Era un día muy tranquilo en la hacienda, June y yo estábamos en la cocina preparando el almuerzo, era inusual porque siempre había algo, pero este día era tan pacifico que parecía extraño, de un momento a otro se escucharon unos gritos desesperados – auxilio, ayuda alguien que me salve, auxilio no, no, no, no lo haga señor no me pegue, no me pegue.
June se sobresalto dejando caer unos vaso, con su voz asustada le dice.- ¡dios mío Liz! ¿Qué es lo que pasa? ¿Qué es eso?
June era nueva en la granja y no estaba acostumbrada a las cosas terribles que ahí sucedían; suspiro profundo, con mi voz tranquila le digo.- ¡June! No te preocupes es algo normal, es el señor James, debe a ver castigado a uno de los trabajadores por que cometió un error, debe de estarle pegando con el látigo.
Junes con su voz llena de miedo me dice.- ¡dios mío Liz! ¿Cómo es que lo tomas tan normal? Es, es inhumano en este siglo que alguien le pegue a sus trabajadores de esa manera ¿no deberíamos ir ayudarlo?
La miro con mis voz inquieta le digo.- no, no te entrometas en los asuntos del jefe, es el único que sabe lo que hace, si te inmiscuye siendo una empleada nueva puede ser que también te castigue a ti.
Junes me dice con su voz insegura.- ¡Liz! ¿No tienes miedo? ¿No te dan deseos de correr?
Con mi voz resignada le digo.-Ya estoy acostumbrada tengo muchos años viviendo en esta hacienda no es de hoy lo que estoy pasando lo que sucede aquí.
Mientras seguíamos en la cocina detrás de las puertas se oían los gritos y las personas con su voz suplicante diciendo.- señor por favor no le pegue más solo fue un error, no le pegue mas solo fue un error.
Mientras yo y June continuábamos nuestra labor; June estaba ligeramente nerviosa, no sabía si salir ayudar a los otros trabajadores a suplicarle o hacerme caso y quedarse conmigo, mientras esa situación se resolvía.
Habían pasado ya varios minutos, las cosas parecían calmarse, cuando de pronto la puerta de la cocina se abrió y entro ella ¡mi tía Khloé! Con mi voz curiosa le digo.- ¡Tía! ¿Qué es lo que está sucediendo afuera?
Mi tía con su voz inquieta me dice.- ¡Liz! Fue uno de los trabajadores, dejo salir alguna de las reses y se han perdido; el señor Jemes está seriamente enojado, nadie puede controlarlo, no sabemos qué hacer, ya ha golpeado muchas veces al empleado, pero ninguno se atreve a detenerlo. Incluso cuando el capataz intento ayudarlo también fue seriamente reprendido, está muy enojado ¿Qué podemos hacer?
June con su voz tensa dice.- ¡señora Khloé! Es realmente terrible, cuando empecé a trabajar aquí escuche de la mala reputación del señor, pero nunca pensé que todo lo que se decía de él era cierto, en pocos días me he dado cuenta de todas las cosas terribles que hace y nadie se atreve a desafiarlo. Tengo tanto miedo que quiero renunciar.
Mi tía le dice con su voz seria.- ¡June! Acostúmbrate niña, si quieres trabajar aquí, si quieres obtener dinero para tu familia, tienes que soportar, solamente tienes que seguir las reglas y no cometer errores; al señor Jemes no le gustan los errores, ni las personas que lo cometen.
Con mi voz tranquila le digo.- ¡Tía Khloé! Ya le he dicho a June que el señor Jemes tiene un mal temperamento, pero solamente con las personas que cometen errores, a él no le gusta que las personas cometan errores o les mientan, es un hombre sumamente especial.
June con su voz llena de miedo dice.- no creo que pueda acostumbrarme a los gritos, a los castigos, no sé si podría soportarlo.
Con mi voz tranquila le digo.- tienes que soportarlo, si realmente quieres quedarte en la hacienda.
En esos momentos donde estaban los gritos, los nervios y todas esas emociones encontradas, mi mente divagaba hacia mis recuerdos pasados, hacia todas esas cosas que sucedieron en el momento que llegue a esta hacienda; no de hoy que suceden las cosas que están sucediendo en este momento. Aunque la chica nueva crea que esto es lo más terrible que puede ver aquí, realmente hay muchas cosas que han pasado y que quizá pasaran en un futuro, que no son ni la sombra de un simple castigo a un trabajador por que dejo escapar las vacas, incluso por cosas más insignificantes el señor James a castigado a sus trabajadores, por cosas que ni siquiera pasaron, que ni siquiera existieron, pero sin embargo él ha dado castigos horribles, terribles y crueles a personas inocentes, que tuvieron que pagar los crímenes de otros en el pasado y quizás sucedan otra vez en el presente, no se sabe si también en el futuro.
