Esta novela no es la típica novela rosa, de la chica que el tipo humilla y ella continúa ahí rogando que la quieran, tiene situaciones y escenas fuertes y fuera de lo normal, toca temas sensibles y no muy agradables para muchos, cada quien decide hasta donde lee.
Si les gusta, muchas gracias su apoyo es muy importante para mí, si no les agrada, igual les agradezco, pero sus malos comentarios serán ignorados, no tengo tiempo de enfrascarme en discusiones por algo que es totalmente imaginario.
Les doy la bienvenida a una novela fuera de lo común, pero escrita para ustedes, mil gracias por sus comentarios, me gusta, votos, detalles y sus buenos deseos.
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🗨️ Mi vida cambio el día que mi padre murió en un accidente de tránsito.
Quedé a cargo de mi madre, que no podía hacer mucho, con una diabetes heredada y descubierta hace poco tiempo.
Poco tiempo después mi familia paterna se encargó de dejarnos en la calle, nunca quisieron a mi madre y por consiguiente a mi tampoco.
Yo era una chiquilla de 17 años, busque empleo pero nadie me quería ayudar.
Cuando por fin conseguí un empleo fui violada, mi carrera era contra el tiempo, mi madre necesitaba un trasplante debía reunir una fuerte suma de dinero, una mujer me abrió las puertas de su negocio, no era lo que yo esperaba pero gracia ese trabajo logre darle una mejor calidad de vida a mi madre y conocí al amor de mi vida.
Cap.1
Mi nombre es Carolina Foster, tengo 16 años ya casi 17, soy única hija por ende la consentida de mi padre, hace un par de meses termine la preparatoria y estoy ansiosa por iniciar la universidad.
Mi padre ha prometido regalarme un auto el día que la inicie y ya está gestionando mi matrícula, todo será perfecto, nunca he pasado necesidades, mi padre se ha esforzado por brindarme lo necesario y mucho más, siempre lo mejor para mi princesa, esa frase la repite a diario.
Mi madre es mi vida, siempre tan calmada, pero fuerte, heredo la enfermedad de mi abuelo, siempre fue diabética, aunque había llevado una vida normal, que le ha permitido estár pendiente de cada detalle.
Mi padre hace parte de una de las familias acaudaladas de Oxford Inglaterra, estaba de turista en Sur América cuando conoció a mi madre, ella es de una humilde familia mexicana, que quizo venderla, pero ella huyó y estaba trabajando en Argentina era mesera en el día y en la noche estaba terminando su carrera de contaduría, ahí la conoció mi padre.
Fue amor a primera vista, pero mi padre debía volver a su país no sin antes prometerle que volvería, durante un tiempo trabajó muy duro y ahorro mucho, mi padre era mayor que ella por algunos años, seis meses después regresó, ella estaba feliz de que él cumpliera su promesa y él está vez no pensaba dejarla.
Viajaron a Inglaterra y cuando mi padre la presento ante su familia no la aceptaron y le dieron la espalda, él escogió quedarse con ella, renunció a su herencia y regresó a América esta vez escogió Estados Unidos para formar su familia y empezar de cero, de a poco con trabajo duro mi padre fue amasando una fortuna de forma legal y logro ser reconocido como un gran empresario, su familia nunca aceptó a su esposa, por lo tanto, él no volvió a ser parte de ella.
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Mañana empiezan las clases en la universidad y estoy feliz, mi carro ya está en el garaje y mañana podre estrenarlo, mi padre llega esta noche de Miami, lo esperamos para la cena, lo llamaré debe estar en camino, ya quiero darle las gracias por el regalo le daré un abrazo y muchos besos.
— Hola papito lindo ¿dónde estás?
—ya en camino mi reina, solo pase a comprarle unas flores a tu madre.
—¿y a mí, que me traes?
— una maleta llena de regalos hija, nos vemos en un rato.
🗨️ Se escuchó un grito al otro lado del teléfono y luego un fuerte estruendo como un trueno.
minutos más tarde mi teléfono sonó insistentemente, corrí a contestar era el número de mi padre.
—Hola papito ¿ya llegaste?
—¿es usted familiar del señor Guillermo Foster?
