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La Serpiente Esmeralda

[1] Durante la noche

Ahh~ los finales felices.

La merecida recompensa de los protagonistas después de las batallas y obstáculos que tuvieron que enfrentar en el trayecto de la historia.

Oh bueno, así es como normalmente tiene que ser, pero aún así existen excepciones. En esta categoría se encuentran los pobres protagonistas que tienen que morir por alguna "x" razón o también están aquellos que solo están para ser lindos y te hacen simpatizar pero al mismo tiempo son los causantes de muchas de las desgracias que les ocurren a los demás personajes a su alrededor. En lo personal estás últimas son las más molestas.

Llevo tantos años de mi vida leyendo novelas de diversos géneros, haciendo críticas de estás, recomendando y ayudando de vez en vez a algunos escritores; pero sin lugar a dudas las novelas de amor son las que más tomaron parte en mi trabajo.

Tanto así que mis familiares, amigos o incluso algunos desconocidos que han compartido más de dos conversaciones conmigo llegan a clasificarme como alguien un tanto raro.

¿A Qué clase de chico le gustan tanto las novelas románticas? Volvamos a aclarar, esto es parte de mi trabajo.

No estoy diciendo que no me gusten, o que solo las lea por mera obligación, pero podría contar con los dedos aquellas novelas que me han atraído por si solas fuera de lo laboral, aunque claro, valieron completamente la pena y con gusto las leería una vez más.

Dentro de las novelas de romance también se encuentran algunas que otras historias siendo parte de las excepciones que ya mencioné.

"La tormenta dorada" cuenta la historia de una joven señorita noble enamorada de uno de sus sirvientes. Luego de atravesar varios obstáculos y derrocar a su hermano mayor como la cabecilla de la familia, obtienen el final feliz uniendo sus vidas en matrimonio y convirtiéndose en los nuevos señores de la mansión Inpsarei

Todo suena bien hasta aquí pero tiene un pequeño detalle que la hace entrar en esa clasificación.

Molly es una chica tierna, amable y a la que le encanta ayudar a los demás. Desde pequeña se le asignó el trabajo de dama de compañía para la joven señorita que vivía en la casa en donde trabajaba su tía, de esta forma al crecer juntas nació una amistad entre la dama de compañía y su joven señorita.

Durante el desarrollo de la historia ella junto a otros personajes se encargaron de limpiar la mayor parte del camino hacia el final feliz para nuestros queridos protagonistas. Las razones por las que Molly a Sido destacada entre los demás personajes son sencillas; En primer lugar tras guardar un sentimiento de hermandad con la protagonista femenina fue de las que más contribuyó en su ayuda, y también la que en más líos se metió por esto mismo, en segundo lugar porque ahora mismo estoy atrapado en su cuerpo... Sí, tal como lo dije.

Yo, un chico al que le fascina leer de todo tipo de novelas, con una buena vida casi completamente resuelta, me encuentro atrapado en el cuerpo de una joven dama de compañía dentro de una novela romántica.

No sé que de todo esto es lo peor. Estar atrapado en una novela, el hecho de que ahora soy una chica o que ni siquiera conozca la causa de este desastre.

.

.

~En el inicio

Mis extremidades están ardiendo pero aún así mi interior se siente frío, vacío. Ya no puedo respirar y me encuentro débil casi por completo.

Con pesar intento abrir los ojos pero no consigo mucho con esto. Estoy tan cansado que no pude abrirlos lo suficiente, solo hay borrones de sombras. Justo por encima se encuentra una gran mancha negra, una silueta aterradora.

Después no hay nada, creo que ya he dejado de respirar, o al menos así es como se sintió. La obscuridad dió paso a una luz resplandeciente y a través del silencio comenzaron a aparecer diferentes sonidos.

- Molly

Algo húmedo es retirado de mi frente y es la suave voz y una mano presionando dónde anterior mente se encontraba aquello húmedo lo que me hizo sentir curiosidad y querer hechar un vistazo.

- ¿ Estás despertando?

- ¿Q-qué? ¿Qué...est?

- Shh tranquila, todavía estás algo débil.

Ciertamente mi cuerpo se encontraba débil pero sigo sin conocer la causa de esto. La mano que se encontraba presionada en mi frente fue retirada, permitiendo que mi cabeza pudiera girar para ver a la dueña de esta.

