Era sábado por la mañana y Maya miraba por la ventana y pensaba:
-Hoy cumplo diecinueve años, cuando tenía dieciséis mis padres murieron en un accidente de coche, los tres estábamos haciendo un viaje familiar, hasta que un coche chocó a propósito con el nuestro.
Pasé tres meses en un orfanato, hasta que un día una familia rica me adoptó, no entendía por qué querían adoptarme, ya que cuando iban a buscar un niño al orfanato, siempre elegían a los más pequeños.
Pero después de dos días en su casa, me llevaron al hospital, donde descubrí que sólo me querían para poder salvar la vida de su hija, para realizar un trasplante de médula ósea, y como el médico del orfanato era el mismo que el de la clínica donde estaba su hija, descubrieron que yo era compatible con ella.
Hacía dos años que vivía en esa casa, siempre me trataban bien y me daban todo, aunque no lo pidiera, pero nunca me sentí parte de su familia, era como si estuviera allí sólo por gratitud por haber salvado la vida de su hija.
Selena Salvatore
Me despierto y voy a la habitación de Maya, hoy cumple diecinueve años y quiero sacarla, ella hace unos años me dio la oportunidad de volver a vivir y la tengo como una hermana, aunque no pueda adaptarse a nuestra familia.
Maya Salvatore
Oigo que alguien llama a la puerta y digo:
-Puedes entrar.
Selena Salvatore
-¡Maya feliz cumpleaños!
Hoy vamos a salir, así que pon algo de ropa en tu maleta y nos pondremos en marcha.
Nuestros padres están de viaje de negocios y vamos a pasar el fin de semana en nuestra casa de la playa.
Maya Salvatore
-¡Muy bien Selena!
Estaba más emocionada que yo por celebrar mi cumpleaños.
Recogí mis cosas y en pocos minutos ya estábamos en la carretera.
Mientras tanto, en la Mansión Bennet, al lado de la Mansión Salvatore...
Gael Bennet
Me despierto temprano y salgo a correr por la mañana, hace dos semanas que me mudé a este barrio, pero apenas he salido de la nueva empresa.
Hoy, a los 24 años, soy el director general más rico de la industria automovilística. Antes vivía en Inglaterra y decidí trasladarme a Mónaco para dirigir mi nueva sucursal en Montecarlo.
Estoy saliendo de casa para ir a correr y veo a dos mujeres subiendo al coche, las dos eran guapas, pero una de ellas me llamó la atención, fue entonces cuando me di cuenta de que me convertiría en vecino de una mujer a la que ni siquiera conocía, pero a la que deseé desde que la vi.
Después de dos horas de carrera. Gael vuelve a la mansión.
Gael Bennet
Llego a casa, me ducho y llamo a Carlo, mi guardia de seguridad, que en realidad hace todos los servicios que necesito. Lo considero mi brazo directo y confío en él ciegamente.
El teléfono suena...
Carlo
-Oiga, jefe, ya voy, si me ha llamado para decirme que llego tarde, creo que es mejor que mire su puerta.
Gael Bennet
-Cálmate Carlo, sé que anoche tuviste una buena noche, pero no te llamo para saber si venías, pero puedes pasar, te diré personalmente lo que quiero.
Carlo
Llamo al timbre y me contesta un empleado y espero en la sala a que baje el jefe.
Gael Bennet
Me cambio de ropa y bajo las escaleras donde veo a Carlo de pie esperándome.
- Hombre, sabes que no tienes que esperarme de pie, ¿verdad?
Carlo
-En realidad, me pongo de pie porque ayer mi gata fue un poco atrevida e insaciable al salir del club.
Gael Bennet
-¿Dejaste que una mujer te pateara el trasero, Carlo?
Me río.
Carlo
-Sigue riendo, cuando encuentres a una que te vuelva loco de amor, verás lo que es dejar que te haga el gato y el ratón.
Gael Bennet
-El día que eso ocurra me casaré, y tú sabes muy bien que no me voy a casar...
Carlo
-Si usted lo dice, jefe, tengo que creerle.
Gael Bennet
-Necesito que contrate a un buen detective y sea discreto.
Carlo
-Conozco una buena, pero ¿para qué trabajo?
Gael Bennet
-Quiero que averigües todo sobre mi vecino.
Carlo
-¿Pero ya, jefe? Siempre eres tan rápido.
Gael Bennet
-Lo quiero para el lunes, ya que son dos, sólo quiero saber del de pelo oscuro...
