Ivana Lujan es una joven que estudia arquitectura en una de las mejores universidades de país, a pesar de ser muy pobre, la joven de tan solo 22 años, logró conseguir una beca de la cual ella solo tenía que pagar el veinte por ciento de la carrera.

Esta lo había logrado con ayuda de su madre Ana, la señora Ana, trabajaba como empleada de limpieza en un hotel y para ayudarla a solventar los gastos, Ivana trabajaba por las noches en un club de la ciudad, pero hace dos meses su

madre cayó muy enferma y ahora su carrera pende de un hilo, dado a lo caro que salen los medicamentos que Ana necesita.

La muchacha no cuenta con ayuda de nadie más, esto porque, su madre nunca mencionó la existencia de algún otro pariente.

Una tarde nublada, Ivana salió de la universidad, y se apresuró a tomar el autobús que la dejaba justo al frente del hospital, ese día se encontraba ansiosa por ver a su madre y contarle que había ganado el cuatrimestre, con esto ya solo le faltaba un año y dos meses para culminar la carrera.

Sin embargo, al llegar a la habitación en dónde se encontraba su madre el doctor la miró y con gran pesar le dijo.

<<¡Lo siento mucho!>>

¡Tu madre ha entrado en coma, si no consigues pronto el riñón que necesita me temo que no sobrevivirá por más de una semana!

_ En ese instante Ivana, sintió que el mundo se le venía encima, y con lágrimas en sus ojos corrió al lado de su madre y se echó a llorar en el pecho de Ana.

<<¡Mamita, por favor resiste!>>

<<¡Yo haré lo que sea necesario con tal de conseguir ese riñón!>>

_Ivana, solamente podía llorar sobre el hombro de su madre, dado que días atrás, se realizó los exámenes para ser ella quien salvará la vida de Ana, pero resulta que no eran compatibles, ahora el doctor le ha dicho que Ana tiene las horas contadas y está poniendo a la joven en aprietos.

Esa tarde Ivana lloró tanto, que sin darse cuenta se quedó dormida en el hombro, de su inmóvil madre.

Unas horas después el tono de su móvil la despertó y al observar el identificador de llamadas supo que se trataba de su mejor amigo.

<<¡Hola, Alex!>>

_ Ivana contestó un tanto somnolienta, debido a su trabajo nocturno, llevaba días sin poder dormir bien, y el cansancio en su cuerpo ya le comienza a pasar factura.

¡Ivana! ¡Acaso no vendrás a trabajar hoy? ¡Tu jefe no tiene buena cara, sabes que hoy es viernes y el lugar está lleno!

El joven al otro lado del teléfono es Alex, Ivana lo conoció en la universidad y desde ese momento se ha convertido en su mejor amigo, aunque la joven siente algo más que amistad por Alex.

Al escucharlo Ivana se sobresaltó, y al comprobar la hora, recogió sus pertenencias y luego de darle un beso a su madre, se apresuró a abandonar el hospital, justo en la entrada del lugar se encontraba un taxi y para no llegar más tarde Ivana, lo tomó y le pidió que la llevara al club en dónde trabajaba

¿Tomaste un taxi?

Preguntó el joven que aún se mantenía al teléfono, Alex sabía lo ahorrativa que es su amiga, por ende, le extraño que tomara un taxi.

<<¡Amigo si supieras!>>

¡Mi madre hoy entró en coma y necesito con urgencia los cinco millones de dólares para poder salvarle la vida!

¡De lo contrario, para el otro fin de semana la estaré enterrando!

Recordar el estado crítico de Ana, hizo que la joven volviera a derramar sus lágrimas.

<<¡Ivana, déjame ver como te puedo ayudar!>> Dicho esto el joven terminó la llamada, mientras que una oscura mirada apareció en su rostro.

Este chico pertenece a la familia Brown, la familia con más prestigio en la ciudad y dueños de la Constructora Brown, se dice que en la actualidad la constructora cuenta con dos posibles herederos.

