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Al Final De Todo ( Saga II - Sobreprotectores )

Prólogo

Mi nombre es Theo Moore, está es mi historia, quizás no sea la típica historia de éxitos y amor tradicional, pero… es mi historia, quizás tan complicada como mi personalidad pero jamás aburrida.

Mi vida estuvo y está muy marcada por las mujeres, y cuando digo mujeres no siempre se trata de romances.

La primera en marcar mi corazón fue mi madre, Susan… una madre increíblemente dulce y cariñosa, dedicada y paciente, pero firme de convicciones, inflexible si era necesario y dispuesta a todo por defender a su familia; luego está mi hermana Gabriela, dos años menor, de ella aprendí de firmeza y frialdad a la hora de tomar una decisión, mi hermana es una buena mujer, metódica, aplicada y siempre correcta ante el mundo,  pero mi padre la hizo muy caprichosa y al tener una carácter tan determinado, cuando quería algo, no le importaba cómo, pero sin importar los métodos, ella conseguiría su objetivo.

Y por último Anna… mi hermana pequeña, mi debilidad…ella tiene el mismo carácter de mi madre, y un poco del mío, buena, dulce y generosa, implacable, fría y dura si la situación lo requería, pero la persona más fiel a sus sentimientos y a las personas que ama que jamás ví en mi vida.

Mi madre nos abandonó demasiado pronto, partió cuando yo tenía dieciséis años, después de perder la batalla contra el cáncer, y puedo jurar por mi vida que peleó hasta el último minuto, jamás se rindió, otra enseñanza que me dejó, me repetía a diario " Te Pueden doblar pero jamás quebrar", mi madre me enseñaba con dulzura que aunque tuviésemos todo el dinero del mundo, jamás seríamos felices sin una familia a nuestro lado, el dinero no traería amor jamás… Mi padre Richard Moore era uno de los empresarios más exitosos del país y reconocido en el mundo junto con Samuel Sahin, ambos amigos desde niños, sus hijos Alexander, mi mejor amigo y hermano, y Sam eran amigos míos y de Gabriela. Pero la diferencia entre mi padre y Samuel, es que mi padre vivía para trabajar, siempre quería más o ser el mejor en todo, algo que en cierta forma heredé, él amaba a mi madre más que a nada en este mundo, quizás más que a sus propios hijos, ella era su vida completa, por ese motivo cuando mi madre decidío posponer su tratamiento para que Anna pudiese nacer, vio a mi hermana por mucho tiempo como la persona que le quitó a mi madre antes de tiempo.

Una mañana estaba con mi madre en su habitación, ella ya estaba muy débil pero jamás perdía la sonrisa, y se interesaba por cada cosa que me pasaba y como me sentía, reía con cada cosa que le contaba que había hecho.

Hijo…quiero que jamás olvides lo que voy a decirte… No hay nada en este mundo que valga más que la familia, no importa el dinero y el éxito que consigas, sin familia y amor a tu lado serás un cuerpo sin alma, ten paciencia con tu padre, está cegado por el dolor, quizás Gabi y tú en algún momento tomen caminos diferentes, ambos deberán aprender en base a sus errores, pero la pequeña Anna solo te tendrá a tí… ella es tan especial como tú, posee el mismo corazón y generosidad que tienes, es decidida y fiel, creo que en algunas cosas se parece a mí… pero ya no estaré para guiarla ni cuidarla, jamás la abandones Theo, se en mi corazón que serán unidos de por vida, y en algún momento serán solo los dos, pero jamás olvides que estaré con ustedes, solo cuidala hasta que ella pueda cuidar de tí, se que ella jamás te abandora- 

Esa fue la última conversación que tuve con mi madre y le jure con mi vida que así sería, mi hermana pequeña era una Ángel en la casa, alegre, traviesa y siempre detrás de mío o con mi madre… y como siempre mi madre tuvo razón, Anna fue mi debilidad, cuide de ella lo más que pude, creció siendo más mi hija que mi hermana, enfrentamos los problemas juntos, si bien ella se alejó un poco de la familia en general, jamás lo hizo de mi, tal cual como lo dijo mi madre, éramos y somos dos contra el mundo, y eso jamás cambiaría.

