Padre ya se lo que quiero por mi cumpleaños!!
- Que es lo que quieres querida hija.
- Comprometerme con el Duque Walker.
- Qué!!!._ Exclamaron sorprendidos padre e hijo quienes estaban sentados en la mesa almorzando tranquilamente.
- No puedes Vania.
- Si hermana, apenas estás cumpliendo catorce.
- Ya tengo edad para comprometerme con alguien._ Dijo Vania feliz.
- Hija se que ya tienes una edad para poder elegir con quien casarte pero no será con ese Duque.
- Pero padre..
- Nuestro padre tiene razón Vania, el Duque Walker no está interesado en el matrimonio y se le conoce por andar de mujer en mujer.
- Pero todavía no me conoce a mi.
- Vania, iré directo al punto, a ese Duque no le interesan las niñas, lo siento hija.
- Lo sabes perfectamente hermana, el Duque tiene veintiún años y siempre ha dicho que estará con alguien que tenga una edad que se aproxime a la suya y tu estás muy lejos.
-Yo llegaré a crecer en unos años más.
- No quiero que salgas lastimada si el te rechaza, además tu hermano no se lleva muy bien con ese Duque.
- Pero al menos quiero intentarlo..
Vania se paró de su asiento y subió a su habitación, ella estaba tan ilusionada de poder tener una relación con el Duque Walker.
~ NARRA VANIA ~
Hoy acabo de cumplir catorce años, mi padre es un Archiduque y mi hermano un general, no se nada de mi madre ya que ella nos abandonó de pequeños.
La primera vez que vi al Duque fue cuando el montaba un caballo blanco, estaba en una carrera de cazeria y el había sido el ganador.
Yo en ese entonces apenas tenía diez y el diecisiete, cuando pasaba por su lado no me miraba, diría yo que parecía que no existía a su alrededor.
- Señorita su padre y hermano preguntan si esta bien?
- Diles que lo estoy Nancy, que no se preocupen por mi._ Le respondí a mi doncella con los ánimos caídos.
Si sabia de que el Duque era un mujeriego total pero al menos podría hacer un pequeño esfuerzo por hacerlo cambiar, de verdad me gusta.
- Y si voy a verlo?
Se me cruzó esa idea por mi mente, que tal si voy y le digo que quiero comprometerme con el?
Como dicen "El que no arriesga no gana" pero tengo miedo de que en mi caso pueda arriesgarme y perder a la vez.
Salí de mi habitación y caminé silenciosamente para poder llegar ahora hasta afuera de la mansión, si le decía a mi padre o hermano a donde iría, estoy segura de que me amarrarian para no poder escapar.
Una vez lo hicieron porque yo quería ir al pueblo con uno de mis amigos y a ellos no les agradó la idea.
- Lleveme a la mansión del Duque Walker._ Le dije a un cochero que solo trabajaba para mí y seguía mis órdenes.
Yo había logrado escapar con éxito de la mansión de mi padre.
- Como usted deseé señorita Vania.
El cochero era muy bueno conmigo, con mis ahorros mensuales pude ayudarlo a el y a su familia, mi padre estaba muy orgulloso de que yo sea alguien bondadosa y no como las demás nobles.
- Señor Fernando cree que me valla bien?
- Que le valla bien en que? Señorita Vania._ Me respondió el mientras seguía el trayecto.
- Iré a pedirle al Duque Walker que se casé conmigo.
- Hará eso señorita?.
- Si, deseeme suerte.
- Lo haré.
Se que en el fondo, el señor fernando estaba preocupado de que yo me atreviera hacer eso pero no dijo nada y siguió el camino.
También se que es algo imprudente de mi parte pero ya que.
~ MANSIÓN DEL DUQUE ~
- Que quieres, estoy muy ocupado.
- Duque le acaban de llegar estas cartas solicitando un matrimonio con usted.
- Quemalas, sabes que incluso odio esa palabra._ Respondio Ángel abriendo unos archivos.
- Si señor.
- Y no vuelvas a recibir esa clase de cartas porque lo descontare de tu sueldo.
- Si..
- Te puedes ir.
Ángel Walker, alto, cabello marrón, piel blanca, ojos lilas.
Heredó el Ducado a los diescinueve años, sus padres murieron en un atentado mientras que el estaba entrenando en el palacio con el príncipe heredero.
Cuando se enteró de lo sucedido, buscó a los culpables y no descansó ningún día hasta encontrarlos, les dio una muerte horrible.
También sufrió una decepción amorosa que hizo que no vuelva a querer pensar en el matrimonio ni en las mujeres menores.
- Antes de que te vallas Rodolfo, te aviso que tengo una visita y quiero que la dejes pasar.
- Se trata de la señorita Cleo?
