NovelToon NovelToon

Domando A Mi Luna. [Los Petrov II]

Aviso.

¡Hola! ¿Cómo están?

Aquí su escritora Jack.

La historia la quité de NovelToon por un tiempo en lo que está en proceso de edición.

Estaré subiendo capítulos en tanto este mejorando, añadiendo y cambiando algunas cosillas. Ojo, también cambie el nombre de la historia.

Espero y porfavor respeten mi desición.

Esta historia es dedicada para todos ustedes. Si no la has leído te invito a leerla. Dale una oportunidad.

Este es el orden de los libros de la saga 👇

Saga los Petrov;

•Mi Pequeña Mate. [1]

•Domando A Mi Luna. [2]

Porfavor no vayan a hacer spoiler las personas que ya hayan leído el libro antes, créanme que no es algo bonito. Digan no al spoiler.

Y si la historia no te llega a gustar simplemente deja de leerla y evitemos malos comentarios.

Besos hermosuras 🥰😘.

Instagram; Jack_crds.

🌹

1. Misma rutina.

Pov Khalid.

¡Bip! ¡Bip! ¡Bip! ¡Bip!

Estiro mi mano para apagar la molesta alarma.

Otra vez, las 6:00am. Me incorporé de la cama con dolor de cabeza y salí de las cómodas sábanas de mi cama con destino al baño. Al llegar allí hice mis necesidades y limpié mi rostro y dientes.

Aún sentía mi cabeza adormilada y mi cuerpo vulnerable con ciertos dolores. Lo normal. Ya es costumbre que mi cuerpo duela siempre que despierto. No sé si sea porque no duermo bien o por el cansancio de todo lo que hago.

Si, ser princesa de los demonios no es cosa fácil...

Regrese a mi habitación para proceder a vestirme con el uniforme de la preparatoria. Una vez acabado arreglo mi cama. Después voy hasta el tocador donde procedo a hacer que no me vea como un monstruo. Bueno hago el intento, tampoco es como si fuera una belleza exótica.

Cuando termino de hacer todo lo que debo de hacer en mi habitación bajo a la cocina con la mochila en el hombro. Recorro largos pasillos hasta llegar a una escalera, bajarla, e ir a la cocina donde el olor a desayuno recién hecho me llama a gritos. Antes de entrar dejo la mochila en la sofar de la sala.

—Buenos días—salude yendo directo por un vaso de agua. Lo necesito.

Mi madre se acerca a darme un beso en la mejilla. Retiro de inmediato él basó de agua de mi boca, y aun así con mis labios remojados le doy un beso en la mejilla. Hace una mueca por el agua en su cara y la limpia con la manga de la bata de su pijama.

Deje él basó y fui donde estaba mi padre esperando su desayuno. Ya tenía su mejilla inflada con su propio aire señal de que quería un beso de buenos días. Con una sonrisa dejé un beso plantado.

—¿Cómo amaneció mi reina?

—Bien. ¿Usted apa?— tomé lugar en la mesa.

Segundos después mi madre hizo lo mismos y mi hermano entro a la cocina, tomando sitio a mi lado.

—Ash...—jadeo disgustado mi hermano viéndome.

—Ya se arruinó todo—dije de igual manera disgustada observándolo de reojo.

—No. Todo se arruinó cuando naciste.

–Perdón. Arruinarlo yo. Con esta hermosa presencia aquí. Tú eras quien siempre lo arruinaba porque todo el tiempo llorabas de niño —contraataque.

—Pero a mí si me quieren.

—Te quieren porque das lástima con esa cara.

—Por lo menos a mí no me adoptaron.

—Tuvieron que recurrir a mi adopción porque preferían a una niña adoptada que a un llorón como tú. Han de haber pensado que si tenían otro bebé saldría igualito que tu.

—¡Ya!—grito papá con el entrecejo fruncido cansado de todas nuestras peleas.

Mi hermano y yo nos miramos a muerte y le saqué la lengua a la vez que trataba de contener mi risa. Ya era normal que en todas las comidas o en todos lados peleemos. Negué sonriendo a la vez que contenía mi risa.

Comimos en silencio y al acabar me levanté pata llevar mi plato y basó sucio al lavatrastes. Me despedí de mi familia de igual forma que al saludarlos, con la diferencia de que no me despido de mi hermano, digamos que tenemos una forma peculiar de despedirnos.