Mi hermana se casó con Alex, mi mejor amigo, y me daba mucha paz, porque el iba a protegerla incluso más que yo, me dieron mi sobrina, otra pequeñita mujer que marco mi vida… porque desde el momento que la ví se robó mi corazón.

Pero no serían las únicas mujeres que determinarían mi vida, Marie sería otra que me iba a marcar el corazón a fuego, amiga de Anna, el día que cumplí 17 años mi corazón la eligió de otra manera… y esa es otra historia que debo contar, porque sería una gran parte de mi historia, o de mi futuro… pero eso solo el tiempo y el destino lo iban a acomodar al final de todo ….

Theo Moore :

El inicio de mi camino

Después de mi relación fallida con Marie, por primera vez en mi vida sentí mi corazón quebrado, estar con ella fue hermoso y a la vez una tortura para ambos.

Fui feliz… si, cuando estábamos bien, ella era mi mundo y mi vida completa, no había un mejor sentimiento, algo que jamás había pensado sentir, ella era alegre, cariñosa, fiel en todos los sentidos, me acompañaba y reconfortaba, pero teníamos un gran problema, yo soy demasiado libre por demás sincero y con un pasado amoroso bastante libertino por así decirlo, ella en cambio era celosa, sensible y explosiva, al contrario de mí, Marie solo había tenido una relación antes de mí… siempre me decía que decidió esperar por mí… y yo que estaba embobado por ella, la elegí para tener una relación, que jamás tuve, porque no compartía más de una noche con una mujer.

En fin.. la mezcla de nuestras personalidades era como fuego y gasolina… y de estar en el paraíso y descendiamos  al mismo infierno en un segundo.

Ella era temperamental así que cuando discutimos era una batalla a muerte, odiaba que me pidiera explicaciones, se las daba solo una vez y si no se conformaba, optaba por ignorarla, ella  enfurecía con eso, y sus palabras hacia mí eran dagas que arrojaba directo a mi corazón, como resultado, pasábamos días sin hablarnos, ninguno daba el brazo a torcer, y debo admitir que Anna intervenia junto a Kevin para calmarla, y por su parte Alex lo hacía conmigo, y luego volvíamos a la paz…momentánea.

El día de mi cumpleaños número 31 fue el detonante para mí, Marie estaba súper celosa y molesta, porque nadie creía que fuese mi novia, aunque yo trataba de darle el lugar que correspondía, los idiotas de mis amigos no ayudaban porque contaban anécdotas mías y le decían que me mantuviese vigilado, el resultado fue que ella se sentía mal, y su forma de expresarlo era el enojo, pasó el resto de la noche hablando con un ex compañero mío de la universidad, y si bien jamás yo decía nada,estaba muy molesto… Fue la primera vez en mi vida que sentí celos.

Al llegar a casa, de inmediato empezó con los planteos y los celos, por primera vez yo le recrimine a ella… y una cosa llevó a la otra, cada vez estábamos más enojados.

-Jamás podrás entenderme ni amarme, porque buscas que la mujer que esté a tu lado sea como Anna!!! Porque es lo único que te importa, estás enfermo!!!- 

Escucharla decir esas palabras fue lo peor que podría haber dicho, y note en sus ojos el arrepentimiento, pero a mí me enfureció, si quería lastimar lo hizo y mucho, sin darme cuenta levanté mi mano para darle una bofetada, pero logré contenerme al último momento.

-Jamás podrás tener a un hombre al lado porque buscas una mascota!!! No sabes amar tú quieres poseer!!! Y no lo tendrás conmigo!!! Tu eres la única enferma aquí!!!- 

Esa fue nuestra última discusión, salí y me fui a casa de mi padre, quería matarla.. estaba fuera de mí… comprendí que el solo hecho de pensar en levantar mi mano contra ella, me estaba llevando a ser un hombre que no era, este debía ser nuestro final. Decidí distanciarme… necesitaba un tiempo para mí… estaba literalmente quebrado, y solo podía culpar a Marie de mi dolor, no quería odiarla, la amaba más que a nada, pero el rencor que tenía en ese momento era muy grande, era más fácil culparla a ella

Despedirme de Anna, Alex y Emily fue otro golpe aún más duro, de lo que también culpe a Marie… Ellos eran mi familia, mis pilares…pero algo más faltaba y debía encontrarlo, debía sanar mi pasado para enfrentar mi futuro.

