Maximiliano y Estela estaban enfrente de todos esos invitados. Sonreían con felicidad al verse uno al otro.
Al rededor estallaba los aplausos de aquellos familiares, amigos y conocidos de ellos dos. Habían anunciado su compromiso por eso era el motivo de su alegría.
Ellos se conocieron cuando aún estudiaban la prepa, Max tenía 17 años en ese entonces y Estela 16. Desde entonces se enamoraron y ahora llevaban siete años de novios.
Maximiliano acababa de poner una discoteca junto a Ernesto, a la cual le pusieron "brothers". Estaba generando muy buenas ganancias desde que la pusieron. Ambos habían invertido dinero en esa discoteca, aunque Max era el socio mayoritario, ya que él había puesto el 70% de la inversión, en cambio Ernesto tenía pocos recursos así que solo pudo poner el 30% restante.
- eres la mujer más hermosa - habló él, al besarla.
Ernesto, es el mejor amigo de Maximiliano. Él y Maximiliano eran como hermanos, sus padres eran muy amigos y por esa razón ellos también se hicieron amigos desde pequeños.
- salud por esta hermosa pareja - habló con una sonrisa al acercarse a Max y a Estela.
Ambos sonrieron al escucharlo, Ernesto había sido cómplice de sus escapadas de clases, siempre los cubría para que los profesores no los regañaran.
- gracias, tu también deberías tomarte las cosas en serio y comprometerte con alguien - respondió Max entre burla.
Ernesto hizo una mueca con desaprobación.
- Prefiero divertirme con diferentes chicas, es maravilloso ser libre. Tienes la oportunidad de despertar junto a una chica diferente cada mañana - respondió al reírse.
Max se rió al igual que Estela, nunca podrían hacer que Ernesto cambiara.
- Si nos disculpas, tenemos que disfrutar de nuestro amor - habló nuevamente Max con una sonrisa.
Después agarró la mano de Estela y caminaron hacia el centro de la habitación para bailar.
Cuando la pequeña fiesta acabó, todos los invitados se despidieron, solo quedaron los padres de Max y Estela.
- bebé, yo me quedaré esta noche contigo. No quiero irme a casa - habló Estela mientras lo abrazaba.
- Por nosotros no hay problema, ella estará como en su casa - habló el padre de Max.
No era la primera vez que Maximiliano y Estela se quedaban a dormir juntos. En varias ocasiones se habían dormido en la misma cama, pero Max siempre la respetaba y solo la abrazaba, mientras ella se dormía en sus brazos.
Sus padres ya miraban normal que ella se quedara en casa de Max, incluso podía tardar una semana estando ahí y ellos no la regañaban. Ya que tanto para los padres de Max, como los padres de Estela, ya se consideraban familia.
- Entonces nosotros nos retiramos, ya es noche - respondió el padre de Estela.
- vayan con cuidado - habló el padre de Max.
Estela le dió un beso en el cuello a Max, después de que se quedarán solos en la sala.
Maximiliano le devolvió el beso en el cuello y la abrazó con fuerza. ¡Realmente la amaba!
Se fueron a la habitación de Max, Estela se dió un baño antes de ponerse la pijama para dormir. En el armario había ropa para ella, no necesitaba traer ropa de su casa. Ya que Max se había encargado de comprarle ropa para que ella se pudiera vestir cada vez que se quedaba en su casa.
Cuando salió del baño, se encontró con la mirada de Maximiliano. Obviamente él era un hombre y tenía necesidades, no podía evitar desearla con solo verla vestida así.
Las primeras veces que ella se quedaba en su casa, siempre usaba camisones largos para dormir, ya que no estaba acostumbrada a vestirse con poca ropa delante de Max.
Pero mientras más se acostumbra, más entraba en confianza. Ella usaba una blusa y un short de tela ligera para poder dormir cómodamente. Él siempre la respetaba pero tampoco podía negar que lo seducía verla con esa ropa. Incluso cuando ella usaba vestidos escotados a él lo excitaba, pero ocultaba sus deseos para no incomodarla.
