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Vida De Adolescente

Capítulo 1 - De regreso

(Todos los nombres presentados aquí tanto de los personajes, y colegios son producto de la imaginación del escritor. Dicho esto se aclara cualquier coincidencia con la realidad)

Protagonista:

Fernanda. Conocida como Fer.

Personajes Secundarios:

Edward. Amor de la infancia de la protagonista.

Laura. Mejor amiga y confidente de la protagonista.

Jorge. Amigo de la protagonista y su seguidor.

Antonio. Amigo de la protagonista y mejor amigo de Jorge.

Sebastián. Maestro del actual y antiguo colegio de la protagonista.

Claudia. Madre de la protagonista y psicóloga.

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Habían pasado ya más de tres semanas desde que llegué aquí con mi madre, creí que iba a ser divertido pero no, estaba completamente aburrida en esta ciudad y no entiendo cómo pero mi mamá apenas llegó ya tenía un trabajo del cual hacerse responsable, es por eso que siempre estoy sola, se va muy temprano por la mañana y llega muy tarde por la noche, los únicos días en los que puedo verla por más tiempo son los fines de semana y solo salimos a comer de vez en cuando, en los momentos en los que no decide trabajar en casa. Ella es psicóloga y al ver lo mucho que trabaja en ello estoy completamente decidida a ignorar el famoso destino de madre e hija y hacer cualquier cosa que no implique tanto trabajo.

Lo primero que hice cuando llegué aquí fue buscar a mi amor de la infancia, el niño más lindo que he conocido en toda mi vida, ¡Edward!, él es el hombre más guapo que se puedan imaginar, fue la persona de la cual estuve enamorada desde que era una niña e incluso ahora, pero lamentablemente no lo encontré, no sé qué pasó con él, ya no vive en la antigua casa en la que solía vivir, tampoco dejó razón o no me la quisieron dar, lo más probable es que se halla mudado lejos igual que yo hace años, supongo que hasta aquí llegó mi fantasía de reencuentro.

En esta ciudad estuve hace siete años y mi hermoso vecino Edward era mi único amigo aquí, siempre estaba detrás de él confesándole mi amor, pero él era demasiado tímido como para confesar el suyo. Si deciden preguntarse a sí mismos porqué me fui de aquí abandonando a mi amor platónico, déjenme decirles que yo tampoco lo sé, mi mamá siempre está haciendo que me mude con ella a lugares distintos al igual que sucedió hace siete años y ahora, he querido preguntarle pero siento que la lastimaría (Más adelante les contaré el porqué), después de todo ella debe tener sus razones, lo único que sé es que debo permanecer oculta sin causar problemas, sin aparecer en vídeos o fotos o en redes sociales ¡O EN EL REGISTRO CIVIL! A eso me refiero cuando digo "oculta", tengo prohibido hacer lo que una persona normal haría, bueno no es tan malo si considero el hecho de que aún se me permite salir.

Así ha sido mi vida desde que tengo memoria, pero no ha sido TAN aburrida o mírenme ahora, sentada en un puesto de helado sola, en una mesa para dos pero completamente sola, ni siquiera el vendedor está solo, digo, tiene a su ayudante.

(Suspira) Bueno, llegó la hora de irme de aquí, tengo muchos ojos encima, de seguro se están preguntado por qué estoy SOLA en la promoción de helados de pareja (Hay vida cruel) pfff que más da ¡Es solo un helado!

– ¡Para parejas reales que se puedan ver! - Grita una mujer sentada en la mesa de al lado.

Uhhh ¿Por qué me respondió? ¡No puede ser! Qué vergüenza, lo dije todo en voz alta, será mejor que me vaya... Tierra trágame y escúpeme en otro país.

...15 minutos después...

Fiuu por fin estoy en casa, que vergüenza será mejor que entre.

Yo: ¡A mamá, estás en casa, que bien!

Cuando vi que mi madre estaba allí mi corazón se sobresaltó, pero duró hasta cuando vi un uniforme escolar. Es que, si les soy sincera, odio estudiar, ni siquiera soy buena en ello.

