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Yo No Era La Villana De Esta Historia.

CAPÍTULO 1

Los pasillos llenos de tranquilidad y silencio de aquel gran castillo, fueron interrumpidos por aquellos gritos provenientes de un joven, tenía pelo rubio y estatura alta, con un rostro hermoso y buenas condiciones, que se estropeaban por su carácter arrogante.

- ¡Pero padre\, no puedes hacerme esto a mí! No me casaré con ella\, ¿No has escuchado los rumores?\, si me amaras como hijo no me harías esto... No a mí... por favor reconsidérelo -

El padre demostrando el poder en un gran trono, manteniendo su firme postura frente a las egocéntricas palabras que escupía su ignorante hijo, con un sigiloso toque a su barba grisácea, ocultando su incertidumbre contesta...

-No tengo elección, el reino necesita este matrimonio... Los beneficios son muchos, no podemos darnos el lujo de rechazar esta oportunidad, el pueblo está pasándolo mal, no me quedan más opciones. -

- ¡Padre\, no puede! ¡Sabe que estoy enamorado de la señorita Bianca! -

- ¡Basta! No seas insolente\, ¿Qué otra cosa podría hacer? -

- ¿Qué hay del hermano menor? Él no tiene a nadie en su corazón\, sería más apto\, es mejor opción que yo-

El hermano menor era un poco más bajo que el hermano mayor, su cabello castaño oscuro y sus ojos azules, tenía unos sutiles rasgos faciales destacables, típicos de sus genes reales, pero, al contrario de su hermano mayor, él era un poco más sumiso.

Louis, estaba indignado por lo que escuchaba, mientras que su hermano mayor se mantenía parado gritando irrespetuosamente, él se arrodillaba manteniendo esa postura incómoda para mostrarle respeto al rey, con la cabeza baja frente a su padre, llevado por el silencio, solo estaba perdido en sus pensamientos.

"No puedo creerlo, he sido bueno con mi hermano mayor, Arthur, nunca le reproché nada, pero a él no le bastó con robarse el corazón de mi prometida, Bianca, sino que también quiere que me case con una aterradora bruja, mi hermano siempre fue el consentido de padre, él tiene más chance de ser el príncipe heredero por ser el mayor y tener el favor del rey, por esa razón lady Bianca acepto con facilidad su amor, rechazándome a mí rápidamente, ella era tan amable y cariñosa, pero, no obstante, mi hermano regresó de la guerra, inevitablemente Bianca lo conoció y su corazón cambió, a sus ojos pasé de ser el amor perfecto a ser una despreciable basura"

-Tienes razón, tu hermano menor, Louis, podría ser una opción perfecta, es menos arrogante que tú.... ¿Tienes alguna objeción, Louis? -

-No, padre - "Cómo podría objetar por esta injusticia, si ya no me quedan fuerzas para seguir viviendo, luego de todo lo que he tenido que pasar, estoy decepcionado de mi familia" ...

Perfecto, me encargaré de los arreglos y les avisaré cuando la boda este por venir...-

El descarado hermano mayor con alegría gritó - ¡Gracias, padre! -

El semblante del hermano menor, demostraba la tristeza que aguardaba en su corazón. Salió del salón como un alma en pena.

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El emperador estaba dando sus últimos respiros, lleno de agonía, postrado en una cama, Louis, a enterarse de la decadencia de su abuelo, inmediatamente corrió preocupado a verlo.

-Abuelo, ¿Estás bien? -

Louis, al abrir la puerta con fuerza y entrar bruscamente a esa habitación polvorienta, notó el abandono que le tenían al emperador, las personas solo esperaban su padecimiento, los médicos no habían dado buenas esperanzas, aquel anciano con más arrugas que una pasa, con un deterioro físico notable, estiró su mano temblante en el aire la cual parecía huesos con piel.

El anciano no podía ver con claridad, solo preguntó para ratificar bien lo que había escuchado

-Louis... ¿Eres tú? -

-Sí... Soy yo abuelo- Louis se pone a un lado de la cama y agarra la mano decadente de su abuelo.

- ¿Qué pasó con el matrimonio?\, ¿Mi hijo pudo establecer una relación con Monsanca? -

-Abuelo... No es momento para hablar de esas cosas, es mejor que te preocupes más por ti y tu salud-

-Lo sé, pero, en este momento, quiero saberlo. -

-Arthur, no acepto el matrimonio -

-...- el silencio se hizo dueño del lugar por instantes.

-Sin embargo, yo sí, por lo tanto, la relación entre países sigue en pie-

-Me alegra oír eso, tú eres mejor opción que tu hermano-

El Emperador sintió el suspiro que surgió de Louis, el cual estaba claramente cargado de mucha tristeza...

