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Campamento De Verano - Cuidado Con La Hija Del Lobo

Prologo

Campamento de verano - Cuidado con la hija del Lobo

Prologo

Ayer soñé,

Que respirabas en mi pecho, ayer soñé

Que dibujabas en mi orilla una razón, una canción

para mi

Al despertar quise ver el sueño hecho realidad

Vivir el tiempo que nos queda por andar

Pero al mirarme me dijiste olvídate

Fue solo un sueño y nada más despiértate

De una vez.

(Daniel F -En la paradoja del Cero-47)

Javier

No puede ser que siga teniendo el mismo sueño, ya han pasado cinco años desde que Jacinta falleció, estoy cansado de esto, esta noche no dormí casi nada, no pude salir a correr porque mi lucecita necesitaba cariños de papá.

—Dante: te dije que teníamos que buscar a una mujer, para poder marcar y que nos quiera amar a los tres

—Javier: No quiero hacer eso o por lo menos no la quiero cagar emparejándome con cualquier mujer.

—Dante: pero podríamos intentarlo  Javier: no lo sé, no quiero arriesgar la estabilidad de mi lucecita

—Dante: nuestra hija es una salvaje, es demasiado estable, incluso podría decir que sus engranajes están trabajando a toda marcha para que conozcas a la mujer que ella estime sea lo mejor para nosotros.

—Javier: jajaja, si, creo lo mismo, hay que esperar y ver a nuestra luz actuar.

—Dante: ella encontrará a la mejor

{sonreí y cerré de enlace}

Soy Javier Black Montt, hijo del medio del ex Alfa y Luna de la Manada Luna Roja, agradezco no ser el mayor, me gusta mucho mi profesión, creo que no podría ser el líder de la manada.

Me convertí en papá muy joven, encontré a mi pareja destinada en la manada a los 15 años, si, muy joven, a los 17 años fuimos padres, para mí de una hermosa niña, le pusimos, no, le puse de nombre Yanara significa hija del sol en mapudungun, su pelito era tan rojo como se ve el sol en un atardecer, a medida que fue creciendo sus grandes ojos se tornaron verdes, es la copia exacta de su mamá, quien tomó la decisión de abandonarnos a penas

supo que estaba embarazada , no quería la “vida mediocre” que un joven profesor iba a darle, ella quería vivir de manera acomodada, quería que trabajara a la cabeza de una de las empresas familiar.

Fue muy difícil criar a mi pequeña lucecita sin su madre, creo que solo por eso sobreviví al rechazo de mi mate, sin Yanara hubiera muerto. Cinco años después Jacinta falleció en un accidente automovilístico, iba conduciendo

en estado de ebriedad y no pudo maniobrar el auto y terminó incrustada en un árbol, tenía 22 años.

—    ¿Por cuánto tiempo se van esta vez mi amor?

~escuché la dulce voz de mamá~

—    Esta vez será más largo, nos extenderemos desde

diciembre a febrero ~le sonreí de vuelta~

—    ¡Oh! Los voy a extrañar mucho, por lo menos

hasta que podamos ir de paseo por esos lados

—    ¿tanto tiempo? Bueno, espero que este año esos

cachorros no sean tan salvajes, o por lo menos la sección de Yanara, porque con

los más pequeños lo dudo ~se burló mi padre~

—    Jajaja, todos esperamos lo mismo, espero tener

suerte este año ~reí con ellos~

—    ¿Este año Agustín y Clara irán contigo?

—    Si, por lo menos Clara se queda el periodo

completo, Agustín estará menos tiempo, tiene cosas que hacer con Mateo.

—    Mi amorcito, ¿lograste encontrar un reemplazo

de cocinera? ~mamá siempre era tan cariñosa para referirse a mi~

—    No mami, pero hoy deberían llegar las solicitudes,

esta vez necesitamos una cocinera y dos monitores, este año el campamento es

más largo así que es vital tener más personas, el lugar es grande por lo que no

hay problema con eso.

—    Bueno,

espero que encuentres al personal idóneo y que no salgan corriendo cuando se

den cuenta de lo que somos o cuando sepan lo salvajes que son esos niños.

