NovelToon NovelToon

Una Vida No Tan Perfecta

Pies en la tierra.

Desde niña he vivido rodeada de gente adulta ya que mis primos viven muy lejos, para ese entonces todo para mi era perfecto ya que solo era una niña de 9 años sin preocupaciones. Me gustaba jugar con mis amigos de aquella época, no tenia teléfono, wifi o redes sociales, era muy feliz así. Pero como todo lo bueno nunca dura para siempre, mi vida dio un giro de 180 grados al recibir una horrible noticia.

Mi abuelo había muerto.

Mi hermana mayor, Samantha, no tenía palabras para decirme tan lamentable noticia que me desgarró por dentro, sentía como el color desaparecía de mi rostro en ese momento, me sentí vacía, como si el alma abandonara mi cuerpo.

Deseaba que todo fuese un sueño, pero como siempre la realidad golpea y me hizo volver a la tierra y darme cuenta que si, en efecto. Mi abuelo había fallecido.

Al pasar el tiempo, me volví una chica insoportable, rebelde, irritable. Mi propia madre no me soportaba, y siempre que me reprochaba me escapaba para no escucharla. Desde la pérdida de mi querido abuelo, la tristeza tan grande que sentía dio paso a una gran depresión que me empezó a traer problemas alimenticios, no comía casi nada, pedía poca comida y solo comía la mitad.

Transcurridos 2 años continuaba en lo mismo ya no me interesaba nada solo veía como todos a mi alrededor sufrían por mi, sufrían por verme tan callada, con poco peso y sin ganas de vivir.

Mi madre, mi tía y Sam se desgastaban y sufrían por mi, hacian cualquier cosa por verme feliz, pero ya nada, absolutamente nada podia hacerme feliz, mi vida que en ese entonces yo la consideraba perfecta, ya no lo era. La tristeza me consumía, pensaba que todo estaba perdido.

Estaba cansada de escuchar a mi madre decirme que necesitaba ayuda yo solo le gritaba y la trataba mal cuando ella solo quería ayudarme. Algunas madrugadas escapaba de casa, sin rumbo, con lágrimas en los ojos recordando a mi abuelo, mi único gran y verdadero amigo, solo caminaba y caminaba hasta que ya no podía más, ahí me di cuenta que mi abuelo nunca hubiera deseado verme tan acabada, yo necesitaba seguir adelante, dejarlo ir, y empezar a ser feliz.

Tomé una decisión y tenía que hacerle frente a todo esto. Pensé mejor, tenía que sentirme avergonzada de estar en este estado, ¡Mi abuelo debe estar tan decepcionado! si había sido capaz de llegar a estar en estas condiciones, debo ser mucho más fuerte para salir adelante, ¡basta! no más llanto, no más, estoy muy cansada ya, soy toda una señorita que sabe lo bueno y lo malo.

Miro el cielo estrellado y suspiro, es hora de cambiar, es hora de aprender a ser fuerte y sacar nuevamente ese carácter aguerrido que según mi abuelo, herede de mi abuela, debo hacer más por mi.

Se que algún día él y yo nos volveremos a encontrar, mi corazón me lo dice, pero por los momentos es hora de ser feliz.

Una decisión.

Luego de aquel pensamiento y de llegar a una conclusión volví a casa y fui directo a mi habitación a dormir, el día siguiente sería mi gran día.

Al despertar estaba mucho más que decidida, buscaría ayuda para mi problema alimenticio y con ayuda de mi madre saldría de esta depresión.

Siempre me han calificado como la más fuerte de la familia, pero esa vez me dejé caer y ya no podía seguir así.

...*Flash Back*...

Salí de la habitación que había sido testigo de cada una de mis lágrimas, fui directo a la cocina y las conseguí a las tres desayunando —Desayunar, algo que no hago desde hace mucho tiempo— pensé.

—Buenos días familia —dije con mucha alegría y entusiasmo.

—Buenos días—Respondieron todas a coro un poco sorprendidas.

A mi madre se le formo una gran sonrisa al verme diferente y con mejor apariencia, me acerqué y tomé asiento junto a ellas en el comedor.

—¿Puedo hablar con ustedes?—pregunté mirando el piso.

Todas me miraron con un deje de esperanza en sus ojos y asintieron.

—Quisiera pedirles perdón por mi actitud hacía ustedes desde la muerte del abuelo, por tratarlas mal cuando ustedes solo quieren verme bien, yo solo me hundí en mi dolor sin darme cuenta que ustedes también sufrían la misma pérdida que yo. Quiero que me perdonen por escaparme sin medir las consecuencias y, mamá—la miré—sé que cuando salía tú me observabas, quiero ayuda profesional para mi problema alimenticio y con su ayuda salir adelante —terminé mi discurso, lo estuve planeando toda la noche mientras trataba de dormir.

Todas me observaban con lágrimas de alegría en sus ojos, mi madre fue la primera en levantarse y llenarme de besos.

