De nuevo estoy aquí...

Todos me miran de reojo al pasar, murmuran, no lo pueden evitar... después de todo, nadie se esperaría que hubiese venido al baile después de todo lo que pasó.

Mi nombre es Dairys Levi, tengo 25 años y me dedico a la fotografía. No lo voy a negar, soy bastante buena en lo que hago, la gente siempre dice que logran emocionarse con mis fotos. Recientemente, mi novio, mejor dicho, mi ex - novio decidió que era buena idea ser infiel, y dejarse atrapar. De haber sabido que era tan idiota, no hubiese estado con él en primer lugar. Él es un modelo, famoso, para mí pesar, unos paparazzi lo descubrieron y me enteré de la peor forma, justo cuando presumía las fotos que le había tomado en un live de Instagram... ahí empezaron los comentarios sobre las fotos de los paparazzi y quedé en shock. Nunca había estado tan humillada. Supongo que por eso la gente se sorprende de verme aquí, es un evento anual al que asisten fotógrafos, modelos, algunas celebridades e influencers. Es humillante, pero no considero que yo debería ser la castigada, él falló... no yo... y no pienso demostrar que me afecta. Por eso hoy tomé mi mejor vestido, negro, seductor, ajustado a todas mis curvas, mi largo cabello está recogido de tal modo que cae a un lado de mi cabeza para dejar ver el pronunciado escote en la espalda del vestido. Maquillaje impecable, tacones de aguja. ¡No seré como las demás!

Trato de ignorar los comentarios, sonrió mientras bebo de mi copa, justo cuando veo a mi amiga Lili, una modelo preciosa de rasgos árabes que es mi mejor amiga.

- Amiga, no puedo creer que hayas venido, eres mi heroína, ¿sabes todo lo que podré presumirte después de esto?

- ¡Lili ya basta! - le dije con una sonrisa

- No le iba a dar el gusto al patán de Daniel, te aseguro que se va a presentar aquí con su cara muy lavada-

- ¡No lo dudo Dai! por eso me encanta que hayas venido, sobretodo vestida así, lista para matar- Lili se veía muy divertida con la situación

- ¡Antes muerta que sencilla! - Reí con ella

- Dai, ¿te diste cuenta de que tus seguidores están destruyendo a Daniel en su Instagram?

- Leí algunos comentarios mientras me comía 1 litro de helado antes de venir aquí - Yo amo mi comunidad, a pesar de todo este desastre estaban de mi parte y me apoyaban mucho

- Su popularidad bajó bastante, y ha perdido seguidores - dice Lili

- ¡Se lo merece! - Digo sin chistar

De repente nos callamos porque escuchamos unos abucheos afuera, al acercarnos a las ventanas para ver qué estaba pasando, pudimos ver un grupo de personas lanzando bolas de nieve a un Daniel furioso con su zorra acompañante. Lili y yo no pudimos evitar reírnos ante la situación

- ¡No puedo creer que haya traído a esa mujer aquí! - Bufó Lili

- Yo ya me lo imaginaba -

- Esa rubia nada que ver contigo Dai, tu te ves increíble y a ella le acaban de ensuciar el vestido - ambas reímos

- Si, pero estoy muriendo de frío. No ayuda que hayan hecho está estúpida fiesta en una montaña, lo digo en serio, este hotel es hermoso, pero hace mucho frío -

- Lo sé amiga, pero si quieres nos vamos dentro de poco, bajar será muy rápido usando el teleférico-

- ¡Gracias Lili! seguro si me iré temprano, pero no tienes que venir conmigo, sé que te encantan éstos eventos, además es una gran oportunidad para conocer personas con las cuales trabajar.-

- Eres la mejor Dai, pero me da pesar divertirme sin ti. Por cierto, ¿sabes que el nuevo CEO de Grazia estará aquí?-

Grazia era la agencia de modelaje más cotizada del país. Tanto modelos como fotógrafos buscábamos participar en sus proyectos, reconocidos internacionalmente. Hace pocos días había adquirido un nuevo CEO, y nadie sabía quién era, sólo que era bastante jóven para el puesto