- Si.
- Entendido, la haré pasar cuando la vea.
- Y una cosa más, como vas con la búsqueda de personal para el jardín?
- La última vez a usted no le gustó ninguno de los arreglos que hicieron ellos.
- Sigue buscando, mi madre siempre elegía así al indicado para el cuidado de su jardín.
- Como ordené Duque.
~ AFUERA DE LA MANSIÓN ~
- Espéreme aquí Fernando.
- Pero señorita, no le parece de que estamos un poco alejados de la puerta principal?
- Aquí es perfecto, si voy y me anuncian no me dejarán pasar.
- Y que hará?
- Soy experta infiltrandome.
Vania se sujetó el cabello y comenzó a escalar los muros, todo parecía bien para ella ya que pensó que nadie la veía, pero una vez que llegó al piso fue rodeada por varios guardias.
- Quien es usted jovencita, es de mala educación que entre a una mansión ajena.
- Yo solo perdí algo._ Contesto ella maldiciendo su suerte.
- Seguro fue un juguete, no veo nada por aquí?
- Porqué perdería un juguete?
- Las niñas como usted deberían estar estudiando.
- No soy una niña! Hoy cumplo catorce!
- Señorita lo mejor es que se valla, si el Duque se entera de que alguien se infiltró en su mansión, se enojara con nosotros.
A Vania no le quedó de otra que pedirle a esos guardias que la anunciaran.
- No podemos.
- Pero porqué?
- La última vez que anunciamos a una joven de quince años, el duque casi nos despide.
- Entonces déjenme seguir infiltrandome hasta llegar a donde está el._ Dijo Vania suplicando.
- Eso demostrará que no somos buenos guardias y perderemos nuestro trabajo.
- Me rindo..
Lo que decían los guardias tenían toda la razón, en esa parte Vania podía comprenderlos.
Cuando estaba a punto de irse, vio que una mujer de veinte años entró como sin nada y con aires de superioridad.
- Y a ella porque la dejan pasar??
- Es una invitada del Duque.
- No es justo!
- Señorita debe irse.
Vania ahora no quería salir, si el duque despide a esas personas entonces le pedirá a su padre de que los contraté.
- Prometo que los contratare si los llegan a despedir!!
Ella corrió rápido después de haberles dicho eso y detrás fue perseguida por los cinco guardias, la mansión era grande y creía de que se perdería pero no le importó, buscó un lugar para esconderse.
- Busquenla!! Si no la encontramos el Duque nos cortará la cabeza!
Se escuchó decir de uno de los guardias, cuando creyó que no había nadie, la joven salió y empezó a caminar cuidadosamente para no ser encontrada.
Entró a un cuarto que tenía una puerta de color rojo intenso porque le llamo la atención pero se escondió en un armario cuando escuchó pasos de alguien acercándose.
- Vine un poco temprano esta vez.
- No importa, tenía tiempo._ Dijo Ángel besando el cuello de su acompañante.
- Me encanta como me recibes.
- Menos charla señorita.
Vania al ver a la persona que le gusta de esa manera con otra se le estrugia el corazón, lagrimas comenzaron a salir de sus ojos y se tapaba la boca con sus manos.
- La encontraron?
- No._ contestaron los demás guardias.
Afuera en los pasillos se estaba haciendo un alboroto por la joven que entró a la mansión.
- A quién tienen que encontrar?
- Lo mismo quiero saber yo._ Dijo el Duque molesto y colocándose de nuevo la camisa.
- No hay que detenernos, mejor sigamos.
- Ahora no, se me fueron las ganas y quiero saber que es lo que está pasando.
Ángel salió molesto y reunió a todos sus guardias en un solo lugar, Cleo se molestó porque quería pasarla bien con el Duque pero no se pudo así que se marchó.
- Es mi oportunidad para irme.
Vania salió de donde estaba y con el corazón herido realizó un hechizo, era el que un día su padre le enseñó pero a ella nunca le interesó ni pensó que un día le sería útil.
- Espero que me funcione, es mi única salida.
La joven extiro su mano derecha y empezó a dar círculos mientras recitaba algunas palabras, un pequeño agujero de color celeste se iba formando y con el una imagen que se le hacía conocida a ella.
- Señorita como hizo eso??._ Preguntó Fernando sorprendido.
- No hay tiempo para explicaciones, por favor llévame a la mansión.
Vania empezó a llorar y el cochero no dudó en llevársela de ahí, ya que notó que adentro en aquella mansión ya se estaba formando un caos.
- Cinco guardias muy profesionales fueron engañados por una niña!!!
- Duque lo sentimos, pensábamos que ella se iría.
- Pensár? Que tal si era una espía? Acaso le preguntaron su nombre? Como llegó aquí? Su error les puede costar la vida!!
