Soy Vanessa Marshall Licenciada en administración de empresas, vivo en Los Ángeles, tengo 25 años y actualmente soy divorciada y madre soltera.

Quien fuera a imaginar que mi matrimonio del que tanto había estado orgullosa todos estos años fuera a terminar así, con solo poner mi nombre en estos papeles, y después hacer como que nada paso, y ser simplemente extraños. Ser una persona desconocida para la persona que tanto ame era como si me arrancarán el corazón del pecho, como si me quitara las ganas de seguir viviendo. Pero al levantar la mirada y ver a ese ángel que no te quita de encima sus ojos que sabes muy bien que no tiene la culpa de nada debo de ser fuerte y salir adelante. Ahora entiendo cuando dicen que cuando tienen a un ser tan pequeño que depende de ti tú ya no importas, porque aunque estés destruida por dentro tienes que ser fuerte y tomar todo ese dolor y convertirlo en fortaleza en ganas de salir adelante, en no darte por vencido porque el que seguirá tus pasos no es nadie más que tu hijo.

Es triste escuchar decir a tu pareja que no le importa el bebé que haya tenido, que no significa nada, cuando en su debido tiempo ambos lo quisieron. Aunque también llegas a pensar que se siente así porque no comparte lazo sanguíneo con él. ¿¿Pero como hay padrastro que si quieren a los hijos de sus esposas como suyos, pero porque él no lo quiso de esa manera? Si él fue quien accedió a tenerlo de esta manera.

En fin no pude comprender lo cuando estuvimos juntos menos ahora que nos hemos separado para siempre.

Para que me puedan entender mejor les contaré mi historia.

Estaba en tercer semestre de universidad, me encontraba en mi habitación estudiando cuando entra mi rommie y me invita a un club nocturno era fin de semana y como la mayoría de los exámenes ya habían terminado accedí a ir con ella y otras dos amigas más. Como yo nunca había ido a un club nocturno no sabía que ponerme así que solo me puse unos pantalones vaqueros y una blusa cuando ellas me miraron se sorprendieron y me hicieron que me cambiara es comenté que no tenía nada más que ponerme a lo que ellas me prestaron un vestido hermoso no sabía si era correcto ponérmelo, ya que para mí gustó era muy corto y tal parecía que no debía ponerme sostén. Pero después de probármelo, Me encantó cómo me quedo y accede a llevarlo esa noche.

Después de llegar al club esa noche, nos encontramos con algunos amigos de mis amigas y nos presentaron, en esa bola conocí a Lucío Stevenson mi exmarido, en ese entonces se presentó como la persona más linda y romántica. Cuando nuestras miradas se cruzaron yo sentí una oleada de sensaciones. La verdad me gustó desde el principio así que empezamos a coquetear, como era mi primera vez coqueteando con alguien se miraba lo torpe que era. A él no le importo mi inexperiencia al contrario dijo que era linda. En fin bailamos, bebimos y platicamos juntos toda la noche.

Después de eso creí que no lo volvería a ver porque ni siquiera nos habíamos pasado el número de teléfono, pero una noche recibí un mensaje de un número desconocido resulta que él estuvo haciéndole varios favores a mis amigas Rubí y Rosa Smith para que alguna de las dos le pasarán mi número, después de vivir un martirio como dice él al lado de esas gemelas le dieron mi número para poder contactarme.

Así paso un tiempo hablando por teléfono, saliendo de vez en cuando a citas, puesto que él trabajaba y yo aún estudiaba la universidad. Nos hicimos novios y al terminar el séptimo semestre tomamos la decisión de casarnos, por el hecho de que ambos nos amábamos y no queríamos estar lejos el uno del otro. Además de que él ya contaba con su trabajo estable en el bufete de abogados en donde estaba de pasante y como a mí solo me faltaba un semestre para terminar mi carrera así lo hicimos nos casamos después de un mes en las vacaciones de verano.

Yo continué estudiando en la universidad, aunque se me hacía un poco más difícil porque ahora me tenía que transportar desde mi casa a la universidad, lo bueno es que aprendí a manejar para no quitarle tiempo a mi esposo en llevarme hasta ella. Después de que me gradué y trabaje un tiempo en una empresa de maquillaje mi esposo y yo decidimos planear tener hijos. Teníamos lo necesario para empezar a pensar a ampliar la familia.

Después de internarlo por casi un año y no conseguir embarazarme, aunque tomará todas las recomendaciones que me daban empece a deprimirme. un día mi madre que vino de visita me habló de una clínica de fertilidad me aconsejo que fuera a hacerme unos estudios y ver por que no podía quedarme embarazada. el día libre de mi trabajo decidí ir a la clínica, ahí en la clínica me hicieron varios estudios de sangre por suerte andaba en ayunas, también me hicieron ultrasonidos. lo bueno es que me dijeron que todo en mi estaba bien y que como mostraba en el ultrasonido hoy andaba en mis días fértiles y que podía intentarlo. también me dijeron que ocupaban hacerle análisis a mi esposo para así poder determinar el verdadero motivo del por qué aún no puedo quedar embarazada.