Era una mujer mayor de cabellos cobrizos, ojos de un extraño color anaranjado y piel pálida. ¿Quién era esta mujer? ¿Y porqué está en mi habitación?.

Al apartar mi vista de ella note algo igual de desconcertante, no estábamos en mi habitación, pero por el aspecto elegante y los muebles en la habitación tampoco podía ser un hospital.

- Cuando me contaron lo que te paso me asusté mucho y viene lo más rápido que puede. - sus delgados labios temblaron- Me preocupe demasiado y creí que... Yo creí...

Y sin poder terminar la oración comenzó a llorar. No entiendo que está pasando ni quién es esta mujer que llora sin consuelo delante de mí, pero misteriosamente una opresión se sintió en mi pecho al verla en tal estado.

- ¿Qué...es?

Demonios, no puedo articular bien una pregunta. La duda y los nervios me hacían sentir una extraña energía en el interior, pero en el exterior me encontraba débil e incluso un poco agotado.

Necesito saber quién es esta mujer y qué es este lugar. ¿Será un hospital para gente adinerada? De ser así mi madre exagero está vez.

Pero eso no explica porqué está señora llora sin consuelo al lado izquierdo de mi cama. ¿Temió perder su trabajo si yo moría?.

La mujer pareció notar el desconcierto en mi cara después de secar sus ojos con un pañuelo de tela que sacó de uno de sus bolsillos que tenía su obscuro vestido. Observándola mejor ese no parece para nada un uniforme de doctora o de enfermera para el caso.

Mis dudas se incrementaron siendo ahora acompañadas por el miedo.

- Lo siento no lo pude contener, pero veo que aún te encuentras confundida.

- ¿Confun...dida?

- Déjame resumir un poco lo que sucedió, consumiste algo que te enfermo y puso muy mal. Soy una vieja tonta y no entendí muy bien lo que dijo el médico pero la señora dijo que se aseguraría de investigar más a fondo para evitar que te suceda lo mismo.

toda esta situación se estaba volviendo cada vez más extraña y comenzaba a cansarme de esto, así que ignorando el pequeño mareo que surgió después de apartar la mirada de aquella mujer y centrarla al frente, trate de sentarme en la cama y resolver esto de una vez.

– ¡Molly! espera, el doctor dijo que no podrías moverte bruscamente apenas despertarás. Déjame ayudarte, hazlo con cuidado.

Fue entonces que me di cuenta de algo, esta mujer se estaba refiriendo a mí como Molly. El miedo comenzaba a hacerse más grande mientras locas teorías comenzaron a formularse en mi cabeza, cada una volviéndose más aterradora que la anterior.

¿Acaso estoy en una casa de locos? seguro me secuestraron para reemplazar a un familiar muerto, o peor aún utilizarme para su diversión en un maquiavélico plan. ¿y si es obra del gobierno o alguna mafia? ¿Pedirán rescate? ¿Me venderán ? ¿Cambiarán mis extremidades por partes de robot?

La señora acomodaba otra almohada tras mi espalda cuando mi cabeza estaba por explotar. Tocó suavemente mí hombro y trato de empujarme con cuidado hacia atrás, cuando de un movimiento brusco me solté de su agarre corriéndome hacia el extremo derecho de la cama matrimonial para evitar su toque.

– No me toques.

Entonces la escuché. Fue suave pero lo suficiente mente clara para notarlo, a pesar de haber salido por mis labios esa no era mi voz.

– ¿Qué? ¿Ese fuí yo?

Ahí estaba de nuevo.

Una voz suave, linda pero claramente de una chica. Mis manos viajaron rápidamente hacia mi garganta apretándola levemente al mismo tiempo que inclinaba un poco la cabeza hacia delante y el infierno se desató de nuevo en mi interior cuando un mechón rubio cenicienta callo por un costado de mi cara, callendo bruscamente hacia delante guiando mi mirada hacia mi pecho.

Lo habían hecho. Mis teorías locas no fueron tan locas, ¡Me habían convertido en una chica!

El mareo regreso siendo está vez más intenso y entonces decidí que tenía que recostarme de nuevo, pero al estar dos almohadas apiladas y recargadas en la cabecera tras mi espalda solo conseguí recostarme levemente aún estando medio sentado con la mirada perdida en la pared.

Después todo fue silencio, ya ni siquiera estaba seguro si la mujer de cabello cobre seguía en la habitación o sí había salido sin que yo lo notará.