El primero es Felipe Brown, un joven de 24 años al que la vida le arrebató a sus padres, dejándolo solo con sus abuelos y su tío Benjamín y padre Alexander Brown, el segundo posible heredero.

_ Hace un mes murió Joaquín el abuelo de Felipe, y fundador de la Constructora Brown, por cosas del destino en el testamento, no dejó ningún heredero directo, Joaquín solamente dejó escrito entre líneas que la constructora pasará a manos del nieto que se case primero y que le dé un bisnieto.

Para la familia Brown, esto sonaba como una aberración, o tal vez más que eso, lo que hizo Joaquín fue una burla para todos, pero a fin de cuentas la constructora era de Joaquín y él podía hacer con ella lo que le diera la gana.

_ Tan pronto como Alex terminó la llamada se dirigió a su auto y sacó un maletín que contenía los cinco millones de dólares, anteriormente su amiga le había dicho cuánto costaba la operación de Ana, y el joven ya se había preparado para

poner su plan en marcha, era como un lobo acechando su presa.

_ Alex había preparado todo para arruinar la vida de Felipe, no obstante, para cumplir su propósito necesitaba la ayuda de Ivana.

Cargando el maletín en las manos Alex volvió a la mesa en donde se encontraba Felipe.

¿Por qué tardaste tanto? Le preguntó Felipe con un aura que dejaba ver lo autoritario que era, de los dos Felipe es el más centrado y el que tiene todo para convertirse en el próximo CEO, de la constructora.

<<¡Lamento haberte hecho esperar tanto!>>

¡Una amiga necesitaba mi ayuda, y yo como el buen samaritano que soy decidí ayudarla!

Alex se excusó con su primo y en compensación a la espera, ordenó otra ronda de tragos.

Los dos jóvenes siguieron disfrutando de la noche, mientras que Ivana, llegó apresurada al lugar.

Cuando la joven estaba por ponerse a trabajar

su jefe le negó la entrada y le dijo que estaba despedida, esta no era la primera vez que la muchacha llegaba tarde, y al parecer su jefe se cansó y le consiguió un reemplazo.

¡Dylan, por favor necesito el trabajo, esta es la única entrada que tengo y además mi madre…!

¡Lo siento, Ivana, pero eso lo pudiste haber pensado antes, tenías un horario que nunca cumpliste y ahora ya te reemplace!

_ El dueño del club se mostraba algo culpable, pero si no despedía a la muchacha, Benjamín el padre de Alex, se encargaría de hacer que su negocio fracasará por lo que no tuvo más remedio que prescindir de los servicios de la Srta.

-¡Esto no es justo! -

Exclamó Ivana, luego se sentó en una de los

bancos de la barra y ordenó un trago, en ese instante sentía que el mundo le daba la espalda, aunque no era mucho lo que ganaba, por lo menos le alcanzaba, para poder pagar la universidad y la hospitalización de su madre.

Sin embargo, ahora se ha quedado sin trabajo y no cree poder conseguir un empleo en donde gane lo mismo que en ese lugar.

Tras tomarse el trago la joven sacó de su billetera el único billete que portaba, en ese momento solo 20 dólares era lo que tenía, eso ni siquiera, le alcanzaba para comenzar a buscar un nuevo empleo.

Tras recibir el cambio, estaba por marcharse cuando de pronto escuchó a su amigo detrás de ella.

-¡Ivana! - ¿Qué haces? ¿Por qué no estás trabajando?

Obvio que él sabía que había sido despedida.

-¡Alex me acaban de despedir! -

- ¡Creo que es mejor que me vaya, esta noche le haré compañía a mi madre! -

La intención de ella era volver junto a su madre, pero al despedirse del joven lo escuchó preguntarle;

¿Qué estarías dispuesta a hacer por los cinco millones que necesitas?

Al escuchar la pregunta Ivana se detuvo y al voltearse lo miro a los ojos y le contestó.

-¡Lo que sea! -

- ¡Haré lo que sea, por salvar la vida de mi madre! -

Alex mostró una gran sonrisa, y de inmediato le contestó.

