Capítulo 1
Soy Lira
Ya han pasado 2 años desde que mis tíos me mandaron el extranjero, y hoy por fin voy a regresar a casa.
La verdad no sé cómo sentirme, me siento muy contenta y enojada a la vez. Por fin poder ver a mis amigos y aun que prácticamente me fui sin desearlo al final terminé aceptando para no verlo a él. Mientras seguía inmersa en mis pensamientos se escuchó la voz del piloto avisando que ya estábamos a punto de llegar a la ciudad del este, mi ciudad.
Bajando del avión me dirigí a la entrada, a esperar que mi tía viniese por mí, el vuelo llego a tiempo, a las 11pm, pero ya habían pasado 2 horas. Y ni rastro de ella o de nadie.
Me queda más que claro que mi tía se olvidó de mi… otra vez, desde que estoy a su cargo es lo mismo, no sé por qué no me sorprende, desde que mis padres fallecieron he sido una carga, ni siquiera me pueden ver a la cara. Así que me dispuse a ir a mi casa por suerte aun me acuerdo de cómo llegar y aún conservo las llaves. Tome un taxi el cual me llevo a la dirección que le indique.
Ya era bastante noche, así que era más que lógico que iban a estar dormidos pensando que mi tía estaba en mi casa, tomé las llaves y con mucho cuidado abrí la puerta.
Al entrar no tarde en dar un par de pasos cuando un sujeto se me abalanza haciendo que cayéramos al piso y gritándome – ¡quieto ladrón! – en eso pegue semejante grito.
Thumm…
Dándole una patada en el costado, me lo quite de encima por un momento, me aparte rápidamente, pero él me sujeto y arrinconándome, estaba a punto de lanzarme un puñetazo; pero en eso las luces se encendieron cuando gritaron - ¡alto, detente! - el detuvo su puño a unos centímetros de mi cara.
Thumm…
Estaba paralizada por miedo y no dejaba de temblar, mientras trataba de descifrar la escena que había delante de mí. El chico queme ataco era alto, de cabello castaño y ojos verdes, se notaba lo impresionado que estaba el ver que era una chica, apartándose de golpe de mí. El otro chico, era rubio y ojos dorados, parecía un príncipe, él se acercó para revisar que no estuviera herida.
Rafael - ¿te encuentras bien? ¿No te hizo daño?- me pregunto quién es esta chica de largo cabello negro y ojos azules
Lira –yo… -él se notaba preocupado, yo aún no sabía que estaba pasando esta era mi casa, pero ¿por qué están estos chicos aquí? Estoy confundida y mi miedo no me ayuda.
Rafael -hola mi nombre es Rafael, ¿me podrías decir que haces en nuestra casa? y ¿quién eres? - ella se notaba bastante consternada y confundida, se notaba el miedo que tenía, así que trate de sonar lo más sereno posible para que se tranquilizara
Lira - ¿su… casa…? no…, esta es mi… era mi casa hace… hace un par de años me fui, se supone que mi tía Ágata iba a recogerme en el aeropuerto, pero nunca llego - el me trasmitía bastante tranquilidad y ofreciéndome la mano me ayudo a ponerme de pie, al dar un paso por poco caigo, me había lastimado el tobillo en la con función, pero el chico castaño me sujeto y levantándome muy gentilmente me coloco en el sillón de la sala.
Rafael- la tía Ágata, ¿es tu tía? - esto nos tenía intrigados, aunque ella siempre nos presumía de una sobrina, hablaba de ella como si se tratase de una niña
Lira– ¿ustedes la conocen? – pregunte mientras el castaño me soltaba- esto… gracias- al darle las gracias el volteo la mirada apenado.
Ben- no tienes que agradecer nada, ehmm, por mi culpa estas lastimadas, lo siento -
Lira- no, supongo… que reaccionaste como debías –mientras Rafael traía el botiquín para vendarme el tobillo.
Rafael- la tía es quien nos renta esta casa, a Benjamín, a otro chico y a mí, pero nunca nos mencionó nada de que ibas a llegar o que tuviera una sobrina de tu edad.
