Durante sus entrenamientos, rara vez Leo llegaba a casa.

A parte del colegio Jones, habían construido otro colegio el cual llevaba el mismo nombre "Jones". Uno era administrado por Axel y Ashley, mientras que el otro lo administraba Jefferson.

Durante sus descansos, Leo llegaba a casa a visitar a sus padres y pasar a divertirse un poco con sus "primos".

Su mejor amigo era el hijo de su hermana, prácticamente era su sobrino.

- madre - mencionó Leo al entrar a la casa con una pequeña maleta en mano.

- Leo, me alegro de poder verte de nuevo - mencionó Rachel con felicidad.

Sin perder tiempo Rachel corrió a darle un abrazo a su pequeño hijo. A pesar de ya ser mayor, para ella seguía siendo como un niño.

Ashley bajó las escaleras al escuchar la voz de su hermano.

- hasta que te dignas a venir.

Leo sonrió al escuchar las palabras de su hermana mayor.

Después de soltar a su madre, se dirigió a darle un abrazo a su hermana.

- te extrañé mucho hermano tonto - mencionó Ashley al abrazarlo.

- ¿Y mi padre? - pregunto Leo después de soltar a Ashley.

Rachel sonrió antes de responder.

- ya deberías saberlo, se fue a ver unos asuntos junto con Richards. Ya sabes, trabaja y trabaja al igual que su hijo.

Leo solo se rió al escuchar lo que su madre acababa de decir, efectivamente él había heredado eso de su padre. A ambos les gustaba estar ocupados en misiones o trabajos.

- ¿Diego no anda por acá? - preguntó al voltear a ver a su hermana mayor.

Ashley y Richards les había gustado mucho el nombre "Diego" desde que lo propusieron para el nombre de Leo pero como no fue elegido, ellos quisieron ponerle Diego a su hijo cuando naciera.

- Él está rntrenando junto a Sofía y los demás chicos - respondió Ashley.

Al escuchar la mención del nombre Sofía, el corazón de Leo se alegró. Ya tenía unos meses que no la veía, solo ella alegraba su corazón de esa forma.

- acaban de venir de una misión que papá les dió, aprovechando fueron a entrenar - volvió a decir Ashley.

- iré a saludarlos - mencionó rápidamente Leo al despedirse de su madre y su hermana.

Sin perder ni un segundo más de tiempo, caminó hacia el sótano que era dónde entrenaban.

Tanto Ashley como Rachel, eran un poco ingenuas para darse cuenta de los sentimientos que tenía Leo hacia Sofía.

Cuando llegó al sótano la vió, como siempre tenía esa sonrisa en su rostro. Ella reía junto a Melissa, su mejor amiga.

Él podía ocultar su presencia y el aroma de su sangre por lo que nadie se percató de su presencia a excepción de Diego que estaba de frente y lo vió entrar.

Leo le hizo señas de que guardara silencio y no dijera nada.

Al acercarse le cubrió los ojos a Sofía, ella se sorprendió por un instante y no podía adivinar de quién se trataba. Ya que Leo no les había mencionado que llegaría de visita.

- ...¿Leo? - murmuró con confusión.

No estaba tan segura pero él era el único que siempre llegaba por detrás y le cubría los ojos. Era un hábito que había hecho desde que eran pequeños.

Leo sonrió y quitó sus manos para que ella pudiera girarse y verlo.

Melissa saltó de emoción sobre él e impidió que Sofía lo abrazara primero.

- Te extrañé mucho Leo - gritó Melissa al darle un beso en la mejilla.

Leo solo dibujó una pequeña sonrisa pero si le incomodó ese beso repentino que Melissa le había dado.

Ellos eran amigos y siempre habían convivido juntos, Leo dejaba que lo abrazaran como cualquier amigos pero no dejaba que le dieran besos en la cara.

Sofía sonrió pero su mirada vagó por un instante al suelo al ver la manera en que Melissa abrazaba a Leo.

Siempre solía ser así de cariñosa con Leo y eso la ponía celosa. Obviamente ella también podía abrazarlo pero no podía evitar no sentirse triste al ver qué no era la única quién lo abrazaba de esa forma.

Diego se percató del incómodo que tenía Leo, ya que él sabía perfectamente que a Leo le gustaba Sofía.