No se cuanto tiempo estube perdido en la nada pero unos suaves golpes a la muerta lograron sacarme de ahí y haciéndome ver a la entrada de la habitación justo cuando está estaba siendo abierta.

Una mujer algo bajita, delgada, con cabello rojiso como una pequeña llama de fuego y de ojos verdes entro a la habitación, sonrió a la mujer que sorpresivamente aún se encontraba a mi costado y después su atención se clavo en mí. Cuando la ví a los ojos una corriente atravesó mi espalda al mismo tiempo que varias sensaciones me invadieron.

Era hermosa, de las chicas más lindas que he visto en persona, pero además de eso en mi cuerpo surgía un sentimiento cálido al verla, como si ya la conociera de años y además fuera alguien importante para mí, como si acabará de ver el rostro de un ser querido después de tanto. Todo eso ocurrió en un momento fugaz cuando de pronto la incomodidad arrasó con todo y se apoderó de mí. Cómo chico me sentí atraído hacia ella y casi podría jurar que mi rostro se sonrojo un poco, pero ese repentino sentimiento de hermandad se levantó por encima haciéndome sentir asqueado de inmediato.

Inconscientemente aparte la mirada de la suya, pero está acción pareció no molestar a la chica, quien se puso a hablar con la primera desconocida.

– ¿Qué sucedió, Nana? La noto algo desubicada.

– Mi señora, tampoco comprendo lo que le pasa. Hace unos momentos se despertó pero se le ve algo rara; –Su mano derecha se dirigió a su rostro y aterrizó por encima de su boca– el médico dijo que estaría bien pero temo que realmente se trate de algo más grave de lo que pensamos.

– Nana ya lo hablamos no es necesario que me llames señora, dime por mi nombre, sigo siendo María. – Sus labios se ampliaron en una suave sonrisa – Sobre lo de Molly no hay que preocuparse. Seguro solo es un pequeño efecto secundario y en unas horas volverá a ser la misma Molly a la que todos amamos.

Estoy arto de todo esto, sea lo que sea que estén tratando de ganar conmigo tendrán que decírmelo ahora. Levanté el rostro dispuesto a enfrentar a ambas mujeres, fruncí el seño y estube a punto de interceptarlas con un montón de preguntas cuando de la nada una imagen se hizo visible en mi cabeza. Una joven peliroja de ojos verdes sonriendo de forma angelical.

Era casi idéntica a María, solo que se veía más falsa. Cómo si fuera un pequeño retrato plasmado en la pantalla de un celular.

Así era como la autora de "La tormenta dorada" había plasmado a su protagonista femenina para darle una idea a sus fans.

Incluso compartían el mismo nombre de María.

Estoy soñando o talvez me encuentre en coma en la cama de un hospital, un hospital de verdad.

– ¿Cómo te sientes?

No se en que momento se acercó tanto a la cama, pero otra vez tenía esos ojos verdes posados en mi figura.

– Estoy algo confundido, quise decir confundida. P-podrian decirme ¿en dónde me encuentro?

La joven ahora de nombre María se sorprendió y tardo algunos segundos en reaccionar otra vez, pero después de parpadear un par de veces su sonrisa volvió a aparecer en su delicado rostro.

Sentí que algo en el fondo se retorció.

[2] Dama de compañía

Mis sospechas resultaron ser correctas y ahora me encontraba atrapado en el cuerpo de un personaje ficticio en una novela romántica sin alguna explicación lógica aparente.

Había pasado un día desde mi despertar en este lugar pero por la noche no había podido descansar adecuadamente escarbando en mis recuerdos todo lo que sabía de la tormenta dorada.

Hasta lo que he podido notar parece que la trama de la historia ya a llegado a su final, o al menos es lo que entendí después de que la mujer de cabello cobrizo ( la cual vendría siendo la tía de Molly, Haniel ) había llamado por segunda vez señora a la protagonista, y eso no ocurre hasta que está y su esposo son reconocidos como los nuevos señores de la mansión Inpsarei.

Este descubrimiento me dió un gran alivio, ya no tenía que preocuparme por alguno de los eventos en donde Molly se veía involucrada solo por la simpleza de ser la mejor amiga de María. Podría enfocarme solo en la manera de salir de aquí y regresar a la vida en donde soy un chico.