-No te pongas mal, no es tan malo como parece, solo ten fe en mis palabras, siempre debes valorar lo que tienes, no seas muy codicioso y vayas en busca de más, porque te arrepentirás, tanto tu corazón y tus acciones deben de seguir siendo humildes. -

-Lo tendré en cuenta abuelo. - "Aunque, el abuelo sea duro conmigo, no puedo odiarlo"

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El último suspiro del emperador fue ese día, después de las sabias palabras, su velorio fue tratado con minuciosidad y muy pocas personas asistieron. El príncipe mayor mostró su total apatía ante la pérdida del emperador, pero, el hermano menor volcó su dolor muy dentro de sí... No solo era para él, la muerte de un gran emperador, era también la pérdida de su más amado abuelo.

Un mes después La gran boda por fin iba a celebrarse, la nobleza de mayor importancia estaba reunida, el rey contemplaba desde lo alto junto con su esposa el gran salón, Louis estaba a la espera de su futura esposa, el bullicio de ese enorme salón se silenció apenas las grandes puertas principales de maderas rechinaron, para empezar a abrirse muy lentamente, todos en el salón fijaron su mirada en la entrada, mientras se estremecían. La futura esposa hizo su aparición, entró lentamente por el pasillo, su presencia era fuerte y la atmósfera en el salón se volvía tensa a medida que ella daba un paso, parecía la muerte misma, con su vestido negro, con grandes hombreras decoradas con púas, tapaba su rostro con una terrible máscara hecha de huesos, la cual tenía incrustado en las cavidades oculares dos grandes rubíes negros que no permitía que nadie viera a través de sus ojos, sobre su cabeza llevaba dos cuernos, parecía un señor demonio...

Todos tenían miedo y una sensación ominosa se apoderó del salón.

Los rumores de esa persona eran tenebrosos, decían que era una poderosa bruja la cual vivía en un frío castillo sobre la montaña, que era una asesina a sangre fría, la cual mataba gente para hacer sus brujerías, también se rumoraba que su poder venía de los demonios los cuales se alimentaba de sacrificios humanos, nadie había visto nunca la cara de la bruja, y se decía que llevaba una máscara para ocultar sus terribles cicatrices.

El rey, al no tener más opción, había aceptado este matrimonio con la bruja tenebrosa. El país acababa de salir de una guerra y estaba desestabilizado socialmente, muchas personas estaban pasando por hambre y enfermedad, lo que lo obligo a firmar un tratado comercial sobre pociones curativas, todo basado en este matrimonio. El matrimonio fortalecería el vínculo entre naciones, beneficiándolos. Louis aceptó fácilmente todo esto, casándose con aquella bruja que jamás había visto en su vida, apenas el contrato matrimonial fue sellado, la bruja se retiró del salón lentamente. Mientras Louis se retiraba de aquel salón tras la bruja, se percató de los ojos que se compadecían de él, algunas personas esquivaban su mirada, pero otras cuando sus ojos se cruzaban junto con los suyos parecían decirle que tal vez nunca más se volverían a ver. Se fueron en un carro tirado por caballos, tenía buena suspensión y no vibraba tanto como los carros de Chapal, esto le llamó mucho su atención, hasta que reparó en su acompañante, en frente de Louis estaba sentada la tenebrosa bruja con su fuerte presencia, llevaba los pies y los brazos cruzados, lo que más le causaba miedo era el no poder ver su cara, ni sus expresiones. Aquella figura parecía un terrible adorno que alguien dejó olvidado en una esquina, Louis miró por la ventanilla estrecha, logró ver que sobre una montaña muy alta estaba el gran castillo tenebroso de los rumores. "Tal vez lo que la gente dice de esta persona sea cierto, si fuera el caso tal vez me convierta en uno más de sus sacrificios"

-No te preocupes... no te mataré, mientras te portes bien- Dijo muy seriamente. Parecía que la bruja se percataba de cada pensamiento que pasaba por la cabeza de Louis, esas palabras no eran para nada tranquilizantes.

Louis solo pudo mirar con los ojos muy abiertos a la monstruosa bruja, y ninguna palabra logró salir de su boca.

Al llegar hasta el castillo un mayordomo joven, guapo, de cabello blanco y ojos violeta, recibió a la bruja haciendo una reverencia, él tomó de la mano a la bruja y la ayudó a bajar del carro, Louis estaba un poco impactado de que aquel mayordomo, su trato hacia la bruja no contenían miedo, él actuaba con delicadeza y aprecio, despertó de sus pensamientos cuando escuchó la voz de la bruja.

-Sebastián, lleva sus maletas a la habitación que hemos preparado previamente-

-Sí, Su Majestad-

Una fría mirada le penetró la espalda a Louis, era la de aquel mayordomo, se sintió un poco incómodo.