Mi primer destino fue Londres, necesitaba arreglar las cosas con mi Padre y Gabriela.

Con mi padre… no había arreglo posible, casi terminamos a los golpes, y lo único que pude comprender fue que su alma murió junto a mi madre, solo era un cuerpo vacío soportando el paso del tiempo.

Con Gabriela fue distinto… ella estaba cambiando, sabía el mal que había hecho y le pesaba demasiado, solo que aún no era fuerte para afrontarlo, me preguntó por Anna, me contó que le mandaba a diario fotos de Emily, le contaba de mí y la mantenía al corriente día a día, mi pequeña hermana jamás la abandonó… por más dolor que hubiese causado Gabriela, Anna se mantuvo firme… tal como hubiese esperado mi madre de nosotros, hablamos de mí y le conté mi situación… no dijo nada solo me abrazó en silencio.

El día que me despedí de ellos para ir a España, mi hermana tomó mi mano y me miró a los ojos antes de hablar.

-No te cierres Theo… no busques reemplazar a Marie..solo deja que las cosas pasen, quizás también la lastimaste y nunca la escuchaste… quizás sea el amor de tu vida, o quizás no y otra persona te haga tan feliz como te mereces… solo espera, no decidas, la solución suele aparecer sin que la busquemos-. 

La mire sonriendo, su consejo era parecido al de Anna, mis hermanas me amaban sin dudas, cada una a su manera.

-Eres mi hermana y te amaré siempre si? Aunque a veces quiera matarte… si me necesitas, esté donde esté solo llama y estaré aquí- 

Le dije mientras la abrazaba y ambos reíamos. 

Me fui a España un tiempo… estaba en contacto casi a diario con Anna y Alex… quería ver a Emily no podía dejar que se olvidara de mi, luego viaje a Italia, me encontré con Paul Hudson… uno de nuestros clientes, y ahí conocí a Alessia, su hermana… me cautivó con su simpatía, era amable pero graciosa, comenzamos a pasar tiempo juntos, me hacía sentir bien, me divertía demasiado y olvidaba por momentos mis problemas.

Decidimos comenzar un relación sin prometernos nada, pero sin mentiras, era fácil hablar con ella, no emitía un juicio sobre nada. viajamos juntos a Praga y luego a Portugal, estaba bien ella me contenía demasiado, pero había pasado demasiado tiempo y comenzaba a extrañar a mi Hermana, a Alex pero más que todo a Emily.

-Creo que necesito regresar a ver a mi familia, mi sobrina esta enorme y la extraño demasiado, quisiera que vengas conmigo-

Estábamos en el restaurante cenando, dejó sus cubiertos a un lado, me miró atenta, preguntando por cuánto tiempo iríamos.

-Ale… siempre te dije que volvería en algún momento, no quiero ir de visita, debo retomar mi vida, tengo un trabajo debo volver con mi Familia- 

suspiró mientras asentía con su cabeza 

-Creo que me da miedo… Marie estará allí, quizás nuestra relación no esté tan firme todavía para eso Theo… te dije que iría contigo, pero me parece pronto- 

La mire y le di una sonrisa para tranquilizarla, a mi también me daba miedo, pero mi miedo era saber que pasaría conmigo cuando viera a Marie.

-Marie y yo tuvimos una historia, que ya terminó, es mi pasado y no lo puedo cambiar, si quiero que vengas conmigo es porque eres mi presente si?- 

Me levanté de mi silla para inclinarme sobre la mesa y dejar un cortó beso en sus labios, la miré y sonreí antes de volver a tomar asiento.

