— ¿¡Qué pasó!? Oh, no... ¡Mi cuerpo! — gritó Luck asustado al despertarse y ver que algo en su cuerpo había cambiado de forma drástica.
Un peso extraño en su pecho lo hizo aterrorizarse enseguida. Pecho, eran pechos de mujer.
Tenía dos cosas que no le pertenecían demás y algo entre sus piernas faltaba.
Está dentro de un mal sueño. ¡Seguro que era eso! Cerró los ojos con el deseo de que cuando los abriera despertaría y todo estaría igual que antes; quedando solo en un mal sueño.
Qué al despertar tendría fuera aquellas dos bolas de masa en su pecho o sino se vería obligado a hacer gimnasias mentales para explicar la situación y para solucionar la situación.
Pero no fue tan fácil; para nada.
Sin saber que está pasando entró en pánico y más cuando al correr al baño confirmó que algo importante le faltaba.
La sensación tan vacía en medio de sus piernas lo deprimia. Nunca se había sentido más impactado, molesto y asustado. — ¡Dios mío! ¡Dios mío! — quiso gritar al faltarle algo tan especial para él como lo era su querido aparato reproductor masculino. — ¿Cómo voy a solucionar esto? — dijo con la voz quebrada. Asustado y tratando de pensar. Pensar soluciones en este tipo de situación era prácticamente un reto imposible de ganar para alguien común.
Al llegar al espejo miró su reflejo y le aterró ver a su hermana reflejada en él. Hizo múltiples muecas frente al espejo para verificarlo. El espejo estaba roto.
Su cuerpo no cambió de forma drástica, él era el que de cierta forma se había transformado en su hermana.
Aunque esto no respondía su más grande incógnita de si era mejor o peor.
Pensó unos segundo y llegó a la explicación más tonta de todas. — Esto debe ser una broma divina. ¿Dios, acaso me odias por negar tu existencia todo este tiempo? ¿Es eso acaso? — Le habló al cielo. En eso él llegó hasta el baño o mejor dicho su cuerpo llegó hasta el baño.
— Pero qué... — expectó horrizada al ver una especie de clon frente a ella. Ella siendo más expresiva que Luck, aunque cualquiera podía ser más expresivo que él; se notaba 100 veces más horrizadas. — ¡Me clonaron! ¿Es un sueño? ¿Es un espejo extraño? — Entró en pánico su hermana desde el cuerpo que le pertenecia.
Luck le tapó la boca con la mano. — Cállate, estúpida. No estás entendiendo. — dejó de retener sus gritos cuando pareció parar. — Mira bien en el espejo antes de entrar en pánico. — la obligó a verse al espejo así mismo y su pánico fue incluso mayor al de antes. Luck tuvo que callarla de nuevo de forma repentina.
La miró con furia y le ordenó que hiciera silencio. — Cállate. Yo debería estar gritando. — Sus manos alborotaron su cabello de la frustración.
— ¡Preferiría ser clonada a estar en tu cuerpo asqueroso y sudoroso! — exclamó aún si procesar bien lo que ocurrió.
El hermano chasqueo la lengua para hacer más claro su molestia. — ¿Crees que yo no? Me repuga bastante esto, aún es posible que sea un mal sueño. Intenté despertar antes pero no pude. Tal vez no sea mi sueño, inténtalo tú.
La hermana cerró los ojos con fuerza y al abrirlos se encontró en la misma situación en la que despertaron. No hacía falta decir que está todo mal.
No viendo soluciones sugirió lo más obvio desde su punto de vista. — Hay que decirle a papá y mamá. — sugirió Danna mientras fue hasta su cuarto para tomar su celular y marcarle a sus padres.
Luck la detuvo y quitó el celular de sus manos. — ¿Estás loca? Piensa un momento, ¿Qué les vamos a decir, tonta?
Su rostro reflejaba incredulidad. — Pues la verdad, no seas imbécil. — escupió insultos bastanta molesta por la obviedad de la respuesta.
— ¡Sí, claro! “Mamá, papá, Luck y yo cambiamos de cuerpos de la nada”. — imitó la voz de Danna para burlarse de ella en el proceso de explicación. — La verdad es una tontería, suena como una. No los culparía si no nos creen. — agregó. — Por si fuera poco, dudo que sean de mucha ayuda.