La bruja nota los actos de Sebastián -No te preocupes, él siempre se siente amenazado en presencia de gente extraña, es descendiente de la tribu lobo, es normal que no se relacione bien con humanos, él no es tan mal sujeto después del todo, ahora te mostrarán tu habitación, mientras estés aquí si necesitas algo házmelo saber. -

_... Sí, está bien, gracias. –

CAPÍTULO 2

Temprano en la mañana el silencio de la habitación de Louis fue interrumpido por unos pequeños golpes, que provenían de la puerta de la habitación, la cual daba al estrecho pasillo, Louis inmediatamente se levantó, fue caminando hacia la puerta con sus cabellos desordenados y su pijama desaliñada, mientras bostezaba abrió la puerta perezosamente.

Del otro lado lo esperaba una joven chica, a Louis le pareció un poco baja, tenía un cabello corto que apenas tocaba sus hombros, de un bonito color rubio, ojos color café y físicamente era delgada. Meticulosamente bajó su cabeza haciendo una reverencia, no tenía emoción alguna en su rostro, tenía una expresión muy seria.

-Buenos días, Su Alteza, me llamo Nina, y a partir de hoy seré su asistente, fui personalmente seleccionada por Su Majestad, estoy a su disposición, Su Majestad me dijo, que le mostrará la biblioteca y el campo de entrenamiento, lo podrá usar cuando guste, también tiene un entrenador a su disposición...-

- ¿E-Entrenador? No necesito un entrenador-

-Comprendo, le haré saber a Su Majestad- - ¡Espera! Es mejor no molestarla, de todas maneras, me estoy oxidado un poco, y tal vez aprenda algo nuevo de aquí, quien sabe- "es mejor que prevenga molestar a la bruja"

Mientras la asistente agachaba su cabeza dejó salir una pequeña risa disimulada. -Está bien-

Louis, empezó a tomar el entrenamiento matutino como lo había recomendado Su Majestad.

Wilson, era el nuevo instructor de espada de Louis, estaba encargado de ayudarlo en los entrenamientos diarios. El instructor, era un hombre muy alto, pelo castaño, que cargaba varias cicatrices entorno a su espalda, robusto, y de un carácter dócil, excepto cuando entrenaba, él tendía a ser muy exigente y no era tan blando ni con los pequeños errores, cada vez que sus grandes brazos llenos de músculos movían la espada lo hacían con precisión y fuerza bruta, aguantar un golpe de él, era muy difícil, a Louis se le complicaba estar de pie al recibir uno de esos golpes.

-Eres muy débil, una decepción andante-

-Oh vamos, dame un respiro, eres muy exigente-

- ¿Eres una niñita o un hombre? Deja de llorar y Levanta tu trasero -

- Estoy hecho polvo\, eres una bestia no puedo seguir tu ritmo-

-Tonterías, no seas pollito y lucha como un verdadero hombre, ni siquiera sabes agarrar bien la espada, se te pasa cayendo de las manos, no sé por qué Su Majestad aceptó este matrimonio, ella debería de haber escogido un hombre mejor-

"Cualquier hombre en sus cabales no aceptaría un matrimonio con una monstruosa bruja como ella" -Estoy muy cansado, y mis manos están llenas de ampollas, me duele cuando agarro la espada, y mis articulaciones están entumecidas, por esa razón no puedo mantenerme a tu ritmo-

-Está bien, es todo por hoy, ve a bañarte, apestas a zorrillo descompuesto-

-Sí, como sea, nos vemos- "Menos mal, un poco más de entrenamiento hubiera sido letal"

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Ya había pasado una semana desde que Louis, empezó a entrenar y desde entonces él no había visto a Su Majestad, por su cabeza pasaron imágenes escalofriantes de la mujer, asesinando personas con una risa macabra, derramando sangre como entretenimiento. "Es mejor no verla, es más tranquilo después de todo"

-Mis piernas están temblando por el entrenamiento excesivo que tuve apenas puedo dar algunos pasos-

aún quedaba una extensa escalera para subir hasta la habitación. Los pies temblorosos de Louis, subían con mucho esfuerzo escalón por escalón, no podía agarrar la baranda de las escaleras para ayudarse a subir, se lo impedían sus manos llenas de ampollas, en los últimos escalones, sus pies fallaron y Louis, resbalo hacia atrás...

-Rayos- solo eso pudo salir de su boca. No le dio tiempo de agarrarse de nada, sus manos se movieron y solo atraparon aire, sus músculos estaban dolorosamente entumecidos y sus movimientos eran torpes, no podía hacer nada más, que dejarse caer. Unas manos agarraron su espalda, en el instante escuchó una voz que suavemente le dijo: - ¿Qué haces? -

Louis, miró hacia atrás y se dio cuenta de que la bruja a la que tanto temía, lo estaba agarrando para prevenir que sé callera, por su cuerpo corrió mucha adrenalina y pudo enderezarse enseguida.

-Lo-lo- lo lamento, Su Majestad, no quise causarle problemas-

Sin pensarlo mucho hizo una reverencia, bajando su cabeza instantáneamente.

