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Tomé El Cuerpo De La Protagonista

Capitulo 1- Pesadillas

Comenzaba a ser consciente de la gran oscuridad en la que me encontraba. Podía sentir mi respiración, mi cuerpo por completo y todo eso me producía la sensación de estar flotando bajo el agua, aún así, respiraba sin dificultad. Estaba segura de que mis manos estaban frente a mis ojos y no podía ver nada, era como si estuviera completamente ciega en semejante oscuridad.

Tampoco duro demasiado el silencio en esa oscuridad, porque empecé a escuchar un débil sollozo que parecía pertenecer a una persona, su voz que se sentía lejana, estaba desgastada y cansada.

No pude evitar preguntarme, ¿hacía cuánto que estaba llorando y por qué?, ¿o por quién?. No lo sabía, pero comenzaba a sentirme culpable, cómo si yo fuera la causa de su sufrimiento, me sentía responsable sin saber el motivo.

La angustia de no poder ver y no saber dónde me encontraba comenzó a invadir mi cuerpo y solo aumentaba al sentir la profunda tristeza que provenía de ese llanto.

Un gran peso comenzó a presionar sobre mi pecho y se acrecentaba a cada segundo que pasaba, el aire solo se escapaba de mis pulmones sin regresar. En medio de aquella desesperación pude darme cuenta de que la voz de aquel hombre comenzaba a ser más nítida y lo que parecía un murmuro en voz baja ahora era claro para mí.

_...¿por qué?... ¿por qué Camil?_

¿Camil?

Ese nombre... no me pertenecía, sé de quien habla y recordar ese nombre solo hace que la angustia aumente. No soy ella, quiero decirle que no soy ella, pero las palabras no salen, no puedo escuchar mi voz, no puedo decir o hacer nada y mucho menos respirar.

!NO QUIERO MORIR¡

La desesperación solo aumentó al igual que ese peso constante sobre mi pecho, comencé a sentir que me ahogaba y me hundía en una oscuridad aún más profunda sin importar lo que hiciera.

Pegue un salto sobre la cama ante la desesperación y tome una bocanada de aire en un reflejo como si mi vida dependiera de ello.

_ Haaa... Haa... Ha..._ terminé jadeando.

Mientras trataba de recuperar el aliento puede darme cuenta de que ya no estaba sumergida en esa oscuridad aterradora, había luz y podía ver que me encontraba en mi habitación. Las colchas amarillentas y percudidas, la cama a la altura del piso porque no tenía ni siquiera una estructura que lo soportara, el piso de madera.

Después de todo me encontraba en la misma habitación que he tenido durante los últimos cuatro años y he visto cada mañana y noche antes de dormir.

Aunque mi mente comenzaba a darse cuenta de la realidad, mi cuerpo aún parecía que se está recuperando de aquella situación traumática, aún tenía miedo y sentía mi cuerpo temblaba por la desesperación.

¿Cómo podía suceder algo así solo con un sueño?, mejor dicho, una pesadilla. Tampoco puedo decir que no es real, más que una pesadilla es un recuerdo del pasado... y de nuevo esa sensación de ahogo que me desespera, al igual que no tener voz, me invade la angustia, la soledad, la tristeza.

Después de tanto tiempo volver a revivir esos sentimientos a través de mis pesadillas es desagradable. Apenas mi respiración se normalizo decidí salir de la cama, solo quería olvidarme de todo y no tenía sentido repasar nada sobre ese tema, ya lo había echo miles de veces sin llegar a ningúna parte, era parte de mi pasado y ahí debía permanecer o eso quería creer.

Mientras me repetía esas palabras para mi misma, algo en mi interior me decía lo contrario, como si fueran una mentira que solo yo quería creer para mi propio bien. Las cosas ya habían cambiado el día anterior y seguramente fue la causa de recuperar esas pesadillas, todo fue por ver esa maldita lista de candidatos en el salón principal.

Camine al pequeño baño que se encontraba en la habitación contigua, no tuve que dar demasiados pasos para llegar a mi destino y apoyarme contra el lavado. Lance un profundo suspiro al sentirme mejor después de mojar mi rostro con agua y levante la vista para ver la imagen que el espejo reflejada.