—Sí, soy su hija ¿quién es usted por qué tiene el teléfono de mi padre?
—lamento informarle que padre se pasó la calle mientras hablaba por teléfono y fue atropellado por un carro.
Mis lágrimas salieron y un grito escapó de mi garganta, mi madre asustada me arrebato el teléfono y recibió la información de donde debíamos dirigirnos.
Durante el sepelio hizo presencia la que sería la familia de mi padre, no sé cómo se enteraron, pero aquí aparecieron y no se dignaron a acercarse ni a mi madre ni a mí.
Un mes después nos llegó una notificación de desalojo, llegó un abogado con un testamento de mi padre dejando su herencia a su familia, a mi madre y a mí no los dejó nada y uno de los hermanos de mi padre se hizo cargo de la empresa, y todas nuestras cuentas pasaron a nombre de la familia Foster, con dinero todo se puede.
Esto llevo a mi madre al límite y su diabetes se disparó, su nivel de azúcar estaba por las nubes, sus riñones comenzaron a fallar; con el dinero que teníamos ahorrado conseguí que fuera internada en una clínica, su situación era crítica y yo no sabía qué hacer.
Pase por una joyería no soy tonta y logre sacar de la casa las joyas de mi madre y las joyas que mi padre me regalaba cada cumpleaños y en mi grado, pero solo vendí mi anillo de grado, lo demás serviría para conseguir dinero más adelante.
No tenía muchas amistades así que llame a mi amiga Patty, era mexicana igual que mi madre y nos queríamos mucho, era huérfana y vivía con su tía, Patty me acogió en su casa, visitabamos a diario a mi madre, las noticias no eran nada alentadoras.
Para sostener a mi madre y ayudar en casa de Patty fui vendiendo las joyas que aún me quedaban.
...****************...
Llego el día de mi cumpleaños, hace dos meses murió mi padre, la tía de Patty me hizo una deliciosa torta, no como las que me hacía mi madre, pero estoy muy agradecida, sin ellas no sé que sería de mí.
En la celebración sentí un poco de alegría, las ocurrencias de Patty de ganarnos la lotería que nunca compramos o de encontrar el príncipe azul que nos haga felices me hacen reír bastante.
Ya lo decidí desde mañana empezaré a buscar trabajo les dije, no puedo continuar aquí sin hacer nada y necesito dinero para cuidar a mi madre.
Aunque no estaban de acuerdo, sabían que tengo razón, las cuentas de la clínica, aumentan a diario y ya mis recursos se están agitando.
Después de visitar toda clase de negocios entendí que nadie contrataría una menor de edad, quizá los quehaceres domésticos y eso qué no era experta.
Entre a una cafetería y le pregunté al cajero si quizá necesitaban alguna mesera, su respuesta fue negativa, agotada después de caminar por varias horas bajo un radiante sol de verano, decidí tomarme un café, ya era tarde y no había almorzado sentí un poco de fatiga.
La mesera me llevó un café y unas ricas roscas.
—Señorita que pena yo no pedí esto y no puedo pagarlo.
—No te preocupes es una cortesía.
—Muchas gracias, conteste tímidamente, quería que la tierra me tragara, no quise imaginar que tan mal me veía.
🗨️ Una señora se sentó a mi lado, estaba tan pensativa que no me di cuenta. Sentí una mano junto a la mía y eso me devolvió a la realidad.
—¿Por qué una niña tan bonita, tiene una mirada tan triste?
🗨️ Sentí calidez en sus palabras, era una señora mayor, se notaba que de buena posición económica
—Necesito conseguir un trabajo— conteste.
—Pero aún eres una niña, ¿cuántos años tienes?
—Tengo diecisiete años, señora, pero no tengo opción mi padre murió hace poco y mi madre está interna en una clínica, tiene diabetes.
—Entiendo mi niña, triste historia, me permitiría ayudarte.
—Solo necesito trabajo, en lo que sea, no puedo permitir que a mi madre le falte atención médica.
—Te tengo una propuesta.
—Dígame señora.
— Mi nieta tiene casi tu edad y mi hija y su esposo viajan constantemente, yo ya estoy vieja y no entiendo a los jóvenes de ahora, me gustaría que fueras a mi casa y compartieras tiempo con ella y yo te pagaría un salario. ¿Qué te parece?
