De todas las personas... tenias que ser tu?._ Dijo el príncipe heredero agarrándose el abdomen.
- *mirada seria* No debiste haber confiado en mi.
- Erick!!!!._ Grito Leo desde lejos viendo como su hermano se estaba desangrando y a su lado estaba la persona que lo hirió.
- Leo tranquilízate, si te mueves acabaran con tu vida._ Dijo Melisa llorando, ella estaba al lado de su prometido arrodillada.
- Maldito pagarás esto con tu propia sangre._ Hablo Leo mirando con odio a Carld que estaba a su al frente.
- Como pudiste traicionar a nuestra familia mago Carld._ Ahora dijo Ericka, había sido encerrada en una jaula y gravemente herida.
- Solo quería una cosa príncipes pero la mujer que he amado por años me rechazó de nuevo, que podía hacer?
- Para eso tenías que matar a mi padre? No sabes en lo que te has metido, yo mismo acabaré con tu vida._ Dijo Leo entre lagrimas, en su mente aún estaban las últimas palabras de Alex, cuando lo encontró en aquella cama agonizando.
- Lo que nos hiciste no tiene perdón._ Dijo Ericka.
- Donde está mi madre? Que le has hecho!!!
- No le haría nunca nada principe, solo la tengo en mi poder para que no escape._ Respondio Carld.
- Leooo!!!!
Se oyó el grito de Ericka, vio que por la espalda la misma persona que apuñaló a Erick había ido donde el y lo estaba apuntando.
El piso comenzó a tornarse de un color rojo, había rastros de sangre por todos lados y muchas lágrimas derramandose.
~5 meses atras~
- Para que mandaste a llamarme Erick?.
- Siéntate Leo.
- Esta bien.
- Como sabrás, nuestros padres se fueron de vacaciones a pedido tuyo querido hermano._ *Mirandolo serio*
- Merezco un premio verdad?._ Dijo sonriente Leo.
- Gracias a ti, me dejaron a cargo de todo el imperio Nara.
- Es bueno que vayas tomando los asuntos de un emperador Erick.
- No estoy bromeando Leo.
- ......
- Tu también eres el hijo de los emperadores y tienes obligaciones con nuestro imperio.
- Lose hermano y siempre estoy dando lo mejor para que el imperio siga creciendo, tenga buenos caballeros y que a nuestra gente no le falte nada.
- No me quejo de eso Leo.
- Entonces?
- He recibido una invitación muy importante a la cual debo asistir y tu irás a otro lugar, dentro de cinco días debemos viajar.
- Debemos?
- Si.
- Sabes que no soy alguien de estar llendo de imperio a imperio Erick.
- Lose.
- Que bueno que lo sepas jajaj.
- Y eso no me importa.
- Pero hermano...
- Nada de peros Leo, somos los mayores y debemos representar al imperio Nara.
- No puedes ir tú nada más?, yo me puedo encargar de las cosas por aquí.
- Iremos los dos a diferentes lugares ya que son dos invitaciones y en la misma fecha.
- A cual lugar me piensas enviar?
- Tu irás al Reino de la esperanza, te estoy dando la opción más beneficiosa para ti.
- Porque beneficiosa?
- Tu conoces ya ese Reino y puedes teletransportarte rápido sin tener que aguantar los días de viaje.
- ....
- En cambio yo iré al imperio Dorado, el cual no conozco y no puedo teletransportarme, sabes muy bien que la teletransportación solo funciona para ir a lugares que conocemos, por algo nuestra madre no vio a nuestro padre por cinco años ya que no sabía su ubicación exacta y no conocía por donde estaba el.
- Esta bien, no entres en detalles hermano.
- Harás lo que te digo?
- Si._ *Suspirando*
- Eso te pasa por mandar a nuestros padres de vacaciones y encima por un año entero Leo._ *mirándolo molesto*
- Solo quería que no tengan mucho trabajo hermano.
- Ahora todo el trabajo lo tengo yo, y tu me ayudaras, dentro de cinco días ambos partiremos caminos diferentes y dejaremos a alguien a cargo, mientras tanto te quedarás en esta oficina revisando las cuentas del palacio.
- Si señor!!._ *Diciendo con voz firme*
- Tenia planeado dejar a Víctor a cargo, pero esto no es lo suyo ya que a el le gusta luchar y ahora pasa todo el tiempo en su mansión junto a Ericka y nuestras sobrinas.
- Entonces?