-Dame unos días sí? Quizás esté un poco insegura, y de paso tu también lo piensas bien, por ahora disfrutemos del lugar- 

me sonrió y volvió a comer, yo lo tenía prácticamente decidido, pero al ver su reacción sabía que se avecinaba un problema, si bien hacía poco más de cinco meses que estábamos juntos, no habíamos tenido discusiones, lo cual era increíble para mí, era fácil ponernos de acuerdo, pero sin dudas está sería nuestro primer desacuerdo sin dudas.

La cena a partir de ahí se puso algo tensa, ella hablaba poco y si bien yo bromeaba sobre alguna cosa ella solo fingía  una sonrisa. Decidimos dar un paseo a pie antes de volver al hotel, fuimos tomados de la mano prácticamente en silencio, al llegar me dijo que estaba cansada e iría directo a la cama, yo fuí a darme una ducha, no tenía sueño, me sentía inquieto, después de nuestra conversación me sentía más seguro de que tenía que volver, rayos como extrañaba a Anna en estos momentos, me sentía solo.. mi hermana estaría escuchando todo lo que le dijera en silencio, me preguntaría cómo me sentía, me daría su punto de vista y me comprendería haciéndome ver con paciencia en que estaba equivocado y en qué tenía razón.

Me fui a la cama, Alessia ya dormía dándome la espalda, trate de leer un poco para poder dormir, di vueltas en la cama, cerré mis ojos, traté de dormir, las horas pasaban y seguía igual.

Me levanté , me puse un pantalón y una camiseta, tomé mi teléfono, salí de la habitación y tomé asiento en el pasillo junto a la puerta.

Mire la hora, en casa serían casi las 10 pm, sin dudar más llamé.

-Necesito hablar contigo, no digas que soy yo… no quiero preocupar a mi hermana- 

Dije arrebatado sin siquiera saludar a Alex ni darle tiempo a decir nada, sentí como suspiro, debía estar acostado junto a mi hermana, porque escuché que le decía que era Sam, e iría a su estudio a hablar y ya volvía.

-Pedazo de cabrón, y porque crees que no me preocupas a mí??? ¿Qué pasa hermano? Todo bien?- 

Alex era increíble, porque aunque siempre demostraba ser frío y duro, era totalmente lo contrario, al menos con la gente que amaba.

-Necesito de tus sermones amigo… ni se que estoy haciendo y me siento algo solo-

Me dijo que él jamás me dejaría solo por más distancia que hubiese entre nosotros y le dijera que pasaba. 

Le hice un resumen de cómo me sentía y lo sucedido con Alessia.

-¿La amas? ¿Qué sientes por ella? - 

Simple y conciso, Alex siempre iba al punto, pero él sabía la respuesta.

-Tssch sabes que aún amo a Marie, Alessia es divertida, y la pasamos bien, hace poco estoy con ella, supongo que es normal, la quiero si… pero tanto como amor, aún no- 

Era totalmente sincero con Alex, además de sentirme cómodo con él, no servía que le mintiera me conocía demasiado lo notaría en un segundo.

-Theo… me enamoré de Anna en menos de un mes, eso es relativo, te enamoraste de Marie luego de conocerla por más de diez años…estás tratando de que el tiempo te traiga sentimientos con Alessia, que creo no van a aparecer… pero si te hace bien estar con ella, no deberías sentirte solo… amigo algún día por algún motivo tendrás que volver, estás evitando enfrentar a Marie, y no es propio de tí, jamás huiste de nada, dicen que al mal paso es mejor darlo pronto, sabes que no estarás solo aquí, y si Alessia es para tí, no tengo dudas que acompañara tu desicion- 

Suspire resignado por qué como siempre Alex tenía razón, este no era mi lugar, y necesitaba estar en casa, con mis afectos y por sobre todo con mi familia.

-Sabes, la extraño mucho Alex… he pensado mucho en Marie, quizás yo también le hice mal, me siento algo culpable, por hacer que Anna y tú se enojaran con ella- 

En este tiempo llegaban a mi memoria algunas cosas que le dije a Marie en mi puta sinceridad y recordaba su rostro, me miraba con una sonrisa de resignación y soportaba.

