Daniela, se encontraba en su camerino terminado de prepararse para salir a la pasarela. Hoy era el estreno de la nueva colección de victoria secret. Está junto con otras modelos internacionalmente conocidas, modelarían hoy su nueva colección de lencería.

- Vamos nena apúrate, ya llegó tu turno.- Dijo el organizador del evento.

- Ya voy Luigi, solo un poco más de labial y listo. ¿Dónde me quieres?

- En la pasarela nena y rápido no quiero espacio. -Dijo el presentador para después salir.

Daniela salió tras él y lo siguió por los pasillos hasta llegar a la enorme plataforma donde estaban tocando Maroon 5. Al ser este una colección tan grande, siempre eran así de ostentosas, con música en vivo mientras las modelos pasaban al rededor de los cantantes modelando los diseños.

Llegó el momento de Daniela y salió, modeló a paso firme y seguro, pero al llegar al lado de Adam, el cantante de Maroon 5, esta por coquetear con él dio un giró y su tacón se rompió. Pero eso no fue lo más grave, sino que cuando cayó fue muy al borde de la pasarela y al estar está muy elevada del piso calló de espalda y se rompió el cuello. Dejando de esta manera a todo el público impresionado. El show fue automáticamente cancelado, nadie podía creer lo que había pasado.

POV DANIELA.

Morí ¿Por qué Dios? Yo nunca le hice mal a nadie, fui generosa con algunas organizaciones para chicos sin hogar, hice tareas comunitarias¿Por qué esto me tiene que pasar a mí? Soy muy joven aún.

Dios - Por mí, deja de llorar. Haces que mi cabeza duela.

- ¿Quién está ahí?

- Quien más, pues yo, Dios. 

- ja, ja, y yo soy Ariana Grande.

- Bueno venía a darte una segunda oportunidad, pero viendo tu actitud...

- ¿Qué? ¿Segunda oportunidad? Si por favor Diosito prometo rezar una vez al día. No eso es mucho, mejor una vez a la semana. No tampoco considero acordarme, nunca fui tan religiosa. ¿Qué tal cada vez que me acuerde y cerramos él trató?

- Mejor no sigas o me arrepiento. Si estoy aquí es por qué tus acciones en la tierra fueron malas y buenas no me decido si enviarte al cielo o con mi hijo al infierno.

- ¿Al infierno? No creo haber sido tan mala para merecer ir al infierno.

- ¿No? Conducir en ebriedad, consumir sustancias, fumar y muchas otras cosas más que no voy a decir. Pero también debo reconocer que has hecho muchas cosas buenas, por eso está segunda oportunidad. Eso sí, no te será nada fácil. Tendrás que aprender a ser más humilde y no depender solo de tu belleza. 

- ¿A qué se refiere?

-Ya lo verás. Buena suerte hija mía.

- Espera no entendí lo último que dijiste...

Daniela ya no pudo decir más nada por qué su cuerpo empezó a pesar, nuevamente sintió sus extremidades y cuando abrió los ojos se encontraba en una habitación antigua, hermosamente decorar.

- ¡Princesa despertó!

- ¡¿Princesa?!

- Oh mi señorita estaba muy preocupada por usted.

- ¿Por qué usted me llamo princesa?

-¡Oh por dios!, el golpe debió haber sido muy duro, ya que no recuerda que usted es una princesa.

- Si el golpe - Daniela sonrió algo nerviosa y dijo. -¿Podrías recomendarme mi nombre?

- Claro, ustedes son la primera princesa Aylin Ajax princesa del imperio Estelar.

- ¿Qué has dicho?- Daniela se levantó corriendo de la cama buscó un espejo y cuando vio su reflejo gritó.

- ¡Aaaaah! No, no, no puede ser. ¿Por qué Dios? Esto es un castigó. -Volvió a mirarse y se desmayó.

En el espejo se encontró con el personaje secundario de una de las últimas novelas que había leído. Esta era la hermana adoptiva del príncipe heredero, una chica fea sin gracias, quién estaba enamorada de su hermano en secreto, ya que este era el único que la trató bien, pero al llegar a la mayoría de edad y el principe convertirse en heredero al trono, alejó a Aylin de él y se volvió un completo mujeriego, rodeado día y noche por mujeres hermosas, de esbeltas y de hermosas figuras.