- Creo que mi tío Alex es un buen candidato.
- Mi papá?....
- Si Leo, el también ha sido y sigue siendo el principe del imperio History a pesar de que ahora viva acá, tiene una muy buena preparación.
- Tienes razón, todo lo que se es gracias a él._ *Desviando la mirada a otro lado*
- Hablaremos esta noche con el.
- Entendido.
- Una cosa más, no llames mucho la atención.
- Nunca lo hago?
- Todas las chicas al verte se te empiezan a acercar y no haces nada para que se alejen de ti, vas a ir a un reino como representante.
- Erick no soy como tú, y si digo algo que no les guste o les haga sentir mal cuando quiera alejarlas?
- Solo espantalas.
- Con una mirada terrorífica? Jajaja.
- Si es necesario si.
- Bueno hermano no te preocupes, se lo que debo de hacer.
- Eso espero Leo.
~EN LA NOCHE~
~HABITACIÓN DE ALEX~
- Que ocurre cariño?
- No he visto mucho a Leo, a pesar de vivir en el mismo palacio ahora tiene muchas obligaciones.
- Sabes que nuestro hijo es un principe.
- Lose Lisbeth pero ahora lo siento más alejado, ya no es el mismo niño de antes, ahora tiene diecinueve._ *Suspirando*
- Todos tienen que crecer en algún momento.
- He estado teniendo muchas pesadillas.
- Que pesadillas?
- Viendo a Leo matando a varias personas, con una sonrisa en el rostro.
- Leo no disfrutaría la muerte de alguien, y si el mata será por que han hecho un crimen.
- Espero que mis pesadillas no se hagan realidad.
- Espero lo mismo.
- Eliel me dejó al cuidado de Erick y Leo, tengo que ver la manera en poder ayudarlos en algo.
- Son los únicos príncipes que están viendo por este imperio.
- Si.
- Nuestra hija ya con catorce años se fue a una academia junto con Elena, se han hecho muy unidas.
- Eso me alegra.
- Y Leonardo cada vez se parece a ti, con sus nueve años ya domina bien una espada.
- Estoy orgulloso de él.
TOC TOC.
- si?
- Señor Alex, los príncipes requieren su presencia en la oficina de los emperadores._ Hablo Ismael detrás de la puerta.
- Enseguida voy._ Contesto Alex.
- Que querrán?
- No lose cariño pero tengo que ir a verlos.
- Esta bien ve.
Alex salió de su habitación para dirigirse a donde ya lo estaban esperando los dos príncipes.
~EN LA OFICINA~
- Es mi imaginación o has estado evitando a mi tío Alex hermano?
- Hace mucho soñé algo horrible Erick.
- Que soñaste?
- Mi padre moría en mis manos...
- Solo es un mal sueño Leo, no debes hacerle caso a ese tipo de sueños.
- Verdad? Pero también hay otro motivo.
- Cual es?
- Veras..
~FLASHBACK~
- Has entrenado muy duro Leonardo.
- Si hermano todo es gracias a ti._ *serio*
- Te preocupa algo? Has estado callado mucho tiempo?
- Hace cuatro años había creido que mi padre solo dormía despúes de esa batalla, pero la verdad era de que había muerto.
- Pero ahora el esta bien Leonardo.
- Hermano, si la Diosa Anahi no le hubiera salvado la vida a nuestro padre, el ahora mismo estaría muerto.
- .....
- Por eso yo entreno todos los días, tu nos habías olvidado por completo.
- No debí dejar que eso pasara Leonardo, lo siento.
- Hermano un lo siento no arregla nada, no te preocupes, yo seré el que se encargue de esta familia, no es tu obligación.
- No digas eso pequeño, yo soy el hermano mayor.
- Leo tu no eres nuestro hermano, solo eres nuestro primo.
- Pero aún así yo siempre veré por ustedes.
- No es necesario Leo, solo trata a mi padre como lo que es, tu tío.
- Leonardo estas llendo muy lejos, ustedes también son mi familia.
- Si somos familia, pero de diferentes padres, tu solo serás mi primo a partir de ahora.
~FIN DEL FLASHBACK~
- Hace cuanto fue eso?
- Dos meses atrás.
- Y porque de un momento a otro empezó a tocar ese tema?
- No sé lo pregunté.
- Leonardo solo es un niño hermano.
- Tiene razón Erick, por más que Alex me haya tratado como un hijo desde que lo conozco, no lo soy y no cumplí con mi deber de protegerlos hace cuatro años.