- ¿Por qué no nos avisaste de que llegarías hoy? - preguntó Melissa de nuevo al separarse.

- quise llegar de sorpresa - respondió Leo al abrazar a Sofía.

Ella correspondió a ese abrazo, podía respirar ese aroma que tanto le gustaba de él. Anuque fue un suave abrazo, para ellos fue como si estuvieran abrazando todo su mundo, como que ese abrazo hubiera durado una gran eternidad.

Al separarse ambos sonrieron, fingiendo que esa sonrisa se debía a un encuentro entre primos o amigos.

Los demás compañeros que estaban ahí también se acercaron a darle un abrazo de bienvenida.

Diego también lo saludo y le dió un abrazo.

- nuestro próximo rey ha venido a visitarnos, deberíamos ir a celebrar su llegada - mencionó Diego con una sonrisa.

Todos asintieron y afirmaron estar de acuerdo con la propuesta de Diego.

Melissa tomó el brazo de Leo para caminar juntos. Los demás los siguieron para salir.

Sofía ya se habían percatado de los sentimientos que tenía Melissa hacia Leo, aunque ella aún no le hubiera confirmado sus dudas.

Caminó discretamente y abrazó también a Leo, al ver eso Melissa fingió una sonrisa hacia ella pero en el fondo le desagradó que Sofía interrumpiera entre ellos dos.

- los tíos deben de estar felices porque estás de visita - mencionó Sofía al dirigirse a Leo.

- si, ya saludé a mi madre y a mi hermana en cuanto llegué. Mi padre no estaba por lo que aún no lo he saludado al igual que mi hermano - respondió Leo.

Diego soltó una pequeña risa al verlos, solo él podía notar la mirada que Leo mostraba cuando miraba a Sofía. Ellos eran mejores amigos y se contaban todo, Leo le había contado que le gustaba Sofía.

Los demás solo los miraban como si se tratará de dos primos o dos amigos hablando.

- mi padre tampoco está, salió junto al tío Jeff - volvió a decir Sofía con una sonrisa torpe.

Mientras iban de salida del sótano, se encontraron en la entrada a Antony. Él hijo de Samantha que está enamorado de Sofía.

- ¿para mí no hay abrazo? - mencionó con una sonrisa.

Todos también lo saludaron con un abrazo, cuando vió a Sofía él sonrió aún más y la abrazó fuerte. Él sí demostraba que le gustaba Sofía.

- ya llegó tu enamorado Sofi - habló Melissa entre broma.

- lástima que siempre lo frienzonea (rechaza) bien feo - murmuró Karen al llegar detrás de Antony.

Karen era la hermana de Antony y también era amiga de Sofia.

Todos se rieron con el comentario de Karen, incluso Sofía solo se rió tímidamente mientras que Antony fingió una risa en modo de burla hacia él mismo.

Por otro lado Leo fue el único que no se rió y permaneció serio.

- no importa, en algún momento me dirá que sí - dijo Antony al encogerse de hombros.

Sofía solo puso los ojos en blanco y le dió un pequeño empujó para que se callara.

- Sofía tiene muchos pretendientes, supongo que tengo que cuidar a mi prima de muchos hombres - habló Leo con una sonrisa sarcástica, mientras sus ojos miraban a Antony con desafío.

Colocó su brazo encima del hombro de Sofía mientras decía eso. Antony tampoco se quedó atrás y le tiró la indirecta de vuelta.

- yo también soy uno de los candidatos a rey, soy fuerte y dudo que haya alguien más que pueda competir conmigo. Puedes estar tranquilo, cuidaré muy bien de tu prima - también mostraba una sonrisa, pero su mirada reflejaba enojo.

Leo se rió y fingió estar bromeando, si Sofía no hubiera dicho que quería entrenar y que no estaba interesada para nada en una relación, él ya hubiera puesto en su lugar a Antony y a cualquier chico que quisiera confesarle amor a Sofía.

- mi prima es muy hermosa y se merece un buen novio, debes ganarte ese mérito - mencionó Leo al dirigirse a Antony.

- tienes razón, por eso me estoy esforzando mucho. "Primo" - la última palabra lo dijo entre burla.

- tranquilos, dejemos de pelear. Ya llegará el momento en el que Sofía elija a su novio - dijo Karen al interrumpir esa plática.

- Karen tiene razón, además Sofía ya está grande y no necesita que tú elijas a su novio - mencionó Melissa al dirigirse a Leo.