-Yo me enojé con Marie en un primer momento por lo que dijo, luego ella vino a hablar conmigo y escuché su versión, y entendí que no pensaba eso, solo quiso hacerte sentir el dolor que ella sentía, yo no puedo juzgarla, sabes bien que yo cometí un error aún más grande con Anna, y seguimos adelante, yo me enojé con Marie porque te dejo ir, se rindió muy fácil, pero tú también hiciste tu parte...- 

Me quedé helado, Alex jamás me dijo que había hablado con ella, casi ni la nombraba, y en cuanto a Marie, debe haber estado muy dolida para bajar su orgullo y recurrir a Alex.

-Si la lastimaste hermano y mucho, al igual que ella a tí, solo que no lo sabes… tampoco ella lo dijo, pero ya está, no supieron manejarlo, son una bomba de tiempo juntos, a veces el amor no es suficiente, o si...quien sabe-  

Escuchaba a Alex en silencio y mi mente y mi corazón estaban muy confundidos… definitivamente era momento de volver y poner en orden todo.

-Gracias Alex… por estar ahí, ya se que debo hacer- 

Suspire mientras me ponía de pie para volver a la cama

-De que hablas?? Siempre estaré para tí, como siempre estás para mí, ahora hazme el favor de mover el trasero y volver a casa idiota… solo o acompañado, te estamos esperando…ahh y Theo, lo que sea que tengas que enfrentar Anna y yo estaremos a tu lado, no lo olvides si? - 

Rei porque Alex solo podía ser dulce con Anna, jamás me diría vuelve que te extraño, nooo jamás lo diría pero lo dejaba claro a su manera.

Pasaron dos semanas y hablando con mi hermana notaba que estaba triste, al igual que yo, jamás nos habíamos separado por tanto tiempo, sentí que me necesitaba tanto como yo a ella, y si nunca la abandoné está no sería la primera vez, sumado a eso, Emily había empezado a decirme Tito y a sonreír al verme y eso me partía en dos, esa mañana después de varios meses Marie me envió un mensaje, leí cada uno que me envió durante cinco meses, jamás le respondí, me sorprendió que después de tanto tiempo lo volviera hacer, así que lo leí ni bien llegó.

** Hola Theo, espero estés bien, Anna no me cuenta de tí, pero solo me asegura que estás bien y eso me alegra muchísimo. Vi tu foto en el periódico y me puso feliz verte, aunque no lo creas, me he disculpado muchísimas veces contigo así que sabrás que de corazón siento muchísimo haberte lastimado. Solo te escribí para agradecerte todo lo que me has dado, que fue muchísimo y todo lo que me has enseñado, te he amado desde que tengo 10 años y creo que eso jamás cambiará, pero entendí que es momento que mi corazón te deje ir…Eres un hombre excepcional, jamás lo dudes, y mereces toda la felicidad del mundo, se que llegara una mujer afortunada que te hará muy feliz, lamento no haber sabido hacerlo, pero a veces el destino es caprichoso, y las cosas no salen como uno quiere, en mi caso llegó para enseñarme de la peor manera, pero quizás era la única manera de aprender. Siempre seré incondicional para tí, en lo que necesites en lo que falte, sin condiciones, de eso se trata el amor, y no siempre ese amor nos lleva a estar junto a esa persona, pero si puedo acompañarte y ayudarte, Deseo con todo mi corazón que seas feliz de la manera que elijas y que algún día sepas perdonar el dolor que te cause, serás mi gran amor hasta el último día de mi vida, solo que es tiempo de separar nuestros caminos, no por eso he de abandonarte, cuando me necesites estaré **

Marie me dejó ir… no era el alivio que esperaba sentir todo lo contrario, me enojo pero la conocía y en eso era igual que yo, decidió seguir sin mirar atrás, y lo haría sin dudas, estaba por responderle por primera vez, hasta que me sentí enojado, sin razón, y decidí que le respondería en el momento oportuno, pero no de esta manera. Ambos sabíamos y decidimos que jamás estaríamos juntos otra vez, pero al menos cerraría esta historia de una manera menos cobarde, si nos equivocamos, ella iba a enfrentarlo al igual que yo, decidí llamar a la única persona tan sincera como yo y terminar de decidir.