- Hablaré con el.
- No lo hagas, dirá que te he mandado y no quiero que Alex se entere de eso.
- Lo sigues llamando Alex, incluso yo me acostumbré a escuchar de tu boca que le digas padre.
- Eso era hace mucho.
- Si mi tío te escuchara se sentiría triste.
- .....
TOC TOC.
- Adelante._ Dijo Erick, el ya sabía que era Alex ya que pidió que nadie interrumpiera.
- Mandaste a llamarme sobrino?
- Si tío por favor toma asiento.
- Esta Bien.
Alex se sentó y saludó a su hijo quien también estaba ahí pero seguía notandolo distante a pesar de no verse muy seguido.
- En cinco días Leo y yo nos iremos de viaje.
- Tienen que irse los dos?
- Nos llegó al mismo tiempo dos invitaciones de diferentes gobernantes, uno es para hacer tratos y el otro para firmar un tratado de paz.
- Entiendo.
- Queríamos pedirte de que te encargues del imperio mientras no estamos.
- Estas seguro Erick? No creo ser el indicado.
- Si es el indicado tío, podrá hacerlo con la ayuda de Ismael.
- Cuanto tiempo estarán de viaje?
- Yo estaré unos dos meses._ Dijo Erick.
- Y yo cuatro meses._ Ahora hablo Leo.
- No sé preocupe tío, yo estaré viniendo a este imperio por medio de la teletransportación para ver como van las cosas.
- Si es así entonces acepto, tu también vendrás a verme no hijo?._ *Mirando a Leo*
- Si.. voy a tratar de hacerlo._ Respondio el tercer príncipe.
~EN UNA CUEVA~
- Llegas tarde mago Carld.
- Conseguir este veneno es muy difícil.
- Te estás tomando muy enserio en deshacerte del esposo de tu amada.
- Para algo me uní a usted.
- Como lo dije, los príncipes muy pronto se Irán.
- Y Alex estará a cargo de todo.
- Ya tengo a alguien en el imperio Dorado para que pueda lidiar con el príncipe Erick._ Dijo Carlos.
- Y yo ya me encargué de poner en contra al hijo de Beatriz con Leo, de esta manera el príncipe estará confundido, ya sabes que tiene un corazón noble.
- Pronto se Irán, como harás para darle ese veneno a Alex?
- Este veneno se utiliza poco a poco, así cuando muera parecerá que solo tenía una enfermedad.
- Muy astuto.
- No tanto como usted, y sigue pensando en la princesa Ericka?
- Ella se arrepentirá por haberme rechazado, de todas maneras la haré mía cuando maté a su esposo y mandé lejos a sus gemelas.
- Que haremos si de esto se llegaran a enterar los emperadores?
- Ellos están de viaje por un año y con tu magia no podrán detectar que haya algún problema en este imperio.
- Ya veo.
~AL DIA SIGUIENTE~
- Padre entrene conmigo!!
- Ahora no puedo Leonardo, ayudaré a tu hermano y primo, una vez que termine puedo enseñarte todo lo que se._ respondio Alex.
- Pero padre porque tiene que ayudarlos, su obligación es estar conmigo, yo soy su hijo.
- Leonardo lo que estás haciendo es un berrinche, prometo entrenar contigo cuando tenga tiempo si?._ *tocándole la cabeza*
- Usted si le enseñó a Leo todo lo que sabe desde que el tenía cinco años, y porque a mi no...
- No he dicho que no te enseñaré hijo, ahora tengo que ver otras cosas, entiendeme.
- No puedo entenderlo, porque usted!!!? Solo lo hace por Leo, lo quiere más que a mi!
- Los quiero por igual, ustedes son mis hijos.
- Leo no es su hijo!! Yo lo soy!!
- Leonardo no digas eso.
- Tendrá que acostumbrarse porque para eso yo estoy aquí, soy su único hijo y a Leo.... a el lo odio._ Grito Leonardo a Alex y de inmediato se fue corriendo.
Esa discusión fue oída por Leo quien había ido a ver a su padre para pedirle disculpas por haberlo evitado mucho tiempo, se sentía culpable de que Leonardo tratara así a Alex y le dijera todas esas cosas, no pudo evitar que se le salga una lágrima y sentir dolor, ahora creía que el viaje al reino de la esperanza llegó en buen momento, así dejaría que Leonardo pudiera tener la atención de su padre.