-No tienes por qué agachar tu cabeza, estamos casados, se supone que las reverencia entre nosotros son innecesarias-

-Cierto, se me había olvidado por un instante- "¡¿Qué se me olvido, que rayos le acabó de decir? ¡Ahora me matará de seguro!"

-Supongo que no he pasado mucho tiempo contigo, solo me viste una vez, es normal que no te acuerdes de mí -

-N-no quise decir eso, lo lamento... Es que simplemente no sé de qué manera debo tratar con usted-

-Solo trátame normal, como si tratases a un familiar, debemos actuar unidos, pero no te forzaré a hacer algo que no quieras, solo quiero que estés cómodo-

-Gracias por su consideración, daré mi mejor esfuerzo-

-Está bien, mañana vamos a la ciudad, debo revisar unas cosas, es bueno que te des la oportunidad de conocer cómo funciona nuestra ciudad y ver la calidad de vida de los ciudadanos-

-De acuerdo. -

-Bueno, pero, trata de tener cuidado la próxima vez con las escaleras-

La bruja se apartó de Louis, y caminó sin mirar atrás ni una sola vez, hasta entrar a una habitación, era el lugar donde pasaba la mayor parte de su tiempo, tenía un gran escritorio en el medio, y lo primero que veías cuando entrabas era la enorme cantidad de papeles que tenía. Cada vez que abría la puerta de esa habitación y veía todo el trabajo acumulado, ella no dudaba en suspirar, y cuando terminaba de atender una montaña de papeles, otra nueva aparecía. Su Majestad, tenía que conceder permisos para diversos proyectos, la ciudad estaba en su punto más próspero por lo cual surgían más y más proyectos, además, debía de encargarse de gestionarlo todo, no solo de los problemas que surgieran sino también encargarse de la ciudad entera, calcular que los alimentos alcancen para todo el año, que la producción vaya bien junto con el equilibrio económico del pueblo, y lo más fundamental era que no haya malversación de fondos, los cuales estaban destinados para servicios públicos, era el único reino con escuelas públicas y hospitales para el uso de todos los ciudadanos por igual, esto hacía que los reinos ajenos miraran con desprecio a la reina de Monsanca, ya que para ella un noble o plebeyo, ante sus ojos eran lo mismo y su sangre no importaba.

Sebastián, muy atento le sirvió a su majestad una taza de té, su cara semblante serio no cambió ni por un segundo, su majestad noto su rostro molesto...

-Sebastián, ¿Qué pasa? No me has hablado en todo este tiempo-

-Su Majestad, para ser sincero no lo tolero, ¿Por qué acepto el matrimonio con este niño engreído que no la respeta y ni siquiera la mira con buenos ojos? -

-Oh vamos, sé paciente, él se ha comportado bien las veces que lo he visto, no hay razón para llevar tal enojo-

-Sigo creyendo que el matrimonio con ese sujeto fue un error tremendo, además, puedo ver claramente que le teme, ¿Por qué no lo echa a patadas de aquí? -

-Solo piénsalo un segundo ¿Crees que es lo más conveniente hacer? -

-Sí, si hablamos de ese mocoso, creo que sí...-

- Ser la única líder es bastante abrumador a la hora de hacer negocios con reinos exteriores\, ya que los hombres me ven como una mujer incapaz de gestionar un reino por sí sola\, se alejan o me ignoran\, y no podemos no tomar en cuenta los malos rumores que circulan sobre mí\, es obvio que los inversores correrán lejos y no querrán tener relaciones de negocio con nosotros\, con el matrimonio arreglado la mirada de los países cambiará de una forma más positiva y estarán dispuestos a nuevas negociaciones a futuro\, teniendo esto ya dicho no puedo simplemente echarlo a patadas-

- ¿Por qué no busca a otro hombre? -

- ¿Quién?\, ¿Tú? -

Sebastián se sintió avergonzado por un momento, antes de fruncir el ceño.

-No me malinterpretes, pero, Chapal es un reino respetado, es obvio que tendrán el ojo puesto a todos los que estén relacionados con él. Si yo voy y me caso con cualquier persona no tendría el mismo efecto, que, si lo hago con el príncipe de un reino prestigioso, los otros tarde o temprano cederán ante nosotros-

La gran capital de Monsanca estaba ubicada en la parte posterior de la gran montaña, era un poco difícil de acceder para cualquier extranjero sin conocimiento alguno.

Louis, no se acostumbraba al hecho de compartir un espacio reducido con su majestad, estaba un poco nervioso de pasar tiempo con ella en un carro tan estrecho, trataba de prevenir encontrársela lo más que pudiera, pero el error que cometió ayer fue imperdonable para él.

El conductor del carro con su voz rasposa avisó a su majestad, que habían llegado a su destino -llegamos-

Su majestad, fue la primera en salir del carro de una manera rápida y ágil, apenas tocó el piso de un salto extendió su mano para ayudar a Louis a bajar.