Carlo
-¿Eso es todo?
Gael Bennet
-Sí, puedes estar seguro de que voy a la casa de la playa de la novia de un amigo que está cerca.
Carlo
-Ok, que tengas un buen fin de semana.
Me voy, yendo directamente al detective.
Gael Bennet
Agarro mi mochila y subo al coche. He contratado a un conductor de Montecarlo para que me lleve a esta casa de la playa.
Mientras tanto, en la casa de playa de Selena Salvatore...
Caio Scott
-Selena mi amor, me alegro de que estés aquí.
Maya Salvatore
Le hablo muy suavemente a Selena:
-No me dijiste que tu novio iba a venir.
Selena Salvatore
-No te preocupes Maya, un amigo suyo también viene.
Maya Salvatore
Qué demonios, no debería haber venido, sabía que Selena sólo pensaba en ella, una vez más caí en sus trampas.
Entro en la casa y voy a uno de los dormitorios, dejo mis cosas y me cambio para ir a la piscina.
Después de dos horas de viaje, llego a la casa de la playa, cuando salgo del coche, me recibe Caio.
Caio Scott
-Gael, que bueno que hayas venido hombre.
Gael Bennet
-Te dije que vendría, pero cuál es el plan para este fin de semana en esta casa de la playa?
Gaius Scott
-Entonces, Selena tiene una hermana, y quiero que la conozcas.
Gael Bennet
-Eso depende, ¿está buena?
Caio Scott
-Caramba, puedes dejar de pensar que la vas a conseguir, no va a suceder.
Gael Bennet
-Eso es lo que estás diciendo.
Caio Scott
-Es hermosa, pero no es fácil para nadie. La he presentado a varios amigos, y cada vez se han ido enojados y pidiéndome que no los invite mientras ella esté en el mismo lugar.
Gael Bennet
-Así que sólo me has invitado porque soy carne fresca para tu cuñada, que se hace la dura.
-No te preocupes, no estoy interesado en recoger a nadie este fin de semana.
Lo digo porque mi vecino está en mis pensamientos.
Gaius Scott
-Te conozco, cuando veas a Maya, no pensarás eso.
Digo esto entrando en la casa, llevándolo a su habitación.
Gael Bennet
Dejo mis cosas en el dormitorio y bajo a la cocina.
Maya Salvatore
Salgo de la piscina hacia la cocina para prepararme un bocadillo, ya que no tenía café al salir de casa, saco queso de la nevera y zumo, al cerrar la puerta me doy un susto, tirando lo que tenía en la mano.
Gael Bennet
Voy a la cocina y veo a alguien con la nevera abierta y espero, para poder tomar algo, veo que se asusta con mi presencia y la ayudo a recoger las cosas que ha tirado al suelo.
-Lo siento, no quería asustarte.
Maya Salvatore
-No pasa nada, es que no esperaba a nadie aquí, por eso me asusté, me levanté y él se levantó poniendo las cosas en el fregadero y mirándome.
Gael Bennet
Me levanté, dejando las cosas que habían caído al suelo sobre el fregadero y lo miré.
Qué demonios, no puede ser, es mi vecino.
-Tú debes ser Maya.
Maya Salvatore.
-Sí, ¿y tú quién eres?
Gael Bennet
-Soy amigo de Caio.
Maya Salvatore
-Déjame ahorrarte tu tiempo, no tiene sentido que me coquetees, no me interesa y por favor no insistas, no me interesa.
Hablo de una vez por todas, porque estoy cansado de que Caio quiera empujar a su amigo sobre mí.
Gael Bennet
-Mira Maya, tú eres muy directa, ¡pero yo lo soy aún más! No te enamores de mí!
Maya Salvatore
-Me he enamorado de ti?
Me río y preparo mi sándwich, mientras él me mira fijamente.
Gael Bennet
La miro fijamente, Dios mío, qué mujer tan hermosa, qué tiene que estar buena, tiene que ser hermosa.
No doy un mes para tenerla.
-Quiero un trozo de tu sándwich.
Maya Salvatore
Le miro y parto mi sándwich por la mitad y le doy un trozo.
Selena Salvatore
Me dirijo a la cocina y veo a Maya con Gael, comiendo.
-Maya, no vas a hacer un sándwich para mí?
Gael Bennet
-Tú haces la tuya, Selena.
Maya Salvatore
-Puedes dejarlo Selena, yo haré más bocadillos, ya que te has comido la mitad de los míos.-Digo mirando a Gael.