-¡Tengo los cinco millones que necesitas y los traigo conmigo! -

¡Pero quiero que hagas algo a cambio!

-¡Quiero que te acuestes hoy con mi primo!-

El joven fue muy claro y directo, no quería andarse por las ramas, dado que no sabe, cuánto tiempo más permanecerá Felipe en el bar.

La joven frente a Alex se encontraba con la boca abierta, por un momento creyó haber escuchado mal y tan pronto como reaccionó, lo miró fijamente a los ojos y le dijo;

-Alex ¿Cómo me puedes pedir algo cómo eso?

¡Sabes bien, que yo siento algo por ti y si aún no somos nada, es porque tú me dijiste que primero tenía que darte una prueba de amor!

¿Acaso no te referías a mi virginidad?

Alex se burló de ella y añadió;

- ¡Está es la prueba de la que te hablé!-

¡Si quieres tener algo conmigo, entonces tienes que acostarte con mi primo!

-¡Además, no te lo había dicho, a mí no me gustan las vírgenes!-

-¡Yo prefiero una chica que tenga experiencia!-

¿Si me entiendes? ¡Ivana no te hagas la digna, sabes muy bien que necesitas ese dinero!

Con lágrimas en los ojos, la joven apretó fuerte los puños y contestó entre dientes;

-¡Acepto! -

-Me tendré relaciones con Felipe; ¿Cómo haré para acercarme a él?

-Felipe está por casarse, no creo que voltee a mirarme, él solo tiene ojos para su prometida.

La única razón por la que Ivana aceptaba ese trato tan sucio era por su madre, necesitaba ese dinero y esta consiente, de que no conseguirá el dinero en ningún otro lugar.

-¡Yo me haré cargo de todo!-

En ese instante Alex la sujeto de la mano y se dirigieron de vuelta a la barra, una vez ahí el joven ordenó tres tragos y cuando el bar ténder, se los dio el joven colocó un polvo blanco en una de las copas.

¿Qué haces?

Le preguntó Ivana, la joven sabía muy bien lo que Alex le puso a la bebida.

-¡Quiero facilitarte las cosas! - ¿Ya te echaste para atrás?

-¡Seguiré con esto hasta el final! - Ivana estaba decidida a acostarse con Felipe, con

tal de conseguir el dinero que necesitaba.

_ Tampoco era tanto el sacrificio que tenía que hacer, Felipe es muy apuesto y tiene un cuerpo musculoso, además es el chico más apuesto de la universidad, sus ojos cafés, y sus sensuales labios es lo que más atrae a las chicas.

Sin embargo, Felipe solo tenía ojos para Sara, su prometida y con quién se casará en dos días.

Esa noche cuando Alex volvió a la mesa, supo que Felipe estaba por marcharse.

¿Cómo, que ya te vas?

-¡La noche apenas comienza!

Le dijo Alex en lo que le daba la bebida que preparó especialmente para Felipe, luego agregó;

¿Te acuerdas de mi amiga Ivana?

¡Te la presente en una ocasión!

_ Al escuchar esto Ivana volteó la cabeza hacia un lado y dijo entre dientes;

-¡Si como no, "Amiga”!

En ese momento la música era algo fuerte y ninguno de los dos escuchó lo que dijo la joven.

Felipe tomó la mitad de su copa, luego volvió su mirada hacia la joven.

¡Hola!

Eso fue lo único que dijo el joven, y al notar que no había atraído la atención de Felipe, Ivana

se soltó la larga cabellera negra, ella sabía que esto hacía resaltar el color azul de sus ojos.

Cada movimiento que hizo Ivana, fue con la intención de seducir al joven, y al parecer tuvo éxito, Felipe la miró de pies a cabeza, luego contestó;

-¡Me puedo quedar un poco más!

La joven logró captar con éxito la atención de Felipe, ahora solo es cuestión de tiempo, para que él, caiga en el sucio juego de Alex.