Este lugar tiene cosas asombrosas tras ser una mansión muy elegante que me daba la impresión de que se trata de una construcción rústica, jardines enormes a los que podría apreciar a través de la ventana en mi habitación y las habitaciones eran muy buenas o almenos la mía lo era. Aún así eso no era lo suficientemente bueno para hacerme desear quedarme en el.

El día de ayer el doctor que me estubo atendiendo regreso después de que enviaran a un empleado a por él. Me reviso e hizo una serie de preguntas típicas en los doctores al parecer, a continuación empezó a realizar más preguntas pero está vez dirigidas a María y Haniel.

María comenzó a contarle lo que noto al doctor, preguntando el motivo de mi aparente confusión y si se podría tratar de una perdida de la memoria. No está de más, acababa de preguntar sobre el lugar en el que me encontraba siendo que Molly había pasado casi toda su vida en el.

El hombre frunció el seño y nos dijo que eso no era algo que debía pasar. Entonces más preguntas me fueron hechas pero al terminar, por la expresión en el rostro del doctor pude deducir que seguía sin nada y vamos lo entiendo, ni yo se lo que está pasando menos lo sabrá él. No hay algúna explicación médica en donde dos personas cambian de cuerpos.

No trate de negar lo que María había dicho, aún me encontraba terriblemente desconcertado y mi mente no pudo ayudarme en esos momentos a atar cabos y recordar los detalles importantes y destacables del lugar en el que me encontraba.

Sabiendo que no tenía de otra por el momento opte por aceptar lo que dijo y fingir que no recordaba varias cosas, pero cuando note la expresión terriblemente preocupada en el rostro de Haniel me sentí un poco mal y admití recordarla a ella y a María.

– Bueno para ser honesto no estoy muy seguro de la causa de su perdida de memoria –de su bolso saco un pequeño frasco cristalino– pero la buena noticia es que no parece ser duradera. Tomara esto durante una semana para evitar algún inconveniente además de guardar reposo al menos por el día de hoy, aún se le ve muy débil.

El frasquito fue puesto en las manos de Haniel mientras está asentía repetidas veces con la cabeza.

– Ahora con respecto a su perdida de memoria me temo que lo único que podemos hacer es esperar a que sus recuerdos vuelvan a aparecer. Pueden intentar algunas cosas como llevarla a lugares que frecuentaba, enseñarle actividades que solía realizar o algo así. Talvez tengamos suerte y en algunas semanas recuerde más de su vida cotidiana y vuelva a hacer lo que generalmente hacía.

Haniel presionaba el frasco contra su pecho mientras seguía asintiendo pero de una forma más tranquila mientras que María se encontraba callada aun lado de ella con la mirada perdida en un punto en el suelo, y el doctor tomaba su bolso dispuesto a regresar por dónde había venido.

– Estaré visitando la un día cada semana para hacerle más revisiones y ver si a mejorado con sus recuerdos. Si sucede algo no duden en enviar a alguien a buscarme y vendré lo más pronto que pueda. Es todo por hoy, tengo que volver a mi consultorio si me lo permite mi señora.

– Por supuesto. No le quitaremos más su tiempo doctor, agradecemos profundamente su ayuda. Permítame acompañarlo hasta la puerta de entrada.

Luego de que ambos abandonaron la habitación Haniel se ofreció a retirarse para dejarme descansar, pero estar más tiempo en cama completamente solo con mis pensamientos no era algo que me gustaría hacer desde temprano así que le pedí que me contará algunas cosas de la mansión y mi vida en esta.

Tenía que conocer más sobre la nueva vida en la que estaba si quería tener alguna posibilidad de salir de aquí. Si bien me leí la novela completa había algunos detalles que no se explicaban del todo, eso sumando a qué había algunos otros que no recordaba muy bien.

Fue durante esa conversación con mi supuesta tía cuando me agarre más a la idea de buscar una salida en cuanto pudiera ponerme de pie. No voy a mentir, cuando la conversación comenzó a tornarse a algunos temas más íntimos no solo me incomode si no que también me asusté. Ella pareció recordar algo muy importante cuando le dije que no recordaba muchas cosas y entonces aprovecho la oportunidad y me explico que en un determinado día del mes siguiente aparecería lo que las mujeres llaman como menstruación. Yo estaba aterrado por esto, era algo que había pasado por alto hasta que ella lo menciono, pero viendo cómo estaba la situación tenía que conocer más del tema y evitar algún accidente. Aún siento algo de vergüenza al recordar la conversación de ayer pero siento que me va a salvar de muchas y no puedo arrepentirme de nada.