- mejor vamos a celebrar que ustedes dos están de visita - esta vez quién habló fue Diego para tratar de calmar la situación.

...****************...

*Quise subir tres capítulos de un solo, pero aún no he terminado el tercer capítulo. Por lo que sólo subí un capítulo hoy y mañana subiré 2. ❤️❤️*

Todos dejaron el tema a un lado y continuaron caminando.

Antony colocó su brazo encima del hombro de Sofía mientras caminaban. Al ver eso Leo frunció el ceño con enojo.

Decidieron salir un rato, aprovechando la noche.

Todos fueron a un antro donde habían pocas personas, era un lugar dónde ellos frecuentaban ir para aprovechar las pocas luces que habían y morder a las personas que asistían ahí.

Mientras estaban sentados, decidieron jugar un juego. Necesitaban dispistar a las personas a su alrededor.

Desde que llegaron Antony se sentó junto a Sofía y del otro lado estaba Karen por lo que Leo no tubo más opción que sentarse en los asientos de enfrente.

Sofía le dió una breve mirada a Leo al igual que él lo hacía de vez en cuando. Al topar sus miradas, ellos la desviaban para disimular.

Ya se habían cansado del juego, por lo que cambiaron a otro más emocionante.

- este juego lo ví pero me pareció aburrido como lo jugaban, así que tuve que modificarlo - mencionó Melissa.

"Reto"

Se encargó de explicarles a cada uno las reglas del juego.

Usaron una botella en la mesa y Melissa la giró, a la primera le tocó a un chico de los que iba con ellos.

El juego consistía en que la persona que le tocara la boca de la botella, tenía que morder a una persona de las víctimas en ese antro. Pero debía morderlo sin ser visto y en poco tiempo, no podía tardar más de 3 minutos. Si no cumplía el reto en ese tiempo, tenía como castigo tomar 3 copas de tragos.

Como los vampiros detestaba el alcohol, tomar mucho era un castigo para ellos.

El chico aceptó el reto y fue a buscar a su víctima. En poco tiempo regresó con una sonrisa victoriosa.

Giraron de nuevo la botella, en esta ocasión le tocó a Sofía.

Sin perder tiempo ella buscó a su víctima, todo parecía estar saliendo bien. Pero antes de que ella pudiera morderla, las luces alumbraron más fuerte e impidieron que ella pudiera clavarle los colmillos.

Cuando elegían a una víctima para el reto, ya no podían cambiar y buscar otra. El tiempo se le acababa.

No pudo cumplir el reto, por lo que le tocaba castigo.

Melissa sirvió las tres copas en la mesa y se las pasó a Sofía.

- lo siento amiga, castigo es castigo - mencionó Melissa.

Sofía solo sonrió y levantó la copa con su mano, miró por un momento el contenido del vaso y no pudo evitar no sentir náuseas al oler el olor del trago.

Ella nunca había tomado, ni cuando hacían las reuniones en el colegio. Ella no tomaba ni una sola gota de trago o alcohol.

- castigo - dijeron todos, mientras animaban a Sofía a tomar el trago.

Leo fue el único que permaneció callado mientras sólo observaba, con un gesto de desaprobación.

Mientras todos seguían gritando "castigo" Leo se puso de pie y le quitó el vaso que Sofía tenía. Ignorando las miradas de todos, él se lo tomó y también hizo lo mismo con las otras dos copas.

Después de colocar las copas en la mesa, sujetó la mano de Sofía y la jaló para afuera.

- ¿Leo a dónde vas? - preguntó Melissa sorprendida.

- ya es tarde, además ya me aburrí del juego - respondió con el rostro serio.

- pero si acabamos de empezar - mencionó uno de los chicos que estaban ahí.

Todos solo pudieron verlos irse sin entender nada de lo que pasaba por la mente de Leo.

Después de haber salido, Leo soltó a Sofía y se dió la vuelta para verla.

- si no querías beber, simplemente les hubieras dicho que no querías jugar. Ellos no podían obligarte a hacerlo.

Sofía bajó la cabeza al escuchar sus regaños.

- solo quería divertirme al igual que ellos - murmuró en su defensa.

- pero si no te gustan los tragos, no los bebas - respondió Leo al acercarse y acariciar la cabeza de ella.