Este último al percatarse de que Felipe se interesó por la joven dejó el maletín con el dinero a un lado de dónde se encontraba Ivana, luego abandonó el lugar, él confiaba mucho en Ivana y sabe que ella no lo va a decepcionar.

Felipe, seguía sentado junto a la joven y al parecer ya comenzaba a sentir el efecto de la

droga, por lo que comenzó a tocarse el cuello y aflojó uno de los botones de su camisa.

¿Te sucede algo?

Le preguntó Ivana, mientras cruzaba sus largas piernas, la joven llevaba puesto un vestido negro que dejaba al descubierto la mayoría de su cuerpo.

_¡Estoy bien! ¿Quieres otro trago? Tras preguntar esto el joven llamó a una de la mesera y ordenó una botella, Felipe siempre le fue fiel a su novia Sara.

Pero esa noche el mismo diablo se le presentó en el cuerpo de Ivana.

Hace unos meses cuando Alex se la presentó Felipe estaba junto a Sara por lo que no, la había detallado a como lo hizo esa noche, de hecho el joven ya la miraba con deseo de poseerla, tal vez era por la droga o tal vez la joven de verdad lo había cautivado.

Al terminar su bebida Felipe comenzó a sentirse acalorado y su deseo por la mujer aumentó aún más, en ese instante acercó a Ivana y le preguntó.

¿Alguna vez te han dicho, que tienes unos ojos encantadores? El joven corrió un mechón que cubría parte de rostro de la joven y luego la beso sin desenfreno, al sentirse correspondido, continuó con sus besos hasta llegar al cuello de la joven.

-¡Vamos a otro lugar! - Le susurro Ivana al oído.

La Srta. Luján ya se había tomado varios tragos y también comenzó a sentir deseos por su víctima.

Al escucharla, Felipe la tomó de la mano y la condujo al hotel que estaba situado al otro lado de calle, este era el hotel más lujoso de la ciudad y parte de la herencia de Felipe, sin embargo, el joven desconoce esto, ya que su tío se ha encargado de quitarle todo lo que le pertenece.

Una vez en el hotel los dos entraron juntos a la suite, Ivana colocó el maletín a un lado de la puerta, luego se arrojó a los brazos de Felipe, el joven la condujo con cuidado a la gran cama, ante esto Ivana lo miró a los ojos y descubrió que la mirada de Felipe era vacía, en ese instante se arrepintió de todo; sin embargo, ya era demasiado tarde, el joven frente a ella era como un lobo hambriento que solo quería devorarla.

Felipe le quitó el vestido con delicadeza, dejándola únicamente en ropa interior.

-¡Quiero poseerte!

-¡Quiero hacerte mía!

Le susurró mientras continuaba besándola en el cuello, el joven lo hizo con tanta pasión que Ivana cayó rendida ante su deseo, ella nunca había estado con un hombre y a pesar de estar drogado Felipe sabía cómo comportarse con ella.

La temperatura de la habitación comenzó a aumentar, y conforme Felipe la besaba se fue despojándose de sus prendas, al mirar el cuerpo del joven, la Srta. Se mordió el labio, ella había guardado su virginidad para el matrimonio, era

con Alex con quién se quería casar, era a él a quien quería entregar su pureza Sin embargo, fue él quien la puso en dónde está ahora.

En el instante en que Felipe le quitó la braga, le beso el monte venus, luego volvió a subir, para besarla dejándola probar su propio sabor,

-¡Felipe, por favor sea cuidadoso!

¿No te gusta el sexo salvaje? Le preguntó Felipe con la respiración algo agitada.

¡No es eso! ¡Es que aún soy virgen!

Ante esto Felipe abrió los ojos y mostrando una sonrisa le contestó;

¡Entonces te haré conocer la gloria!

Dicho esto le abrió las piernas y se preparó para introducir su miembro, la joven estaba tan mojada que facilitó mucho su trabajo.

¡Oh por Dios nena estás tan estrecha, eso me encanta!