Una hermosa mujer de cabello castaño corto y ojos violacios, más allá de que tenía una pequeña cicatriz en la mejilla cerca de la oreja no la hacía ver mal, era hermosa y esa belleza... no me pertenecía, no era yo, ni siquiera me sentía cómoda siendo esa persona.

La primera vez que me miré en un espejo con ese cuerpo lo rompí de un golpe, no me importó lastimarlo, pero el dolor me enseño lo equivocada que estaba y lo bien conectada que me encontraba a ese cuerpo. No quería uno espejo en mi habitación, pero lo necesitaba si quería ocultar la identidad de esta persona, después de todo aunque no sabía bien los detalles sé que lastimó a muchos nobles en la capital, salir de este lugar es peligroso y vivo bajo una amenaza.

" Vive como si estuvieras muerta y no salgas de este lugar" recordé las palabras de esa mujer.

Una vida normal en este cuerpo no era posible con tal amenaza, no existía esa opción para una criminal que ya tiene un pasado que no cualquiera puede pasar por alto, ¿quién va a escucharme cuando los ojos de los demás solo ven a otra persona? Y aunque me vean solo ven lo que ellos quieren.

Caminaba sobre este mundo desconocido con un cuerpo que no me pertenecía, todo lo que me pertenecía, todo lo que conocía me había sido arrebatado por la persona que se reflejaba en ese cristal roto. Como si usará un disfraz y hubiera tomado el cuerpo de alguien más por un momento, pero en el fondo sabía que nunca regresaría a mi antiguo cuerpo o a mi antigua vida, ya habían pasado cuatro años y aún trataba de aceptar la realidad de que nunca regresaría.

Levanté la mano hasta el cuero cabelludo para observar mejor las raíces, aún podían esperar uno o dos días más. El cabello blanquecino violacio llamaba demasiado la atención por lo que debía tratarlo con tintes mágicos, no había muchas personas con ese color de cabello en el reino y verme un poco diferente a la protagonista no me molestaba en lo absoluto, era todo lo contrario, incluso había cortado su cabello largo y sedoso hasta los hombros.

Siempre que me miró a un espejo me es imposible sonreír, porque es lo que la protagonista siempre hacía, cambiaba lo que podía de su cuerpo, como podía y me lamentaba no poder cambiar el color de sus ojos.

Capitulo 2- Uniforme.

Quizás si hubiera tenido esté cuerpo sin haberme cruzado con esa mujer antes no habría sido tan difícil de aceptar, ni siquiera me hubiera importado demasiado su pasado o sus engaños, hubiera sido más fácil y sabría bien que era su vida y no la mía, que no tenía que pagar por sus acciones y no le debía nada a nadie, que podía empezar de nuevo y en un nuevo mundo. Realmente me hubiera gustado creer eso, pero no tuve esa suerte, la conocía y no tan bien como creí, la ayudé a escapar y al final me traicionó.

Aunque no me guste tener su cuerpo, rechazarlo solo hacia las cosas más difíciles para mí, pensé que nunca podría acostumbrarme a esta nueva vida y por supuesto que todos esos pensamientos se debían a que la invitación fue un engaño y la recibida con su cuerpo fue un infierno, más para alguien como yo que no pertenezco a este mundo, las costumbres de este lugar, estás personas, todo me desagradaba en comparación a mi vida anterior. Yo no elegí reencarnar en este mundo y aunque creí que saber la historia me ayudaría a tener una buena vida... Me equivoqué, me condené por saber la historia, fui usada en base a ella por la protagonista femenina de esta historia para escapar de este reino.

Presioné los puños por la molestia de esos pensamientos y decidí volver a mojarme el rostro con el agua. La grifería no andaba pero podía colocar un tapón y usar el agua de la jarra de porcelana que tenía a mi lado.