Camine hasta la puerta que justamente estaba al lado de mi hermano y sin darle tiempo a reaccionar le di un zape saliendo de allí.

—¡Ah!—por el rabillo de mi ojo vi como se fue hacia delante pegándose con la cuchara que se dirigían a su boca.

—¡Khalid!—antes de subir escaleras escuche mi nombre en forma de regaño por parte de mi padre.

Una sonrisa pinto mis labios.

Corrí hasta mi habitación para lavarme los dientes y regresar rápido a la sala donde tome mi mochila y salí de la casa.

En el momento que abrí la puerta ya estaba mi asistente y mis guardaespaldas esperando por mí al lado de los vehículos que me llevarán a la preparatoria.

—Buenos días princesa—se acercó mi asistente con su típica tablet y lápiz táctil en mano.

—Buenos días Josh. ¿El día de hoy que tenemos que hacer?—sin pararme continúe mi camino hasta llegar donde estaba los guardaespaldas y entrar a los vehículos. Los salude y las camionetas se encendieron.

—Hoy tenemos que ir al orfanato Caritas Sonrientes y demás a llevar los juguetes del día de niño. Supervisar que todos los orfanatos estén en orden—respondía a la vez que con el lápiz táctil deslizaba la pantalla revisando el intinerario.

—Bien.

Solo basto escuchar eso para estresarme nuevamente. Cerré los ojos con frustración y sueño.

¡Diablos! ¡No me tome mis pastillas! ¡Mamá va a matarme! Ay ya no importa después me las tomo, total, son tres veces al día.

Los vehículos alentaron su paso señal de que llegamos a la preparatoria.

—Gracias. Nos vemos luego—dije antes de bajar tomando mi mochila.

Escuche los deseos de que me vaya bien y después camine hasta la puerta de la cárcel, digo preparatoria.

Pase de largo. Sonriendo y saludando a las personas que me hablaban. No tengo amigos cercanos aquí. Al ser la princesa de los demonios las personas que se llegan a acercar solo es por interés o apariencia, así que solo continuo mi camino, refugiándome en los libros, con grandes escritores.

Al principio el hecho de no tener amigos me afectaba de sobremanera, ya que cuando quería platicar o salir por la calle en compañía de alguien me hacía falta. Con el paso del tiempo me fui acostumbrando a la soledad. Pero no significa que sea una rarita, soy social, claro, pueden verme platicar con las personas y hasta reír, pero nadie me da esa confianza de contar mis secretos o sucesos personales. Soy sociable gracias al hecho de que voy a muchos eventos sociales por mi familia.

Llegue a mi aula de clases y tome lugar en el pupitre.

Las clases comenzaron. Los maestros estaban atentos a cada movimiento que hacía, típico. Siempre tengo que cuidar lo que haga, porque si hago algo mal los chismes se esparcen como virus, y no, señoritas señoritos, no puedo hacer nada mal que pueda perjudicar a mi familia o ami. Siempre debo de cuidar la imagen. Que fastidio. No puedo ser como soy por el simple hecho de ser una princesa.

Que comience la misma rutina de siempre...

...•♤•♤•♤•...

Terminaron las clases y ahora regreso a casa para cambiar de ropa e ir a los orfanatos del reino. Llevar el nombre de princesa no es sólo quedarse encerrada en el castillo y esperar a que llegue tu príncipe azul y se casen, no, claro que no. Ser una princesa implica responsabilidades y arduo trabajo bajo presión.

Al llegar a la habitación ya me esperaba dos chicas de servicio con diferentes tipos de vestuarios, maquillajes, accesorios, zapatos...

—Saludos princesa—ambas hicieron una reverencia.

Odio eso.

—No hagan reverencia. Porfavor acabemos con esto rápido. Iré a los orfanatos a entregar juguetes.

Con un asentimiento de cabeza procedieron a ver cuál de los atuendos estaba de acorde a la ocasión. Atuendo tras atuendo pasaban y ninguno era de su agrado, hasta que por fin escogieron uno.

Agarre el vestuario y fui al baño para colocármelo.

La ropa era muy hermosa. Me encantó lo que escogieron.

Es un vestido negro con escote cuadrado y debajo una camisa blanca de mangas cortas, zapatillas picudas negras de tacón delgado, y por último coloqué los accesorios minimalistas plateados. Las chicas me extendieron un bolso cuadrado de piel negro con correa plateada, y por último un abrigo negro por si hace frío más tarde.

