Agradezco a todos aquellos seres humanos que se cruzaron por mi camino en esta vida, pero en especial a dios y a mi madre que nunca me han dejado solo, ya que de todos ustedes me he llevado algo y probablemente ustedes son la inspiración de este libro... ¿Qué sé yo?, dios actúa de formas muy misteriosas; debo decir algo curioso de este libro, durante mucho tiempo estuve pensando en realizar un libro, pero nunca puse manos a la obra, recuerdo que una vez quise empezar, no recuerdo muy bien el nombre de ese escrito, pero lo que si recuerdo muy bien es que era una especie de autobiografía, pero sucedió lo de siempre, lo deje para después. El día que comencé este libro lo hice durante un viaje al estado de Morelos, recuerdo que en la estación de autobuses, me dieron muchas ganas de escribir durante el viaje, por lo que fui a comprar una pluma y una libreta en una de las tiendas de la terminal, fue la libreta más cara que he comprado y la pluma ni se diga, pero saben creo que valió la pena cada centavo, ya que por fin con estos elementos, pude comenzar mi sueño de escribir mi primer libro.
A todos los que lean este libro también les agradezco infinitamente, porque al leerlo me están ayudando a cumplir mi sueño. Mi esperanza es que algo de este libro pueda llegar a alguien, que tenga una historia similar a la mía, para que no se sienta solo en este mundo y se dé cuenta de que hay mucha gente allá afuera, que pasa lo mismo que él.
Carlos Brian Castro Gómez
Escritor
Esta novela habla de un hombre del que en ningún momento conoceremos su nombre, de su gran agilidad mental y de su poca capacidad de hacer realidad la gran cantidad de pensamientos que tiene su mente, podríamos decir que el señor "B" es una especie de genio incomprendido o un espíritu muy viejo, con varias vidas pasadas y con un gran cúmulo de conocimientos, que en vez de hacerlo feliz solo lo confunden a cada paso que da.
Iremos viendo como nos permite adentrarnos en el mundo que viven aquellos que no pueden o no quieren controlar sus pensamientos, aquellos individuos que tienen un flujo inusual de pensamientos, que su imaginación y sus sueños son más placenteros para ellos que la realidad en la que viven.
Es un hecho que no trata de explicar motivos, únicamente intenta mostrar todo el panorama que viven estos individuos desde otra perspectiva, lejos de ser un manual de convivencia o un panfleto de convergencia de pensamientos, este libro tiene como finalidad llevar a las personas con un historial similar, la noticia de que no están solas, que hay individuos como ellos, que pasan por las mismas situaciones de incomprensión, humillación, frustración, repulsión, venganza, odio y depresión. Es un intento de hacer llegar a sus mentes el pensamiento de comprensión, de entendimiento con otro ser humano y por consiguiente el sentimiento universal y absoluto del amor, esto es lo que persigue como fondo principal.
El Sr. B es un claro ejemplo de lo que denominaremos una mente dispersa, debido a que su mente genera un sin fin de ideas y pensamientos, todos con grandes fundamentos y completamente bien estructurados, pero existe un gran problema en su actuar, cuando empieza algo, en muy poco tiempo le pierde el interés, porque llega otra idea a su mente y lo que había comenzado lo deja para después, tiene un gran problema con hacer las cosas en el momento, debido a que es perfeccionista y se lleva demasiado tiempo en hacerlas, así es que deja las cosas inconclusas, pensando que podrá terminarlas en otra ocasión, no es nada constante.
El ritmo de la historia toma forma paso a paso en la vida de Sr. B, llevándonos a conocer sus orígenes, los momentos más dolorosos de su vida, los más alegres y culminando con lo más hermoso que le puede pasar al espíritu, ¡su evolución!...
Dentro de este libro se encuentra la clave del significado absoluto de la evolución de un sujeto como el Sr. B, cada capítulo nos llevara a conocer puntos esenciales que lo hicieron crecer, el lector debe ser muy perspicaz para darse cuenta de las pistas ocultas dentro de cada una de las fábulas o relatos que nos regala el desarrollo de esta lectura.