Aunque se sintió ofendida no reaccionó como quería pues en algo tenía razón. ¡Esto es una tontería! Nadie podría creer algo así. Nadie con una salud mental promedio.
Luego de algunos segundos pensándolo mientras miraba su movil en busca de indicios de alguna respuesta hizo su comentario. — Pero eso es lo que pasó.
Luck no creía lo mucho que le está constando explicarle lo obvio.
Teniendo en la cabeza que su hermana era nula para captar cualquier tipo de indirecta por directa que esta fuera lanzó una explicación totalmente directa, clara y sencilla para alguien como ella lograra entender. — Sí pero ¿has pensado en lo que ellos pensarán, estúpida? Son personas que no creen en nada que no sea científicamente comprobable. Dos agnóstico fuertemente inclinados al ateísmo. Seguro pensarán que es una broma de mal gusto y cuando vean que nuestra persistencia sea tanta pensarán que nos volvimos locos. Si sabes donde iremos, ¿verdad?
La cara de él mismo reflejaba preocupación, parece que su hermana por fin entendió el punto a tomar en cuenta. — Tal vez a una clínica psiquiátrica y nos quedaremos ahí el resto de nuestra vida tomados como dos locos.
Cuando por fin entendió Luck pudo relajarse. — ¡Exacto! Necesitamos otro plan y cuando notemos que esto no vuelve a la normalidad sin importar qué, intentemos pedir ayuda a nuestros padres. Aunque dudo que nos crean lo más mínimo... Será el plan último y de mera emergencia.
Se quedaron pensado varios minutos y aunque ambos llegaron a la misma conclusión fue Danna que expuso la idea de forma verbal. — Pues no podemos ser el primer caso de esto, debería haber algo en google. Tal vez haya testimonios en lo más profundo de Internet. — suscitó Danna.
— Puede ser buena idea, busca. — ordenó.
Ella miró a Luck con obvia molestia. — Haz lo mismo ¿O.K?
Luck bostezó y con ello sus ojos lagrimearon por el sueño. — Sí, sí. Lo haré pero después de dormir... Todo esto me cansó demasiado. Necesito dormir y pensar correctamente luego.
Enfureció ante tal vagancia ¡Esto es importante! — ¡No seas imbécil! — lo regañó si piedad despertando su terrible hermano al instante. — Ahg, te golpearía pero es estúpido si estás dentro de mi cuerpo.
— Era broma. — explicó enseguida. — Y yo que solo quería disminuir la tensión. — murmuró entre dientes. — Ya me pondré a buscar. — contestó mostrando su laptop a ella. — ¿Ves?
Luego de varias horas buscando por el amplio mundo del Internet ambos lanzaron un grito de frustración hacia el cielo. — ¡Mierda!
— No encontré nada. Solo un millón de novelas mal escritas en plataformas de Internet basadas en esto. Nada verídico al parecer. — hizo la primera observación Danna totalmente desilusionada.
— Yo peor y ya me cansé, creo que voy a colapsar. — comentó Luck tirándose en la cama de su hermana y dejando la laptop a un lado.
Danna pensó por varios minutos en ello pero no había nada que hacer, no venía nada a su cabeza. Era algo simplemente ilógico, imposible de solucionar con simple lógica básica.
Su camino más lógico podría ser aquello que tanto negaban como 'real'.
— ¡Ni modo! — exclamó totalmente rendida. Luck nunca aceptaría nada tan fantasioso si no tiene ninguna base mínimamente comprobable o lógica. — De momento tendremos que adaptarnos a la vida del otro hasta que encontremos solución, hasta que todo regrese a la normalidad por si solo o hasta que nos lleven a una clínica psiquiátrica.
Su cara se lleno de una expresión de desaprobación. Casi podía oír por adelantado la habitación llenándose de múltiples «no» absolutos. — ¿Estás loca?
El mal humor de Danna creció. ¡Rechaza propuesta pero no da ninguna! ¡Qué tipo! — Propón ideas tú, señor soluciones.
Sin tener ni idea de que hacer a pesar de lo mucho que intentó; esto se encontraba fuera del alcance de su lógica básica y simplemente de vio obligado a aceptar sin ningún tipo de animo en ello. — ¡Bien! Hagamos eso... es definitivamente lo más seguro.