Sofía soltó una pequeña risa al sentir ese pequeño cariño que él le hizo en su cabeza.

- ¿de que te ríes? - mencionó él.

- solo estoy feliz de tener un primo que me cuida - mencionó al abrazarlo.

- sabes que siempre lo haré, mientras esté cerca - mencionó Leo al devolverle el abrazo.

Ambos disfrutaron de ese abrazo sin querer separarse.

- ¿me invitarás a comer algo delicioso como antes? - susurró ella sin soltarlo.

Leo se rió y levantó la mirada hacia arriba mientras miraba las estrellas alumbrantes en el cielo.

- por supuesto que sí.

Después de decir eso, Sofía tomó su mano y lo jaló mientras corría.

- hay mucho que comer - gritó ella mientras seguía corriendo.

Leo simplemente se rió al ver su comportamiento. Ella era mayor que él por unos meses pero su comportamiento en ocasiones solía ser de una chica menor que él.

Comieron en un restaurante y después salieron a caminar hacia el parque.

Ya era de madrugada por lo que las calles estaban desiertas.

Sofía se sentó en uno de los columpios que estaban en ese parque y Leo se sentó en el columpio de a lado.

- ¿Qué planeas hacer cuando ya tomes el mando de Rey?

Leo arrugó ligeramente el entrecejo con confusión.

- siempre sueles hacerme esa pregunta.

Sofía se rió al escuchar el comentario de él.

- solo es por interés - respondió al bajar la mirada.

Ella jugó un rato con sus manos, mientras trataba de controlar los nervios que sentía.

Leo miró sus manos que estaban impacientes, sin apartar la mirada él comenzó a hablar.

- mi respuesta seguirá siendo la misma que siempre te he dicho. Aún no tengo planes que tengan que ver con mi vida personal.

- ¿pero no planeas casarte?

Sofía seguía sin levantar la mirada.

Esa pregunta nunca se la había dicho a él, siempre que él le respondía lo mismo. Ella cambiaba de tema o simplemente se quedaba callada, pero ahora la duda la invadía y realmente quería saber que planeaba él para su vida amorosa.

- ...por supuesto que sí planeo casarme.

Su respuesta hizo que ella se alegrara por dentro. Tenía un poco de esperanza al saber que él sí planeaba casarse en el futuro.

- ¿te gusta alguien? - preguntó sin querer.

Leo giró su mirada para verla, cuando escuchó su pregunta.

- me gusta una chica, pero ella a mi no... al menos eso pienso - respondió al desviar la mirada.

Sofía volvió a bajar la mirada al escucharlo, su corazón se entristeció al saber que a él le gustaba una chica. ¿Pero quién era?

- ¿Pero ya le has confesado que te gusta? - ella quería saber más.

Leo dibujó una pequeña sonrisa torpe.

- lo he intentando varias veces, pero me detengo por la razón de que a ella no le interesa tener ninguna relación amorosa por el momento y no la quiero presionar - respondió él.

Sofía le causó más intriga saber acerca de esa chica, quería saber de quién se trataba. Por su mente nunca se le pasó la idea de que podía ser ella de quién él hablaba.

- ¿La conozco?

Leo volteó a verla, su mirada lo decía todo pero ella era muy ingenua para darse cuenta.

- por supuesto que la conoces.

Sofía se sorprendió al escuchar eso, había muchas amigas que ella tenía pero con quién más se llevaba Leo era con ella y con Melissa. Aunque él siempre decía que la quería a ella como prima, por lo que sólo quedaba Melissa.

Leo vió su confusión por lo que le causó gracia.

- regresemos a casa, ya es tarde - mencionó al sujetar su mano.

Sofía asintió en respuesta y lo siguió.

Su mano era grande y cálida, lo que hizo que ella se sonrojara.

- Leo...

Su voz sonaba suave y triste a la vez.

Él sólo respondió con un sonido pero no volteó a verla.

- prométeme que siempre seguiremos estando juntos aunque tengamos a alguien más. Me refiero a que, sin importar que tengamos una pareja... nuestra relación cercana nunca cambiará.

Leo se detuvo al escuchar sus palabras, la palabra "pareja" hizo que su corazón se entristesiera, él no quería a nadie más a su lado que no fuera ella.

...****************...

...**Leonardo Jones**...

te lo prometo.

