Alena Harrison una joven de 19 que estudia administración en empresas, es hija de padres divorcios desde que tenía 5 años.

Su padre Abraham Harrison y su madre Alice Miranda, se divorciaron por falta de atención en la relación por parte de Alice. Ella quería una vida más libre, una vida de soltera, por eso fue que nunca peleó por la patria potestad de Alena.

Puesto que a Alice solo le importaba el dinero que fue lo único que se llevó de su divorcio. Ya que Abraham era el dueño de una prestigiosa empresa de arquitectura de México.

Abraham no le preocupaba tanto Alena, ella era cuidada por Nancy su nana desde que Alena nació, y no buscaba tanto a su madre ya que no estaba impuesta a mírala, porque Alice siempre estaba de viaje.

Abraham se volvió a casar a los tres años de divorcio, con Natalie su madrastra le agarró cariño a Alena desde el primer momento que se mudó a vivir con ellos.

aun así Alena creció siendo una niña muy seria, no le gustaba salir se la pasaba estudiando. Nancy le decía que fuera más sociable, pero Alena solo le respondía arrugado su nariz en forma de desaprobación.

Tiempo actual

Nacy- nena, tienes que salir a conocer amigos se te va a ir la vida en puro estudiar. Los jóvenes de tu edad salen a fiestas y viajan, y Tú solo aquí sin socializar.

Alena- Si Nancy ya te dije que no.

además, tengo algo que decirte, pero promete que no me vas a extrañar.

Nancy- porque dices eso (triste)

Alena- Me voy a estudiar a Nueva York administración en empresas.

ya platiqué con mi padre y me apoya (feliz)

Natalie le ayudó a preparar todo, desde buscarle un departamento para vivir. Ellas se querían mucho y eso le agradaba mucho a su padre.

En Nueva York

Alice conoció a Larry Miller, dueño de una de las empresas más grande de la moda en Nueva York, con quien eran dirigidas por uno de hijos, Alex Miller de 27 años.

Siendo el Ceo más deseado de todas las mujeres de Nueva York, pero Alex ya tenía novia, a Samantha Voge una de las modelos más famosa de Estados Unidos . Samantna era toda una diva y muy extravagante, como le gustaban las mujeres a Alex.

El señor Larry tenía también una hija Ximena de 19 años, Ximena también estudiaba administración en empresas, en una prestigiosa universidad de Nueva York. Ximena era muy querida por su padre y su hermano.

Ximena era una niña muy mimada y le gustaba vestirse ala moda y su hermano le cumplía todos sus caprichos, y le llamaban Neny de cariño.

Alice estaba muy feliz con los preparativos de su boda, la boda sería en una semana.

Suena su teléfono y Alice contesta

Alice- ¡NANCY!

Se quedó so sorprendida al ver quien le llamaba.

Alice- y ese milagro

Nancy - Señora… ¿Cómo está?

Alice- Muy feliz querida, ¿y mi hija como esta?

Nancy- Muy bien.

La señorita Alena se va para Nueva York estudiará allá administración en empresas.

Alice- Enserió? Me alegro mucho Nacy.

quiero verla.

...ALENA

A Nancy su corazón se alegró, porque ella sí quería que se reencontraran,,, pero la decisión la tenía que tomar Alena.

Alice sé dio cuenta de que a lo mejor Abraham podría convencerla para hablar con ella, pero sabría que sería difícil, ya que tenía 14 años sin verla, pero también sabía que era difícil, y ninguno de esos años y nunca pregunto por ella

para saber cómo estaba.

Sabía lo que tenía que afrontar al verla después de tanto tiempo, y las explicaciones que tendría que darle, Y quizás el rechazo que podría recibir de su parte.

Aunque estuvo tanto tiempo lejos de ellas, sabía que era una joven muy inteligente, porque la estuvo vigilando por las redes sociales, pero nunca se atrevió a mandarle un mensaje.

Terminaron de hablar y su mente empezó a dar ideas para poder convencer a Abraham.

Alice tomo su celular y marcó a Abraham.

Abraham - ¡Alice!

Alice - ¡Abraham!

supe que Alena se viene estudiar a Nueva York.

Abraham - si, así es.

¿que quieres?

ya se te termino el dinero y quieres más?

Alice - no,

espera. Quiero ver ami hija.

¿Crees que pueda hablar con ella?

Abraham - mira Alice, Dime que cara crees que le vas a poner a mí, hija cuando la veas. Y todavía falta que ella quiera verte.

Cuando tú te fuiste, Alena me preguntaba que por qué no regresabas tus viajes, de niña se creía todo, pero en su adolescencia le fue difícil engañarle. Le platiqué que nos aviamos divorciado.

Nunca le dije los motivos del porqué te marchaste. Solo le dije que nuestro matrimonio ya no tenía lo suficientemente amor.