Mis pensamientos fueron cortados por Jack que entro con rapidez a la cocina, nervioso y diciendo.- Llamen al médico, llamen al médico, el jefe a golpeado demasiado al empelado y creo está demasiado herido tenemos que llamar al médico para que lo curen.
Mi tía Khloé corrió asía la sala para llamar al doctor, todos estaban asustados y Jack estaba visiblemente nervioso, era la primera vez en mucho tiempo que el jefe hacia semejante castigo a un empleado por un error tan pequeño. Pero hay motivos de sobra para que él tenga mucha ira, día atrás había sucedido algo que lo tenía realmente molesto su última novia se había escapado con otro hombre, es normal que en esta hacienda entren y salgan mujeres; desde que tengo memoria he visto muchas mujeres desfilar por esta casa, por esta hacienda, por cada rincón de estas tierras detrás de nuestro jefe.
Con mi voz intranquila le pregunto. ¡Jack! ¿Es tan grave la situación?
Jack con su voz nerviosa e insegura me contesta.- ¡Liz! El jefe realmente estaba muy rabioso, parece que el asunto de la señorita que se fue, lo ha puesto muy irritable, por lo que desahogo toda su ira con el pobre Peter. Es terrible pero creo que ya se ha cansado de golpearlo, creo que si encontramos el medico rápido las cosas no llegaran muy lejos, los otros trabajadores se lo llevaron a las habitaciones de los empleados, cuando el medico llegue trataremos sus heridas, espero que puedas ayudarnos.
Con mi voz calmada le contesto.- no te preocupes Jack, yo me encargare de todo cuando el medico llegue seré la primera en estar ahí para ayudar a Peter.
Mire hacia un lado a ver en que estado se encontraba June, la mire como se puso en shock al escuchar el estado de Peter; no sé si esta pequeña chica podrá aguantar mucho más en esta hacienda. Hace apenas dos semanas que llego y ya ha presenciado uno de los incidentes que muy a menudo en el pasado han ocurrido aquí en la hacienda.
La tía Khloé regreso de la sala, nos miró a todos y nos dice con mucha tranquilidad.- el doctor viene en camino no se preocupen, no creo que sea tan grave como para que Peter muera; fueron algunos golpes, aun que quizá haya sangre no quiere decir que este muy mal herido, quizá sean solo heridas superficiales.
Jack la miro un poco con rabia, al ver que la tía Khloé trataba de minimizar el asunto, como siempre estaba del lado del jefe y nunca veía nada malo en él, incluso cuando castigaba brutalmente a los empleados. Estaba tan irritado en su interior que ya no pudo contenerse y empezó a decir con su voz molesta.- ¡señora Khloé! Creo que usted no avisto en qué condiciones esta Peter, para que diga que solo son heridas superficiales; hasta donde recuerdo usted es el ama de llaves de la casa grande, no es enfermera, ni doctor.
Mi tía con su voz tranquila le dice.- ¡Jack! Deberías ser menos histérico, no es gran cosa te lo estoy diciendo; Peter es un hombre fuerte no pude estar moribundo por unos cuantos golpes.
Mi tía Khloé parecía visiblemente molesta por los comentarios irrespetuosos de Jack hacia ella; con su voz molesta dice.- los jóvenes de hoy son tan irrespetuosos con sus mayores, realmente no entienden sus límites.
Mire a Jack las expresiones de su rostro mostraba que había entendido, que las palabras de mi tía habían sido para él, se miraba que deseaba seguir alegando, mire como contraía su quijada para detenerse, todos sabíamos que no importaba lo que dijera nunca le ganaría; mi tía Khloé era una señora bastante hábil con sus palabras y bastante astuta, por eso tenía bastante años trabajando en la hacienda, a diferencia de muchos empleados, mi tía era la más antigua empleada de la hacienda.
Habían pasado unos minutos cuando se escuchó un vehículo que había llegado a toda velocidad, todos pensamos es el doctor que había llegado, no vivía muy lejos de la hacienda, éramos prácticamente vecinos y se le pagaba un muy buen sueldo para que viniera atender a los empleados, cuando se enfermaban o cuando eran castigados por el señor James.
