NovelToon NovelToon

UN NUEVO MAGNATE

CAPÍTULO 1

¿Por qué me pasa esto a mí?

El único error que creo que hice en mi vida fue el haber nacido con una extraña anomalía ocular. Así es. Tengo los ojos violetas. Literalmente tengo un iris de color lila profundo. Lo que tengo la sociedad la denomina Síndrome de Alejandría, sin embargo, no hay ningún estudio científico que confirme la existencia de dicho síndrome, solo sé que soy rara.

Mis ojos se empezarán a colorear de este color a la edad de 4 meses, al principio los doctores no sabían de qué tenía esta mutación en los ojos hasta más años después de que le dijeron a mi madre que tenía lo que la gente llamaba ¨Síndrome de Alejandría¨, una extraña mutación de la que se tiene poca información. Yo he investigado un poco por mi cuenta, con el pasar los años se pudo averiguar un poco y a lo que he llegado es que mis tienen una increíble falta de melanina, por eso se tornaban morados o lila, es lo mismo, ¿no?

Mis ojos han sido motivo de burlas y bromas a lo largo de mi vida, intentaba no ponerles mucha atención a las palabras hirientes de las demás personas sobre mis ojos, ya que mi mamá siempre me dijo que eran preciosos y que no tenía por qué avergonzarme. Claro, todo cambió cuando mi hermana mayor se unió a esas personas hirientes. Ella me echaba la culpa de que nuestro padre se hubiera ido, y en parte tenía razón; cuando tenía 5 años él no soportó tener una "abominación" en su casa así que optó por irse y dejarnos a mi madre, mi hermana y a mi solas, mi hermana desde entonces me odia, culpándome del hecho.

Corro lo más rápido que puedo escondiéndome en el armario del conserje con mi mejor amiga Grace detrás de mí. No todo ha sido tan malo, al menos la tengo a ella. Escuchamos pasos furiosos afuera y Grace tapa mi boca al ver que entro en pánico.

Esta es la situación: Olivia y su séquito nos estaban molestando en la cafetería, Grace en un acto de valentía le intentó hacer frente pero nada salió como esperaba, Olivia solo enfureció y nosotras lo único que podíamos hacer era huir.

—¿Crees que ya se fueron? —Pregunto al no escuchar más pasos afuera.

—T-ta-ta tal-vez —responde Grace.

Todo está muy oscuro no puedo ver nada, con costo puedo localizar los ojos verdes de mi amiga.

Grace comienza abrir la puerta poco a poco y asoma la cabeza, de repente abre la puerta de golpe y me agarra la mano para salir corriendo. Salimos por el patio trasero del instituto, agradezco que esta preparatoria no contara con seguridad.

El viento soplaba con fuerza y lo único que estaba en mi campo de visión eran los rizos dorados de Grace.

Llevamos corriendo como 5 cuadras, ya estamos muy lejos del instituto, entonces le digo a Grace que pare.

—¿Sabes que ahora perderemos las últimas 3 clases, verdad? —Le cuestiono a mi amiga. Esta solo se encoge de hombros.

CAPÍTULO 2

Nos quedamos viendo fijamente hasta que terminamos rompiendo a carcajadas.

—Al me-menos nos l-li-libra-mos d-de e-esas es-estu-tupidas.

Uno de las razones por la cuales Grace y yo terminamos siendo amigas era porque ella al igual que a mí nos molestaban, solo que a ella por un motivo diferente al mío: Su tartamudeo. Cuando nos conocimos, en ese entonces, había momentos en el que ni entendía lo que quería decir, por dicha eso había cambiado, en el pasar de los años ha ido mejorando.

Ella además de mi madre, son las únicas que ven mis ojos hermosos.

Íbamos caminando hablando de trivialidades, cuando de repente, en un descuido cruzo la calle sin fijarme que Grace se ha quedado atrás, cuando volteo a verla me doy cuenta del auto que viene a toda velocidad hacia mí.

Cierro los ojos esperando el impacto mientras escucho a mi amiga gritar mi nombre. Cuando no siento nada abro los ojos lentamente ansiando ver las puertas del paraíso, pero eso no es lo que encuentro, sino a un hombre muy enfurecido bajando de su auto para empezar a gritarme lo bruta que era por cruzar sin fijarme a los dos.

Personas comienzan a acumularse a mi alrededor viendo si me encontraba bien y es cuando me doy cuenta que estaba tirada en el suelo. Grace viene corriendo hacia mi empujando a las personas y dándole cara al hombre que aún se encontraba maldiciéndome.

—¿E-e-es-estas bien? — me preguntaba Grace, pero yo seguía con la mirada pegada al suelo, tal vez por la vergüenza o porque no quería que la gente notara mis ojos y se asustaran.