Así pues es que te damos la bienvenida a una aventura interna, relatada en las calles del Estado de México, donde conocí a este sujeto, algo distinto a los demás vecinos y conocidos que he tenido, pero que dejo una huella imborrable en mi vida y fue más o menos así como lo conocí...
Quisiera comenzar contándoles una historia, es la historia de un conejo y un búho, el conejo es un animal bastante listo, muy tierno, sagaz, pero sobre todo muy activo, es de los animales que siempre andan en movimiento; por otro lado, el búho es también un animal muy listo podríamos decir que es sabio, es misterioso, muy bueno cazando de noche, cuenta con garras poderosas, pero no es uno de los animales más activos, de hecho duerme casi todo el día y solo vuela cuando necesita cazar, esto sucede por lo regular durante las noches.
El relato cuenta que había un búho muy listo y sabio - Algunos decían que era más listo y sabio de lo que podía manejar - este búho se pasaba la mayor parte del día dormido y parte de la noche viendo la luna, solamente cuando era muy necesario salía a cazar, caso peculiar siempre lo hacía por las noches, este búho era muy sabio y por ello daba consejos muy buenos, por lo que lo buscaban varios animales, el único requisito para obtener el consejo del búho era que el consejo se debía pedir en la noche, así mucho tiempo paso, hasta que un conejo que era demasiado activo - Algunos decían que más activo de lo que podía manejar - y que tenía el problema de que era tan activo que no terminaba las cosas que hacía, porque cuando empezaba algo, antes de terminarlo comenzaba a hacer otras cosas y lo que estaba haciendo lo dejaba para después, pero ese después nunca llegaba, o llegaba muy tarde. Alguna vez le sucedió que se acercaba el invierno, el conejo muy apurado como siempre realizo la cosecha para invierno, pero esta cosecha la junto en un árbol que se encontraba cerca de su madriguera, pensando que posteriormente habría de llevarla a ella, no sin antes hacerla más grande para que así toda la cosecha pudiera caber y no pasar ni frío, ni hambre durante el invierno.
Pero sucedió que en ese momento recordó que durante el invierno no podría ver a sus familiares, por lo tanto, decidió que iría a visitarlos antes de que cayera la primera nevada y fue a ver a sus dos hermanos, reflexionando que después iría a ver a sus padres, luego de ir con sus hermanos recordó que tenía que recolectar musgo para recubrir su madriguera, mientras lo recolectaba recordó que debía acicalarse y cortar sus garras para evitar lastimarse durante su hibernación, y así fue que mientras recordaba más y más cosas que debía hacer, las fue dejando para después... el tiempo paso y el invierno llego, el musgo lo había recolectado, pero lo dejo afuera del árbol donde tenía su cosecha, visito solo a sus hermanos, ya no fue a ver a sus padres y no alcanzo a cortar sus garras, por lo que tuvo que pasar un invierno dentro de un árbol, apretado, con las garras lastimándole las patas y el musgo apenas y le mitigaba el frío.
La ardilla que era muy amiga del conejo, le comento que había un búho muy sabio y que él probablemente le podría ayudar con su problema, pero le hizo saber que el único requisito que pedía el búho era: "Que el consejo tendría que pedirse de noche". El conejo al escuchar esto se sintió muy contento, pensó que por fin resolvería su problema, así que emprendió el camino para la búsqueda del búho... en el camino el conejo recordó que tenía que acicalarse, así que se detuvo y comenzó a hacerlo, luego de unos instantes empezó a sentir hambre y fue a buscar algo de comer, pensaba una zanahoria me caería muy bien, total que la búsqueda del búho la dejo para después.