~10 minutos después~
~EN LA OFICINA~
- Encontraste a mi tío?
- Despues lo llamamos Erick, yo te ayudaré con todo, todavía no es el momento de que mi padre tenga estas obligaciones..
- Porque tienes esa cara?
- Es la única cara que tengo.
- Leo._ *mirándolo serio*
- No te preocupes.
TOC TOC.
- Adelante._ Dijo Erick.
- Ya estoy aquí sobrino, que es lo que tengo que hacer?
- No tiene que hacer nada, Erick y yo decidimos que empezara a ayudarnos una vez que nos vayamos y no ahora._ Hablo Leo.
- Pero...
- Si tío, lo mejor es eso, yo me quedaré con Leo para no dejarte mucho trabajo.
- Y puede aprovechar su tiempo para pasarlo más con mi madre y hermano.
- Ah entiendo, entonces dentro de cuatro días empezaré con lo que me dejarán a cargo.
Erick y Leo asintieron a lo que dijo Alex.
- Hijo podemos hablar?.
- Si, vallamos afuera.
Alex y Leo salieron de la oficina de los emperadores y se dirigieron a la sala principal.
- Ahora dígame padre, que quería hablar conmigo?
- Estas bien? Te veo un poco más Delgado y....
- Padre estoy bien, no debería preocuparse mucho por mi, ya soy mayor.
- Así seas mayor sigues siendo mi hijo.
- Su hijo también es Leonardo y el es más pequeño, creo que debe pasar más tiempo con el y ayudarlo a entrenar.
- Tu nos escuchaste?
- Solo pasaba por ahí.
- Leo disculpa a tu hermano, el solo es un niño y ahora dice esas cosas pero después..
- No estoy molesto con Leonardo, solo le pido que no se descuide mucho de él.
- No lo hago.
- Iré a seguir ayudando a mi hermano, puede ir a ver a Leonardo, nos vemos después Padre._ *Dandole una sonrisa*
- No te esfuerces mucho, aprovecharé este tiempo para pasar más horas con Leonardo.
- Esta bien, dele mis saludos a mi madre ya que estaré encerrado en esa oficina jajaja._ Grito Leo marchándose de ahí.
Alex vio desde atrás a Leo y se dio cuenta que ya no era aquel niño de antes, no pudo evitar sentirse triste pero era algo que sabía que iba a suceder, se dispuso a irse al lugar de entrenamiento donde estaba Leonardo para ayudarlo en sus prácticas, cuando llegó vio que estaba hablando con el mago Carld y se le hacía sospechoso.
- Padre!!!
- Hola hijo.
- Buenos días príncipe Alex._ Dijo Carl haciendo reverencia.
- No hace falta que me llames así, deje ese título hace mucho._ *serio*
- Para que vino aquí?._ Pregunto Leonardo.
- Voy a entrenar contigo, necesito hacerte muy fuerte.
- Pero no iba a estar ocupado?
- Me dieron más tiempo para que pueda pasarla con ustedes mi familia.
- Eso es perfecto.
Carld escuchaba la conversación de ellos dos, a el no le convenía de que Leonardo confíe en su padre y vuelva a tener cariño hacia su hermano Leo, ya había hecho mucho para ponerlo en su contra.
- Disculpe joven Leonardo pero acuérdese de que lo iba a ayudar con algunas cosas.
- Eso será para otro día Carld, quiero pasar más tiempo con mi padre, de todas maneras gracias.
- Esta bien.
- Puede retirarse un favor, ahora mismo practicare con mi hijo._ Hablo Alex mirando al mago.
- Si señor._ Respondio Carld llendose de ahí.
- Que hacías hablando con el Leonardo?
- Se había ofrecido ayudarme a fortalecer mi magia.
- Desde cuando ustedes dos hablan?
- Hace unos meses, pero porque pregunta?
- Lo primero que debo enseñarte es que no confíes mucho en las personas extrañas, no sabes que intenciones pueden tener.
- No creo que tenga malas intenciones, el es bueno, me aconseja mucho y me dice muchas cosas.
- Que te dice?
- Padre, usted recibió cincuenta latigazos por culpa de la madre de Leo?
- Como supiste eso?
- Entonces es verdad?
- Si pero yo me los merecía, cometí muchos errores y esos latigazos eran lo menos que podía recibir.
- No era justo, Leo también debe ser como su madre.
