Bruno
Todo esto es una mierda, no puedo más, maldita sea, porque yo? porque me tiene que pasar esto a mi?
Camino con desesperación sin paradero alguno, ha comenzado a llover, las gotas impregnan mi chaqueta negra y mi cabello se empieza a pegar a mi rostro, las luces de la ciudad guían mi camino, no se que puta hora es y no me interesa, a lo lejos puedo divisar un puente, mis pies van hacia el, tengo tantas cosas en la cabeza, me siento frustrado, desesperado, la decepción que cargo es enorme, me sujeto del barandal y miro hacia el vacío, el río está bastante lejos, malos pensamientos cruzan por mi mente, me agarro del poste y me subo al barandal, no lo soporto más y las lágrimas comienzan a correr por mis mejillas mezclándose con el agua, me siento ahogado, miro hacia el río una vez más y pienso "si todo en mi vida ha sido un juego, una mentira, para que seguir viviendo?", estoy a punto de dejarme caer cuando escucho la voz de una chica gritándome
- OYE TÚ... ESTAS DEMENTE?
Escucho sus pasos aproximarse hacia mí, creo que corre por lo rápidos que se oyen, pero estoy tan inmerso en mis pensamientos que no le presto atención, pero ella aún insiste en hablarme
- Que crees que estás haciendo imbécil? si te vas a matar no lo hagas frente a mi!
Esa frase me retumbó en la cabeza, osea que le pasa, quien se cree para hablarme así, llamó tanto mi atención que voltee a verla, no distingo bien su rostro por la oscuridad, pero su cabello rojo brilla con las luces de las farolas, está igual de empapada que yo, lo que me hace pensar que lleva un buen rato caminando bajo la lluvia, se aproxima hasta quedar frente a mí, me mira de pies a cabeza y lo que me dice me deja perplejo
- Espera a que yo me vaya y ahí si has lo que te dé la gana! - dice sin expresión alguna mientras sigue su camino dándome la espalda, ya no pude quedarme callado
- Oye espera! - se detiene y voltea
- Que?
- Quien te crees que eres? seguro eres de esas que no les importa una mierda el mundo! - siento su mirada fija sobre mi
- Tal vez y eso que?
- Nada es solo que... - mi pie se resbala y caigo del barandal, la escucho gritar y correr hacia mí
- Te moriste loco? - pero que pregunta es esa, está asomada mirando hacia abajo
- Por supuesto que no! aunque dijiste que no importaba no?
- Nunca dije que no me importaba, solo dije que no te mataras delante de mí! ahora dame la mano!
Estoy colgando del borde del puente, ella alarga su mano hacia mi con la intención de ayudarme a subir, lo dudo un momento, pero termino accediendo, ella me sujeta fuerte y me jala hacia arriba hasta que logro sostenerme por mi cuenta, me suelta y yo subo hasta quedar del mismo lado que ella, sigue mirándome con esos profundos ojos en medio de la penumbra
- Gracias! - es todo lo que logro decir, el corazón me late a mil, jamás creí que sentiría tanto miedo de morir como hoy, pero ella, ella no dejo que mi temor saliera a flote con sus expresiones sarcásticas
- Bien, ahora dime porque querías lanzarte al precipicio?
- Acaso me conoces o yo a tí? - le pregunto arqueando una ceja, ella no deja de mirarme de manera neutra
- En absoluto!
- Entonces porque crees que te voy a contar mis razones?
- Precisamente por eso, porque no tenemos ni idea de quiénes somos!
- Tu lógica me deja estupefacto!
- Escúpelo ya, cuenta!
- Ok - nos sentamos en el suelo recostados al poste de la farola dándonos la espalda - todo se debe a...
Horas antes.....
