Salma
Lo que pasó con Daniel fue algo que nunca voy a olvidar, fue una verdadera pesadilla, no sabes lo que es un día despertarte y darte cuenta que estás en la cama con un hombre, y que ese hombre es el esposo de tu mejor amiga, de esa que es como tú hermana, y lo que es peor aún, que tú ni siquiera sabes lo que pasó, que todo es obra de una persona con problemas mentales, porque eso es Barry Williams, un verdadero cobarde y enfermo mental, a él le pareció divertido destruir la vida de tres personas, solo por su estúpido odio hacía Brenda.
Lo más terrible de todo esto, es que ahora Brenda me odia, aunque sabe que nada de lo sucedido fue cosa de Daniel o mía, y que ambos fuimos víctimas de ese hombre, ella prefirió tratarme como una mala amiga, como la zorra que destruyó su matrimonio, y eso duele, ella sabe que nunca le haría algo así, pero no quiere entender razones.
Al salir de la clínica decidí irme lejos, no quería permanecer alli ni un minuto más, y fue ese doctor que me ayudó a regresar a Estados Unidos, luego supe que se llama Ethan Frédéric y que es primo de Daniel, le di las gracias y le pedí el gran favor de no mencionar nada sobre mí, le suplique que dijera desconocer mi destino, el me lo prometió, solo con la condición de que lo llamara si lo llegaba a necesitar y acepte.
Yo regresé a Estados Unidos, pero decidí cambiar de estado, me mudé a New Jersey, así puse distancia de todo mi pasado, cambie mi nombre e inicie una nueva vida, pero el destino es caprichoso, porque dos meses después me desmayé, estaba de turno y me atendieron, allí me dí cuenta de que estaba embarazada, ahora llevaba en mi vientre un hijo de Daniel Frédéric, una verdadera sorpresa para mí.
Los días pasaron y me había hecho a la idea de ser una madre soltera, pero cuando tenía tres meses de embarazo en mi ecografía el doctor me dijo que no era un bebé, que eran dos, que yo iba a tener gemelos. En ese momento sentí que mi vida se había complicado, no sabía que iba a hacer con dos niños, ¿Como haría para cuidarlos, alimentarlos y educarlos? Tenía un sueldo, pero este apenas me alcanzaba para lo que necesitaba y no me alcanzaría para criar dos niños.
El doctor me recomendó alimentarme bien, porque estaba anemica, pero enfermé poco después, ahora estaba sin poder trabajar y sola. De manera que tuve que pedir ayuda.
—Si diga.—
—¿Ethan? Soy Salma, se acuerda de mí?—
—Por supuesto, que bueno que me llamas, como has estado?—
—Yo, necesito hablar contigo, me gustaría saber si podrías venir.—
—Necesitas que vaya a Estados Unidos?—
—Si pudieras venir sería bueno, es que yo no puedo viajar, y es importante.—
—Ok, entiendo, puedes adelantarme de que se trata?—
—Prefiero decírtelo cuando estés aquí, te mandaré la dirección, estoy en New Jersey.—
Al colgar la llamada le envié la dirección, no le dije de qué se trataba, ni él me dijo cuando vendría. Pero justamente al día siguiente llegó.
Me quedé sorprendida cuando lo ví entrar en mí habitación, tenía cara de preocupación.
—¿Estás bien? ¿Porque estás hospitalizada? —
—Hola, gracias por venir, tengo anemia y tengo otros temas de salud, el asunto es que no tenía a quien más recurrir y un día me dijiste que te llamara si necesitaba algo. —
—Por supuesto, por eso vine cuánto antes, que pasa?—
—Estoy embarazada de Daniel.—
El se quedó sorprendido.
