Sé que quizás, me precipite en aceptar casarme con él, pensé que lograría que llegara amarme, pero veo que no es así. Es hora de acabar con esta falsa en la que la única que ama soy yo, pero mientras eso suceda me haré respetar.
_ quien te crees que eres. - grito Mónica.
_ no me creo soy, soy sophia Smith, esposa de William y la señora de esta casa, y si digo que te vas, te vas.- Le hablo sophia con orgullo.
_ recuerda que aquí solo eres la ex de mi esposo, y yo la señora, sal o te saco.
No crean que soy una mujer débil, claro que no siempre he hecho hacer respetar, podré amar mucho a William, pero mi dignidad va primero.
...
UN AÑO ANTES.
Sophia Robinson, se levantaba como cada día, toma una ducha con agua fría para despertarse, se vistió lo más sencilla posible como de costumbre, luego se dispuso a preparar el desayuno, cada día era la misma rutina, el desayunar junto era algo agradable, excepto por tener que aguantarse los malos comentarios de Gisela su hermana mayor, Gisela fue adoptada dos años después que sophia, al terminar cada quien se despidió y se dirían a su lugar de trabajo, en el caso de sophia y su hermana ellas salieron rumbo a la universidad. Sophia, una joven muy aplicada aunque un poco rebelde, la arquitectura era su pasión, con 26 años cursaba su último semestre, necesitaba ingresar a una de las mejores constructoras de toda Inglaterra para realizar sus prácticas, la constructora Smith, era la más reconocida, el que ingresaba en ella tendría las puertas abiertas al éxito.
...
SOPHIA.
Cada día para mí es una odisea, empezando por tener que aguantar Gisela, mi hermana y a Ariana, una chica que se cree superior a los demás, ingrese a la universidad, gracias a una beca que me gane gracias a mis buenas calificaciones, y tal parece que para Ariana eso es un problema, la verdad no la soporto dedica más tiempo en molestarme que a estudiar, pues no crean que me dejo, claro que no aunque debo ser cuidadosa cualquier falla pude hacer que pierda mi beca, por suerte ya casi culmino. Cambiando un poco de tema, les contaré un poco de mí, soy hija de James y Jessica Anderson unos empresarios muy conocidos aunque no soy su hija biológica me adoran al igual que a mi hermana Gisela, cuando tenía 5 años fui adoptada por mis padres cosas por la que siempre estaré agradecida, me han dado una vida llena de amor, al principio cuando me adoptaron me fue difícil, ya que me separaron de mi hermano Aiden, cuando nuestros padres murieron fuimos llevados al orfanato, él nunca se separó de mí, me cuido como su más grande tesoro, estuvimos dos años a la espera de una adopción, pero nadie nos quería llevar a los dos, así que mi hermano dejo que me llevaran. Él al año fue adoptado, pero sus padres eran de otro país, pasamos casi 10 años sin saber el uno del otro. Hasta que por fin él me encontró.
Cada que puede viene a visitarme. Bueno, como les decía, hoy es un día como cualquier otro o eso pensaba, las clases transcurrieron normal, tuve que hacerme la sorda con uno que otro comentario de Ariana. Al terminar las clases Salí a comprar unos materiales que necesito para un trabajo de fin de semestre. Luego debía ir a mi trabajo. Y si trabajo, mis padres tienen mucho dinero es cierto, pero quiero lograr todo por mi cuenta, así que costeo todos mis gastos con mi sueldo, que aunque no es mucho, me sirve para comprar todo lo que necesito para la universidad. Entre en una papelería, pedí todo lo que necesitaba, para mi mala suerte, Ariana entro sabia que no me dejaría quieta, así que me apresure a salir, pero la muy maldita me tomo por la bolsa y empezó a gritar como loca. .
_ ayuda, me quiere robar. – maldije para mis adentro.
_ que te pasa estás loca. – le grité.
_ me pasa que no te soporto, dañaste mi día, así que pagaras por eso. – me dijo en voz baja como para que solo yo escuchara. Sus amigas repitieron su acción, sabía que debía salir de ese lugar o en verdad me metería en un gran problema, como pude me solté de su agarre y corrí lo más rápido que pude.
(...)
_ porque me pasa esto a mí. – grito sophia.
mientras corría por las concurridas calles de Londres, dos agentes de policía la perseguían, una sola cosa tenía en mente y era que no podía dejarse atrapar, después de tanto correr pudo visualizar el Marriott hotel, uno de los más lujosos hoteles de Londres, su impulso por salir de esa situación la llevo a entrar a él, los de seguridad trataron de impedir su paso, pero ella fue mucho más rápida, entrando al ascensor y marcando el último piso, las alarmas del hotel daba el aviso de un intruso, cosa que la lleno de miedo, al llegar al último piso donde se hospedaban las personas de más alta categoría, empezó a buscar una habitación que estuviera desocupada o que tuviera la puerta sin cerrojo.