Salgo del trabajo como de costumbre, soy contador en una pequeña empresa que se dedica a la elaboración de uniformes de trabajo, mi padre pasa por mi en su auto, él es un hombre fuerte, odia que le digan viejo y eso es algo que me causa gracia porque está entrado en años, él es el jefe del hogar, aunque nunca he sabido bien a qué se dedica, porque aunque no somos ricos vivimos bien, mi madre dice que hace esto y aquello, que se le mide a todo y que es particular porque no trabaja para nadie en especial, yo no cuestiono nada, pues los respeto mucho, solo espero que no haga cosas malas, aunque siempre lo he visto como una buena persona, es solo que a veces llega a casa con mucho dinero, en fin, nunca he escuchado malas referencias de él
Arthur Williams
Llego a casa y me encuentro con mi madre, una mujer bastante seria y para mi sorpresa también está mi prometida, la mujer de mi vida, con la que todo hombre sueña, secretamente les digo que está guardando su pureza para mí, hasta que sea nuestra luna de miel, por cierto la boda está prevista para dentro de una semana
Amanda Williams
Mientras mi madre y la joven del servicio arreglan el comedor para la cena, Bianca y yo subimos al balcón del segundo piso
- Amor estás emocionado por la boda? - me pregunta recostándose a mi hombro
- Claro que sí, sabes lo mucho que te amo, pensar que en solo unos días voy a tenerte me llena de felicidad
- A mi también bebé y no solo seré tu esposa, sino también tu mujer, porque este cuerpo espectacular será todo tuyo! - me dice con picardía enseñándome su cuerpo con sensualidad
Yo no soy santo, la deseo, la deseo demasiado, solo llevábamos un año de novios cuando le propuse matrimonio, ella me volvió loco desde que la ví y luego de decirme que era virgen más la adoré, siempre tuve mujeres, de una o varias noches de lujuria y pasión pero esta me dió un tatequieto, ya que desde que estoy con ella he dejado a mi amigo en abstinencia, esperando el anhelado día en que me pueda recargar en ella
- Eso es lo que más deseo princesa, que seas toda mía! - me muerdo el labio por instinto y ella se me sube en la cadera devorando mis labios con pasión, si yo fuera un animal no la perdonaría, pero la respeto demasiado
Bianca Monrroy 27 años
- HIJOS YA ESTA LA CENA! - grita mi madre desde el pie de las escaleras
- BIEN MADRE, YA BAJAMOS! - respondo sin querer hacerlo, estar con Bianca me lleva a otro mundo - debemos ir reina...
- Bien, vamos corazón! - se baja de mi acomodando su sexy vestido, Dios que mujer mas hermosa
Entramos al comedor tomados de la mano, mi madre y mi padre ya están sentados, por lo que tomamos asiento frente a ellos, Juliana sirve la comida y comemos, en medio de la cena mi padre recibe una llamada, debe ser importante porque se levanta de inmediato a contestar, diez minutos después regresa con la cara descompuesta, ya que mi madre no pregunta, yo tampoco lo hago, terminamos de cenar y él le susurra al oído a mi mamá y ambos me miran de una manera que jamás lo habían hecho antes
- Pasa algo? - pregunto con cautela
- No es nada, es solo que ya se acabó el juego, podemos dejar de actuar por fin! - dice mi madre aliviada
- No entiendo, que quieres decir con eso? - ella no responde, así que miro al hombre a su lado - padre?
- Desde hoy deja de llamarme así, porque nosotros no somos tus padres! - dice de manera severa, abro los ojos petrificado, acaso escuché bien
- Eee amor, bebé, me voy a casa, después hablamos! - me dice Bianca y yo le asiento sin poder responder, luego que se va me armo de valor
- Es una mala broma cierto? ustedes son...
