Eric terminó sus estudios secundarios para luego ingresar a la universidad junto a su mejor amigo el cual conoció en el jardín de infantes su nombre es Cristián.

— Vamos amigo... ¿Aún le sigues ocultando a Victoria que eres rico y no un chico pobre como ella tanto cree?.— Le dijo Cristián luego de ver como su amigo se despedía de su novia a escondidas de la universidad para que nadie los viera.

— Si, no quiero que ella esté conmigo por mi nivel social, sino por mi mismo.

— Yo creo que ya tendrías que contarle. ¿Por qué cuanto tiempo tienen juntos ya?.— Cristián tenía un poco de razón solo que Eric no quería reconocerlo.

— Si bien tienes razón tenemos casi dos años juntos ... Se lo diré en uno de estos días, solo dame un poco más de tiempo. ¿Si?. — Eric era demasiado orgulloso.

— Bien, bueno vayamos a clases.

...Horas más tarde....

Ese día Eric salió más temprano de lo habitual, ya que había faltado un profesor, iba junto a Cristián, cuando escucho a Victoria hablando con sus amigas en uno de los pasillos de la escuela.

#Sofí —De verdad amiga. ¿Cómo haces para tener a Eric y a Dylan comiendo de la Palma de tu mano?.

#Aby — Sí…! Amiga dinos.

#Victoria —Bueno a Dylan lo tengo en mi cama cuando quiero y a cambio él me da muchos regalos, y bueno a Eric… A él únicamente lo tengo como un títere más, que les puedo decir adoro manejar a los hombres a mi antojo y el pobre de Eric hace todo lo que le digo. Aunque tengo que confesar que Eric sobrepasa por mucho a Dylan en la cama, y es que lo hace muy rico el idiota.

#Sofí — ¿A poco ya lo hiciste con ambos?.

#Victoria — Daa si!!. ¿Por qué otra cosa iría a la habitacion de Dylan mientras su compañero de cuarto no está?.

#Aby — pobre... Ja, ja, ja.

Eric y Cristián escucharon todo. Cristián no quería ver a su amigo sufrir asi qué intenta llevárselo de ahí, pero Eric tiene otro plan en mente.

Eric aparece desde atrás de Victoria a lo que las amigas de esta se le quedan mirando con los ojos muy grandes. — Espero que todos y cada uno de los regalos de Dylan, hayan valido la pena!!.

Victoria se gira lentamente encontrando a un Eric con la mirada más fría que nunca jamás haya visto antes.— Eric escucha ...

— No hay nada que escuchar, todo ya está dicho. Yo solo fui otro idiota más para ti.

— Sí, sí. ¿Por qué más me acercaría a un tipo como tú, que no tiene ni donde caerse muerto?.

—No sé, tú dímelo!!.

—Bien, sí así lo quieres!!.—Dijo ella con suficiencia.— Solo quería tener al tipo más rico y al más pobre bajo mi control.

— Bueno. ¿Cómo te funcionó eso?.—Ya para este entonces Eric la miraba con odio, tenía una mirada que congelaba a cualquiera.—Espero que bien... Por qué a mí me perdiste.

—Puff... Como si me importara!!. Que no te das cuenta de que no vales nada, que solo fuiste un juego para mí.

Este no le dedico ninguna mirada y se fue.—Vámonos Cristián.— Cristián estaba muy enojado quería gritarles en la cara que su amigo era rico y que sin pensarlo podría comprar la ciudad entera, pero Eric se lo llevó a rastras de ahí.— No vale la pena amigo déjala!!.

—Nooo... Tendrías que decirles quién eres en realidad y así vengarte de esa mala mujer.

Eric

Luego de esa humillación Cristián yo nos separamos en la puerta de la universidad, Cristián tenía algunos asuntos de familia que resolver, llegue hasta uno de los bancos del patio y me senté con la cabeza agacha.

Sentí como alguien se sentó a mi lado.—Hola mi nombre es clara y puedo decir con toda seguridad que lo que te hizo Victoria fue caer muy bajo!!.—Para luego escuchar una voz muy dulce y suave decir aquellas palabras.

—Hola mi nombre es Eric, y lo siento mucho, pero no tengo ganas de hablar con nadie por ahora.— Le dije cortante, sé que no era su culpa, pero de verdad no tenía ganas de hablar con nadie.