Una habitación al final del lujoso pasillo, estaba sin pasador, así que no lo pensó y entro, el gran ventanal, con grandes cortinas, color gris, una gran cama un poco desorganizada, y la poca luz le parecieron perfecto para esconderse, las voces en a pasillo le avisaron que estaba cerca, corrió a la cama y se metió entre las suaves sabanas blancas. Cubierta de pies a cabeza, con su respiración agitada, que pasaría, si la atrapaban, que le diría sus padres, unos fuertes brazos la rodearon provocando que se sobresaltara.
Sophia se Giro lentamente se encontró con cuerpo totalmente desnudo, su pecho tan tonificado, la hicieron temblar.
_, pero miren que tenemos aquí. – la voz ronca erizo su piel, ella, no tuvo el valor de levantar la mirada.
_ lo siento señor, tuve una emergencia, por eso tuve que perturbar su privacidad.- su voz temblorosa, y su mida fija al pecho del hombre.
_ y como me pagaras, por lo que has hecho. – le dijo el mientras la pegaba más a su cuerpo.
_ esto es un déjà vu.- dijo sophia en un susurro.
_ que has dicho. – pregunto él.
_ nada señor. – contesto, levantando la mirada. Encontrándose con los más hermosos ojos café.
_ eres tú. – hablo sophia con una lágrima recorriendo su rostro.
_ ¡Hey! Niña, que te pasa. Solo bromeaba.- le dijo el hombre un poco preocupado por la reacción de sophia.
WILLIAM.
El día de hoy, ha estado un poco extraño, empezando porque me despierto con un pequeño cuerpo a mi lado, tenía claro que no era Mónica mi prometida, ella como siempre me dejo botado por tu carrera, la amo tanto que he tolerado esa situación por muchos años, pero ya me estoy cansando.
No sé quién era la mujer, pero su cuerpo desprendía un rico aroma a frambuesa, ese rico aroma despertó mi hombría. Ver sus lágrimas caer, me estremecieron quien era esta chica, porque ver sus lágrimas me hacían sentir el pecho comprimido, había olvidado que estaba desnudos y tal parece que a ella eso no le incomodaba.
(...)
William se alejó rápidamente de sophia, ella lo miraba con una mirada llena de felicidad y a la vez con tristeza.
_ que te ocurre.- le volvió a preguntar el mientras cubría su cuerpo con una bata.
_ no es nada, lo siento es que se parece a mi ángel.- mi ángel, se preguntó William por alguna razón, sentía que ya había escuchado eso en algún lugar.
_ no sé por qué estás aquí, pero es mejor que te vayas. - él le dio la espalda caminando hacia el baño. _ tomaré una ducha, cuando salga no te quiero ver aquí.-
Justo en ese momento la puerta fue tocada, él frunció el ceño, había pedido no ser molestado.
_ señor por favor no abra. - le suplico sophia.
_ porque no lo haría.- le dijo él un poco molesto.
_ es que me están buscando a mí, le juro que no hecho nada malo. - le dijo ella mientras se paraba entre el y la puerta.
_ porque te creería, has irrumpido en mi habitación, como una ladrona.
_ señor, por favor, haré lo que me pida, pero por favor no abra la puerta. - William la miró por un momento, en ella vio sinceridad.
_ Ve ha ocultarte en el baño.- ella asintió y corrió al baño.
(...)
SOPHIA.
Cuando era niña tenía sueños extraños, en mis sueños siempre aparecía un hermoso hombre de piel blanca, cabello negros y ojos café, del que no sé su nombre, al despertar los recuerdo del sueño se iban, quedando solo con el recuerdo del bello rostro de mi ángel. Eran simple sueño, eso pensaba, pero ahora está aquí muy cerca de mí, bueno aún no tengo la seguridad que sea él, lo cierto es que si se parecen mucho, lo que me está pasando hoy siento que ya lo he vivido.
(...)
William habló con las personas de seguridad, logrando que estos se fueran. Después tocó la puerta del baño para que sophia saliera.
_ gracias, señor.- le dijo sophia
_ nada de gracias, explícame por qué te están buscando. - le pregunto en un tono autoritario.
_ yo no hice nada malo, estaba comprando unos materiales para un trabajo de la universidad, me encontré con la estúpida de Ariana, la cual no me soporta y no sé con qué fin empezó a gritar que yo la iba a robar, simplemente corría y terminé llegando aquí.- sophia hablaba tan rápido, que William no lograba entender muy bien.