Su respuesta fue corta y clara.

Ella sonrió al escucharlo. Después dió un paso adelante para seguir caminando pero él la detuvo.

- mañana empiezan las batallas entre los candidatos a rey, me gustaría que asistieras para verme. Tambíen necesito decirte algo cuando termine la batalla - murmuró al mirarla fijamente a los ojos.

Sofía lo miró con confusión pero no quiso insistir más en el tema y solo asintió con la cabeza.

Él había decidido confesarle sus sentimientos después de la batalla, no importaba si ella lo rechazaba, al menos se quedaría conforme de haberle dicho que la ama desde hace años.

Continuaron caminando hasta llegar al castillo. Sofía se estaba quedando con ellos, debido a que Cristian salió con Jefferson y Richards, para que Lorena y Sofía no se quedaran solas, Rachel le propuso que se quedarán en el castillo.

- estoy segura de que ganarás esa batalla - mencionó Sofía antes de entrar.

Leo sonrió al escuchar su motivación, se dió la vuelta y la miró por un instante.

- eres quién me motiva a ganar.

Esas palabras dejaron desconcertada a Sofía, pero a la vez sintió que su corazón se conmovió con esa frase.

Él le estaba dejando en claro que le gustaba pero ella aún no comprendía esa indirecta.

- entonces... necesitas ganar como dé lugar esa batalla - dijo por último ella al entrar.

Subieron las escaleras y cada quien se fue a su habitación.

Cuando entró a su cuarto, Sofía se tocó su pecho que parecía que su corazón quería salirse de adentro. Palpitaba muy rápido, a un ritmo acelerado que iba al compás de su respiración.

¡Solo él lograba ponerla de esa forma!

Se acostó sobre la cama, mientras trataba de conciliar el sueño.

Le inquietaba saber ¿Que era lo que Leo quería decirle después de la batalla?

Al día siguiente, ella se dió un baño y se alistó para poder llegar a tiempo a la batalla. No quería perderse ni un segundo ese momento.

Al bajar las escaleras se encontró con Melissa y Karen.

- Sofía, apresurate. No llegaremos a tiempo si te atrasas - mencionó Melissa al jalarla del brazo.

Rachel salió poco después junto a Ashley y a Lorena. Axel también bajó con Milán.

- veo que a todos nos agarró la tarde - dijo Rachel entre broma.

Todos se rieron con su comentario, sabían que tenía razón.

- aún no es tan tarde, todavía hay tiempo de llegar - habló Axel.

Todos salieron y se metieron a los carros que los esperaban, poco después los carros se pusieron en marcha.

- Jeff dijo que nos esperaría allá ¿Verdad? - habló Rachel al dirigirse a Milán.

Milán asintió con la cabeza antes de responder.

- padre dijo que él se iría para allá y que nos esperaría a que llegáramos. Como él es el rey tenía que estar presente más antes - dijo Milán.

Cuando llegaron al lugar, todos se bajaron y entraron, el evento ya había comenzado. Ya habían anunciado el nombre de varios candidatos al entrar al terreno.

Richards se acercó rápidamente al verlos entrar.

- Rachel tú debes estar allá arriba junto a Jeff - mencionó al señalar.

Rachel no dijo nada más y continuó caminando para seguirlo. Los demás se dirigieron a unos asientos que estaban hasta enfrente.

Él rostro serio de Jefferson cambio de expresión al ver a Rachel acercarse.

- llegué un poco tarde - dijo ella con una sonrisa torpe.

Jefferson sonrió al escuchar lo que su esposa había dicho.

Tomó su mano y la ayudó a sentarse en la silla de a alado.

- ¿aún no ha salido Leo? - preguntó ella con preocupación.

Jefferson acarició suavemente su mano para tranquilizarla.

- aún no ha salido - dijo en voz baja antes de darle un tierno beso en la mejilla.

- te extrañé mucho en estos dias que anduve afuera - susurró al separarse unos cuantos centímetros.

- yo también te extrañé, cada segundo que pasaba - respondió ella al devolverle el beso en los labios.

Seguían mencionando el nombre de los candidatos que entraban, cada uno tenía a su familia y amigos que lo apoyaban con aplausos al entrar ellos.

Cuando llegó el turno de Leo, Sofía se puso de pie para que él viera que sí llegó.