La mano de Louis se tensó en el aire, incómodamente poso su mano en la mano extendida de su majestad, y bajó cuidadosamente tratando de no cargar su peso corporal en ella.

-Su Majestad, ¿No sería mejor si yo la ayudara a usted a bajar del carro, en vez de usted a mí? -

-Lo siento, creo que lastimé tu honor de hombre- "me he vuelto tan independiente últimamente, que se me olvida depender de los demás y terminé dañando su orgullo inconscientemente"

-No, no lo ha hecho, solo me siento un poco mal de que usted me esté ayudando en cada momento, me siento inútil-

-Solo vi que estabas un poco débil a causa de las clases de espadas, sentí que debía hacerlo -

"Sus palabras no son tan confortantes como parecen"

La ciudad era muy alegre y hermosa, mientras que la capital de Chapal también era próspera se podía ver la pobreza en ciertos lugares, pero, en Monsanca todo era distinto, desde sus colores y grandes edificaciones, no se veía nadie mendigando por comida, todos eran muy felices, lo más sorprendente era que la presencia de la bruja no le molestaba a la gente, parecían aceptarla sin importar su apariencia, se mezclaba entre la multitud sin causar efecto alguno, hasta los más pequeños niños se acercaban a ella sin dudar con sonrisas en su cara, eso hizo que Louis se sorprendiera aún más.

La bruja no parecía desagradarles a las personas, era muy cálida con los niños, ella les regalaba dulces mientras intercambiaban palabras cortas, ellos parecían divertirse.

El recorrido fue grato, Louis, había visto que el avance de esta ciudad era muy increíble, y los recursos estaban bien distribuidos, no se veía pobreza, pero tampoco riquezas muy extravagantes, los esfuerzos de su majestad a diario se veían reflejados allí.

"Puedo decir que es una persona muy aterradora, pero, tiene buena mano gestionando su reino"

Tras subir nuevamente al carro para embarcarse de regreso al castillo, la bruja hizo un corto comentario a Louis, para saber qué opinaba sobre la ciudad.

-Espero que te haya gustado la ciudad-

-Sí, fue muy interesante-

-Me alegra oírlo-

-Tengo trabajo que hacer, mientras tanto te recomiendo que trates de estudiar un poco, te será útil en el futuro, en la biblioteca hay mucha información avanzada. Si necesita un tutor solo házmelo saber-

Louis asintió con su cabeza y volvió su cabeza hacia la ventana, para mirar el paisaje, cuando el carro había llegado a su destino, la bruja se bajó y dio una corta despedida

-Luego, nos veremos-

-Sí...-

Ambos entraron a la mansión, y mientras cada uno entraba en habitaciones distintas, un sonido surgió desde la ventana, ambos se detuvieron a mirar, era un cuervo negro que chocaba su pico insistentemente contra el cristal, manteniendo su empeño sin parar, su majestad lo observó por un momento quedando paralizada, a Louis, solo le llamó la atención, pero no le dio ninguna importancia.

Su majestad, de manera exaltada corrió y tomó la espada que decoraba la pared, Louis observó un poco más y la vio apresurarse hacia afuera sin decir nada.

CAPIÍTULO 3

El amanecer ya había llegado y su majestad, apenas entraba por la puerta, se veía cansada. Louis la vio desde lejos y se impresionó al ver su máscara blanca salpicada de sangre, llevaba la espada sobre uno de sus hombros, la cual también estaba tenida de rojo, Louis enseguida se estremeció al verla en tal estado y se ocultó de inmediato tras una pared.

El mayordomo salió rápidamente hacia su majestad.

- ¿Su Majestad\, usted está bien? -

-Sí, no te preocupes, la sangre no es mía-

En el gran salón solo reinaba el silencio, el mayordomo rompió esta calma al mandar a preparar agua tibia para su majestad, pero, sin importar qué, la habitación se sumió otra vez en el silencio.

Louis, estaba un poco ansioso por lo que había visto, "¿Qué es lo que pasó?, ¿Ella en realidad usa gente para sacrificios?, ¿No me digas que... utilizó a algunos de sus ciudadanos?, tal vez fue por eso que visitó la ciudad, espero que no le haya pasado nada a esos niños inocentes."

Louis estaba curioso e inquieto, no dudo ni un minuto y se acercó hasta la puerta de su majestad, la cual estaba un poco entornada, vio a su majestad de espaldas sentada y al frente de ella estaba su mayordomo.

Louis, se puso a escuchar las conversaciones que tenían entre ellos

- ¿Su Majestad\, segura de que está bien? -

-Sí, ya te dije que estoy bien, no te preocupes-

-No lo parece, dígame que sucedió-

-Tuve que matar gente...-

Louis tembló ante esta declaración, apretó fuertemente su puño y su rostro inmediatamente dejó de estar perplejo y pasó a reflejarse el disgusto "de verdad es un monstruo"

El mayordomo en cambio, no tuvo reacción alguna y respondió calmadamente: -Ya veo, no debe de preocuparse por cosas menores, Su Majestad-

"Hasta su mayordomo es consciente de todo y lo ve normal", Louis no quiso seguir escuchando esta conversación más, se retiró de la puerta frustrado y con furia.