El maquillaje contaba en una ligera capa de base, pestañas con rimel, y labios rojo claro con un gloss transparente para que resalten.

Una vez que rocíe perfume de olor a vainilla salí de allí despidiendo y agradeciendo a las chicas por su ayuda. Al llegar otra vez a la puerta de entrada nos montando en los vehículos rumbo a los orfanatos.

Orfanato tras orfanato, repetía las mismas palabras y acciones que hice con el primer orfanato. Si de algo pude gozar es de ver la carita de alegría y el entusiasmo de los pequeños niños con sus juguetes y rebanadas de pastel. Mientras repartían los juguetes y el pastel yo me aseguraba de que todo estuviera en orden y no hubiera nada fuera de lo normal.

Tal vez se preguntarán ¿qué esto no lo tienen que hacer tus padres o hermano? Si y no. Franco, mi hermano se encarga de hacer otro tipo de cosas como lo es el reino y la seguridad, encargándose de los tratados de paz, alianzas y entrenamientos de cada guardia y recluta nuevo. Mi padre se encarga de los negocios de la empresa de exportación e importación dentro y fuera del país mientras Franco aún no es rey. Y por último mi madre es la encargada de los eventos sociales por parte de la empresa, las revistas, fiestas, acompañar a papá en reuniones... Y yo me encargo de los eventos del reino y demás sucesos, soy como una supervisora a mis cortos 17 años.

Termine. Todo estaba en orden. Los regalos y el pastel se repartió por los orfanatos. Las visitas fueron un éxito. El pueblo estaba en orden.

Regrese a casa con el cansancio a mil, ¡y ahora son las 21:07pm! Como pasa el tiempo.

Hasta ahora recuerdo que no he comido nada desde el almuerzo de la preparatoria. Con un suspiro cansado fui hasta la cocina donde escuche el sonido de objetos moviéndose, no creo que sea mi mamá, en este momento debe de estar en la ciudad humana, tampoco Franco y mucho menos papá, así que solo puede ser una persona.

—¿Genara?—abrí insegura la puerta de la cocina asomando mi cabeza con cautela.

Una silueta de espaldas de una mujer estaba en la cocina.

–¿Necesitas algo Khalid?—esa dulce anciana es una de las pocas personas que me llaman por mi nombre.

—¿Cómo estás?

—Bien, gracias a Lucifer.

—Gena ¿podrías hacerme la cena? No he probado bocado desde la escuela y vengo muriéndome—pedí suplicante haciendo ojitos.

—Está bien Khalid en unos momentos te llevo la cena—acepto con una risa.

—¡Gracias!—salte a sus brazos feliz depositando un beso en su mejilla para luego salir de allí y dejarla que hiciera su trabajo.

Arrastrando los pies subí las escaleras y atravesé los largos pasillos del palacio hasta llegar a mí "humilde" habitación de vuelta, que de "humilde" no tenía nada gracias a mamá. Noten el sarcasmo. Se esmeró tanto en decorarla, no únicamente esta sino todo el castillo.

Literalmente aterricé en la cama soltando un jadeo de cansancio. Con los mismos talones de mis pies retiré mis tacones sin fuerzas.

Fue un largo tiempo que estaba acostada en la cama pero que yo lo sentí como un par de minutos.

La perilla de mi puerta giro abriendo la puerta y dejando ver a Genara con una charola de comida, bebida, basó de agua y unas pequeñas bolitas que se me olvidaron ingerir.

—Tu madre te regañará si se da cuenta de que no has tomado tu medicamento—recordó.

—Lose, ¿pero qué puedo hacer si se me olvida? Todo el día tengo algo que hacer y es difícil recordar esa pequeña acción—me excuse.

—Solo haz el intento de recordar cariño para que puedas mejorar pronto—depositó un beso en mi frente y me entrego la charola—buen provecho y duerme bien.

—Gracias. Igualmente.

Una vez que salió devoré por completo la charola y no me refiero a que comí con velocidad, sino que comí toda la comida. Para comer yo soy todo un dilema, con solo decirles que puedo hasta tardar una hora en comer únicamente un plato de comida.

Al terminar de comer ingerí mis pastillas con la ayuda del baso de agua.

Deje la charola en una mesa de vidrio que estaba en el medio de la habitación. Enjuague mi cara, cepille mis dientes hice mis necesito y una vez vestida con mi pijama procedía des tender mi cama para dormir.