Lira –la verdad no me sorprende… –en eso llega un perro rotguailer muy grande, moviendo la cola como un cachorrito se acercó a mí para que lo acariciara, los muchachos se notaron muy sorprendidos de la actitud del perro.
Ben- vaya, me sorprende que demonio actué así con ella –ella lo está acariciando como si nada y demonio parece un cachorrito a sus pies.
Lira - ¿demonio? tú no tienes cara de demonio, ¿quién abra sido la bestia que te abra puesto semejante nombre? - dije un poco molesta, pero sin dejar de acariciar la cabeza del perro; En eso escuche una voz bastante familiar…
Axel- él no le va hacer nada, porque la conoce muy bien ¿no es así demonio?
Thumm…
Demonio ladro como asintiendo, sumamente sorprendida gire la cabeza lentamente hacia la entrada, viendo a esa persona, a la única que no quería volver a ver, gracias, a el yo había aceptado irme en un principio y con los sentimientos a punto de desbordárseme y sin importarme mi tobillo camine hacia él y dándole una fuerte bofetada, la cual me había guardado tanto tiempo. El solo me miro un tanto sorprendido y con el cinismo que siempre lo caracterizaba.
Axel- ¿ni un hola después de tanto tiempo? querida Lira
Lira – hola querido Axel… - poniendo una sonrisa un tanto forzada y con sarcasmo no se ni como le conteste.
Ben – ¿se conocen? - me encontraba sorprendido, no solo de demonio si no que Axel le permitiera eso a una chica. En el tiempo que llevo de conocerlo jamás permitió que nadie lo abofeteara.
Thumm…
Lira– la… lamento… el haberlos molestado, pero será mejor que me retire- mi mano me hormigueaba por la cachetada y dando unos pasos atrás baje la mirada, estoy a punto de romper en llanto, quiero salir corriendo, no sé ni cómo puede reaccionar así, agarre mi mátela y me dispuse a irme. En eso Ben me detuvo levantándome y con voz muy firme.
Ben- ¡cómo crees que te vas a ir a esta hora, con el tobillo así y enzima sola! ¡Te puede pasar algo! - la he llevado nuevamente al sofá para atenderle el tobillo.
Rafael- él tiene razón, espera a que nos comuniquemos con la tía- mientras tomaba el teléfono le indicaba a Benjamín como hacer la curación, Axel se sentó sin quitarle la mirada de encima a la señorita, se notaba su disgusto hacia Benjamín.
Lira –lo… siento- yo no podía levantar la mirada, con su simple presencia me sentía tan herida, tan sofocada, tan pequeña. Ya me estaba crispando los nervios, y no solo a mi sino a Benjamín también ya que le estaba dedicando una mirada asesina, mientras me curaba el tobillo con sumo cuidado y sin levantar la mirada
Ben – ya está, no te preocupes- se le ve tan triste en este momento, me gustaría pode consolarla, pero tal vez la haga sentir más incómoda de lo que ya está, además el idiota de Axel no nos quita la mirada, siento que me quiere matarme en este momento.
Lira –gracias- en eso Rafael me paso el teléfono con mi tía en la línea- ¡¡tía!! ¿Cómo es posible que te olvidaras de mí? ¿y no me dijeras nada con respecto a la casa?
Rafael, Benjamín y Axel se sorprendieron mucho de esto de seguro están pensando, ¿de verdad se olvidó de ella?
Tía ágata- lo siento mucho cariño, pero se nos presentó algo y estamos fuera de la cuidad, me temo que por el momento te tendrás que quedar con los muchachos… -
Lira– ¿qué? ¡No, eso sí que no! - estaba sorprendida, como podía dejarme sola con desconocidos.
Tía ágata- no te preocupes ellos son muy amables no te van a tratar mal-
Thumm…
Lira– ¡no tía! ¡¡No me pienso quedar aquí!! ¡¡Prefiero irme con Víctor!!- estaba bastante enojada, pero en cuanto dije eso Axel me arrebato el teléfono.
Axel – hola tía, no se preocupe aquí la vamos a cuidar mientras usted no está- no voy a permitir que se aleje de nuevo.