- Yo tuve la culpa, y Leo no tiene nada que ver, su madre también es buena, pero ahora contestame, como es que supiste eso? Si fue hace mucho?
- Yo.. solo lo escuché, solo me había quedado con la duda y no recuerdo quien lo dijo..
- Seguro?
- Si padre.
- Quiero dejarte algo claro Leonardo, ahora todos vivimos en armonía y lo que escuches acerca del pasado no debe afectar el presente.
- .....
- Después debes disculparte con tu hermano.
- Porque?
- El escucho cuando dijiste que lo odiabas, y yo se que eso no es cierto.
- Tenia mucha cólera de que usted no me entrenara y a el si le haya enseñado todo lo que sabe.
- Puedo entrenarte pero te pido que me des más tiempo hijo.
- Entiendo... le pediré disculpas a Leo, no fue mi intención de que el me escuchara.
- Lose hijo, ahora sí a entrenar?
- Siii!!! ._ *contesto animadamente Leonardo*
~En el pasillo~
Carld dejó solos a Leonardo con Alex y se fue de ahí enojado, se suponía que debían estar alejados pensaba el mago, ahora solo esperaba de que los príncipes se vayan y el junto a Carlos empiezen a ser de las suyas.
- Lisbeth... ._ Dijo Carld viendo como la esposa de Alex pasaba por ahí.
- Mago Carld que lo trae por el palacio?
- Los emperadores me habían dejado quedarme para ayudar a los pocos caballeros que tenían magia, no lo recuerdas?
- Ah si ya me acuerdo, con permiso, tengo que buscar a mi esposo.*a punto de marcharse*
- Espera Lisbeth...
- Dígame.
- Aún está en pie la propuesta que te hize.
- Y mi respuesta sigue siendo la misma, de esto ya está enterado mi esposo, no se busque más problemas.
- Aunque tengas hijos con el, yo los podría criar como propios, Leonardo incluso se lleva bien conmigo.
- Leonardo? Más le vale que no se acerque a mi hijo.
- Yo solo le doy la atención que su padre no le da.
- Alex es un muy buen padre y si no puede pasar mucho tiempo con nuestro hijo son por deberes que tiene que cumplir.
- Deberes que no son de el pero si de los emperadores.
- Mi esposo aún siente culpa por el pasado y el quiere hacer lo mejor posible para redimirlas apoyando a su hermano.
- Pero Lisbeth no lo vees? Tu esposo no te merece ..
- Lo amo a el y no dejaré que siga diciendo más locuras, si sigue hablándome de esto no tendré más opción que decirle a la emperatriz acerca de sus intenciones conmigo.
- .......
Lisbeth se marchó de aquel pasillo y Carld solo apretaba los puños, ya no dijo nada debido a que si seguía insistiendo podría arruinar los planes que ya tenía con carlos y no le convenía para nada.
~4 horas después~
~MANSIÓN DE VICTOR~
- Mami!!!._ Dijeron las gemelas al unisono.
- Díganme hijas.
- Papi cuantos años tiene?._ Pregunto Esmeralda, la mayor.
- Veinti ocho, faltan meses para que cumpla veinti nueve._ Respondio Ericka con una sonrisa a sus hijas.
- y usted madre cuantos años tiene?._ Ahora pregunto Victoria.
- Yo tengo diecinueve.
- Mami no parece que padre sea mayor, papá es muy guapo y usted es hermosa y muy madura.
- Gracias Esmeralda.
- Papá en que momento llegara?
- Hablaban de mi?._ Dijo Víctor quien ya había llegado a su mansión y se apresuró a ir a su habitación.
El general entró con una sonrisa al ver a su esposa y dos hijas sentadas en la cama hablando de el.
- Papi!!._ Dijeron las dos pequeñas.
- Viniste temprano jaja._ Hablo Ericka.
- Me desocupe lo más pronto posible, sabes que me gusta pasar tiempo con ustedes.
- Eso es lo que me gusta de ti cariño.
- Lose._ *abrazandola*
- Papi y nuestro abrazo?._ *Se quejó Victoria*
- Vengan a mis brazos mis princesas._ Dijo Víctor corriendo hacia sus hijas para darle un fuerte abrazo.
- Que? Yo también soy una princesa jajaja.
Hablo Ericka viendo que sus hijas se iban a quejar porque se unió al abrazo también, las gemelas adoraban a su padre.
- Madre pero tu ya recibiste un abrazo.