Tenía que seguir adelante aunque entendía también que todos esos recuerdos se habían grabado en mi mente como ácido contra el hierro, no era algo que podría olvidar fácilmente y que probablemente nunca olvidaría, pero deseaba poder hacerlo más allá de que el pasado estaba en mi piel, en mi cuerpo y cargaba con eso todo el tiempo, a cada momento, a cada paso, cómo un recordatorio constante. A pesar de eso realmente quería empezar de nuevo y de alguna forma empecé a creer que lo estaba consiguiendo después de cuatro años, más allá de que no podía salir del lugar en el que me encontraba en algún punto mi vida, comenzó a ser más estable y tranquila, sin darme cuenta había encontrado un nuevo camino en ese mundo y todo eso me ayudó a avanzar. Aunque alguien más ya había decidido en la forma que debía vivir, pude aceptarlo y manejarme dentro de los límites que se establecieron.

Tomé la toalla que estaba a mi lado, más bien era un trapo que servía para secarme, pero era suficiente, seque mi rostro y volví a colocar el trapo en su lugar. Después de lavarme los dientes decidí regresar al cuarto mientas me peinaba el cabello con la yema de los dedos y lo llevaba a una colita baja, ya que era lo que me permitía el cabello corto.

Miré por la pequeña ventana y me di cuentas de que el sol era más intenso de lo normal ese día, no, no era eso.

_¿Me quede dormida?_ murmuré.

Que irónico, dormí de más y aun así me sentía más cansada que nunca.

Caminé hasta el escritorio que estaba al lado de la cama y pude ver qué había dejado sobre la silla el uniforme del lugar, lo cual también era mi ropa de todos los días. Ya estaba algo deteriorado y desgastado por el uso excesivo, pero por suerte sabía que me darían un uniforme nuevo para las presentaciones, por lo menos una vez al año querían disimular que las señoritas en servicio estaban en buenas condiciones.

Pollera larga negra y camisa blanca de mangas largas, una cinta negra en mi cabello y me convertía en una sirvienta del establecimiento por así decirlo, porque también sigo siendo una estudiante de Edles, un instituto mágico de señoritas para mixtos o magos débiles y al ser mi último año para presentarme en las selecciones de candidatos las esperanzas de ser elegida como la compañera de un hombre noble son casi nulas, así que el director aprovecho para que hagamos pasantías en servicio y contratar menos empleados de paso.

A diferencia de otros establecimientos dónde las mujeres estudian carreras o profesiones más destacadas en Edles solo se estudia para servir a los nobles, aunque eso ha cambiado un poco en los últimos años y por lo menos ahora se les enseña a las señoritas lo básico para convertirse en nobles.

Después de cambiarme salí de la habitación hacia los pasillos principales, podía ver que las estudiantes caminaban animadas a los alrededores, eso quería decir que seguramente las primeras clases con la profesora de contabilidad ya había terminado.

Antes de poder llegar a los salones principales pude sentir que alguien me llamaba por la espalda.

_ Alanis_

Ese era mi nombre, es lo único que conservo de mi pasado, pero no quiero escucharlo, no de ella particularmente ya que había cierta euforia en sus palabras y eso solo me hacía pensar que se trataban de malas noticias aunque para ella no lo fueran.

_¡Alanis!_ repito Laia levantando la voz.

No tenía que volver a repetirlo, ya la había escuchado a la primera, me regresé y ví a una joven vestida igual que yo acercarse en mi dirección con una gran sonrisa.

Laia era una mujer delgada y alta, siempre llevaba atado el cabello en un rodete porque no sabía como controlar sus rulos y sus ojos castaños resaltaban por algunas pecas. Ambas teníamos la misma edad y al parecer el mismo destino dentro de ese lugar, la única diferencia era que mientras Laia luchaba y se esforzaba por cambiar su destino yo hacía todo lo contrario.

Al acercarse su rostro perdió algo de emoción y había algo de preocupación.

_ Te ves mal_

_ No dormí bien anoche_ dije sin darle importancia.

_ Yo tampoco, pero dudo que haya sido por el mismo motivo, ¿tuviste una pesadilla?_ pregunto preocupada.

Ella seguramente se quedó estudiando hasta tarde, era su último año por lo que se esforzara más que nunca. A mi parecer siempre se esforzaba, solo que está vez no tendría ningún tipo de descanso. Laia sabe bien por lo único que podría perder el sueño, así que solo quedaba decir la verdad.