Sra. Claudia: Prepárate, ya está todo listo, solo tienes que ir a estudiar mañana, así que levántate temprano ¿Quieres? No vaya a ser que llegues tarde a tu primer día en tu nuevo colegio.

Eso dijo mi mamá, y como es tan natural empezamos a pelear, yo protegía mi deseo de no ir a estudiar y ella de mandarme a la fuerza a un colegio que no conocía.

Sra. Claudia: El director te estará esperando mañana, así que no me hagas quedar mal, ya lo decidí tú vas y punto.

Yo: ¡Claudia! Te digo que no quiero ir, solo llama a ese director y dile que no voy a asistir y listo se acabó.

Dije esto y me encerré en mi cuarto, luego no se escuchó nada, era como el silencio que hay antes de los asesinatos en las películas de terror.

Ashhh además tengo hambre, porque no pude esperar para quejarme después de la cena, ¿Y si salgo y busco algo para comer? No, no, no, no, si salgo ahora entonces si ocurrirá el asesinato. Tendré que soportar hasta mañana y dormir así ¡Sí, todo sea por la causa!

...Al día siguiente...

¡Aaaaaaaaaa estúpido despertador, porque me molestas!

Sra. Claudia: Levántate niña, arréglate y ve al colegio.

Yo: Pe...Pero...Pero mamá!

Sra. Claudia: ¡¡AHORA!!

Yo: Está bien

Waw lindo uniforme, mala situación, ashh enserio no quiero ir ¿Qué hago? ¿Y si me escapo?

Sra. Claudia: ¡Apúrate!

Salgo de mi habitación y lo primero que veo me deja sorprendida. Puedo decir mucho de mi mamá pero jamás podría decir que no es planificadora ¿Cómo es que ya tiene mi mochila lista? Incluso hay una lonchera dentro.

Yo: Mamá ¿Cuándo armaste todo esto?

Sra. Claudia: Ayer, vamos ya es tarde

Yo: ¿Vamos?

Sra. Claudia: Si, no me voy a arriesgar a que te escapes, así que te voy a llevar y entregar yo misma al director

Yo: Queeeee!! Mamá, no soy una niña!

Sra. Claudia: No discutas y vámonos

Y sí, aunque no lo crean mi mamá me llevó al colegio, a una adolescente a la que solo le falta un año para cumplir su mayoría de edad, Aaaa quizá si me pongo la chaqueta sobre mi cabeza pueda cubrir mi rostro y nadie me vea.

Sra. Claudia: ¿Qué estás haciendo? Baja del coche y entremos ¿Tienes miedo? Jajaja pero dijiste que ya no eras una niña Aw eres tan tierna – Dijo mi mamá mientras se acercaba y apretaba mis mejillas.

Entramos al colegio (Uno muy bonito por cierto) y no lo creerán, pero sí, allí estaba, un tipo alto con traje que aunque elegante expulsaba un aura de orgullo y ego, ese era el director que apenas me vio dijo con una voz gruesa – No se preocupe está en buenas manos – Sí, típica frase de persona corrupta. Tomó mi brazo y me empujó hasta el salón.

Simplemente no quería entrar y justo cuando intenté dar la vuelta para irme, me empujó aún más fuerte impulsándome hacia dentro del salón.

Pero ¿Qué se ha creído este tipo? ¿Cómo se atreve a empujarme de esa manera? ¿Y por qué mi madre no dijo nada? ¿Qué le habrá dicho? ¿Se habrán unidos ambos para obligarme a entrar?

Quise irme pero el tipo no se movía de la puerta, parecía un guardaespaldas contratado por mi madre, no me quedó más que quedarme allí y presentarme ante mis nuevos compañeros.

Empecé mi discurso así...

Yo: Buenos días nuevos compañeros, mi nombre es Fernanda pero pueden decirme Fer, espero que nos llevemos bien. Estoy aquí con todo el ánimo y entusiasmo para estu... ¿Qué? ¿Edward?...

