnacido le hará daño otra vez..
Vaya.. Por un momento me asustaste. Creí que te habías enamorado de la muchacha - Dijo aliviado el doctor
No, mi corazón pertenecera por siempre a Alisa y ella lo sabe. De hecho amigo.. Te confesare algo: Alisa y yo estuvimos juntos varias veces. Cuando murió su esposo yo quise ser su próximo marido. El que ella amaba . Pero sus hijos resultaron ser el pero entre los dos. Y no podía hacerle eso. Así que me mudé aquí. Para no lastimarla y para no sufrir al verla y no poder estar con ella. ¡Esa es mi historia amigo! - le confesaba Pablo a su amigo el doctor Harrys
¡Adoptala! ¡No tienes que casarte con ella! - le pidió Harrys
¡No! Ser su padre no le dará el respaldo que ella y su hijo necesitan. Ser su marido ¡Sí! Y si algún día me encuentro con el miserable o los miserables que le hicieron esto - ¡Que se cuiden!
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