Por última vez revisé la hora en el celular y ya son las 22:37pm.

Un día menos de tanto estrés.

Dormir por lo menos hace que olvide la vida tan estresante y cansada que llevo.

◆•○•◆

¡Hola!

¿Qué les ha parecido?

¿Se esperaban que el capítulo fuera igual al otro o lo esperaban modificado?

Habrá muchas cosas que serán cambiadas, pero también tendrán parte de la otra versión y un par de cosillas que no cambiaran.

Espero sus votos, comentarios, regalos, me gustan, puntuación, ¡compartan esta historia y siganme en instagram!

Besos.💋

...CONTINUARA🐾...

2. Alianza.

Pov Zeus.

El sonido de unas teclas aparte del motor de un avión es lo único que se escucha.

En estos momentos siento el cuerpo entumecido y un ligero dolor de cabeza con punzadas en mi sien.

Saque todo el aire de mi cuerpo a la vez que deje de lado la laptop para relajar mi cuerpo en el asiento del jet.

El dolor de cabeza y la migraña van en aumento haciendo que mi lobo Sthep se ponga rabioso y peligrosos. Siento como araña mi interior en desesperación por la falta de su luna.

—<<¡Basta!>>—ordene.

—<<¡¿Cómo pides que me calme si tu más que nadie sabe el motivo de porque estoy así?!>>—con una voz grave y un gruñido bestial me respondió mi lobo.

Estaba por decirle algo más a ese lobo gruñón cuando unos pequeños toques en mi brazo hacen que abra mis ojos que sin darme cuenta los tenía cerrados. Ami lado estaba la azafata del jet.

—Buen día rey alpha, ¿necesita algo?—su voz chillona hizo doler mis odios.

Apreté tanto mis dientes como mis ojos. Para este momento cuando regrese la mirada a la azafata mis ojos ya estaba destellando en ámbar, señal de que mi lobo esta por la superficie.

—Retírate—ordene mascuyendo las palabras con irritación.

La azafata literalmente corrió una vez que aparto la mirada de mis ojos.

...『•°•🐾•°•』...

—Jefe aquí están los reportes de la semana para la junta del lunes—frente a mí estaban las manos extendidas de mi asistente.

Recibí los documentos en carpetas y los dejé de lado.

—Bien. Puedes retirarte Natalia—sin despegar la mirada de la laptop le respondí.

El resonar de sus tacones alejándose y la puerta siendo cerrada hicieron que suspirara cansado. Hoy es otro día igual de ajetreado que el resto.

En la parte inferior del lado derecho de la laptop note la hora, 21:15 de la noche y Natalia aún se encuentra aquí. A esta hora ya la empresa debe de estar prácticamente sola de no ser porque aún tengo trabajo que hacer.

Me levanté de la silla caminado hasta la puerta y salir de la oficina notando como Natalia recogía sus cosas para irse.

—Puedo saber ¿por qué se ha quedado más tiempo del que debe?

La secretaria dio un brincó por el susto, al parecer estaba tan sumergida en sus pensamientos que no noto cuando me acerqué a ella.

—¡Jefe! A... Bueno, yo no quería que su trabajo se acumulará más para que se pudiera ir pronto a su casa y descansara—después de esa palabras sus mejillas se tornaron rojas.

—Le agradezco su preocupación pero porfavor váyase. Las horas que se quedó extra serán pagadas y sumadas a su sueldo.

El sonido del ascensor avisando que llegó alguien a su destino hace que ambos miremos hacía esa dirección. De allí bajo Alfonso con unos papeles en mano.

—Buenas noches—saludo a Natalia.

—Buenas noches. Permiso—Aun con sus mejillas rojas tomó sus cosas para luego ir al ascensor e irse.

Una vez fuera de nuestros campos de visión Alfonso hablo.

—Le gustas.

—No digas estupideces.

—Es la verdad Zeus. He visto como ella se esmera en entregar su trabajo, las atenciones que te da y el trato.

—Sabes perfectamente que entre ella y yo no pasara absolutamente nada.

—Eso espero.

—A fin de cuentas, ¿qué haces aquí? No debes de estar con tu mate?

—De hecho si estoy con ella solo que fue al baño. Venia por ti para irnos a la fiesta que hay en la manada.

—¡Mierda!—pase mi mano por mi cara frustrado.

Había olvidado ese evento por completo.

—¿No me digas que lo has olvidado?