Almendra

—    ¿Cuándo empiezan a trabajar mis bellos y queridos gemelos?

—    Empezamos en dos semanas, así que tienes poco tiempo para prepararte, ya que tú señorita

Almendra, fuiste seleccionada para trabajar en la cocina ~anunció la rubia mujer~

—    ¿Cómo que fui seleccionada? A mi no me han llamado, seguramente tiraron mi currículo a la

basura a penas leyeron mi nombre ~respondí con voz apagada~

—    Mi gordita, llamaron ayer para confirmarnos a los tres ¡SORPRESA!

—    ¿Cómo pasó eso? Es extraño que no me llamaran a mi ~sonreí~

—    Ah, porque se dieron cuenta que trabajamos en el mismo lugar, por lo que llamaron al hogar para

pedir las referencias, Sor Cristina habló por los tres ~me tomó de las manos~

—    ¡genial! Tendré donde vivir por tres meses ~salté contenta~

—    ¡Oye! No te estamos echando de nuestra casa, nos gusta que estés aquí ~hizo un puchero la rubia pecosa~

—    Lo importante, es que tendrás un muy buen sueldo, trabajarás en algo que te apasiona

y … podrías encontrar el amor de tu vida ~agregó el gemelo dos~

—    Eso no es lo que espero, eres un tonto, sola estoy muy bien, además Kali me acompaña, aunque no la soporte

—    Si, si, lo que tu digas ~blanqueó los ojos el rubio~

MIS CHIQUIS, ESTOY AQUÍ CON ESTA NUEVA HISTORIA

quería pedirles disculpas por el final de la anterior, tuve muchos problemas para subir los capítulos, no que pasó que no se subían completos, pero al parecer ya está solucionado.

Las leo a todas y a las que alcanzo les devuelvo sus mensajes :D

Solicitudes

—    Javier, llegaron las hojas de vida de los

posibles nuevos contratos ~anunció Catalina~

—    ¿Puedes dejarlos en el escritorio por favor? Los

voy a revisar enseguida ¿Cuántos son? ~cuestioné~

—    Son aproximadamente 10 para monitores y ~hizo

una mueca~ 20 de cocineras, te deseo suerte en la búsqueda ~se largó a reír~

Bufé de solo pensar la cantidad de currículos tengo que

leer, ¡uf! tengo… 30 hora para hacer una preselección.

—    Papito… yo puedo ayudarte ~escuché la armoniosa

voz de mi hija~

Me quedé mirándola interrogante, con los ojos achinados,

estaba sentada al otro lado de mi escritorio, se había puesto mis anteojos y

estaba separando las carpetas, desagrupándolas en cocineras y monitores.

—    ¿Y como podría ayudarme una pequeña lucecita

salvaje? ~llevé mis dedos a mi mentón en forma interrogante~

—    Papi… como soy parte de los niños más salvajes

del campamento ósea de la sección 10/15, estoy totalmente capacitada para hacer

una perfecta selección de una cocinera que nos pueda soportar, con mis compas,

no estamos dispuestos a comer más comida insípida en el campamento ~puntualizó~

—    Mire señorita, pequeña lucecita, te recuerdo que

yo también tengo que comer esa insípida comida por tres meses esta vez, pero,

su discurso fue tan convincente que… está contratada para llevar esta misión a

buen puerto

—    ¡Sí! ~celebró con su puño alzado~

Estuvimos alrededor de veinte minutos en la oficina de

profesores de la escuelita, observaba a mi hija lo concentrada que estaba

mientras hacia la selección. Su proceso consistía en abrir una carpeta, mirar

la fotografía de presentación, revisaba algunas cosas en las descripciones,

cerraba y apartaba, tenia dos montones, uno con dos carpetas y la otra con

todas las demás, logré ver cuando abrió una y la escondió y cuando llegó a la

penúltima carpeta y la abrió, su mirada se desvió hacia mí, suspiró y se puso a

leer, cuando terminó con su tarea, tomó aire y dijo:

—    ¡Papito!, encontré a la persona ideal para el

puesto de cocinera, según su currículo, tiene mucha experiencia en cocina, ha

trabajado por años en las cocinerías de Niebla en Valdivia y lo más importante,

ha trabajado con niños. ¡Es fabulosa!