_ Fué otra pesadilla_ admití.

No podía hacerlo ver cómo algo sin importancia, no era un secreto o por lo menos no lo era para nadie en ese lugar, cuándo alguien preguntaba porque una de las señoritas dormía en cuarto separado a las demás, la respuesta siempre era "Sufre de pesadillas" en el mejor de los casos y "Enloquece de noche" en el peor, motivo por el que me gane una suit en el sótano de este lugar.

Siendo honesta me gusta y es lo mejor si no tengo que compartir mi espacio con nadie, me relaja. No soy como las demás señoritas y eso a muchas personas parece molestarle, alguien que no se esfuerza por encajar y sobresalir es la uña que hay que pulir para muchas, es algo arrogante e engreído de mi parte decir que las selecciones no me importan cuando otras señoritas que se esfuerzan por resaltar en este lugar.

No había vuelto a tener esa pesadillas en mucho tiempo, pero esa lista de candidatos en el salón resucitó viejos sentimientos y recuerdos, solo debía cambiar el tema como siempre porque tampoco era algo que quería hablar con nadie.

_No pude descansar mucho, pero no te ves mejor que yo_ dije con una suave sonrisa y evite mirar mi reflejó en alguna de las ventanas a nuestro alrededor.

Capitulo 3 - Villano

Laia se sorprendió y corrió hasta el ventanal que estaba a nuestro lado, su reflejo le enseñó como su cabello volvía a encontrar la forma de revelarse contra su amo. Estudia sin descanso, pero eso no quiere decir que su imagen no importa para ella.

_ ¡No es posible! _ exclamó preocupada _ acabo de cruzarme con Daniel.

Mientras trataba de regresar a su lugar algunos rulos rebeldes que se salían, otros se escapaban de su alcancé. No pude evitar reírme al ver cómo la batalla avanzaba y Laia solo estaba empeorando las cosas mientras que perdía.

_ Solo haces que se vea peor que antes_ me burle.

Se detuvo en seco después de escuchar que la situación no estaba mejorando en lo absoluto. Sé que tenemos la misma edad físicamente, pero pensamientos muy distintos, aún así, entiendo que quiera encontrar el amor antes de conocer a alguien, aunque ese deseó tiene que ser en los límites que este lugar y este mundo para la mayoría, la clase social y el nivel mágico son la base de todo, no solo tienes que nacer con una cuchara de oro si no que también tienes que tener habilidades mágicas sobresalientes en un reino de magos y sin ninguna habilidad conocerás el reino bajo las murallas.

El autor convirtió la torre mágica en un reino completo.

_ ¿Quieres qué te peine? _ preguntando sabiendo que aceptaría.

_ Por favor _ suplicó regresando en mi dirección y sacó el peine de reserva que siempre llevaba consigo.

Aún teníamos algo de tiempo, así que fuimos a una silla en los pasillos del jardín y empecé a cepillar su cabello, no estaba segura si hacerle un rodete nuevamente o una trenza, Laia volvió al tema.

_ Quería darte las buenas noticias, pero ahora no es tan emocionante como antes _ después de un suspiro parecía más calmada _ Al parecer asistirá un general en las presentaciones de señoritas este año _

Traté de volver a concentrarme y seguirle la conversación, aunque sabía que tocaría el tema era desagradable escuchar sobre ese hombre.

_ Es extraño que un cargo tan alto llegué a caer tan bajo en este lugar _

El villano de la historia, aun así, era difícil y no podía acostumbrarme del todo a la idea de que posiblemente volvería a cruzarme con ese hombre. Solo de pensar en que podría volver a verlo me aterraba, él me amenazo con una espada en el cuello y su madre me dejó media muerta cuando me envió a este lugar.

Me llevó un momento pero pude reponerme, agradecía que Laia estuviera de espaldas, de alguna forma parecía no darse cuenta y eso me tranquilizó. Recuperé la concentración y continué haciendo la trenza en su cabello, mientras que ella continúo con la conversación dudando de algo también.

