No puedo moverme, y no puedo hablar, ni gritar siquiera, llevo algo en la boca. No se escucha ningún sonido a mí alrededor, tampoco hay olor alguno que me resulte familiar... entiendo que estoy secuestrada.

Carajo, ¿Quién puede querer hacerme algo así y con que fin? Solo espero que Jamie halla ido por Sophie, espero que no hayan entrado al consultorio... espero que estén bien, por favor Dios...

Pasa un tiempo largo, siento mis labios resecos, tengo sed y mis pechos duelen... mí pequeña Sophie debe tener hambre. Escucho ruidos de metales, como si se tratara de una puerta o un portón abriéndose y pasos acercándose a mí. Tengo miedo, mucho miedo.

-Mira lo que tenemos aquí...

Esa voz me resulta familiar...

-Pense que se habían equivocado de mujer, pero veo que hicieron bien su trabajo, perfecto...

Me quita la tela de los ojos, y lo veo al principio un poco nublado, pero poco a poco mís ojos se acostumbran a la poca luz que hay aquí. Es Dave

-¿Creíste que no me verías más? ¿creíste que te habías escapado de mí?no, preciosa...no puedes escapar de mí...

Se acerca a mí, mí corazón late a mil por segundo, no reconozco a este Dave que está frente a mí... pasa sus dedos sobre mí cara, y yo trato de apartarlo pero es imposible. Sus dedos siguen bajando por mí cuello, hasta llegar al escote de mí blusa.

-Estas mucho mejor luego del embarazo...creo que debí embarazarte antes.- pasa sus dedos sobre la tela de mí blusa por mis pechos duros, y duele aunque lo haga despacio.

Lo miro a los ojos intentando implorar que me deje ir, pero sonríe maliciosamente.

-Te sacaré la mordaza, pero no debes gritar, ¿está bien?

Asiento con mí cabeza, y el baja la tela de mí boca. Suspiro y vuelvo a mirarlo a los ojos

-¿Qué quieres de mí, Dave? no te entiendo.

-¿qué quiero de ti?- chasquea la lengua y vuelve a posar su mirada pervertida sobre mí - quiero todo de ti...

Una vez más pasa sus dedos por mí rostro, los pasa por mis labios acariciandolos y relamiéndose, me da asco saber lo que su mente está pensando.

-Necesito ver a Sophie, Dave... ella necesita alimentarse, aún toma el pecho... déjame ir por favor ...

-¿Qué te deje ir? estás loca, no imaginas el tiempo que me llevó pensar e idear todo esto, encontrar este lugar ...

-Me duelen los pechos, Dave... debe tener hambre. ¿acaso no piensas en ella, no te importa sus necesidades?

-Si el problema son tus pechos cargados, quédate tranquila que tengo algo para aliviarlos ...

Camina hasta una mesa donde hay una caja de cartón. Dentro de está hay un sacaleches, un biberón de vidrio, ropa limpia, botellas de agua y paquetes de apósitos femeninos. Deja todo arriba de la mesa, y me mira.

-Te soltaré las manos, y te sentaré al lado de la mesa, cuando acabes con tus pechos, volveré. Y recuerda, ni se te ocurra querer escapar... Sophie puede llegar a padecer por tu culpa ...

Me sienta en la silla, y suelta mis manos, camina hasta una puerta grande de metal y me mira.

-Recuerdalo.

Cuando se va, tomo aire. No puedo llorar, debo pensar la manera de escapar de aquí, debo escaparme. Tomo el sacaleches, y comienzo a sacarme la leche de cada pecho, y la cargo en el biberón. ¿Porqué me trajo un biberón? es un idiota. Vaya a saber que ideas tiene en la cabeza, pero me da miedo... no por mí sino por mí niña. ..

Cuando estoy terminando con mis pechos, escucho el portón y entra apurado... se acerca a mí y me sonríe al ver qué estoy tratando de cubrir mi pecho.

-No quieras esconderlo... me encantaría perderme ahí - pasa su dedo índice por el medio de mis pechos y lame mí mejilla- ¿que te parece si recordamos un poco los viejos tiempos?

Chupa el lóbulo de mí oreja y comienza a lamer mí cuello hasta llegar a mís pechos, mordisqueando sobre la tela, y con una mano me levanta la blusa.

-En este momento se me antoja muchísimo hacerle un hermanito a Sophie.

Estoy temblando del miedo que tengo, lo aparto de mí con mis manos, pero él se enoja.

-No, no y no, Lucia. Si te comportas así, te voy a tener que atar de nuevo.

-No me hagas daño, por favor...

-No te haré daño, nunca lo hice... no sabes cómo extraño tu cuerpo sobre mí

-¿Me trajiste solo por un polvo?

-No es un polvo, Lucia. Hay algo que tú no entiendes...

Se para delante de mí, y me mira a los ojos...

-Eres mía, tu cuerpo es mío desde la primera vez que te lo hice y tu aceptaste...

Camina de un lado al otro mientras habla, este hombre está loco. Cuando se da la vuelta es cuando veo que tiene un arma en su pantalón a la altura de su cintura.