En notas de papel anoté todo lo que necesito saber de ese y otros temas de mi nueva y temporal vida y los escondí cuidadosamente en una pequeña caja que encontré dentro de un cajón. No pensaba quedarme el tiempo suficiente para que aquello pasará pero es mejor estar prevenido a cualquier cosa, no me gusta confiarme demasiado especialmente sin tener alguna pista de como lograr mi meta.

– Ya es hora de buscar una salida.

Abrí un armario un tanto grande pero no muy lujoso que se encontraba en uno de los rincones del lado derecho de la habitación para cambiar la ropa de dormir que usaba por algo más adecuado, cuando los distintos vestidos aparecieron ante mis ojos no puede evitar sentir decepción. Ni siquiera debería estar sorprendido cuando ya había visto a tres mujeres utilizar vestidos, aunque eso fue en una ingenua esperanza de que ellas lo utilizarán por tratarse de sirvientas y la señora de una lujosa mansión.

Bufé al mismo tiempo que sacaba uno de los vestidos del armario. Todos eran de extraños colores opacos, casi podría decirse que se parecían a los que utilizaban las sirvientas que a las que ví con la diferencia de que estos eran más elegantes.

Confundido segi sacando y metiendo uno por uno todos los vestidos que estaban ahí metidos para verlos mejor. Molly fue la persona que más apoyo a la protagonista a lo largo de su historia, era por decirlo de una manera su hermana de otra madre, no entiendo cómo es posible que su guardarropa siga contando con ropa tan simple, aunque definitivamente no es algo por lo que valla a preocuparme. Molly era una chica sencilla, eso explica muchas cosas que yo no podría entender.

Salí por la puerta con el vestido que me pareció más cómodo y elegante. Yo no soy una persona humilde y me gustan las cosas buenas.

Cómo vengo pensando desde hace un rato no lograre conseguir nada si no conozco el terreno en el que estoy. Mi primera misión será explorar la mansión tanto por dentro como en los jardines; de igual manera necesito hacerme de conocidos que puedan ser me útiles en mi búsqueda.

La ciudad será después, primero lo primero.

Largos pasillos, enormes cocinas y lujosos salones pero nada que pueda darme alguna pista. Puede que esto tome más tiempo del que me gustaría.

Odio todo esto, nunca me gustaron los acertijos ni rompecabezas, claro que me gustaban alguna que otra historia de detectives pero jamás envidie estar en su situación.

Ahora estoy sentado en una de las elegantes sillas de color azul marino esparcidas por los pasillos de la enorme casa. Mis manos estaban sobre mi cabeza y estaba por tener un arranque en el que aseguraría que me quedaría calvo en algunas partes de la cabeza cuando Haniel apareció delante de mí .

– Molly ¿Qué haces fuera de tu habitación? Estaba por ir a buscarte.

– ¿A buscarme?

– Sí cariño. Quiero que me acompañes a dar una vuelta por el jardín, recuerda lo que dijo el doctor, necesitas visitar los lugares que podrían ayudarte a recuperar tu memoria.

En cuanto me levanté Haniel enrede su brazo con el mío y comenzó a caminar guiando me por el pasillo a la entrada de la gran mansión Inpsarei.

– Además – continuó– ya hace mucho tiempo que no tenemos la oportunidad de pasear por el jardín juntas, solas tú y yo.

De acuerdo eso tocó mi corazón, está tía es muy amigable y su vos es muy agradable a los oídos.

Ya en las afueras caminando por un sendero de piedritas nos aproximamos hasta un pequeño jardín que precia estar apartado del resto, rodeado por arbustos no muy altos pero si lo suficiente como para ocultar nos de los ojos ajenos fuera del jardín.

Tengo que admitir que el lugar es muy bonito. Los asientos son de piedra, hay flores muy coloridas en los costados del camino y en el centro hay una gran fuente de agua cristalina con el característico angel que la mayoría de las fuentes tienen.

Este jardín yo lo conozco, o bueno leí una descripción muy similar a lo que veo con mis ojos cuando leía La tormenta dorada. En este jardín fue en donde nuestra protagonista interactúo por primera vez con el protagonista masculino después de tantas miradas discretas desde la lejanía. Muy cliché, lo sé.