—Lamento que ese episodio haya tenido consecuencias, y como estás con eso? —
—La verdad es que estuve muy sorprendida por el descubrimiento, pero ahora considero que ha sido una bendición, porque me enteré hace poco de que son gemelos, voy a tener gemelos, como Daniel y su hermano. —
—Wow, estoy sorprendido y a la vez no se, incrédulo, tu serás la madre de la siguiente generación de los gemelos Frédéric, porque hasta ahora ninguna ha tenido esa suerte, Brenda está embarazada pero tendrá un niño, y Gianna una niña.—
—En serio? Me alegra que Brenda vaya a tener un bebé, alguna vez le dije que yo sería la madrina de sus hijos con Daniel, y ahora...—
—No te amargues por eso, déjamelo a mí, te ayudaré en lo que necesites, y prometo no decir nada, porque supongo que es lo que quieres no?—
—Si, no quiero que sepan de mis hijos, Brenda podría ponerse mal y podrían tener algunos inconvenientes en su matrimonio y no quiero eso.—
—Comprendo, la verdad es que no han quedado muy bien que digamos después de lo que pasó, y esto solo empeoraría la situación, no te preocupes, estoy contigo.—
—Gracias doctor Ethan por venir hasta aquí y escucharme, también por guardar mi secreto.—
—Que fue eso de doctor Ethan? Acabas de poner una distancia entre los dos?—
—No, no es eso, es más como por respeto.—
—No quiero que me digas así, me siento extraño, quiero que me llames por mi nombre, somos amigos no? —
—Claro, Ethan.—
—Así está mejor. Tienes hambre? Quieres que te compre alguna cosa en especial? Esos antojos ya deben estar haciendo de las suyas.—
—La verdad si, estos antojos son una cosa muy loca, pero, me tienen en una dieta especial, por la condición que tengo ahora.—
—Umm, esta bien, me comprometo a averiguar todo sobre lo que tienes y de acuerdo a las recomendaciones, entonces veremos.—
—Disculpa, no tenías mucho trabajo allá? Estás seguro que no acabo de alterar tu vida? ¿Cuánto tiempo podrás quedarte aquí?—
—Epa, acabo de ser bombardeado? Jajajaja, me quedaré el tiempo que me necesites, y no, no me has alterado la vida, al contrario, siento que le acabas de dar sentido a mi existencia, si me dejas, quisiera cuidar de ti y los niños de ahora en adelante, permíteme ayudarte de alguna manera.—
—Yo no puedo olvidar lo amable que fue ud conmigo en esa ocasión, parece una buena persona.—
—Uy pues gracias, la verdad trato de dar lo mejor de mi, y prometo dar el 200% de mi esfuerzo para que tú y los bebés estén bien.—
Sonreí, el sonaba muy convencido, aún no me explicaba porque accedí a llamarlo, y porqué tome tan a pecho lo que me había dicho de que lo llamara si llegaba a tener algún problema, pero lo cierto es que se comportaba muy bien conmigo, y resultó ser un muy buen amigo.
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6 meses después.
Salma
Esta enorme barriga ya no me deja hacer nada, me duele mucho la espalda y se me hinchan las piernas, no sé que voy a hacer, aunque, lo bueno es que todos estos seis meses Ethan me ha consentido mucho, eso a pesar de que hace dos meses está saliendo con la pesada de Elena.
Elena es la pediatra del hospital donde yo trabajo, y dónde obviamente Ethan consiguió trabajo, me alegra por él, aunque debo decir que no se ve muy feliz que digamos pero bueno, está bien.
Aunque Ethan me cuida y está pendiente de lo que necesito, sé que Helena es su novia y obviamente necesita pasar tiempo con ella, así que he optado por instarlo a qué salga con ella, que le dedique tiempo y la atienda, no quiero que mañana ella la coja conmigo por abarcar a su hombre, y bueno, no nos digamos mentiras, Ethan no es el padre de mis hijos, yo no soy su responsabilidad.
He tenido ciertos dolores todo el día, la ginecóloga me dice que es normal, porque me faltan dos semanas para dar a luz. Pero es que ya son bastante incómodos y no sé si podré resistir más. Ethan tuvo que ir a recoger a su novia, dizque porque se le daño el carro en no sé dónde, así que estar sola me está pasando factura, mejor me voy a dormir a ver si se me calman un poco los dolores.
Me despertó un fuerte dolor, no se cuánto había dormido, pero este dolor me saco de cualquier lugar recondito de dónde andaba mi ser.