_ Es extraño, es un conde tiene una alta posición y sino no es débil ¿por qué no se presenta en los establecimientos reales?... no importa, debemos aprovechar esta oportunidad _

_ ¿Y crees que se fijara en nosotras? _

Si lo hacía sería para matarme mientras consigue vengarse después de tantos años, le quité a la mujer que amaba de los brazos o mejor dicho, yo tomé su lugar.

_ No en nosotras _ dijo Laia como si eso fuera una tontería _ Me refiero a que podremos concentrarnos en los demás candidatos mientras que las demás señoritas estén detrás de él.

Solo quería concentrarse en Daniel.

_ Puedes hacerlo sola_ mencioné, ya que no me necesitaba para eso.

Hizo una mueca de molestia en respuesta, no estaba a favor de eso, nunca lo estaría.

_ Es tú último año Alanis como estudiante de Edles, deberías intentarlo por lo menos una vez _

_ No, gracias _ eran mis últimos pasos como estudiante y los primeros como sirvienta permanente de este lugar y ese era el futuro que quería.

_ Pero..._

_ Si dejas de insistir haré tú peinado ese día_ la interrumpí.

_ Sabés que eres la única que puede manejar mi cabello mejor que yo, claro que quiero que me peines _

No puedo creer que piense que eso va a emocionarme al igual que a las demás, ella sabe que las presentaciones nunca me importaron y un alto cargo no hará la excepción y mucho menos por el hombre que me apunto con una espada en el cuello cuando supo que no era su prometida.

El día anterior habían colocado las listas de las personas que asistirían a las presentaciones de señoritas, era claro que comenzarían de igual forma los rumores por los candidatos entre las estudiantes, nunca me interesaban demasiado los chismes, pero en este lugar te guste o no, los terminas escuchando y uno de esos rumores llamó mi atención. Al principio comencé a tener dudas, un alto cargo, de la nobleza y un hombre en sus últimos años para la selección, parecía un mal presentimiento, pero después pude confirmar que se trataba de ese hombre, Aarón Cambrell y todo se transformó en una pesadilla desde ese momento.

El establecimiento de Edles es el más simple y pobre de los tres establecimientos de señoritas del reino de Eventio, llegar a ese lugar significaba una vergüenza para los nobles y un privilegio para los plebeyos o personas del reino bajo las murallas.

¿Por que iría a buscar en el lugar que era considerado el basurero del reino cuando tenía seguramente algo mejor esperando en la capital? ¿por qué después de tanto tiempo?, ¿por qué aceptaría una compañera de bajo rango o un mestizo? después de todo era lo único que había en esos establecimientos.

Nunca me imaginé que el villano volvería a buscar una compañera después de la protagonista e incluso más allá de eso habían dos establecimientos de señoritas más importantes dentro de la capital antes que el establecimiento de mixtos, no era como si él no tuviera otras opciones y a diferencia de él, yo no tenía ninguna. Si salía al exterior su madre me mataría de inmediato y fué él quien me pidió que nunca me volviera a cruzar en su camino, pero no dijo nada sobre él cruzarse en el mío.

Eran más preguntas sin respuestas y no sabía si quería escuchar las respuestas, lance un suspiro.

Ya habían pasado algunos años, muchas cosas cambiaron desde entonces al igual que la historia, la misma ya había terminado hacía mucho, era inútil si ni siquiera podía apoyarme en eso.

Quizás ese hombre solo quiere seguir con su vida, es lo más lógico, más allá del dolor y el sufrimiento yo quería lo mismo. Y de nosotros dos no fue él quien se había quedado con un recuerdo permanente y encerrado en un lugar hasta que dejara de respirar, él era un hijo malcriado que pertenecía a una gran familia noble de condes en la capital, nunca se tuvo que marchar de su hogar y siempre contó con el apoyo de sus desagradables padres para todo. Solo perdió a su prometida, una mujer que realmente no lo amaba como él creía y ahora parecía que estaba dispuesto a encontrar su remplazo.

¿Qué estaba sucediendo?

_Terminé_ dije para de igual forma salir de mis pensamientos.

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