—Hija me hace tan feliz saber que quieres ayuda, sé que sola no puedes salir de todo esto que ha dejado marcada tu vida, y perdón por observarte siempre que salias pero soy tu madre y me preocupo por ti y vivía con la esperanza de que algún día dejaras de sufrir y siguieras adelante. Claro que nos duele la partida de tu abuelo, pero debemos ser fuertes y seguir adelante, ¿tú crees que a tu abuelo le hubiese gustado verte así? Su más grande anhelo sería que fueras una mujer fuerte ante todo, y te aseguro que desde allá arriba desea que salgas de todo esto, y ahora con nuestra ayuda lo lograrás hija mía, te amamos —dijo mi madre al borde del llanto y la abrace.

—Claro enana, te ayudaremos —nunca faltaban los comentarios de Sam.

Mi tia solo se levantó y me abrazó, se que estaba muy feliz y no tenía palabras para expresarse, pero ya saben lo que dicen, un gesto dice más que mil palabras.

—Gracias, son las mejores, prometo no defraudarlas, las amo —dije llorando.

Luego de esta platica con mi pequeña familia, me sentí mucho mejor. Ese mismo día fuimos al nutricionista y le comente mi problema y que quería salir de eso que me consumía, el doctor me receto vitaminas, dieta y que comiera muy sano y bajo en grasa.

Luego de aquello seguí al pie de la letra todo lo que me había dicho el médico, en pocos meses recuperé mi peso normal, tenía mejor semblante y todo volvió a la normalidad, dejé de lado mis arrebatos de rebeldía y me dediqué a compartir con mi familia.

Empecé a tener más amistades, mi madre me regaló mi primer teléfono celular, cree mi primera red social y a través de ella conocí a un chico llamado Abraham Marin, poco a poco nos fuimos conociendo y a medida que pasaba el tiempo empece a tomarle cariño y él a mi, se ganó mi confianza y le conte lo que me habia pasado anteriormente, él era lo más cercano a un mejor amigo que tenía, al principio él no creyó lo que yo decía, pero después entendió que todo era cierto y me ofreció su incondicional ayuda, desde entonces él y yo hemos sido inseparables, pero claro, no nos conocíamos en persona y sí que deseaba conocerlo.

Una tarde mi madre, mi tía y yo estábamos charlando en la sala y llegó Sam a casa con un chico muy guapo, pero se me hacía muy conocido, tenía cierto parecido a alguien, pero en ese momento realmente no recordaba a quién.

Lo presentó como su novio, era el primer novio que le conocía a Sam, aquel chico empezó a frecuentar mucho mi casa llevaba regalos, comida y demas detalles para todas. Un día nos hizo una invitación a todas para ir a su casa a conocer a su familia, todas aceptamos a ir gustosas.

El día que visitamos su casa me lleve una gran sorpresa, lo vi por primera vez, al principio pensé que era una mala jugada de mi mente, pero no era asi, porque si era Abraham, el puso los ojos en mi y se acerco y me abrazo.

—Eres tú, pero ¿qué haces en mi casa? ¿cómo sabes que vivo aqui?— dijo Abraham muy sorprendido.

—Estoy aquí, porque creo que Juan es tu hermano y él es novio de Sam, mi hermana— dije con voz temblorosa y su cara de asombro era increíble.

Nuestra familia nos miraba como bichos raros, no entendían la situación.

—Abraham, ¿de dónde conoces a la hermana de Sam?—Pregunta Juan extrañado.

—Bueno la conocí por Facebook, pero no sabía que era hermana de Sam—dijo Abraham, restándole importancia.

Todos asintieron y siguieron con su platica. Abraham y yo hablamos toda la noche hasta que tuve que marcharme a casa.

Al llegar a mi hogar tenía muchos mensajes de él, cuando los leí no sabía que pensar, estaba muy confundida.

Abraham: Eres muy hermosa en persona.

Ya quiero que nos volvamos a ver.

La pasé muy bien contigo hoy.

Me sentía realmente bien, estaba experimentando un sentimiento diferente. No respondí a ninguno de sus mensajes. Me lancé a la cama y di mil vueltas en mi cabeza para poder llegar a alguna conclusión. No podía pegar un ojo de tanto pensar ¿será que estaba enamorada de Abraham? y con esa pregunta por fin pude caer en los brazos de morfeo.

Adiós, amor mío.

Al despertar sentía mi mente mucho mas despejada, entre al baño y cepillé mis dientes, después de salir, fui directo a la cocina, me había levantado con mucha hambre. Encontré a mi madre preparando el desayuno, le di un sonoro beso en la mejilla y ella me recibió con un cálido abrazo.

—Buenos días cariño— Me dijo al acabar de abrazarme y volver a su labor.

—Buenos días mamá—Le dije mientras me sentaba en un taburete de la barra de desayuno.

—¿Tienes hambre? preparé tu desayuno favorito, huevos revueltos con tocino y zumo de naranja— dijo mi madre mientras ponía un plato lleno de comida en frente de mi.

Después de desayunar me fui a mi habitación a estudiar, pero antes entré en mi Facebook a ver si Abraham había vuelto a escribir, y tenía razón, él había vuelto a escribir.