-Matar a alguien no es nada menor- su majestad mostraba arrepentimiento

-Pero, si fue usted, es porque no tuvo otra opción... ¿Dígame qué es lo que pasó? -

-Eran traficante de esclavos, estaban circulando por nuestras tierras. Había niños secuestrados, los traficantes estaban intentando abusar de ellos, me deje llevar por la ira...-

-Ya veo, esos no son humanos eran demonios con piel humana, no se culpe por ello Su Majestad, solo limpio la basura, Los niños,

¿cómo están? -

-Ellos están bien, los lleve a la ciudad para que trataren sus heridas, estaban demasiado desnutridos, trate las heridas más graves y urgentes yo misma-

______

Un mes había pasado desde este hecho, Louis, entrenaba fuertemente sin parar, su cuerpo se estaba tornando más tonificado.

Wilson, empezaba a sentir mucha satisfacción con el logro de Louis y el resultado que obtuvo de sus prácticas

-Ahora te pareces más a un hombre real, me pregunto qué te llevo a tener esta motivación-

-Solo quiero hacerme más fuerte para vivir- "Debo ser fuerte para matar a esa bruja monstruosa o ella me matara a mi primero, si logro matarla podré regresar a mi país"

-Sí, es una idea correcta, los fuertes tiene más posibilidades de sobrevivir, mientras que los débiles terminan pareciendo antes, me gusta tu actitud-

Wilson, tras no poder seguir más el ritmo se retiró, dejo solo a Louis ejercitándose en el campo de entrenamiento, ya que ahora era Wilson quien no podía ponerse al mismo nivel que Louis "este chico se ha vuelto loco"

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Su majestad, la reina, pasó no muy lejos de ahí pudo observar a Louis, manteniendo su distancia siguió mirándolo como entrenaba solo, movía su espada de arriba hacia abajo con constancia y fuerza, tenía mucha energía, los pensamientos de Louis, surgían mientras movía su espada.

"Debo hacerme más fuerte para poder derrotarla, si sigo así no podré hacerlo.... ¡Debo matarla! ¡Tengo que matarla! Matar... Matar..."

Su majestad dio un largo suspiro mientras contemplaba este escenario "desde aquí puedo leer sus pensamientos asesinos, son muy fuertes..."

-Pff- soltó una pequeña risa disimulada "al menos no perdió el espíritu, él logrará hacerse muy fuerte"

-En todo caso cumpliré mi promesa, viejo zorro- "pero ahora, debo regresar a trabajar, aún tengo muchas cosas que hacer"

Luego de un exhausto entrenamiento, Louis, le pidió amablemente a Nina, que le colocará en su habitación un poco de agua para poder asearse. Mientras Nina, preparaba todos los productos y el agua necesarios para el baño, Louis estaba curioso por saber cómo había llegado Nina a trabajar en un lugar tan horrible.

- ¿Hace cuántos años trabajas aquí? -

-Su alteza, no tengo tanto tiempo trabajando aquí, solo son unos pocos meses, llegué poco antes de que usted llegara-

- ¿Entonces no te has ganado la confianza de Su Majestad? -

-Yo le soy muy leal a Su Majestad, la reina-

- ¿Cómo llegaste a trabajar en un lugar así? -

-Yo vivía en el Reino Soviet, el cual comparte fronteras con Monsanca en el norte, mi padre falleció tras la guerra, me quedé sola con mi hermano menor de 10 años. Yo trabajaba muy duro para poder mantenernos, fui sirvienta de algunos nobles, los cuales no me trataron para nada bien y la paga era mala. Un día mi pequeño hermano cayó enfermo con una gran fiebre, ni siquiera podía levantarse de la cama, entonces recurrí a muchos curanderos, pero nadie sabía lo que tenía y no podían curarlo, viaje hasta la iglesia cerca de la frontera rogando por ayuda, traté de comprar una de sus pociones curativas, pero, al no ser de sangre noble los sacerdotes, se negaron a ayudarme y me rechazaron la cura. Para esto ya había pasado un mes y mi hermano no se había despertado de su profundo sueño, tuve que tomar dos empleos y tras trabajar duro todo un mes sin descanso, pude recolectar el suficiente dinero como para comprar una poción curativa en un mercado negro, toda mi esperanza estaba en esa poción, pero lamentablemente cuando logre comprar la poción, no funcionó, sin esperanza y desesperada seguí en la búsqueda de forma de curar a mi hermano, escuche rumores en el mismo mercado negro que estaban circulando una poción de sanación más fuerte que la que produce la iglesia, pero, cuando trate de conseguirla se me hizo imposible, estaban agotadas, al ser más baratas que las de la iglesia y con sus efectos garantizados, la gente la compraba rápidamente. Lo único que pude averiguar es que esas pociones las producía una aterradora bruja de un reino vecino, me dijeron que era muy peligroso viajar hasta aquí, lo peor es que alrededor de ella no circulaban buenos rumores, pero, que importaba, con la vida de mi hermano en peligro me arriesgue a venir con él, para tratar de conseguir la cura, no se lo voy a negar, pero la entrada al castillo de la bruja era aterradora, alejaría a cualquier persona cuerda, grandes árboles sombríos rodeaban un camino oscuro, pero me obligué a no tener miedo y seguí, subí hasta la gran montaña con mi hermano sobre mi espalda. Cuando Por fin, había llegado al aterrador castillo, estaba abatida por el cansancio, pero aun así me arrodillé frente a la puerta y grite, con todas mis fuerzas por ayuda, gente que no era nada parecida a los rumores sino que lo opuesto, amables y serviciales, me atendieron amablemente y me llevaron a una de las habitaciones para que descansara, la reina, atendió personalmente a mi hermano y nunca me negó ni una de sus pociones, no me pidió nada a cambio, y ese mismo día la condición de mi hermano mejoró milagrosamente, despertó de su profundo sueño, en ese momento llore de felicidad, ver a mi hermano nuevamente despierto y sonriendo... por eso estoy agradecida con su majestad, nunca podré pagarle todo lo que hizo por nosotros, así que le jure lealtad a su majestad-