- Uno más no hace la diferencia jajaja.
- Ya no se quejen hijas, mejor vallamos al comedor para que almorzemos._ Dijo Víctor.
Las gemelas fueron las primeras en bajar y después bajarían sus padres.
- Tus hermanos se Irán en cuatro días cariño.
- Si eso me dijeron, yo les dije que podemos ir a vivir en el palacio hasta que ellos regresen de su viaje.
- Entonces alistaremos nuestras cosas?
- Si, no quiero que mi tío Alex tenga toda la responsabilidad, al fin de cuentas yo también soy la princesa del imperio Nara y necesito ayudar a mis hermanos.
- Entiendo.
- Nosotros nos quedaremos en mi habitación de antes, te acuerdas?._ Dijo Ericka con una sonrisa pícara, algo que Víctor entendió.
- Como olvidarlo cariño jajaj._ *Dandole un beso en los labios*
- Bajemos antes que nuestras hijas suban jajaj.
- Si eso creo jajaj.
Víctor y Ericka ya estaban saliendo de la habitación y como lo dijeron, ya las niñas estaban llendo donde ellos a buscarlos.
- Porque se demoraron tanto?
- No fue mucho tiempo Victoria, ya está servida la mesa?
- Si madre.
La familia bajó al comedor para almorzar juntos, era algo habitual en ellos ya que a pesar de que Víctor tuviera mucho trabajo, nunca faltaba a un almuerzo con su esposa e hijas.
~REINO DE LA ESPERANZA~
Se escuchan los gemidos de unas personas en un cuarto totalmente vacío, Melissa justo buscaba a su pequeño leopardo que lo había sacado a pasear por el jardín y el se metió al palacio escondiéndose por uno de los pasillos.
- Que desagradable es esto? Quien se atrevería hacer esas cosas a estas horas?._ Se preguntaba Melissa.
Ella era una joven tranquila pero a la vez muy seria, sus padres la educaron para que sea una buena Reyna en el futuro ya que era la única heredera de ellos.
Todos respetaban a Melissa, a pesar de ser joven, ella siempre tomó las cosas con calma y era alguien muy seria.
- Ahh~~ así me gusta Fer ~~
Se escucharon esas palabras en aquel cuarto.
- Fer?? Porque esa voz se me hace tan familiar?._ Decía Melissa, no espero mucho tiempo y ya estaba abriendo aquella puerta para ver a esas personas.
Cuando lo hizo, se encontró con una escena desagradable ante sus ojos.
- Melissa... ._ Dijo aquel joven separándose de Silvana y poniéndose la camisa.
- Tu? Como pudiste hacerme esto?._ Hablo sorprendida Melissa.
- Cariño es un mal entendido, perdón..
- Mal entendido? Perdón? Que rayos crees que me estás diciendo?
- Prima solo nos dejamos llevar, fue mi culpa._ *fingiendo tristeza*
- Hasta aquí me llega tu olor a zorra barata Silvana, no los quiero tener cerca mío nunca más!
- Espera Cariño._ Dijo Fernando agarrando a Melissa.
- Sueltame que me das asco!!! ._ *apartando su mano con brusquedad*
- Por favor lo siento._ *arrodillandose*
- Jajaja Lo siento? No Fernando, yo no doy segundas oportunidades, nuestro compromiso se rompe aquí y ahora.
- No puedes hacer eso Melissa.
- Si puedo y lo sabes, tengo el apoyo de mis abuelos y con eso me basta.
- Pero tus padres querían que este matrimonio se hiciera!!
- Lo lamento por mis padres y si no quieres que te deje en vergüenza al decir a cerca de tu infidelidad, más te vale de que aceptes que este compromiso se rompa.
- No harías eso prima, si lo haces tú también quedarías en vergüenza ante la sociedad.
- Crees que me importa eso Silvana? Antes prefiero destruirlos pero me temo que si lo hago, gastaría mucho tiempo en ustedes.
- ......
- Y algo más fernando, yo rompere el compromiso pero no recibirás ninguna compensación.
- Que? Melissa no hagas esto, yo te amo.
- Tu amor no vale más que una moneda de bronce o hasta eso vale mucho más que tu falso amor.
- Solo querías una excusa para deshacerte de este compromiso verdad? Te veo muy tranquila.
- Error, me gustaste desde el día en que me salvaste de esos criminales, por eso acepté este compromiso, pero no pienso actuar como una dama dolida por ti.