Nos sentamos en uno de los banquitos de piedra bajo la sombra de un árbol y estubimos en silencio observando la fuente por un rato hasta que Haniel se decidió por hablar primero.

– Y... ¿Cómo te has sentido? Algo nuevo que deba saber, ayer me quedé muy preocupada por tí pero tenía muchos deberes por hacer y no pude quedarme más tiempo contigo.

– No te preocupes, estoy bien. No ha pasado ningún otro inconveniente, incluso podría decir que ya me siento mucho mejor.

– Pero sigues sin recordar nada más. – sollozo– Todo esto es mi culpa, te he descuidado por muchos años. Tenía que pasar más tiempo contigo y en su lugar solo me dedique al trabajo y a la joven señora.

– Han..tía nada de lo que pasó fue tu culpa. Ya no soy una bebé,no tienes que estar todo el tiempo pendiente de mi. La única culpable de todo fui yo y mi descuido.

– Pero si yo...

– Shh– interrumpí– Pero si nada. Ya has hecho mucho por mí, no es justo que te culpes por algo que no es tu culpa. Además ya recordé más cosas ¿No te parece estupendo?

– Molly eso es tan estupendo – aún con algunas lágrimas en los ojos me sonrió – ¿Cuándo paso?

– Durante la noche. Puede que muy pronto tenga mis recuerdos de vuelta.

– Oh Molly, que alegría me has dado.

Después de aquellas palabras me abrazo y yo le correspondí, no puedo evitarlo tiene algo que la hace agradar me bastante a tan solo dos días de conocerla . En ese momento solo éramos nosotros dos y el hermoso jardín.

[3] La furia Rojiza

Cómo suele pasar al estar en el mismo lugar por tanto tiempo comenzaba a volverse tedioso y Haniel que aún se encontraba sentada aun lado mío parecía sentirse igual por la manera en que trataba de acomodarse mejor en su sitio. La hora de levantarse y seguir con algo más había llegado, y yo ya no podía esperar ni un minuto más para levantarme y seguir con cualquier otra cosa menos aplastar mi trasero en una superficie plana.

Justo cuando abrí la boca para hacerle ver a Haniel que ya no había motivo para seguir en el jardín y emprender el camino de regreso al interior de la mansión, una voz masculina se hizo presente en el lugar silenciando cualquier palabra que estaba a punto de soltar.

– Mira que yerba mala nunca muere. Pensar que ya estaba alistando lo que llevaría en el entierro.

La desilusión es completamente mía hermano, tenía la esperanza de jamás topar me con este tipo durante mi estadía en este lugar pero eh aquí a Aarón, el hermano mayor de la querida protagonista.

Este al igual que su hermana está proporcionado con una piel blanca que al contrario de lo que imaginaba no contaba con pecas en su rostro, sus ojos eran verdes claros y su melena rojiza de un tono más obscuro que el de su hermana.

– Valla mi muerte sería tan significativa que hasta el joven amo se tomaría las molestias de ir, oh espera lo siento, olvide que ya no eres el amo.

Este repentino contraataque de palabras fue algo de lo que muy seguramente no espero tener de Molly, la tierna y dulce Molly que solo se dedica a agachar la cabeza y ocultar sus lágrimas cada vez que es agredida por este sujeto, oh bueno, era así como sucedía dentro de La tormenta dorada. Tras ser la amiga y confidente de María he ir encontrá del joven amo, este comenzó a expresar su odio por Molly mediante sus palabras venenosas; aunque claramente eso no termino al mismo tiempo que la novela y muy seguramente Aarón aún sigue mostrando su desprecio cada que tiene la oportunidad

Bien pues Molly me lo agradecerá luego de que ambos regresemos a nuestros respectivos cuerpos. Si logro contraatacar a sus insultos este bastardo se alejara de Molly y sus abusos terminarán.

Tal como lo pensé el tipo no esperaba aquello. Arqueó una ceja y se mostró sorprendido por una fracción de segundos para después reemplazarla por una sonrisa altanera, la misma que fue descrita tantas veces en la novela.

– ¡Molly!

– ¿Sucede algo, tía? ¿Se durmieron tus piernas?

Claramente Haniel quería reprender me por mi actitud anterior pero igualmente claro que yo no la iba a escuchar ni mucho menos disculparme por eso. No seré una víctima voluntaria, claro que no.

– Ha pasado mucho tiempo desde que la ví de cerca, Nana ¿Está pasando una tarde agradable?.