Cuando llegue a casa decidí aprovechar el día como me lo había dicho el ginecólogo y preparar mejor una cena romántica, y guardar mejor los análisis y lo que había pasado en el día. Cuando mi esposo llegó yo ya estaba esperándolo con una rica cena, un vino tinto delicioso y yo me puse lo más guapa y provocativas que pude. No quisimos esperarnos después de la cena y nos empezamos a besar, sus caricias y besos se intensificaron y terminamos en la cama, después de que él se viniera me puse en la cama y levante mis piernas. Él se me quedó viendo y pregunto que si porque estaba en esa posición y le conteste que lo había visto en Internet, que así ayudaba al esperma a recorrer mejor el camino hacia mi óvulo él solo se río y me dijo hay tontita y me dio un cálido beso.

Después de un mes caí en cuenta que la regla no me había llegado y corrí a la farmacia a hacerme la prueba de embarazo, pero para mi mala fortuna esta daba negativo y al día siguiente mi regla se hizo presente. Me sentí tan mal que en la taza de baño cuando él ya se había ido al trabajo yo me desahogue llorando, porque no entendía como no podía quedar embarazada. Me preguntaba una y otra vez que estaba tan mal en mí que no podía quedar embarazada. Me sentía tan inútil, tan vacía que ya no sabía qué hacer.

Al pasar los días le comenté en la cena en una plática normal que si porque no nos hacíamos unos análisis y ver porque no quedábamos embarazados, él me dijo que no me estresara que va a llegar cuando tenga que llegar, así decidí hacerlo no pensar en eso y concentrarme en mi trabajo, pero a veces era muy difícil para mí no pensar en eso, ya que cada que salíamos los dos y mirábamos a algún recién nacido en la calle yo miraba como él se le quedaba viendo, yo sabía las ganas que tenía de tener un bebé y ver que yo no podía dárselo eso me entristeció más

Un día después de hacer las compras me dice que vallamos a esa clínica que le había dicho antes para los análisis, que él ya lo había pensado y que había llegado a la conclusión de que era mejor descartar cualquier posibilidad.

Fuimos a la clínica a hacernos los análisis, yo me los volví a hacer para que él no sospechara de mí, y pies no estaba de más actualizar los análisis. Después de que ellos analizaron las muestras y eso pasamos con el doctor, me repitió lo que me había dicho ya hace más del mes y todo lo mío estaba bien, lo impactante fue lo que nos dijo de mi esposo, su esperma no era bueno por eso no podía quedar embarazada, cuando nos dijo eso la cara de mi esposo se entristeció yo le tomé la mano en señal de que no estaba solo que yo estaba con él,, pero él la retiro sentí como se enojaba, pero no dijo nada se quedó escuchando lo que decía el doctor. El doctor nos aconsejó en adquirir un donante de espera, y que a través de la inviltro él nos ayudaba a concebir. Yo miraba como mi esposo apuñaba más la mano hasta ponerse roja, le di las gracias al doctor y salimos de ahí, de camino a casa no hablo y yo no quise decir nada, sabía que cualquier cosa que le dijera no iba a servir. Solamente me quede a su lado y espere pacientemente a que él hablara.

Paso una semana en donde él no me dirigió la palabra yo ya no sabía qué decir, sentía que nos estábamos alejando, así que le dije que no se preocupara que si era nuestro destino no tener hijos no había problema, que yo lo seguía amando igual o más que antes. Lo abracé por la espalda y no pude aguantar las lágrimas que salían de mis ojos por no saber que más hacer porque el este bien. Él al darse cuenta sé voltio a mí y me correspondió el beso, se disculpó por la manera en la que había estado actuando y que en verdad no quería que las cosas terminaran mal entre nosotros. Así pasaron los meses cuando estando haciendo la cena él llega con un regalo y me lo da. Me sorprendo porque no es nuestro aniversario y ni mi cumpleaños, pero aun así me emociono y lo abro, lo que encuentro a dentro me sorprende mucho, ya que no entiendo lo que significa en sí.

Le pregunté y ese regalo(sostengo en la mano un par de zapatitos de bebe bordados).

Quiero que busquemos a un donante, y tengamos un bebé.

Sus palabras me sorprendieron muchísimo, - hablas enserió- le contesté

claro, he sido muy egoísta contigo, se que no puedo darte un bebé, pero no esta mal ser papá de esta manera.

yo llore de felicidad y le di un beso, decidimos buscar un donante, pense que el mejor candidato sería su hermano para que no se sintiera tan ajeno a él, pero el dijo que no quería decirle a sus padres que no podía tener hijos y que era mejor buscar otro donante. así que fuimos a la clínica y pedimos orientación.