Alice se ponía triste al escuchar todo lo que Abraham le decía, pero aun así no se rendiría en ver a su hija.

Abraham - Mira Alice.

En dos días boy a compañar Alena a Nueva York, para dejarla personalmente a su departamento.

Si quieres verla ve allí el día que llegamos, te mando la dirección.

Por cierto por mi parte ni me interesa verte, pero el derecho de madre nunca te lo voy a negar.

Alice se alegró porque Abraham le estaba dando la oportunidad más grande del mundo de ver a su hija.

Alice - Gracias Abraham.

no sabes cuanto te lo agradezco.

Abraham - no agradezcas tanto, pienso en lo que le vas a decir a Alena.

Alena estaba más de lo feliz preparando su equipaje, en cuando miro que Candy entraba un poco seria a su recámara.

Alena - ¿que pasa?

Nancy- mi niña (abrazándose) te voy a extrañar tanto.

Alena - igual yo

te quiero tanto.

Nancy - yo igual mi niña.

ya te contó tu padre.

Alena - Sobre qué nana?

Nancy - Me voy a querida, voy con mi hermana a Madrid. Mi trabajo aquí ya terminó, ya eres una mujersita bien hecha y derecha ( tocando sus mejillas con lágrimas en los ojos)

Alena - no nana, quédate a qui. O ven com migo.

Nancy - que más quisiera mi niña. pero ya tengo mucho tiempo que no veo a mi familia y mi hermana el lo único que tengo.

ALEX

Edad - 27 años

Altura - 1.89

ALENA

Edad - 19 años

Altura - 1.69

XIMENA

Edad - 19 años

Altura - 1.65

SAMANTHA

Edad - 25 años

Altura - 1.75

ABRAHAM

Edad - 56

Altura - 1.69

ALICE

Edad - 48

Altura - 1.60

LARRY

Edad. 60 años

Altura - 1.88

MARCOS

Edad - 26 años

Altura - 1.85

Llegó el día que Alena y su padre avían llegaron a Nueva York, tan pronto como llegaron Abraham llevó Alena a su departamento,

Alena quedo maravillada con el departamento que su papá le avía comprado.

No era muy grande, pues solo sería para Alena. Era la primera vez que tendría que vivir sola, y estaba consciente de ello.

Ya avía desempacado cuando tocaron el timbre de su casa, Alena miró muy extrañada a su padre y le frunció las cejas pues era su primera visita y sin conocer a nadie en Nueva York.

Abraham - yo voy hija.

Alena - ok.

Abraham se quedó con cara de asombroso cuando miro quera Alice,

No dijo nada solo la dejo entrar.

Alice entro con pasos lentos y cuando Alena la miro se quedó sin palabras. Alena se avía dado cuenta que su padre estaba detrás de esto y solo lo miro con desaprobación.

Alena - ¿Qué ases aquí?

Alice - ¿sabes quien soy?

Alena - Claro que lo sé, nadie olvida a su madre y más cuando te abandona.

Abraham - hija tu madre quiere hablar contigo.

Alena - ( dirigiéndose a su padre) Tú estabas detrás de esto?

Abraham - No hija, pero es tú madre y solo quiere estar cerca de ti.

Alena - ahora quiere estar cerca?

¿por que ahora?

que no se dio cuenta qué de niña más la necesitaba.

Alice que estaba cerca de ella, solo la escuchaba a Alena discutir con su padre.

Alice - Alena, por favor. Quiero hablar contigo, quiero explicarte las cosas.

Perdóname por favor sé que hice mal, pero quiero que me des una oportunidad. No sabes cuánto te he extrañado, solo por favor te pido que me dejes conocerte por favor a mí estar cerca de ti.

Alena - Sii...

Y después qué harás, te volverás a marchar? Crees que las cosas van a ser como si nada.

Acile - si no me quieres perdonar. Al menos solo déjame estar cerca de ti. Te prometo qué voy a hacer cualquier cosa para que me perdones.

Abraham - hija es tu madre. No dejes que se vuelva a alejar de ti, si ella te pide es oportunidad dásela. Deja que las cosas se den poco a poco.

Alena rió sarcásticamente. La miro con recelo y le dijo tocando su pecho con el dedo.

Alena ¿Quieres mi perdón? Pues gánatelo y Sabrá Dios si te perdone.

Con con esas palabras Alice miro un rayo de esperanza, que quizás Alena si la podría perdonar. Pero eso solo era cuestión de tiempo, pero no se iba a rendir hasta conseguir el cariño de su hija.

Alena - ok. Madre te puedes marchar (abriendo la puerta de salida)

Alice la miro a los ojos y con una sonrisa le dijo -Te quiero mucho. Y se marchó.