Capítulo 2 - El reencuentro

¿Qué? ¿Edward?...

Oh por Dios! No lo puedo creer! ¡Es Edward! Seremos compañeros de clase. Sigue siendo tan guapo y ahora está más alto, waw ese peinado le queda genial, tiene una increíble figura, Oo mira su expresión de seguro me reconoció jaja ¡Que emoción!

Maestro: ¿Estudiante? ¿En qué piensa?

Yo: ¿Ah? No es nada

Maestro: Umm... Puede sentarse en la silla vacía del fondo

Yo: Está bien, gracias

(Y sí que muchas gracias...) Me sentó a tan solo una posición detrás de Edward en la fila de al lado. Parece que lo bueno de este colegio esta por fin saliendo a la luz.

– Hola, me llamo Laura

– Yo Antonio y él es mi amigo Jorge

– Mucho gusto niña nueva

Dijeron tres de mis compañeros, Laura una chica con cabello negro y piel suave sentada a mi lado pues compartimos escritorio, Antonio un chico de lentes sentado en el escritorio de atrás bajo la posición de Laura, y Jorge de aura rebelde y matona con quien comparte escritorio Antonio bajo mi posición.

Yo: Hola chicos, gusto en conocerlos

Laura: Si necesitas algo puedes pedirlo, que no te de pena

Antonio: Ella tiene razón, los primeros días en un colegio nuevo son difíciles, así que ten paciencia

Jorge: De que hablas ¿Estás recordando tu entrada a preescolar?

Antonio: ¿Qué?

Jorge: Ah no recuerdas, cuando te aferraste a la pierna de tu mamá y gritabas que no te abandonara en frente de todo el salón y luego lloraste por horas diciendo "¡BuBu mami no volverá por mí BuBu!"

Antonio: Ashh ¿Era necesario decirlo?

Laura: Jajajajaja Que no te asusten estos tontos, siempre son así

Yo: Eso parece jajajaja Deben conocerse desde hace mucho tiempo por lo que cuentan

Jorge: Somos mejores amigos desde pequeños, yo fui el que lo ayudó a adaptarse cuando lloró como Magdalena

Antonio: Oye basta, me avergüenzas tarado

Yo: Parece que será divertido estar aquí

Maestro: Oigan los del fondo ¿Podrían callarse? ¡Aún estamos en clase!

Me di la vuelta dispuesta a prestar atención, estaba en el momento por el que todo estudiante ha pasado, ese en el que tomas una increíble determinación por aprender e intentas concentrarte pero con lo primero que te distraes se te desploma todo haciendo que la determinación no dure más de cinco minutos. Y a qué no saben quién fue mi distracción.

Estaba allí sentado a solo un puesto de mí, increíblemente guapo, con su mirada fija hacia el pizarrón, con una mano sostenía su bolígrafo y con la otra su cabeza, era como una imagen de película cuando el protagonista sale y una luz cubre toda su espalda haciéndolo brillar y mostrando todos sus movimientos en cámara lenta, así era visto él por mis ojos (Muy deslumbrante)

...Suena el timbre y acaba la clase...

Yo: Pisss Pisss ¿Edward? ¿Qué pasa? ¿No me recuerdas?

Edward: Si te recuerdo

Yo: ¿Enserio? Entonces qué crees, verdad que es el destino (Sonrisa pícara)

Edward: (Leve tosecita) Umm digamos que no has cambiado mucho

Yo: Sip, no he cambiado, aún me gustas y aún te lo digo, jaja increíble no

Edward: Bueno tú no me gustas

Yo: Qué...Pero...Sabes que no me rendiré hasta que te guste

Edward: Ummm ya me tengo que ir, adiós

Olvidé expresar la espeluznante frialdad de Edward y su forma tan directa de hablar, siempre fue así de niño por lo que estoy familiarizada pero esta fue la primera vez que escuché esas palabras salir de su boca. Mentiría si les dijera que no fue doloroso y que no pensé en ello todo el día, en realidad fue como si me hubieran lanzado un baldado con agua fría pero era demasiado pronto como para rendirme después de todo aún no lo he superado y me sigue gustando mucho, tendré que dejar mi orgullo y seguir a su lado como de niños, ¡Sí! Seré un chicle pegajoso de nuevo. Jaja Edward solo espera y verás como te enamorarás de mí jiji.