Danna relajarse un poco luego de ello. — Bien, para empezar conocí a un chico por instagram. Él es bastante popular en el colegio y quedamos en vernos hoy en la tarde. — un increíblemente potente rubor rojo se apoderó de su rostro en unos pocos segundos. — Creo que está de más decir que obviamente no puedo ir con tu cuerpo, creerán que eres homosexual y pues eso no quieres ¿o sí? — concretó la hermana haciendo especial énfasis en la palabra 'obviamente'.
Sus mente se puso en blanco por un momento. — ¿¡Qué!? — gritó y de forma inmediata hasta el último rincón se su rostro se llenó de la palabra "¡Me niego!".
— Esta ropa es incómoda. — se quejó Luck mientras su hermana seguía intentando crear el outfit «perfecto» desde el cuerpo que le pertenecía.
Danna rápidamente contestó lo más sincera que pudo mientras aún arreglaba su cabello. — No importa como tú te sientas sino como yo me vea.
— Tener maquillaje es tan extraño. Siento que se me va a caer la piel y es muy asqueroso. Tener cosas en la cara es demasiado asqueroso, no sé como las mujeres e incluso algunos hombres puden hacer esto a diario. Es una cosa asquerosa. — de quejó a más no poder.
— Yo diría que es arte, hermoso y magnífico como cualquier otro. Demasiado lindo.
No pasó mucho tiempo para volverse a quejar de algo más. — Odio esta estúpida cartera. No me queda en absoluta.
— A mí me gusta, es de un color precioso.
Mientras caminaba solo caía una y otra vez. Su queja tenía una razón válida de ser. — Todo menos tacones. No los sé usar y son lo más jodidamente incómodo del mundo. — uso toda su fuerza para caminar y sentarse en la silla.
— Ash, solo te quejas y te quejas. Bien, bien, tacones fuera. — contestó la hermana. Se agachó hasta los pies de ella y quitó los tacones de sus pies que ahora pertenecía a su hermano Luck y me puso unas zapatillas.
Luck vio una oportunidad. — Todo menos maquillaje.
— Me niego. No te quitaré nada más, solo los tacones y porque no sabes usarlos ¿Oíste?
Derrotado comentó. — Prefiero inténtar y perder; a perder sin inténtar.
— Bien, a mí no me importa, solo sal y portate bien delante de Joseph, no me hagas quedar mal delante de él porque te mato, no es una ameza es una advertencia. — advirtió mientras lo arrastraba a la puerta de salida.
— Sí, sí, ya entendí, no tienes que repetirlo 3,450 veces para que lo entienda. Por cierto, ¿Cómo es ese chico? Aún no me has dicho ¿Cómo lo voy a reconocer? — comentó minutos antes de que su hermana le cerrará la puerta en la cara.
— Te enviaré una foto de él, ahora sal. Y recuerda: en el McDonald que está cerca de la estación, se puntual. — dijo antes de cerrarle la puerta.
Luck llegó al McDonald y revisó su celular para ver los mensajes de su hermana.
Danna: Este es Joseph... ¿A qué es lindo?
Envío la foto de un chico atractivo con cabello oscuro, algunas ojeras poco visibles y los ojos más oscuros que había visto nunca.
Luck: Yo estoy más bonito.
Danna: No, no lo eres.
Danna: Mejor dime si ya llegó.
Luck: No aún no.
Danna: Está bien, no importa la hora en la que él llegué si pregunta dile que acabas de llegar.
Luck: ¿Por qué? Si llega tarde es lógico reclamarle.
Danna: Ni que se te ocurra. Sé cortés y da una buena impresión. Serás muy inteligente pero cero cordial.
Luck: Esas son estúpideces. En fin, acaba de llegar. Está buscándote. Ojalá no me encuentre... Oh, mierda, ya me vio... En fin, igual ya estaba preparado para esto.
Danna: Sonríe de forma linda, amable, tierna y sutil ¿O.K?
Luck: No quiero, ese nunca ha sido mi estilo.
Danna: Voy a decirle a todos tus amigos algo muy malo de ti si arruinas mi cita. Ahora sonríe y haz que todo sea totalmente perfecto ¿O.K?
Luck: Bien, pero esto es chantaje; que te quede claro.
Danna: Sí, claro, como digas. ¡Solo no lo arruines! ¡Brilla como yo lo haría!