Tía ágata – muchas gracias Axel, es algo terca, pero es muy amable, te la encargo mucho adiosito-
Lira – ¿qué? -Rafael, Benjamín y yo nos quedamos en sorprendidos, pero ¿qué demonios le pasa? estaba enojada, Axel viéndome.
Axel- ya quedo listo – con una sonrisa burlona – por hoy te vas a quedar en mi cuarto, junto a demonio para que no te preocupes-
Thumm…
Lira – ¡no! –sentí como se me formaba un nudo en la garganta, él tomaba mi maleta, mientras yo trataba de entender que es lo que estaba pasando, me voy a quedar aquí… junto él no lo voy a resistir, Axel me extendió la mano para que lo acompañase, pero lo he ignorado llevando mi mano a mi brazo para tratar de calmar mis nervios, él se ha molestado mucho. – vamos- me lo repitió más firmemente era casi como una orden, solo suspire -yo…. puedo ir sola y ¿por qué me tengo quedar en tu cuarto?
Axel- ¿qué prefieres quedarte con uno de ellos? –me encabrone solo con la idea de que estuviera cerca de otros, la he tomado de los hombros, haciendo que mirara a los muchachos- ¿Vamos dime a cuál prefieres? Vamos no seas tímida
Rafael – ¡he, Axel no te pases, no sé cómo es que se conocen, pero no le tienes que hablarle así! –ella parecía querer llorar y solo bajaba la mirada ante la presión de Axel, hace mucho que no me daban ganas de agarrar a golpes a alguien, hasta a Ben se le ven las ganas de golpearlo.
Lira –es… está bien – el ambiente se tornó más tenso con los chicos y yo estaba a nada de romper en llanto ¿cómo es posible que aún me duela así lo que me dijo…? sin levantar la vista y apretando los dientes, fui siguiendo a Axel a su habitación, al entrar sentí como sus brazos me rodearon con una ternura que hace tiempo no sentía y con voz muy suave me dijo.
Axel- ¿¿¿por qué te fuiste así???
Lira – ¿he? - ¿cómo…? - ¿¡Cómo era posible que me preguntara eso!? Me aparté bruscamente y con la voz quebrada – com… cu… cuando yo todavía no me iba y tú ya me habías remplazado con Débora –yo me quebré y empecé a reclamarle llorando, se notaba que no esperaba ese reclamo.
Axel- ¿qué? Lira no… esto… deja… -ella me tapo la boca con sus manos temblorosas y ha roto en llanto, en ese momento lo supe, ella me vio, nos vio ese día.
Lira-no hay nada que explica, lo vi todo… me avente toda la escena, estaba pasmada, tu… le correspondiste… ¡si no hubiese sido por Luis yo me hubiera quedado hay toda la vida- mi vos salía con mucha fuerza y sin control, todo lo que me estaba ahogando hasta ese momento salió…
Él lo sabía, pero ¿por qué no me dijo nada? Yo tome sus manos temblorosas que aun cubrían mi boca y suavemente rose mis labios en sus palmas, su mirada llena de dolor me partió el alma y solo pude susurrar –lo siento- le solté las manos y baje la mirada, ella me empujó hacia afuera del cuarto, cerrando la puerta de un fuerte golpe, estaba muy sorprendido y ella se le veía muy abatida sí que soy un completo idiota.