—Encantada aceptó, le contesté con una sonrisa, si usted me da la oportunidad no la defraudaré.
—Lo sé mi niña, lo sé.
🗨️ Termine de comer y sentí que mis fuerzas volvieron, el cansancio desaparecio y mis esperanzas regresaron.
🗨️ Llegamos a la casa de la señora Esther, es una enorme mansión muy lujosa, el chófer le ayudó con sus compras y yo le ayudaba a subir lo escalones.
La casa de verdad es muy bonita, me recordó la casa de mis padres aunque es muchísimo más grande, tiene una enorme sala, un estudio con biblioteca, en el comedor hay una foto antigua de una pareja y una niña y sobre la chimenea a una foto grande de un señor muy elegante.
—Te presento a mi difunto esposo, me dijo la señora Esther y yo sentí escalofríos.
🗨️ El recorrido continuó y pasamos a la cocina y vaya que es inmensa, a su lado la zona de empleados, tiene varias habitaciones amobladas listas para ser ocupadas.
Por la zona de empleados se pasa a la de piscinas, son dos una muy grande y la otra más pequeña, con algunas figuras de animales y pasadizos dentro del agua.
—Aquí ni debes cohibirte de nada, puedes disfrutar de todo, eso sí la piscina grande es bastante honda debes tener cuidado.
🗨️ Seguimos y a nuestro encuentro salieron dos enormes perros, sentí un poco de miedo, pero resultaron ser muy consentidos, solo se tiraron al suelo para que les diéramos amor, la señora Esther se ubicó en una silla al lado de la piscina y consintió un poco a sus cariñosos hijos perrunos.
Cuando regresamos a la sala, estaba el personal reunido, La señora Esther me presentó con cada uno de los empleados.
—Ella es Carolina Guerra, estará aquí únicamente para hacerle compañía a mi nieta, ha sufrido bastante y esto es totalmente nuevo para ella, espero su ayuda a adaptarse y superar este mal momento.
🗨️ Decidí ocultar mi identidad, no quería que me vincularán con la familia de mi padre.
Todos fueron muy cordiales, María, el ama de llaves me llevó al que sería mi cuarto en el segundo piso al lado del de Ximena, la nieta de la señora Esther.
No pude evitar que mis lágrimas aparecieran, unos detalles más y este cuarto era igual al mío en la casa de mis padres.
—Te avisaré cuando esté la cena, no sé que te haya pasado, pero me aseguraré de que te sientas mejor, ya hablaremos luego, me dijo mientras me abrazaba.
🗨️Mire alrededor y había un balcón, la vista daba a unos hermosos rosales, rosas rojas las favoritas de mi madre. Llamé a Patty y le conté lo sucedido, no le gustó mucho que nos viéramos menos, pero junto a su tía me dieron la bendición y me hicieron prometer que apenas pudiera iría a verlas.
María fue por mí para bajar a cenar, esperaba conocer a la niña Ximena, pero ella no estaba en la mesa.
La señora Esther rompió el silencio
—¿Te gusta tu cuarto?
—Si señora conteste, me acerque y le di un abrazo que ella correspondió con ternura.
—Debes extrañar mucho a tu madre, pero no quiero que estés triste, yo te ayudaré.
Mañana iras con Emilio (el chófer) a comprar ropa y lo que necesites, deberás salir con mi nieta, mi hija me ha confirmado que estarán un mes más fuera del país, así que tendrán tiempo de conocerse, le conté sobre ti y le pareció una buena idea.
—Hola abuela.
En ese momento entra Ximena.
— Ximena, hija, que bueno que has llegado, te presento a Carolina, ella está aquí para que no te sientas sola, con ella podrás conversar de tus cosas y.
🗨️ Sin dejarla terminar, su nieta alzó la voz.
—¡Abuela yo no necesito niñera y amigos tengo muchos, no la quiero a mi lado, mejor que se quede aquí contigo y te haga compañía, con esas fachas no la llevaría ni a la esquina!
🗨️ Ximena tenía casi mi edad, es altanera, viste de una forma bastante rara, tiene tatuajes y varias perforaciones, es grosera con su abuela, que ya no sabe qué hacer con ella.