La tía Khloé se apresuró a decir.- ¡June! Por favor lleva agua caliente a la habitación donde esta Peter para que puedan limpiar sus heridas.
June visiblemente nerviosa le contesto.- lo siento señora Khloé, pero yo tengo pánico con la sangre, realmente me desmayo cuando la veo.
Me apresure a decirle con mi voz calmada.- Tía no te preocupes, yo voy a ir a llevar el agua caliente; ya le dije a Jack que yo le ayudara a curar a Peter cuando llegara el doctor.
Tome una cubeta con el agua caliente y una toalla, salí de la cocina camine hacia las habitaciones y ahí estaba él en el largo pasillo, visiblemente molesto con sus ojos inyectados de sangre, la ira le brotaba por los poros; sabía que en momentos así no era recomendable hablar con el señor Jemes, por lo que simplemente pase a su lado, sin decir una sola palabra.
Esta escena entre nosotros es muy familiar, recuerdo la primera vez que vi que el jefe golpeaba a alguien fue hace mucho tiempo ya, cuando llegue a esta hacienda, pero no supe actuar de la misma manera que actué hoy, porque en ese entonces solo era una niña. Han pasado 10 años desde que llegue a la hacienda y he visto esta escena muchas veces, pero no siempre actué de la misma manera que hoy simplemente pasando a su lado sin decir una sola palabra, al verlo parado en el pasillo lleno de ira sin saber cómo explotaría si le decía algo; simplemente seguí mi camino, no dude en seguir caminando, aunque mi corazón se quedó parado en el mismo lugar donde nos cruzamos y en el mismo segundo que nos miramos, en ese mismo momento, en ese mismo lugar nos quedamos estancados en el tiempo, aunque mi cuerpo seguía caminando mi corazón se había detenido en ese lugar.
Seguí caminando sin mirar atrás con mi cuerpo y mi alma dividida; comencé a escuchar los gritos de Peter desesperado desde la puerta.- Doctor ayúdeme me duele mucho, doctor.
Escuche como el doctor con su voz calmada le respondía.- No te preocupes chico tus heridas son más superficiales que profundas, te daré un analgésico y limpiaremos tus heridas.
Abrí la puerta y entre, cuando mire la horrible escena; no es que no la haya visto antes sino que esta vez era mucha sangre. Ahí estaba yo parada mirando al doctor, cuando lo escuche con su voz tranquila que me dijo.- límpiale las heridas.
Cuando me disponía hacerlo, alguien me tomo del brazo y me arrastro fuera de aquella habitación, cuando pude voltear lo vi, era el jefe que me llevaba del brazo presionándolo con fuerza, provocándome un poco de dolor, caminábamos por ese largo pasillo con rumbo desconocido.
En esos momentos en que había entrado a la habitación vi a Peter sollozando de dolor, mientras el doctor intentaba curar sus heridas; el doctor me hizo una señal con la mano para que tomara un paño y lo mojara para limpiar sus heridas, iba a dar el primer paso, para hacer lo que el doctor me indico, cuando alguien tomo mi brazo con fuerza provocando que dejara caer lo que tenía en mis manos, mientras me saca del cuarto a rastras.
En el momento no vi quien era porque estaba de espaldas, cuando volteé a ver quién me estaba arrastrando, por dios quede helada al verlo, me jalaba mientras caminaba por ese largo pasillo hacia lo desconocido, me jalaba del brazo sin decirme nada, no sabía a donde me llevaba solo me arrastraba; cuando empezó a subir las escaleras lo supe, me llevaba a su habitación era muy extraño, era la primera vez que el actuaba de esa manera.
Cuando estaba subiendo las escaleras conmigo casi a rastras, salieron mi tía Khloé y Jack de la cocina para admirar el espectáculo; por un momento pensé que uno de ellos lo detendría, que le dirían algo pero los dos se quedaron boquiabierta admirando la situación. No sabía qué hacer en ese momento, como actuar o que estaba pensando el jefe ¿Qué quería de mí? ¿Qué estaba haciendo? ¿Por qué me arrastraba? Si cuando nos topamos en el pasillo no le había dirigido la palabra, incluso dude en mirarlo.
Aunque parte de mí se quedó con él en ese momento no dije nada, no le di una mirada desafiante, simplemente lo mire tímidamente por unos segundos y seguí mi camino hacia la habitación donde se encontraba Peter con el doctor. No sé qué va a pasar ¿por qué me lleva a su habitación? Realmente he estado muchas veces con él en su habitación, pero nunca ha sido de esta manera, él llevándome arrastras como cuando un perro rabioso se lleva un hueso para comérselo.