Saludé a algunos conocidos, y bebía de mi copa, sobretodo para mantener el calor. Lili estaba charlando amenamente con unos amigos, por lo que decidí probar algunos aperitivos. Justo en ese momento, alguien tocó mi hombro

- Nena, ¿podemos hablar afuera? -

- No me digas así, y no tengo nada que hablar contigo Daniel -

- Por favor, déjame explicar, esto ha sido horrible y está afectando mi carrera -

- Estoy segura de que es lo único que te importa - Intenté irme, pero Daniel me tomó del brazo y me hizo salir del salón, hasta afuera del hotel, estaba nevando, hacía mucho frío.

- ¿CUÁL ES TU PROBLEMA DANIEL? ¡Suéltame! -

- Me obligas a hacer éstas cosas, te dije que quería hablar -

- Yo no quiero hablar contigo -

- ¡Necesito que digas a tus seguidores que nos arreglamos! me están haciendo la vida imposible, y cada vez pierdo más popularidad-

- Ese no es mi problema Daniel -

- ¡Claro que sí! este escándalo tampoco es bueno para ti-

- Eso lo debiste pensar antes, si no te importa, me voy- Quise volver al salón, pero tomó de nuevo fuertemente mi brazo y estaba forecejeando para liberarme. Alguien saliendo del hotel llamó la atención de Daniel, por lo que aproveché de safarme, e ir en dirección al teleférico, ya estaba harta y quería irme. Lamentablemente para mí, mi abrigo estaba aún en la recepción, pero no quería arriesgarme a volver. Aproveché de textear a Lili que me iba y me dispuse a esperar el teleférico. Seguía hablando con Lili, enojada, contando todo lo que pasó, cuando llegó la cabina, entré rápidamente, me senté, tenía tanto frío y no pude evitar empezar a llorar.

Mientras la cabina se alejaba noté a alguien parado en el mismo sitio donde hasta hace pocos segundos estaba parada, parecía despedirse de mi, moviendo sus brazos... o quizás solo estaba tratando de llamar mi atención, cada vez se hacía más pequeño, y fue cuando lo comprendí... yo no estaba bajando, estaba subiendo, seguramente tomé la cabina en dirección opuesta y ahora me dirigía al pico de la montaña. No solo se pondría más frío, sino que yo sabía, por todas las veces que había ido en mi vida, que el celular perdería recepción.

Cómo pude intenté llamar a Lili, el teléfono repicó dos veces cuando pude oír su voz:

- ¡Lili ayuda! tomé el teleférico en dirección opuesta, no tengo mi abrigo, me dirijo al pico -

- ¡Dai! no te escucho, repite, hay mucho ruido aquí, ¡Dai, Dai! -

- ¡Lili! - pero no tuve suerte, la comunicación se cortó enseguida. Era irónico pensar que me había vestido para matar, y probablemente yo era la que iba a terminar muerta.

Ya habían pasado quince minutos desde que inició el ascenso. Cada vez hacía más frío y Dairys odiaba cada vez más ese vestido. El celular había perdido por completo la señal y solo podía ver las luces distantes de la ciudad a sus pies.

De pronto pensó que, quizás la última persona que la había visto subir, había advertido a alguien para que la ayudara. Era su última esperanza...

Otros diez minutos pasaron y pudo ver entre la oscuridad de la noche las luces tenues de la estación final del teleférico. Al llegar se bajó, porque la línea que bajaba estaba del lado opuesto. Era una suerte que conociera la estación tan bien. Al bajar, intentó ver si había alguien allí, quizás un trabajador de turno:

- ¡Hola! ¿Hay alguien aquí? - no obtuvo respuesta.

Bajó unas escaleras para ir al otro lado de la estación, dónde podría esperar la cabina que bajara. Tenía las manos completamente heladas y la piel de gallina. Cuando llegó al punto donde debía tomar la cabina se aterrorizó, no se movía. Estaba completamente desactivada. Intentó nuevamente usar su celular, y no hubo suerte.