— Sí te entiendo, pero te invito un café o un helado, lo que tú quieras, pero no te voy a dejar solo!!. ¿Me acompañas?. Además podríamos hacernos amigos. ¿Qué dices vamos?.

Como decirle que no a ese par de hermosos ojos verdes tan hipnotizantes.— Está bien vamos... Solo que yo invito!!.—Sentencie.

— Muy bien vamos entonces.—Se le dibujó una tierna sonrisa en su delicado rostro.

Comenzamos a caminar hacia un café que está enfrente de la universidad, pero antes de poder llegar se nos aparece Victoria junto a sus amigas.

—Ah h... Miren chicas los dos pobretones de la escuela se han juntado. ¿No son la pareja ideal?. Mientras las amigas de ella se reían y le daban la razón.

#Sofí y #Aby— Son tal para cual... los une el nivel social ja, ja, ja.

— Vámonos — Tomé del brazo a clara sacándola de ese lugar y llevandola arrastras conmigo hasta donde tenía mi auto.—Súbete!!.

— ¿Estás loco?. Yo no me voy a robar ningún auto!!.— Dijo abriendo los ojos como el dos de oro.

— No lo estoy robando... Es mío.

—¿Cómo?.—Vi su cara de ¡NO TE CREO!.

—Súbete y te explico.— No me quedaba de otra más que contarle la verdad.

Aún con un poco de desconfianza se subió en el auto. — Bueno te escucho.

—¿Sabes?. No tengo por qué contarte nada!!.— Sé que le había dicho que se lo explicaría, pero no quería que en la universidad me trataran diferente o con hipocresía solo por lo que tengo.

—Pero tu dijis...— No la deje terminar.

—Fue un regalo de mis padres.

— Que buena onda de tus padres, debieron haberse sacrificado mucho para poder regalarte este auto, se nota que cuesta mucho.

— Ajamm.— Solo le aseguré eso y seguí manejando hasta llegar a mi restaurante favorito.

— ¿A dónde vamos?.— Clara trataba de seguirme el paso corriendo al lado mío.

— Vamos a almorzar.—Le dije llegando a las escaleras del gran restaurante.

—Estás loco!!... Aquí solo viene gente con mucha plata, a nosotros nos van a correr ni bien pongamos un pie en la puer...— Entramos y uno de los camareros nos recibió rápidamente.

—Hola joven, De inmediato le preparamos su sala.— El camarero estaba blanco pensó que se les había pasado mi reservación.

— No hace falta, vine sin reservar.—Mire sereno al camarero para darle un poco de tranquilidad.—Comeremos en cualquiera de todas las mesas.

—Está bien joven si así lo desea, los acompaño a su mesa.—El camarero nos dio una de las mejores mesas, le pedí lo mejor del menú de hoy, este anoto todo y se retiró para dejarnos a solas. Para todo esto Clara miraba incrédula todo lo que pasaba delante de sus ojos.

—Por lo que veo, tú no eres ningún chico pobre!!.—Luego de no sé cuanto por fin volvió a hablar.

— No, la verdad es que no. No soy un chico pobre, provengo de unas de las mejores familias de la ciudad, pero no quería que nadie supiera mi verdadero origen para no tener que lidiar con los hipócritas y demás.

— Sí, debe ser complicado saber quienes se acercan a ti por cariño o quienes lo hacen solo por intereses.

—Si, por tal motivo quiero pasar desapercibido por todos esa manga de idiotas.

Un silencio nos invadió, en eso vino el camarero con nuestro pedido.—Que lo disfruten…— Dicho esto volvió a retirarse.

Entonces Clara volvió a hablar.— Creo que si Victoria supiera que tienes tanto dinero ella querría volver de nuevo contigo.

—No me interesa esa clase de mujeres interesadas, arribistas, viendo que le pueden sacar a uno. No gracias paso!.

—Si eso es lo que quieres, te aseguró que tu secreto está a salvo conmigo.—Dijo esto y me sonrió de una manera tan linda.—Lo prometo.

—Muchas gracias, de verdad te lo agradezco.