Yanara estiró su manito con la carpeta y me la entregó, noté

que no había una foto de presentación lo que llamó mi atención, por lo que

empecé a leer bajo la atenta mirada verde de mi hija, que tenía un brillo

especial. Comencé a leer en voz alta.

—    Almendra Miranda 25 años, comenzó a trabajar a

los 18 años en la casa hogar Niebla de Valdivia…

Iban adjuntadas algunas fotos de platos de comida, casera en

su totalidad. La carta de recomendación era de la misma casa hogar nombrada

anteriormente, lo que llamó mi atención, ya que la firma era la misma de dos

solicitudes para monitores, eran dos hermanos, gemelos.

—    Viste papi, se ve que su comida es deliciosa

~chilló emocionada~

—    Preciosa, primero voy a llamar al ultimo lugar

donde trabajó, necesitamos más referencias ~expliqué~

—    Bueno papito hermoso, pero te digo que ella es

la mejor opción ~me lanzó un guiño~

—    Ahora mi lucecita, muéstrame esa carpeta que

escondiste ~sonreí~

Sus mejillas se pusieron coloradas, remilgó un rato y

después me la entregó, era un currículo de otra persona, con mucho mejores

referencias, pero lo que me llamó la atención, era que contaba con titulo de

chef profesional, no se ajustaba al perfil de lo que necesitábamos, pero podría

ser una opción. Me puse a leer en voz alta igual que la vez anterior.

—    Andrea Monsalve, 30 años, Chef profesional. Hija

este es un muy buen currículo y también se puede ver que cocina, delicioso

~comenté~

—    Si, leí su hoja, pero no parece idónea para el

puesto, obviamente no está interesada en el trabajo si no que, en ti, en casi

todas las fotos sale ella, y no precisamente con un delantal de cocina, puedo

ver sus pechos en casi todas las fotos ~dijo enojada~

—    ¿y eso que tiene de malo lucecita? Quizás solo

es su estilo ~comenté intentando no ver sus fotos~

—    Tiene todo de malo, sabe quien eres y es seguro

que no solo busca trabajar para ti, papi eres el hombre más hermoso del

planeta, todas quieren estar contigo, por eso deseche a todas las demás, y

puedo asegurar que nunca en su vida ha trabajado con niños, menos como

nosotros.

Tin, tin, tin, tin

—    Espera un momento lucecita es la señora Maite.

**En la llamada**

-Mi niño Javier, le hablo porque tengo malas noticias

-Hola, Maitecita ¿Qué pasó?

-Marilyn sufrió un accidente, ayer se cayó de la yegua

y terminó con un brazo y una pierna con fracturas.

-No me diga, ¡uf! ahora tengo que buscar a alguien que

la reemplace… ¿sabe que Maite? No se preocupe, tengo a la persona que puede

reemplazar a Marilyn.

-oh mi niño que bueno, entonces no me preocupo, nos

vemos en dos semanas más

-nos vemos querida Maite.*

***Fin de la llamada

—    Lucecita, ya no tenemos que discutir a cuál de

las dos vamos a contratar, ambas van a trabajar en el campamento, Marilyn está

accidentada

—    Prométeme que no vas a andar de coqueto con esa

mujer raquítica ~espetó cruzada de brazos~

—    Hija, siempre serás mi personita importante, después

de ti está Dante y el resto de la familia, la manada y mi trabajo, no tengo

tiempo para pensar en conquistar a nadie.

—    Si, lo sé, pero es tiempo de que busques a

alguien que te ame, pero esa mujer no me agrada ~suspiró~

—    Lucecita, ni siquiera la conocemos, no te adelantes

a los hechos, amorcito, por el momento preocupémonos del campamento y de lo

bien que lo vas a pasar ¿bueno?

—    Bueno papá. ¡Ah! Toma esta foto se calló del

expediente de mi candidata, se ve que es entretenida. Ahora como terminé mi

trabajo aquí, me voy, los demás deben estar esperándome en el bosque. ¡chao

papi, te amo!

Me dejó un beso en la mejilla y salió veloz de la oficina, dejándome

con la foto que se “había caído” en la mano.