Al día siguiente después de desayunar el conejo recordó la búsqueda del búho, en ese momento el conejo se sintió desilusionado, pensó, he dejado otra vez las cosas para después, y volvió a emprender el camino, sabrán ustedes lo que paso, se acordó de otras cosas que tenía que hacer y volvió a dejar de lado la búsqueda del búho... así pasaron varios meses hasta casi llegar el invierno, el conejo se sintió decepcionado de sí mismo, mientras que pensaba que tal vez en esta ocasión no podría sobrevivir al invierno, ya que había hecho poco y postergado mucho, pero no quería morir sin saber antes la respuesta, la cura a su problema. Ese día el conejo lleno de determinación emprendió de nueva cuenta la búsqueda del búho, pero algo diferente había en él, porque no paro en el camino, en ningún momento se desvió, ni se distrajo de su objetivo, hasta que por fin después de varios días de trayecto llego, todavía era de día, el búho dormía como acostumbraba, el conejo después del viaje había gastado todas sus energías, no había comido en días y tampoco había bebido agua, al llegar sucumbió ante el cansancio, dejándose caer en el suelo, en ese momento el conejo con el poco aliento que le quedaba se dirigió al búho:
- Búho!!!... Búho!!!... despierta Búho!!!...
Por favor vengo a solicitar tu consejo, Búho!!!... despierta Búho, te lo ruego...
El búho soñoliento bostezo:
- Uaahahhh!!!... Ñam, ñam, ñam, ¡por dios, pero si es todavía muy temprano!, ¿qué es lo que pasa?, ¿quién grita con tanto apuro?...
El conejo contestó:
- Soy yo Búho, el Conejo, vengó a pedirte un consejo.
- Búho: ¿Pero qué?, ¡Ah! Ya veo, así que eras tu pequeño conejo, como te vi tirado en el suelo y con la lengua de fuera, pensé que estabas muerto.
- Conejo: Pues poco falta, no he comido, ni bebido nada desde hace varios días por venir a buscarte.
- Búho: Vaya se ve que vienes de muy lejos, pero siento decirte que no es posible que yo te dé un consejo en este momento, los consejos los doy al caer la noche, cuando la luna sale y el sol duerme.
- Conejo: ¡Pero Búho!, he venido de muy lejos, de hecho estuve posponiendo mucho esta búsqueda, ya que yo tengo el problema de que empiezo algo y antes de terminarlo ya estoy haciendo otra cosa, y lo que no termine lo dejo para después, ¡por eso necesito tu consejo!, para librarme de este mal, puesto que este invierno probablemente no sobreviva, por hacer poco y posponer mucho. Así fue que tome la determinación de que no quería morir sin saber la cura a mi problema, ¡por eso estoy aquí Búho!, ¡¿podrías hacer una excepción?!, porque después de haber viajado tanto, sin comer, ni beber, no creo aguantar mucho vivo.
- Búho: Lo siento mucho Conejo, no puedo hacer lo que me pides, puesto que los consejos que yo doy los proporciono en la noche, porque en la noche puedo captar mejor las cosas, en momentos entro en un trance con la luna y mis sentidos en la noche se vuelven extremadamente agudos, por lo que en esos momentos es cuando puedo dar un consejo, ¡claro!, ¡el mejor y más efectivo de los consejos!... si te diera en este momento un consejo, no seria de mucha ayuda, probablemente no te pondría nada de atención, ya que en este momento todos mis sentidos están dormidos, todo mi cuerpo está programado para dormir en estos momentos y ni soñando podría entrar en un trance, en vez de ayudarte solo te mentiría, lo único que puedo aconsejarte en este momento es que esperes a que oscurezca.
El conejo decepcionado comenzó a llorar de la impotencia, no sabía que hacer, en ese momento el Búho volvió a su posición y regreso a su sueño.
Minutos después empezó a caer la primera nevada del invierno, el conejo parecía ya haber muerto.