Luego de un par de horas entre risas y mucha charla por fin volvimos al campus, todas las miradas estaban puestas en nosotros, pero ignoramos esos ojos metiches y cada uno se despido del otro con un abrazo y un beso en la mejilla.

Eric

Con el pasar de los días Clara y yo nos hacíamos más amigos, hoy se la presentaría a Cristián.

— Ya amigo, si sigues hablando tan bien de ella voy que pensar que es Dios.— Cristián se burlaba de mí.

— Está bien, pero en verdad ella es tan...

No terminé de hablar cuándo siento que alguien me abrazó desde atrás.— Hola, hola buenos días.

— Hola buenos días mi chaparrita.

Se despega de mí y me mira con el ceño fruncido.— Oye... Ya te dije que no me llamaras así!!.

—Bueno, bueno está bien.—Me río de su expresión, me encanta hacerla enojar.— Mira te presento a mi amigo Cristián.

— Hola soy Cristián encantado de conocerte al fin!!.

— Hola mucho gusto, mi nombre es Clara.

— Bueno ya se conocen ahora vallamos por un café.— Caminamos fuera del edificio hablando y riendo de las bromas que le hacía a Clara hasta que llegamos a la cafetería ordenamos tres cafés y unas medialunas.

— Ya basta Eric o voy a tener que golpearte!!.— Sentencio Clara ya muy enojada.

— Está bien, ya no voy a molestarte más.

— Bueno, igual ya tengo que dejarlos. Me tengo que ir. —Se levantó y se fue dejándonos solos.

— Adiós. —Dijimos los dos.

— Si sigues babeando así por ella... voy a tener que regalarte un babero.—Cristián me hace dejar de ver la espalda de clara.

— Eso no es cierto.

—Oh... Amigo no intentes negarlo, se nota a leguas que ella te interesa!!.

— Bien...— Odio admitir que él tiene razón.— Tienes razón ella me atrae y mucho, pero no quiero arruinar nuestra relación o que todo se ponga incómodo para ambos si ella no siente lo mismo que yo.

— Si te entiendo, más con lo que sucedió con Victoria. Sé que no es fácil volver a confiar en alguien.

—Si por eso, mientras tanto voy a tratarla como amigo y si algo llegara a pasar entre nosotros dos será porque ambos así lo queremos.

— Es lo más sensato que jamás te eh escuchando decir.

— ja, ja,ja que gracioso. Cállate idiota y mejor ya vámonos.

— Si, si ya mejor vamos.

Nos fuimos de la cafetería directo a nuestro cuarto, teníamos mucha tarea que entregar mañana.

A la mañana siguiente seguimos con nuestras clases, lo mismo de siempre ya saben, pero cuando vamos saliendo vemos a Victoria y a sus amigas golpeando a Clara.

#Sofí.— Si te vuelves a acercar al hombre de nuestra amiga te vamos a hacer picadillo.

#Aby.— Di que lo entiendes corazón!!.

#Victoria.— Chicas, chicas... Creo que esta tonta ya entiendo.

—¿Qué creen que están haciendo?.—Me acerqué corriendo hasta donde estaban y cargué a Clara en brazos.— Clara, Clara hablar por favor!!.— Ya me estaba alarmado Clara no reaccionaba.

— Cristián, Cristián ayúdame trae el auto.

— Si, enseguida. — Cristián corrió tan rápido como sus dos piernas se lo permitieron y en menos de diez minutos trajo el auto y nos fuimos directo al hospital más cercano que había.

En el auto camino al hospital. —Clara... Clara linda responde. Vamos Cristián acelera.

—Ya casi llegamos Eric no falta mucho, no puedo arriesgarme a que tegamos un accidente ahora.

— Bien…bien solo llega por favor.

Llegamos al hospital e ingresé a los gritos.— Un médico... Un médico por favor!!.

— Tráela y recuéstala por aquí. ¿Qué le sucedió?.

— La golpearon.

— Bien, vas a tener que esperar aquí.

— Sí, si solo ayúdenla.

Cristián entró y me encontró sentado en uno de los bancos del lugar.

— ¿Y qué paso?.

—Nada, solo la entraron por aquellas dos puertas y ya no supe nada más de ella.

— Va a estar bien, te lo aseguro!.

— Eso espero.

No me voy a mover de este lugar por nada del mundo, me iré de aquí junto con Clara.