—¿Tu que crees?—mi tono sarcástico lo hizo rodar los ojos.

—Solo apúrate, ¿quieres? No quiero dejar sola a Ney por mucho tiempo. Te esperamos abajo.

—Está bien, solo tomo un par de cosas de la oficina para terminar el trabajo después de la fiesta y nos vamos.

—No te sobre esfuerces tanto en el trabajo, terminarás estresando y colapsando—aconsejo.

—Lo dices porque tu ya tienes a tu mate.

—No, te lo digo como amigo y porque me preocupas.

—Te veo abajo—regrese a la oficina tomando unas cuantas carpetas llenas de papales y mi maletín con la laptop dentro.

Al llegar a la primera planta atravesé la gran puerta de vidrio encontrándome con varios guardias que debo llevar por "seguridad", prácticamente me crié peleando, nose porque debo de llevar a estos hombres lobos cuando pueden estar protegiendo la manada.

—Buenas noches rey alpha—escuchó una vez que cierro la puerta del vehículo.

—Buenas noches Bruno. A la manada.

Asintió para luego ponernos en marcha.

El maletín con la laptop y los archivos con los que trabajaré más tarde los dejé sobre el asiento de cuero para ver a través del vidrio polarizado la hermosa luna dando su resplandor, tan brillante, tan redonda, tan lejana, y tan hermosa.

Un largo trayecto nos espera a Bruno y ami.

Para llegar a la ciudad humana es un viaje de hora y media, y de regreso a la manada igual. Prácticamente, debo ponerme cómodo para un largo viaje.

El sonido de una notificación y vibración en el bolsillo del saco que porto hacen que saque mi celular.

—"¿En dónde vienes?"

—En estos momentos apenas voy para allá.

—"Está bien. Date prisa ya todos los invitados llegaron."

Sin responder al mensaje lo volví a guardar de donde lo tome.

—Bruno, date prisa.

—Cómo ordene rey alpha.

En lo que llegaba a la manada decidí trabajar sacando la laptop y toma do unos archivos que necesito.

Una ligera punzada pasó por mi cien haciendo que gruñera por lo bajo. La falta de mi luna hace que vaya perdiendo la cordura y mi lobo interior poco a poco se esté haciendo más agresivo, y eso no es bueno para la manada ni para mí.

Es urgente que encuentre a mi luna.

La anhelo, la deseo, la amo sin conocerla.

Un lobo sin su mate no es feliz, y un alpha sin su luna no es nada...

...『•°•🔹️🔸️•°•』...

El movimiento de los vehículos se fue alentando en señal de haber llegado.

Dejé de lado mi trabajo para que más tarde una de las mujeres de servicio lo llevara a la habitación y pudiera terminarlo después.

La puerta fue abierta de manera rápida y salí encontrándome con la vista en la mansión de la manada, en pocas palabras mi casa.

Sin más rodeos me adentré al lugar donde se está llevando a cabo la celebración del tratado de paz con los demonios, y alianza en tierras. Ahora, gracias a esa alianza, tanto como los licántropos y los demonios pueden viajar de aquí para allá libremente, sin miedo.

Una vez que llegué al jardín que está lleno de personas, mesas, sillas, cubiertos, bocadillos y demás ubique a mis padres cerca de la mesa de bebidas, y camine directo hacía ellos.

—¡En hora buena! Hasta que te dignas en aparecer—y esa es mi hermosa madre.

—Yo también te quiero madre.

—Más vale que tengas una buena excusa Zeus, porque los reyes demonios llegaron hace tiempo—regaño mi madre.

¿Cómo le explico que lo olvidé?

—Cariño déjalo, después de todo ya está aquí. Ahora debe de ir con los demonios, ¿o no Zeus?—papá sujeto de la cintura a mamá para calmarla.

—Eso es correcto. Nos vemos—sin esperar respuesta por parte de mis padres me aleje en busca de los reyes demonios.

—<>—dijo mi lobo.

—<>—fui donde me dijo.

Un trío de personas estaban apreciando la fuente de agua. Dos hombres y una mujer, deduzco que son los reyes demonios y su heredero.

—Buenas noches, rey, reina y príncipe heredero de los demonios— saludé con mis manos dentro del saco.—Lamento la demora, no esperaba tener inconvenientes, pero aquí estamos.

—Me alegra que llegue rey alpha. Y no se preocupe, lo comprendemos. Ella es mi esposa Renata, y el es mi hijo Franco—presentó el rey a su familia.