—No voy a comer solamente vine a cambiarme, nos vemos mañana.
—Mañana temprano me iré, no se preocupe señora Esther yo estaré bien.
—Tú no te vas para ninguna parte, quizás Ximena no te necesite, pero yo estaré encantada de tener tu compañía, a pesar de tener casi la misma edad, mi nieta y tú son tan diferentes.
🗨️La nostalgia podía verse en su rostro y sentirse en sus palabras.
—Mañana te levantaras temprano iremos de compras y pasaremos todo el día fuera, Maria tú vendrás con nosotras, me ayudaras a escoger unos lindos trajes para esta señorita.
🗨️Al otro día salíamos las tres justo cuando Ximena iba llegando, tenía los ojos rojos y no se podía sostener en pie, saludo a su abuela y entró como si nada.
La señora Esther me compró muchas cosas, no pude evitar recordar cuando mi madre me llevaba de compras, me sentía muy agradecida con ella.
Salimos del centro comercial y la señora Esther le indica al chófer que vamos a pasar por la clínica, le di un abrazo y un beso, ella sorprendida me devolvió el abrazo.
En la clínica la señora se informó sobre el estado de mi madre y dejó una fuerte cantidad de dinero para su cuidado.
—Señora Esther no debió hacer eso, usted apenas si me conoce, yo no tengo como pagarle.
— Mi niña, no te preocupes por eso, yo ya estoy vieja y el dinero me sobra, que mejor que invertir en la persona que en unas cuantas horas me ha dado más besos y abrazos que mi hija y mi nieta en toda su vida.
🗨️ María nos miraba y sonreía.
—Hace mucho tiempo no la veía tan contenta señora— comentó.
Cuando llegaron a la casa, Ximena iba de salida, de la mano de un chico, su abuela suspiro y entró a la casa sin cruzar palabra con ella. Yo si sentí su mirada como una puñalada.
Llevo varios meses en la casa de la señora Esther, visitó a mi madre día de por medio, el chófer me lleva y me espera, la señora Esther me acompañan en algunas ocasiones.
Mi madre se ve un poco recuperada, claro el dinero que paga la señora Esther le ha permitido obtener una mejor atención y medicamentos de mejor calidad.
El próximo mes es el cumpleaños de Ximena, se celebrará en unos de los mejores salones de eventos de la ciudad, sus padres estarán presente, vendrá la alta alcurnia de la ciudad, es su cumpleaños número dieciocho y será presentada ante la sociedad.
La señora Esther y María se han encargado de la organización de la fiesta, la decoración es muy neutra, no se pudo lograr que ximena diera alguna señal de lo que prefiere en su fiesta, el día se acerca así que tenemos que correr un poco más.
Por fin todo esta listo, la fiesta es en la noche y yo aprovecho que ya no hay mucho por hacer para organizar mi cuarto
Estaba en eso cuando abrieron la puerta.
—Con permiso
—Pase señora Esther.
—Mi reina, aquí traigo el vestido que usaras esta noche en la fiesta de mi nieta.
—¿Es necesario que vaya?
—Claro que sí, eres mi otra nieta y así te presentaré esta noche.
—Está bien, a usted no le puedo decir que no señora Esther.
—Nada de señora Esther, a partir de hoy me dirás abuela.
🗨️No pude evitar la emoción corrí hacia ella y le di un abrazo y dos besos, uno por el vestido y otro por aceptarme como su nieta.
Su rostro se iluminó y sonrió, eres adorable mi niña, dijo mientras salía del cuarto.
El vestido era hermoso, así que corrí al baño me di una ducha larga, me puse el vestido y después llego maría para ayudar a peinar mi larga cabellera, unos minutos después estaba lista.
Baje las escaleras y ya la familia está reunida, menos Ximena que aviso que llegaría a la reunión, la hija de la señora Esther me recibió con una sonrisa.
—Así que tú eres la jovencita que se ha robado el corazón de mi madre, eres preciosa, ahora entiendo por qué mi madre habla tanto de ti.
—Muchas gracias, señora
-Nada de señora, llámame Elizabeth.
—Muchas gracias Elizabeth, tiene usted la nobleza de su madre.