Llegué a casa y como si nada hubiera pasado estaba mi mamá esperándome con una gran mesa llena de comida y como si hubiera olvidado el hecho de haberme obligado a asistir a ese colegio me pregunta ¿Cómo te fue? (Que irónico verdad, aunque más irónica mi respuesta)

Yo: Bueno, no estuvo mal

Sra. Claudia: Ves que no era para tanto alboroto, mira, me tomé el día solo para pasarlo contigo en tu primer día, ven y come algo

Aunque estoy a gusto con el colegio al que asisto, no quiero decirlo por ahora, me gusta conservar mi orgullo y no hace mucho dije que odiaba todo de ese colegio, sería un cambio de opinión que tendría que justificar y por ahora no quiero hablarle sobre mi amor no correspondido.

La cena estuvo muy deliciosa, gran cantidad de platillos lujosos y elegantes solo para nosotras dos. Hablamos y reímos hasta que ya era muy tarde por la noche, somos muy parecidas y por eso nos entendemos tan bien, y como no, somos lo único que tenemos, además de mí ella también permanece oculta, nunca la he visto con algún amigo y su trabajo es muy reservado, es por eso que tenemos un vínculo más grande del que una madre puede tener con su hija.

...Al día siguiente...

(Bostezo) Buenos días mundooo, ya desperté jj. Apagué la alarma y al hacerlo noté que eran las 7:30 am. El colegio empieza a las 8:00 am, mi camino hasta el colegio consume un tiempo de 20 minutos y aún no me he vestido ni desayunado, voy a llegar muy tarde. Me levanté y corriendo tomé un baño muy rápido, me puse mi uniforme, tomé mi bolsa y al salir de mi habitación noté que mi madre me había dejado el desayuno preparado en la mesa. Se veía delicioso y además olía bien, rápidamente me apuré a desayunar, luego apresurada salí de casa y corrí hasta el colegio, pero aun así, llegué 10 minutos tarde, incluso ya había iniciado la clase.

Simplemente entré como si fuera mi casa y muy relajada me senté. Lamentablemente no pude escapar del regaño de mi maestro, la buena parte es que solo recibí un regaño y no un castigo.

Laura: Oye, ¿Por qué llegas tan tarde? ¿Pasó algo?

Yo: No, solo me desperté tarde

Laura: Ah ok, oye, ¿Almorzamos juntas?

Yo: ¡Claro!

No podía evitar saludar a aquel que robaba mis suspiros jiji

Yo: Hola Edward, Buenos días ¿Amaneciste bien?

Edward: Si, concéntrate en la clase e intenta levantarte temprano de ahora en adelante ¿De acuerdo?

Yo: Si, claro que sí (Sonríe)

Finalizó la clase y nos dirigimos al restaurante escolar, mucho más grande de lo que imaginé, demasiados estudiantes. Recibimos nuestra comida y nos sentamos a comer, luego llegó Antonio, Jorge y con ellos venía Edward, al parecer eran amigos.

Los tres se sentaron en la misma mesa que nosotras y empezamos a hablar, todos charlaban y reían pero solo Edward callaba (Seriedad total) no había cambiado en tantos años y eso me emocionaba

Capítulo 3 - Llegada Sorpresa

Ya han pasado algunas semanas desde que llegué a artes danzantes (El colegio al que asisto \= se llama así debido a que por lo menos 6 de cada 10 estudiantes sabe cantar o por lo menos bailar, obligando al colegio para su beneficio a crear grupos de canto y baile, así que aprovechando el talento que allí existe, se pide a los estudiantes realizar presentaciones para posibilidades de concurso y así generarle más fama al colegio)

Ha pasado ya bastante tiempo y aún no he logrado llegar temprano ni una sola vez, si no es una cosa es la otra pero el hecho es que algo me retrasa, incluso mis maestros ya se acostumbraron a verme 15 minutos después de que la campana suene, he recibido algunos castigos y me han nombrado "La puntual" (Irónicamente) Incluso hoy llegue tarde y a parte del gran regaño que recibí del maestro, también fui obligada a limpiar el salón de baile.