– Ciertamente así es, estás más alto y apuesto que la última vez que te ví. Mi sobrina y yo decidimos dar un paseo juntas como lo hacíamos hace mucho tiempo atrás, así que puede tener por seguro que estoy pasando por una tarde muy agradable joven amo.

– Eso me alegra, Nana. Espero que algún día pueda honrarme con su compañía y acepte dar un paseo conmigo por el jardín.

– El honor sería mío, Señor.

El escenario era muy conmovedor y todo eso pero de verdad ya no soportaba estar sentado en el mismo lugar, siento que mi trasero desaparecerá en cualquier momento si continuo así.

Ellos seguían hablando de sus cosas mientras yo me levantaba finalmente del asiento de piedra, a la vez que estiraba un poco mis extremidades y masajeaba uno de mis muslos suavemente arrugando mi vestido en el proceso.

– Creo que ya es hora de que me valla, Nana. No quiero robarles más tiempo, a demás Molly parece estar a punto de perder sus piernas, es mejor que regrese a la mansión a descansar.

Además de feo falso. Dijo todo aquello como el chico más bueno para Haniel pero la mirada que me dirijo y el chiste dentro hacían completamente obvio que se burlaba de mí.

– ¡Oh! No se preocupe por mi señor, pero en algo tiene razón y no debería seguir perdiendo el tiempo con nosotras. Seguro aún tiene trabajo que hacer en la granja.

– ¡Molly!

– ¡Tia!

– No se angustie, Nana, no pasa nada. Molly tiene razón, aún tengo cosas por terminar en la granja y se está haciendo tarde. Con el permiso de las damas, me retiro.

– Propio.

Respondimos los dos antes de verlo alejarse por el sendero que llevaba a la salida del jardín. Este día está resultando tan agotador, como si no tuviera muchos problemas ya al no encontrar ninguna pista y el acostumbrarme a hablar como si me tratara de una chica, ahora también tenía que cuidarme la espalda con la furia rojiza que era ese chico.

Sentí una mirada puesta en mi persona y al girar la cabeza unos ojos anaranjados se toparon con los míos. Su ceño no estaba fruncido y su mirada no parecía ser reprobatoria, pero aún así el mensaje que quería dar con ella fue transmitido.

Desde muy temprana edad María y Aarón estubieron al cuidado de Haniel y el tiempo que ella pasaba con ambos niños solo se incrementó luego de que la madre biológica de estos abandonará la mansión sin alguna explicación, dejando a sus dos niños atrás en Inpsarei. Haniel se convirtió en una parte muy escencial en sus vidas luego del abandono de su madre, al grado de confiar plenamente en ella y tomarla como su figura materna.

Molly también era parte de los niños a los que Haniel debía cuidar luego de que su madre muriera al contraer una enfermedad.

Conforme pasaban los años Aarón fue apartándose cada vez más de Haniel debido a las nuevas tareas que se le eran dadas por parte de su padre, Molly empezó a trabajar en la mansión aún siendo muy joven con tareas sencillas y tiempo después recibió el título de dama de compañía por lo que al igual que Aarón su tiempo con la que era su tía fue disminuyendo también, esto dejo a María como la única de los tres que aún pasaba tiempo con Haniel, pidiendo debes en cuando momentos a solas para pasear juntas.

Aún así los tres seguían compartiendo el mismo cariño por aquella mujer y está por ellos, no era de extrañar su disgusto por las peleas de estos.

– Sabes que lo que hiciste estubo mal ¿verdad?

– ¿ Defenderme lo estubo?

–No me refiero a eso.– Suspiro– No quiero que dejes que alguien se burle de tí, defenderte estubo muy bien, pero aún así ¿era necesario mencionar algo tan delicado como la caída del Joven amo?

– ¿Y qué él mencionara mi casi muerte lo fue?

Silencio fue lo que siguió después.

Su mirada se entristeció y se dedicó a mirarme por unos segundos.

– Por supuesto que no lo fue y te doy mi palabra de que le daré un buen coscorrón en cuanto lo tenga a solas por hablar así de mi querida sobrina. Es solo que no me gusta verlos pelear entre sí, los tres crecieron juntos, no deberían.

– Está bien –Solte de mala gana– No seré yo quien comienze una pelea, pero si el empieza a llevarse tendrá que soportar después.

– Suena bien, yo me encargaré de hablar con él para que deje de molestarte.