Estela comenzó a secarse el cabello con la secadora, mientras él sólo podía comerla con la mirada. Para él era una tortura dormir junto a ella sin tocarla, no era fácil aguantar siete años de relación sin tener relaciones con ella ni una sola vez.
Sin poder soportarlo más, se metió al baño para quitarse esos deseos.
Estela se acostó en la cama mientras esperaba a que él saliera del baño. Ya llevaba media hora ahí adentro y no salía, ella comenzaba a quedarse dormida.
Cuando por fin pudo quitarse esos deseos, salió del baño y notó que ella ya estaba dormida. Se acostó a su lado y la abrazó como de costumbre. Tardó para que pudiera dormirse, ya que Estela se movía mucho y pasaba rosando su entrepierna.
Al día siguiente, cuando Estela se despertó vió que Max no estaba en la cama. Se levantó y se dirigió al baño para lavarse la cara y los dientes, después se vistió con una ropa más cómoda. Al abrir la puerta vió a Max que estaba por abrir la puerta.
- buenos días bebé - habló al abrazarlo.
Max sonrió y la abrazó fuerte.
- la abuela preparó un desayuno delicioso, vamos a comer - mencionó al darle un beso en la cabeza.
- vamos - respondió ella.
Bajaron a comer, los padres de Maximiliano ya estaban sentados en la mesa. Max le pidió a las sirvientas que le sirvieran su comida y el de Estela.
- Estela, estaba pensando en ir hoy a hablar con unos amigos que son expertos en decorar fiestas. Ya le avisé que iríamos hoy a verlo y platicar sobre los adornos y decoraciones de la boda - mencionó la madre de Maximiliano.
Estela sonrió antes de asentir con la cabeza.
Después de desayunar, Max se fue a la discoteca, iban a tener una reunión para mencionar algunas ideas para emplear más el negocio. Mientras que su mamá salió junto a Estela.
Cuando llegó a la discoteca, vió a Ernesto coqueteando con una de las muchachas que trabajaban ahí.
- Hermano, la junta ya está por empezar - habló Ernesto al verlo acercarse.
- Bien, prepárate para entrar a la reunión - respondió al caminar hacia un cuarto el cuál solía ser su despacho.
Ernesto ya no dijo nada, después de que Max entró a su despacho, él continuó platicando con una de las meseras que repartían las bebidas.
Faltaban 2 minutos para que la junta comenzara cuando todos comenzaron a entrar, a los pocos segundos, entró Maximiliano junto a Ernesto.
Dieron inicio a la reunión, comentaron estrategias para subir más las ganancias. La reunión duró aproximadamente media hora.
Todos comenzaron a irse, las juntas solo eran cada semana y solo trabajaban de 6 pm a 4 am. Max en ocasiones tomaba el turno de quedarse en la madrugada pero la mayoría de veces era Ernesto quién cubría ese turno. Ya que a él le fascinaba estar ahí y ligar con las chicas que llegaban a bailar.
Max llegaba a las 5:30 PM para encargarse de abrir la discoteca, y se iba a las 11 pm. Para ese entonces Ernesto ya llegaba y se quedaba hasta las 4 am para cerrar la discoteca. Aunque en la mayoría de veces, el encargado de la barra es quién cierra la discoteca ya que Ernesto se encierra con algunas chicas en el cuarto de su despacho y ya no sale hasta que la alarma suena cerca de las 10 o 11 de la mañana.
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chicas lamentablemente la novela se me eliminó, por eso tuve que volver a subir todos los capítulos desde el inicio. Cambié el nombre de la novela ya que Noveltoon no me permitía la repetición de la misma novela 😔
En el caso de Steisy, ella tenía una relación junto a Samuel, también tenían planes de casarse, pero para ellos no era tan fácil casarse.
Steisy aún estaba estudiando la universidad y trabajaba de niñera, Samuel también estaba estudiando la universidad y también trabajaba en un taller. Ambos pagaban sus estudios y ahorraban para poder casarse.