Alessia:

Llegó el momento

Dejé pasar una semana  sin tocar el tema de mi regreso con Alessia, ella se había relajado y volvimos a divertirnos como antes, era sábado y estábamos desayunando mientras me mostraba muy alegre lo que había planeado para que conociéramos  los próximos días, me sentía un cobarde la noche anterior luego de hablar con Anna había tomado la decisión de volver el día lunes a primera hora, pero se veía tan entusiasmada que no sabía cómo abordar el tema.

Esa mañana fuimos a conocer el Castillo de Tomar, era un lugar realmente hermoso e imponente que se encontraba en Portugal en lugar llamado justamente Tomar.

caminábamos hacia la entrada tomados de la mano en silencio admirando el paisaje, Alessia llevaba consigo mi cámara fotográfica para capturar cada paisaje que llamaba su atención.

-Esto es realmente hermoso, y lleno de paz… ¿te imaginas vivir en un lugar así? Sería un sueño…- 

Me miró con una sonrisa entusiasta esperando mi respuesta, ella no era apegada a ningún lugar, ni a su familia, al contrario de mí. 

-Es un lugar magnífico, pero solo para visitarlo, soy un bicho de ciudad, me volvería loco aquí en menos de dos meses- 

Dije tratando de que sonará a broma, riendo mientras volvía a tomar su mano. 

-Ufff el estrés de la ciudad, ¿en serio? Eso va a matarte antes, ¿qué hay en la ciudad mejor que esto? - 

Solté el aire de golpe y entendí que era el momento, si pasaba más tiempo sería más difícil.

-Mi familia Ale… mi familia es mejor que cualquier paisaje del mundo - 

Soltó mi mano y se giró para verme directamente a los ojos con su rostro serio.

-¿Por qué quieres volver? Otra vez piensas en eso? Pensé que esperaríamos un tiempo más- 

Me lo dijo con seguridad, y yo trataba de recordar cuando dije que esperaría un tiempo, si me pidió unos días… pero no un tiempo.

-Mi hermana y mi sobrina cumplen años en poco más de una semana, y quiero estar con ellas…extraño a mi familia, ya lo pensé mucho, y quiero que el lunes volemos de regreso- 

Abrió los ojos como plato y casi ni pestañeaba

-Tomaste la decisión sin siquiera consultarlo… sin siquiera importar lo que yo pienso?- 

Bajo la vista y tomó la cámara pasando las fotografías sin siquiera mirarme 

-Ya te lo había dicho… siempre te incluí en mis planes, siempre te dije que volvería… solo te pido por favor que me entiendas -

Trataba de hablar con calma, la entendía pero necesitaba volver a casa, si… era egoísta pero como solía decir Anna, sentía hasta los huesos que debía volver.

¿Es por ella verdad? No es tu familia… es ella! Y solo necesitas que te acompañe para servirte de consuelo- 

Volteo la cámara y me mostró una fotografía, que hacía mucho no veía pero nunca pude borrar.

-Por Dios Ale!!! Nooo, ya te lo dije mil veces y esta es la última vez que lo digo, ella es mi pasado y tú mi presente, había olvidado esa fotografía- 

Lo cual era cierto, la última vez que la observé fue el primer día que llegué a Italia.

Me entrego la cámara de mala gana 

-Mejor regresamos, ya no tengo ganas de estar aquí… estoy algo cansada y quiero dormir un poco- 

Se giró en dirección contraria y comenzó a caminar, suspire y comencé a pensar que el problema era yo… odiaba este tipo de escenas, por el hecho de que siempre era sincero, podía entender su malestar, pero no podía entender el porqué explicar tantas veces lo mismo. 

Llegamos al hotel y se fue directamente a ducharse en silencio, me senté al borde de la cama con mi teléfono en la mano y sin saber porqué, sin ningún motivo aparente le envié un mensaje a Marie.