Cuando llegamos a la clínica nos atendió una enfermera muy buena. les contamos el motivo de nuestra visita. Como todo es con privacidad no podíamos ver la imagen del donante y decir quiero este, pero si podíamos decir que si queríamos al bebé con ojos de color, cabello chino o lacio o la tez de la piel, a lo cual nosotros no nos importó mucho eso, ya que lo que más queríamos era tener un bebé sano y fuerte y de la misma tez de nosotros, puesto que no queríamos que nuestras familias preguntaran el motivo del porqué el bebé era diferente después de firmar los papeles de la adopción del esperma, programamos la cita para la inviltro. Nunca había visto a mi esposo más feliz de lo que está en este momento.

Después de los últimos análisis, ya se llegaba el día de hacerme la inviltro y estába muy emocionada y nerviosa, por suerte mi madre no iba a venir en todo un mes de visita a casa, ya que se había ido de vacaciones con mi padre. Y mi suegra nunca nos visitaba porque tenía que cuidar a sus nietos, hijos de su hija. Cuando pienso lo que dijo mi esposo de no decirle a sus padres sobre la inviltro, por un lado, me alegro porque así evitaré en el futuro sus desagradables comentarios de que hijos de mi hija mis nietos, pero hijos de mi hijo quien sabe. Porque antes no lo decía según por mí ahora si no me la iba a cavar con ella escuchándola todo el día diciendo cosas sin sentir.

En fin, para el final del mes de junio yo estaba en reposo en mi casa. Me había tomado los días de descanso que me tocaban, así que me la pasaba en casa sin hacer esfuerzo por el embarazo. Después de que se acabarán mis días de descanso tomamos la decisión de renunciar a mi trabajo para así estar más tranquila. Pasaron los días ambas familias se enteraron del embarazo, mi esposo yo lo miraba emocionado y yo igual, debo decir que estar embarazada no es nada fácil, más con los cambios de humor, las hormonas andan a todo lo que da, pero es lindo ver que tu pareja te apoya al 100 % o eso pensaba yo.

Cuando entre al tercer trimestre del embarazo, yo empiezo a sentir que las cosas ya no eran igual en mi matrimonio, por recomendación del doctor me dijo que no tuviera relaciones durante el embarazo, porque hubo una ocasión en que casi lo pierdo por ese motivo. Yo sentía a mi esposo más distanciado de mí, pensé que se portaba así porque no quería que lo provocará y no poder tocarme, no le hice ningún reproche ni le reclame nada, trataba de ponerme en su lugar. Pero eso no dejaba de que me doliera un poco su indiferencia. Dos meses después di a luz a un hermoso bebé varón al cual le pusimos Angel Nicolae Stevenson, cuando el bebé nació Lucio estaba muy feliz y yo más porque supuse que todo sería diferente, el primer mes de nacido de mi bebé fue algo duro, ya que pues eran noches de desvelos, llantos en la noche, amamantar, cambiar pañales, si recibía ayuda de él, pero él ya no era lo mismo. Una noche decidí alistar me bonita seguí para tener algo de intimidad con el, pero él no llego. Recibí un mensaje a las 3 de la mañana de un número desconocido que me decía que mi esposo estaba borracho en un bar. Así que le pedí de favor a mi vecina que si me cuidaba unos minutos a mi bebé mientras iba por mi esposo, gracias a Dios mi vecina era una buena persona que tuve la confianza de dejarle mi bebe. Fui por mi esposo al bar en verdad estaba superborracho y no entendía por qué. Lo subí al coche y lo llevé a la casa, en ella lo ayude a quitarle la ropa y a darse una ducha y luego lo lleve a la cama. Le preparé agua con miel y lo dejé dormir. Como ya era las 5 de la mañana fui a la casa de mi vecina por el bebé para darle de comer. Le di las gracias y me regresé a casa a darle de comer a mi bebe, después de darle de comer lo acosté en su cuna y yo decidí dormir un rato más.

Eran las 8 de la mañana cuando me despierto de nuevo por el llanto del bebé, lo cambie de pañal y lo volví a alimentar, después de eso salí a preparar el desayuno. Cuando él se despierta yo ya tengo todo servido y empieza a comer.

¿Cómo llegue aquí? Me pregunta

Yo fui por ti- le respondo

¿Cómo supiste en donde estaba?

¿¿Me llamaron por teléfono, porque te emborrachaste así? ¿Tienes algún problema que quiera contarme?

¿Quién te llamo? ¿Qué te dijo que paso?

No sé, solo me dijo que era un compañero de trabajo y que estabas muy ebrio para manejar le pedí tu dirección y fui por ti. ¿Por qué hay algo que no quieras que sepa?

No para nada mi amor, solamente unos problemas en el trabajo, pero todo está bien, no volveré a tomar como anoche lo prometo.

Está bien espero que se resuelvan pronto y que no te estresen más, le doy un beso y empiezo a levantar los platos de la mesa.

El le empieza a hacer cariños al bebé y ya no tocamos ese tema.