Llevaban tres años de noviazgo y esperaban casarse en este año. Steisy tenía 20 años al igual que Samuel. Sus padres decían que era demasiado pronto para casarse, pero ellos estaban tan enamorados que solo les importaba estar juntos.
Cómo sus padres sí aprobaban la relación pero no querían que se casaran muy pronto, por eso les negaron ayuda económicamente. De esa forma ellos decidieron ahorrar para poder casarse y comprar una casita sin la ayuda de ninguno de sus padres. Además que lo hacían a escondidas de sus padres.
No era tanto de que no se pudieran casar, ellos podían hacerlo por el civil pero sus sueño era comprar una casita pequeña dónde pudieran vivir después de casarse, por eso era que estaban ahorrando.
Planeaban casarse a escondidas de sus padres, ya que ellos se negaban a apoyarlos en esa idea.
Ambos se apoyaban a estudiar y en ocasiones se ayudaban a hacer la tarea para acabar más luego, en sus tiempos libres salían al parque para pasar un rato juntos. Cuando querían ir a ver una película lo hacían en casa de Steisy, ya que no podían ir al cine.
Ellos habían hecho una promesa de no gastar dinero al menos que fuera para la universidad, por eso no iban al cine ni a ningún lugar que les hiciera gastar dinero.
- Steisy, apúrate a comer. Tu padre te pasará dejando en la universidad antes de que se vaya al trabajo - habló su madre al servir los platos de comida.
Ella ya no dijo nada y continuó comiendo, cuando terminaron de desayunar. Steisy tuvo que esperar a que su padre terminara de hablar por celular para que pudieran irse.
[Buenos días]
Llegó el mensaje de Samuel, ella sacó su celular al escuchar el sonido del mensaje.
[Buenos días, ¿ya te fuiste a la universidad?]. Le mandó ella, junto con un emoji de corazón.
[ya voy en camino, ¿y tú?]. Le respondió él con un emoji de una carita sonriente.
Ella mando un último mensaje después de que vió que su papá terminó la llamada. [yo también ya voy en camino].
Jaló su mochila y siguió a su padre, que ya acababa de salir de la casa.
Su padre tenía un pequeño carro que compró aunque no era de un modelo tan caro.
Samuel también estudiaba en la misma universidad, pero diferente capacidad.
Por otro lado Max estaba organizando una cena romántica para Estela. Su casa tenía un patio trasero, con alberca.
Había colocado una mesa para dos, colocó luces de colores alrededor de la piscina para que alumbráran el agua. Le colocó a la mesa un Mantel blanco, dos copas y una botella de vino con hielo.
Eso fue lo que estuvo haciendo durante todo el día, hubiera sido más sencillo pedirle a los sirvientes que lo hicieran, pero él quiso hacerlo el mismo. Sólo le pidió a Ernesto que lo ayudara con colocar las luces alrededor de esa piscina.
También le pidió que lo cubriera en el trabajo, él llegaría al segundo turno que era de 11 a 4 de la madrugada. Después de ayudarlo Ernesto se fue y Max se quedó arreglando lo que faltaba.
¡Todo estaba listo para esa gran cena!
Había citado a Estela a las 7:30, y ya eran las 7:58. normalmente ella solía ser puntual. Decidió marcarle.
- hola bebé... - su voz se apagó al morderse el labio para evitar soltar un gemido.
- ¿estás bien? - preguntó al escucharla.
Estaba algo preocupado porque pensaba que tal vez le había pasado algo grave, por lo que se retrasó. Ya que ella siempre solían llegar a la hora exacta o incluso llegaba unos minutos antes. Pero al escuchar su tono de voz... ¡hizo que se preocupara más!
- ...Si estoy bien - mencionó al aclarar su voz.
Max sonrió al saber que ella estaba bien.
- ¿ya estás por llegar? - preguntó al ver la mesa con las copas.
Estela iba a hablar pero tuvo que cubrirse la boca para evitar soltar un gemido al sentir la lengua de Ernesto pasar por su entre pierna.