No me dijo nada hasta que llegamos a la puerta de su habitación, ya mi brazo estaba adolorido de tantos jalones que me había dado desde el momento que me agarro en el pasillo de la habitación donde estaba Peter, hasta que subimos las escaleras y quedamos frente a su cuarto; me soltó el brazo estaba frente a mí y lateralmente la puerta de su cuarto, con su voz seria me dice.- abre la puerta y entra.
Al escucharlo que me ordenaba me puse blanca como el papel, no sabía que responder o si debía responder o que debía hacer; me quede turbada en shock, en el limbo, eso hizo que el jefe se enfureció mucho más, escuche su voz furiosa que me dijo.- no escuchas, estas sorda, te dije que abrieras la puerta y entraras.
Lo miraba con miedo, con mi voz tímida le dije.- ¡sí!
Mientras le respondía abrí la puerta y entre, él entro detrás de mí, en ese momento estábamos él y yo solos en la habitación, hasta la respiración la sentía entre cortada, no sabía si seguir respirando o si simplemente dejar de respirar morir ahogada en ese momento, seria incluso menos tortura que la situación que estaba viviendo, no entendía cuáles eran sus intenciones, pero tampoco creía que fueran malas las intenciones hacia mí.
En todos los años que he vivido en esta hacienda el jefe nunca me ha mirado como mujer, para el simplemente soy Liz la sobrina del ama de llaves, la pobre chica que llego a la hacienda de 12 años, que ha estado aquí para trabajar con su tía, nada más, nada menos.
Un silencio sepulcral se instaló en toda la habitación, estaba tan oscuro aun que era de día las cortinas espesas no dejaban ver casi nada, ni entrar la luz, por lo que la habitación estaba oscura, no tan oscuro que no se pudiera ver a la persona que estaba frente a ti, pero si lo suficientemente oscuro para tener miedo de estar sola con un hombre en esa habitación. Lo vi caminar hacia mí, mi respiración se detuvo no sabía que iba a pasar ¿Qué era lo que él quería? Sabía que estaba muy molesto, más que por lo que había pasado con Peter, era por lo que había pasado con su última novia, una de las tantas que había pasado por la hacienda, otra que se había ido con otro hombre, que había dejado a nuestro jefe abandonado, es realmente penoso que un hombre tan rico, tan guapo, tan talentoso siempre termine siendo abandonado por las mujeres que le gustan; no sé por qué ha tenido esta mala suerte, pero hasta el día de hoy solo ha tenido desilusiones e ira.
Mientras él daba un paso hacia mí, yo daba un paso hacia tras, hasta que quede entre la espada y la pared literalmente, sentía su respiración en la nuca, mientras mi espalda estaba en el bode de la cama, me miraba con unos ojos curiosos y diversión, no sé si se estaba burlando o si estaba tratando de aprovecharse de la situación, algo que a mi interior no le desagradaba en absoluto; lo escucho que me dice con una voz divertida.- ¿cuál es tu miedo? Nos conocemos desde hace muchos años y todavía actúas como una niña pequeña ¿Cuándo vas a crecer?
No sé por qué vinieron aquellas palabras a su boca, pero realmente era una situación poco usual, como esperaba que no tuviera miedo, es algo anormal que no tuviera algo de temor cuando una bestia furiosa me acorralaba en su cuarto y era posible que intentara comerme; con mi voz apesadumbrada le dije.- no, no, no señor no es nada de eso, simplemente me sorprendí que usted literalmente me arrastrara hasta su cuarto sin decirme una palabra; dígame ¿Qué error he cometido? No creo haber cometido ningún error, ni siquiera lo mire a la cara cuando pase en el pasillo, señor se lo digo…
No termine de hablar cuando escucho su voz molesta.- cállate ¿por qué hablas tanto? No sé qué es peor que te quedes callada o que hables.
Con mi voz insegura le digo.- lo siento señor.