Cuando el sol desapareció del cielo, el Búho como si supiera se despertó, en ese momento el Búho apurado bajo del árbol para ver al conejo, lo movió, pero el conejo lucio muerto, como si estuviera congelado, el Búho se sintió mal, pensó: "Ojalá y hubiera podido hacer algo por este pequeño conejo"... antes de terminar su frase, el pequeño conejo movió levemente una de sus patas y logro articular unas palabras:
- Búho he esperado como tú me aconsejaste, solo que ya no tenía fuerzas para escapar de la tormenta, por eso me quede aquí, ahora Búho, ¡Cof!, ¡cof!, ¡cof!, dime, ¿cómo puedo hacer para curarme de mi problema?... - Acto seguido el Conejo comenzó a convulsionarse -
- Y el Búho dijo: Pequeño Conejo ya no necesitas mi consejo, tu mismo encontraste la respuesta al venir aquí y esperar, determinado a saber la respuesta antes de morir.
Momentos después con una sonrisa en su boca, el conejo murió.
Este relato describe de una manera más real el tipo de sujeto que era el Sr. B, un individuo que por sí mismo tenía tintes del Búho, pero también del conejo, sería difícil poder definir al Sr. B en simples palabras, ya que él no era lo que se diría una ecuación perfecta, era más bien como una fórmula química a la que le falta solo una molécula para ser perfecta, recuerdo que el Sr. B podía ayudar a alguien a tener éxito en los negocios, pero el mismo no traer ni un solo peso en la bolsa, era capas de resolver los problemas financieros más complejos, pero no era capas de encontrar una forma óptima de organizar su tiempo. Me acuerdo del día en que ayudo al Sr. Torres a arreglar su agenda de pagos para sus tarjetas de crédito y cuando regreso de la casa del Sr. Torres, los cobradores de una tienda departamental lo esperaban para embargarle el estéreo, ja, ja, ja... es jocoso el recordar cuan incongruente era este tipo en su vida, pero en fin puedo decir que en realidad no importaba mucho eso, después de ver la manera en que nos ayudaba y nos alentaba a todos. Decir que él era un sabio sería correcto, pero así también el decir que era un tonto para hablar con las mujeres, este hombre era del tipo que en una computadora hacía maravillas, pero también era del tipo difícil para relacionarse con los demás, no era huraño porque le gustaba convivir con los demás, pero era muy especial al tratar por primera vez a la gente o cuando estaba entre extraños, este hombre - Si se le pudiera decir así - podía hablar de todo tema y siempre estaba alerta de cualquier momento de discusión, demócrata de hueso colorado, le encantaba hablar de como el pueblo podría cambiar su futuro y se podía pasar horas arreglando a los políticos del mundo, y dando opciones de mejora para los demás países - Debo acotar que en estas pláticas sonaba culto, pero extremadamente petulante -.
De no más de 48 años, un hombre de tés morena, completamente chilango, aunque no de nacimiento, media aproximadamente un metro ochenta, un tipo robusto, de no mal ver, con ojos castaños y pelo quebrado, un mexicano desde el estómago, hasta el bigote, ja, ja, ja... recuerdo cuando salió de Zapata en un 16 de septiembre, casi lo apedrean por gritarle al presidente municipal: "¡Si viviera Zapata te daría un balazo, no sé si por corrupto o por pend...!", fue muy chistoso como acto seguido de decir eso, salió corriendo por la plazuela del centro con las carrilleras casi en las rodillas, tratando de escapar de la policía montada, ja, ja, ja... ¡Eso sí que estuvo bueno!... ay que recuerdos, aunque era muy raro oír al Sr. B decir groserías, esa vez yo lo apoye y casi todos los que estaban en la plazuela, en fin, era todo un personaje.
Se darán cuenta de que hablo de él en tiempo pasado, esto no es porque el haya muerto, bueno, no físicamente, ni tampoco mentalmente, lo que pasa es que esta fórmula química logro encontrar su molécula faltante, no sé cómo explicarlo, pero ese hombre, confuso, incongruente, en momentos obtuso y poco hábil para las relaciones humanas, logro encontrar su propia paz interior, no puedo precisar bien cuando fue esto, pero trataré de hablarles de lo que logramos apreciar durante el tiempo que convivimos con el Sr. B.
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