Luck: Jajaja, tú no brillas; yo sí y soy el sol mismo.
Danna: Eres un narcisista.
.........
Danna: Ya pasaron 10 minutos ¿Qué pasó?
Luck: Comimos en McDonald hamburguesa con papas y refrescos, ahora mismo él está pagando. Hablamos un poco pero no mucho más. Cierto, deberías dejar de usar estas blusas me sentía sin aire.
Luck: Pero bueno, eso no es lo malo. Danna, tengo una mala noticia...
Danna: ¡¿Qué hiciste?! ¡Ya lo arruinaste! ¡Te mataré!
Luck: Nada, yo sería incapaz de arruinar absolutamente nada; soy perfecto, es solo que el celular está muriendo. No me había dado cuenta antes, lo juro. Está en 2 de batería, tiene los segundos contados.
Danna: ¡Eres un idiota! Bien, bien. Dime: ¿Dónde están? Iré por ahí para vigilar que todo esté bien.
Luck: O.K... Estás loca... Pero bueno, creo que iremos al cine, veremos una película, se llama «El deseo de Luzbel». Por el hombre diría que romántica o sexual, algo por el estilo ¿no?
Danna: Estás jodido... Además, ¿por qué te llevarían a ver algo sexual al cine? ¿Eres tonto?
Luck: ¿Por...?
...¡Batería agotada!...
— Danna, ¿Tienes algún problema? — preguntó Joseph al ver que ‹Danna› miraba el celular repetidas veces.
‹Ella› no respondió y siguió intentado prender el celular.
— ¿Danna, me escuchaste? — preguntó al ver que no lo tomaba en cuenta y de igual forma no hubo respuesta. — Danna... — tocó su hombro para captar su atención.
Se sobresaltó y se puso algo nervioso. — ¿Danna? ¿Dónde es-? — se calló de inmediato antes de arruinarlo. — Neuronas, ¡Hagan sinapsis de una vez! — se golpeó mentalmente. — ¡Ah, sí! Yo... ¿Qué pasá? — por fin logró concretar.
— Te preguntaba que si te pasaba algo... ¿Por qué revisas tanto el celular? Además, te comportas raro. — exclamó sus dudas.
— Nada, es solo estaba hablaba con mi hermano y se apagó el celular. — contestó algo nervioso, la situación era extremadamente incómoda para él.
¡No se negó lo suficiente! ¡Debió negarse más! Qué débil de mente es.
Nunca se imaginó en una cita con otro chico ni tampoco que sería en el cuerpo de su hermana.
Él fijo toda su atención en ‹ella› y preguntó. — ¿Tu hermano? Es el chico que está junto a ti en la foto de perfil de Instagram y con el que llegas al colegio todo el tiempo, ¿verdad?
La pregunta lo tomó desprevenido y el repentino interés aún más pero igual respondió. — Sí, es él.
Ignoró eso y siguieron caminado hacía el cine.
— Bien, ya llegamos al cine.
Y sin dárse cuenta había llegado al cine junto a Joseph.
Mientras seguían caminando por los pasillos y comprando una que otra cosa para comer para cuando empiece la película Joseph siguió preguntando.
— ¿Cómo te llevas con él? Bueno, con tu hermano. — preguntó solo para generar conversación mientras tomaba las palomitas de maíz que recién compró.
Empezó a responder mientras se dirigían a la sala donde deberían la película. — Normal, como cualquier relación de hermanos. A veces bien y a veces mal. Aunque la mayoría de peleas son mi culpa por no decir todas, soy súper impulsiva y pesada, me da pena admitirlo pero caígo mal, la verdad. Mi hermanito debe pasarla muy mal por mi culpa. — Se esmeró en hacerla quedar mal por pura banalidad.
— ¿En serio? Nunca esperé una respuesta tan... ¿sincera? — rió un poco. Le causó gracia en gran medida.
Luck lo sintió como un logro, durante toda la cita no se había reído sino hasta este punto. Agradable por mucho.
Llegaron a la sala. Al entrar y mirar todos la cartelera su sonrisa desvaneció, murió, desapareció...
— Oh, no.
Su mala suerte se había extendido de manera inexplicable de repente y sintió que todo se le venía abajo, empezando por su dignidad por lo que estaba a punto de hacer.