Por su parte Ivana sintió un poco de dolor, conforme Felipe hacía sus movimientos el dolor desapareció y se convirtió en placer, la joven comenzó a gemir, esto hizo que las embestidas fueran en aumento, él solo quería saciar su deseo y más ahora que ya no puedo controlar el efecto de la droga.

Un tiempo después Felipe por fin logró satisfacer su deseo y antes de caer rendido al lado de Ivana volvió a besarla y le susurro al oído, estuviste espectacular, él realmente se sintió complacido con la mujer, por esta razón no abandonó el hotel, en cambio, se quedó al lado de ella.

Ivana acomodo su cabeza en el pecho de Felipe

y conforme pasaron los minutos se fue quedando dormida.

Al cabo de unas horas, los golpes en la puerta lograron despertar a las dos personas que

dormían abrazados.

Felipe fue el que más se alteró, al escuchar que la persona al otro lado de la puerta, es Sara su prometido que le gritaba desde afuera;

-¡Felipe sé que estás ahí!

-¡Abre la puerta de inmediato!

Ante esto el joven se apresuró a ponerse el pantalón, luego miró a Ivana he instó;

¡Nena por favor vístete!

Ivana salió de cama y de inmediato la puerta se abrió, Sara entró mostrando asombro y enojo a la misma vez.

Todo sucedió tan rápido que Ivana no tuvo más remedio que cubrió su cuerpo con la sábana blanca y cuando estaba por entrar al baño una fuerte cachetada cayó sobre su rostro.

-¡Eres una perra!

-¡Felipe es mi prometido, nosotros nos casaremos en dos días! - Sara le gritaba furiosa.

Cuando Ivana sintió el dolor quiso devolverle el golpe, sin embargo, Felipe se metió en medio de las dos mujeres y se dirigió a Sara para decirle;

-¡Deja ir a Ivana!

- ¡Ella no tiene la culpa de nada, yo soy el único culpable, si con alguien tienes que desquitarte es conmigo!

Al menos Felipe era consciente de lo había hecho y estaba dispuesto a dar la cara.

¿Por qué llamas a esta perra por su nombre?

-¡Felipe yo soy tu prometida se supone que pronto nos cansaremos!

¿Acaso ella es tu amante? le preguntó Sara con lágrimas en los ojos.

-¡Hablaremos en otro lado!

Felipe estaba por salir de la habitación cuando de un pronto a otro, Alex, entró junto a unos oficiales de la policía, al parecer las cosas sé

pondrán peor y eso quedó más que demostrado cuando Alex apuntó con el dedo a su amiga y exclamó.

-¡Es ella!

-¡Ella es la mujer que tomó mi maletín con el dinero!

Instantáneamente, Ivana miró el maletín que contenía los cinco millones, luego gritó a todo pulmón;

_¡¡Ese dinero tú, mismo me lo diste, para qué me acostará con tu primo!!

En ese instante hubo un gran silencio en la habitación y todas las miradas cayeron sobre

Alex quien después de un rato se defendió diciendo;

-¡Miente yo jamás, pondría a mi primo en una posición como esta!

_¡Además tengo la evidencia, pedí una grabación del club y ahí se ve claramente que tú tomaste el maletín con el dinero!

-¡Yo jamás te lo di!

Está más que claro que un hombre tan ambicioso como lo es Alex, no perderá a así como así cinco millones de dólares.

De inmediato Ivana se sentó sobre la cama, y volvió su mirada hacia el joven que la miraba con desprecio.

-¡Felipe tienes que creerme! -¡Yo no soy una ladrona, tu primo me dio ese dinero para que me acostara contigo!

Al escucharla Sara camino hacia ella y volvió a golpearla en la mejilla.

-¡No digas estupideces, ellos dos son como hermanos, no le levantes calumnias a Alex!

-¡Él es un hombre culto y recto!

En ese instante Felipe apartó a Sara y sujetó la barbilla de Ivana, él solo quería que ella le contestara mirándolo a los ojos.

¿Entonces lo hiciste por dinero? Preguntó Felipe con una fría voz.