- Enserio lo sentimos..
Los cinco guardias estaban nerviosos, ahora su trabajo se vería afectado.
- Agradezcan que les perdono la vida pero una cosa es segura, están despedidos!!
El duque no perdonaba que los que trabajen para el cometan cualquier error, eso le hacía acordar a cuando murieron sus padres por culpa de un descuido de todos los trabajadores.
- Señorita se siente bien?
- Si señor fernando.
Vania paró de llorar y estaba recostada en la ventana del carruaje, sintiendo la brisa que pasaba por su rostro.
- Que es eso?
- Que cosa señorita?
- Fernando para el coche.
El cochero paró por pedido de Vania y vio a la joven bajar para después seguir a un animal herido que entró a un bosque.
- Ven aquí, no tengas miedo.
Vania encontró a un gato lastimado, le dio de beber un poco de agua y lo curó con su magia.
- Gracias.
- Puede hablar?
Aquel gato dejó de ser un animal para tomar la figura de un anciano.
- No hay muchas personas como usted jovencita.
- Quién es usted?
- Un demonio.
- Demonio?
- Salí lastimado cuando me enfrenté con otros seres, así que gracias por curarme.
- De nada.
- Veo que tu corazón está roto, te ocurre algo?
- No es nada señor demonio.
- Llamame Aldo.
- Esta bien señor Aldo.
- Jovencita soy mucho más viejo que tu y conozco el sentimiento por el que estás pasando.
- Como puede conocerlo? Si no sabe por lo que yo paso.
- Los demonios podemos oler lo que sienten los humanos.
- Ya veo, espero que se recupere, debo irme o mi cochero estará preocupado.
- Déjame devolverte el favor.
- No sé preocupe, no fue nada.
Vania ya se estaba yendo de ahí cuando escuchó decir de aquel demonio que podía cumplir lo que ella deseaba.
- Yo deseo que la persona que amo se fije en mi pero tampoco quiero que sea solo por eso, así que no quiero nada.
- Niña todo en esta vida no es solo una simple coincidencia.
- De que habla?
- Si estoy aquí es porque se lo que te ocurre, haré que puedas conquistar a la persona que te gusta y el te conozca a ti.
- Como hará eso?
- Te regalo seis meses para que estés con el y puedas enamorarlo, con cinco años de más será suficiente.
- Que?.
- Cambia inmediatamente, el pacto sera aquí mismo, adelanta el tiempo en ella ahora.
Aquel demonio dijo todo eso y una oscuridad inundó aquel sitio en donde estaban los dos.
- Que me sucede?
- Adiós señorita, aproveche este tiempo que le estoy regalando, no todos los demonios son como yo.
- No sé valla!! Que es esto?
Vania fue rodeada por toda esa oscuridad, gritó de miedo y no podía ver nada, se había caído ya que tropezó con una piedra.
- Que sucedió?
- Señorita Vania!!! Donde está!!._ Gritó el cochero preocupado.
- Aquí fernando, aquí estoy!
El señor fernando siguió la voz de la joven y cuando la encontró no la podía reconocer.
- Señorita Vania?
- Fernando ayúdeme por favor, no puedo pararme.
- Usted es la señorita Vania?
- Claro que soy yo, no me reconoce?
- No puede ser?
- Fernando ya no quiero seguir en el piso, podría ayudarme?
- Si, claro.
- Que le ocurre? Porqué se vee sorprendido?._ Pregunto Vania mientras se levantaba con la ayuda del cochero.
- No sé ha visto?
- Siempre me veo Fernando.
- Usted .. que le pasó?
- Es un larga historia, me encontré con un demonio, al principio tenía miedo pero después ya no le entendí lo que me dijo, no quiero hablar de eso, quiero volver a la mansión de mi padre y comer un rico postre para subir mis ánimos...
- Señorita Vania, usted ya no es la misma.
- Soy la misma fernando, usted parece que se ha achicado porque?.. ahora que lo veo está más bajo que yo.
- No señorita, usted es la que ha crecido.
- Imposible.
- Señorita usted ya no parece de catorce, ha cambiado!
- Quiere decir que sigo siendo una niña? Es usted muy malo señor Fernando.
- No señorita, usted parece de más edad.
- No necesita subir mi autoestima.
- Lo digo enserio señorita, aún no puedo reconocerla.
Vania seguía confundida por lo que le decía su cochero, así que le pidió un espejo prestado y se miró en el.
- Esta no puedo ser yo!!!
- Si lo es señorita.
- Fernando ese demonio dijo que iba adelantar el tiempo en mi.
- Entonces?
- Lo hizo porque yo quería... como supo que quería ser más mayor?
- De verdad quería eso señorita?
- Bueno si.
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