Cassia era una niña de nueve años a la que le costaba hacer amigos por su timidez, su única amiga era Irman una señora que trabajaba en su escuela como inspectora de alumnos, la tenía como abuela adoptiva, era la única amiga además de los libros. Cassia era muy inteligente. Su pasión era la literatura, su escritor favorito en aquella época era Monteiro Lobato, y su sueño era ser una escritora tan buena y famosa como él, y vivir de la escritura, un sueño tan bonito e inocente, que calienta el corazón.
Entre tú y yo, es un sueño casi imposible, porque hoy en día un escritor se hace realmente famoso cuando muere o cuando se hace rico, de lo contrario es imposible vivir de la literatura. Pero dígaselo a una niña soñadora de nueve años, que al aprender a leer y escribir ve toda una posibilidad de ganarse la vida con la escritura. Aah! los adultos deberíamos aprender a tener la inocencia de los niños, y tener ese amor por la vida que tienen los niños, quizás así no habría tantas guerras, plagas y destrucción en el planeta... Pero a medida que envejecemos, a menudo perdemos el don de soñar, junto con nuestra inocencia, y pasan tantas cosas por el camino que a veces incluso perdemos la sensibilidad.
Debemos aprender con los niños a soñar, y animarles a hacer lo mismo, no dejar nunca de soñar y de intentar hacer realidad nuestros sueños, sin dejar que nada se interponga en el camino, porque los sueños son los que
nos dan el sentido de la vida, y hacen que nuestra vida sea más colorida.
Cuando estaba en segundo grado escribió un libro llamado "Mi libro de cuentos infantiles" en unas hojas de papel sulfito y lo grapó. El libro contenía cuatro cuentos, que entregó en la biblioteca de su escuela, porque vio que había otros niños que dejaban sus libros para compartir en la biblioteca.
Un día, cuando ya estaba en tercer curso, un profesor la llamó a clase. La profesora daba clases en octavo grado y había llamado a Cassia para elogiar su libro y pedirle que fuera a su clase a leerlo en voz alta a sus alumnos. Después de leerlo, la profesora dijo a sus alumnos:
_ Eso es escribir, no esta basura que hacen ustedes.. Y esta niña sólo tiene nueve años.
Te contaré un secreto, ese día se sintió muy feliz de que un adulto reconociera su talento, aunque le daba vergüenza ponerse delante de una clase y tener que leer para ellos...
Me gustaría poder volver a ser tan soñadora como en aquel momento, pero es una pena que el tiempo no retroceda y ese momento quede sólo como un recuerdo. Te estarás preguntando o sospechando, ¿pero esta chica eres tú? Sí, soy yo.
Soy el tipo de persona que no le gusta hablar de mi misma, y esta no es mi autobiografía, son solo algunos momentos de mi vida que me inspiraron para hacer una historia de ficción, toda historia tiene un fondo de
verdad y otro de ficción, y esta no es diferente, en este momento querido lector no iba a haber descubierto que esta chica solitaria y triste soy yo, pero como dije, está dicho, algunos momentos de esta historia sucedieron
realmente, otros es pura ficción, espero que disfruten y se diviertan con esta historia, y tal vez hasta aprendan algo de ella, pero seguiré refiriéndome a mí mismo como un personaje de ficción, porque en este momento es lo que soy. ..
Una semana después de los últimos acontecimientos. A eso de las cinco y cuarenta y cinco de la tarde, era una noche fría y lluviosa, como nuestra heroína vive a sólo cuatro cuadras de la escuela se dirigía sola a su casa, con la cabeza gacha, encogida, bajo su pequeño paraguas, al doblar la cuadra de su calle, un muchacho muy apuesto, de unos dieciséis años, estaba apoyado en un portón entreabierto, al pasar ella le dijo:
_ ¡Buenas noches, señorita!
Esa buena noche fue una buena noche dada de una manera tan agradable, y con una sonrisa tan hermosa, ella miró su sonrisa por un segundo y bajó la cabeza de nuevo respondiendo tímidamente:
_ ¡Buenas noches!
Su corazón se disparó en ese momento, no entendía lo que estaba pasando, pero su corazón se sentía inquieto y feliz, pues en ese momento había encontrado a su alma gemela. Ese simple buenas noches la acompañó durante años junto con esa hermosa sonrisa, aunque no vio la cara de la persona que se la dio, la voz aún resuena en su cabeza. Ella miró hacia atrás unas dos o tres veces antes de llegar a su casa, y él vigiló su camino hasta que entró en ella. No siempre que conocemos a nuestra alma gemela nos damos cuenta, pero nuestro corazón sí y eso es lo que le pasó a ella.
Pasó otras veces durante años frente a esa casa, porque esa noche un simple "Buenas noches" la hizo tan feliz que quiso volver en ese simple momento, pero... nunca más lo vio.