🗨️ El padre de Ximena solo murmuró — La andrajosa aunque se vista de seda...
—¡Cállate!—le dijo su esposa, no te las des de lo que no eres, lo mismo puedo decir de ti.
La señora Esther trató de apaciguar el momento.
—Hoy no quiero discusiones, quiero disfrutar de tener a la familia reunida, en el cumpleaños número dieciocho de mi nieta.
🗨️ Todo en el cumpleaños de Ximena era perfecto, aquella reunión me llevaba a los tiempos donde mi padre hacía eventos por algún acontecimiento especial, mi madre corría como una hormiguita revisando que todo estuviera en orden.
Una lágrima corrió por mi mejilla y una mano cálida la limpió con cuidado.
— Era María. Mi niña no estés triste, tu padre desde el cielo las cuida, vamos la señora Esther está preguntando por ti.
—¿Hija dónde estabas? Quiero presentarte a un buen amigo, él es médico, pasará a ver a tu madre para revisar su avance.
🗨️ Lo saludé muy cortésmente agradeciéndole su ayuda con mi madre.
La celebración estaba en su mejor momento, Elizabeth que aún no había visto a su hija y se sentía ansiosa por verla.
Por fin, acaba de confirmar que va en camino.
La seguridad anuncia que la cumpleañera va entrando, todos se alistan para cantarle el feliz cumpleaños.
Pero Ximena estaba totalmente ebria, entró tambaleándose cuando quiso llegar a donde está su madre, choco con la mesa del pastel, tumbándola al suelo, todo quedó hecho un completo desorden.
Su padre la cargo y se la llevó, la fiesta siguió aunque no había mucho para celebrar.
La señora Esther hizo un par de llamadas y un pastel similar al anterior, llegó minutos más tarde.
La señora Elizabeth se encargó de excusarse con los invitados.
— Estos jóvenes de hoy en día, hacen sus propias celebraciones.
Su comentario género risas y después de limpiar y poner todo en orden la celebración continuó.
Era casi la media noche cuando la fiesta terminó, después de subir los regalos a los autos, estuvimos rumbo de vuelta a casa.
Al llegar a casa cada una se dirigió a su cuarto, minutos después se escucha una fuerte discusión entre los padres de Ximena, el señor salió de la casa, cerró la puerta con tanta fuerza que los vidrios cimbraron.
Ya casi amanecía cuando me desperté, sentía mucha sed, había comido demasiado dulce en la fiesta y eso siempre hace que sienta resequeda en la garganta, así que decidí bajar a buscar agua, cuando la sacaba de la nevera, una mano la cerró de golpe.
—¡Andrajosa! ¿Qué haces aquí? Eres una muerta de hambre, que robas lo que queda en la noche.
—No Señor, yo solo.
🗨️Antes de terminar la frase estaba en el suelo, el vaso se quebró y me salvé de caer en los vidrios. En la caída mi bata se levantó, lo que llamó su atención.
—Pero que ven mis ojos, está andrajosa está bien buena, tu estadía aquí puede serme útil, ya que la vagabunda de mi hija mantiene todo el tiempo drogada o borracha y así no se disfruta lo mismo y mi esposa, ya no me provoca en lo más mínimo, ya esta vieja y a mí me gusta la carne tierna.
🗨️ No podía creer lo que escuchaba, Ximena era abusada por su propio padre. Sentí miedo, su mirada expresaba las cosas perversas que había en su mente.
Traté de gritar, pero un puño fue suficiente para dejarme sin sentido, cuando reaccione estaba en uno de los cuartos de los empleados al lado de la cocina, era fin de semana, esa zona estaba casi vacía, estaba desnuda y con una cinta en la boca, solo podía buscar la forma de liberarme.
—A ver perrita andrajosa, cuéntame con cuántos hombres ya has estado, a tu edad Ximena ya se había acostado con varios, eso sí yo fui el primero, no permitiría que otro hombre disfrutará de ella antes que yo.
🗨️ Trataba de zafarme, el tipo media casi dos metros, iba al gimnasio en la mañana y en la tarde, era imposible soltarme.