Gael Bennet
-Los haré los dos.
Selena Salvatore
-Maya, esta noche vamos a salir a celebrar tu cumpleaños.
Maya Salvatore
-No es necesario Selena.
Digo esto porque mi cumpleaños es un día triste para mí, ya que mis padres fallecieron hace tres años en mi decimosexto cumpleaños.
Selena Salvatore
-Gael, ayúdame a conocerla!
Gael Bennet
Me acerco a Maya y, tomando su mano, le pregunto
-Qué quieres hacer esta noche?
Maya Salvatore
Cuando me toca la mano, me siento pequeña ante el hombre alto y guapo, cuya presencia se nota desde lejos.
Oírle preguntar lo que quería me alivió, por fin alguien que no me iba a animar a hacer lo que no quería.
-Quiero quedarme en casa.
Selena Salvatore
-Pero hay una fiesta en el yate esta noche Maya, Caio quiere ir, podría venir con nosotros?
Gael Bennet
-Selena, tú ve con Caio y yo me quedaré aquí con ella. -Estás bien, Maya?
Maya Salvatore.
-Sí, gracias!
Caio Scott
Llego a la cocina donde están los tres y hablo:
-Está bien para esta noche?
Gael Bennet
-En realidad, sólo tú y Selena iréis, y yo me quedaré aquí con Maya.
Me pregunto qué tan egoístas son, especialmente en el cumpleaños de Maya. Qué clase de hermana es ésta que sólo piensa en sí misma.
Se comen el sándwich y Gael sale al exterior de la casa y llama a Carlo.
El teléfono suena...
Carlo
-Hey Jefe, si se trata de su vecino, le daré la información mañana.
Gael Bennet
-En realidad está aquí en la misma casa de la playa, pero quiero preguntarle algo.
Carlo
-Puedes decir eso, jefe!
Gael Bennet
Le digo a Carlo que necesito que compre algunas cosas y quiero que se las entregue al conductor y que lo traiga todo de vuelta, antes de que anoch.
Carlo
-Cabeza, estás seguro de que quieres todo esto?
Gael Bennet
-Te lo pido porque lo quiero.
Carlo
-Muy bien, voy a comprarlo ahora mismo. No paro de pensar, al jefe le debe gustar mucho este vecino, he trabajado con él desde los dieciocho años y nunca ha hecho nada parecido a ninguna mujer.
Gael Bennet
Cuelgo el teléfono y me dirijo a la piscina donde está Maya:
-Cuántos años tienes?
Maya Salvatore
-¡Diecinueve!
Gael Bennet
Veo que para ser alguien que está de cumpleaños parece triste, qué ha pasado para que no tenga ningún interés por su cumpleaños, y lo que más me intriga es que me muero por besar su boca, esto me está volviendo loco, ya que cualquier mujer que deseo no hago ningún esfuerzo para que me deseen, pero ella parece tener una coraza contra mi seducción, esto no hace más que aumentar mi deseo.
Después de unas horas, los cuatro salieron a comer.
En el restaurante, mientras comían, Maya se acercó a la barra para pedir un cóctel sin alcohol para ella.
Maya Salvatore
-Por favor, un cóctel de cítricos.
Pido mi cóctel y espero mientras el camarero prepara el mío.
Simon
-Hola gato, estás solo?
Maya Salvatore
-En primer lugar, no soy un felino; en segundo lugar, aunque lo fuera, preferiría quedarme solo.
Simon
-Vaya, ese es el tipo de mujer que me gusta, que sabe usar la boca con buen sentido del humor.
Le toco la cintura.
Maya Salvatore
-Creo que es mejor que me quites la mano de encima ahora.
Simon
-Cálmate, no voy a hacer nada que no quieras que haga. Qué tal si vamos a mi mansión aquí en la playa?
Maya Salvatore
-Déjame ir ahora. Estás loco?
Gael Bennet
Miro a Maya, que está con un tipo que le molesta, y me levanto y me acerco.
- ¿Está todo bien aquí, amor?
Simon
-La suelto cuando veo que el hombre la llama amor.
Maya
-Está todo muy bien cariño, el chico sólo hizo una pregunta y ya tenía la respuesta.
Gael me toma de la cintura y recoge mi cóctel, llevado a nuestra mesa.
Por el camino le digo que no hacía falta ir allí, que sé defenderme.
Gael Bennet
-Puedes haber nacido sola, Maya, pero el mundo no es sólo tuyo.