Pasó el tiempo, y como no volvió a ver a ese chico, ese momento permaneció en su memoria durante años, porque era demasiado tímida para preguntar por alguien que ni siquiera sabía cómo se llamaba, y que sólo vio una vez, pero que la inspiró a escribir poemas, preguntándose quién era ese ángel que iluminaba la oscura noche de su corazón. Enamorada a la edad de nueve años, en aquella época esto no era normal, pero ni siquiera sabía aún lo que sentía exactamente, sólo sabía que quería volver a aquella noche mágica, y haberse detenido para saber más de aquel misterioso chico
Si en aquel momento no fuera tan tímida, tal vez hubiera encontrado una excusa para llamar a la puerta de aquel chico, y aquel momento pudiera repetirse, o deshacerse, no hubiera quedado en mi mente como algo lejano, y a la vez tan cercano, un sueño tan real e irreal a la vez, cada vez que me sentía sola, era tu voz la que oía, dando las buenas noches, chica; parece uno de los versos que escribí y quemé.
Te preguntarás ahora que quemaste tus versos, sí, lo hice, porque me quemaban los ojos cada vez que los leía, porque me recordaba mi cobardía, mi miedo y mi timidez, de no haber tenido nunca el valor de llamar a esa puerta, hasta que hoy camino frente a ella con la esperanza de volver a ver algún día a ese ángel que iluminó mi noche con una sola frase e incendió mi corazón con una sola sonrisa.
Pasaron los años, ahora con 11 años, ya en el sexto empezó a escribir una historia sobre ese momento mágico, una historia que no terminó, se quedó sólo en el manuscrito, ella por varias veces intentó sin éxito inventar el resto de la historia, porque no conocía lo suficiente de la historia por su parte, y había preguntas sin respuestas, por lo que nunca pudo pasar de los dos primeros capítulos, porque no sabía quién era... ¿Porque nunca lo volvió a ver? .... Y... si él había sentido lo mismo que ella?... ¿Cuántos años tenía realmente?... y muchas más que surgían cada vez que ella intentaba escribir. Así que llevaba sus dos únicos capítulos, pegados dentro de su carpeta oculta, en un pequeño bolsillo secreto que tenía, junto con una cubierta que ella había diseñado, era su manuscrito más preciado.
Pero el acoso en el colegio empezó a ser más fuerte cada día, cada día encontraban una nueva forma de humillarla o herirla, y ella no quería que sus padres lo supieran, porque tenía miedo de lo que podía pasar si sus compañeros eran descubiertos.
Así que, para preservar este precioso manuscrito, lo mantuvo en secreto guardado en su casa, porque en ese momento no quería compartirlo con nadie y tampoco quería correr el riesgo de que descubrieran este tesoro suyo y lo destruyeran, prefería quedarse con la ilusión de que algún día lo conocería, y que podría terminar su libro y no quería que nadie estropeara este sueño.
En el mes de julio, cuando cumplió 12 años, se vio obligada a cambiar de colegio, porque la matona del colegio, Fátima, intentaba pegarle, y como Cassia sufría entonces de asma y era más pequeña que Fátima, tenía miedo. Todo porque había dicho su primera palabrota a la persona equivocada, pero también ¿quién podría soportar quedarse callado, con un tirón de pelo que casi le rompe el cuello? Fátima reunió a su pandilla para recoger a Cassia a la salida.
Pero antes de la hora de salida, Cassia se dirigió a la cabina telefónica del colegio para intentar llamar a casa, pero el teléfono estaba defectuoso, así que fue a la oficina, y le explicó a la inspectora de alumnos lo que estaba pasando y le pidió que llamara y explicara a su madre lo que estaba ocurriendo, para que pudiera ir a recogerla a la salida.
Cuando llegó la hora de irse, la madre de Cassia había ido a buscarla y la esperaba a la salida, al igual que la pandilla de Fátima, algunos de ellos incluso tenían palos para golpear a Cassia. Mientras se iba, los compañeros de Fátima seguían diciendo:
_ Déjala, tía.
_Vamos a por ella.
_ Déjala con nosotros\, su *****.
Incluso amenazaron con golpear a la madre de Cassia si no la dejaba, pero sería absurdo que su propia madre dejara a su hija en manos de vándalos como esos, así lo dijo la madre de Cassia:
Dejad que vengan, sois menores, pero a mí nadie me va a detener si me defiendo y defiendo a mi hija.
Como veían que no había salida, pasaron a realizar una última humillación, que permanece en mi memoria hasta hoy, cantando hasta la esquina de la casa de Cascia:
_ Au, Au, Au, Au, la madre de Cassia vende el xx por un real.
Tuve que hacer un paréntesis para recordar tan pesado momento de mi vida, ese día gané mi primer reloj, de manos de mi padre, porque como dije era mi cumpleaños, pero ese día mi pastel sabía a derrota, a lágrimas, a tristeza y a humillación... Vuelvo a pedirte disculpas querido lector, pero como dije algunas partes de esta historia son reales, y sería muy fácil ir al final feliz, pero qué gracia tendría, si no conoces toda la historia. Creo que toda buena historia, tiene sus tormentas antes del final feliz, y qué escritor sería si no escribiera lo que me sale del corazón.
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