** Lo mejor es que separemos nuestros caminos, de igual manera siempre podrás contar conmigo, pero es algo que hablaremos en el momento adecuado ** 

¿Por qué lo hice? No lo sé… fue puro impulso, al segundo que lo envíe me arrepentí, y recordé lo que Alex me repetía desde la universidad " Tus impulsos te llevan a cometer errores " 

Alessia salió del baño, y comenzó a cambiarse en silencio, le pregunté si quería almorzar, quizás así podíamos hablar más tranquilos

-Respóndeme algo, ¿prefieres volver junto a tu familia así me pierdas? ¿Elegirás a tu familia antes que a la mujer que ames? Sea la que sea que elijas? - 

Para mí fue el límite, ni siquiera Marie había sido capaz de ponerme a elegir entre ellos y ella, si me dijo que buscaba una mujer como mi ,hermana, pero siempre supe que lo hizo para lastimarme y no porque lo pensara, pero ponerme elegir entre ella o Anna, Alex y Emily jamás lo hubiese hecho… y pensé que definitivamente yo tenía una maldición encima. Me puse de pie y la mire sin hacer ningún gesto.

-Si… porque la mujer que ame y me ame jamás me haría elegir… estaría a mi lado y yo al suyo. Así que si tú pregunta es que elijo, los elijo a ellos sin dudarlo, quiero que vengas conmigo, pero esa ya es una decisión que solo tú puedes tomar- 

Me di vuelta y antes de salir le dije que iba a almorzar.

Almorcé en el restaurante del hotel, Alessia jamás vino, ni bien terminé subí a la habitación para ver si ya estaba más tranquila y podíamos hablar.

La encontré haciendo su maleta algo molesta, me miro al entrar pero no dejo de hacerlo.

Vuelvo a Italia, mi vuelo sale en cuatro horas, creo que es lo mejor para ambos- 

Me acerqué a ella y la tomé de las manos para que dejara de guardar su ropa.

-Me hace bien estar contigo, jamás te mentí, pero necesito volver Ale, no quiero lastimarte, quizás solo necesites tiempo, piénsalo, y si puedes llámame te estaré esperando - 

Asintió sin ningún tipo de emoción en su rostro, no me dejó que la acompañara al aeropuerto, solo me besó y se fue sin decir más nada.

Al día siguiente desperté antes de las siete de la mañana,  no me sentía aliviado, me sentía algo apenado de que hubiese ido, le escribí para saber si había llegado bien y como estaba, me respondió e intercambiamos un par de mensajes más, le envié mi dirección por si cambiaba de opinión, aliste mis cosas para irme de inmediato, no tenía nada a qué quedarme un día más, al llegar al aeropuerto tuve la suerte de conseguir un vuelo que salía en poco más de una hora, tenía ocho horas de viaje, así que llame a Alex para decirle que iba para allá y llegaría a almorzar con ellos, pero que no me buscara quería darle una sorpresa a mi hermana, así que mi amigo me dijo que me enviaría al chófer de la empresa a recogerme.

Una vez que el avión despegó, sentí ansiedad, nervios, miedo, era una de las pocas veces que sentía miedo de no saber a qué me iba a enfrentar, pero con la seguridad de que estaba haciendo lo correcto. 

Al llegar como Alex me había dicho el chófer de la empresa me esperaba, apenas subí maldecí porque olvidé en el hotel el regalo para Emily, así que le pedí al chófer que primero pasará por el centro comercial que estaba cerca de la empresa, había una tienda que solíamos ir con Marie a comprar cosas para la pequeñita.

Baje y cuando estaba por cruzar la calle me quedé helado, Marie… estaba afuera apoyada contra la pared por encender un cigarrillo… la primera cosa que llamo mi atención fue su aspecto, no lucía ni cerca como antes, solía arreglarse, peinar su cabello, maquillarse… todo lo contrario a lo que veía en este momento, no lucía mal, seguía siendo hermosa, pero se notaba que además había perdido peso, y lo segundo que llamo mi atención fue verla que estaba por fumar, había dejado hacia más de cinco años, y solo lo hacía cuando estaba muy nerviosa o triste.