—Ay, ay, ¡alguien ayuda!—
Era tan doloroso que no podía ni hablar. Pensé que iba a morir aquí con mis hijos, rogaba al cielo que me ayudara, y de repente descubrí que la lluvia era torrencial.
—Dios ayúdame, no dejes que muera aquí con mis bebés, por favor, te lo suplico.—
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6 años después.
Salma
—Jaden y Frank, bajen de allí, ya nos vamos. —
—Pero mami, un ratito más por fa.—
—No, ya nos vamos, así que ahuecando el ala.—
—Pero mami.—
—Nada, nos fuimos.—
—Mira Frank es el tío Ethan.—
Y aquí venía el alcahuete más grande, sabía que de aquí no nos iríamos hasta el anochecer.
Los niños salieron volando a los brazos de Ethan y este como siempre se echó a rodar con ellos por el pasto del parque.
—Cómo se han portado mis campeones.—
—Bien, pero mamá no nos deja jugar más tiempo en el parque.—
—Ah cómo así, déjenme a ver si logro negociar con la mami y nos deja cinco minutos más.—
El me miro como perrito al igual que esos dos terremotos.
—Mami nos dejas cinco minutos más, por fis.—
—Uds tres son unos manipuladores, saben que no puedo negarme cuando lo piden así.—
—Siiii siii siii cinco minutos más, vamos a la resbaladera.—
Los niños fueron a jugar, y yo me senté a observar como Ethan disfrutaba con ellos, la foto que tenía delante era perfecta, y lo sería aún más si el hombre que estuviera allí con ellos fuera su padre. Si las cosas no hubiesen pasado de esa manera, todo sería distinto, yo nunca puse mis ojos en Daniel, desde el primer momento en que lo vi pensé que era muy guapo, pero para Brenda, no para mí, me concentre tanto en ella, en que lo conquistara, que me olvidé de mí, pero no me arrepiento de eso, porque lo hice de corazón.
Ahora estoy aquí, soy la madre de sus hijos, y aunque estábamos drogados esa tarde, pude sentir sus besos y su pasión, cada vez que recuerdo ese momento se me eriza la piel, yo jamás en mi sano juicio me hubiera involucrado con el esposo de mi mejor amiga, por eso no le pienso decir a Daniel que tengo hijos con él, no pienso buscarlo, pero si les diré a mis hijos la verdad, y que sean ellos quienes tomen su decisión.
Ethan estuvo de acuerdo, yo le conté lo que había decidido sobre mis hijos, que les diría toda la verdad y dejaría que ellos decidieran, pero que yo no pensaba buscar a Daniel ni contarle lo de los chicos, la verdad es que no quería lastimar más a Brenda, pues por boca de Ethan supe que el matrimonio de ellos no andaba muy bien. Y eso hizo que me sintiera muy mal por ellos.
Si le hubiera dicho a Daniel sobre mis niños, ahora ellos solo tendrían migajas de él, tendrían un papá parcial, y sin duda un montón de problemas, pero ahora tenían una vida tranquila, un tío que los adoraba y no tenían que pasar humillaciones ni malos ratos. Sé que mi posición era egoísta, que estaba privando a mis hijos de su padre, pero es que no era fácil, Brenda estaba de por medio, y se que eso sería un problema y mis niños se verían perjudicados. Así que por su propio bien los mantuve en secreto.
Ethan se casó el año siguiente, no con Elena, si no con otra mujer, se veía enamorado esta vez y me alegre por él, se lo merecía, ahora estaba totalmente radicado aquí en el país y así mis gemelos no se sentían tan solitos.
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5 años después
Salma
El teléfono sonó y me sorprendió ver en el identificador el número del colegio de los gemelos.
—Si diga —
—Señora Jackson, que pena molestarla, pero necesito hablar con Ud, es importante.—
—¿Pasa algo con mis hijos señor director?—
—Si señora Jackson, pasa algo con sus gemelos, pero no es nada malo, al contrario, es buenísimo.—
—¿A qué horas?.—
—Si puede ser ya mejor.—
—Ok, estaré allí en unos minutos.—
Me cambié rápidamente, y deje que la empleada terminara el almuerzo, me fui muy aprisa para ver qué pasaba.