Lira -¿por me duele aun? -me recosté para tratar de tranquilizarme, pero el llanto no paraba, sentía su presencia por todos lados, me hacían volver al principio de la secundaria, el siempre ha sido un chico de mal carácter, rebelde y de poca paciencia, pero su gran pasión es su música, la dedicación que le da es inspiradora, el aun vestía con chaquetas y pantalones desgastado adornados con sus cadenas y estoperoles y todavía resalta en él su cabellera roja sujeta con una media cola mal hecha y esos ojos negros tan profundos, supongo que eso fue lo que me atrajo de él, su pasión, seguimos siendo dos polos opuestos en todo el sentido de la palabra, cuando nos conocimos, él era tan irresponsable que no prestaba atención en clases y a consecuencia de eso si no se reponía perdería el permiso para seguir con su banda por ello me pidió ser su tutora ya que yo era la mejor de la clase. Y parece que aun ama la música y sigue con su banda, su cuarto está lleno de poster y aún conserva la cadena que le di… –trata de calmarte, piensa en otra cosa- empecé a recordar lo que había pasado con los chicos… los chicos… estaban en bo… bóxer, o por dios y Ben me abrazo, recordando el calor de su cuerpo y lo gentil que fue me levante de golpe –que vergüenza- mire a demonio que no se apartaba de mi- ¿así que tú eres ese cachorrito? me alegro de que estés bien –ya eran las 6:00am no pude dormir nada mi cabeza me daba vueltas, así que baje a la cocina para prepararme un té y poder tranquilizarme, estaba tan sumergida en mi mente que no sentí su presencia.
Ben – ¿disculpa? –le he tocado suavemente el hombro se veía muy perdida en sus pensamientos – ¿estás bien? ¿No puedes dormir?
Lira – eh, lo siento - al verlo parado a un lado mío, vestido solo con su pantalón y un poco sudoroso di un salto para atrás - que torpe soy te desperté –él se sentó y con una sonrisa muy dulce.
Ben – no para nada, de hecho, vengo de correr, pero me sorprendió el verte tan temprano levantada ¿pasaste mala noche verdad?
Lira – ¿gustas te? - le pregunte tratando de cambiar el tema, así que tanto se me notaba que no había podido dormir, me he girado de seguro que traigo una cara horrible.
Ben – si, por favor- ella trataba de tomar una taza, pero estaba un poco alto, me hubiese gustado verla hacerlo hace rato.
Lira- ¿cómo te gusta? -sentí como se colocó detrás mío y alcanzándome la taza.
Ben - con miel- ella estaba muy sonrojada y a mí me empezaba arder la cara, así que retrocedí un par de pasos. -no, nos hemos presentado adecuadamente mi nombre es Benjamín, pero tú me pude decir Ben-
Lira – yo me llamo Lira es un gusto… Ben- el sonrió de una forma muy agradable, parecía contento
Ben – ¿cómo sigue tu tobillo?
Lira –bien y ¿tu del golpe que te di? - apuntando a su costado el cual estaba un poco amoratado.
Ben – a esto, no es nada –le he sonreído y orgulloso- eres la primera que me ha podido dar un golpe así, debo admitir que tienes mucha fuerza, nomás un consejo nunca dudes a la hora de defenderte.
Lira –ok –parecía muy contento por recibir ese golpe- aunque para serte franca no sé cómo lo hice, yo no sé pelear –dedicándole una sonrisa, nos sentamos a conversar mientras tomábamos él te, él me contó que había estudiado en una escuela militarizada, pero que quería terminar sus estudios aquí antes de seguir su carrera militar, él es muy amable y dulce, debe ser una persona muy buena, me cuesta creer que sea un militar y me pregunto cómo termino conviviendo con alguien como Axel, hubiésemos seguido platicando, pero el gruñir de nuestros estómagos nos interrumpió. – ¿quieres desayunar algo? ¿Yo puedo preparar algo si gustas?
Ben – sí, me encantaría – me he levantado – deja me doy una ducha mientras-
Lira – está bien –estaba muy concentrada, preparando el desayuno cuando sentí que alguien bajaba las escaleras, me di vuelta y poniendo los platos en la mesa saludé a Rafael – buenos días, eh preparado el desayuno, toma asiento.
Rafael - ¿todo esto la has preparado tú? –le sonreía y he quedado bastante impresionado, hace rato que alguien no cocina para nosotros.
Lira – ¿espero que les guste?
Ben –pero que buena pinta tiene, ¿no es así Rafael? - ya nos disponíamos a desayunar, Rafael dio el primer bocado
Rafael – esta delicioso, no recuerdo la última vez que probamos algo tan rico- la he mirado fijamente – eres una excelente cocinera, te felicito- se ha sonrojado parece una novia enamorada que divertida, he dado un vistazo y dirigiéndome con Ben. – ¿oye y Axel donde se metió?