- ¿Dónde está tu hermano ahora? -

-Él está en la ciudad, tenemos una casa allí, yo solo trabajo durante el día y de noche regreso a casa con él, aquí estamos mejor que en cualquier otro lado, para un plebeyo como yo, Monsanca, es un paraíso-

Mientras su majestad acomodaba las grandes montañas de papeles en su escritorio, la puerta sonó...

-Adelante-

-Su Majestad, soy yo, Louis-

-Sí, ¿Qué sucede? -

- ¿Quería saber si puedo bajar hasta la ciudad? -

-Sí, adelante... Puedes tomarte lo que queda del día libre-

-Gracias- "Solo quiero ver si los niños del pueblo están bien, no me lo perdonaría si ella les hiciera algo"

El hermoso caballo zaino de Louis corrió velozmente hacia la ciudad, se podía notar la urgencia por llegar rápido del jinete.

Louis, tras llegar a la capital, se propuso a recorrer las calles de la ciudad, todo parecía normal, hasta que divisó a un grupo de niños que jugaba en la calle, le parecieron diferentes a los niños que vio en su anterior visita.

Louis pensó lo peor, cerró fuertemente su puño mientras los observaba frustrado, "no me digas que ella trajo más niños con el fin de usarlos para el sacrificio.

Tal vez esa fue la razón por la que trajo a esta ciudad al hermano de Nina... Debo advertirles que escapen de aquí, ellos corren peligro"

Louis se acercó suavemente, hasta los niños -Hola niños, ¿Ustedes son recién llegados? -

-Sí, lo somos... señor-

-Deben tener cuidado con la reina, ella no es buena-

- ¿De qué habla señor? -

-Me imagino que ella los trajo aquí haciéndose pasar por buena persona, pero no lo es, ella es peligrosa, mata gente-

-Eso no es así, la reina nos rescató a todos, ella solo mató a las personas malas que nos habían hecho cosas malas-

-Oh, ya veo ¿Cuándo fue eso? -

-Hace un mes, señor, en una noche sin luna, el viento se acoplaba con un frío intenso-

"las condiciones concuerdan con ese momento que la vi llegar cubierta de sangre, tal vez yo la juzgué mal"

-Oh... Ya veo creo que lo mal intérprete-

Luego del recorrido en la gran ciudad, Louis, se encontró con su majestad, ella estaba trabajando duro como siempre, absorta entre la montaña de papeles, su mayordomo Sebastián, estaba seriamente a su lado custodiando, a la espera de cualquier orden de la reina.

Louis, ingresó a la habitación un poco deprimido y no podía mirar a los ojos a su majestad

-Su Majestad, -yo-yo lo siento, creo que cometí una equivocación...-

-Mmm, ¿Qué sucede? -

ella seguía sentada sin despegar los ojos de sus papeles, mientras Louis permanecía parado frente a su escritorio

-Y-yo la juzgue sin tener suficiente información, me deje llevar por los rumores, pensé que usted sacrificaba niños por su propia avaricia-

Sebastián ingresó a la conversación con una burla -Pff ¿De dónde escuchaste tal rumor? -

Su majestad, levantó la cabeza por un instante, escuchando con atención las palabras que salían de la boca de Louis

-Lo lamento, fui un inútil a creer tales cosas, por un momento juré que era cierto, sobre esos rumores... Aquel día que usted había llegado bañada en sangre, mi imaginación se expandió inevitablemente, nunca pensé que usted había salvado a alguien... Lo lamento-