—Gusto en conocerlo alpha—dijo su esposa, y su hijo solo asintió.

—Igualmente reina, pero según me habían dicho que tenían dos hijos.

—¡Oh si! Khalid. Ella no pudo venir debido a que tuvo que salir del reino a resolver unos problemas personales—justifico la madre de la nombrada.

—Espero y pueda resolverlos. Lamento no poder conocer a la princesa el día de hoy. Reina temo decirle que me robare unos momentos a su esposo e hijo para poder finalizar y firmar el tratado de paz.

—No se preocupe, yo encantada de que vayan a firmar.

El rey y su hijo comenzaron a caminar conmigo con destino al despacho de la mansión donde esta el documento que deben de firmar, para así, dar conclusión a la fiesta.

Cuando llegamos al despacho los invite a pasar y tomar lugar. Directamente, saque un documento conformado por varias hojas dejándolo frente al rey para que lo leyera.

—Todo está en orden—el rey dejo el documento en el escritorio y del bolsillo de su saco tomó una pluma y procedió a firmar.

—Así es.

—De antemano rey alpha, lo invitamos personalmente a mi coronación, es el día 17 de diciembre, y losé, sé que falta casi once meses, pero prefería hacerlo frente a frente, y claro, recibirá su invitación.

—Muchas gracias príncipe, cuente con mi presencia—afirme.—y, ¿aún no encuentra a su pareja destinada?

Las expresiones faciales del príncipe cambiaron totalmente de una seria a una afligida, y por último negó.

—Igual que mi hermana.

—¿Perdón?—una de las cejas de mi cara se levantó en señal de pregunta.

—Que estoy igual que mi hermana, ninguno de los dos ha encontrado a su pareja destinada.

—Oh... Ya somos tres.

El rey demonio se levantó de la silla y me entrego el tratado de paz firmado.

—Gracias.

—Bueno rey alpha, ahora nos pasamos a retirar. Le deseo que encuentre a la reina luna pronto y si necesita algo no dude en llamarnos...—las palabras del rey quedaron cortadas por el fuerte sonido de la puerta siendo abierta.

—¡Zeusito!—grito una voz aguda de mujer.

Por la puerta entro Sthepany Craperiot, hija de Laurent Craperiot el jefe del consejo lobuno.

—¡¿Qué te he dicho de entrar así?!—gruñí molesto.

Si tenía dolor de cabeza y punzadas en mi cien estoy seguro de que ahora tengo migraña, ¡diablos, me duele el cerebro y los oídos de escuchar su maldita voz aguda!

—Yo... Solo... Es que...—los ojos de Sthepany se comenzaron a humedecer en señal de que va a llorar. Fastidioso...

Verdaderamente, Sthepany se ha vuelto un tremendo dolor en el culo, ya estoy harto de que siempre tome esa actitud de niña pequeña que no sabe lo que hace, estoy harto de que se tome atribuciones que no le corresponden, estoy harto de que siempre esté pegada como un chicle.

—Nada, sal ahora—ordene serio.

—Pero es que... Yo...

—¡Largo!

Después de gritarle con voz de alpha salió corriendo mientras lloraba.

—Lamento que hayan presenciado esto—ofrecí disculpas.

—No pasa nada rey. Ahora si pasamos a retirarnos.

Dicho eso los acompañé a que se retiraran hasta la fiesta. Solo fue cuestión de tiempo para que las personas se retiraran y la casa quedara sola.

Regrese a la habitación para bañarme y cambiar mi ropa por una pijama.

Observo el vacío a mi costado. El lugar de mi amada luna está solo y frío en espera de ella... Y yo... Igual, anhelándola, deseando que llegue pronto para poder estar con ella y formar nuestra familia lo antes posible.

La luz de la luna se filtra por la ventana dejando ver su esplendor y suelto un suspiro cansado.

Ahora, debo terminar de trabajar.

◆•○•◆

¡Hola, ¿cómo están?!

¿Qué les pareció el capítulo?

Trataré de actualizar pronto.

Den me gusta, comenten, voten, compartan.

Si ven algún error ortográfico en este u otro capítulo no duden en señalarlo y dejar su comentario para corregirlo lo antes posible.

Síganme en Instagram como: Jack_crds.

Besos. 💋

...CONTINUARA🐾...

Download MangaToon APP on App Store and Google Play

novel PDF download
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play