— Y-y-yo en serio no puedo... — tartamudeo Luck, contaba con la suerte de que estaba en el cuerpo de su hermana una chica y no había quien se burlase de una chica que le tiene pavor a las películas de terror. Ahora entendió el porqué del último mensaje de su hermana... Así que de ésto se trataba.
Joseph la escuchó e intentó converncerla. — ¿Qué? Es solo una película de terror. Además, esta casi no da miedo.
— ¡No puedo! — gritó más a medida que veía todos los carteles de la película.
— Era que lo digas antes. — comentó Joseph ya por aceptarlo.
— ¡Perdón! ¡Te esperaré a fuera hasta que terminé y te pagaré las entradas! — salió corriendo del cine y se sentó en un columpio de un parque cerca del cine. — ¡Genial! Hice el ridículo. — habló para si mismo en un susuro. — Bueno, yo no, mi hermana mejor dicho. Oh, no, mi hermana me matará... — pensó con gracia al pensar en la cara de su hermana cuando se entere que salió corriendo del lugar de la cita.
Dejó de preocuparse tanto y se columpió aún más fuerte, sin dárse cuenta de que Joseph está viéndolo de cerca y por error terminó por golpearlo en la cara con los pies al columpiarse de manera tan brutal de repente. Joseph se cayó al piso y tocaba su nariz del dolor.
— ¡Ay, no, perdón! — gritó y se bajó rápido dando un salto desde el columpio al piso pero sin parar el columpio en ningún momento, motivo por el cual también terminó siendo golpeándolo por la espalda con propio columpio, y cayendo al piso al igual que Joseph. Ahí se dio cuenta de que el Karma existía y que era muy penoso.
Ahora mismo solo se podía escuchar dos cosas: Luck quejándose del dolor y algunas personas riendose que habían presenciado la escena tan penosa que tuvieron la suerte de ver.
— ¡Qué vergüenza! Gracias al cielo que no estoy en mi cuerpo. — pensó con la cara llena de rubor y vergüenza mientras aún estaba en el piso ya apunto de pararse. Por ese mismo motivo sintió algo de pena por la hermana, básicamente fue ella quien sufrió esta burla.
Miró a Joseph y se notaba notablemente más herido que él; así que sacrificó su pañuelo favorito y limpió la sangre que salía de sus fosas nasales; además del polvo que cubría toda su cara dejando las marcas de la parte de abajo de los zapatos.
Agradeció mucho al cielo que su hermana lo haya dejado usar zapatos normales y no tacones o sino ésto sería incluso peor para su pañuelo y para el rostro bendecido por los dioses de Joseph. Sería algo imposible de ver como las corridas de toros.
Soltó una risa nerviosa y empezó a cagarla... ¡Otra vez! — ¿Quién sabe? Tal vez luego de esto te quedé la nariz más respingada. — quiso romper la tensión con una mala broma luego de haber limpiado bien su rostro. — ¡Eso fue estúpido! ¡Pésima idea, Luck! ¡Qué idiota! ¡No podías hacer una broma mas ácida! — pensó en tercera persona, regañandose a si mismo. — ¡Mierda, solo riete un poco y haz como si nunca dijiste eso**! — se ordenó a si mismo mientras ayudaba a parar a Joseph y se reía intentado a parentar simpatía inexistente.
— Oh, shit. ¿Tienes una fuerza sobrenatural en las piernas o qué? — comentó Joseph de forma simpática mientras se reía de lo ocurrido.
— ¡*Bien! Al menos n*o odia a mi hermana. — celebró consigo mismo dentro de su cabeza. — Bueno, será por el impuso que me dio el columpio. — re rió Luck e intentó ignorar los acontecimientos pasados.
— Yo me iré a lavar el rostro en los baños, tú sigue columpianadote si quieres. Es algo muy tierno. — lo último que estaba de más para Luck, fue tal vez lo que más vergüenza le provocó, pero poco le importaba porque ahora era una chica ¡Que lindo era ser chica!
Joseph se fue a los baños y Luck... Él fue a seguir columpiandose como si nada hubiera pasado.
La verdad siempre disfrutó de estos juegos, para él era lo mejor del mundo y lo seguía siendo hasta que llegaron un grupo de tres chicos y lo rodearon. ¡Esto pintaba de mala manera! y lo notó. Era casi de noche, una chica sola en un parque y tres vagos se le acercan ¡Claro que no era nada bueno!