- Que acaso estás sordo? no somos tus padres, tú no eres nada de nosotros, todo este tiempo te soportamos porque nos estaban pagando para ser tus padres, pero la maldita mujer ya no quiere dar dinero, así que para que sostener esta farsa? estamos cansados de ti! lárgate de aquí ahora mismo, ya no nos sirves! - las palabras de mi padre son punzantes, cada una iba apuñalando mi corazón y esa mujer, la que se hacía llamar mi madre está tan indiferente, cómo no puede tener sentimiento alguno
- Madre... - resoplo casi sin aire
- Arthur tiene razón Bruno, disculpa lo cruel que suena, pero solo nos pagaron por una actuación, así que no hay más nada que puedas hacer aquí, toma tus cosas y vete de nuestra casa, porque nuestros verdaderos hijos vendrán a ocupar su lugar como lo merecen! - esto es peor, solo fui un elemento al que debían mantener bien
- Al menos díganme quién soy, de dónde vengo, por favor se los suplico - implore evitando llorar
- No sabemos, tu nombre es Bruno, tu apellido, sabrá Dios y en cuanto a la mujer que te trajo con nosotros, nunca vimos su rostro ni mucho menos menciono su nombre, siempre se comunicó de números desechables, solo te digo que debe ser alguien poderosa, porque el dinero que dió por tí, fue una fortuna - dice Amanda
- Gracias por todo y por cierto, se merecen un Oscar, porque su actuación, de verdad me la creí! - les di la espalda sin esperar respuesta, subí a mi cuarto, tome unas prendas de vestir y las metí a un morral, salí sin decir nada haciéndome el fuerte, sin saber que me darían otra estocada después
Le niego a mis ojos derramar lágrima alguna, por mucho dolor que cargue en el pecho, ese par de personas que hasta hace unos minutos eran mis padres no se merecen mi llanto, el cielo está negro, en el horizonte se pueden observar relámpagos, es probable que más tarde llueva, deambulo por la calle a la espera de un taxi, pero nada, aunque pasan muchos autos ninguno es el que yo espero, no me queda de otra que caminar, ahora necesito consuelo, necesito un abrazo de mi prometida, siento que me estoy muriendo, no sé cuánto tiempo me tomo llegar a su casa, las luces están apagadas, tengo una copia de la llave y entro sin hacer ruido, mi primera impresión es que tal vez ya está dormida, ella suele dormirse temprano, está trabajando en una agencia de modelos y cumple horarios muy estrictos, dejo mi mochila en el sofá y cuando estoy llegando a su habitación llama mi atención los ruidos de jadeos que estoy escuchando, mi corazón empieza a acelerarse sin control y el sudor frío aparece en mi frente, la puerta está entreabierta, de la habitación sale una tenue luz, parece de alguna vela, me asomo con sigilo y froto mis ojos para corroborar lo que estoy viendo, mi amada novia, mi prometida, esa que me juro amor y aún más me ofreció su virginidad después de recibir el sacramento del matrimonio estaba siendo brutalmente embestida por otro, la tenía en una posición que ni yo mismo me imaginé hacerla algún día y los gemidos de ella envuelta en la locura del placer fue suficiente para mi, entre de golpe poniéndome frente a ellos, pero eso no era todo, al ver el rostro del hombre el mundo termino de venírseme encima
- FREDERICK, BIANCA! - levanté la voz con fuerza - COMO PUDIERON HACERME ESTO?!
La mirada cínica de él, ese que consideraba mi mejor amigo, mi hermano, se estaba comiendo a la mujer que sería mi esposa, tenía ganas de matarlo y a ella, ella que se mostró ante mi como un angel, se revuelca en la cama como una zorra jurándome al oído ser virgen, estaba detestando esto
Frederick Jones 27 años
Salí furioso del cuarto, iba rumbo a tomar mi mochila cuando la escuché detrás de mi, volteo y está envuelta en la sábana, sudorosa y aún jadeante, me sentí repugnado
- Porque Bianca? - solo eso pude preguntar
- Creíste que estaba contigo por amor baby? jamás tesoro, solo quería dinero y sabía que contigo viviría bien, pero con esa bomba que tiraron esos señores mis planes se fueron a la mierda, te engañe bien verdad?
- Eres una...