Las palabras de Alex vinieron a mi mente " Al mal paso mejor darlo rápido " y quizás tenía razón, lo que no podía comprender era si el destino se reía en mi cara, o era una puta broma, después de casi un año lejos de todos la primera persona que veía era a ella.

-Pensé que habías dejado ese vicio horrible hace años- 

Le dije cuando llegue a su lado, estaba tan distraída que ni siquiera lo notó, pero apenas escucho mi voz, giro su cabeza y me miro totalmente sorprendida, tiro su cigarrillo y me miraba sin decir una palabra ni moverse de su lugar, sus ojos se llenaron de lágrimas y ví como tomo aire de golpe y cerró un minuto los ojos para contenerse, yo no estaba mejor que ella, mi corazón parecía que iba a salirse de mi pecho, lleve mis manos a los bolsillos para que no notará como me temblaban, sin dudas era mi Kriptonita

-Oh ya sabes tengo mis recaídas… como has estado? te ves muy bien- 

Me dijo sin siquiera moverse, su voz era más baja que lo normal y se sentía algo nerviosa aunque lo disimuló bastante.

-Estoy bien, gracias, tu luces terrible, perdiste peso? - 

Marie soltó una carcajada y juro que derribo todo tipo de barrera que había puesto entre los dos.

-Ya veo que estás bien, tu sinceridad sigue intacta, deberías aprender que jamás se le dice eso a una mujer- 

Ambos nos miramos sonriendo como bobos sin decir nada, pero su mirada era distinta, como lejana, hasta que su teléfono sonó, lo saco leyó algún mensaje que le había llegado.

-Me alegra haberte visto, vine solo por unos regalos para Anna y la pequeñita… pero ya vinieron por mí, que sigas bien - 

Se giró para irse así como si no pasará nada, estaba loca o que le pasaba? Ni que me hubiese visto ayer, no era una reacción típica de Marie, estaba fría y distante jamás había sido así, no supe decifrar si me dolió o me molestó, yo estaba hecho un estúpido tratando de controlar mis nervios y ella como si nada, en otro de mis impulsos tome su mano para detenerla, se giró a mirarme algo asombrada por mi acción, pero su mirada seguía siendo diferente, triste y decaída, es como si estuviese apagada, ese fuego que la caracterizaba, la fuerza de su carácter no estaba ahí, en otro momento si quería irse y la detenía me hubiese dado una mirada de odio y algún que otro grito.

-Marie debemos hablar no crees? No podemos fingir que nada pasó- 

Le dije sin soltarla, mientras ella negaba con su cabeza

-No lo creo Theo, no es necesario ya nos hemos dicho demasiadas cosas, hasta de más… no te preocupes todo estará bien- 

Jalo suavemente su mano para que la soltará, y aún así no lo hice.

-Vamos a vernos a diario, vamos a trabajar juntos, nos debemos una conversación civilizada… cenemos esta noche, me lo debes - 

Que rayos estaba pasando conmigo, no quería volver con Marie pero tenía dudas, la amaba si… eso no cambiaría, pero de ahí a ser dos extraños había un abismo de diferencia. La ví dudar un minuto, pero bajo su vista, no pudo mantenerla en mí, esa no era Marie, ella era hasta incluso orgullosa y altanera, ahora parecía otra persona.

-Está bien, supongo que una cena no va a matarnos, iré al restaurante que te gusta a las 8 pm, nos vemos- 

Solto su mano de mi de una sola vez y comenzó a caminar algo apurada, no volteo a mirar ni una sola vez, solo la ví subir a un automóvil que la esperaba, debía ser su novio o lo que fuera, y ahí quedé parado mirando totalmente confundido… esa no era Marie o tal vez no era la que fue mi Marie, me sentía molesto pero no podía entender porqué, pero sin dudas tenía que ordenar mi vida, y debía seguir adelante, aunque parecía que ella ya lo había hecho, yo estaba seguro que llegó el momento de terminar todo con ella de una vez, pero no podía hacerlo

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