Ben –se retiró después de que dejo a Lira en su alcoba, lo más probable es que se haya ido con Luis o alguna de sus chicas, la verdad es que no me importa –con las ganas que tengo de partirle la cara a ese idiota y en eso Axel va entrando por la puerta, se le veía agotado.
Rafael –hablando del diablo – lo dije en voz baja, sacando una mueca divertida de Ben- ¿no quieres desayunar? Lira nos lo ha preparado –Axel la a mirando de reojo y siguió su camino hasta su cuarto. Ella bajo la mirada, se veía tan incómoda.
Lira –lo siento chicos, si me disculpan -se me quito el apetito… ocupo salir de la casa, pero me tengo que cambiar, y la maleta está en el cuarto de Axel, no lo quería ver, pero no puedo salir así. Estaba afuera del cuarto indecisa si tocar o no, no sé cuánto rato me quede ahí… esperando algo; cuando Rafael toma mi mano y sonriendo tan amablemente.
Rafael –no te fuerces, si no lo quieres ver, yo tomare tus cosas y te puedes quedar en mi cuarto si así lo deseas –me he colocado a lado de ella y a asentido con la cabeza, actuó muy desinteresada a mi propuesta, pese que se iba a poner nerviosa o algo, pero al parecer le es más difícil tratar con Axel que con un chico que acaba de conocer– está bien esa es mi habitación, en un momento traigo tu maleta.
Lira – gracias- me a señalando la que era mi habitación anteriormente.
Rafael –está bien –he entrado al cuarto de Axel, sin tocar la puerta–así que, ¿en dónde te la pasaste? -mientras tomaba la maleta de Lira mire a Axel recostado se veía patético, además de apestar a alcohol, ni cuando Débora lo dejo se había puesto así de mal.
Axel – eso no es asunto tuyo, ¿adónde llevas sus cosas?
Rafael – a mi cuarto, no sé qué paso entre ustedes, pero por lo que escuchamos anoche y lo que vi hoy no es conveniente para ustedes que estén tan cercas -Axel se levantó con dificultad y con la mirada clavada en mí en forma de advertencia.
Axel – no intentes nada con ella, ¿entiendes?
Rafael- bueno eso va hacer problema de nosotros en todo caso- le dije un tanto burlón mientras me retiraba. Me dirigí a mi cuarto y al entrar vi a Lira recostada en mi cama dormida y con la guardia baja para estar en el cuarto de un extraño, se notaba que no había dormido nada, -que chica tan confiada ja –así que la tape con sumo cuidado y salí del cuarto en silencio.
Ben – ¿y Lira?
Rafael – se quedó dormida, hay que dejarla descansar.
Ben – ¿y Axel?
Rafael –él es todo un caso – he soltado unas leves carcajadas- pero también se ha quedado dormido. Te simpatizo Lira ¿no es así?
Ben –es una chica muy agradable además yo no fui el único al que le simpatizo, no… más bien se te hizo interesante lo que ella pudo provocar o ¿me equivoco? - Rafael solo desvió la mirada y se le dibujo una sonrisa con malicia en el rostro, algo pretende, es más que obvio, a pesar de lo que aparenta es alguien que le gusta divertirse con el caos.
Cuando abrí los ojos por la ventana se veía que ya había anochecido parece que dormí todo el día, me levante y note la frazada que me cubría, ¿habrá sido Rafael?, observe con atención el que era mi cuarto, estaba muy bien ordenado para ser el cuarto de un estudiante, además de todos los libros que tenía en su mayoría eran novelas policiacas, daba un aire de madures el cómo estaba arreglado, nada que ver con el cuarto de una adolecente de 17 años, vi mi maleta a un lado de la cómoda así que me cambie y baje a la cocina donde se encontraba Rafael.
Nuevas relaciones
Rafael –ya despertaste bella durmiente- le he sonreído, pero he terminado riendo al ver como se le subieron los colores, parece que su forma de ser es como la Benjamín, va a ser divertido tenerla cercas.