Escucho nuevamente su voz seria que me dice.- no pienses nada estúpido en tu cabeza, ¿qué crees? que te voy hacer algo, que te arrastre a mi habitación delante de todo mundo y te voy a…
Se empezó a reír parecía divertirse con esta situación, sus carcajadas aumentaron incluso su semblante parecía relajado, eso hizo que me sintiera más tranquila, no sé pero fue un momento entre la diversión y el horror, que aquel hombre me gritara y se riera a la ves por mis actitudes, cuando sus actitudes eran tan anormales, sospechosas; siguió riéndose pero de un momento a otro volvió a silenciar, comenzó a mirarme. Yo solo pensaba porque me miraba con esa cara, realmente cruzo un pensamiento por su cabeza, pero en ese momento me miro de una forma extraña, nunca me había mirado de esa forma antes, no sabía qué hacer, si debería salir corriendo o debería quedarme ahí hasta que me dijera que era lo que me necesitaba o lo que quería que hiciera en ese momento.
Volvió acercarse a mí con cara inexpresiva en ese momento, no sé qué cosa habrá detonado en su mente que su mirada y su actitud de un momento a otro cambiaron, simplemente se acercó, me miro de arriba asía bajo, no sé si era evaluándome, no era tan fea pero él nunca me miro como mujer, nunca miro que crecí simplemente miraba a la niña de 12 años que había llegado a la hacienda, eso era lo único que veía en mí, una niña, una pequeña niña que nunca creció; respire profundo, interrumpí sus observaciones, con mi voz tranquila le digo.- entonces señor que es lo que necesita que haga.
Miro que sonríe, con su voz divertida me dice.- ¿Qué crees que quiero que hagas?
Tratando de controlarme le respondo con mi voz algo inquieta.- no lo sé señor, si lo supiera no le hubiera preguntado ¿no lo cree usted? Incluso si me hubiera dicho que subiera a su cuarto con usted en lugar de ayudar a Peter, lo hubiera hecho sin necesidad de que me hubiera arrastrado hasta aquí, como si fuera, como si fuera una vaca siendo atada y arrastrada a un corral.
Lo miro reír por lo que le dije, con su voz divertida me dice.- tus anécdotas y pensamientos cada vez son más divertidas; solo quiero que me ayudes con unas cosas, cosas que ya no quiero soportar en mi habitación, saca todas las cosas que pertenecen a esa mujer y quémalas, no quiero nada que tenga que ver con ella aquí en mi habitación, sácalo todo y cuando regrese no quiero ver nada de ella aquí ¿entendiste? Quémalo todo no quiero nada que le pertenezca a ella en esta hacienda, en esta tierra, en este lugar, en ningún lugar ¿entendiste?
Suspiro profundamente antes de contestarle, con mi voz tranquila le digo.- si señor entendí.
Claro que entendí, que más podía querer el señor de mí, además de que hiciera algo, pensé demasiado, pensé que realmente quería, que quería hacer algo conmigo; no sé si estar feliz porque realmente él no quería hacerme nada o estar triste porque él no me hizo nada, es realmente devastador estar enamorada del jefe y que el jefe solo me mire como una niña que nunca creció. Su voz molesta me saco de mis pensamientos lo escucho que me dice.- ¿qué tanto estás pensando? Comienza.
Con mi voz decaída le digo.- si señor a hora lo hago.
Comencé a sacar toda la ropa, artículos, perfumes, todo lo que había de la chica anterior, incluso su nombre no es relevante porque ya se ha marchado de aquí, se fue con uno de los hombres de la hacienda que es vecina a la nuestra, es realmente ridículo dejar un hombre rico, guapo por uno que no es ni rico, ni guapo pero quizá aquel hombre le dio lo que el jefe no le daba y es, eso es amor.
Seguí sacando todas las pertenencias de la mujer que antes compartía la habitación con mi jefe, eran tantas cosas, que no creía que yo sola pudiera hacerlo; mientras seguía con mi trabajo él se sentó en una silla que siempre estaba aún lado del buró, con su cabeza hacia abajo pensativo, me detuve un momento a observarlo, pero cuando levanto su rostro y me miro continúe con mi trabajo. Minutos después alguien toco la puerta, volvió en sí de sus pensamientos, con su voz furiosa dijo.- ¿quién es? ¿Qué quiere?
Escucho la voz de mi tía que dice.- soy yo Khloé señor, quería saber si necesitaba que también le ayudara.
El visiblemente no dejo, dijo con su voz molesta.- no hay problema Khloé, ya Liz está siendo lo que necesito que haga, puedes seguir con tu trabajo.
Mi tía dijo con su voz ansiosa.- pero señor yo también…
Él no la dejo terminar de hablar cuando le dijo con su voz furiosa.- no me escuchaste, puedes seguir con tu trabajo, Liz puede hacerlo sola.
Mi tía Khloé con su voz resignada dijo.- sí señor.