- Entonces dame una oportunidad, acuérdate cuando nos conocimos y fui yo el que te salvé.
- Jamás te daría una oportunidad, ya te lo dije, adiós._ *marchándose de ahi*
- Que vamos hacer fernando? Si no te casas con mi prima, no podrás ser el primer emperador de este reino.
- Algo se me tiene que ocurrir Silvana, tu prima aún no sabe que cuando ella se casé también será el día en que coloquen a este Reino como un imperio.
- Y yo quiero ser la emperatriz, aunque eso será cuando matemos a mi prima una vez que se casen.
- Para eso tengo que volverla a conquistar.
~En el jardín del reino de la esperanza~
- Aquí estás pequeño, porque desapareciste?._ Dijo Mellisa agarrando a su mascota.
- Nieta, aquí estabas, te estuve buscando._ Hablo Graciela acercándose a la joven.
- Dígame abuela, por qué me buscaba?
- Sabes que dentro de cuatro días vendrá un representante del imperio Nara para volver a ser tratos con ellos.
- Si, lose.
- Enviaron una carta diciendo de que el que vendrá será el tercer príncipe Leo.
- Es el príncipe perdido de los emperadores verdad?
- Así es.
- Y el sabrá manejar esos asuntos? No recibió la educación necesaria para lidiar con todo esto.
- Te equivocas nieta, ese joven está muy bien preparado, lo educó su padre de cariño y hasta ahora no ha cometido ningún error apoyando a su imperio.
- Si es así, entonces tengo que verlo con mis propios ojos.
- Ya lo conocerás, por eso vine donde ti.
- ??? *mirada confundida*
- Te encargaras de hacer los tratos con el, todo lo que tiene que ver con comercio.
- Abuela estas segura? Apenas tengo dieciséis.
- Cien por ciento segura Melissa, eres muy inteligente, tu abuelo y yo confiamos en ti.
- Entiendo, dare lo mejor de mi.
- Mi niña, ya estás grande, dentro de tres meses te nos casas.
- Quiero hablar de eso con usted abuela.
- Que ocurre?
- No me casare.
- Porque?
- Solo no quiero hacerlo, quiero romper el compromiso con el joven Fernando.
- Pero nieta tu lo amas, porque quieres romper ese compromiso?
- Ya no lo amo, me di cuenta que el no vale la pena._ *mirando a otro lado*
- No te creo Melissa, sabes que puedes confiar en mi, soy tu abuela.
- *Suspiro*
Mellisa se sentó en una banca junto a su abuela y le contó todo, hasta el más mínimo detalle, la abuela de ella se puso furiosa por lo que le hicieron a su nieta.
- Dejare dicho de que tu prima, no tiene permitido entrar al palacio.
- Pero abuela y si el hermano de mi padre dice algo?
- Se las tendrá que ver conmigo, además tu eres la futura gobernante.
- Que voy hacer sin ti abuela, siempre me has apoyado y mis padres solo se dedicaban a enseñarme todo lo que se para gobernar.
- No estés resentida con ellos nieta, su trabajo es ver por este Reino.
- Los entiendo pero aún así debieron darme un poco de su tiempo
- Y mi tiempo para ti no fue nada?
- Por supuesto que no abuela, para mi el tiempo que me ha dedicado es oro.
- *Sonrisa*
- Iré a ver a tu madre.
- Iras a decirle acerca de la ruptura de mi compromiso?
- Si, y también le dire de que no se le compensará a ese joven.
- Eres la mejor!!!
~Al día siguiente~
~IMPERIO NARA~
- Lo haces muy bien jajaj.
- Gracias padre.
- Podemos dejarlo hasta aquí Leonardo.
- Si, ya estoy muy cansado.
- Iré a ver a tu hermano.
- ....
- Que ocurre?
- Todavía puedo seguir.
- Que?
- Necesito entrenar más!
- Pero dijiste que estabas cansado.
- Lo dije porque pensé que usted lo estaba.
- Yo nunca me canso jajaj.
- Entonces entendemos de nuevo.
Sin que Alex se lo espere, su hijo atacó de nuevo con la espada, se había vuelto un poco más ágil gracias a su entrenamiento.
Leonardo tenía la cabeza echo un nudo, todas las noches iba a practicar su magia sin que sus padres supieran algo, ahí el mago Carld se encargaba de confundirlo y hacer que el deteste a Leo, y poco a poco odie a su padre.
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