- Cuidadito con lo que le vayas a decir a mi mujer! - me amenaza Frederick poniéndose tras ella, lo fulmino con la mirada y él se ríe - volvamos a lo nuestro cariño, aún lo tengo muy parado y solo dentro de ti se calma esta fiera! - ella lo abraza y lo besa delante de mí, incluso tiene el descaro de sacarse la sábana y quedar desnuda mientras le frota su cosa a su.... para que decirlo, me dieron tantas ganas de lanzarme a él y matarlo a golpes, pero para que, no remediaría nada
- LOS ODIO! - agarro mi mochila y salgo como alma que lleva el diablo, pero puedo escuchar sus risas, por lo visto soy solo un juguete con el que todos pueden jugar
Ya en la calle veo al cielo y grito con todas mis fuerzas "Porque Dios?!", las personas que pasan me miran y murmuran, deben pensar que soy un loco, claro, me veo desordenado, con el cabello enmarañado y con una mochila a cuestas, me precipito a correr, corro y corro hasta llegar a un parque, me siento en un columpio y comienzo a columpiarme con fuerza hasta que estoy lo suficientemente arriba y me suelto cayendo en el suelo llenándome de tierra, me arde un poco el brazo, me miro y tengo una pequeña raspadura, me levanto y me sacudo, los relámpagos se ven más arriba, sigo caminando hasta que... bueno... hasta llegar aquí en dónde estoy ahora
- Y solo por eso querías acabar con tu vida? - se levanta ella indignada
- Oye te parece poco todo lo que te acabo de contar?! mi vida se fue a la mierda! si es que a eso se le puede llamar vida
- Si si si te golpearon varias veces directo a las pelotas, duele si, pero no por eso te vas a quedar tirado en el suelo retorciéndote de dolor, te haces el fuerte y aunque te esté quemando allí - señala mi entrepierna - sigues peleando hasta el final!
- Es fácil decirlo...
- Y también es fácil de hacer, soy el vivo ejemplo
- No entiendo
- Tú me hablaste, ahora yo te hablaré... cuando tenía 6 años perdí a mis dos padres y a mi hermano en un incendio, solo yo sobreviví, me llevaron a un orfanato de mierda dónde las ratas vivían mejor que uno, me adoptó una pareja de mexicanos, eso fue cuando cumplí los 9, mi vida mejoro un poco, pero no demoro mucho, mi padre adoptivo murió de un infarto, él tenía como 60 años y desde ese entonces mi madre adoptiva se volvió loca, metía muchos hombres a la casa y algunos quisieron propasarse conmigo, cuando cumplí 16 esa mujer quiso venderme al mejor postor, me subastó cómo si fuera un pedazo de carne, no podía hacer nada, era mi madre ante la ley, cuando el tipo quiso reclamar su premio me arme con un cenicero y se lo estalle en la cabeza, una vez verifique que estaba inconsciente huí por la ventana y nunca más regresé, con ayuda de un amigo y del maquillaje cree una identificación falsa y así pude salir de la ciudad, tenía algo de dinero ahorrado que me daba Sonia, una mujer a la que ayudaba en una tienda y así salí de ese infierno, llegue a esta ciudad y me instale en una pensión en la que aún vivo, llevo aquí 9 años, por lo menos tus padres están vivos por ahí
- No se que decir, no tenía idea
- Ni que fuéramos amigos
- Si tienes razón...
Luego de escuchar su historia me siento un poco más tranquilo, estaba centrado en mí, ahora me puedo dar cuenta que hay personas que pueden pasar cosas peores y aún así siguen adelante, jamás hubiese creído eso que ella me dijo, pues no parece una chica que haya sufrido tanto, sin darme cuenta ha amanecido, la luz del sol que se refleja en la aurora me deja por fin observar el rostro de la chica, dejo de llover hace más de una hora supongo, porque su cabello luce solo húmedo, ahora puedo detallarla, tiene unos hermosos ojos color avellana y no solo sus ojos son hermosos, todo su ser lo es, es la mujer mas preciosa que he visto en mi vida, todo lo que pensaba de Bianca se ha ido al caño
Alice Brown 25 años
- Bien loco, cómo veo que ya superaste tus instintos suicidas, me voy, hay nos vemos! - está a punto de irse cuando la tomo de la mano
- Espera un segundo! - ella mira mi agarre con disgusto y la suelto de inmediato
- No me digas que si te vas a matar?
- Que?! - exclamo extrañado - No, no es eso, solo.... solo quería saber tu nombre...