...Limpiando...

¿Cuántas veces irán al baño los bailarines? Tuve que recoger por lo menos 100 botellas de agua tiradas en el suelo. Deberían pensar en los encargados de la limpieza ¿Por qué hacen tanto chiquero?

Jorge: Hey! ¿Qué haces ahí sentada? Se supone que debes limpiar

Yo: Oh! Jorge... ¿Qué haces aquí?

Jorge: Estaba pasando y te vi holgazanear

Yo: Ash, no estoy holgazaneando, solo descansaba, además no me falta mucho por limpiar, soy conocida por hacer las cosas rápido quizá sea un don y deba utilizarlo para ganar mucho dinero jiji

Jorge: Wau suenas como una mafiosa, solo piensas en el dinero

Yo: Si, Debería dedicarme al lavado de dinero y montar mi propio grupo de sicarios, yo sería la jefa y todos obedecerían mis ordenes, así sería conocida por todos y me tendrían miedo, sería increíble jajaja quizá también me convierta en una asesina; podría empezar contigo si no me ayudas a limpiar (Señala de forma amenazante)

Jorge: Está bien Jefe lo que usted diga (Pone su mano sobre su frente como saludo militar)

Yo: ¿Ah? ¡¿De verdad?!

Jorge: No me arriesgaría a desobedecer a mi jefe

Yo: ¡Genial!

Nos pasamos toda la tarde limpiando, el tiempo pasó muy rápido y fue muy divertido porque me la pasé bromeando junto con Jorge, me duele el estómago de tanto reír. Salimos con los uniformes muy sucios y mojados, debió ser porque nos lanzamos agua uno al otro. Luego de salir le invité una comida a Jorge para agradecerle, pero por nuestra ropa nos dio vergüenza entrar a restaurantes, así que simplemente compramos algunas chucherías en una tienda, luego Jorge me llevó a mi casa y nos quedamos a hablar un poco en la banca frente a mi casa.

Fue extraño, sin mentirles lo sentí como si hubiera sido una cita, él fue muy tierno y me divertí mucho cuando nos llamábamos por nuestros apodos de jefe y subordinado, además la escena en la que estábamos era muy romántica, imagínense cenar con alguien después de pasar un momento muy agradable con esa persona, luego que él te acompañe a casa y se queden afuera hablando de cosas sin sentido en la oscuridad de la noche mirando las estrellas ¿Parecía una cita verdad? Jaja fue un poco incómodo cuando pensé en ello, así que me despedí y entré a casa. Sin darme cuenta había hecho un muy buen amigo en ese instante.

...Al día siguiente...

Hoy es un día muy hermoso, el cielo está mucho más azul que todos los días, a lo lejos se escucha el cantar de las aves y la luz del sol roza mi ventana.

Me siento en mi cama, uno mis manos y con un leve apretón doy un gran estirón, un bostezo sale de mi boca y con suavidad giro mi cabeza para ver el reloj. El día está muy bello, debí levantarme más temprano quizá así no llegaría con 30 minutos de retraso al colegio.

Me apresuré a vestirme y desayunar, sin más tomé mi bolsa y salí corriendo a gran velocidad, mis esperanzas aumentaban creyendo que llegaría a tiempo pero en eso un señor en bicicleta pasa por mi lado muy rápido. Estaba concentrada y fue un gran golpe por la espalda, sentí un gran susto pero no tenía tiempo de pelear así que lo dejé pasar. Seguí corriendo y me sentí un poco liviana y cuando miré hacia adelante vi mi bolsa colgando de la espalda del ciclista.