Aylin cegada por los celos se deshizo de algunas de ellas manchando su reputación y otras haciéndolas quedar en vergüenza frente a sus padres, haciéndoles ver cómo era tratada por ellas.

Hasta que un día el príncipe descubre todo esto y la enfrenta. Le dice que él solo podía verla como hermana, y que él jamás tomaría por esposa a alguien tan horrenda como ella. Aylin huye del lugar y cuando llega a su alcoba decide acabar con su vida, ya que su amor jamás sería correspondido decidió ya no seguir y dejar que su príncipe sea feliz. Así de esa manera tan patética muere nuestra Aylin, quien ahora se encuentra desmayada en el piso y su doncella tratando de reanimarla...

Daniela seguía inconsciente en la cama, cuando de repente las puertas de la habitación se abrieron, dejando entrar a los Emperadores de Estelar y al príncipe heredero Mateo.

- ¿Cómo se encuentra mi niña? -Pregunto la emperatriz preocupada.

- Bien Emperatriz el doctor ya la revisó y dijo que solo necesita reposó.

- Gracias al cielo. Esto es culpa de esas niñitas que no saben hacer otra cosa que molestarla.

-Tranquila cariño. Yo me haré cargo de eso.

- Bueno viendo que mi hermana está bien, me iré a seguir con mis deberes.

- ¿Qué parte de bien ves tú toda esta situación? Tus amiguitas casi matan a tu hermana.

- Madre no exageres. Aparte no sabemos cómo fue que calló por las escaleras. La señorita Marión dice que Aylin la quiso empujar, pero como está se corrió ella terminó cayendo.

- Y tú prefieres creerles a esas víboras que a tu propia hermana. Veremos qué dice mi hija cuándo se despierte.

- Claro cariño, llegaremos al fondo de esto, tu tranquila.

Una hora después.

Daniela volvió abrir los ojos y se volvió a encontrar en la misma habitación, nada más que está vez ya no estaba la señora anterior, ahora se encontraba junto a ella una mujer de como unos 40 Años, vestida con un hermoso vestido de época. Esta agarro su mano y dijo.

- Por fin despertaste ¿Cómo te sientes cariño?

- Bien. ¿Y usted es?

- ¿Cómo que quien soy? Aylin sabes que no me gustan está clase de juegos.

 Antes de que está pudiera responder algo, los recuerdos de la anterior habitante de ese cuerpo, llegaron como una bomba explotando en su cabeza, provocando un incesante dolor que hizo a Dani gritar.

- Ay ¿que es esto...? Por dios que pare duele aahhh...

La emperatriz al ver a su hija gritar así quiso consolarla, pero al ver que enserio sufría, decidió llamar a un médico.

Al cabo de un rato llego el médico imperial a revisar a la princesa y luego de un extenso chequeo dijo.

- La princesa tuvo un gran golpe en la cabeza cuando cayó, me sorprende que aún sigo con vida.  La perdida de memoria puede ser producto del golpe, no debe preocuparse majestad sus recuerdos llegarán con el tiempo.

- ¿Está seguro? Parecía dolerle mucho hace un momento.

- Si majestad solo tiene que tener paciencia. Dicho esto me retiro, únicamente dele los medicamentos a horario y estará bien.

La emperatriz solamente asintió y dejo que el médico se vaya. Volvió a concentrarse en su hija y se acercó a ella para ver cómo se encontraba.

Daniela estaba perdida en sus pensamientos, en ese momento entendió todo lo que dijo ese Dios que vio frunció su ceño y dijo.

- Ni pienses que cumpliré nuestro trato esto no es lo que yo quería.

- ¿Con quién hablas hija?

- Con Dios.

- ¿Dios?

- Digo solamente reflexionaba en voz alta.

La emperatriz miró extrañada a su pequeña y dijo

- Tranquila cariño, yo también hablo a veces con él y pido por ustedes para que crezcan fuertes sanos y que en el futuro sean felices.