- a continuación tenemos al hijo de nuestro rey, Leonardo Jones. - habló el representante en el micrófono.

Leo entró y por un instante su mirada recorrió los asientos de primera fila que estaban a su alrededor. Al ver a Sofía una sonrisa se dibujó en sus labios.

Después se giró hacia donde estaban sus padres y hizo una pequeña reverencia al igual que los demás lo hicieron al pasar.

Rachel y Jefferson sonrieron al verlo y aplaudieron en señal de apoyo.

- Leo se ve muy guapo con ese traje - dijo Melissa con entusiasmo.

- si - respondió Sofía con una sonrisa.

¡Por supuesto que Leo era muy guapo!

Cada participante llevaba puesto un traje de cuero color negro. Que en la parte de atrás llevaba marcado sus nombres.

El lugar era cerrado, por lo que protegía a los vampiros pura sangre de la luz del sol.

- ¿tú también viniste a a un lugar así cuando eras candidato a rey? - habló Rachel.

- no, no tuve la oportunidad. En ese momento mi padre había modificado las reglas a su favor y ahí incluía que solo los hijos del actual rey podían ser candidatos a heredar el trono.

- pero estoy segura que tú hubieras ganado de todas formas. Mi hombre es el vampiro más fuerte de todos - dijo Rachel con entusiasmo.

- ¿me estás coqueteando en este momento? - mencionó Jefferson con una sonrisa maliciosa.

- por supuesto que no, solo te estoy haciendo un halago - se defendió ella rápidamente.

Jefferson ya no dijo nada y solo la miró brevemente antes de darle un beso en el cuello.

Después de que el representante terminara de anunciar a todos los candidatos, continuó con empezar la batalla.

Cada candidato se puso en su posición, esperando la señal para empezar a pelear.

Antony estaba justo alado de Leo y le dió una breve mirada antes de decir unas palabras.

- a partir de este momento, no somos primos. Pelearemos sin tenerle compasión al otro.

- lo tengo claro desde que ambos elegimos ser candidatos - respondió Leo sin mirarlo.

Sofía apretó con fuerzas sus manos sobre el pecho, al momento de que la señal sonó dando comienzo a la batalla.

Su angustia empezó mientras miraba a todos esos hombres pelear, su mirada se centró en Leo y en cada movimiento que él hacía.

En esa batalla habían reglas, podían pelear hasta lastimarse y quedar gravemente heridos pero no podían matarlos. De esa forma habría un ganador que haya logrado mantenerse de pie sin dificultad.

Sofía contuvo por un momento su respiración al ver qué Leo tuvo su primer herida. Desde ese momento su respiración se volvió pesada y sofocante.

Leo era el que estaba peleando más, debido a que casi todos los candidatos se fueron contra él. Por ser el hijo del rey, los demás querían vencerlo y dejarlo fuera de la batalla.

- eso no es justo, todos están atacando a Leo - mencionó Rachel con disgusto.

- en la batalla todos se defienden como puedan, sea justo o no. Tiene que haber un ganador - respondió Jefferson con el rostro serio.

Él confiaba en su hijo, habían entrenado juntos en varias ocasiones. Incluso cuando Leo aún se postulaba para candidato, Jefferson lo entrenó personalmente.

Leo activó su campo de fuerza alrededor de él para apartar a todos los que lo atacaban.

Axel apretó los puños al ver que todos se habían empeñado en Leo, no era justo irse casi todos contra uno.

- tranquilo, verás que tú hermano saldrá victorioso - mencionó Milán al sujetar la mano de Axel.

- conociéndolo debe de estar planeando un ataque, él no es de los que se queden esperando a que lo ataquen - esta vez quién habló fue Ashley.

El poder de Leo era rapidez y protección.

Quitó el campo de protección alrededor de él, rápidamente los ataques se hicieron presentes. Esquivó varios y golpeó a otros que lo atacaban por los lados.

Dió algunos brincos en el aire para esquivar a los demás. Al caer en el suelo, le dió una patada a otro que se disponía a atacarlo.

Antony era uno de los que luchaba a parte, él quería deshacerse de la mayoría para poder pelear al final con Leo. Quería que su pelea fuera limpia y sin estorbos.

Prácticamente parecía que estaba defendiendo a Leo, ya que atacaba a algunos que se aproximaba a Leo.

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...**El traje que usaron todos para el combate**...