Se levantó y ellos empezaron a hablar: — ¿Qué hace una chica tan linda y sola aquí? ¿No quisieras acompañarnos, preciosura? Nos vamos a divertir con ese lindo cuerpo tuyo que nos llama. — Luck entendió al instante que pretendían ¡Qué asco les daba!
— No. Además, ¿Qué son esas frases de ligue tan baratas? Con esa cara de orto que me llevan necesitarían mejores; además de varias cirugías estéticas e incluso así; no es seguro es que se les arreglé la puta cara de mierda como para tener el descaro de ligar a nadie y aún menos a mí. — les comentó haciéndose el pelo a un lado para mostrar aún más lo inalcanzable que era.
— Puta zorra. — pensaron todos ellos ¡Cómo se le ocurría a esta mujer hablarles así!
Luck conocía lo que más le afectaba a los hombres aquello que les dolía a la mayoría y hacía que su orgullo cayera, era hombre después de todo, él entendía un poco de ellos. Sin pensarlo dos veces lanzó su veneno aún más potente y tóxico que antes para hundirles el orgullo junto con su frágil masculinidad. — Incluso si fuera contigo. Mirá esos «bultos» — hizo comillas con sus dedos. — Se ven más vacíos que mis ganas de vivir ¿Qué lograrían con sus micropenes? ¿Hacerme reír? ¿Es esas son sus intenciones? — Ellos no respondían pero se veían llenos de rabias ¡Estúpida mujer arrogante! — Ahora, sí, por favor, váyanse.
— ¡Asquerosa zorra! — gritó el mismo chico con el que hablaba e intentó tomar el rostro de su hermana y Luck lleno de rabia le propicio un golpe en la cara apartando su brazo de ella por completo de ella. Porque sí, lo que más estaba odiando de la situación es que este cuerpo seguía siendo de su hermana.
Con eso en mente: de que la hermana era que estaba sufriendo el acoso desde el primer momento, golpeó fuertemente los testículos de aquel que aún estaba frotando su rostro por el golpe anterior, su grito fue muy ahogado como si con ese golpe se le hubiera ido el alma incluso.
Mientras lo veía quejarse en el piso y tocar su entrepierna del dolor; Luck solo pensaba en las fuertes ganas de seguir golpeandolo hasta que le explotaran los testículos pero se contuvo y por instinto los otros dos se cubrieron la entrepierna también dando a entender que incluso a ellos les dolia por la fuerza del golpe.
Le daba rabia, principalmente porque nada de esto era realmente contra él, era a su hermana y se preocupó por la de veces que debió haber pasado por estas cosas y nunca lo contó.
Vino otro hacía ‹ella› y comentó con rabia: — ¡Solo eres una asquerosa puta! — ese insultó iba obviamente a la mujer dueña de este cuerpo, eso lo enfureció y la poca piedad que tenía se había acabado. Ellos no saben con quien se metieron, Luck estudio varias artes marciales, clases de boxeo y defensa personal, era un sobresaliente en todas.
Para ese punto agradecía estar con un pantalón lo suficientemente cómodo como para darle una respuesta correcta con su rodilla. En otras palabras su respuesta fue un golpe tan duro en el pecho que vació el aire que contenía en los pulmones aquel acosador.
Tanto así que le costó mucho manter la respiración de forma regular regular e intentó de obtener aire desesperadamente con inhalaciones demasiado profundas y fuertes.
El último ni siquiera se atrevió a ir a por ella y solo la miraba estupefacto, completamente pasmado del miedo. Tan bonita... Tan peligrosa...
Joseph que veía todo desde lejos quedó estupefacto aunque no por eso no hizo nada, gracias a Joseph vino la policía y los arrestaron.
Al parecer esos tres ya tenían antecedentes y se los llevaron sin hacer demasiadas preguntas, lo único que sorprendió a los guardias fue la cantidad de dolor que poseían dos de ellos y varias heridas no tan graves como lo hubiera deseado Luck.
El cuerpo de su hermana no poseía la fuerza que tenía antes cuando aún poseía el cuerpo que le correspondía, pero si fue suficiente como para dejarles lindos recuerdos a esos desgraciados.
No se arrepentía de nada.
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