_ niña más despacio, no te estoy entendiendo, mejor deja así, más bien dime si sabes como vas a salir de aquí.
_ ¡wow!, por Dios no había pensado en eso, ahora que hago.- sophia caminaba de un lado a otro, se podía notar su desespero, William se sentó en la cama y la seguía con la mirada.
(...)
WILLIAM.
Esta chica me causa mucha intriga, siento que la conozco o por lo menos que la he visto en algún lado, es muy linda y a la vez muy sencilla, su vestimenta no es nada comparado con lo que suele usar Mónica, unos pantalones de mezclilla con una camiseta blanca y unos tenis, tu cabellera rubia recogida en una coleta y nada de maquillaje. Estoy tan acostumbrado a convivir con mujeres tan vanidosas que el ver a esta niña me llenaba de curiosidad.
_ ya deja de caminar, me estás mareando.- William se paró y camino hasta el sofá, de ahí tomo una hermosa caja y se la entrego. _ ponte esto, es lo último que haré por ti, me daré una ducha cuando salga espero y estés lista. - sophia no dijo nada, simplemente asintió con la cabeza.
(...)
William entro al baño, mientras sophia abría la caja encontrando un hermoso vestido azul oscuro, los tacones le combinaban a la perfección, sabía perfectamente que hacer, era algo que casi no le gustaba utilizar, pero debía hacerlo si quería salir de ese sitio.
El vestido le quedaba a la perfección, como hecho para ella.
_ ya estás lista. - le pregunto William, la observo con asombro, se veía muy sexi con ese vestido, un escote en forma de corazón, resaltaba sus pechos perfectos, una abertura en la pierna derecha, dejaba ver parte de su muslo, sophia batallaba para cerrar él cierra del vestido.
_ si, solo me falta lograr cerrar esto. - le respondió, el camino hasta ella, quedando detrás, corrió su cabello, dejando al descubierto su blanca piel, un ligero toque provocó en ambos una electricidad.
_ listo.- le dijo él al cerrar su vestido.
_ gracias. - sus mejillas teñidas de un rojo carmesí. La hacían ver muy hermosa, pensó William, ese vestido permitía apreciar sus curvas.
_ bien, espérame aquí en un momento salgo. - William entro a otra habitación donde se vistió, se suponía que ese día cenaría con su prometida y luego irían a un evento al que había sido invitado, él había comprado ese hermoso vestido para que ella lo usará.
_ ya estoy listo. - sophia lo observo muy atenta, se veía muy guapo pensó ella _ cuando termines de mirarme me avisas, se me hace un poco tarde.- ella bajo la cabeza avergonzada.
_ lo siento.- se disculpó._, pero es usted muy guapo.
_ no tienes, vergüenza, no importa, después de todo como te llamas.- Le pregunto.
_ sophia Anderson, señor es un gusto.- ella entendió su mano, William la estrecho volviendo a sentir la misma electricidad.
_ William, sophia Anderson, acaso eres hija de... no importa deja así.
William la tomo de la mano y la saco de la habitación.
_ señor mis cosas. - le recordó sophia.
_ mi asistente se encargara de eso, y por favor llámame William, ni soy tan viejo. - le dijo el.
William bajo hasta la entrada tomados de las manos, ninguno de los dos se sentían incómodos, los guardias del hotel aún corrían de un lado a otro buscando a la mujer que entró al hotel sin autorización, sophia se sentía nerviosa, William puso su mano en la cintura y la pego a él.
_ solo relájate. - le susurro al oído.
Ella le hizo caso, logrando respirar al entrar al coche.
_ gracias William, te debo una. - le agradeció sophia.
_ pues deberás pagarme hoy mismo. - le dijo mientras el coche se ponía en marcha.
_ que deseas. - pregunto.
_ como verás, tengo un evento muy importante y prometida, no podrá acompañarme, así que tú serás mi acompañante.- le comento, sophia tenía la cabeza agacha, le había dolido escuchar que estaba comprometido, sabía que no tenía por qué sentirse así, pero había desarrollado sentimiento por él, aun cuando pensaba que él era productos de sus sueños.
_ que dices, me acompañaras.- pregunto William, tomándola por la barbilla y haciendo que levantara el rostro.
_ claro, William con gusto lo haré. - lo dijo en un tono amable.
(...)
Durante el camino estuvieron en silencio, sophia odiaba ese tipo de eventos, siempre busco la manera de zafarse de sus padres para no ir, todo lo contrario de Gisela que no perdía oportunidad para hacerse notar.
El evento era en gran salón, a las afuera muchos periodistas estaban a la esperada de los invitados, y claro que William era uno de los más esperados, era el CEO de la constructora a cargo del proyecto que se inauguraría, un hotel de lujo cinco estrellas.