-Comprendo, pero no puedes culparte por pensar tales cosas, al ver tal escena y escuchar los rumores, es normal que pienses lo peor de mí-

Louis, se arrodilló frente al escritorio de su majestad mientras soltó con una voz temblorosa: -Yo-yo... Si me permite no quiero que haya peores entendidos entre nosotros, si es posible no me oculte nada, Su Majestad-

-Está bien, lo intentaré, pero párate no quiero que te arrodilles más ante mí... Tales actos no son dignos de un príncipe-

- Su Majestad... sé que es imprudente esta petición de mi parte\, pero\, ¿Podría ver su rostro? - Enseguida Sebastián se enojó

- ¡¿Cómo te atreves a pedirle eso a Su Majestad?! -

Desenvaino su espada apuntándola hacia la cara de Louis, pero su majestad interpuso su brazo entre ambos, ella dudó por un momento manteniéndose en silencio, pero, cuando respondió lo hizo de manera directa sin demostrar emoción en su voz

-Sí, claro-

Sebastián se alteró mucho y trató de intervenir

-pero, ¡Su Majestad! -

-Tranquilo-

Sebastián, seguía desconcertado ante la elección de su majestad, pero ante su insistencia tuvo que bajar su espada y volverla a envainar.

Ella retiró lentamente su máscara, Louis miro fijamente su rostro, mostró un poco de empatía por lo que estaba viendo, la cara de la reina tenía múltiples cicatrices, era un rostro difícil de asimilar.

Él ya comprendía por qué lo tapaba, su máscara era menos aterradora que su propio rostro, tenía una cicatriz muy profunda que llamaba mucho la atención sobre su ojo derecho, Sebastián, también vio el rostro de su majestad y se sorprendió mucho, pero apartó la mirada y conservo el silencio mostrándose indiferentemente.

- ¿Quién le hizo tales heridas? -

-Eso no es de importancia ahora, fue ya hace mucho tiempo-

-Su Majestad, sin importar lo que suceda, yo estaré siempre apoyándola-

-Agradezco que me digas eso-

-Sabe, yo soy el hijo menos favorito de padre, al contrario de mi hermano que era más inteligente y fuerte, yo siempre fui la basura sin habilidades, mi abuelo se encargaba de brindarme educación, ya que nadie quería gastar su tiempo en mí, hasta mi madre me daba la espalda al no tener el favor de mi padre, yo no le era de utilidad para ella.

Luego de que exploto la guerra, mi hermano que destacaba en todo, para ganarse aún más el favor de padre participo en ella, mientras que yo solo me quede en casa estudiando.

No mucho tiempo después me había comprometido con una chica, la señorita Bianca, mi primer amor, yo llegué a amarla como a nadie antes he amado, pasábamos mucho tiempo juntos e incluso me apoyaba en todos mis planes a futuro, compartía su tiempo y vida conmigo, en el momento en el que más me sentía solo ella fue mi ángel, que me rescato de aquel poso infernal en el que estaba tan sumergido, lo di todo por ella, estaba tan feliz. No obstante, mi hermano llego de la guerra, fue reconocido por sus acciones heroicas y obtuvo aún más el favor de padre, para ese entonces lady Bianca, había conocido a mi hermano, ellos se llevaban muy bien, pero yo jamás pensé que mi hermano se metería con ella, solo pensé que mantendría su distancia con mi prometida y que solo su relación sería familiar, de cuñada ha cuñado, pero, me equivoque.

Mi hermano empezó a mandarle regalos a mi prometida, también salían mucho a diversos lugares, cuando yo le reprochaba a ella sobre sus acciones solo decía: "déjame en paz, tú no eres nadie para mandar sobre mis acciones", y yo solo me quede en una esquina viendo como ellos cada vez más y más se enamoraban, mi hermano llego a ver mis heridas a causa de sus acciones, pero, él se lo tomaba como una simple broma, y mi prometida me empezó a ver como un estorbo y reclamó por el rompimiento del compromiso, mi hermano fue hasta donde estaba padre rogando que deshicieran el compromiso porque él estaba enamorado de ella, padre sabiendo mis sentimientos no le importo en lo absoluto mi bienestar y no considero mi opinión. Él solo estaba segado por las palabras de mi hermano mayor, él rompió nuestro compromiso, para cuando Chapal y Monsanca hicieron las paces a través de una boda, ellos aprovecharon la oportunidad para deshacerse de mí, por un instante estaba decidido a volver y seguir luchando, pero, ahora que lo pienso mejor, creo que eso no vale la pena-

-Lamento escuchar eso, no debes de rendirte, cuando te vuelvas más fuerte yo te ayudaré a volver como un hombre digno de ver-

-Pff, gracias por tus palabras, no me había sentido tan conmovido desde que llegue a este lugar-

Sebastián, quedó en un rincón con la cabeza baja al haber escuchado la historia tan lamentable de Louis.

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