—¿Ethan? ¿También estás aquí? Te llamaron?.—
—Si, me dijeron que si podía venir cuánto antes y me preocupe, ¿crees que sea algo malo?—
—No sé, pero vamos a ver de qué se trata.—
Así ambos ingresamos a la oficina, allí el director nos recibió alegremente.
—Señores, les agradezco mucho que hayan venido tan pronto, quiero felicitarlos.—
—¿Felicitarnos? Y eso?—
—Bueno señora Jackson, tengo que decirle que tiene ud unos hijos excelentes, son unos chicos con unas capacidades y habilidades impresionantes, señora Jackson, después de haber tenido una reunión con el equipo de profesores que dan clases a sus hijos, hemos decidido que Frank y Jaden han superado la secundaria, además, ellos presentaron un examen de admisión para la universidad y lo pasaron, miren uds con sus propios ojos.—
Ahora yo estaba totalmente aterrada, sabía que mis hijos eran inteligentes, pero es que esto era demasiado, la primaria prácticamente no la hicieron, solo duraron dos años en primaria, y eso que fue porque les costó mucho participar en clases, eran geniales pero no exponían ni nada.
Ahora me estaban diciendo que la secundaria ya la superaron y ahora estaban en la universidad prácticamente.
—Pero señor director, mis hijos solo tienen 11 años, son niños y aún no saben lo que quieren.—
—Es cierto señora, solo tienen 11 años, pero tienen una inteligencia superior y hay que dejarlos que sigan explotando su potencial, sus hijos son la excelencia de esta institución y es nuestro deber acompañarlos y darles todo nuestro apoyo para que lleguen muy lejos.—
Muy desconcertada mire a Ethan, el permanecía en silencio porque siempre dejaba que fuera yo la que tomara las decisiones sobre los niños y él solo me daba su opinión.
—Entiendo su punto señor director, y nosotros pensamos que mis hijos aún están muy pequeños para que sobrelleven una carga de la magnitud de la universidad, si ud considera que ya no tienen más que hacer aquí, ok, mirare algunos programas donde ellos puedan desarrollar sus habilidades, mientras tienen edad suficiente para ir a la universidad.—
Dije esas palabras con firmeza, pues según ví, Ethan no diría nada referente al tema, pero estaba equivocada.
—Salma, yo creo que el señor director tiene razón, yo entiendo lo que dices de los niños porque apenas tienen 11 años, y como madre siempre tendrás a los niños en consideración, pero míralo por el lado positivo, tu y yo conocemos a los gemelos, son extremadamente competitivos y sabemos que tienen la capacidad de lidiar con los temas universitarios y hasta más, así que veamos esto por el lado bueno, si ellos quieren hacerlo, les daremos nuestro apoyo, si un día quieren parar, pues que más da, quien quita y tengan éxito en sus carreras y puedan hacer tantas carreras como quieran, no te parece excelente?.—
—No sé, tenemos que hablar con ellos, saber que piensan.—
—Me parece genial, eso es lo que haremos, señor director, la madre de los menores y yo nos llevaremos en este momento a los niños y tendremos una conversación de familia y dependiendo de lo que acordemos se lo haremos saber en la menor brevedad posible, muchas gracias por su tiempo.—
El director nos despidió y ambos fuimos por nuestros chicos, mis goticas de agua eran un terremoto, pero a la vez un amor, y lo más bárbaro es que se parecían muchísimo a Daniel. Su físico era de su padre, hasta su cabello, la única cosa que habían heredado y eso que solo un poquito de mí, era el color de su piel, ambos tenían una piel bronceada preciosa.
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Meses después
Mis pequeños gemelos iban a cumplir 12 años y ya eran universitarios. Frank admiraba tanto a Ethan que escogió medicina, y por alguna extraña razón Jaden escogió derecho jurídico. Yo esperaba que cumplieran 12 para contarles sobre su padre, sabía que ellos entenderían pues eran muy inteligentes.
El día de sus cumpleaños llegó, y lo celebramos con todos sus compañeros de la secundaria, porque los de universidad eran muy grandes, es que el que menos edad tenía andaba en los 20, los únicos niños allí eran ellos.