En serio quería llegar temprano, ya estaba harta de limpiar, parecía la encargada de la limpieza, pero ese tipo se había llevado mi bolsa y no podía dejar ir así mi dinero, mi identificación, libros, pero sobre todo mi dinero; ese tipo acaba de robar a la persona equivocada y aún no se ha dado cuenta ¡Voy a hacer que pague!

Tomé mi posición y entre a la pista de carrera con un grito de lucha.

– ¡¡¡¡¡Aaaaaaaaaa Mi dinero!!!!!

Corrí a toda velocidad, estaba a punto de alcanzar la parrilla de la bicicleta, solo un poco más adelante y la tomaré – Me dije a mi misma – Estiré mi brazo lo más que pude y cuando mi dedo medio tocó la parrilla, el desgraciado giró el volante pasando a conducir a la derecha, abriéndome camino a una dolorosa caída en un puesto de frutas.

Hizo que callera pero jamás me rendiré, no seré tan fácil de vencer, ¡¡¡¡¡Mi dinero!!!!!

Me levanté y seguí persiguiéndolo, al parecer estaba un poco agotado, miraba hacia atrás muy agitado con una expresión desesperada, luego para su suerte llegó a un camino que se empezaba a dividir, dejando en medio un pequeño parque con algunos árboles y bancas verticalmente. Él tomó el lado derecho y yo el izquierdo, volteaba su mirada para ver si seguía corriendo, luego gritó y puso más impulso al pedal aumentando la velocidad. Estaba muy cansada, mis piernas ya se sentían muy entumecidas, mi garganta estaba seca y mi frente bañada en sudor; estaba en una situación en la que cualquier persona se rendiría, cualquiera menos esta persona, jamás permitiría que alguien me robara, nunca me rendiré, incluso si debo dejar mis piernas atrás, lo perseguiré incluso si debo correr con mis brazos ¡Aaaaaaaaa!. Apresuré mi carrera y salí de la carretera izquierda para entrar al parque de en medio, estaba a su lado observando su mirada de miedo al verme, cuando vi sus ojos asustados le mostré una sonrisa macabra, luego subí a una banca y con un gran salto me abalancé sobre el hombre tirándolo de la bicicleta y cayendo ambos al suelo, afortunadamente el tipo cayó primero así que me permitió una caída acolchonada jajaja.

– Tanto problema por una bolsa. Dijo el sudoroso hombre que apenas podía respirar.

– Como dijo uno de los protagonistas de chicas blancas "No es solo un bolso es mi vida"

Quedamos tirados en el suelo por no menos de 3 minutos, estábamos literalmente acostados en medio de la calle, luego de levantarme acomodé mi bolsa muy bien en mi espalda y me preparé para otra carrera (Esta vez hacia el colegio)

Empecé a correr y el tipo dejado atrás se levantó, tomó su bicicleta y pedaleó hacia mí.

– ¡Hey! Eliud Kipchoge! Sube, estás muy cansada (Eliud es un corredor Keniano quien fue el primero en recorrer toda una maratón en menos de 2 horas \= Sacado de la vida real)

¿Eliud... Qué?

– ¿Por qué me llevarías? ¿Quieres secuestrarme? También soy buena peleando incluso con hombres, ya ves, no solo puedo correr. Dije esto cuando en realidad quería subir, estaba que me caía del cansancio, si me vuelve a pedir que suba debo hacerlo, sería grosero rechazarlo ya que es mayor que yo, quizá no sea mala persona, solo intentó robarme una vez ¿Y si está arrepentido? Debo darle una oportunidad de compensar. ¡Sí! Si me lo vuelve a pedir simplemente sub...

– Está bien no subas ¡Adiós! Dijo esto sonrió, dio la vuelta y se fue para nunca más volverlo a ver.