- ¿Estela?
Solo escuchaba silencio del otro lado de la llamada.
- si, ya voy en camino - respondió después de unos segundos.
Estaba haciendo lo posible por forzar su voz a sonar normal.
- entonces te espero, no tardes - volvió a decir con una sonrisa.
Estela se mordió el labio para evitar soltar gemidos, Ernesto la había sujetado con fuerza de las caderas mientras subía el ritmo de sus movimientos, con tal de que ella gritara de placer.
- te amo - volvió a decir él con una sonrisa.
Ernesto hizo movimientos más bruscos al escuchar lo que Max había dicho. Estela solo lo miró, sabía que se había enojado. Ella había puesto la llamada en altavoz, por eso Ernesto escuchó todo lo que había dicho Maximiliano.
- ...Yo también te amo - respondió después de unos segundos.
Al escucharla Ernesto le dió a propósito una nalgada con fuerza.
- .....
Estela se cubrió la boca para evitar gritar.
- te dejo Max, llegaré como en media hora - respondió antes de colgar.
Max iba a hablar pero la llamada ya había terminado. Se había percatado de que Estela estaba algo rara, no le prestó tanta importancia ya que dijo que tal vez estaba cansada debido a los preparativos de la boda.
Estela y Ernesto se miraban a escondidas de Max desde hace cuatro años. Siempre se miraban en el departamento de Ernesto o en algún hotel.
- Casi nos descubre - habló Estela al mirarlo.
- Recuerda que tú solo eres mía, no me gusta que le digas que lo amas enfrente de mi - respondió él al apartarse.
Jaló su ropa y comenzó a cambiarse, Estela se paró rápidamente y lo abrazó.
- no te enojes, recuerda que él ni siquiera me ha tocado. En cambio tú... eres quién me prende - susurró al besar su espalda.
Ernesto se dió la vuelta y la tomó de las piernas levantándola, haciendo que ella rodeará su cintura con sus piernas.
La comenzó a besar salvajemente, ella rodeo su cuello con sus brazos mientras seguía el ritmo de ese beso.
Max se sentó en la silla mientras encendía un cigarrillo, ya había pasado la media hora y ella aún no llegaba. Sus padres habían salido a cenar afuera para dejarlos solos.
Cuando Estela llegó, ya eran las 9:28 de la noche, al verla Max sonrió.
- Tuve un pequeño inconveniente pero ya estoy aquí - mencionó al abrazarlo cariñosamente.
Max la abrazó fuerte antes de besarla.
- auchs... - se quejó ella. A un costado de su labio estaba lastimado y un poco hinchado, debido a las mordidas que ella se daba.
- ¿que le pasó a tu labio? - preguntó al verlo.
- No quise decirte nada para no preocuparte, en la tarde cuando salí con mis padres... salimos a comer unos helados y mientras estábamos sentados una abeja me picó.
- Tuve que ir al hospital para bajar un poco la hinchazón, por eso tardé en llegar. No quería que me vieras con los labios hinchados - mencionó con voz triste.
Él sujetó sus mejillas mientras le daba un beso en la frente.
- me hubieras dicho, yo hubiera ido de inmediato. Recuerda que tu salud es lo más importante - mencionó con una sonrisa.
- te amo Max, eres el mejor - respondió Estela al abrazarlo.
Ella si amaba a Maximiliano, pero Ernesto le daba momentos de placer. Cosa que Max no hacía, ya que él no la tocaba porque la respetaba.
Se sentaron a cenar, Max confiaba plenamente en Estela, ¿cómo podría desconfiar de su futura esposa?. Ella siempre lo apoyaba cuando él lo necesitaba, cuando murió su abuelo ella estuvo ahí para consolarlo. Sin mencionar que llevaban siete años de noviazgo.
Su abuelo era como su segundo padre, ya que cuando era un niño se crió algunos años con sus abuelos paternos, sus padres habían salido de viaje y lo dejaron con sus abuelos desde que él tenía dos años. Por eso él lloró mucho cuando murió.