No me parece algo que pueda conseguir a pesar de la relación que tiene con este, después de todo la furia rojiza no es alguien a quien se pueda mantener a raya, pero la dejaré creer lo contrario por ahora.

.

.

Justo después de que saliéramos del jardín del angel (el cual ese era su nombre, muy común también) decidí pasar directamente a mi habitación antes de tener que bajar a la primera planta por la comida.

Hasta ahora solo había recibido un desayuno completo en la mañana, pero este fue traído por una de las sirvientas del lugar. Eso me sorprendió porque una sirvienta no debería llevar la comida a otra.

Al final de la novela se dijo que Molly había decidido seguir trabajando en la mansión a pesar de que María había dicho que no era necesario. Lo normal sería que Molly bajará a las cocinas para conseguir sus comidas por ella misma pero parece que la bondad de María es muy grande y a pesar de todo sigue manteniendo sus tratos especiales con su amiga.

También estaba el accidente sucedido anteriormente, y quizás teman que vuelva a ocurrir y es por eso que ahora pusieron a alguien más a hacerse cargo de mis alimentos.

Y mis suposiciones fueron ciertas otra vez, una chica bajita con un gorrito opaco cubriendo sus cabellos y el traje color amarillo característico de las sirvientas de este lugar, entro por la puerta después de recibir mi permiso, con una bandeja de comida en sus manos.

No es algo que me agrade demasiado pero ir hasta las cocinas para hacerlo por mi mismo tampoco lo era así que no me quejo.

Sus caminar era apresurado pero ágil mientras se encaminaba hacia la mesita que se encontraba en el centro de la habitación rodeada por dos sofás elegantes de color azul. Depósito con delicadeza los platillos y la taza en la superficie y la charola fue abandonada en el espacio que tenía la mesa debajo.

Se inclino levemente ante mí y así como llego se fue dejándome sola una vez más.

Como esperaba de una casa de ricos, la comida era exquisita y con mucha variedad en sus platillos. No se trataba de una comida servida a los señores de la casa, obviamente, pero seguían teniendo un aspecto increíble que me hacían querer babear.

Me senté en uno de los cómodos sofás y empeze a degustar el alimento delante mío, aún tenía cosas que hacer y no podía perder más tiempo en ello.

En el paseo que tuve con Haniel hace rato me puse a pensar muchas cosas, no solo de mi misión de regreso o mis prácticas constantes para hacerme hablar como si me tratase de una chica y no de un chico, si cometo ese error la gente comenzará a pensar raro de mí; también me había dado cuenta de que aún seguía siendo parte del personal en este lugar y ni siquiera estaba completamente seguro de lo que tenía que hacer en mi viejo/nuevo trabajo.

Por esto mismo en cuanto termine de comer, acomode los platos sucios dentro de la charola otra vez y la dejé en la mesa, después tendría que bajar a dejarla en la cocina, pero por ahora hay algo más importante por hacer.

Salí del cuarto de baño que se encontraba dentro de la habitación justo al lado izquierdo, una vez que termine con el limpiado de mis dientes, y me encamine directamente al escritorio colocado en frente de la enorme ventana.

Tome una hoja de papel y una pluma muy similar a las que habían en mi mundo, solo que con una apariencia algo anticuada, y escribí en el inicio de la hoja: Misiones y objetivos.

No soy tonto, no puedo andar por ahí todo tranquilo y confiado solo por el simple hecho de estar dentro de una novela que ya había llegado a su final. Necesitaba mezclar me, hacer lo que Molly hacía y actuar como actuaría, o al menos como lo haría en ciertas ocasiones, la Molly extremadamente amable e ingenua no volvería jamás, al menos conmigo al mando de este cuerpo.

Además el doctor que me atendió quedó con hacer visitas semanales para comprobar que todo está en orden y checar mis progresos con la supuesta perdida de memoria. Si el hombre regresa y es informado que no solo sigo sin recordar más que lo dicho en la primera vez que lo ví sino que también actuó de manera extraña, no sé qué clase de escenario me podría pasar. Tal decidiría medicarme con algo más fuerte que al contrario de hacerme un bien me llevaría hacia abajo, o quizás me encierren en un lugar especial. Puede que solo este exagerando pero no quiero tomar riesgos, tengo la ventaja de conocer la personalidad de Molly gracias a qué leí la novela y es algo que voy a utilizar.

Es hora de poner en orden las cosas.

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