Esa noche después de la fiesta, Ethan y yo no podíamos eludir el tema, se los había prometido y ellos esperaban ansiosos, así que sin tener de otra les contamos todo, que Daniel era su padre, pero que no lo sabía, se lo explicamos todo.
Lo sorprendente es que lo tomaron con tal madurez, que mi preocupación más grande se desvaneció, me aterraba que pidieran conocer a su papá, pero para mí tranquilidad no estaban interesados, aún recuerdo las palabras de Frank.
— Gracias mami por decirnos la verdad, pero estamos bien y somos felices así, nos gusta estar con uds dos, tenemos la mejor familia del mundo, además como tú dices mami, el tiene su familia y nosotros la nuestra.
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Daniel.
Han pasado 13 años desde que me casé con Brenda, nunca imaginé que nuestro matrimonio diera un vuelco aquel día, donde ella se convirtió en ese tipo de mujer, una muy dura e infeliz, la verdad, he dado todo de mí por esta familia. Nuestro hijo Miguel es un chico problemas, y lo peor es que Brenda le permite ser como es, trato de disciplinarlo y es una guerra con mi esposa, entonces por esa razón opte por no tener más hijos, desde chico ella jamás le prohibió nada, y tampoco le corrigió sus malas maneras.
Nunca me permitió meterme en la educación del niño y cuando lo intenté fue mi enemiga, en pocas palabras diré que mi esposa me odia. Decidí dejar todo así, solo le advertí que así como no me permite involucrarme en la educación de nuestro hijo, tampoco me busque cuando esté en problemas, por eso tome un avión y me fui a Argentina, allí hay un proyecto que estoy desarrollando y me sirvió como vía de escape.
—Aló.
— Ey hermano, dónde andas? — Fernando mi hermano me llamó.
— Estoy fuera por cosas de trabajo, en sur América para ser exactos.
— ¿Y cuando estás de regreso? Acaso olvidas que tú sobrina está por cumplir años?
— Ni lo menciones, claro que lo tengo muy presente, de hecho ya tengo su regalo listo, pero tendré que hacérselo llegar, no creo que pueda asistir a su fiesta, aquí hay mucho trabajo hermano.
— Pero, ¿ Y a los de Miguel? Recuerda que antes de Izzan cumple tu hijo.
— Obvio que lo sé, pero la verdad es que yo decidí poner distancia entre Brenda y yo, sabes que este matrimonio hace mucho tiempo se fue al carajo, y si hemos permanecido juntos hasta ahora es por Miguel, pero te juro que ya no lo soporto más.
— No sabes cómo lamento escuchar eso, nunca pensé que Brenda fuera a cambiar tanto por lo sucedido en esa ocasión, y más sabiendo que no fue culpa tuya, ni de su amiga. Todo fue plan del maldito de Barry Williams, que ojalá esté muerto.
— También deseo lo mismo, que este ardiendo en el infierno. ¿Pero quién se lo explica a Brenda de manera que lo pueda entender?.
Luego de colgar con mi hermano, me dedique a trabajar, pasaba el mayor tiempo ocupado para no pensar en nada. Y fue así como me quedé 2 años en Argentina.
Dos años en los que me dedique a mi empresa, que ahora estaba posicionada por todo sur América, tenía sucursales en distintos países, y eso me daba gran satisfacción, era mi trabajo, mi esfuerzo.
Pero se llegó el día de regresar, pues recibí una llamada de mi padre, para decirme que Miguel estaba metido en un gran lío y que era necesaria mi presencia.
Así fue como regrese al país. Y al llegar me di cuenta de que toda mi familia estaba reunida, y mi hermano muy entusiasta vino a abrazarme, no nos habíamos visto en todo este tiempo, y bueno, ya estábamos viejos, todos lo estábamos. Ví que León y su familia estaban allí, tenía una guapa esposa y dos hijas, unas niñas muy bellas. Juan David nuestro sobrino estaba flechado por Samanta, la hija mayor de León.
—Hasta que por fin te dignas a aparecer, te largaste de aquí hace dos años, y por lo que veo solo viniste de paso, a echar un vistazo, para mantener la apariencia de padre preocupado.