- Oh, soy Alice! - me dice comenzando a caminar
- No quieres saber el mío?! - le grito un poco
- Acaso importa?! - me responde sin dejar de alejarse
- Bien... SOY BRUNO! - ahora sí grito con fuerza
- OK, ADIOS BRUNO! - se despide y la veo alejarse
Esto debe ser una señal, me levanto y voy decidido a iniciar mi vida, mi verdadera vida, la vida que apartir de ahora sí será real
Alice
Que noche más loca, yo que venía aburrida y enojada por haber peleado con mi novio y para colmo veo a un tipo que se quiere aventar del puente, creo que nunca lo había visto, claramente recordaría esos penetrantes ojos azules, me contó su historia, según él eran motivos suficientes para quitarse la vida, que idiota, no tiene ni idea lo que es sufrir, quien diría que me cogería el amanecer junto a ese loco desmarañado, ahora solo me quedan pocas horas de descanso antes de entrar a mi trabajo, aunque conocerlo fue algo divertido, parece un niño pequeño, típico hijo de mami y papi que no sabe defenderse ante la vida, por otro lado, también me pareció muy interesante al igual que atractivo, sin faltarle el respeto a mi novio, pero si los pongo en comparación, en cuanto al físico, este tal Bruno está como quieren
Bruno 27 años
Por culpa de él el agua de lluvia se ha secado en mi cuerpo, espero no enfermar porque en mi trabajo no me van a cubrir los gastos, que se puede esperar de un simple puesto de mesera, aunque me da para vivir que es lo que importa
Llego a la pensión, por fin, me saco la ropa que aún está un poco húmeda y me meto a la ducha para tomar un baño, mi cuarto, es muy acogedor, tengo lo que necesito, una cama de un solo cuerpo, un closet con mi ropa, mi mesita de noche, un sillón donde cabemos dos personas y un televisor, que más puedo querer, vivo sola desde los 16, una vez bañada y cambiada me preparo un sándwich y una taza de café, hace frío, por lo que me meto entre las sábanas y allí desayuno, tomo una siesta y cuando son las 9:00a.m. me voy a la cafetería, queda cerca de la pensión para mí suerte
Llego y saludo al personal, pero todos andan distraídos y murmurando entre sí, la curiosidad puede conmigo y me acerco a Camila, es la única amiga que tengo, los demás son solo conocidos, la conozco desde hace 4 años
- Cami cuenta el chisme, que está pasando?
- Nada de que preocuparse, van a ampliar la cafetería y solicitarán nuevos empleados, pero durante los días de remodelación no habrá trabajo - me dice tranquilamente
- Y dices que no preocupa? sabes que nos pagan diario! - me exalto un poco
- Ajá y no tienes ahorros?
- Si pero...
- Bueno ya está, será solo por una semana, eso nos dijo la dueña!
- Será así entonces...
Camila es una chica lista que no tuvo suerte en lo laboral, estudio derecho pero ningún bufete de abogados la quiso contratar y no pudo abrir su despacho porque no era reconocida, en fin, terminó trabajando aquí también
Camila Duarte 25 años
Una semana, no trabajar durante una semana, cómo piensan que me voy a distraer ahora y la verdad es que los ahorros que tengo no me alcanzan para mucho, pero como yo no me varo por nada, tengo un amigo que tiene un puesto de comidas rápidas, le pediré que me dé empleo por esta semana, no me gusta estar sin hacer nada
Voy al cuarto de empleados y abro mi casillero, me coloco el uniforme y mi delantal, me reúno con Cami y me dispongo a trabajar, la mañana transcurre, al medio día nos dan media hora para almorzar, somos 4 meseros y tenemos dos turnos, primero mi amiga y yo y luego Leonel y Salim, así no queda la cafetería sin servicio, el turno termina a las 5:00p.m., miro el reloj y ya solo faltan 15 minutos para salir
Estoy atendiendo a mi último cliente, un hombre mayor que se ve que es adinerado
- Ya decidió lo que pedirá señor? - le pregunto amablemente
- Si jovencita, quiero un emparedado de jamón y queso y una soda de dieta por favor
- Perfecto, en un momento le traigo su pedido
Siento su mirada puesta sobre mi, no sé si son ideas mías, pero hay algo que no me agrada, solo espero que sea solo mi imaginación, voy a la cocina y le informo al cocinero sobre mi pedido, un par de minutos después lo tiene listo, lo ubico sobre la bandeja y vuelvo a la mesa y se lo sirvo al señor, mientras estoy allí de pie no deja de mirarme, me incomoda la situación, por lo que disimuladamente me alejo, cuando termina de comer retiro el plato y la botella de soda ya vacía, me pide la cuenta y se la doy, pero justo cuando me va a pagar me toma de la mano descaradamente y me hace inclinar un poco hacia él
- Cuánto por una noche?