Daniela miró a la emperatriz y sintió algo de pena por ella, ya que en la novela contaban que después de la muerte de Aylin la única que sufrió su pérdida fue ella. El emperador si la quería, pero la emperatriz la adoraba, ella la había adoptado después de perder a su bebé recién nacido y enserio la amaba como a una hija.

- Tranquila me encuentro bien, solo necesitó descansar.

- De acuerdo descansa entonces, yo me quedaré un rato más.

Daniela solo asintió y la emperatriz se quedó sentada en una silla en silencio haciendo su bordado ...

Luego de que la emperatriz saliera de la habitación, Daniela se sentó en su tocador y empezó a arreglarse.

- Viéndolo bien esta niña no es tan fea, a ver si la maquillamos así ...

Esta se la paso retocando su cara, depilando el bigote que tenía, Era una chica que tenía Dieciséis años, y parecía de doce . Daniela siguió retocando su rostro. Luego fue al ropero que había en su habitación y tomo un hermoso vestido rojo, lo único que había que parecía ser de una señorita, y no de una niña pequeña. Se lo puso y se miró al espejo.

- Wow definitivamente el maquillaje hace milagros.

Dijo que, Daniela, luego de mirar su reflejo.

Al cabo de unos minutos llegó su doncella con una bandeja con comida para ella, pero al verla a la mujer se le resbaló de las manos.

- ¿Princesa es, es usted?

- Si ¿A qué me veo Chula?

- ¿A qué, qué?

- Nada déjalo así. ¿Eso era para mí?

- Si, lo siento, de la impresión se me cayó. Deje que le traigo más.

- No hace falta saldremos a dar una vuelta, no planeó quedarme todo el día encerrada.

- Como ordene princesa.

Ambas salieron de la habitación y todos los que pasaban por ahí miraban extrañados a la princesa. La mayoría se preguntaba ¿Quién era esa hermosa señorita que iba junto a la doncella de la princesa?

Al llegar al comedor su doncella le trajo la comida y está comió en total silencio, hasta que apareció alguien y pregunto.

- Disculpa ¿y tú eres?

Daniela lo miro de arriba abajo y pudo entender por qué la dueña original de este cuerpo estaba loca por él. El chico era de buen ver, alto, con músculos, cabellos negros y ojos azules como el cielo. El Principito no estaba mal, pero Daniela se dijo a sí misma que se había comido a mejores. Dejo de comer y se paró para hacer una reverencia.

- Alteza soy Aylin.

- ja ¿Crees que voy a creer que tú eres esa cosa horrible?

Daniela lo miro con el ceño fruncido al igual que su doncella quien se encontraba detrás de ella

- Lo siento me expresé mal, soy una amiga de ella.

- ¿Y por qué estás aquí y no con mi hermana?

- Hice un viaje muy largo hasta aquí y la princesa me ofreció disfrutar de esta comida, pero si le molesta mi presencia me retiro.

- Alto, yo no he dicho eso. Perdón por ser descortés mándame. ¿Podría decirme su nombre?

- Por supuesto, mi nombre es Daniela.

- ¿Solo Daniela? ¿sin apellido?

- No lo considero relevante, igualmente no pienso que conozca a mi familia.

- Muy bien lady Daniela disfruté de su comida.

-Gracias Alteza.

Dijo Daniela inclinandose ante el principe.

El príncipe Mateo únicamente asintió y se fue del lugar. Le daba curiosidad saber quién era ella, pero al ver la actitud de esta únicamente tuvo que salir del sitio sin más.

Por otro lado, Daniela volvió a tomar asiento y su doncella se acercó y dijo

- ¿Puedo hacerle una pregunta princesa?

- Ya la estás haciendo, habla, te escucho.

- ¿Por qué le mintió?

- Le dije la verdad y me insultó. Así que será bueno jugar con él un poco. Ya verás como se tragara sus palabras.

Dijo Daniela con una sonrisa maliciosa.

Algo que su doncella noto, pero únicamente se quedó callada y espero a que su señorita terminara de comer.