Lira –si… ya gracias- se me subieron los colores al oírlo decir eso- y ¿dónde está Ben y…? –no puedo pronunciar su nombre sin que se me haga un nudo en la garganta, ¿porque aún me duele tanto?, pensé que ya lo había superado.
Rafael –Benjamín en un rato regresa -he tomado su cara con mucha suavidad y levantándola, he visto cómo se ponía roja otra vez que divertida- tienes la cara hinchada por tanto dormir- ella se apresuró a esconder su cara de mi con sus manos, lo cual me hizo reír nuevamente- y por él no te preocupes hace rato se fue y no va a volver pronto. -En eso ha entrado Benjamín con unas bolsas en la mano, vaya que es muy inoportuno, quería seguir divirtiéndome con ella.
Ben –hola ya despertaste, de seguro has de tener hambre, mira te he comprado algo -la he tomado por los hombros apartándola de Rafael la dirigí a la mesa, y empecé a sacar las cosas que compré- no se bien que es lo que te gusta así que traje esto.
Lira – yo… -me quede sorprendida había traído mucha comida como para un regimiento.
Rafael – ¿no crees que exageraste con la comida? es demasiada, además que tal si nada de esto le gusta o es vegetariana o vegana- Benjamín puso esa cara de cachorro, si me voy a divertir con estos dos, el hacerlos desatinar es muy entretenido.
Ben– ¿tú crees? – me sentí apenado, él tenía razón exageré- tal vez tengas razón, que mal.
Lira -no… esto… está bien, no soy quisquillosa con la comida, además está bien si es para nosotros así podemos comer juntos ya que no lo hicimos en la mañana.
Rafael- está bien- a Benjamín se le ilumino la cara cuando Lira le dijo eso.
Mientras cenábamos nos pusimos a platicar de todo un poco, supe que a Ben le gustan las galletas de chocolate, aunque a mí no me gusta lo dulce y a Rafael quiere ser un detective, además de que ambos se conocieron hace más de un año; se nos fue el tiempo volando, cuando menos acordamos ya pasaba de media noche, así que nos dispusimos a dormir –Rafael, disculpa yo ¿dónde puedo quedarme? mientras encuentro un lugar.
Rafael- te puedes quedar en mi alcoba todo el tiempo que gustes yo dormiré en la sala-
Lira- ¿enserio? no quiero causar molestias-
Rafael- no te preocupes.
A la mañana siguiente me levanté debido a unos gritos que venían del pasillo, cuando salí a ver qué era lo que estaba pasando me encontré con Ben y Axel discutiendo.
Axel – ¡¿qué te crees idiota para despertarme tan temprano?!
Ken – ¿qué? ¡No es mi culpa que te hayas quedado tumbado enfrente de mi puerta!
Axel – ¡eso no es asunto tuyo, yo me puedo acostar donde yo quiera! –lo he tomado de la camiseta y lo he empujado a la pared.
Ken – ¡entonces no te estés quejando, imbécil! - lo he detenido en seco, si creo que me voy a dejar está muy equivocado, y en sima su estúpido perro no deja de ladrar.
Lira –chicos… -entres los ladridos de demonio y los gritos de ellos, ya se iban a agarrar a golpes di un paso para intervenir, pero en eso Rafael me detuvo por los hombros.
Rafael –tranquila siempre es lo mismo ya te acostumbraras. -Ella me boleto a ver con los ojos cristalinos y la mirada angustiada, con un brillo bastante peculiar… a pesar que me gusto esa expresión no iba a permitir que la pusiera por esos idiotas- pero ¿quieres que se detengan no es así?
Lira –… si… –he tardado en contestar, a mí no me gustan las peleas.
Rafael- bueno, cierra los ojos –ella me ha hecho caso a pesar que le ha sorprendido mi petición, es como una conejita tierna–caballeros por favor compórtense –les dije muy calmadamente mientras los amenazaba con la vista, ellos me hicieron caso ya que me conocían de tiempo atrás, Axel me miro y luego a Lira.
Axel –como sea –he soltado al imbécil de Ben, mientras el maldito de Rafael nos sigue amenazando con la mirada, así que estás dispuesto a usarla de pretexto, está loco.