Esa era Brenda, lo primero que encontré fue su reproche, juro que quise regresarme en ese instante.
— Estoy aquí porque al parecer, por fin decidiste tenerme en cuenta, aunque sea para hacerle frente a los desastres de tu hijo. Asi que quiero saber ¿Qué es lo que pasa?
Ella me contó los detalles. Que a mi hijo le entró el vandalismo, y quemó una tienda de autos completa, la deuda por los daños era altísima, afortunadamente el dinero no era problema, pero los asuntos legales sí.
Mi hermano estaba al frente del proceso, pero según dijo, que aunque se pagaran los daños, y que Miguel reconociera su delito, aún así tenía que estar en el reclusorio para menores un año. A no ser que tuviera cualquier problema mental o de comportamiento, eso lograría dejarlo libre bajo fianza. Mi familia habían acordado decir que él estaba muy deprimido por la separación de sus padres, y que lo que hizo fue una manera de llamar la atención o quién sabe.
Pero yo me opuse, era obvio que no era cierto nada de lo que intentaban hacer, mi hijo era un chico sin límites y problemático, lo hizo por diversión, y yo no iba a contribuir con eso.
— No estoy de acuerdo, Miguel a pesar de ser menor de edad, debe aprender de sus errores, no quiero que nadie de aquí intervenga para sacarlo del problema, tal como su madre lo ha hecho siempre, ¿Te das cuenta Brenda? Allí está el resultado de tu alcahuetería, en eso fue lo que convertiste a tu hijo, ahora asume junto a él todo su desastre.
— Yo si estuve con mi hijo, no como tú qué te largaste y nos abandonaste. ¿Creés que el no resintió tu abandonó? Creés que un niño como Miguel no tiene sentimientos?.
— ¿Mi abandonó? Me fuí de la casa porque allí no era más que otro mueble decorativo, y creo que ni siquiera eso me considerabas. Nunca estuviste de acuerdo cuando corregí a Miguel, nunca dejaste que le enseñara responsabilidad, siempre estuviste entre mi hijo y yo. Y de nosotros como pareja ni hablar.
Me salí, era cierto que nuestra familia conocía de nuestros problemas, pero no tenía que estar discutiendo estos asuntos allí delante de todos, era obvio que cada uno tenía una familia estable, pero a mí la mala suerte no me dejaba respirar. Y hablando de mala suerte, Brenda seguía gritando detrás de mí. No sé que tantas cosas decía, pero me di la vuelta y la mire a los ojos.
— Quiero el divorcio.
No sé, pero mis palabras la dejaron como fuera de base.
— ¿Que? ¿Te apareces después de casi tres años a pedirme el divorcio? ¿Porque? ¿Estás con otra? Por supuesto, eso es obvio, y debe ser que tú amante se canso de serlo y ahora quieren formalizar ¿Verdad?.
— Brenda, no tengo ninguna amante, he sido tan infeliz contigo, que gracias a eso mis ganas de conocer, y tener trato con alguna otra mujer no existen. Quiero el divorcio porque entre nosotros no hay nada, y no es bueno estar atado a una relación así, no quiero tener nada que ver contigo. Solo tenemos un hijo en común, el cual también echaste a perder, si quieres que yo intervenga en lo que Miguel está pasando, tienes que dejarme que sea yo quien me ocupe de él de ahora en adelante, no quiero que vuelvas a intervenir, esa es mi condición para ayudarte en este asunto, pero en cuanto a lo del divorcio, mañana mismo hablaré con el abogado.
— Reconozco que si he sido muy considerada con Miguel, que me faltó mano dura y que él ha abusado de eso, pero seguiré siendo yo la que se ocupe de él, y en cuanto a el divorcio no te lo pienso dar, sueña si crees que te dejare libre.
— De hecho, no necesito tu aprobación para obtener el divorcio, recuerda que conozco la ley y se como hacer las cosas, no tengo afán, así que no importa cuánto tiempo dure este pleito, lo importante es que ya tienes el mensaje, este matrimonio se acabó Brenda, entiéndelo.
Fue así como tome una decisión y me fui al hotel, dejándola allí pensativa, ojalá se hiciera consciente de sus actos.
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