Esa pregunta me hizo abrir los ojos de par en par, me llene de furia y lo mire con ganas de matarlo
- A mi me respeta señor! yo no soy una cualquiera a la que puede ofrecerle dinero para hacer cochinadas! - le digo indignada, pero el muy maldito insiste
- Vamos conozco a las de tu clase, cuánto vales y te pagaré extra! - luego de decirme eso me da una palmada en el trasero, ese fue el detonante para hacer fluir mi mal genio
Me voltee hacia él y le sonreí cínicamente para luego estamparle una cachetada, los demás comensales se quedaron en silencio y los otros empleados me miraron con desconcierto
- Maldito pervertido! lárgate de aquí y no vuelvas!
- Esta me las pagas zorra! - me dice el hombre furioso
- Sabes donde encontrarme! - le respondo de la misma manera, el tipo se va botando chispas, sale de la cafetería y se sube a una lujosa camioneta negra, típica de gente poderosa, incluso alcancé a ver un par de hombres detrás de él en otra camioneta, supongo son sus guardaespaldas
- Ali que pasó? - me pregunta Cami confundida y preocupada
- El imbécil ese ofreciéndome dinero por una noche puedes creer y para colmo me da una nalgada, Uich debí cachetearlo más duro para que respete!
- Viejo ver...
- Señorita Brown venga a mi oficina! - la voz de la señora Renaldi me hace estremecer, hasta Camila guardó silencio
- Si señora, enseguida! - miro a mi amiga - ya regreso... - ella solo asiente con nerviosismo
Camino como perro regañado hasta el final del pasillo de empleados donde se encuentra la oficina de la dueña, es primera vez que me llama para regañarme, porque eso es lo que hará, toco la puerta casi sin querer hacerlo
- Adelante! - me dicen desde el otro lado, así que de inmediato paso
- Aquí estoy señora - le digo apenada
- Tome asiento señorita Brown - obedezco
- Quiero que me explique en este mismo instante el incidente de hace un momento! - su voz es suave y severa a la vez
- De antemano discúlpeme por lo sucedido, pero el señor me faltó el respeto, ofreciéndome dinero y propasándose físicamente conmigo y no lo iba a permitir! - sueno seria pero tranquila
- Usted sabe quién era ese hombre?
- No y no me importa, disculpe mi sinceridad
- Ya veo, escuche Alice, ese hombre al que le propinó esa cachetada se llama Ezequiel Fernández y es un prestigioso empresario de este país, abundan miles de rumores sobre él, entre los cuales está que es un hombre peligroso, por un lado me agrada que te defiendas, pero por otro lado, en este establecimiento no voy a aceptar espectáculos de esta índole, eres una de mis mejores empleadas y es primera falta que cometes, por lo tanto te pediré que no se vuelva a repetir, tómalo como sugerencia, en cuanto al hombre, cuídate de él
- Si señora, gracias!
Salió mejor de lo que esperaba, la señora siempre ha sido buena conmigo y me alivia saber que de cierto modo está de mi lado, pero aunque me advirtió sobre ese señor, no me siento asustada, toda mi juventud lidie con hombres como él
Saray Renaldi
Salgo de la oficina directo al cuarto de empleados y me cambio de ropa, ya es hora de salir, entra Camila y me abraza
- Alice que susto! que te dijo la señora? te despidió? dime qué no!
- Calma Cami, no pasó nada de eso...
Le cuento sobre nuestra conversación y ella se tranquiliza, espero a que se cambie y salimos juntas de la cafetería, justo al llegar a la esquina, pues siempre la acompaño a tomar el bus, me encuentro con Nick mi novio
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