Parecía que la tía estaba preocupada por lo que podría pasar entre el jefe y yo en su habitación, pero que podía pasar entre el jefe y yo, cuando el jefe ni siquiera me mira como mujer. Seguí y seguí sacando todo lo que había, cuando estaba todo listo y empaquetado, con mi voz tranquila le pregunte.- ¡señor! Entonces todo esto no podemos donarlo o venderlo.
Él me contesta con su voz irritada.- ¡no! no escuchaste, a hora eres tonta, quiero que lo quemes todo, que lo quemes todo, nadie va usar nada no solo en esta hacienda, ni en este pueblo, ni en este mundo no usaran nada que pertenezca a esa traidora mujer.
Con mi voz resignada le digo.- sí señor, entiendo.
Me contesto el jefe malhumorado otra vez.- espero que entiendas.
Abrí la puerta y empecé a sacar las fundas que había empacado, cuando ya solo me quedaba una ocurrió el incidente, estaba tan pesada que no la podía mover, el jefe estaba realmente irritado nuevamente, era su desgracia tener un temperamento tan explosivo; cunado intento ayudarme a sacar la funda caí sobre él, caí sobre sus brazos y ambos caímos al suelo; nos miramos a los ojos por unos segundo, nos quedamos mirándonos fijamente en ese momento comencé a temblar.
Ahí estaba yo en sus brazos tirados en el suelo y temblando a su merced, me quede en shock no podía moverme, pero en esos breves minutos pude apreciar más de cerca su belleza, el jefe era realmente guapo, alto, de piel blanca pero algo bronceado por el sol, su pelo negro lacio, sus ojos azules tan azules como el fondo del mar, cuando miraba sus ojos era como si un abismo consumiera a la persona que lo mira; creí que en ese momento dejaría de respirar, quise levantarme y deshacer el hechizo que existía en ese momento, cuando lo intente simplemente me apretó a su cuerpo musculoso y bien torneado, me sorprendí por su acción.
Todavía estaba sudoroso por el trabajo y el castigo que le había dado a Peter minutos atrás, lo escucho que me dice con su voz intensa.- ¿por qué tiemblas? Ya eres grande, han pasado 10 años desde que estas aquí ¿Qué edad tienes a hora? Déjame lo recuerdo, 22, si 22 años, incluso estudiaste en una universidad ¿no eres veterinaria? Entonces como es que una chica que a trabajando entre hombres y animales, tiembla por que un hombre la abrase ¿Qué? No me digas, qué es la primera vez que un hombre te abraza.
No sabía que podía contestar a sus cuestionamientos, no podía respirar, no sé si estaba respirando o no, ya me sentía mareada, sin pensar dije.- ¡sí!
Escucho su voz inquieta.- ¿si a qué? a que te refieres cuando dices que sí.
No podía concentrarme, con mi voz insegura le digo.- no jefe, no.
Él con su voz inquieta me dice.- no, ¿no qué? a que te refieres cuando dices que no.
Yo no podía concentrarme y cada palabra que le decía, él la cuestionaba, respondía sin pensar con mi voz aturdida.- no se jefe, no lo sé.
Al verme en ese estado de confusión no sé si tuvo lastima de mí y me soltó, me soltó dejando que me parara, luego se paró detrás de mí, me dijo con su voz seria.- baja todas las bolsas, llévalas al pateo de atrás y quémalas esa es mi orden.
En ese momento me miro de soslayo y entro al baño cerrando la puerta detrás de él; después de que cerró la puerta detrás de si me quede turbada en aquella habitación, quería continuar con mi trabajo pero a la ves el sonido del agua me hechizaba, quería espiarlo, ver como se mira sin ropa, que pensamiento tan lujurioso paso por mi mente; es difícil para mí no imaginarlo después de que caí en sus brazos hace unos minutos atrás. Comencé a inspeccionar la habitación a hora que estaba sola mire la gran cama y todas las cosas que miraba a diario, pero en este momento tenían otro significado, porque era la primera vez que pasaban cosas diferentes a lo que pasaba regularmente entre el jefe y yo; quería sentir algo de esperanza y pensar que él sentía algo diferente por mí, pero también tengo que saber cuál es mi realidad, que no era realmente, que no estaba interesado en mi sino un accidente que había sucedido, con lo que él simplemente se burlaba.
No pensé demasiado seguí acumulando las cosas que estaban ahí y sacando cada bolsa al pasillo, para luego sacarlas al patio, no sé cuánto tiempo paso hasta que salió en toalla del baño; con su voz seria escucho que me dice.- ¿Qué haces aquí todavía? ¿No has terminado?