Necesitaba encontrar un teléfono fijo, un radio o algún método para pedir ayuda. Giró sobre sus talones para buscar el teléfono, estaba muy asustada y distraída con sus propios pensamientos, tanto, que no se dió cuenta que alguien se acercaba hasta ella.

- Disculpe señorita, ¿está bien? - Un hombre muy alto, de aspecto fuerte, cabello negro, vestido con un impecable traje azul marino, se paraba frente a ella

- ¡Ahhhhh! - Dairys soltó un grito inesperado por la sorpresa de encontrar a alguien de repente, soltó su celular, debido al susto, y llevó sus manos a su pecho

- Tranquila, no quise asustarte - El hombre se agachó para tomar el celular. - Creo que no le pasó nada a tu teléfono- y le ofreció el aparato para que lo tomara

- ¡Disculpa! me tomaste por sorpresa - Dairys pudo ver unos hermosos ojos grises mientras el hombre se levantaba ante ella. - ¿Eres la persona de antes? ¿que me hizo señas abajo?-

- Si, traté de advertirte que no entraras a la cabina, pero parecias estar en otro mundo.

- ¡Lo siento! Tienes razón, estaba en otro mundo - Dairys se abrazó a si misma al terminar la frase.

- Debes tener frío - Se quitó la chaqueta del traje y se la colocó sobre sus hombros. El perfume de este hombre la envolvió enseguida y era absolutamente intoxicante y seductor. - Mi nombre es Leonel, por cierto.

- ¡Gracias! Mi nombre es Dairys Levi - Dairys ofreció su mano a Leonel

- Un placer señorita Levi - y estrechó su mano. - La verdad soy nuevo por aquí, antes de subir advertí a algunas personas, así que supongo que esto se empezará a mover en cualquier momento, creo que podríamos entrar a la cabina a esperar.

Dairys asintió y se dirigieron a la cabina. Al entrar, tomaron asiento uno frente al otro.

- ¿Tienes por hobby perderte en lugares inhóspitos por las noches? - preguntó Leonel con una encantadora sonrisa

Dairys no pudo evitar reír. - A veces también lo hago en barrios peligrosos - bromeó ella - En todo caso, gracias.

De verdad estaba aliviada de que ese extraño la hubiese seguido hasta allí, aunque no comprendía del todo sus razones para hacerlo... quizás solo era una buena persona.

- Creo que tendré problema si te sigo nuevamente - continúo Leonel con la broma y ambos rieron. Ella no lo había notado, pero estaba temblando de frío.

-¿Por qué no vienes hasta acá? si estamos cerca, no sentirás tanto frío - Dijo Leonel.

Dairys dudo un poco, pero la verdad es que los temblores estaban siendo difíciles de controlar, así que finalmente le hizo caso y se sentó a su lado.

- Para ser honesto tengo un motivo secreto...- Dairys alzó la mirada sorprendida para verlo. - ... yo también tengo frío y tú tienes mi chaqueta- Ella se rió de su tontería, mientras Leonel aprovechó de pasar su brazo sobre sus hombros, lo cual hizo que Dairys se tensara de inmediato.

- Tranquila, no como gente... a esta hora - Ella sonrió con su cabeza sobre el pecho de Leonel, era tan cálido, y su aroma estaba enloqueciendola.

- ¿A qué te dedicas Leonel? Supongo que también estabas en la fiesta - preguntó Dairys

- Negocios...- respondió él. - y tú eres una fotógrafa famosa, tampoco es que necesitas mucha presentación.

Dairys se tensó nuevamente al darse cuenta que él sabía mucho más de ella que ella de él. Por alguna razón que no terminaba de comprender, eso la ponía nerviosa.

- No pude evitar notar que parecias huir de algo- señaló Leonel.

- Realmente de alguien... por estar huyendo, terminé en este problema - Leonel dibujó una sonrisa en su rostro al oír estas palabras que Dairys no fue capaz de percibir.

- Debo agradecer a esa persona, porque me dió la oportunidad de venir por ti Dairys - Su tono ya no sonaba tan amigable, sino un poco posesivo, y al terminar la frase la presionó más sobre su cuerpo

Dairys intentó sonar tranquila, y que no se notarán sus nervios, después de todo, estaba en los brazos de un desconocido en un lugar donde nadie la escucharía gritar.