Pero queeeeee? Se estaba burlando de mí. Hay cuando lo vuelva a ver lo voy a... a... ashh será mejor que me vaya si no quiero que me hagan limpiar los baños.

Por fin llegué a Artes Danzantes después de correr tanto, solo un esfuerzo más para escalar la pared y entrar (Por la demora el celador cerró la puerta del colegio, es por eso que me veo obligada a saltar la pared de atrás) y un esfuerzo doble para correr al salón.

Llegué al salón y para mi suerte no había maestro que me regañara en ese momento. Entré agitada y como si mi escritorio fuera una puñada de nubes me senté en él soltando mi mochila y recostando mi cabeza sobre el escritorio me eché a dormir.

Jorge se acercó a mí y me preguntó por qué había llegado tan agitada, Laura y Antonio me miraban con ganas de saber la historia, así que la conté con lujo de detalles, aunque creo que exageré solo un poquitico. Todos reímos con la historia, luego Jorge se levantó de su asiento y se fue un momento.

(Leve tosecita) (Susurro)

– Ten, te ves cansada, no lo malinterpretes – Dijo Edward mientras me daba una botella de agua, no pude evitar sonreír, pero él solo volteó su rostro de una forma fría y a la vez muy tímida.

Quité la tapa de la botella y como si no hubiese bebido en días tomé casi toda el agua sin parar. Laura puso su mano en mi espalda y daba leves palmaditas para que no me ahogara, luego con curiosidad pregunté:

Yo: ¿Por qué no está el maestro? ¿A qué se debe tan afortunada situación? Dije entre risas.

Antonio: ¿Alegre? Jaja Siempre llegas tarde a pesar de que te regañan y castigan frente a todos.

Laura: Hoy llega nuestro maestro titular, está en una reunión y por eso no está aquí aún.

Yo: Eso quiere decir que por fin se acabaron las charlas de todos los días, en la que el maestro dice "Pronto llegará su maestro, así que mientras no me causen problemas"

Laura: Jaja Lo imitas igual Jajaja

Jorge llega y se sienta, luego empieza a sacar de su mochila chucherías para todos es decir, Laura, Antonio, Edward y yo (Para el que no sepa chuchería es una palabra utilizada para referirse a cosas como dulces, papas fritas, y todo lo que comen los niños no saludable).

Jorge sacó dos refrescos, abrió ambos y le puso un pitillo a cada uno, luego se me acercó y susurró – Este lo compré especialmente para ti – y me dio uno de mi sabor favorito (Refresco de naranja)

Sin darme cuenta el maestro titular había llegado ya, yo estaba de espaldas hablando con Jorge y por eso no lo vi.

El maestro llegó y empezó a hablar, se presentó y nos empezó a adular como un grupo callado, caminó hacia su escritorio y encontró allí una botella de agua, sorprendido la tomó y preguntó al salón quien la había dejado allí, en eso se levanta una chica que parecía enamorada del maestro y dijo:

– Yo la dejé allí para darle la bienvenida

– (Suspiro de felicidad) Parece que voy a poder descansar en lo que queda del año, me tocó un muy buen grupo. Dijo el maestro destapando la botella y bebiendo un poco – Es bueno ver que no hay aborot...

Miró hacia el fondo y de la impresión toda el agua que tenía en la boca se le salió al escupirla, sus ojos estaban impresionados con lo que veían, y porque no, también se le notaba ira y desesperación.

...Minutos antes...

Jorge: Oye ya llegó el maestro. Dijo Jorge mirando hacia el frente.

Yo: ¿Enserio?

Tomé el refresco, puse el pitillo en mi boca y empecé a absorberlo mientras daba la vuelta para acomodarme en el escritorio y tomar la siesta que no pude hace un momento. Pero antes de eso escuché una gran escupina que me hizo llevar mi mirada hacia el nuevo maestro.

Sin sacar el pitillo de mi boca, seguía succionando el poco refresco que quedaba en el frasco y cuando lo vi pasé por la misma escena y tiré todo el refresco con la escupina de impresión cuando lo vi allí parado

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