Maya Salvatore
-¡Gracias, Gael!
Hablo con sarcasmo, haciendo comillas con las manos.
Gael Bennet
-Ahora sí, ves? Ni siquiera duele, pero no te acostumbres, no siempre estaré para ser tu salvador contra los hombres que te coquetean.
Maya Salvatore
Eso es todo lo que necesito ahora, pensar que eres mi salvador, cierto Superman, creo que puedes volver a quitarte el traje de héroe y bajar la vista.
Gael Bennet
-¿Me has visto ser ignorante contigo?
Digo esto mirándole a los ojos con furia.
Gaius Scott
Me doy cuenta de que estaba mirando a Maya con enfado y voy hacia ellos para que no se altere.
- Cálmate, Gael!
Gael Bennet
-Está bien, Caio, puedes estar tranquilo, nunca muevo un dedo por ninguna mujer.
Lo digo y me voy, pensando en la única mujer a la que he amado, que acabó siendo asesinada por mi hermano, ese monstruo que aún me persigue.
Hace unos años, mi padre falleció y nos había dejado su herencia a él y a mí, pero su mujer, una mafiosa, se propuso matarme a mí, su único hermano, poniendo una bomba en mi coche.
Ese día mi esposa Sara, tomó mi coche para ir a visitar a nuestra hija que estaba en el hospital porque había nacido prematuramente.
Fue a través de una llamada telefónica de Carlo que recibí la noticia de que mi esposa había muerto.
Solo tenía veinte años cuando la conocí y en seis meses me casé con ella y fuimos bendecidos con nuestra pequeña hija, que lamentablemente hasta que no vea que estoy a salvo, tuve que dejarla con una amiga de Sara, hasta el día de hoy mi hermano no se ha enterado de la existencia de mi hija, y quiero que siga sin enterarse.
Sigo caminando por la playa pensando en esto y mi teléfono móvil suena....
Carlo
-Jefe, Manoel salió de aquí hace media hora.
Gael Bennet
-Claro, Carlo, ¡gracias!
Me despido y cuelgo el teléfono, yendo a la casa de la playa.
Ya eran cerca de las 5 de la tarde, había llegado a la casa de la playa y me había duchado.
Selena y Caio se fueron, unos minutos después llegó mi conductor.
Maya estaba en su habitación, así que cogí todo lo que había en el coche con la ayuda del conductor y lo puse en mi habitación.
- Ahora puedes ir al hotel cercano, te llamaré Manoel.
Manoel (conductor)
-Bien jefe, que tenga una buena noche.
Gael Bennet
-Gracias Manoel, para ti también.
Me despido de él y me dirijo a la puerta de la habitación de Maya con una caja, llamo a la puerta y ella me abre mirándome.
Maya Salvatore
-Hey, Gael!
Gael Bennet
-Como no vamos a salir, la celebración de tu cumpleaños será aquí.
Le doy la caja y le digo que se ponga el vestido, ya que la esperaré abajo, para que podamos cenar juntas.
Maya Salvatore
-No puedo llevar mi propia ropa?
Gael Bennet
-Es tu cumpleaños, puedes ponerte lo que quieras, pero te voy a hacer un regalo y he pensado que te vendría bien.
Maya Salvatore
-Está bien, me vestiré y bajaré.
Gael Bennet
Estaba a punto de cerrar la puerta hasta que se acercó a mí.
Maya Salvatore
Me acerco a él y le abrazo.
- Gracias por el regalo.
Voy al dormitorio, me ducho y empiezo a prepararme.
Fue la primera persona que me hizo un regalo desde que murieron mis padres, mis padres adoptivos me preguntaban qué quería, pero yo siempre decía que no necesitaba nada.
Gael Bennet
Fui a la habitación donde había dejado mis cosas, bajé las escaleras, puse la mesa en el comedor y fui a prepararme.
Bajé con su regalo y
Me senté en el sofá, esperándola.
Maya Salvatore
Bajo las escaleras y veo a Gael mirándome con su traje.
Miro la ordenada mesa del comedor.
- Así que has preparado la cena?
Gael Bennet
-En realidad, sí. Si tuviera que cocinar para ti, tendría que ser mi mujer o mi hija.
Maya
-Esposa? Gracias por comprar entonces.
Gael Bennet
-Créeme, serías afortunada de ser mi esposa, pero no te preocupes, la mujer que me hará casarme con ella aún no ha nacido.
Digo esto pensando en Sara que murió en mi lugar.
**Continua**...
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