-El idiota de Jamie no soportó escucharlo, le dije como gimes cada vez que te doy de perrito y que eso hace que se me pare más, le conté cómo te gusta que te chupe los pechos cuando subes sobre mí, como podemos hacerlo tres veces en una noche porque tu cuerpo vive húmedo para mí y mí amigo vive duro para ti... le conté cómo me la chupas ... y le pregunté si a él también le gusta...

Comienza a reír a carcajadas y me ata las manos otra vez pero lo hace detrás de mí. Es un enfermo.

Maldigo el día que me entregué a él, que estúpida fui.

-Ahora no voy a hacerte nada... -me dice acercándose a mí rostro y acariciando mis labios - pero se me antoja muchísimo una mamada de esa boquita...chupa el dedo...

Intenta meter su dedo índice en mí boca, pero me niego y se enoja aún más.

-Te dije que chupes el dedo- me dice entre dientes - no me cuesta nada sacar mí arma y disparar, Lucia aunque, pensándolo bien, podría hacerle una visita a Jamie... ¿Qué dices? todavía puedes comenzar a lamer este dedo...

Vuelve a poner su dedo en mí boca, y con lágrimas saliendo de mis ojos, paso la lengua por su dedo, temblando porque realmente tengo miedo.

-Besa la punta como a mí me gusta...

Hago lo que me pide, cuando escucho el portón abrirse.

-Jefe, el auto ya está aquí.

-Voy.

Gira hacia mí y besa mis labios.

-Ahora me tengo que ir, pero volveré más tarde para alimentarte. Portate bien, no hagas estupideces, recuerda que ésta - me muestra su arma- puede ir a visitar a Jamie...

Se va cerrando el portón y suspiro. Espero en silencio para ver si escucho algún sonido de afuera, pero no se oye más nada.

Él ya se fue.

Intento dar saltitos con mis pies atados hasta la puerta de metal para poder ver a través de algún agujerito algo, cualquier cosa que me dé un indicio de dónde estoy. Fuera se ven muchos árboles, pareciera que estamos en medio de un bosque o algo así. Necesito salir de aquí y voy a aprovechar este tiempo que el no está y, al parecer, no hay más nadie alrededor, para ver qué opciones hay.

Quiero irme, necesito estar con mí hija, necesito verla y saber que está bien. Pienso en Jamie que también debe estar desesperado al igual que yo... mierda, Dave maldito imbécil...

Vuelvo a sentarme en la silla, descubrí que hay un pequeño baño al fondo de este galpón, y una especie de cama improvisada. No hay más nada por aquí que pueda servirme para escapar. Decido esperarlo, Dave volverá porque es un enfermo, trataré de hacer todo bien, todo lo que me pida con tal de ganarme su confianza y poder escapar.

Luego de horas de estar aquí, siento otra vez el portón abrirse y lo veo entrar con bolsas en la mano.

-Veo que te has portado bien . Eres una niña buena, por eso te traje algo para cenar.

Pone en la mesa una de las bolsas, la abre y el olor a comida invade mis fosas nasales...tengo mucha hambre.

-Te daré de comer, voy a alimentarte porque no quiero correr el riesgo de que quieras escapar si te desato las manos. Portate bien, y abre esa hermosa boquita, preciosa.

Obedezco y él me alimenta. Cada tanto la comida ensucia mis labios, y él me limpia con sus dedos acariciando mí labio inferior, se lo que quiere... y tengo algo planeado solo debo esperar el momento justo.

-Ya no quiero más, gracias. - le digo. Él vuelve a limpiar mis labios pero al terminar de pasar su dedo por mí labio, yo le dejo un beso en la punta de esta, intentando provocarlo.

-Tranquila, nena... ya tendrás un poquito de eso. Ahora, necesito que hagas algo por tu bien.

Saca un cuaderno y una lapicera, y los deja en la mesa.

-Vas a escribir una carta a él idiota de Jamie, todo lo que yo te diga escribirás. Necesito sacarmelo de encima.

-¿qué quieres que le diga?

-Le dirás que te fuiste por tu voluntad.

-¿yo le daré la carta?

-No. Se la daré yo y veré su cara de idiota mientras la lee...

Pienso en una fracción de segundos la manera de pedirle ayuda sin que este estúpido se de cuenta.

-Te voy a soltar solo una mano para escribirle, ten mucho cuidado con lo que haces...

Me suelta y pone la hoja y la lapicera en mí mano.

-Escribe. "JAMIE: me fui con DAVE. Me di cuEnta que Tengo que Ir con Él, No siEnto maS nada por ti. Es más, Contigo no pUEdo SenTiR nADA. Solo Dave me hace sentIr placer, Gozo cUando Estoy con El... Lo siento, cuidA mUcho a Sophie, no me busques, no Trates de buscarme, nO me encontrarás. POR FAVOR, no me busques. "

Lucía.

Él me dicta y yo escribo, y a la vez intento ocultar un mensaje en lo que escribo. Solo espero que Jamie lo entienda, y no crea que realmente me fui... no dejaría por nada a Jamie, no ahora. El es la segunda oportunidad que me dió la vida para volver a empezar, no podría alejarme de él.