Empezó a pasarme su lengua por todas partes, cuando llegó a mi intimidad trato de introducir dos dedos y sintió una barrera.
—No puede ser mi buena suerte dijo, con una amplia sonrisa en su rostro, eres una andrajosa virgen, no te preocupes tendré cuidado, seré tu primer hombre y lo seguiré siendo, serás mía, cada que llegue de mis viajes, las veces que se me antoje, serás mi gata, ya que mi esposa no me deja tocarla y mi hija ya no me provoca nada.
🗨️ Retomo sus caricias y su lengua se concentró en mi intimidad, me amarró las manos, mi concentración estaba centrada en zafarme.
Pero justo cuando estaba cerca de soltarme, sentí un dolor intenso, había entrado en mí, se detuvo un momento acomodo su posición y empezó las embestidas, gruñía y gemía como bestia, sus ruidos me daban asco y las lágrimas no dejaban de correr por mi rostro, sentí algo caliente dentro de mí, se paró y se acercó y me dijo al oído.
—Si prometes no gritar te quito la cinta, quiero disfrutar de esa boquita.
Trataba de soltarme, en la mesa de noche estaban las tijeras junto con parte de la decoración de la fiesta, necesitaba tomarlas
Cuando quito la cinta de la boca, sin pensarlo dos veces, grite con toda mi fuerza, sentí un golpe, pero ya nada me dolía, tenía el cuerpo más que sedado.
—Te dije que no gritaras, ahora de castigo tendré que estrenar tu trasero debe estar tan cerrado, como lo que acabo de disfrutar, hoy me he sacado la lotería.
Mientras lo decía cerraba los ojos y se pasaba la lengua por los labios.
Mi grito se escuchó por toda la casa, Elizabeth abrió la puerta y con un palo golpeó a su marido hasta verlo caer.
María corrió a abrazarme, la señora Esther salió de su cuarto presurosa por saber que pasaba, pero sufrió un infarto mientras bajaba las escaleras y rodó por ellas, Emilio la alzó y salió con ella para el hospital.
María llamó a la policía, que llegó muy pronto y sacaron esposado al padre de Ximena.
Elizabeth se fue a la clínica, Emilio la llamó necesitaba que se hiciera cargo de la hospitalización de su madre y María me acompañó a realizarme el examen que ordenó la fiscal que detuvo al padre de Ximena, cuando tomaron mi declaración dije todo sobre el abuso que había sufrido Ximena.
Me llevaron al médico, me dieron algo para evitar el riesgo de estar embarazada, la señora Esther reaccionó dos días después, se alegró de verme, pero no logro soportar la realidad de lo que sucedía en su casa, casi frente a sus narices.
Una semana después la señora Esther falleció, me sentí desamparada, no podía continuar en esa casa, Ximena me odiaba por contar lo de su abuso, Elizabeth trataba de ser amable, pero se siente incómoda.
Después del sepelio de su madre, Elizabeth me llamó al estudio.
—Dígame señora Elizabeth.
—Carolina, créeme que no te culpó por lo que pasó y te agradezco que contaras lo que le estaba pasando a mi hija, eso me permitirá buscar ayuda para permitirle sanar las heridas, quizá en algún momento podamos llegar a ser amigas.
Pero necesito que te vayas de esta casa, mi madre me pidió hasta el último momento que te protegiera, pero de verdad no quiero tenerte cerca.
Te daré dinero suficiente para que hagas tu vida lejos y trates de olvidar lo que paso aquí, si sigues aquí, ninguna de las tres logrará hacerlo, venderé esta casa y me iré lejos, es tiempo de tomar otro camino.
—La comprendo señora, lo del dinero no es necesario.
—Lo del dinero, es un hecho y no acepto un no como respuesta.
Sé cuanto lo necesitas, tu madre aún sigue en la clínica.
Por orden de mi madre se canceló una fuerte suma de dinero para que la atiendan bien, por lo menos mientras encuentras un trabajo, ya pronto cumplirás los dieciocho y podrás buscar otras opciones.
—Le agradezco su ayuda señora, espero algún día la vida se lo compensé.
—Carolina eres una niña buena, lamento tanto que este desgraciado te haya destruido de esa manera, espero logres superarlo y logres la felicidad, te la mereces.
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