Jajaja, solté una risa al momento de ver la fotografía de su

candidata, se podía apreciar una mujer, ¿Cómo describirla?, con curvas, no

delgada, para nada delgada, lo único que se podía distinguir era la gran

sonrisa plasmada en su cara, el resto, estaba cubierto de crema, ya comprendo

porqué a Yanara le calló bien, es posible que sea entretenida para los niños,

pero presiento que tendré una niña más en la sección 10/15, infantil es una

buena palabra para describir la imagen en mis manos.

La quiero a ella

Lucecita, ese es el nombre cariños que me puso mi papá, solo él me dice así, por lo general cuando solo estamos los dos, los demás me llaman por mi nombre que es Yanara, mi papá dijo que me puso ese nombre porque le

recordaba la luz del sol en un atardecer, es por el color de mi pelo, ahora es muy largo sigue siendo de color fuego, si, igual que la princesa de Disney Mérida, que es el sobrenombre que me pusieron mis amigos.

—    ¿por qué llegas tan tarde? ~reclama Felipe~

—    No es tan tarde, considerando que son las 9 de la mañana, pero para responder a tu pregunta, estaba ayudándole a mi papá en algo de suma importancia.

—    ¿Qué puede ser más importante que nosotros? ~preguntó Nahuel ~

—    Buscar una nueva cocinera para nuestra sección en el campamento, y debo decir… que la encontré, por su expediente les puedo contar que cocina de maravillas, y se ve que es una persona muy entretenida, y creo que puede adaptarse fácilmente a nosotros.

—    Bueno, con eso resuelto, ahora que ya estamos todos aquí, vamos las chicas nos esperan en el bosque ~nos apuró Felipe~

 Con mis primos y otros niños de la manada, somos muy unidos, creamos un lazo especial, todos vamos al campamento, en su mayoría el grupo está conformado por hombres, Felipe de 11 años, Nahuel de 13 años, Alejandro de 13 años, Máximo 12 y Gastón de 11. Después estaban Matilda 12 años, Olivia y Yo 10.

Somos un grupo de ñoños, nos gusta leer, ver películas, dibujar, pero lo más importante, son nuestros juegos de roles, ahora nos encontramos en una campaña vikinga, después más adelante quizás seamos piratas,

eso nunca se sabe, si, nada que ver con nuestra cultura, pero es nuestra forma de divertirnos. En el bosque, nuestros papás nos construyeron una casa arriba de un árbol, desde dónde puedo ver a mi papá trabajar y él a mi jugar.

Él es profesor, siguió los pasos de la tía Rocío y la Abu Aurora, siempre dice que agradece no haber sido el mayor, porque no le gustaría ser el Alfa, aunque debo decir que a veces tiene la misma aura que el tío Mateo

y el tío Julián. Es mejor que el tío Mateo se quede con el cargo hasta que Felipe tenga la edad para tomar el mando.

—    Yanara, estuviste muy desconcentrada toda la mañana ¿Qué te tiene en las nubes? ~preguntó Matilda~

—    Falta porco para que el campamento empiece, y necesito que todos ustedes me ayuden en algo muy importante para mí ~respondí~

—    ¿Qué cosa puede ser tan importante? ~cuestionó Máximo~

—    Hum, quiero que mi papá se enamore… de… ella ~extendí una foto que saqué del expediente de Almendra~

—    ¡Oh! Es muy linda, tiene un aire a la Abu Aurora, se ve cariñosa ~comentó Felipe~

—    Pero Mérida, tú sabes que el tío Javier a veces es como Shrek con las mujeres ~agregó~

—    Si, y también sabemos que tú puedes ser tan molestosa como burro ~dijo Olivia~

Todos nos largamos a reír, sé que él es un ogro, con respecto a tener una relación formal, la familia completa dejó de hablar sobre ese tema después de una fuerte discusión entre él y el Abu Oliver, sé que ha

salido con alguna que otra mujer, pero nadie que me haya presentado, asumo que nada importante para él.

—    Si, lo sé, pero tengo que intentarlo, y para eso los necesito a ustedes ~suspiré~

—    Y ¿por qué ella? Si te das cuenta, no es como las mujeres que suelen intentar algo con el profe Javi ~cuestionó Olivia~

De cierta forma tiene razón, mi papá ha despachado a muchas mujeres, que han llegado aquí por trabajo o de paseo, mujeres realmente hermosas, y espero que Almendra le guste tanto como a mí.