Una ráfaga de luz cayó sobre ellos, esa era la parte que más odiaba sophia, como pudo sé Safo de toda la gente que llenaba de preguntas a William, él al percatarse que no estaba a su lado la busco desperadamente con la mirada, él no entendía su despertó solo pudo calmarse cuando la vio parada cerca de la entrada.
(...)
SOPHIA.
No entiendo como a mis padres les gusta venir a esos eventos, la verdad yo prefiero las cosas tranquilas y no es que no me gusten las fiestas, la verdad es que me encantan, bailar y tomar es lo mío, que este tipo de ceremonias donde debes llevar una etiqueta eso no la conmigo.
Con todo lo que había pasado se me había olvidado avisarle a mi jefe que no iba a poder ir a trabajar, mientras William hablaba con los periodistas aproveche para avisarle a mía que no iría. Mía es lo más cercano que tengo a una amiga, llevo trabajando en su cafetería 3 años. Ella estudió repostería y al graduarse abrió su cafetería.
(...)
Al terminar con las entrevistas, William camino a la entrada donde era esperado por sophia.
_ estás bien. - le pregunto él.
_ sí.
_ en ese caso entremos. - William la tomo de la mano, sophia no sabía si lo hacía intencionalmente o así trataba a todas las mujeres.
El lugar estaba muy bien decorado, en cada detalle se podía ver el empeño que le habían puesto, la construcción era hermosa, sophia quedó encantada, cada estructura, cada detalle, los materiales. Se notaba que el arquitecto amaba su trabajo.
_ que tanto miras. - le pregunto William después de observarla, él pudo notar el brillo en sus ojos.
_ me encanta, cada detalle, cada diseño quedo hermoso. - le contesto ella sin mirarlo.
_ se nota que sabes de lo que hablas.
_ claro estoy a meses de graduarme de arquitectura. - le respondió sophia con una sonría, como si estuviera hablando del amor de su vida.
_ vaya quien lo diría, así que tengo en frente a una futura arquitecta.
_ si y espero ser la mejor, aunque no creo que pueda competir con el creador de este bellísimo hotel.
_ gracias, por el cumplido. - le contesto.
_ así que tú eres el creador de tan maravillosa obra, te felicito.
Después de conversar un rato, llegó el momento de cortar el listo, el hotel era un obsequio que William le daría a su prometida, pero ella no estaba presente. Así que se limitó a dar un corto discurso dejado de lado lo que tenía pensado decir.
sophia, se dedicó a comer y tomar uno que otro trago, para los invitados era evidente su belleza, así que no perdían oportunidad para acercarse, William se sentía molesto de solo ver como ella les sonreía a cada hombre que llegaba a su mesa, sophia desde lejos pudo divisar a sus padres así que se paró a toda prisa y subió al ascensor, el hotel aún no estaba abierto al público, lo que significa que podía entrar a cualquier habitación.
(...)
WILLIAM.
La inauguración fue todo un éxito, aunque no era como lo tenía planeado, Mónica era la anfitriona esta noche, pero bueno será otra ocasión, cuando por fin logre sacarme todos los invitados, me dispuse a buscar a sophia, pero esta no estaba, ella había todo mucho así que me preocupaba que alguien se aprovechara de eso. La, busqué por todo el salón, pero nadie la había visto. No tuve de otra que ir a ver las cámaras, lo pude ver como corrió al ascensor y subió al octavo pido y entro en la primera habitación que encontró.
(...)
William llegó hasta la habitación, todo estaba oscuro, la poca luz que entraba por la ventana le permitió ver donde ella se encontraba.
_ sucede algo.- pregunto. _ porque estás aquí.
_ me asustaste William.- dijo ella mientras colocaba una mano en su pecho.
_ lo siento. - William se acercó y se paró a su lado los dos apreciaban la hermosa vista._ sophia aún no me has contestado, porque estás aquí.
_ mis padres están abajo, no quiero que me vean aquí.- le contesto ella.
_ ya veo, entonces te acompañaré.- le dijo el mientras enviaba un mensaje por su teléfono.
A los pocos minutos un mesero ingreso con un carrito con comida y una botella de vino, los dos conversaron a gusto, claro que evitando el tema personal.
_ ya estar debo irme.- eran cerca de las 10 de la noche.
_ quédate conmigo esta noche.- le pidió William.
_ estas muy tomado William, y no creo que sea lo correcto.- sophia no había terminado de hablar cuando sus labios fueron robados, un beso lleno de despertó y pasión. ella no intento resistirse, cada toque, quemaba su piel, el calor se apoderaba de su cuerpo.
Download MangaToon APP on App Store and Google Play