Con mi voz tímida y nerviosa le digo.- lo siento jefe, todavía me quedaban algunas cosas por sacar al pasillo, pero ya casi termino.
Mientras decía estas palabras lo miraba, era difícil no ver su cuerpo de aquel hombre con solo una toalla en su cintura, todo su hermoso cuerpo a su máximo esplendor; intento acercarse a mí, dio dos paso así a mí y yo di tres pasos hacia la puerta, para mi suerte la puerta estaba abierta y antes de que llegara a mi salí cerrando la puerta detrás de mí.
Continúe bajando las bolsas al patio y busque con que quemarlas, realmente era un trabajo interminable, mi mente todavía estaba confundida, estaba en aquella habitación, estaba en aquellos fuertes brazos, podía todavía sentir su olor, su olor y su sudor mezclado con su perfume, sus brazos sobre mí; realmente en esta vida nunca pensé estar en esa situación de poder estar entre los brazos del jefe de esa manera; sé que eso no es nada para él y que estaba bromeando conmigo, pero es un momento que nunca voy a olvidar.
Seguí juntando todas las cosas que había dejado aquella mujer en la casa, cuando estaban todas juntas le prendí fuego y me quede ahí parada, mirando como el fuego consumía aquellas cosas, ese mismo fuego que siento en mi interior cuando miro al jefe, ese fuego que me consume día tras día, noches tras noches, ese fuego que está dentro de mí el que no puedo apagar; me senté frente aquella pila de cosas mientras seguían ardiendo y comencé a recordar, no a recordar no, más bien a viaje en el tiempo, en aquel momento que llegue a esta casa, fue hace 10 años atrás el día que conocí al jefe James, al señor Jemes.
Recuerdo de hace 10 años.
Jemes con su voz curiosa dice.- Señora Khloé esa pequeña niña que trae con usted ¿quién es?
Khloé con su voz dulce dice.- señor Jemes ¿Cómo está? Le había dicho a la señora que iba a traer a mi sobrina aquí; ella ha perdido a sus padres y no tiene a nadie más, la señora permitió que la trajera aquí, que podía trabajar y seguir estudiando.
Jemes con su voz curiosa dice.- es tímida, dime ¿Cómo te llamas niña? Levanta la cabeza y mírame, dime ¿Cómo te llamas?
Lo mire, lo vi un ángel, un dios, un hombre tan guapo, solo tenía 12 años pero ya podía reconocer cuando un hombre era realmente guapo; con mi voz tímida le respondo.- señor me llamo Liz.
Él con su voz tranquila dice.- lindo nombre, linda chica, espero que te sientas como en casa aquí, si mi madre dijo que puedes seguir estudiando, entonces puedes estudiar y aprender del trabajo de la señora Khloé.
Le respondí con mi voz tímida.- gracias señor
Una pequeña niña huérfana que llegaba a un sitio desconocido con un hombre tan agradable, tan guapo; en esos días el señor James no era como es hoy, en esos días él era un joven con muchos sueños, un hombre con muchas ilusiones y con una hermosa novia que él quería mucho, pero esa chica fue la que destruyo su buen ánimo, su buen sentido del humor y su amabilidad asía las personas. Son muchas cosas lo que sucedieron en esos 10 años, pero cada vez que comienzo a recordarlas, no puedo evitar sentir pena y alegría, cosas dulces y amargas llegan a mi memoria, se entristece y alegra mi corazón.
En esos días todavía la señora Janes estaba viva; el señor Jemes y su madre eran realmente dos personas muy amables, dos personas que se preocupaban mucho por los débiles. Ellos tenían una gran relación, por eso creo que no solamente la novia que tanto quería el señor Jemes lo hubiera traicionado fuera lo que destruyo su personalidad y lo volvió tan cruel, de temperamento explosivo, sino también la repentina y amarga muerte de la señora Jane en ese mismo tiempo.
Puedo empatizar totalmente con el jefe aun que era pequeña de 12 años, todavía recuerdo el dolor de haber perdido a mis padres, mis padres que me amaban tanto murieron en un accidente, recuerdo que salieron a comprar algunas cosas y nunca regresaron más; es doloroso pero eran los seres que amo y más doloroso es perderlos en un instante y no poder despedirte si siquiera. Me quede ahí en mis pensamientos en mis recuerdos del pasado, cuando estaba más perdida en mis memoria, en el pasado entonces escuche que me decía.- ¿qué haces aquí?