—    La quiero a ella, cuando vi esta foto, sentí algo extraño… aquí ~puse mi mano en mi pecho~

—    ¿Cómo que algo extraño? Explícate mejor porque no estoy entendiendo ~agregó Alejandro~

—    Algo así, como cuando ustedes me hablan sobre cómo se sienten con sus mamás, siempre les pongo atención y dicen que es como un calorcito en esta zona que los hace sentir… en paz y tranquilos ~expliqué

mientras me tiraba de espalda en el pasto~

—    Mérida, entiendo, pero ¿Cómo puedes sentir eso con solo mirar una foto? ~volvió a cuestionar Gastón~

—    Si, ustedes no lo entienden, porque nunca han sentido que les falta un pedacito de alma, nunca han experimentado la falta de su mamá ~suspiré mirando el cielo~

—    Yanara, tienes razón, por eso nosotros juntos, estaremos para ayudarte y apoyarte en esta locura, no te dejaremos hacerlo sola ~sostuvo Nahuel~

Me dieron un fuerte abrazo y empezamos a dispersarnos cada uno hacia su casa, Nahuel y Felipe venían conmigo.

—    Ya era hora de que aparecieran para almorzar ¡miren lo sucios que vienen! Vallan a lavarse ~nos reprendió la Abu~

Le hicimos caso y cuando estuvimos listos nos reunimos en el comedor con el resto de la familia, mi papi también estaba esperando.

—    Niños, con Agustín y Clara estábamos hablando de irnos una semana antes a Ranco, para disfrutar antes de que todo empiece.

—    ¿en serio? ¡Si!, nos encanta la idea ¿vamos todos?

—    Si pequeña mía, también estoy conversando con los papás del resto del clan para que les den permiso para que nos acompañen

—    ¿por qué tanta felicidad pequeña? ~preguntó mi tío Mateo cuando entro al comedor~

—    ¡Tío nos iremos antes a Ranco para disfrutar del lago y lo más importante es que el resto del grupo también va con nosotros! ~chillé~

Era una excelente noticia, me encantaba ese lugar, es un viaje largo desde la isla, pero valía totalmente la pena hacerlo.

—    ¿Papi, cuando nos iremos?

—    Em… Estábamos pensando en salir mañana temprano, pero tranquila que la Abu Aurora se adelantó y tienen listo tu bolso, solo que arreglar tu mochila con tus cuadernos de dibujo y algunas otras

cosas que quieras llevar ~me calmó~

Como mi papá lo anunció ayer, hoy a las 8 de la mañana ya estábamos embarcados en el transbordador, desde lo alto del baroco, se podían ver las toninas saltar alrededor, siempre era un espectáculo, a veces cuando

tenías mucha suerte se lograban ver ballenas, esta no fue la oportunidad, pero no importaba, estaba muy feliz por este viaje. Pasamos a Puerto Montt a pasear, no teníamos apuros con llegar a nuestro destino, compramos varias cosas, chocolates, mermeladas, vi a mi papá comprar enguindados y otros licores,

jejeje, a él gustaban mucho, no era de beber mucho, pero a veces lo hacía. Seguimos nuestro camino, pero a media tarde ya teníamos hambre, por lo que pasamos a un local de comida que encontramos en la carretera, después de eso, ya no nos detuvimos hasta llegar al Arenal, para llegar ahí teníamos que dar

media vuelta al lago, los terrenos del Abu Oliver se encontraban detrás de un gran cerro, desde el que se podían tocar las nubes cuando estaba nublado.

La casa, estaba a pocos metros del campamento, era un lugar tan lindo, con un pequeño bosque por el que me encantaba salir a pasear y a correr con mis primos. La casa era pequeña, pero el exterior era inmenso.

Mil disculpas, no se que pasó que este capitulo no estaba, como lo hago desde el computador, la app funciona distinto que en el celular, faltaba esta parte de nuestra querida Lucecita, sin esta parte seria difícil saber lo que quiere Yanara

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