A pesar de que solo fue por dos año que se fueron, él se encariñó con sus abuelos y ya no quiso irse con sus padres. Decidieron dejarlo que se quedara ahí, ellos lo iban a visitar cada semana.
De echo la casa dónde está viviendo él y sus padres, fue herencia que su abuelo le dejó a él. Era una casa muy grande para él sólo, así que les pidió a sus padres que vivieran ahí al igual que su abuela.
Él vivía ahí pero tenía planeado comprar una casa propia dónde viviera él y Estela. Durante su trabajo, había podido reunir una cantidad de dinero para comprar una casa un poco más pequeña que esa; eso sería su regalo de bodas.
Después de cenar, Estela se metió a la alberca a nadar un rato. Max se sentó en la orilla de la alberca con los pies dentro del agua. Sonreía al ver a Estela divertirse nadando.
A los pocos minutos, entró una sirvienta con una caja mediana.
Al verla, Estela salió del agua con una cara sorprendida al ver esa caja de regalo.
- Max esto...
- es un regalo para ti, recuerdo que me dijiste que te gustaría tener una mascota - mencionó al sostener la caja en sus manos.
Estela se cubrió la boca con emoción al escucharlo, sin esperar más, se apresuró a abrir la caja.
- woooh, es hermoso - mencionó al mirar a ese cachorro dentro de la caja.
Era un pitbull cachorro de color gris, con su pechito y sus patitas color blancas, también tenía una línea blanca en medio de su cabeza hasta su trompa.
Al principio él quiso adoptar un perrito que encontró en la calle, pero sabía que Estela quería a un pitbull así que prefirió comprar un pitbull cachorro. El perrito que había encontrado en la calle, lo llevó a una veterinaria para que lo tratarán adecuadamente. Ahí fue dónde vió al pitbull cachorro.
- sabía que te gustaría - mencionó al ver lo feliz que estaba Estela.
- lo llamaré Dolphin, significa delfín - mencionó al abrazar fuerte al perrito.
- entonces se llamará Dolphin, mañana le mandaré a hacer su placa con su nombre - respondió él al darle un beso en la mejilla a Estela.
De pronto estela bajó la mirada con una expresión triste en su rostro.
- pero... mis padres no aceptarán que yo tenga a Dolphin en mi casa. Mi padre es alérgico a los perros, por eso nunca me dejó tener una mascota - dijo triste.
- eso no es problema, Dolphin se puede quedar aquí en la casa hasta que nos casemos. Cuando estemos casados podrás tener todas las mascotas que quieras - habló con una sonrisa.
Estela sonrió y lo abrazó fuerte al escucharlo, ¡por fin iba a poder tener una mascota!.
Esa noche ella se quedó a dormir junto a Max, le avisó a sus padres que no regresaría a casa. Por otro lado Max habló con Ernesto para que le hiciera el paro de cubrirlo en el otro turno también, Ernesto no tuvo problemas en aceptar ya que disfrutaba de estar con mujeres ahí.
A la mañana siguiente, Estela estuvo jugando un rato con Dolphin mientras esperaba a que la sirvientas sirviera la comida.
El timbre sonó, una de las criadas fue a abrir la puerta.
- amigo, quise pasar a saludarte antes de irme a casa - habló Ernesto al entrar.
- ¿Como estuvo el trabajo? - preguntó al verlo.
- estuvo bien, tu sabes que mientras haya chicas para divertirme y complacerme, no importa lo cansado que esté el trabajo. Además ayer en la noche disfrute de la compañía de una chica que me vuelve loco, podría jurar que es la única que sabe complacerme bien - mencionó con una sonrisa.
Estela bajó la mirada disimuladamente, sabía que Ernesto se refería a ella.
- me alegro que haya una chica que te complazca, ojalá pronto asientes cabeza y tomes a esa chica en serio - respondió Max entre burla.