Ben –está bien –alce las manos en señal de que no seguirá con el pleito- será mejor que me arregle ya perdí mucho tiempo por culpa de este- y no quiero tratar con Rafael cuando se pone así.
Lira – esto, ya puedo abrir los ojos –que sorpresa los ha calmado con unas palabras, lo deben de respetar mucho, es una persona muy admirable y madura no como Axel.
Rafael – si claro, vamos a arreglarnos que llegaremos tarde a clases.
Lira -… -en eso Axel se me acerco, y tomando con delicadeza mi cabello
Axel – te veo en la escuela.
Lira – ¿mmm? ¿Qué? ¿Cómo que en la escuela? –Axel miro a Rafael de reojo y luego se retiró a su cuarto, yo también lo voltea a ver - ¿Rafael?
Rafael- lo siento –Axel me ha dejado el lio encima- me acaban de informar que tu tía te registro ayer pare que curses la universidad con nosotros y al parecer Axel fue quien le ayudo.
Lira – ¿pero?
Rafael –no te preocupes como delegado principal yo te voy a ayudar en lo que necesites.
Lira –yo… no… - ¿pero por qué toman decisiones así sin consultarme? en eso Axel pasa por un costado y acercándose a mi oído me dijo.
Thumm….
Axel –no creas que te vas a escapar de mi tan fácil mente –eso la hizo enojar, he apresurado el paso para salir de la casa, ella corrió, tomo un cojín de la sala y lanzándomelo.
Lira – ¡serás idiota! –él lo esquivo y con una sonrisa.
Axel –te ves muy hermosa cuando te enojas, no te había visto así –me he retirado lo más rápido posible.
Lira – te voy a... – levante mi mano en forma de amenaza.
Thumm….
Ella se ha detenido en seco, –no creo que debas caer en sus provocaciones –ella no es del todo lo que yo pensaba, creo que me acaba de interesar más.
Lira –sí, tienes razón –estaba completamente apenada, que va a pensar de mi Rafael –lo… lo siento.
Rafael –no te preocupes, solo te está provocando para que caigas en su juego –en serio que ella es muy interesante, no pensé que tuviera ese carácter escondido.
Lira -tienes razón - Rafael es tan centrado y maduro, que me siento tan tonta actuando así, como una niña, pero no lo he podido evitar. Nos hemos arreglado y salimos rumbo a la escuela junto con Ben, la ciudad ha cambiado demasiado, pero los lugares que puedo reconocer me traen muchos recuerdos; al llegar a la escuela Rafael se adelantó.
Rafael –si me disculpan tengo cosas que hacer antes de que las clases comiencen –tomado su mano con delicadeza y dándole un beso muy suave –Lira, si gustas ve a recorrer la escuela debido a que eres nueva no va haber ningún problema –se le han subido los colores que divertida conejita.
Lira –esta... bien… -me he puesto muy nerviosa, tenía ganas de gritar como una loca, como si estuviese enfrente mío un príncipe.
Ben –no hace falta que vaya sola –tome a Lira de la mano y alejándola de Rafael –yo te puedo enseñar la escuela, si gustas –ni loco voy a dejar que Rafael se la acerque, no le pienso dar oportunidad, ese tipo está mal de la cabeza.
Lira –no… no hace falta –me aleje un poco de ambos, me sentía muy nerviosa como para estar cerca de ellos –yo quiero ir sola.
Ben –está bien, si así lo quieres -me sentía un poco decepcionado, pero me adelante sin quitarle los ojos d encima a Rafael, hasta que él se alejó de ella.
Ben se fue primero, pero no dejaba de vigilar a Rafael, se me hizo algo tierno lo cual me causo algo de gracia, enseguida se fue Rafael el cual se percató de la actitud de Ben, al quedarme sola fui recorriendo la escuela, hasta llegar a lo que parecía un vivero en la parte de atrás, era tan bonito y estaba muy bien cuido, hasta que mi vista dio con la espalda de un joven, el cual se me era muy familiar junto con su melena blanca.
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