Me sobre salte al escucharla, con mi voz sorprendida le digo.- ¡Tía Khloé! me has asustado ¿Qué paso? ¿Me estabas buscando? estaba quemando algunas cosas que el jefe me dijo que quemara.
Mi tía con su voz inquieta me dice.- Liz ¿Qué paso? Entre tú y el jefe, duraste demasiado tiempo en su habitación.
Con mi voz sorprendida le respondo.- Tía que puede pasar entre el jefe y yo, no pasó nada, el señor James me ordeno que sacara todas las cosas de su exnovia la señorita Kity, que metiera sus cosas en bolsas y las quemara, eso es todo; por eso dure tanto tiempo con él a solas en su habitación, crees que el señor me ve con otros ojos que no sean el de una empleada.
Mi tía me responde con su voz tranquila.- ¡Liz! No te estoy acusando de nada, solo estoy preocupada por ti; sabes bien que el señor Jemes después de ese accidente hace tantos años no toma las mujeres enserio, no quiero que seas una más en su lista.
Me sorprende un poco lo que me dice, con mi voz inquieta le respondo.- ¡Tía por dios! no te preocupes por eso, no seré una más en su lista, ni siquiera estoy en su lista, ¿Cómo puedo ser una más en su lista? Si ni siquiera estoy en su lista.
Mi tía al escuchar lo que le decía se altera, con su voz molesta me dice.- ¿Qué quieres decir con eso? Acaso quieres estar en su lista. Todas las mujeres del pueblo y creo que de la ciudad también quieren estar en esa lista, ¿Quién no quiere ser? Una no más bien la mujer del señor Jemes, todas las mujeres quieren ser la reina de su corazón. Deja de tener esas ilusiones sabes que no está en su nivel y además el señor Jemes no toma las mujeres enserio, no has vivido aquí por más de 10 años, acaso no sabes cuantas mujeres han pasado por la cama del señor Jemes, quieres que te las cuente, ya se me han olvidado incluso hasta algunos de los nombres, esta última la Kity O Katy no se Tina, Emma, son tantas que no recuerdo ni la primera, ni la última,
Pero la que si recuerda es Sophia ciertamente, verdad tía le dije con mi voz seria; Sophia, Sophia fue la que destruyo el corazón del jefe y lo volvió así.
Mi tía me contesta con su voz tensa y molesta.- no vuelvas a mencionar ese nombre.
Mi tía no quería que nadie y menos el jefe escuchara que menciono a su ex, Sophia la mujer que realmente destruyo su vida.
Mi tía me dice con voz seria.- bueno no vas a terminar de hacer esto, porque todavía sigues aquí viendo arder esas cosas inútiles.
Le contesto con mi voz seria.- Tía solo estoy cumpliendo con mi trabajo, no quiero que el jefe este molesto por que quede algo sin quemar.
Mi tía me dice con su voz molesta.- pero recuerda que tienes que ir a ver los animales, no solo eres empleada aquí, estudiaste verdad, eres la veterinaria tienes que ver cómo están las vacas que escaparon. El señor Joe también vendrá más tardea para revisar las vacas y quiere que tú lo asistas entiendes.
Sin muchas ganas le digo.- si tía, iré en unos minutos, cuando termine de hacer esto.
Mi tía con su voz molesta me dice.- y no esta echo ya, no sé qué más quiere, si ya toda está ardiendo.
No quería seguir discutiendo con la tía, simplemente cumplir con sus exigencias e ir a ver los animales y ver si el señor Joe llego para asistirlo en cualquier eventualidad, pero algo realmente terrible ocurrió y me quede pasmada al ver que el señor Jemes nos estaba mirando, no me di cuenta cuando, en que momento llego o que había escuchado o que no había escuchado; me quede pasmada y preguntándome si repetiríamos otra escena de su histeria como la de esta mañana.
¡Liz! No piensas moverte, muévete me dijo la tía Khloé, cuando voltea mira al señor Jemes mirándonos como lo había visto yo.
Mi tía con su voz inquieta le dice.- señor Jemes ¿necesita algo?
Jemes dice con su voz seria.- Nada señora Khloé, no se preocupe solamente vengo a ver si Liz había cumplido con lo que le ordene.
Sus palabras eran entre cortadas, no sé si estaba feliz, triste o enojado pero algo extraño había pasado, su mirada era extraña, sentía su miraba como cuando un cazador tiene en su mente una nueva presa.
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