Abraham: Fiore, ¿Porqué no respondiste anoche? ¿te asusté? Si fue asi lo siento no era mi intención. Solo quería que supieras que todo este tiempo conociéndote he empezado a desarrollar un sentimiento más que amistad, no sé si tu sientas lo mismo por mi, pero solo quería que lo supieras.

¡Oh Dios mío!, no sé que responder, estoy realmente nerviosa. Le gusto a Abraham, le gusto a alguien, y más importante le gusto a alguien que me gusta. No sabía que responderle estaba hecha un manojo de nervios, me armé de valor y le respondí.

Yo: No tengo palabras para decirte lo halagada que me siento, también estoy muy feliz, feliz de que me hayas dicho todo, porque yo también siento algo por ti, pero tengo miedo porque se de muchas personas que salen lastimadas y la amistad no vuelve a ser nunca la misma.

No recibí respuesta inmediata de Abraham por eso opte por desconectarme. La tarde transcurrió bastante tranquila. Llegó familia de visita, almorzamos en una tranquilidad y paz que hace mucho tiempo no sentía. Salí con mi madre al supermercado a hacer las compras semanal y volvimos a casa.

En la noche entré de nuevo a facebook y tenía un nuevo mensaje de Abraham, pero no era una respuesta cualquiera, más bien era una pregunta.

Abraham: Fiorella, ¿quieres ser mi novia?

Me puse a pesar sobre esto, ¿qué debía decirle? Me arme de valor y fui donde mi madre a preguntarle, necesitaba ayuda de una persona con experiencia ¿y quien mejor que mi madre? fui en busca de mi mamá y la encontré en la sala.

—Mamá, ¿puedo hablar contigo?— pregunté un poco nerviosa.

—Claro cariño, ¿qué pasa? Siéntate —se hizo a un lado para que me sentara junto a ella.

—Mamá, ¿a que edad tuviste tu primer novio? ¿Y cuando te propuso que lo fueras que dijiste?— Pregunté con voz temblorosa.

—¿Por qué lo preguntas Fiorella?— Preguntó mi mamá con un tono de gracia en su voz.

—Recuerdas el hermano de Juan, ¿Abraham?—pregunté.

—Si mi amor. ¿Qué sucede con él?— Respondió mi madre.

—Él me pidió que fuera su novia y sabes que yo nunca he tenido novio y por ende no se como reaccionar ante esa propuesta y necesito que me aconsejes—Dije muy nerviosa.

—Hija, se que algún día esto iba a pasar solo te diré que si estas segura acéptalo, pero lleven las cosas con calma, son jóvenes disfruten cada una de sus etapas, respétense y estén juntos pero con mucho fundamento— Dijo mi madre con una gran sonrisa en su rostro, ella siempre tenia una respuesta sabia para todo.

Al hablar con mi madre estuve segura de mi decisión y decidí escribirle a Abraham.

Yo: Hola Abraham, claro que me encantaría ser tu novia, pero quiero poner mis límites.

Obtuve respuestas inmediatas.

**Abraham: Fiore, claro pon tus limites, no tengas problemas con eso, sólo quiero estar junto a ti.

Yo: Esta bien, quiero que me respetes así como yo lo hare contigo, quiero que seas honesto, sincero, amable, quiero que llevemos todo con calma cada cosa a su debido tiempo, no quiero nada apresurado porque no saldrá nada bueno de eso

Abrahan: Está bien, llevaremos todo a tu ritmo, te quiero Fiorella

Yo: Yo también te quiero, Abraham**.

Pasaron los meses y con ello la reintegración a clases, de verdad me daba mucha pereza regresar, pero no pude hacer más nada, Abraham y yo estudiábamos en escuelas distintas, pero nos tocaba en el mismo turno.

Las clases transcurrían tranquilas, pero con muchos trabajos tanto para él como para mi, nos abarrotaban de tareas y a veces no teníamos descanso, pero se qué estudiar y sacrificarnos en un futuro nos traería mucho beneficio.

Pasa un año y Abraham y yo vamos de maravilla, pero como en toda relación "perfecta" siempre pasa algo malo, empezaron a haber problemas para encontrarnos, casi no hablábamos bien sea por falta de internet o porque su celular se estropeaba, nuestra falta de comunicación era muy grave. Al finalizar el año por problemas financieros, tiene que irse a vivir con su familia a Buenos Aires, y decidimos que lo mejor sería terminar nuestra relación, porque si estando cerca había dificultades para hablar, imagínense estando a Kilómetros de distancia. ¿Qué si me dolió acabar mi relación con él? Claro que si, pero de la muerte de mi abuelo aprendí algo, por más doloroso que sea la partida de esa persona, debo seguir con mi vida. Para mi sorpresa Abraham siempre conseguía una forma de comunicarse conmigo, siempre me escribía, y nunca perdimos el cariño que nos teníamos, pero habíamos entendido que era mejor ser amigos, y que debíamos realizar nuestras vidas por diferentes caminos.

...*Fin flash back*...

Download MangaToon APP on App Store and Google Play

novel PDF download
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play