- ¡Es una persona que no vale la pena! mucho menos vale un agradecimiento. Dijo ella en un tono sin emoción.

Leonel justo iba a abrir la boca para decir algo cuando la cabina comenzó a moverse. Frunció el ceño y miró su reloj sin que Dairys lo notara. Ella aprovechó la oportunidad para separarse de él.

- ¡Al fin! saldremos de esta nevera - dijo Dairys enderezandose en el asiento, Leonel la miró y sonrió.

Luego de veinte minutos estaban de nuevo en la estación del hotel.

- ¿Te bajas acá? - Preguntó Leonel

- No, creo que seguiré, han sido suficientes aventuras por hoy - La verdad no quería encontrarse nuevamente con Daniel - ¡Gracias por buscarme! si algún día necesitas una fotógrafa, estaré más que dispuesta en devolverte el favor - le dijo entregándole su tarjeta de presentación.

- ¡Gracias! lo tendré presente - dijo Leonel bajando de la cabina.

Dairys se despidió con la mano, mientras volvía a avanzar, sumergiéndose de nuevo en la oscuridad, hasta que se dió cuenta, se había quedado con la chaqueta.

El día siguiente de la fiesta era domingo, así que Dairys se tomó la mañana para dormir hasta que su cuerpo decidiera que era suficiente. Los eventos de la noche anterior la habían dejado algo exaltada, y tuvo que tomar un té caliente para poder conciliar el sueño. Sin embargo sus planes de dormir hasta más tarde se desvanecieron al escuchar el timbre de su puerta principal. Vivía sola en un apartamento muy lindo y acogedor, no era muy grande, pero, para ella sola era más que suficiente. El timbre sonó nuevamente, Dairys puso su almohada en su cara y gruñó. Se paró de mala gana y abrió la puerta.

-¡Hola nena! sabía que ibas a estar dormida - Lili estaba afuera de su puerta con una sonrisa, una bolsa de comida y un abrigo.

- Lili, tengo sueño- Dairys abrió la puerta algo dormida aún, y se fue de nuevo a su cama.

- Vine a traer tu abrigo, lo dejaste anoche. ¿puedo saber por qué te fuiste de esa manera? -

Dairys recordó que desde que salió de la fiesta, no tuvo oportunidad de hablar con Lili, así que le contó todo lo sucedido con lujo de detalles.

- ¡No puedo creer a ese idiota de Daniel! ¿cuál es su maldito problema? - dijo Lili enfurecida. - De haberlo sabido le hubiese plantado unos cuantos puñetazos en su ridículo rostro.

- Calma amiga, a fin de cuentas no pasó a mayores -

- En todo caso, ¿quién era ese tal Leonel? no recuerdo haber visto alguien tan guapo como lo describes. ¿Esa es su chaqueta?- dijo señalando el saco azul que descansaba en la silla de maquillaje.

- Si, es esa-

Lili saltó de la cama y fue a tomarla - Es muy fina y huele delicioso- dijo presionándola contra su pecho. - No puedo creer que no hayas tomado su apellido o su número telefónico.

- Cuando se presentó dijo solo su nombre, y luego solo hablaba de mí, parecía conocerme - Dijo Dairys pensativa

- Tranquila, no dijo nada que no estuviese disponible en Internet, así que no me parece gran cosa -

Luego comieron y pasaron todo el día en la cama viendo TV

Al día siguiente Dairys pasó por su estudio de fotografía, aún tenía que terminar algunos proyectos pendientes. Paso todo el día trabajando, cuando al final del día su teléfono empezó a sonar, era un número que no tenía registrado.

- Hola Dairys, espero que hayas pasado un día excelente - Se oyó la voz grave y seductora de un hombre al otro lado de la línea

- Buenas tardes, ¿quién es? -

- Que rápido te olvidas de tus héroes, es Leonel por supuesto, y al parecer tienes algo que me pertenece -

-¡Leonel! - Dairys se levantó de su asiento de la impresión - Sí, tengo que devolverte tu chaqueta, puedes textearme a este número a dónde quieres que la envíe.