Ernesto se rió al escucharlo, después giró su mirada hacia Estela antes de volver a hablar.
- tal vez. bueno, y dejando ese tema a un lado. ¿Y ese cachorro? - preguntó al referirse al perrito.
- Max me lo regaló ayer ¿verdad que es hermoso? - mencionó al besar la cabeza del perrito.
- los perros no me gustan así que para mí, no es hermoso - mencionó con una cara de desagrado.
Estela y Max se rieron al ver la reacción de Ernesto, sabían que a él no le gustaban los animales.
Después de ese día, transcurrieron dos meses. La boda estaba a la vuelta de la esquina.
Estela tenía que asistir a las 8 a la prueba del vestido. La alarma ya había sonado tres veces pero ella estaba tan agotada que no lo escuchó.
Comenzó a despertarse al sentir que besaban toda su espalda. Como ella estaba en brocada, solo podía sentir que unos labios recorrían toda su espalda.
- Ernesto... para... - mencionó con voz agitada.
- verte de esta forma hace que me prenda de nuevo - mencionó al bajarse el boxer e introducir nuevamente su miembro dentro de ella.
- mmmm - ella gimió al sentirlo.
Toda la noche lo habían hecho, por eso estaba agotada. Pero ahora lo volverían a hacer.
Él la volteó para obligarla a mirarlo de frente, esa cara de satisfacción en ella lo excitaba más. comenzó a hacer movimientos más bruscos con tal de que ella gritara de placer.
Después de terminar, Estela se dió un baño y se apresuró a alistarse. Ernesto había apagado su celular por lo que no miró las llamadas que Max le había hecho. Ya eran más de las nueve por lo que debía darse prisa en llegar.
- cariño se me hizo tarde, me quedé dormida y no me percaté de que mi celular quedó apagado. Ya voy saliendo para allá - mencionó al marcarle a Max.
- Estela... ¿dónde te quedaste a dormir?, le marqué al teléfono de tu casa y tu mamá me dijo que tú no habías llegado a dormir - respondió él del otro lado de la llamada.
Al escucharlo, Estela se paralizó por un momento.
- me quedé en casa de Estefanía, recuerda que ella es mi mejor amiga. Me platicó que había terminado con su novio y me tuve que quedar con ella para consolarla.
Realmente ella sabía cómo sacar algo de la manga. Si era verdad de que había ido a ver a Estefanía, pero después se fue con Ernesto porque él le marcó.
- entiendo, apresurate a venir, la cita era a las 8:00 y ya son más de las 9:30. Yo tengo trabajo que hacer, así que me tengo que marchar, ya me probé el traje y lo dejé encargado. Sólo te toca a ti probarte el vestido que te guste - mencionó al final.
- está bien, yo ya voy llegando - respondió ella mientras se subía al taxi.
Después de colgar Max se fue al bar a checar como iba todo. Él sabía que Estela estaba actuando raro pero no quería desconfiar de ella, ¡él no podía desconfiar de la mujer que amaba!.
Dos dias después, Estela fue a la casa de Max para comer con sus padres y como de costumbre, se quedó a dormir con él.
Ya estaban a sólo un día antes de la boda, todo ya estaba listo. La decoración en la iglesia, el salón que habían rentado para celebrar. La decoración del salón y los platillos que se servirían, ya se habían repartido las invitaciones a los amigos y conocidos de ambos novios.
tres días antes, habían ido a sacar sus certificados de boda. Prácticamente ya estaban legalmente casados, solo faltaba casarse por la iglesia.
- Max, ya somos marido y mujer de acuerdo a la ley. Quiero que hagamos el amor, sé que me deseas tanto como yo a ti - mencionó al abrazarlo.
Ella tenía razón, ellos ya estaban casados por el civil. Por lo que no era raro que tuvieran relaciones sexuales.
Max no podía seguir ocultando sus deseos, realmente la deseaba y había llegado el Momento en el que ella ya era su mujer.
Él dejó de resistirse y la comenzó a besar mientras la acostaba con cuidado sobre la cama.
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