Grace me ayuda a levantarme del asfalto mientras yo seguía con la mirada gacha intentando huir de la escena ignorando los reclamos de aquel señor. Salimos corriendo seguramente dejando confundidos a todos los presentes.

—¡Niña estúpida! — es lo último que escucho de aquel hombre.

—¿Co-como te en-encuentras? — me vuelve a preguntar Grace revisando mis extremidades buscando alguna herida, pero yo aun no lograba salir del pequeño shock al que me había metido por todo lo que acababa de pasar.

¡Por Dios, casi muero!

Estuve tan cerca de morir por mi estupidez. Fue como si viera toda mi vida pasar a través de mis ojos.

—Por-Por favor dime-me que no-no entraste a un-un estado catatónico —las palabras de mi amiga hacen que vuelva a reaccionar.

—No, no, estoy bien, solo —

—Debes de tener más cuida-dado, June —me reprocha Grace.

—Si, lo lamento, no volverá a suceder.

***

Llego al pórtico de mi casa buscando las llaves en mi bolso pero antes de poder abrir yo la puerta esta es abierta por mi hermana, quien sale ignorándome por completo. Entro suspirando. Ya estaba algo harta de la actitud de Marie, no puede odiarme toda la vida, ¿verdad? Eso es algo que me mortifica en las noches en donde suelo repasar mi desgraciada vida, ya lo ha hecho por varios años, no dudo que lo siga haciendo por algunos más.

Subo las escaleras tomando el camino hacia la habitación de mi madre, quien estaba en su etapa de depresión post-ruptura. Esta había sido,

CAPÍTULO 3

¿Cual? ¿Su sexta relación fallida? Siendo sincera me preocupa su salud mental. Sé que su principal razón de haber tenido tantos novios es porque siempre busca en ellos lo que perdió cuando papá se fue: amor, pero siempre tuve la duda de si él de verdad la amaba, porque no creo que el amor sea así.

Si él de verdad la amaba, si nos hubiera amado, no nos hubiera abandonado.

Pero eso es tiempo pasado, mamá tenia sus problemas, sí. Estoy segura que Marie también tenia los suyos. ¿Yo?

Estaba bien.

—Mamá —sacudo suavemente su hombro. Esta acostada de medio lado con todas las cobijas encima —Mamá, ¿estas bien?

Lentamente se fue volteando, me fijé en sus ojos hinchados y rojos, señal de que había estado llorando.

—¿Ya llegaste? ¿Cómo te fue en la escuela? — preguntó mamá soñolienta.

—Bien. Todo bien. ¿No tienes hambre? Te puedo hacer algo de comer.

—No tengo hambre —murmuró.

—Bien, iré a hacer la tarea —comenté, esperando alguna otra reacción de parte de ella que no sea ella volteándose para volver a dormir.

Pero no lo consigo. Porque eso es lo que exactamente hace, sin decirme una sola palabra.

Resoplé saliendo de la habitación.

He intentado ser lo más comprensiva posible, porque, yo no puedo sentir lo que ella estaba sintiendo, yo no estaba en sus zapatos, pero no podía seguir negándome a mi misma que esta situación me cansaba. Cuando mamá entra en estos estados después de una ruptura yo era la que se tenía que encargar de la casa, yo era la que tenía que cuidar de ella, tenía esta presión constante en mi de que todo saliera bien, pero, demonios, estoy agotada, si tan solo tuviera al menos un poco de ayuda, pero con mi hermana no podía contar.

Marie, ella es una historia aparte, porque, bueno, creo que ella me odia. Desde que éramos niñas, recuerdo que no nos llevábamos muy bien, mas que todo por parte de ella, pues ella me atribuye el hecho de la ida de nuestro padre, y bueno, no la puedo culpar mucho, creo que cualquier niño pensaría lo mismo si escuchara a su padre gritarlo a los cuatro vientos para después salir de la casa azotando la puerta para nunca volver. Marie evita a toda costa pasar por la casa, desde que entró a la universidad estatal son contadas las veces que pasa por la casa, ni siquiera para saber como está la mujer que la trajo al mundo puede tomarse un minuto. Aún me sigo preguntando donde es que se quedará, porque dudo que sea en las residencias de la universidad, ella no consiguió la beca completa y no tenemos dinero para que se pague la estadía dentro de la universidad. Por suerte nuestros abuelos nos dejaron un fideicomiso a ambas al cual Marie pudo acceder al cumplir la mayoría de edad, con eso ella ha estado pagando sus trimestres dado que su beca no cubre todos los costos. Obviamente no puedo evitar sentirme un poco preocupada sobre donde se estará quedando mi hermana, lo más probable es donde una amiga, pero el pinchazo de miedo de que se este quedando durmiendo en la calle con tal de no seguir viviendo conmigo esta ahí latente, lo dudo, pero, honestamente la veo capaz.

Download MangaToon APP on App Store and Google Play

novel PDF download
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play