- Estaba pensando de hecho en ir a cenar esta noche, mi chófer puede pasar por ti en este momento -

- ¿Cenar? ¿ahorita? pero no tengo tu chaqueta conmigo - dijo para disimular la sorpresa

- No te preocupes, podemos buscarla después. Mi chófer pasará por ti en quince minutos- Luego de esto cortó la comunicación.

Dairys se quedó unos segundos con el celular aún en su oído. Leonel no eran de los que aceptaban un "no" por respuesta.

- ¿Pero como rayos va a buscarme? - Dairys recordó la dirección en su tarjeta. Tenía menos de diez minutos para estar lista.

Fue al tocador, retocó su maquillaje y terminó de recoger las cosas de su escritorio. Al salir del estudio vió un lujoso auto de lujo estacionado en frente, el chófer bajó del auto y preguntó:

- ¿Señorita Levi?

Dairys asintió y este le abrió la puerta del asiento trasero. Al entrar pudo notar que el auto no solo era muy lujoso por fuera, sino también por dentro. El auto comenzó a moverse y Dairys aprovechó de escribir a Lili para ponerla al tanto

- A ver si esta vez si consigues averiguar quién es amiga - le escribió Lili, acompañado de muchos emojis de corazones

Dairys sonrió y dejó el teléfono de nuevo en su cartera.

El auto se detuvo poco después frente a una gran entrada negra, segundos después se abrió y el auto siguió avanzando un poco atravesando unos hermosos jardines, aún en la noche estaban muy bien iluminados. Finalmente el auto se detuvo frente a una de las casas más lujosa y hermosa que Dairys haya visto.

El chófer se bajó y le abrió nuevamente la puerta. De repente, tanto lujo la hizo sentir que no estaba vestida adecuadamente. En todo caso era culpa de Leonel por solicitar su presencia sin avisar antes. Fue escoltada hasta la puerta cuando se abrió ante ella sin siquiera tocar el timbre. La recibió una señora con rostro amable que le pidió que la siguiera. Pasaron por varios ambientes de la casa, que era totalmente hermosa, hasta llegar al comedor donde estaba Leonel esperándola sentado en la punta de la mesa.

-¡Bienvenida! - Dijo al verla entrar y le hizo seña para que se acercara. Dairys extendió su mano para saludarlo y él la tomó con una sonrisa

- Un saludo un poco formal para tu héroe de anoche - Se rió mientras le señalaba el asiento

Leonel llevaba puesto un Cardigan blanco con un jean claro y zapatos casuales muy finos. Su cabello estaba algo desordenado, y de nuevo, su olor era absolutamente provocador.

Dairys tomó asiento y Leonel hizo señas para que les sirvieran una copa de vino.

- Agradezco mucho que hayas venido, y espero que te guste la comida Siciliana- Dijo Leonel

-Si, me gusta mucho. Pero soy yo quién debe agradecer, me hubiese gustado traer tu chaqueta.

- ¡No te preocupes!

-Tienes una hermosa casa, me gusta el estilo vintage / moderno

- Está a tus órdenes...

- El otro día olvidé preguntar cuál es tu apellido Leonel... - le dijo Dairys sin rodeos, necesitaba averiguar sobre él

Leonel sonríe casi maliciosamente

- Mi nombre es Leonel Raggi

Dairys abre los ojos como platos, la familia Raggi es muy importante en el mundo de la moda, ella misma había trabajado en proyectos de sus empresas.

- Desde que me gradué de la escuela de negocios he estado haciéndome cargo de la empresa familiar. Acabo de llegar del extranjero para encargarme de algunos proyectos locales.

- Te felicito, se ve que te va muy bien. Dijo Dairys

- Pero siempre puede ir mejor Dairys - musitó Leonel

De nuevo su tono le pareció posesivo, pero no sabía si eran ideas de ella... Además sentía que la veía como ella estuviese en el menú de la noche...

... salvaje.